2007 HC

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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

EXP. N° 01 575-2007-PHC/TC
LIMA
MARISOL ELlZABETH VENTURO RÍOS

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 20 días del mes de marzo de 2009, la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional, integrada por los magistrados Vergara Gotelli, Mesía Ramírez y Álvarez
ira , pronuncia la siguiente sentencia, con el fundamento de voto del magistrado
/ Y- rgara otelli, que se agrega
ASUN O

Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Marisol Elizabeth


uro Ríos contra la sentencia de la Sexta Sala Penal de Reos Libres de la Corte
erior de Justicia de Lima, de fojas 93, su fecha 4 de diciembre de 2006, que declara
i procedente la demanda de autos.

/
/
Con fecha 26 de julio de 2006 la recurrente interpone demanda de hábeas corpus
contra el Director Regional y el Director General de Tratamiento del Instituto Nacional
Penitenciario (INPE) solicitando que se le conceda el derecho al beneficio penitenciario
de visita íntima, por considerar vulnerados sus derechos fundamentales a la integridad
personal y a la no discriminación por razón de género.

Señala que se encuentra recluida en el Establecimiento Penitenciario de Máxima


Seguridad de Chorrillos en cumplimiento de una condena de pena privativa de la
libertad y que ha venido gozando del beneficio penitenciario de visita íntima; y que sin
embargo a partir de la fecha de entrada en vigencia del Decreto Legislativo N° 927 el
Establecimiento Penitenciario en que se encuentra recluida mediante el Oficio N. o 276-
2006-INPE-07 le suspendió y negó la concesión del beneficio penitenciario de visita
íntima bajo el argumento de que las reclusas condenas por el delito de terrorismo no
tienen derecho a acceder a dicho beneficio penitenciario.

Realizada la investigación sumaria se recibe la declaración indagatoria de la


demandante, quien se ratifica en el contenido de la demanda, agregando que desde el 8
de setiembre de 1993 se encuentra recluida en cumplimiento de una condena de pena
privativa de la libertad de 22 años, y que desde el año 2002 hasta el 25 de mayo de
2006, ha tenido derecho al beneficio penitenciario de visita íntima.

El Director Regional y la Directora General de Tratamiento del Instituto


Nacional Penitenciario manifiestan que el beneficio penitenciario de visita íntima se
encuentra prohibido para las recluidas por el delito de terrorismo en mérito a lo
dispuesto por el artículo 19.° del Decreto Ley N° 25475 y el artículo 2. ° del Decreto
Legislativo N° 927.
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

El Decimocuarto Juzgado Penal de Lima, con fecha 10 de octubre de 2006,


declaró fundada en parte la demanda, por considerar que la suspensión del beneficio
penitenciario de visita íntima dispuesta por el artículo 2. 0 del Decreto Legislativo N°
927 vulnera el principio de igualdad, pues establece un diferencia de trato entre las
internas que han sido condenadas por el delito de terrorismos y las internas que han sido
condenadas por otros delitos, diferencia carente de una justificación objetiva.

La Sala Superior competente, revocando la apelada, declaró improcedente la


demanda, por estimar que el artículo 19.° del Decreto Ley N° 25475 Y el artículo 2. ° del
Decreto Legislativo N° 927 prohíben expresamente que a los condenados por el delito
orismo se les conceda el beneficio penitenciario de visita íntima.

AMENTOS

Delimitación de la controversia

De acuerdo con los hechos que han quedado expuestos en los antecedentes, en el
presente caso la controversia se centra en determinar si la decisión de los
directores del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), consistente en prohibir el
otorgamiento del beneficio penitenciario de visita íntima a la demandante, vulnera,
o no, su derecho fundamental a la integridad personal, así como el derecho
fundamental al libre desarrollo de la personalidad.

2. Ello debido a que en la demanda se ha alegado erróneamente que la decisión de


los directores emplazados ha vulnerado el derecho fundamental a la no
discriminación por razón de género de la demandante. Para llegar a esta
conclusión, este Tribunal tiene presente que en el segundo párrafo del fundamento
12 del recurso de agravio constitucional obrante de fojas 107 a 112, la demandante
ha señalado que:

"La relación íntima entre hombre y mujer es un derecho natural inherente a la


naturaleza humana ( .. .) que tiene relación directa con la libertad del hombre
individual y socialmente, en el primer caso, está íntimamente relacionado con su
normal desarrollo sicofísico y su bienestar espiritual, y en el segundo caso con su
desenvolvimiento familiar y social".

Por tal razón, en virtud del principio iura novit curia consagrado en el artículo
VIII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, que dispone que el
órgano jurisdiccional competente debe aplicar el derecho que corresponda al
proceso, aunque no haya sido invocado por las partes o lo haya sido erróneamente,
este Tribunal estima que en el caSo los derechos fundamentales que se estarían
vulnerando son los derechos a la integridad personal y al libre desarrollo de la
personalidad.

4. Para resolver la controversia este Tribunal estima oportuno previamente realizar


unas breves consideraciones sobre las restricciones legítimas del derecho

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fundamental al libre desarrollo de la personalidad, en relación con el derecho a la


vista íntima de quienes se encuentran privados legalmente de su libertad.

§2. La reinserción social del penado como fin del régimen penitenciario

5. De acuerdo con el inciso 22), del artículo 1390 de la Constitución, entre los fines
que cumple el régimen penitenciario se encuentra la reinserción social del interno.
sto quiere decir que el tratamiento penitenciario mediante la reeducación y
habilitación tiene por finalidad readaptar al interno para su reincorporación a la
ida en libertad. Ello es así porque las personas recluidas en un establecimiento
penitenciario no han sido eliminadas de la sociedad.

Tomando en cuenta los fines de la pena consagrados en la Constitución, el


legislador tiene la facultad de regular mecanismos que faciliten el proceso de
reinserción de la persona a la sociedad. En ese sentido, el Tribunal Constitucional
considera que estos principios suponen, intrínsecamente, la posibilidad de que el
legislador pueda autorizar que los penados, antes de la culminación de las penas
que les fueron impuestas, puedan recobrar su libertad si los propósitos de la pena
hubieran sido atendidos.

La justificación de las penas privativas de libertad es, en definitiva, proteger a la


sociedad contra el delito. Tal protección sólo puede tener sentido, "si se aprovecha
el periodo de privación de libertad para lograr, en lo posible, que el delincuente
una vez liberado no solamente quiera respetar la ley y proveer a sus necesidades,
;
í
sino también que sea capaz de hacerlo l.

7. En armonía con ello, el principio-derecho de dignidad de la persona humana

I
impide que los internos puedan ser tratados como cosas o instrumentos. Por ello, y
dado que la privación de la libertad ubica a los internos en una situación de
indefensión, dada la imposibilidad de satisfacer sus necesidades personales por sus
propios medios, la defensa de la persona humana y la legitimidad del régimen
j penitenciario le imponen al Estado el cumplimiento de determinados deberes
jurídicos positivos.

8. En el régimen penitenciario el Estado no sólo asume el deber negativo de


abstenerse de llevar a cabo prácticas que afecten innecesariamente el ejercicio de
los derechos fundamentales de los internos, sino que también asume el deber
positivo de adoptar todas las medidas necesarias y útiles para garantizar la
efectividad real de aquellos derechos fundamentales que pueden ser ejercidos
plenamente aun bajo condiciones de reclusión.

9. En consecuencia los internos no sólo no pueden ser sometidos a tortura, tratos


crueles, inhumanos o degradantes, sino tampoco a restricciones que no sean las
que resulten necesariamente de las propias condiciones de la privación de la

I Ver: Tribunal Constitucional. Sentencia 010-2002-Al/TC del 3 de enero de 2003 . Fundamento 208 .

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libertad. Por ello, el Estado debe garantizar el respeto pleno de la dignidad de estas
personas en las mismas condiciones aplicables a las personas libres.

En líneas convergente, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado


10.
que "una de las obligaciones que ineludiblemente debe asumir el Estado en su
posición de garante, con el objetivo de proteger y garantizar el derecho a la vida y
a la integridad personal de las personas privadas de libertad, es la de procurar a
~ éstas las condiciones mínimas compatibles con su dignidad mientras permanecen
en los centros de detención,,2.

