Homicidio, Lesiones
Homicidio, Lesiones
Homicidio, Lesiones
El homicidio consiste en la privación de la vida a un ser humano sin aplicar ningún tipo de distinción. A su vez,
la vida humana es el primero de los bienes jurídicos tutelados por la ley. Entonces, el delito de homicidio se produce
cuando alguien, por voluntad propia o negligencia, ocasiona la muerte de otra persona física.
VINCULARES
Se aplican en los casos en que el causante y la víctima están vinculados familiarmente o son cónyuges.
POR EL MODO
Se considera que hay alevosía cuando la ejecución del delito está asegurada y la víctima no tiene
posibilidades de defenderse. A su vez, hay ensañamiento cuando se prolonga el dolor o la agonía sufridos
por la persona asesinada. En este sentido, hay otros agravantes vinculados a cualquier forma de crueldad
que se califican como circunstancias graves. Por último, un homicidio doloso causado por envenenamiento
también se entiende como calificado.
POR LA CAUSA
También es considerado como agravante matar a cambio de una remuneración económica o en conexión
con otro delito. Este último tipo se conoce como criminis causa. Por ejemplo, sucede cuando el homicidio se
produce para encubrir otro crimen.
POR EL MEDIO
Cometer un homicidio a través de la creación de un peligro común, como un incendio o una inundación,
entre otras posibilidades, es también una circunstancia agravante.
Por la cantidad de personas involucradas. Los homicidios en los que participa más de una persona son
penados más duramente.
EMOCIÓN VIOLENTA
La clasificación como emoción violenta supone que se ha producido un cambio en la personalidad de quien ha
cometido el hecho por un estímulo externo. De esta manera, el comportamiento de la persona se ve
transitoriamente alterado. Además, en estos casos se considera que el victimario ha actuado sin poder dominar
sus impulsos y, por lo tanto, de modo irreflexivo. Se distingue de otros episodios por la ausencia de premeditación y
deliberación.
RESPONSABILIDAD CORRESPECTIVA
La responsabilidad correspectiva se aplica cuando hay más de un agresor y no ha sido posible determinar
quiénes produjeron las lesiones fatales. El resultado es la imputación de todos los participantes del hecho con
una misma pena atenuada.
A su vez, se considera que existe violencia de género cuando la víctima presenta signos de violencia sexual y
cuando se han infligido lesiones o mutilaciones degradantes o infamantes antes o después de la muerte. Los actos de
necrofilia también son clasificados de esta misma manera. En este mismo sentido, otras circunstancias que
constituyen violencia de género son los antecedentes de agresiones o amenazas y la exposición del cuerpo de la
víctima en un lugar público.
CONCLUSIÓN
El homicidio es uno de los delitos de mayor gravedad contemplados por las leyes penales mexicanas, aunque en
cada caso puede haber atenuantes o agravantes.
DELITO DE LESIONES
El delito de lesiones, como su nombre lo indica, es el que consiste en causar lesiones a una persona, entendiéndose
por estas según el artículo 288 del Código Penal Federal, toda alteración en la salud o daño que deje huella material
en el cuerpo.
La severidad de las mismas, además de si estas se hicieron de forma dolosa (con intención) o culposa (por
accidente).
El medio que se empleó para realizar dichas lesiones.
Quién las realiza.
A quién se le realizaron las lesiones.
Las circunstancias en que se realizaron.
Por la severidad de las lesiones, por mencionar algunas serían las siguientes:
1. Las conocidas como leves, para efectos de aplicación de sanción son las que tardan menos de quince días
en sanar y no ponen en riesgo la vida de la persona lesionada. Estas se persiguen por querella, lo que
significa que admiten el perdón del ofendido, siempre y cuando no las inflijan los padres o tutores a sus
hijos o pupilos en cuyo caso serán perseguidas de oficio por el ministerio público.
2. Aquellas que dejen cicatriz en la cara de manera perpetua, así como aquellas que causan una disminución
de la capacidad física.
3. Aquellas que pongan en peligro la vida de la víctima, con la precisión de que si esta muriera a causa de las
lesiones se aplicaría la sanción correspondiente al homicidio.
En cuanto al medio empleado para causar la lesión nos remitimos a si son simples que serían las ya
enumeradas o con la calificación de ventaja, a su vez, con la del empleo de armas por parte del delincuente
o premeditación cuando usare medios como inundación, incendio, minas, bombas o explosivos, sustancias
venenosas o cualquiera otra nociva a la salud.
