Otredad y Cultura - SBATTELLA
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TURNO VESPERTINO
2022
El presente trabajo tiene la intención de denotar la importancia de reflexionar acerca
de las mercancías culturales, la alienación y el complejo industrial cultural, llevando
a distintos niveles de análisis el cómo esto influencia y repercute en aspectos tales
como la educación, la economía, la política, el trabajo o la sociedad. Entender que
las mercancías del complejo industrial cultural no son simples productos para el
entretenimiento y el ocio, que construyen discursos para el modelamiento de la
conducta social, el control de las disidencias y la eliminación de narrativas que
interfieran con la ideología del mundo capitalista. Teniendo en cuenta que los
mismos, son dispositivos para la disuasión, persuasión y distracción en función de
los valores del capital en la sociedad.
Para alcanzar dicha hegemonía, requieren una industria cultural que trabaje para
alcanzar una colectividad sumisa a la nueva realidad que se quiere imponer.
En función de este objetivo, aumentan los dispositivos de control y dominación, con
la tecnología como soporte, que hoy están presentes en nuestras casas y que las
personas aceptamos, naturalizamos.
Según Foulcault “la biopolítica tiene lugar cuando asumimos como natural nuestro
papel en las dinámicas de dominación”.
Las sociedades aprendieron a comunicarse entre sí con el cuerpo, las ideas, las
imágenes, la sonoridad y el movimiento, más allá del lenguaje. La realidad social y
poblacional no es de un solo tipo. Distintas costumbres, recorridos históricos,
religiones, hacen del mundo un lugar diverso. Cada una construye una identidad
propia.
Esta identidad se convirtió en un elemento subversivo, una manifestación de grados
de conciencia respecto del lugar que han ocupado dentro de la lucha de clases y
una expresión de resistencias contra el modo único de entender la cultura del
capitalismo neoliberal globalizado del siglo XXI y los discursos de ascenso social o
de “baja” o “alta” cultura que busca distinguir los gustos de las clases sociales en
términos de superioridad e inferioridad.
La globalización cultural crea la ilusión del florecimiento de una sola cultura global,
una visión uniforme del mundo. Es un intento por la supresión forzada de las
diferencias culturales. La “alta cultura” no valora el capital cultural de los dominados
e invisibiliza las expresiones contrahegemónicas que emergen de los sectores
populares.
Los y las docentes debemos trabajar con ideas, conocimientos, prácticas y cultura,
identificar los rasgos morales de cada momento histórico y someterlos a tensión
respecto de los denominados valores universales, así como abordar las formas de
opresión e ideologías de dominación encriptadas en los mensajes, el arte, la
propaganda y la publicidad.
Reflexionar con niños, niñas, adolescentes y adultos, de los consumos acríticos y
los mensajes encriptados en ellos.
La escuela debe ser un espacio de liberar las mentes, de todo tipo de prisión,
principalmente las que atrapan los pensamientos, los sueños, las decisiones y las
conciencias, condenando a seres humanos a patrones hegemónicos y formas de
vida impuestas por una ideología de unos sobre otros.