En este contexto este Tribunal estima que las visitas de familiares y amigos a los
internos, particularmente la visita íntima, constituyen un importante instrumento
para garantizar la función resocializadora de la pena y la finalidad rehabilitadora
del tratamiento penitenciario. Por esta razón el Estado asume el deber positivo de
lograr que todos los establecimientos penitenciarios del país cuenten con las
instalaciones apropiadas (privadas, higiénicas y seguras) para permitir la visita
íntima.

§2.1 El Derecho Internacional y las Personas Privadas de la Libertad

12. El Derecho Internacional de los Derechos Humanos, reconociendo que las


personas privadas de su libertad constituyen un grupo vulnerable y de especial
protección, ha adoptado disposiciones específicas para la tutela de sus derechos,
especialmente en el ámbito de las Naciones Unidas (ONU).

13. Sin embargo, es de especial relevancia constatar que a diferencia de otros grupos
de especial protección, sobre los cuales se han adoptado tratados internacionales
específicos (niños, mujeres o minorías étnicas, entre otros), en el caso de las
personas privadas de la libertad, el sistema internacional solamente ha emitido
resoluciones no convencionales sobre la materia.
I En este sentido, las principales disposiciones internacionales sobre la materia son:
(i) las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos del Consejo
Económico Social de la ONU 3 ; (ii) el Conjunto de Principios para la Protección de
4
todas las Personas sometidas a cualquier forma de Detención o Prisión ; y (iii) los
5
Principios Básicos para el Tratamiento de los Reclusos . En el ámbito americano,

2 Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso "Instituto de Reeducación del Menor" vs. Paraguay.
Sentencia del 2 de septiembre de 2004, párr. 159; y Caso de las Penitenciarías de Mendoza, resolución
del 18 de junio de 2005, párr. 7.
3 Adoptadas por el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento
del Delincuente, celebrado en Ginebra en 1955 , y aprobadas por el Consejo Económico y Social de las
Naciones Unidas en su Resolución N° 663C (XXIV) del 31 de julio de 1957 y en su Resolución N° 2076
(LXII) del 13 de mayo de 1977.
4 Adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución N° 43/173 del 9 de
diciembre de 1988.
5 Adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución N° 45/ 111 del 14 de
diciembre de 1990

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la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha adoptado los Principios y


Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas Privadas de Libertad en las
Américas 6.

1 E~ que hasta la fecha no se hayan adoptado tratados internacionales


~' especiale obedece a que la protección de todas las personas privadas de su
.1'/,,/'libertad leva a que la fuente jurídica para su protección lo constituya el núcleo
/ duro 1 Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Es decir, la
Declar ción Universal de los Derechos Humanos de 1948, el Pacto Internacional
de D echos Civiles y Políticos de 1966 y, en lo pertinente, el Pacto Internacional
de erechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966. En el ámbito americano ,
la onvención Americana de Derechos Humanos de 1969 es igualmente aplicable.

1 Tribunal Constitucional es conciente de que el mayor número de violaciones a


los derechos humanos que se cometen en el mundo tiene que ver precisamente
contra las personas privadas de libertad, sea esto en establecimientos
penitenciarios y en estaciones policiales pero también en hospitales, centros
psiquiátricos y zonas de detención 7.

15. De esta manera, la protección del derecho a la integridad personal, a la dignidad, a


la libertad, a la integridad y al debido proceso de las personas que se encuentran
privadas de su libertad, independientemente de su condición de detenida o
condenada, debe basarse en los tratados internacionales y los derechos
fundamentales reconocidos en el artículo 2° de la Constitución Política del Perú.
/ :i Las resoluciones de la ONU específicas sobre la manera deberán ser empleadas
, como un criterio interpretativo auxiliar sobre la base del artículo V del Código
Procesal Constitucional.

16. Lo anterior es de suma importancia en un país como el nuestro que tiene una
situación penitenciaria precaria, el cual ha sido objeto de análisis de órganos
encargados de velar por los derechos humanos, tales como la Defensoría del
PuebloS y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos 9 . Se debe reconocer
los esfuerzos por hacer frente a esta situación pero en la medida que no haya una
política integral para revertir la situación carcelaria, no se podrá contar con un
sistema garantista y protector de los derechos a la vida, integridad, salud,
alimentación, dignidad, a favor de las personas que se encuentran recluidas en
establecimientos penitenciarios cumpliendo condena.

6 Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de


las Personas Privadas de Libertad en las Américas. Documento aprobado por la Comisión en su 131 °
período ordinario de sesiones, celebrado del 3 al 14 de marzo de 2008
7 Ver: O ' DONNELL, Daniel. Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Bogotá: Oficina en
Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, 2004, p. 200-232 .
8 Ver: Defensoría del Pueblo. Supervisión del Sistema Penitenciario 2006. Lima: Informe Defensorial N°
113 , 2007.
9 Ver: Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Informe especial sobre la situación de los
derechos humanos en la cárcel de Challapalca, Departamento de Tacna, Republica del Perú.
Washington: OEA/Ser.L/V/ II.I18 , 2003.

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17. Como el Tribunal ha señalado, el haber sido procesado por la comisión de un


delito y obligado a cumplir una sanción por tal hecho no supone ser estigmatizado;
por el contrario, durante el período de reclusión el Estado tiene la obligación de
que esa persona sea rehabilitada para que su reincorporación en la sociedad se
, ~más fácil y realmente efectiva y esto sólo se puede llevar a cabo si su
1o
/ ' perm(lj encia en el establecimiento penitenciario es digna .
1/
I /
/~/ §2.2. La isita íntima como forma de protección a la familia

18. Estado, al permitir y garantizar la visita íntima a los internos, coadyuva


ecisivamente en la consolidación de la familia en el proceso de resocialización
del reo, pues las condiciones de hacinamiento e higiene de los establecimientos
penitenciarios generan en éste un deterioro de su integridad física, psíquica y
moral que frecuentemente sólo pueden ser compensados con el amor que brinda la
familia.

19. Asimismo, el Estado al permitir la visita íntima está cumpliendo con su deber de
especial protección a la familia como institución fundamental de la sociedad
reconocido en el artículo 4 0 de la Constitución. Si bien no es el único mecanismo
para cautelar a la familia, el espacio compartido en la visita íntima sí es propicio y
necesario para fortalecer los vínculos de la pareja; pues una vez fortalecida la
relación de pareja, se facilita la relación armónica con los hijos.

20. Es más, la visita íntima como forma de protección a la familia se encuentra


reconocido en el Código de Ejecución Penal. Así, de acuerdo a su artículo 58° la
visita íntima tiene por objeto el mantenimiento de la relación del interno con su
cónyuge o concubino, bajo las recomendaciones de higiene, planificación familiar
y profilaxis médica.

21. De este modo, el derecho a la intimidad familiar no sólo se garantiza al no


inmiscuirse en los asuntos de la familia mediante la no divulgación de los hechos
privados, sino también al permitírsele un espacio para que tal derecho se
desarrolle. Por ello este Tribunal estima que las limitaciones desproporcionadas de
las visitas íntimas entre los internos y sus parejas (cónyuge, concubina o
concubino) vulnera el deber especial de la familia reconocido en el artículo 4 0 de
la Constitución.

22. El derecho a ser visitado es de tal importancia para la garantía de los derechos del
interno y su familia que está consagrado en el principio 19 del Conjunto de
Principios para la protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de
detención o prisión, adoptado por la Asamblea General de Naciones Unidas en su
Resolución N° 43/173 , de fecha 9 de diciembre de 1988.