En cuanto a las circunstancias, por nombrar algunas podemos mencionar las que se cometen por riña o de manera
tumultuaria, aquellas producto de accidentes de tránsito y a su vez si estos fueron causados bajo el efecto de bebidas
alcohólicas o drogas.
Como comenta Soledad Barber Burusco, en la adopción de cualquier solución que se proponga para la determinación
de los límites en la participación en el suicido relacionados con el fin de la vida, entrarán o pretenderán entrar en
juego perspectivas éticas, religiosas, antropológicas, médicas, ideológicas, fuertes sentimientos, temores difusos, el
tabú que rodea a la muerte, etc.
Por eso no pretendemos aquí analizar las causas del suicidio ni las razones por las que una persona quiere o decide
quitarse la vida. Entendemos que resultan muy variables los factores, sean por trastornos psicológicos, patológicos,
emocionales, sociales, económicos, religiosos, estéticos, entre otros muchos, además de las enfermedades graves o
incurables.
El Derecho no es ajeno a estos hechos e intenta regular determinados supuestos. Concretamente, el Derecho Penal
ronda por el suicidio, pero sin reprimirlo ni sancionarlo en sí mismo. Es obvio que quien logra privarse de la vida
impide cualquier sanción punitiva en su contra. En estos casos no se reprime la conducta por acontecer la autonomía
de la muerte, el suicidio mismo.}
Igualmente, si el suicidio no se consuma y queda solo en grado de tentativa, este acto frustrado, por sí mismo,
tampoco se reprime penalmente, pues es estéril e ineficaz la sanción en contra del que decidió y quiso privarse de su
vida, sin lograrlo. Como bien indica el Maestro Benigno Licea González, el suicidio no es ni debe ser un delito, ni
cuando se consuma ni cuando se frustra la privación de la vida. La muerte que se causa una persona voluntariamente
o las heridas que se infiere a sí mismo, a manera de lesiones, no constituye delito de homicidio ni delito de lesiones.
Toda persona tiene la libertad y el derecho para disponer de su propia vida y cuerpo, por sí misma.
La libre autodeterminación de la vida, la vida misma y la libre autodisposición del propio cuerpo se
consideran bienes jurídicos que se mantienen fuera del ámbito del Derecho Penal. Esto encuentra su
justificación porque, para el Derecho, la vida humana y la integridad personal son bienes jurídicos
disponibles respecto de uno mismo, pues “no existe el deber de vivir contra la propia voluntad”.
Sin embargo, y de manera muy importante, si la privación de la vida o la generación de las lesiones son
provocadas por causas ajenas, por influencia de otro o por actos externos al propio suicida o lesionado,
entonces el Derecho Penal justifica plenamente su aplicación con el fin de proteger a los bienes jurídicos: la
vida y la integridad personal.
Al que ‘induzca’ a otro para que se prive de la vida, se le impondrá prisión de 3 a 8 años, si el suicidio se
consuma.
Si el suicidio ‘no se consuma por causas ajenas a la voluntad del que ayuda o induce’, pero sí se causan
lesiones, se impondrá las dos terceras partes de la pena anterior. Si no se causan lesiones, la pena será de
una cuarta parte de las penas señaladas.
Si la persona a quien se ayuda o induce al suicidio fuere menor de edad o no tuviere capacidad de
comprender la relevancia de su conducta, se impondrán al ‘homicida ayudante’ o al ‘homicida inductor’ las
penas señaladas al homicidio calificado o a las lesiones calificadas. A quien cometa homicidio calificado se
le impondrá de 20 a 50 años de prisión. El homicidio y las lesiones son calificadas cuando se cometan con
ventaja, traición, alevosía, retribución, por el medio empleado, saña, en estado de alteración voluntaria u
odio, en términos del Código Penal.
No obstante, el Código Penal hace una importante precisión al señalar que no cometen el delito de ayuda o
inducción al suicidio, las conductas realizadas por el personal de Salud para los efectos del cumplimiento
de las disposiciones establecidas en la Ley de Voluntad Anticipada para la Ciudad de México. Esta ley de
orden público e interés social regula, entre otras cuestiones, a la eutanasia, y tiene por objeto establecer y
regular las normas, requisitos y formas de realización de la voluntad de cualquier persona con capacidad,
respecto a la negativa a someterse a medios, tratamientos y/o procedimientos médicos que pretendan
prolongar de manera innecesaria su vida, protegiendo en todo momento la dignidad de la persona, cuando
por razones médicas, fortuitas o de fuerza mayor, sea imposible mantener su vida de manera natural. Esta
regulación debe estar siempre actualizándose y evaluándose íntegramente por el sistema de Salud.
