FLAGRANCIA

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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE JURISPRUDENCIA CIENCIAS POLÍTICAS


Y SOCIALES
CARRERA DE DERECHO
Política Criminal y Seguridad Pública

Tema:

Casos de Flagrancia en Ecuador

Nombre:

Ana Cristina Fuentes

Curso:

Noveno Semestre “A”

Docente:

Dr. Andrés Benítez


Tanto en la etimología como en las distintas definiciones abordadas se hace referencia,
aunque sea someramente, a varios requisitos de la flagrancia que actualmente tienen
gran asidero dogmático, a saber: inmediatez temporal e inmediatez personal. En lo que
refiere a los tipos de flagrancia estos están íntimamente relacionados con los requisitos, y
suelen clasificarse en: flagrancia, flagrancia propia o flagrancia en tanto en la etimología
como en las distintas definiciones abordadas se hace referencia, aunque sea
someramente, a varios requisitos de la flagrancia que actualmente tienen gran asidero
dogmático, a saber: inmediatez temporal e inmediatez personal. En lo que refiere a los
tipos de flagrancia estos están íntimamente relacionados con los requisitos, y suelen
clasificarse en: flagrancia, flagrancia propia o flagrancia en tanto en la etimología
como en las distintas definiciones abordadas se hace referencia, aunque sea someramente,
a varios requisitos de la flagrancia que actualmente tienen gran asidero dogmático, a
saber: inmediatez temporal e inmediatez personal. En lo que refiere a los tipos de
flagrancia estos están íntimamente relacionados con los requisitos, y suelen clasificarse
en: flagrancia, flagrancia propia o flagrancia en sentido estricto; cuasi flagrancia o
flagrancia impropia; la presunción de flagrancia; y, lo que Vaca Andrade denomina
flagrancia asimilada. En cada uno de estos tipos de flagrancia operan los requisitos de
inmediatez temporal y personal en mayor o menor medida, así mismo cada una obedece
en distinto grado a la naturaleza y esencia de la institución en análisis.

En lo que refiere a la inmediatez temporal esta consiste en que el delito se esté