10 Tribunal Constitucional. Sentencia 05954-2007-HC/TC del27 de noviembre de 2007 . Fundamento 6.

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§3. La visita íntima como manifestación del derecho al libre desarrollo de la


personalidad

23. Una de las facetas en las que se ve plasmado el derecho al libre desarrollo de la
personalidad es la sexualidad del ser humano el cual debe verse de una manera
d . ~Legi'af teniendo en cuenta, por tanto, el aspecto corporal o físico. De este modo,
./,/~ la rela ión sexual es una de las principales manifestaciones de la sexualidad. De

i
'V/
/
ahí q , pueda considerarse que uno de los aspectos que conforman el desarrollo
de u a vida en condiciones dignas sea la posibilidad de tener relaciones sexuales.
%

24. ello, tanto para aquellos internos que tengan conformada una familia, el
recho a la visita íntima constituye un desarrollo del derecho al libre desarrollo
(le la personalidad, pues si bien la privación de la libertad conlleva una limitación
razonable del ejercicio del derecho al libre desarrollo de la personalidad, es obvio
que no lo anula. Y es que la visita íntima es aquel espacio que, como su nombre lo
indica, brinda a la pareja un momento de cercanía, privacidad personal y
exclusividad que no puede ser reemplazado por ningún otro.

La relación sexual entre el interno y su pareja es uno de los ámbitos del libre
desarrollo de la personalidad que continúa protegido aún en prisión, a pesar de las
restricciones legítimas conexas a la privación de la libertad. Y es que, tratándose
de personas privadas de la libertad, se hace esencial para los internos y su pareja el
poder relacionarse en el ámbito sexual ya que este tipo de encuentros, además de
tener como sustrato un aspecto físico, trasciende al psicológico y al ser positivo
repercute en el estado de bienestar de la pareja.

26. En conclusión los internos en virtud de su derecho fundamental al libre desarrollo


de la personalidad, tienen derecho a la visita íntima bajo condiciones de
periodicidad, intimidad, salubridad y seguridad, en la medida en que lo permitan
las limitaciones mismas que se derivan de la reclusión y las normas que regulan la
materia.

27. Teniendo presente ello, esta Tribunal considera que las medidas adoptadas por las
autoridades penitenciarias que restringen de manera absoluta el ejercicio de la
visita íntima vulneran el derecho al libre desarrollo de la personalidad de los
internos y resultan contrarias a los fines constitucionales del tratamiento
penitenciario.

28. En sentido similar este Tribunal estima que la permisión de la visita íntima no
debe sujetarse a ningún tipo de discriminación, ni siquiera aquellas que se
fundamenten en la orientación sexual de las personas privadas de su libertad. En
estos casos la autoridad penitenciaria, al momento de evaluar la solicitud de
otorgamiento, deberá exigir los mismos requisitos que prevé el Código de
Ejecución penal y su Reglamento para las parejas heterosexuales.

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29.De otra parte debe señalarse que la sanción disciplinaria impuesta a un interno,
consistente en la suspensión temporal de la visita íntima por incurrir en faltas
legalmente previstas, sólo resultará proporcional y razonable si es que se sustenta
en la necesidad de garantizar el orden y la seguridad del establecimiento
,'; ~nitenciario . Como por ejemplo, cuando se comprueba que un interno está
, / Htiendo uso de la visita íntima para planear la realización de actos ilícitos.
/
/ §3. a visita Íntima y el derecho a la integridad personal. Análisis de la controversia
/; ' fj

La Corte Interamericana de Derechos Humanos en reiterada jurisprudencia ha


considerado que las restricciones indebidas al régimen de visitas constituye una
violación del derecho a la integridad personal". Ello debido a que el derecho a la
integridad personal reconoce como manifestaciones el derecho a no ser sometido a
tratamientos susceptibles de anular o restringir la voluntad o el uso pleno de las
facultades corpóreas.

31. En el presente caso de los Oficios N.oS 1046-2006-INPEI16-08, de fecha 16 de


abril de 2006 y 039-2006-INPE-07-01-AL, de fecha 5 de mayo de 2006, obrante
de fojas 31 a 34, se desprende que la Oficina de Asistencia Penitenciaria, la
Dirección Regional Lima y la Dirección de Tratamiento del Instituto Nacional
Penitenciario consideraron que no es procedente el otorgamiento del beneficio
penitenciario de visita intima a los internos procesados o sentenciados por el delito
de terrorismo en virtud del artículo 2° del Decreto Legislativo N. O927.

32. Teniendo en cuenta ello este Tribunal estima que debe determinarse si , en
\ realidad, el texto del artículo 2° del Decreto Legislativo N. o 927, prevé una
\ limitación normativa para el goce y ejercicio a la visita íntima. Para ello conviene
analizar la naturaleza de la visita íntima y su relación con el delito de terrorismo .
\ Al efecto, debe recordarse lo siguiente:

a. Mediante la Ley N° 24651 , publicada en el diario oficial El Peruano el 20 de


marzo de 1987, se introdujo al Código Penal el delito de terrorismo,
estableciéndose en su artículo 5° que los condenados por terrorismo no tendrán
derecho a libertad condicional , semi libertad, libertad vigilada, redención de la
pena por el trabajo o el estudio o conmutación.

b. Mediante el Decreto Supremo N .o 005-97-JUS , publicado en el diario oficial


El Peruano el 25 de junio de 1997, se aprobó el Reglamento del régimen de
vida y progresividad del tratamiento para internos procesados y/o sentenciados
por delito de terrorismo y/o traición a la patria, estableciéndose en su artículo
28° que la visita íntima se efectuará en la etapa de mínima seguridad especial,
de acuerdo al manual de procedimientos de visita íntima.

11 Corte IDH. Caso Tibi Vs. Ecuador, sentencia del 7 de septiembre de 2004 , párr. 150; Caso Lori
Berenson Mejía Vs. Perú, sentencia del 25 de noviembre de 2004, párr. 104; Y Caso Raxcacó Reyes Vs.
Guatemala, sentencia de 15 de septiembre de 2005 , párr. 95 , entre otras.

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c.
Mediante el Decreto Legislativo N° 927, publicado en el diario oficial El
Peruano el 20 de febrero de 2003 , se reguló la ejecución penal de los
beneficios penitenciarios en materia de delitos de terrorismo, estableciéndose
en su artículo 2° que los condenados por delito de terrorismo podrán acogerse
a los beneficios penitenciarios de redención de la pena por el trabajo y la
~ucación, y de liberación condicional.

/
~/ d. ediante el Decreto Supremo N° O15-2003-JUS, publicado en el diario oficial
1 Peruano el 11 de setiembre de 2003 , se aprobó el Reglamento del Código
de Ejecución Penal estableciéndose en su Cuarta Disposición Transitoria que
los regímenes penitenciarios que se rijan por normativa especial, seguirán
regulados por dichas normas, en tanto que no haya una derogatoria o
modificación expresa.

e. Mediante el Decreto Supremo N° O16-2004-JUS, publicado en el diario oficial


El Peruano el 21 de diciembre de 2004, se modificó el Reglamento del Código
de Ejecución Penal, reconociendo de manera limitada el beneficio
penitenciario de visita íntima, aun para los internos que se encuentran bajo el
régimen cerrado especial de máxima seguridad, estableciéndose en su el
artículo 3° que el Reglamento del Código de Ejecución Penal se aplicará a
todas las personas privadas de libertad en los establecimientos penitenciarios
del país, independientemente del delito que se le impute o por el que haya sido
I
condenado.
¡ I
33. Sobre la base de lo anterior puede concluirse que norrnativamente el beneficio
penitenciario de la visita íntima no se encuentra restringido, limitado o prohibido
\ de manera general y precisa para los internos o internas por el delito de terrorismo ;
por el contrario puede advertirse que la limitación del beneficio penitenciario
referido es consecuencia de una interpretación arbitraria de la normativa citada de
parte de la autoridad penitenciaria.

34. De otra parte este Tribunal considera que el argumento del Instituto Nacional
Penitenciario consistente en que la limitación del beneficio penitenciario de la
visita íntima tiene como fundamento el temor de que las internas queden
embarazadas, carece de sustento legal y constitucional.

35. Los tratados internacionales sobre derechos humanos y el Código de Ejecución


Penal establecen la obligación de que los centros penitenciarios tengan los medios
que permitan a las personas privadas de la libertad mantener el vínculo familiar.
Por ello, es una obligación del Instituto Nacional Penitenciario implementar un
programa de educación sexual e higiene para que sean las propias internas las que
tengan un conocimiento informado sobre cómo poder ejercer sus derechos
sexuales y reproductivos de una manera responsable, incluyendo mecanismos de
planificación familiar contemplados por la legislación peruana.

