3.Arnoux-Objeto Discursivo-Objeto de Discurso - Reconocido

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66 ELVIRA NARVAJA DE ARNOUX

LA CONSTRUCCIÓN DEL OBJETO DISCURSIVO


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cenificación de la Semana de Mayo de 1810(3) y de los episodios de las


Guerras de la Independencia,(4) destinadas a nutrir los dispositivos de enunciación® y con el devenir de los procesos sociales, una notable
conmemoración del Estado nacional. permanencia en el imaginario colectivo afirmada, como señalé antes, en
Los estudios sobre el discurso histórico —y, en general, sobre los cristalizaciones posteriores. De allí, el interés de abordarlos desde una
discursos narrativos en tanto constructores de acontecimientos— han perspectiva que dé cuenta del proceso discursivo que los constituye.
señalado su dimensión argumentativa.(5)6*Al proponer una representa­
ción del pasado, los relatos orientan de una u otra manera la actividad
interpretativa de los sujetos. En algunos casos, ese “sentido” al que todos Objetos discursivos / objetos de discurso
los elementos discursivos tienden se formula en un enunciado general
del que puede derivarse una norma de acción. Los relatos ejemplares La doble formulación se debe a que, aunque desde marcos teóricos
ilustran esta posibilidad acentuando los segmentos epidícticos y organi­ distintos, el objeto es presentado como construido de discurso y por los
zando redes axiológicas claras. discursos y, al mismo tiempo, como aquello de lo que trata un discurso o
Los abordajes habituales son sensibles, también, a lo específicamente lo que reviste una importancia particular en él.®
narrativo de estos discursos y acuden, así, al instrumental analítico su­ Desde la perspectiva foucaultiana,® los objetos son uno de los ele­
ministrado, entre otros, por la teoría literaria.® Estos recorridos, si bien mentos, junto con modalidades de enunciación, conceptos y elecciones
hacen aportes indudables y han permitido notablemente el avance en el temáticas, de esas regularidades que se pueden reconocer en los dis­
estudio de la "ideología de las formas” (como enunciaba Barthes sus pri­ cursos, entendidos como prácticas localizadas históricamente, y que se
meros proyectos), al estar atentos preferentemente al despliegue secuen- designan como formaciones discursivas. Las condiciones de aparición
cial, no indagan cómo en ese discurrir se construye(n) desde distintos de un objeto (“para que se pueda ‘decir de él algo’ y para que varias
lugares el o los objetos discursivos. En textos fundadores de una tradición personas puedan decir de él cosas diferentes”) son, entonces, históri­
—historiográfica, en este caso— algunos de los objetos construidos han cas. Esto implica, además, que su existencia está sostenida por un “haz
tenido, por razones relacionadas particularmente con el lugar social de complejo de relaciones”. Estas se hallan establecidas "entre instituciones,
procesos económicos y sociales, formas de comportamiento, sistemas
de normas, técnicas, tipos de clasificación, modos de caracterización”.
Simplificadamente, el objeto pueblo tal como se constituye en el siglo
XIX en los Estados nacionales hispanoamericanos no es ajeno, entre
(3) Reformulaciones próximas a la primera edición fueron las de Juana Manso en
su "compendio" de historia para escuelas primarias, de 1862, y en su obra teatral La
Revolución de Mayo, de 1984. He trabajado esos temas en: “Reformulación y modelo
pedagógico en el Compendio de la Historia de las Provincias Unidas del Río de la Plata
de Juana Manso", Signo & Seña, 1, 1992, y “La Revolución de Mayo de 1810: el drama (7) Al estudiar un texto posterior de Mitre, La Historia de San Martín y de la
histórico en la construcción del Estado”, en Osvaldo Pellettieri (ed.), Itinerarios del emancipación sudamericana (1887-1888), Ricardo Costa y Danuta Mozejko señalan al
teatro latinoamericano, Buenos Aires, Galerna, 2000. respecto en El discurso como práctica. Lugares desde donde se escribe la historia (Ro­
(4) Analicé la reformulación de los relatos ejemplares en relación con la derrota sario, Homo Sapiens Ediciones, 2001): "Estamos, entonces, ante la construcción de
de Ayohuma en "Los Episodios nacionales: el proceso de construcción del relato pa­ un dispositivo, fundante de identidad (nación) y poder (Estado), que, llevada a cabo
triótico ejemplar", Revista Interamericana de Bibliografía,Mol. XLV, N° 3, Washington, desde una posición de poder (agente social perteneciente a una fracción de la clase
OEA, 1995. dominante), dejará una impronta clara en la definición de quienes personifican la
(5) En relación con este tema: Pierre Bange, "Argumentation et fiction” y Bruno identidad nacional y están llamados, por lo mismo, a conducir el país. No solo se pro­
Gelas, "La fiction manipulatrice”, en LArgumentation, Lyon, PUL, 1992; Karlheinz duce desde una posición de poder, imprimiendo a las representaciones orientadoras
Stierle, "L’Histoire comme F.xemple, l’Exemple comme Histoire”, Poétique, 10, 1972; y el sello de la misma, sino que también se las impone como naturales y legítimas”.