cometiendo, o que se haya cometido momentos antes (Calderón, 2011). En otras palabras,
que el sujeto debe ser observado cometiendo el hecho delictivo, o haber sido perseguido
y encontrado inmediatamente después de cometerlo (Espinoza, 2016). Aquí lo que
importa es el tiempo, la actualidad del delito, o el hecho de que se cometió hace unos
instantes.
Por otra parte, la inmediatez personal implica que el presunto delincuente se encuentre
ahí, en ese momento, en la situación y con relación al objeto o a los instrumentos del
delito, de tal manera que haya una prueba evidente de su participación en el hecho
delictivo (Calderón, 2011). Dicho de otra forma, el sujeto debe ser encontrado en el lugar
de los hechos o cerca de este, lo cual permite inferir su participación en el hecho delictivo
(Espinoza, 2016). Lo importante es que haya sido evidente que X persona estuvo
involucrada en el cometimiento del delito.
En lo que refiere a la flagrancia en sentido estricto esta es la que más se acerca a la
naturaleza de esta institución y es la que requiere mayor rigurosidad al momento de
cumplir los requisitos. Ya que consiste en descubrir al autor en el momento que está
cometiendo el delito, como popularmente se dice ‘’con las manos en la masa’’ (Calderón,
2011). No cabe duda de que el sujeto es observado cometiendo el hecho delictivo. En este
tipo de flagrancia el requisito temporal se cumple cuando la persona es descubierta en el
instante en que comete el delito, siendo evidente la relación entre el hecho y el autor, lo
que a su vez implica el cumplimiento el requisito personal (Oré, 2016).
Sin embargo, de lo expuesto en este punto, es necesario mencionar lo que señala el Dr.
Vaca Andrade (2020) el cual manifiesta que cabe la posibilidad de aprehender al que
intentare cometer un delito, en el momento de comenzar a cometerlo, porque si ya lo ha
empezado a cometer estaríamos, en realidad, frente a una tentativa de delito flagrante,
pero siempre y cuando los actos que se realice sean de ejecución y no solo preparatorios,
es decir, deben ser idóneos y conducentes de modo inequívoco a la realización de un
delito determinado: como cuando se aprehende a quien ha saltado la verja de una casa y
se encuentra en su interior con la intención de robar, mas no cuando se aprehende a una
persona que está en una esquina, afuera de la casa, viendo el interior de esta, ya que podría
provocar malos entendidos.
Respecto a la flagrancia impropia o cuasi flagrancia esta consiste en el sujeto es
encontrado inmediatamente después de haber ejecutado el hecho delictivo, para ello, ha
sido perseguido desde el lugar en donde lo cometió por quien lo observó cometiéndolo
(Espinoza, 2016). En términos más simples el sujeto es perseguido y aprehendido
inmediatamente después de haber delinquido (Calderón, 2011). Aquí, según Oré (2016)
los requisitos se cumplen cuando la persona es perseguida y capturada inmediatamente
luego (inmediatez temporal) de haber ejecutado el delito (inmediatez personal). En este
tipo de flagrancia, se observa que la concordancia con la naturaleza de la flagrancia va
disminuyendo, porque ya no se existe la actualidad de la ejecución del delito y su
aprehensión, al que hace referencia su etimología.
Sobre la flagrancia impropia ha existido cierta polémica respecto a la utilización del
término ‘’inmediatamente’’, por tanto, para esclarecer esta cuestión, la doctrina
ecuatoriana señala que el legislador utiliza la palabra inmediatamente para hacer
referencia a la posibilidad de que su descubrimiento, y la aprehensión del autor, se
practique después de supuesta comisión, en un espacio determinado y dentro de un lapso
de tiempo relativamente muy corto que siga al momento de la consumación, sin que se
rompa o interrumpa la solución de continuidad del proceso lógico que conduzca a la
conclusión de que esa persona es la responsable del acto cometido. Por esta razón la
norma prevé un plazo de 24 horas para que la persona sea aprendida desde el momento
que comete el hecho, pues, de excederse este plazo se rompería la solución de
continuidad, por tanto, no cabría hablar de delito cuasi flagrante (Vaca Andrade, 2020).
Además, en el caso ecuatoriano, sobre la cuasi flagrancia se establece una exigencia legal
de que este tipo de flagrancia pueda darse únicamente si es supuesto responsable es
encontrado con armas, instrumentos, el producto del ilícito, huellas o documentos
relativos a la infracción recién cometida. esta es una condición que debe cumplirse, pues,
ineludiblemente está relacionada con la naturaleza o esencia de la flagrancia, es decir, la
relación entre el hecho y el autor que, en este caso, debe conducir inequívocamente a la
conclusión de que determinada persona, sorprendida con objetos relacionados con la
perpetración del delito, ha participado en su realización (Vaca Andrade, 2020).
En relación con la presunción de flagrancia, cabe precisar que en la legislación
ecuatoriana no se desarrolla este tipo de flagrancia como sí se lo hace en la legislación
peruana, chilena, mexicana, etc. Por tanto, la doctrina ecuatoriana suele tomar ciertas
características de la presunción de flagrancia y hacer que formen parte de la flagrancia