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Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le


confiere la Constitución Política del Perú

HA RESUELTO

l. Declarar FUNDADA la demanda, porque se ha acreditado que el Director


Regional y el Director General de Tratamiento del Instituto Nacional Penitenciario
han violado los derechos a la integridad personal y al libre desarrollo de la
personalidad de doña Marisol Elizabeth Venturo Ríos .

2. Declarar NULOS los Oficios N°S l046-2006-INPEI16-08 y 039-2006-INPE-07-


Ol-AL, por servir de sustento para impedir el otorgamiento del beneficio
penitenciario de la visita íntima.

3. ORDENAR a la Dirección del Establecimiento Penitenciario de Chorrillos que


realice las gestiones administrativas necesarias para permitir las visitas íntimas a
doña Marisol Elizabeth Venturo Ríos, si es que cumple con los requisitos del
Reglamento del Código de Ejecución Penal, bajo condiciones de periodicidad,
intimidad, salubridad y seguridad.

4. ORDENAR al Instituto Nacional Penitenciario (INPE) que disponga a todos los


establecimientos penitenciarios que administra que el beneficio penitenciario de la
visita íntima debe ser concedido a los internos e internas por el delito de
terrorismo.

5. Exhortar a la Defensoría del Pueblo para que realice el seguimiento del


cumplimiento de la presente sentencia.

ss.
VERGARA GOTELLI
MESÍA RAMÍREZ
ÁL VAREZ MIRANDA
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

EXP. N. O01 575-2007-PHC/TC


LIMA
MARISOL ELlZAB ETH VENTURO RIOS

FUNDAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO VERGARA GOTELLI

Emito el presente fundamento de voto por los considerando s siguientes:

1. Si bien concuerdo con el sentido del fallo en su extremo sustancial que estima el
petitorio de la demanda y dispone que los emplazados permitan la vista íntima de la
demandante doña Marisol Elizabeth Venturo Rios conforme al ordenamiento legal
y la Constitución, debo manifestar los fundamentos por los cuales concluyo
estimando la demanda.

Los antecedentes

2. Con fecha 26 de julio de 2006 la recurrente interpone demanda de hábeas corpus


/ t o tra el director de la Dirección Central y Tratamiento y el jefe de la Dirección
/ Ge eral - Lima del Instituto Nacional Penitenciario (lNPE) denunciando afectación
a s s derechos al acceso al beneficio penitenciario de visita íntima, integridad
per onal, a la igualdad ante la ley y a no ser discriminada por motivo de origen,
raz , opinión, condición económica o de cualquier índole.

Re lere que sin que exista una norma que modifique, reemplace o elimine lo
est blecido por el Decreto Legislativo N. O 927, los emplazados han suspendido el
acceso al beneficio penitenciario de visita íntima mediante el Oficio N.O 276-2006-
INPE-07, lo que afecta el principio de legalidad. Afirma que con fecha 25 de mayo
de 2006 los emplazados restringieron la visita íntima específicamente a las mujeres
recluidas por el delito de terrorismo, lo que afecta los derechos alegados, más aún si
no está permitido desconocer la personalidad del individuo y menos los derechos
consubstanciales en la condición humana. Afirma que este derecho [a la visita
íntima] se estuvo aplicando con un rol de programación de 15 días, por lo que tuvo
la posibilidad de recibir a su esposo. Finalmente agrega que la restricción de la
visita íntima impide que las mujeres detenidas puedan concebir.

3. Realizada la investigación sumaria la demandante manifiesta que desde el año 2002


venía gozando del derecho a la visita íntima, sin embargo ésta fue restringida y el
motivo sería para evitar embarazos. Agrega que se debe considerar su derecho a la
unión familiar puesto que tiene [esposo y] una hija de trece años de edad. Por otra
parte, el Director de la Dirección Regional de Lima del INPE, don Kenth Augusto
Mora Landeo, señala que el artículo 19° del Decreto Ley N. ° 25475 prohíbe los
beneficios penitenciarios a los condenados por el delito de terrorismo y que el
posterior Decreto Legislativo N .O 927 sólo concede los beneficios penitenciarios de
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EXP. N. O01575-2007-PHC/TC
LIMA
MARISOL ELIZABETH VENTURO RIOS

redención de la pena por el trabajo o educación y la liberación condicional,


quedando prohibidos todos los demás beneficios penitenciarios, entre ellos la visita
íntima. De otro lado, la Directora General de Tratamiento del INPE, doña Nancy
Arias Aguirre, señala que entre los beneficios penitenciarios permitidos mediante el
Decreto Legislativo N. O927 no se encuentra contemplado el de la visita íntima.

4. El Décimo Cuarto Juzgado Penal de Lima, con fecha 10 de octubre de 2006,


declara fundada en parte la demanda por considerar que el dispositivo contenido en
e Decreto Ley N. o 25475 , que prohíbe los beneficios penitenciarios a los
c ndenados por el delito de terrorismo, ha sido sustituido por Decreto Legislativo
N. ° 927 que no limita de manera expresa la concesión del beneficio penitenciario
visita íntima sino que señala que en lo no regulado -por dicha norma- es de
plicación el Código de Ejecución Penal. En tal sentido es posible que los internos
or el delito de terrorismo tengan acceso al beneficio penitenciario de la visita
íntima ya que esta última norma no hace diferenciaciones para los internos
recluidos por el delito de terrorismo. Finalmente señala que la denegatoria del
reclamado beneficio afecta el principio de igualdad y que los demandados deben
cesar dicho trato discriminatorio.

5. La Sala Superior revisora revocando la apelada declara improcedente la demanda


por considerar que el artículo 19° del Decreto Ley N. o 25475 prohíbe la concesión
de beneficios a los condenados por el delito de terrorismo. Refiere que el Tribunal
Constitucional ha señalado que la no concesión de los beneficios penitenciarios
para los condenados por el delito de terrorismo no infringe el principio de igualdad
ya que se justifica en la especial gravedad del delito y los bienes de orden público
constitucional. Finalmente sostiene que el petitorio de la demanda no se encuentra
contemplado como uno de los supuestos enunciados en el artículo 25 ° del Código
Procesal Constitucional.

Delimitación del petitorio

6. El objeto de la demanda es que en sede constitucional se disponga que las


autoridades penitenciarias emplazadas: a) cesen todo acto tendiente a restringir el
beneficio penitenciario de visita íntima a la recurrente ; y, b) adopten las medidas
necesarias a fin de que la recurrente acceda a dicho beneficio penitenciario
conforme a ley.

Con tal propósito se alega afectación a los derechos al beneficio penitenciario de


visita intima, a la igualdad ante la ley, a no ser discriminada, a la integridad
personal, a los derechos consustanciales del ser humano y al derecho de la mujer a
concebir un hijo.
,-

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MARISOL ELlZABETH VENTURO RIOS

7. De manera previa al análisis de la materia de controversia constitucional se debe


precisar que el cuestionado Oficio N.O276-2006-INPE-07 de fecha 11 de mayo de
2006 (fojas 5) no es el pronunciamiento de la Administración Penitenciaria del que
dimana la restricción a la visita íntima de la recurrente (lo que se considera en los
hechos de la demanda). En efecto, en el presente caso el oficio que se cuestiona no
contiene efecto de mandamus en si mismo pues constituye un oficio consultivo
dirigido a la Defensoría del Pueblo a fin de recibir su opinión respecto a la
jurisprudencia constitucional y norma restrictiva del beneficio penitenciario a la
visita íntima. En este sentido y apreciadas las declaraciones indagatorias
practicadas a las partes en la investigación sumaria del hábeas corpus, las
~nstrumentales que obran en los autos y el texto del cuestionado oficio se concluye
que la prohibición a la vista íntima de la recurrente es una determinación
I administrativa aplicada por las autoridades penitenciarias emplazadas en autos.

