Tarea #2 Contrato de Seguro
Tarea #2 Contrato de Seguro
Tarea #2 Contrato de Seguro
Asignatura:
Empresa y Derecho AGE-245.
Nombre de la tarea:
Resumen Analítico Sobre El Contrato De Seguro.
Carrera:
Administración y Generación de Empresas.
Catedrático:
Mario Alberto Galeas.
Alumna:
Melany Eskarleth Rico Palma.
Número de cuenta:
20202500030.
Fecha:
28/10/2022.
III PAC.
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Introducción.
El tema principal de esta investigación es El Contrato de Seguro , la importancia que
tiene un contrato de este tipo es que las personas o empresas se comprometen a pagar
una prima, a cambio de la cual reciben una protección en situaciones determinadas, con
el fin de reducir o eliminar así el impacto financiero no deseado También se mencionan
los elementos personales, reales y formales que posee un contrato de seguro, así como
las particularidades de los diferentes contratos que existen, con el fin de poder ampliar
el conocimiento acerca de este tema que resulta de mucha importancia.
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Objetivos.
➢ Analizar la importancia del contrato de seguro.
➢ Conocer los elementos del contrato de seguro.
➢ Describir las características principales de un contrato de seguro.
➢ Establecer las particularidades de cada uno de los tipos de contrato de seguro.
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Los antecedentes del seguro los encontramos entre los mercaderes babilónicos unos
3.000 años antes de Cristo. Entre todos asumían la pérdida de mercancías al atravesar
el país. Esto se conocía como ‘préstamos a la gruesa’: una persona física prestaba dinero
a otra por el valor de ciertos objetos que llevará en sus mercancías. Hacia el 2.250 a.C.
esta práctica se legalizó y se conoció como parte del Código Hammurabi. Una costumbre
que se basaba en la solidaridad vecinal y que cubría cualquier contingencia imprevista.
Según el acuerdo con el que se entraba a formar parte del grupo, se podía reponer desde
una nave a un animal muerto.
En este contrato de seguro, además de los datos personales del cliente o de la empresa
y los datos fiscales de la aseguradora, figuran los detalles del acuerdo, la cobertura
ofrecida por la entidad aseguradora, el precio y los plazos de pago de la prima que el
cliente debe satisfacer para que el seguro esté en vigor, así como otros datos de interés,
como las indemnizaciones en caso de que el riesgo se produzca y, por ende, haya
consecuencias en lo que a daños para el asegurado se refiere.
• Bilateralidad.
En el contrato bilateral, las prestaciones se contraponen y son interdependientes, en
el sentido de que una parte asume el propio deber en cuanto la otra asume
respectivamente el suyo. En consecuencia, el contrato bilateral o sinalagmático
requiere que los contratantes se obliguen recíprocamente el uno respecto del otro
• Consensual.
En un contrato consensual que se perfecciona cuando concurren las voluntades de
tomador y aseguradora, cuando aquél acepta la oferta o proposición de seguro que
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• Oneroso.
El contrato de seguro es oneroso pues los beneficiarios (provechos) concedidos por
el asegurador lo son a cambio de la prestación (perjuicio) ejecutada o prometida por
el asegurado y, viceversa, la prestación a la que se obliga o realiza el asegurado lo
es en vista de la prestación que asume efectivamente o promete el asegurador. En
efecto, las prestaciones correspectivas son el pago o la promesa de pago del premio
por parte del contrayente o tomador y el pago o la promesa de pago de la
indemnización o prestación convenida, subordinada a un término o un evento incierto,
por parte del asegurador.
• Adhesión.
En el contrato de adhesión una de las partes, la predisponente, u oferente, elabora
unilateralmente el clausulado contractual; la otra parte, la adherente, se limita a
consentir el estatuto contractual como un todo, sin haber tenido, dada la forma como
se ha desarrollado la fase precontractual, posibilidad fáctica de influir sobre el
contenido del clausulado.
• Buena fe.
Es un contrato de buena fe en el que el asegurador y el tomador han de ser leales y
honestos el uno para con el otro. Obviamente no hay contratos de mala fe, cuestión
distinta es la intencionalidad de los sujetos, este principio alcanza su grado máximo
de desarrollo en el ámbito del contrato de seguro, en la que se produce un
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• El Tomador.
El tomador es la persona física o jurídica que junto con el asegurador suscribe el
contrato de seguro y asume las obligaciones, y, en su caso, los derechos derivados
del mismo. Si el tomador contrata en nombre propio y por cuenta propia, asume
también la condición de asegurado. En este caso, no hay ningún problema por cuanto
le corresponderán los derechos y obligaciones, salvo en los seguros de vida donde,
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Para que se dé este supuesto, la actuación del tomador por cuenta ajena ha de ser
clara, ya que en caso de duda la ley presume que se contrata en nombre propio.
La regla general de que las obligaciones del contrato corresponden al tomador y los
derechos al asegurado o al beneficiario tiene varias matizaciones.
• El Asegurado.
El asegurado se caracteriza por ser la persona titular del interés asegurado y que, por
consiguiente, está expuesta al riesgo, en el sentido de que va a sufrir los efectos del
evento dañoso cuando éste ocurra.
