Competencias

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GRUPO 1

Nombres: Luis Angel Condori Arando


Susana
Darelyne Selideth Apaza Veliz
Competencias hard o soft, ¿qué es más importante?

Todos aspiramos a tener éxito en el mercado laboral, pero esto es cada vez más difícil de lograr
en un contexto cada vez más globalizado y competitivo. Entonces se plantea una pregunta,
¿qué hacer para que las empresas se fijen en nosotros?

Parece que es fundamental conocer cuáles son las competencias profesionales más valoradas
para resaltarlas hábilmente en nuestro CV (currículum vitae) y en las entrevistas personales.
Las competencias profesionales se definen como el conjunto de rasgos psicológicos,
emocionales y de aptitud ante los retos y el trabajo diario. Se trata, por lo tanto, de rasgos
propios de nuestro carácter que deben diferenciarse de las capacidades y habilidades
profesionales, que son los conocimientos específicos para desarrollar un trabajo que se
adquieren con la formación y la experiencia laboral.

Hard Skills o habilidades duras:

Son los conocimientos adquiridos y memorizados a lo largo de nuestros años de formación; o


sea, son las competencias y habilidades técnicas que hemos adquirido durante nuestra
formación y experiencia profesional.
Soft Skills o habilidades blandas:

Son las habilidades sociales o competencias interpersonales adquiridas en la vida diaria; es el


conjunto de rasgos de personalidad, de lenguaje, y hábitos personales que nos permiten
integrarnos en el ambiente laboral de las relaciones con los demás.

Como, por ejemplo, la motivación, la comunicación, el liderazgo y trabajo en equipo, la


empatía, la proactividad, la adaptación al cambio, la resolución de problemas, la tolerancia a la
presión, la asertividad, la creatividad, etc

En los procesos de selección actuales, se otorga igual o mayor importancia a las habilidades
blandas que a las habilidades duras, porque cada día es más importante para toda
organización que sus empleados cuenten con aquellas habilidades blandas que les permitan
adaptarse mejor a la cultura de la organización y del resto de el personal, en igualdad de
habilidades duras, la diferencia entre los candidatos para un trabajo se compone de
habilidades blandas, ya que estas son las más difíciles de encontrar y desarrollar.
La buena actitud es clave, y el éxito a largo plazo en el lugar de trabajo proviene de las
habilidades interpersonales.

Las habilidades blandas se pueden entrenar y mejorar aplicando técnicas de PNL e Inteligencia
Emocional. Primero, comienza con una actitud que refleje quién eres y cómo te relacionas con
los demás. Tenemos que realizar la difícil tarea de observar cómo interactuamos con los demás
en cada situación, analizarla y considerar qué habilidades necesitamos mejorar o desarrollar.

Según investigaciones de las universidades de Harvard, Carnegie y Stanford, el 15% del éxito en
las actividades profesionales y laborales se debe al conocimiento técnico específico de cada
individuo, mientras que el 85% radica en las habilidades blandas, en su actitud, en su
autoconocimiento. determinación, sus habilidades de comunicación, trabajo en equipo,
pensamiento crítico, resolución de conflictos y muchos otros aspectos importantes.

¿Necesito fortalecer habilidades duras o habilidades blandas con más urgencia? Podemos
definir 4 perfiles profesionales distinguidos por qué competencias han potenciado con mayor
intensidad:

1) Profesionales “ni-ni”: cuentan con un bajo conocimiento y experiencia técnicos, y una


escasa cualificación personal. Tienen dificultades para trabajar de forma eficaz, lo que
afecta a la competitividad de la compañía.

2) Profesionales “hard”: solventes técnicamente, pero con insuficientes habilidades


personales y/o de gestión. Esto puede generar conflictos por falta de asertividad en la
comunicación, empatía u orientación al cliente, etc.
3) Profesionales “soft”: Colaboradores cuyas habilidades personales y de gestión están
muy desarrolladas, pero que no cuentan con suficientes conocimientos técnicos.
Puede generar desconfianza en el cliente (ver que trata con charlatanes), deficiente
toma de decisiones y baja orientación a resultados.
4) Profesionales “crack”: El perfil más deseable, corresponde con aquellos profesionales
que han desarrollado de forma equitativa tanto sus competencias hard como sus
competencias soft.

El cuarto escenario es el más deseable ya que de nada sirve que una persona conozca los
atributos de tu producto si domina habilidades blandas tan importantes como la negociación,
la gestión de conflictos, la falta de autocontrol emocional o simplemente no escuchar con
empatía o hacer las preguntas adecuadas.

Un jefe de proyecto, aunque domine las herramientas de gestión, pondrá en peligro el


proyecto si no sabe motivar, involucrar y hacer un seguimiento adecuado de sus empleados.
Tampoco le sirve de mucho a un vendedor conocer sus productos y a sus competidores si no
tiene la sensibilidad para acercarse bien al cliente, defender el producto personalizando el
beneficio o no tiene claro cuándo cerrar la venta.

Como podemos ver, las habilidades blandas son tan importantes como las habilidades duras,
porque las mejoran.

El éxito se logra a través del aprendizaje permanente de los aciertos y errores en la ejecución
de las acciones, así como la capacidad de adaptación a los cambios constantes, las tendencias
cambiantes, la orientación al mercado, la adaptabilidad de los equipos de trabajo, a los
planteamientos para superar situaciones; y las organizaciones necesitan personas de alto perfil
y conocimiento profesional, con grandes habilidades para conectar tanto con las personas
como con las metas y objetivos.

La Capacitación debe ser considerada como un proceso de educación continua dentro de un


Plan que incluya una serie de actividades sistemáticas, planificadas y permanentes, con el
propósito general de preparar, desarrollar e integrar a los recursos humanos al proceso
productivo, mediante la entrega de conocimientos, desarrollo de habilidades y actitudes
necesarias para mejorar sus competencias orientadas hacia el mejor desempeño de todos los
colaboradores en los diversos niveles jerárquicos y posiciones, en sus actuales y futuros cargos,
y adaptarlos a las exigencias cambiantes del entorno.

“Nos contratan por aptitudes, nos despiden por actitudes” Ernesto Yturralde

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