(
!
Aná sis de la presunta afectación a los derechos a la igualdad ante la ley, a no ser
disc iminado y al alegado derecho al beneficio penitenciario a la visita Íntima

8. El artículo 139°, inciso 22, de la Constitución señala que el régimen penitenciario


tiene por objeto la reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la
I sociedad, lo cual, a su vez, es congruente con el artículo 10.3 del Pacto
! Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que establece que "el régimen
penitenciario consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la reforma y
la readaptación social de los penados". Al respecto, este Tribunal ha señalado en la
sentencia recaída en el Expediente N.o 010-2002-AI/TC (FJ 208) que los propósitos
de reeducación y rehabilitación del penado "[ ... ] suponen, intrínsecamente, la
posibilidad de que el legislador pueda autorizar que los penados, antes de la
culminación de las penas que les fueron impuestas, puedan recobrar su libertad si
los propósitos de la pena hubieran sido atendidos. La justificación de las penas
privativas de la libertad es, en definitiva, proteger a la sociedad contra el delito" .

No obstante también ha precisado la citada sentencia que "la no concesión de


determinados beneficios penitenciarios para los condenados por el delito de
terrorismo u otros de lesa humanidad, no es, per se, contrario al inciso 22) del
artículo 139° de la Constitución. No se deriva, en efecto, de dicho dispositivo
constitucional, un mandato al legislador para que los prevea en la ley, en cuya
ausencia, negación u omlSlon, éste pueda incurrir en un vicio de
inconstitucionalidad" (FJ 209).

9. En cuanto al derecho al beneficio penitenciario de visita íntima cuya titularidad se


alega en la demanda se debe indicar que este Tribunal ha señalado en su reiterada
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jurisprudencia que en estricto los beneficios penitenciarios no son derechos


fundamentales , sino garantías previstas por el Derecho de Ejecución Penal. En
efecto, a diferencia de los derechos fundamentales , las garantías persiguen el
aseguramiento de determinadas instituciones jurídicas y no engendran derechos
fundamentales a favor de las personas, de ahí que puedan ser limitadas y ser
concebidas con carácter meramente legal. [Cfr. sentencia recaída en el Expediente
N.O 2700-2006-PHCITC FJ 19] .

10. Ahora, en cuanto a la normatividad implicada en la materia controvertida tenemos


/
,i) el Código de Ej ecución Penal (promulgado mediante Decreto Legislativo N° 654
publicado el 2 de agosto de 1991) concibe al beneficio penitenciario de visita
íntima para todos los internos y sin distinción del delito por el que se encuentran
procesados o condenados; ii) el artículo 19 del Decreto Ley N° 25475 (publicado el
6 de mayo de 1992) proscribe todos los beneficios penitenciarios para los
condenados por el delito de terrorismo; iií) el artículo 1° del Decreto Ley N.° 25916
(publicado el 2 de diciembre de 1992) dispone que las prohibiciones de beneficios
penitenciarios para los agentes del delito de terrorismo se mantienen en vigencia;
iv) el artículo 2 del Decreto Legislativo N° 927 (publicado el 20 de febrero de
2003) señala que los condenados por el delito de terrorismo podrán acogerse a los
beneficios penitenciarios de a) redención de la pena por el trabajo y la educación y
b) liberación condicional.

Las disposiciones del Código de Ejecución Penal que prevén la visita íntima no le
son aplicables a los condenados por el delito de terrorismo por cuanto hay una Ley
que la proscribe y un decreto ley que concede dos beneficios, en los que no se
encuentra. Por consiguiente, la Ley no prevé el denominado beneficio
penitenciario de visita íntima, cuyo otorgamiento reclama la recurrente.

11 . En lo que respecta a la constitucionalidad del Decreto Legislativo N° 927 el


Tribunal Constitucional ha tenido oportunidad de pronunciarse, in extenso, en la
sentencia de inconstitucionalidad recaída en el Expediente N. O003-2005-PIITC (FJ
325) estableciendo que :

"( ...) los condenados por delito de terrorismo sólo pueden acogerse a los
beneficios penitenciarios previstos en el Decreto Legislativo 927 , encontrándose
excluidos de la posibilidad de acogerse a aquellos otros que se encuentran
re gulados por e l Código de Ejecución Penal (vg., la semilibertad). Tal exclusión,
así como el establecimiento de reglas ad hoc distintas a las contempladas en el
referido Código de Ejecución Penal para los beneficios penitenciarios
contemplados en el artículo 2° del Decreto Legislativo 927, comporta una
intervención en el ámbito garantizado por el derecho/principio de igualdad ( ... )"
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Para luego determinar en los fundamentos jurídicos 326 y 330 que:

"( .. .) la intensidad de la intervención en el ámbito del derecho/principio de


igualdad es "leve" , pues el tratamiento diferenciado no se sustenta en motivos
proscritos por el inciso 2) del artículo 2 0 de la Constitución (origen, raza, sexo,
idioma, religión , opinión, condición económica, etc.) y, además, tiene como
consecuencia el impedimento del ejercicio o goce [a una garantía] de rango
legal ", [por lo que] " la finalidad del trato diferenciado en materia de beneficios
/ penitenciarios puede sustentarse en la gravedad del delito por el cual se fue
condenado. Desde esta perspectiva, en atención a la gravedad de los bienes
jurídicos afectados por la comisión de un ilícito penal, el legislador penal no sólo
~stá en la capacidad de poder realizar una distinta valoración del reproche penal
n ue tales conductas merezcan, sino también para realizar un distinto tratamiento
¡en materia de beneficios penitenciarios" .

poi consiguiente, a) la alegada afectación a los derechos a la igualdad ante la ley y


a ,ha ser discriminado por motivo de origen, raza, opinión, condición económica o
de cualquier índole (artículo 2°, inciso 2, de la Constitución) debe ser rechazada
de conformidad a lo establecido por el artículo 6° del Código Procesal
Constitucional toda vez que el Tribunal Constitucional ya emitió un
pronunciamiento de fondo en cuanto a la aludida materia controvertida en la
sentencia recaída en el Expediente N. O 003-2005-PIITC, pronunciamiento
constitucional que tiene eficacia erga omnes y que ha adquirido la autoridad de
cosa juzgada constitucional; y b) la alegada afectación al derecho al beneficio
penitenciario de visita íntima debe ser desestimada puesto que los beneficios
penitenciarios no constituyen derechos fundamentales en si mismos sino que se
estiman como garantías previstas por el Derecho de Ejecución Penal con carácter
legal a favor de los internos, ciertamente condicionados porque su aplicación no
procede automáticamente por el solo hecho de que quien lo solicita se encuentra
privado de su libertad, sino que están sujetos a presupuestos establecidos en la
norma y a la decisión que determine el juez competente o la autoridad
penitenciaria, según sea el caso.

Precisiones sobre la naturaleza de los beneficios penitenciarios

13 . Los beneficios penitenciarios son garantías previstas en el Derecho de Ejecución


Penal concebidos como incentivos o estímulos y cuyo objeto es el de concretizar el
principio constitucional de resocialización y reeducación del interno de manera
anticipada a la pena que le fue impuesta para tal efecto. Al respecto el Tribunal
Constitucional ha señalado que los beneficios penitenciarios son estímulos que
coadyuvan a la reinserción del interno en la sociedad [Cfr. STC 2898-2005-
PHC/TC y STC 2715-2006-PHC/TC].
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14. En la legislación penitencIana peruana se encuentran previstos los beneficios


penitenciarios libertarios como a) la redención de la pena por el trabajo y la
educación (en cierta medida se ligada el beneficio de la autorización excepcional de
horas extras de horas de trabajo y de labores en la propia Administración
t Penitenciaria),
I b) la semi libertad y e) la liberación condicional, beneficios
penitenciarios que coadyuvan a que el condenado pueda egresar del establecimiento
peniten iario en momento anticipado al que impuesto en la sentencia condenatoria.
Por otr parte tenemos a los beneficios penitenciarios que no se encuentran
relacio ados directamente con la excarcelación anticipada sino que se ven ligados a
la o ti ización de la ermanencia del interno en el establecimiento enitenciario
que e definitiva contribuyen a la resocialización del interno (los que son
conc idos por la autoridad penitenciaria), así tenemos a concesiones
extraordinarias de comunicaciones, de visitas y de permisos de salida,
representando este último más que un incentivo una situación particular que se
justificaría en su propia necesidad especial.