Las conductas de ayuda e inducción al suicidio, respectivamente, para que sean delictivas deben realizarse
dolosamente. Obra dolosamente el que ayuda o induce a otro al suicidio, conociendo los elementos
objetivos del hecho de que se trate (privación de la vida del otro), o previendo como posible el resultado de
privarlo de la vida y, aun así, quiere o acepte su realización. Es decir, el suicidio o privación de la vida debe
tener su causa precisamente en la ayuda o inducción dolosa en favor del suicida, el cual puede estar o no
plenamente consciente de ‘su decisión’ de quitarse la vida.
Atendiendo al Diccionario de la Real Academia Española, “ayudar” significa prestar cooperación; auxiliar o
socorrer; hacer un esfuerzo, poner los medios para el logro de algo. Por su parte, “inducir” es mover a
alguien a algo o darle motivo para ello; provocar o causar algo. Así, tanto la ayuda o la inducción al suicidio,
según sea el caso, deben ser actividades directas y eficaces, como proporcionar los medios para la
privación de la vida consistentes en sustancias, pastillas, venenos, armas, indicaciones concretas sobre
éstas y su uso, promesas, sugerencias, apoyo moral, sentimental o material, etcétera.
CUESTIONES DEBATIBLES
No resulta sencillo confirmar si existe aumento o frecuencia en las prácticas de la ayuda o inducción al
suicidio, sobre todo en los contextos actuales donde la incertidumbre rige lo cotidiano. El fenómeno suicida
es complejo, multifactorial y difuso. La problemática ‘suicida’ en las diferentes poblaciones adolescentes,
escolares, empresariales, sociales y muchos otras, obliga a conjuntar esfuerzos interdisciplinarios de las
ciencias y profesiones en favor de la vida y la prevención de los suicidios.
Fondo María
Brindan apoyo financiero, emocional y logístico a mujeres que no cuentan con recursos suficientes para
poder acceder a los servicios de aborto legal en CDMX.
Ddeser
Cuentan con una red de mujeres que acompañan a otras mujeres. Brindan información veraz y científica,
ofrecen asesoría sobre los pasos a seguir para acceder a un aborto legal y ofrecen acompañamiento en
todo el proceso.
Email: [email protected]
Ofrecen acompañamiento a las mujeres que ejercen el derecho a decidir sobre su cuerpo. Harán todo lo
posible para que vivas todo el proceso de manera segura, libre y tranquila en tu hogar o con ellas.
Tel: +81 1323 1698
Facebook: Necesito Abortar México
Morras Help Morras
Ofrecen acompañamiento y asesoría legal gratuita y confidencial si has elegido interrumpir el embarazo
por alguna de las razones permitidas por la ley de tu estado.
Preguntas frecuentes
Si te encuentras en alguna de las causales permitidas para abortar por tu entidad, tienes derecho a recibir
servicios de ILE en los hospitales públicos. Primero deberás asegurarte de que te encuentras en el plazo
permitido en el Código Penal, de ser así acude a cualquier hospital del sistema público, ahí te indicarán los
pasos a seguir.
Si cumples con los requisitos legales, no hay razón por la que una institución pública pueda negarse a
brindarte los servicios de ILE. El desconocimiento o la negligencia puede llevar al personal médico a
obstaculizar este proceso. Si esto te sucede contacta a ANDAR, la Comisión de Derechos Humanos de tu
estado o a alguna otra organización que brinde acompañamiento legal.
El aborto libre solo es legal hasta las 12 semanas. Después de este plazo sólo podrán abortar las mujeres
que se encuentren en algún supuesto permitido en este estado. Si enfrentas un embarazo no deseado, no
dejes correr más tiempo y acude a una clínica ILE durante el plazo legal.
Puedes acudir a cualquier hospital o centro de salud del sistema público. Aunque los médicos te exijan la
denuncia, recuerda que con la NOM-046 esto ya no es obligatorio. Deben brindarte el servicio pues se trata
de una normativa a nivel nacional. Si lo deseas puedes solicitar acompañamiento legal de alguna
organización de ayuda.
Claro, en la CDMX no importan los motivos para abortar, siempre y cuando te encuentres en las primeras
12 semanas de gestación. Si por razones de comodidad o confidencialidad prefieres viajar a la CDMX para
interrumpir tu embarazo puedes hacerlo y nadie te pedirá explicaciones.