Jorge Lozano, “Estrategias discursivas y persuasivas en el texto de Historia”, El discurso (8) En la entrada "objeto de discurso” del Diccionario de Análisis del Discurso
histórico, Madrid, Alianza, 1987. (dirigido por Patrick Charaudeau y Dominique Maingueneau, primera edición: París,
(6) Considerar, particularmente, de Hayden White, Metahistory. The Historical Seuil, 2002; traducción castellana: Buenos Aires, Amorrortu, 2005), se señala, en ese
Imagination in Nineteenth-Century Europe, The John Hopkins University Press, 1973; sentido, que "El objeto de discurso está constituido por segmentos verbales que , en
y El contenido de la forma. Narrativa, discurso y representación histórica, Buenos Aires, un texto o una conversación, remiten a aquello de lo que tratan, y la noción parece así
Paidós, 1992. próxima a las de tem a o tópico”.
(9) Las citas que siguen corresponden a Ya Arqueología del Saber, op.cit.
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otros, a las revoluciones democráticas, los procesos de Independencia, la análisis de las opeiaciones lógico-discursivas que engendran esquema-
conformación del Estado nacional, la puesta en marcha de las institucio­ tizaciones argumentativas, partiendo de un concepto de argumentación
nes representativas, el desarrollo de una prensa pluralista, la progresiva extendido, ya que no limita el estudio de la argumentación a las secuen­
incidencia de la opinión pública, la conformación de un ejército regular, cias desplegadas para apuntalar o refutar una tesis sino que destaca
la consolidación y expansión del sistema educativo, la instalación de “lu­ su omnipresencia en el discurso en tanto procedimiento que tiende a
gares de memoria”o al despliegue de las diversas modalidades genéricas intervenir sobre la opinión, la actitud e, incluso, el comportamiento de
del discurso histórico. alguien. La construcción de objetos no es, entonces, ajena a esa dimen­
La Escuela francesa de Análisis del Discurso1101 asocia, como señalé en sión persuasiva pr jpia de toda esquematización.
el capítulo anterior, las formaciones discursivas con formaciones ideo­ Uno de los pos culados que Jean-Blaise Grize formula —justamente,
lógicas, por lo cual va a acentuar el hecho de que si bien aquellas no son el de la construcción de objetos— plantea inicialmente que "el discurso
espacios clausurados construyen esos objetos y sus relaciones diferente­ es creación de sentido y construye para ello objetos de pensamiento a
mente. El interdiscurso es, desde esta posición teórica, el lugar en el cual partir de la significación de los términos de los cuales se sirve”.1131A es­
se constituyen, para un sujeto hablante que produce una secuencia dis­ tos objetos remiten y dan forma “conjuntos de expresiones nominales,
cursiva dominada por una formación discursiva determinada, “los obje­ predicados, deíct cos, anafóricos, etc., agregados parcialmente estruc­
tos de los cuales se apropia para constituirlos en objetos de su discurso, turados dentro de los cuales el pensamiento puede desplazarse”,1141 de
así como las articulaciones entre esos objetos”.1111 Gracias a estas últimas, allí que se hable de una clase-objeto1151 que se enriquece progresiva­
el enunciador va a dar coherencia a su planteo en el intradiscurso de la mente, gracias a las operaciones que el sujeto realiza, con elementos
secuencia discursiva por él producida. Siguiendo con la ilustración pro­ nuevos, de procedencia gramaticalmente heterogénea y producto,
puesta, así como el objeto pueblo no va a tener los mismos rasgos en el además, de infer meias. Asimismo, estos son “objetos a d hoc, es decir,
discurso liberal que en el socialista o en el anarquista de la misma época, preparados para satisfacer ciertos propósitos”.1161 Para ello se dispone
las relaciones que entable con, entre otros, los objetos nación, ejército, de dos procedim entos: el filtraje —consiste en retener algunos aspec­
m asas campesinas, gobierno, dem ocracia van a ser diferentes e, incluso, tos del objeto, pr )pios del espacio sociocultural de referencia, y ocultar