Sin embargo, como a continuación se examina, la visita íntima no se concibe en la


tipología de los beneficios penitenciarios libertarios y si bien podría clasificarse
como ligado a optimización de la permanencia del interno en el establecimiento
penitenciario sin embargo tiene una especial connotación de trascendencia
constitucional, ello debido a su propia naturaleza y a los derechos fundamentales
que encarna.

La vista íntima y su relevancia constitucional

15 . El Código Procesal Constitucional en su artículo 25°, numeral 17, ampara la


protección del "derecho del detenido o recluso a no ser objeto de un tratamiento
carente de razonabilidad y proporcionalidad, respecto de la forma y condiciones en
que cumple el mandato de detención o la pena". Así se yergue en la doctrina y la
jurisprudencia constitucional la tipología del hábeas corpus correctivo que opera
cuando se produce actos de agravamiento inconstitucional respecto a las formas o
condiciones en que se cumplan las penas privativas de la libertad, el mandato de
detención provisional e incluso la detención policial a nivel de la investigación
preliminar.

El Tribunal Constitucional ha señalado en la sentencia recaída en el Expediente N. O


2663-2003-HC/TC que:

" [El hábeas corpus correctivo] procede ante la amenaza o acto lesivo del derecho a
la vida, la integridad física y psicológica, o del derecho a la salud de los reclusos o
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personas que se encuentran bajo una especial relación de sujeción internados en


establecimientos de tratamiento públicos o privados ( ... ). Igualmente, es idóneo en
los casos en que , por acción u omisión, importen violación o amenaza del derecho
al trato digno o se produzcan tratos inhumanos o degradantes ( ... ). [También es
admisible su presentación] en los casos de arbitraria restricción del derecho de
visita familiar a los reclusos, de ilegitimidad de del traslado de un recluso de un
establecimiento penitenciario a otro ( .. .)".

Por consiguiente mediante el hábeas corpus correctivo se puede realizar el control


constitucional de las condiciones en que se desarrolla la restricción del ejercicio de
la libertad individual [Cfr. STC 0726-2002-HC/TC] , tanto más si un eventual
agravamiento a los derechos fundamentales de la persona humana que se encuentra
~da de su libertad por parte del propio Estado encuentra una especial conexidad
/' con derecho fundamental a la libertad personal.

tro lado el Código de Ejecución Penal señala en su artículo V del Título


Prel minar que " [e] 1 régimen penitenciario se desarrolla respetando los derechos del
int no no afectados por la condena" para luego precisar en el artículo 10 que "[e]l
int rno goza de los mismos derechos que el ciudadano en libertad sin más
li itaciones que las impuestas por la ley y la sentencia respectiva". Asimismo, de
nera específica en cuanto a la materia controvertida establece en su artículo 58 0
e " [la] visita íntima tiene por objeto el mantenimiento de la relación del interno
on su cónyuge o concubino ( ...) [e]s concedido por el Director del Establecimiento
enitenciario, conforme al Reglamento", requisitos y condiciones para su
tealización que se encuentran previstos en los artículos 195 0 al 205 0 del
Reglamento del Código de Ejecución Penal.

17. En este Contexto, el asunto de la visita íntima, por así decirlo, más que la
denominación legal que pueda fijársele encarna en su naturaleza y ámbito de
desarrollo a la capacidad de cada persona de poder ejercitar aquella parte de su
naturaleza biológica en función a su autodeterminación y necesidad física y
psíquica, pues su prohibición compromete el normal ejercicio de derechos
fundamentales inherentes a la persona humana que no habrían sido afectados por la
sentencia condenatoria, lo que a continuación se expone:

18. Los actuales estados constitucionales democráticos se caracterizan por su


predilección a la mayor protección y realización posible de los derechos
fundamentales, entendidos aquellos no solo como derechos subjetivos e
individuales de las personas, sino también como instituciones que informan el
ordenamiento jurídico en conjunto. Esto es así porque los derechos fundamentales
se derivan del principio-derecho de dignidad de la persona humana según el cual la
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persona se concibe como un fin en sí mismo y no como instrumento o medio de la


acción estatal al vincular a todos y cimentar el sistema constitucional. En este
sentido nuestra Constitución reconoce en capítulo de derechos fundamentales de la
persona, artículo 10 :

"La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin


supremo de la sociedad y del Estado."

19. El derecho a la integridad personal, como todos los demás derechos fundamentales ,
tiene una relación directa con la dignidad de la persona humana. Es así que el
derecho a la dignidad persona humana permanece incólume en determinadas
omullstancias de detrimento económico, cultural, educativo o cuando la persona se
encueptre justificadamente privado de su libertad como consecuencia de su
cond4cta desplegada y el ejercicio del poder punitivo del Estado.

20. Al r specto, la prohibición de la visita íntima a los internos, en mayor o menor


me ida, afecta los derechos a la salud e integridad personal en su ámbito psíquico
pu sto que la práctica sexual no siempre se resume a la práctica física del coito sino
qu para la pareja humana también involucra el afecto, el cariño, la ternura, el
ro anticismo, la comunicación en sus diversos aspectos, la confianza y la
s guridad entre otros, complejidad fisiológica, emocional y sentimental del ser
mano que con la abstinencia sexual forzada repercutirá en el estado psíquico del
. terno conduciéndolo de ese modo a la ansiedad sexual, a la frustración, a la
epresión y al sufrimiento por la inseguridad de la fidelidad de su pareja libre, entre
tros. En estas condiciones el interno es orientado a ciertas prácticas para
mitigarlas, situación que no puede ser propiciada y menos desatendida por el
Estado pretextando su validez legal.

21. La Constitución en su artículo 7° reconoce el derecho que tiene toda persona a la


protección de su salud así como el deber del Estado de contribuir a la promoción y
defensa de aquella. Ahora, si bien es cierto que el derecho a la salud no se
encuentra contenido en el capítulo de derechos fundamentales de la Constitución,
también es cierto que su inherente conexión con el derecho a la vida, a la integridad
personal y el principio de dignidad de la persona, lo configura como un derecho
fundamental innegable y necesario para el propio ejercicio del derecho a la vida
toda vez que constituye, como lo señala el artículo 1 del Título Preliminar de la Ley
N.O 26842 - Ley General de Salud, "condición indispensable del desarrollo humano
y medio fundamental para alcanzar el bienestar individual y colectivo", por lo que
"existe el deber de que nadie, ni un particular y menos el Estado, lo afecte o
menoscabe", más aún tratándose del ejercicio del derecho a la salud en los
establecimientos penitenciarios [Cfr. 05954-2007-PHCITC FJ 9].
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El derecho a la salud presenta una dimensión positiva que lo configura como un


típico derecho "programático", vale decir, un derecho cuya satisfacción requiere
acciones prestacionales. En este sentido la atención a la salud de personas privadas
judicialmente de su libertad debe darse con mayor énfasis y no, en su lugar,
propiciar un estado de riesgo o resquebrajamiento de aquella al proscribir la
satisfacción psicológica y física que entraña el acto sexual y con ello la alteración
del equilibrio del estado de bienestar y emocional de la persona humana que en
reducidas cuentas constituye su salud mental, máxime si esta dimensión positiva
deJ-d..erecho a la salud se manifiesta con especial énfasis en el artículo 12° del Pacto
/IÍÍtern~cional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales que señala: " [l]os
Estad ' s Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al disfrute
del m s alto nivel posible de salud física y mental".