impropia o cuasi flagrancia, como se mencionó, en la doctrina ecuatoriana se suele
plantear como exigencia legal que la cuasi flagrancia solo puede ocurrir si el supuesto
responsable es encontrado con objetos o huellas relativos a la infracción recientemente
cometida. Sin embargo, esta característica en otras legislaciones se desarrolla dentro de
una subdivisión de la presunción de flagrancia, en lo que se conoce como la flagrancia
diferida, la misma que se configura, precisamente, cuando el presunto delincuente es
encontrado dentro de las veinticuatro horas de cometido el ilícito con efectos o
instrumentos procedentes de aquel o que hubieren sido empleados para cometerlo o con
señales en sí mismo o en su vestido que indiquen su probable autoría o participación en
el hecho delictivo (Espinoza, 2016).
Cuando se habla de presunción de flagrancia, se debe tener en cuenta que por presunción
se entiende la aceptación de una cosa como verdadera o real a partir de ciertas señales o
indicios, sin tener certeza completa de ello. Este tipo de flagrancia ha sido creada
mediante ley, y atendiendo a una política criminal descuidada, con la pretensión de
admitir la flagrancia cuando no se configure ni la flagrancia propia ni la flagrancia
impropia. Esto genera mucha preocupación, ya que presumir que una persona ha
cometido un hecho delictivo únicamente por encontrársele indicios, carece de la potencia
para destruir el estado de inocencia que goza toda persona, pues, como bien lo señala
Espinoza (2016) no otorga la evidencia objetiva necesaria y suficiente de la comisión del
hecho delictivo, sino tan solo un estado de sospecha de su participación. Según este autor,
este tipo de flagrancia vulneraría la presunción de inocencia.
En lo que respecta a lo que se denomina flagrancia virtual, supuesto de la presunción de
flagrancia, opera cuando el sospechoso huye y es identificado durante o inmediatamente
después de la perpetración del hecho punible, sea por el agraviado o por otra persona que
haya presenciado el hecho, o por medio audiovisual, dispositivos o equipos con cuya
tecnología se haya registrado su imagen, y es encontrado dentro de las veinticuatro horas
de producido el hecho punible (Espinoza, 2016).
Para el autor previamente citado este tipo de flagrancia, que no existe como tal en la
legislación ecuatoriana, desnaturaliza la institución por cuanto no concurren los requisitos
de inmediatez. Por otro lado, la identificación del presunto delincuente, por parte del
agraviado o de un testigo que haya presenciado el hecho, ofrece ciertas dudas sobre la
objetividad y credibilidad de dicha versión, pudiéndose presentar excesos debido a la
fragilidad de la memoria, o el estado emocional de nerviosismo y confusión ante la
percepción de un evento delictivo. Sin embargo, este autor ve como algo positivo la
identificación del agente a través de un medio audiovisual, sobre todo, por la objetividad
que ofrecen este tipo de medios.
En resumen, si vemos que el grado de cercanía a la naturaleza de la flagrancia se pierde
un poco en la cuasi flagrancia, cuando en la doctrina se habla de presunción de flagrancia
pareciera que se desnaturaliza completamente.
Finalmente, sobre la flagrancia asimilada, este es un concepto que establece Vaca
Andrade (2020) señalando que no necesariamente pertenece a la noción de delito
flagrante, pero el legislador lo ha asimilado a este concepto al establecerlo en el artículo
528 del COIP el cual señala que además del caso de delito flagrante, cualquier persona
podrá aprehender: 1. Al que fugue del establecimiento de rehabilitación social en el que
se halle cumpliendo su condena, detenido o con prisión preventiva; y 2. A la persona
procesada o acusada, en contra de quien se ha dictado orden de prisión preventiva o al
condenado que está prófugo.
En el primer caso, se señala que fugarse de un centro de rehabilitación social donde se
cumple una condena no es un delito como tal, por tanto, no se podría decir que se lo
aprehende por delito flagrante, sino porque se trata de una acción cívica. En el segundo
caso, cuando se aprehenda a la persona procesada o acusada, en contra de quien se hubiera
dictado prisión preventiva, o al condenado que está prófugo. No se aprehende a esta
persona por delito flagrante, sino por otras situaciones que no obedecen a la esencia de la
institución.
Referencias
Calderón, A. (2011). El nuevo sistema procesal penal: análisis crítico. Lima, Perú: EGACAL.

Espinoza, A. (2016). Análisis de la flagrancia delictiva en nuestra legislación: precisiones sobre el


concepto de presunción de flagrancia. Sapere Revista Virtual de la Universidad de San Martin de
Porres. Recuperado de https://derecho.usmp.edu.pe/sapere/ediciones/edicion_12/articul
os/flagrancia.pdf

Oré, A. (2016). Derecho procesal penal peruano: análisis y comentarios del Código Procesal
Penal, t. II. Lima, Perú: Gaceta Jurídica.

Vaca Andrade, R. (2020). Derecho procesal penal ecuatoriano: según últimas reformas del
Código Orgánico Integral Penal, t. II. Quito, Ecuador: Ediciones Legales.

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