objetos que forman parte del “dominio de saber” de una formación dis­ otros— y el resal e —utilización de los medios de la lengua para fijar la
cursiva no integrarán los de otras que compitan en el mismo campo. De atención. Estos objetos, si bien son construidos en el discurso anclan
allí que, por ejemplo, solo podrá aparecer en un discurso anarquista el en preconstruidc s culturales,1171 propios del dominio al cual convoca el
objeto la m inoría ilustrada (que, como veremos, es común en Mitre) con objeto, que dan lugar a cadenas de expectativas que pueden afianzarse
las marcas de la distancia polémica. o modificarse, yr que el enunciador apela a un doble mecanismo de asi­
El interés por el interdiscurso deja paso en la Semiología del Razona­ milación y de acomodación: “asimila los contenidos ya existentes y los
miento1121 o Lógica natural a lo que sería, con los términos anteriores, el acomoda a lo qr e tiene la intención de decir”.1181 Es a través, entonces,1345678
estudio del intradiscurso, ya que atiende fundamentalmente a las ope­
raciones que el sujeto realiza en un discurrir particular. Se centra en el
(13) Jean-Blaise Grize, Logique naturelle & communications, París, PUF, 1996. En
todas las citas, la traducción es mía.
(14) Denis Apolhéloz, “Logique naturelle. Des objets de discours: propriétés-rela­
(10) Corriente analítica que se constituyó a fines de la década del sesenta, cuyo tion d’appartenant e”, en Grize, 1984, op. cit.
exponente teórico reconocido es Michel Pecheux. Textos de síntesis de las primeras (15) Ver particularmente: Jean-Blaise Grize, Logique et Langage, Paris, Ophrys,
posiciones son: del autor citado, “Mises au point et perspectives à propos de l’analyse 1990.
automatique du discours", Langages, 37, 1975, y “L’étrange miroir de l'analyse de dis­ (16) Grize, 1996-, op. cit.
cours”, Langages, 62,1981; y, de Denise Maldidier (ed.), L’I nquiétude du discours. Textes (17) Entendidos, en sentido amplio, como "sistemas de saberes tanto cognitivos
de Michel Pecheux, Paris, Editions des Cendres, 1990. como afectivos, sis temas que sin ser amorfos están solo parcial y localmente organi­
(11) Jean-Jacques Courtine, "Analyse du discours politique", Langage, 62, 1981. zados, sistemas esencialmente heterogéneos que sirven de base a toda acción y en el
Tanto esta, como las otras traducciones que aparecen a lo largo del trabajo, me per­ que todo pensami ;nto se ancla” (Jean-Blaise Grize, “Linguistique de l’Enonciation et
tenecen. Logique Naturelle’' en La théorie d ’A ntoine Culioli, Paris, Ophrys, 1992.
(12) Jean-Biaise Grize (ed.), Sémiologie du raisonnement, Berna, Peter Lang, 1984. (18) Ibidem.
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de la actividad discursiva que estos objetos se van conformando, de allí procedimiento exploratorio fue el relevamiento de entornos del lexema
su carácter dinámico. “pueblo” en los capítulos sobre la Semana de Mayo, que habían servido
Desde otra perspectiva, pueden ser concebidos también como lo que de texto fuente a los manuales escolares posteriores. Al hacerlo fueron
está en juego, es decir, "lo que en un momento y en una situación dada surgiendo diversas dificultades: entre otras, “pueblo” aparecía en boca de
reviste una significación para las instancias del proceso comunicacio- distintos enunciadores que correspondían a posiciones políticas enfren­
nal”.(19) Esto es lo que autoriza que, de los numerosos objetos que el texto tadas, el mismo enunciador básico lo enfocaba desde variadas perspecti­
va construyendo, el analista del discurso privilegie uno que le parece cen­ vas, su ubicación en secuencias narrativas o en argumentativas no era un
tral a partir de informaciones que exceden aquel y que derivan de datos dato irrelevante, el referente era inestable, la oposición singular /plural
contextúales o de otros textos. Aquí incide lo que señala Denis Apothéloz: era significativa lo mismo que la existente entre "un pueblo” y "el pueblo”.