tro lado tenemos la restricción de la vista íntima y su implicancia en la


inte ridad de la ersona humana. Sostiene a) Elías Neuman en su libro El problema
sex al en las cárceles (2da Ed. Buenos Aires, año 1982, Editorial Universidad S. R.
L. p. 45) que la inquietud, la infelicidad individual y ciertas enfermedades
ps' osomáticas del interno se encuentran ligadas a la abstinencia sexual en las
cá celes, ello debido a la especial patología del ambiente carcelario; por otra parte
b la socióloga especialista en criminología Doris Cooper Mayr advierte en su
t abajo acerca de La Delincuencia Femenina Urbana (Proyecto Conocyt, Chile,
1,996) que la práctica de homosexualidad en los establecimientos penales femeninos
ejercida por internas heterosexuales que en su reclusión desarrollan el lesbianismo
debido a las carencias afectivas, emocionales y sexuales que las que su mayoría
padecen, pues se originan y en muchos casos por coacción a asumir dinámicas de
relación sentimental y sexual entre las reclusas llamadas "machos" que se adjudican
roles masculinos y las reclusas seleccionadas por aquellas; a su turno e) Germán
Small Arana relata en su obra Situación carcelaria del Perú y beneficios
penitenciarios (Lima, año 2006, Editora Jurídica Grijley E. 1. R. L. pp. 269 Y 284)
que la abstinencia sexual conduce al interno a depresiones melancólicas, practicas
masturbatorias, "al homosexualismo ocasional y a otras actitudes generadas o
exaltadas en el ámbito del encierro; su pareja [quien es ajena a la condena y las
normas legales que la regulan resulta conminada indirectamente a la castidad en su
relación con el interno], en algunos casos se proyecta a la satisfacción
extraconyugal de sus deseos sexuales . .." (sic.).

Precisiones nutridas de la doctrina y estudios de la materia que resultan racionales


en términos constitucionales .

23. También llama la atención de manera cardinal la denuncia contenida en la demanda


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en sentido de que la proscripción de la visita íntima impediría que la interna pueda


concebir puesto que aquella encuentra juicio de relevancia constitucional en el
derecho fundamental a la vida y en la potestad de toda persona humana de
desarrollarse, desenvolverse y realizarse con total libertad autodeterminativa en
relación a sus propias aspiraciones , esto es el libre desarrollo de su personalidad y
de su proyecto de vida. Es evidente que en el caso de las internas condenadas a una
pena tan drástica como las tasadas para el delito de terrorismo su privación de la
libertad se prolongaría por casi todo el periodo de su edad fértil para la concepción,
realidad cuya negación resulta insostenible y frente a la cual el Tribunal
Constitucional no puede mostrar un pronunciamiento evasivo sino que es necesario
q siente su juicio en sentido de que la prohibición ilegal de contacto intimo de
a in rna con su cón u e o concubina constitu e un atentado al derecho
re ro uctivo, facultad de concebir una criatura que en principio no habría sido
limita a por la sentencia condenatoria y que de ejecutarse resultaría en un agravio
irre a able ara la ersona humana que en el presente proceso reclama tutela a fin
de q no se proscriba ilegalmente ésta facultad natural.

aquello encuentra sustento constitucional en que el derecho reproductivo está


co ignado en diferentes instrumentos internacionales, entre ellos tenemos a la
Pro era Conferencia Internacional sobre Derechos Humanos celebrada en Teherán
el !año 1968, la Conferencia Mundial de Derechos Humanos realizado en Viena el
año 1993 y el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (Tratado de Roma)
realizado el año 1998, resultando que en este último instrumento internacional se
reconoce que "los padres tienen el derecho humano fundamental de determinar
libremente el número de sus hijos y los intervalos entre los nacimientos". Ahora, si
bien en nuestra Norma Fundamental no tenemos expresamente reconocido éste
derecho lo encontramos como derivado de otros derechos fundamentales de la
persona humana como lo es el derecho fundamental a la vida y lo concerniente al
concebido, reconocidos en el numeral 2 del artículo 2° de la Constitución. Por
tanto se concibe al derecho reproductivo como inherente a toda persona y
susceptible de ser limitado por otros derechos fundamentales o por la Ley en
salvaguarda de valores superiores (restricción que no acontece del caso sub
examen), pues toda persona humana no solo tiene derecho a la vida sino a que
aquella sea compatible con la dignidad de la persona humana.

24. Por otra parte tenemos que la prohibición de la visita íntima a una persona privada
de la libertad que tiene cónyuge o cuncubino e hijos termina repercutiendo en algún
modo en el resquebrajamiento de la institución de la familia, puesto que aquellos
vínculos sentimentales de amor, comprensión, seguridad y de afinidad entre los
padres que de por sí ya se encuentran menguados por el encierro de uno de ellos se
ven reducidos aun más con la medida prohibitiva que aquí se cuestiona, pues
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redunda en la unión y armonía entre los padres y de éstos con sus hijos ya que tal
prohibición propicia a que la pareja libre sea susceptible de encontrar en otra
persona lo que al interno se le ha prohibido trayendo consigo las consecuencias de
que por si engendra, eventualidad que trasciende de manera negativa en la
institución de la familia a la cual la Norma Fundamental, de un lado, le otorga una
titularidad reforzada (artículo 4° de la Constitución "La comunidad y el Estado ...
protegen a la familia y promueven el matrimonio .. . [reconociéndolos] como
institutos naturales y fundamentales de la sociedad"), y de otro, al Tribunal
Constitucional su salvaguarda, lo que no puede ser convalidado en sede
consti tucional .

25. sí te emos que los derechos fundamentales comprometidos con la prohibición de


la vis íntima, tratados de los fundamentos 18 al 24 del presente voto, ya han sido
mate a de pronunciamiento jurisprudencia por el Tribunal Constitucional,
reco ociéndolos en algunos casos y desarrollándolos en otros. Al respecto tenemos,
en anta al derecho a la integridad personal en sus tres ámbitos, físico, moral y
psí uico, en la sentencia recaída en le caso Francisco Javier Francia Sánchez,
E pediente N. o 0256-2003-HC/TC; respecto al derecho a la salud y su objeto de
antener de mantener el normal desenvolvimiento de las funciones biológicas y
sicológicas del ser humano así como el de su restablecimiento cuando este
presente alguna perturbación en la estabilidad orgánica y funcional de su ser en los
expedientes N.o S 2333-2004-HC/TC y 2945-2003-HC/TC; en referencia al derecho
I a la vida y la oportunidad a que esta ofrece para realizar el proyecto vivencial al
I
que una persona se adscribe, en la sentencia recaída en el Expediente N.O 0489-
2006-PHC/TC; y en lo que atañe al derecho a la familia, concibiéndola en una
garantía institucional de relevancia constitucional que debe ser protegida por la
sociedad y el Estado, en las sentencias recaídas en los expedientes N.oS 09332-
2006-PA/TC y 1317-2008-PHC/TC; entre otras.

Análisis del caso materia de controversia constitucional

26. En el presente caso se aprecia de las instrumentales que corren en los actuados que
los funcionarios emplazados han tomado la determinación administrativa de
proscribir la visita íntima a la recurrente sustentándose en una interpretación de las
normas señaladas en el fundamento 5 de la presente sentencia que en principio
resulta válido en términos meramente legales en medida que se aprecia de los
actuados que se realizó las consultas pertinentes tanto a sus órganos internos como
la Defensoría del Pueblo que sin embargo la Administración Penitenciaria es la
facultada a decidir al respecto.

27. No obstante el Tribunal Constitucional cuando conoce de la denuncia de violación


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de los derechos fundamentales realiza un juicio de interpretación y control


constitucional conforme a la Constitución y de manera accidental en relación a las
normas legales comprometidas, pues las normas legales son relevantes pero no
determinantes en la resolución de la controversia constitucional tanto más si la
misión la de la justicia constitucional concretizar la primacía de la Constitución y la
salvaguardar la vigencia efectiva de los derechos fundamentales.