Ya hemos señalado anteriormente que puede coincidir o no con el tomador. La
existencia del asegurado como figura independiente del tomador exige la contratación
por cuenta ajena.
• El Beneficiario.
Es la persona física o jurídica titular del derecho a la prestación asegurada en el
momento que se produzca el hecho generador de la misma.
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Es una figura típica de los seguros de vida, donde la condición de beneficiario puede
coincidir o no con la de asegurado y tomador, salvo los seguros para caso de muerte,
donde el beneficiario tendrá que ser persona distinta del asegurado.
• El Mediador.
En la suscripción de un contrato de seguro, si bien no es obligatorio, puede intervenir
un mediador, bien sea un agente o un corredor.
El agente es considerado un representante de la entidad aseguradora, en virtud del
contrato de agencia que les vincula. De ahí que las comunicaciones que efectúe el
tomador del seguro al agente de seguros que medió o que haya mediado en el
contrato surten los mismos efectos que si se hubieran realizado directamente a la
entidad aseguradora. Asimismo, el pago de los recibos de prima por el tomador del
seguro al referido agente de seguros se entenderá realizado a la entidad
aseguradora, salvo que ello se haya excluido expresamente y destacado de modo
especial en la póliza de seguro.
• La prima.
El pago de la prima constituye la obligación principal del tomador y se corresponde
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• El siniestro.
Es un elemento clave en un contrato de seguro. Es la ocurrencia de uno de los riesgos
asegurados, en donde la Compañía tiene la obligación de indemnizar, dentro de los
límites y con las exclusiones pactadas en el contrato. El conjunto de los daños
derivados de un mismo evento constituye un solo siniestro.
• La indemnización.
Es la cantidad de dinero que la compañía aseguradora está obligada a pagar en caso
de siniestro. Este importe se pacta al firmar un contrato con el asegurado, que paga
una prima acordada para protegerse de posibles perjuicios. Así pues, se considera al
seguro como una actividad indemnizatoria.
• La suma asegurada.
Es el límite máximo de la indemnización a pagar por el asegurador en cada siniestro,
en el seguro de daños, en los de accidentes y en los de enfermedad. La suma
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• La póliza.
Es el documento más importante. Debe recoger las condiciones generales y
particulares del contrato, y, en su caso, las condiciones especiales. La póliza se
redacta normalmente en varios ejemplares: uno para cada contratante y otro a
entregar al agente que intervino en el contrato. El asegurador no simplemente tiene
el deber de entregar la póliza al tomador del seguro, sino que también tiene la
obligación de registrar su emisión, como una obligación contable mediante un registro
de pólizas y suplementos emitidos, y anulaciones.
2. Seguros de daños.
Protegen el patrimonio o negocio de los asegurados contra daños sufridos por los riesgos
a los que están expuestos los bienes materiales, así como las pérdidas consecuenciales
ocurridas a raíz de los daños amparados al verificarse la eventualidad prevista en el
contrato.
2.1 Seguros de incendios.
La aseguradora se compromete a indemnizar frente a los daños que ocasione un
incendio sobre el bien asegurado, que usualmente es un inmueble.
2.2 Seguros de responsabilidad civil.
El asegurador asume el pago de las indemnizaciones de las que pueda resultar
civilmente responsable el asegurado, por daños que puede causar a un tercero.
2.3 Seguros de automóvil.
Cubre los accidentes producidos a consecuencia de la circulación de vehículos a
motor.
2.4 Seguros agrarios.
Cubre los riesgos que puedan afectar a las explotaciones agrícolas, ganaderas o
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forestales.
2.5 Seguros de pérdidas pecuniarias.
A través de estos seguros, se indemniza por la pérdida del rendimiento económico
que hubiera podido alcanzar en un acto o actividad, de no haberse producido el
siniestro.
2.6 Seguros de robo.
Cubre los daños sufridos a consecuencia de la desaparición, destrucción o deterioro
de los objetos asegurados a causa de un robo.
2.7 Seguros de crédito.
Garantizan el pago de los créditos cuando se produzca la insolvencia de sus
deudores.
2.8 Seguros multirriesgo.
En un solo contrato, se garantiza una serie de riesgos relevantes para el asegurado.
El multirriesgo de hogar protege al asegurado de las perdidas o perjuicios que puedan
derivarse de accidentes en un domicilio particular.
Conclusiones.
• Desde tiempos muy antiguos las personas ya usaban los contratos de seguro
como los conocemos actualmente debido a la necesidad de poder asegurar
distintos bienes, incluso la vida humana, al pasar de los años ese concepto ha
sido perfeccionado hasta el día hoy este tipo de contratos es muy usado en
diferentes lugares del mundo.
• Existen diferentes tipos de contrato, cada uno es muy especifico por lo cual se
puede encontrar el que mejor se adapte a las necesidades de la persona que lo
quiera contraer.
• Todos los elementos que forman un contrato de seguro son de mucha importancia
y estos varían de acuerdo al tipo de contrato que se trate.
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Recomendaciones.
• Primero: a los individuos que quieran firmar un contrato de seguro, que se
asesoren con personas que tengan amplio conocimiento acerca de este tema, de
esta manera evitar cualquier problema a futuro.
• Segundo: Exigir la redacción del contrato por escrito y asegúrese que el mismo
esté efectivamente firmado.
Bibliografía.