“el objeto de discurso es también un producto cultural, cuya evolución y En síntesis, el estudio lexicológico no permitía dar cuenta fácilmente de
fluctuaciones debe poder describir el estudio sociohistórico”.(20) La per­ estos aspectos ya que segmentaba y "achataba” excesivamente el texto;
manencia, a la que aludíamos antes, de ciertos objetos, asentada en múl­ sin embargo, había hecho evidente la importancia asignada a “pueblo”
tiples discursos, rituales e iconos, es la que marca su importancia en los por el discurso histórico y el esfuerzo destinado a generar ciertos efectos
textos fundadores a los que remiten. La destacan, además, intradiscursi- de sentido que permitieran "dar forma” a una representación que plan­
vamente la repetición del lexema o de sus sustitutos, el despliegue de los teaba dificultades. De allí que consideráramos que lo más conveniente
predicados en series continuas, la insistencia en determinados atributos, era analizar cómo se construía discursivamente la representación de
los variados modos de su reformulación, el detenimiento en la oposición un objeto que se presentaba como heterogéneo y complejo y que había
a otros objetos, la morosidad descriptiva y el resalte de la posición textual logrado imponerse/221 Su nombre el mismo texto nos lo suministraba al
que se le asigna.(21) inaugurar significativamente el capítulo referido al 25 de Mayo de 1810:
Desde la perspectiva de la Lógica natural, el análisis de las operacio­ no era el pueblo, como habíamos pensado previamente, sino el pueblo
nes de construcción del objeto —formalizadas, porque los objetivos son de la plaza pública. La designación, iluminada de diversas maneras por
otros— se realizan a partir de fragmentos. En nuestro caso — en el que el mismo texto funcionó como guía de lectura y orientó los recorridos
consideramos un texto cuyo carácter de fundador estimula este tipo de interpretativos.
análisis— abordamos unidades textuales más extensas y nos detenemos Esquemáticamente podemos anticipar algunos resultados del análi­
en las secuencias en las que aparecen el lexema, sus sustitutos, los atri­ sis, que implicó un permanente ir y venir de lo discursivo a lo histórico.
butos que claramente remiten a aquel, los predicados con los que se lo A lo largo del texto se asimilan los aspectos de el pueblo vinculados
asocia, las partes que se le reconocen, los otros objetos a los que se opone con las nuevas formas de legitimidad propias de las democracias mo­
o con los que se enlaza, las voces que lo cobijan, los recorridos que lo pri­ dernas y con la posibilidad de ser movilizado —en la tradición de las
vilegian. Es decir, que atendemos a los lugares de la cadena en los cuales revoluciones democráticas— como fuerza que permita destruir el an­
la representación tiende a estabilizarse. tiguo sistema. El complemento, d e la plaza, por su parte, ancla en una
¿Cómo se nos impuso esta entrada? En nuestra investigación había­ concepción anterior, el pueblo como vecindario y, notablemente, la ar­
mos partido del interés por analizar el significado del término "pueblo” ticulación sintáctica anuncia el acomodamiento: aquella nueva entidad
en Mitre. El saber histórico y trabajos anteriores nos habían advertido que legitima las prácticas políticas tendrá una forma de participación
acerca de la importancia para el proceso de la Organización nacional
de legitimar ciertas formas de participación popular y excluir otras. El

(22) En relación con "pueblo” Ernesto Laclau (op. cit. p.278) afirma que hay que
concebirlo como una categoría política y no como un dato de la estructura social. Esto
(19) Denis Apothéloz, op. cit. significa que "no designa a un grupo dado sino a un acto de institución que crea un
(20) Ibidem nuevo actor a partir de una pluralidad de elementos heterogéneos”. Este acto de insti­
(21) En relación con la construcción de objetos discursivos en las situaciones ar­ tución — agregamos nosotros— solo puede ser hecho desde un lugar de autoridad, en
gumentativas orales, ver de Frédérique Sitri, L’objet du débat, París, Presses Sorbonne el cual Mitre se ubica cómodamente no solo como historiador “oficial" sino también
Nouvelle, 2003. como futuro presidente.

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