28. Entonces, toca al Tribunal Constitucional realizar un juicio de interpretación


constitucional respecto a los presupuestos de procedibilidad del hábeas corpus (FJ
105), el tratamiento jurisprudencial constitucional de los derechos comprometidos en
el cumplimiento de una condena con la visita íntima proscrita por el ente que tiene
facultad para concederla (FJ 18 al Z+), y considerando que : i) "nadie esta obligado a
hacer lo que la ley no manda ni impedido de hacer lo que ella no prohíbe" (artículo
inciso 24 literal "a" de la Constitución); ii) "Toda persona privada de libertad
se ' tratada humanamente y con el respeto debido a la dignidad inherente al ser
hu ano", constituyendo el régimen penitenciario " ... un tratamiento cuya finalidad
es ncial será la reforma y la readaptación", mas no a la aflicción del interno,
(i cisos 1 y 3 del artículo 10 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Rolíticos, e inciso 2 del artículo 5 de La Convención Americana Sobre Derechos
umanos, respectivamente); iii) "el régimen penitenciario se desarrolla respetando
os derechos del interno no afectados por la condena", así como que "[e] l interno
goza de los mismos derechos que el ciudadano en libertad sin más limitaciones que
las impuestas por la ley y la sentencia respectiva" como el de la libertad religiosa,
libertad de pensamiento y la integridad personal en su ámbito físico y psíquico,
entre otros, y finalmente que " [la] visita íntima tiene por objeto el mantenimiento
de la relación del interno con su cónyuge o concubino ( ... )" (artículo V del Título
Preliminar y artículos 1° y 58° del Código de Ejecución Penal, respectivamente);
iv) "La ejecución de la pena se cumplirá respetando los derechos fundamentales de
la persona consagrados en la Constitución Política del Perú, y en el resto del
ordenamiento jurídico peruano. Esta protección se extiende a todos los internos,
tanto procesados, como sentenciados, respetando la disposiciones que establezcan
los Tratados Internacionales sobre la materia" (artículo 3° del Reglamento del
Código de Ejecución Penal); v) "en ningún caso puede ser permitido desconocer la
personalidad del individuo y, por ende, su dignidad [n]i aun cuando el sujeto se
encuentre justificadamente privado de su libertad es posible dejar de reconocerle
una serie de derechos o atribuciones que por su sola condición de ser humano le son
consubstanciales . .. [pues el] respeto al contenido esencial del derecho a la
integridad personal, tanto en lo que respecta al ámbito físico como en lo que atañe
al ámbito espiritual y psíquico de la persona, transita entre aquellos atributos que
constituyen la esencia mínima imperturbable en la esfera subjetiva del individuo
[sentencia recaída en la acción de inconstitucionalidad, Expediente N. O010-2002-
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Al/TC F J 218 Y 219]; vi) "El derecho al libre desarrollo garantiza una libertad
general de actuación del ser humano en relación con cada esfera de desarrollo de la
personalidad. Es decir, de parcelas de libertad natural en determinados ámbitos de
la vida, cuyo ejercicio y reconocimiento se vinculan con el concepto constitucional
de persona como ser espiritual, dotada de autonomía y dignidad", libertad del
desarrollo de la personalidad que debe ser ejercitada sin la compulsión del Estado
[sentencia recaída en el Expediente N. o 2868-2004-AA/TC]; y, vii) la Libertad es
Jn valor superior que inspira al ordenamiento jurídico y a la organización misma
/ del Estado.

En est contexto normativo y jurisprudencial es que la visita íntima entendida en su


esenci natural merece una especial tutela constitucional acorde a un parámetro de
juicio interpretativo conforme a la Constitución y respecto a los demás derechos
fund entales que en ella se encaman, máxime si los derechos fundamentales
cons ituyen el orden material de valores en los cuales se sustenta todo el
ord namiento constitucional.

29. O esta manera llego a la convicción que la visita íntima entendida en su esencia
natural y constitucional es inherente al interno y por lo tanto no puede ser segada
por la determinación interpretativa de una norma legal que no la prohíbe
expresamente. Y es que una limitación de carácter legal sustentado en salvaguarda
de valores superiores no se configura en el presente caso, siendo así que tal
restricción administrativa en definitiva agrava las condiciones en que el interno
cumple la condena.

Por todo lo hasta aquí expuesto tengo certeza fundada de que la concesión a la vista
íntima repercute en:

i) la disminución de la homosexualidad, el lesbianismo situacional y los


casos de violaciones sexuales en las cárceles que engendran sus propias
patologías,
ii) la estabilidad en la relación matrimonial o concubinato del interno al
limitar de algún modo la violencia domestica por celos o adulterio, y
iii) la mejora en la conducta emocional del interno que reacciona de manera
más adecuada al tratamiento penitenciario y por tanto a su readaptación
social que es el fin de la pena, entre otros.

A ello corresponde indicar que no puede presuponerse en la visita íntima otra


finalidad más que a) en su dimensión orgánica la facultad de toda persona privada
de su libertad de satisfacer sus necesidades biológicas, y b) en su dimensión
subjetiva el aseguramiento y reforzamiento de los vínculos afectivos y
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sentimentales del interno para con el cónyuge o concubina, y por ende el equilibrio
de su integridad psíquica y la estabilidad emocional de su familia. Ello no excluye
que en el desarrollo de la vista íntima se puedan presentar situaciones ajenas a su
esencia misma lo cual constituye una cuestión totalmente ajena a aquella que
eventualmente puede estar ligada a la disciplina, orden o seguridad del
establecimiento penitenciario, lo que debe ser tratado conforme a la normatividad
pertinente.

30. Por todo lo expuesto concluyo en que la prohibición a la VIsIta íntima de la


recurrente a) agrava las condiciones en que cumple su condena, al afectar el normal
ejercicio de los derechos a la integridad personal en su aspecto físico y psíquico, a
salud mental , a la dignidad, libre desarrollo de la personalidad, la vida y a la
inst"tución de la familia, en conexidad con el derecho a la libertad personal, y b) no
pres nta juicio de razonabilidad ni de proporcionalidad que la sustente más que la
mer interpretación legal de los dispositivos de la materia, lo cual no resulta
con titucional. En consecuencia la demanda debe ser estimada disponiéndose
u los em lazados ado ten las medidas necesarias a fin de ue la recurrente
ac eda a la vista íntima, máxime si el Reglamento del Código de Ejecución Penal
e sus dispositivos de carácter general prevé la facultad de la Administración
P,lenitenciaria de poder conceder la visita íntima en consideración a los regímenes
penitenciarios de los internos, como el que atañe al de la recurrente.

31. Finalmente debe precisarse que el tema de autos se ubica en nuestra realidad
nacional y por tanto incumbe a la decisión política y la económica que mejore la
infraestructura de las instalaciones y facilite el personal adecuado que supervise la
vista íntima, por lo que toca al Ministerio del ramo que efectivice lo resuelto en
la presente causa a fin de que no sólo la recurrente sino los demás internos que se
encuentren en similar situación puedan acceder a la visita Íntima con dignidad,
claro está, dentro de lo razonable, prudencial y reglamentado, lo que debe ser
supervisado por el sector justicia.

También cabe puntualizar que el Tribunal Constitucional al acoger la demanda en


cuanto al petitorio no está promoviendo la relajación de la disciplina carcelaria, que
entendida en su finalidad constituye un método de readaptación del penado, y
menos está incentivando la promiscuidad ni el desmedido aumento de la natalidad,
sino que por el contrario coadyuva al afianzamiento de la vigencia efectiva de los
derechos fundamentales y concretiza el principio constitucional de resocialización y
reeducación del interno. Asimismo no puede dejarse de advertir a la
Administración Penitenciaria a fin de que efectivice un adecuado programa
especializado en maternidad responsable, ello en atención a que el Estado tiene, en
relación con los derechos fundamentales , un deber especial de protección.
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Por consiguiente, los emplazados deben adoptar las medidas necesarias,


prudenciales y razonables acorde a la reglamentación de la materia a fin de que la
recurrente acceda a la visita Íntima en condiciones de seguridad, privacidad,
salubridad y periodicidad concretizando de esa manera el principio constitucional
de resocialización y reeducación del interno, debiendo poner en conocimiento del
Tribunal Constitucional en el término de 3 meses las medidas ordenadas en la
presente sentencia y respecto a las acciones desplegadas por el Ministerio del ramo.

Por estos fundamentos, mi voto es porque se declare FUNDADA la demanda en

7ra
cuanto al acceso a la visita Íntima de la recurrente de conformidad a la normas
reglamentarias de la materia, debiendo ser desestimada en lo demás que contiene
confonne a lo eXP:~i4l funda to

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