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BIOQUÍMICA

MÓDULO II

ESTRUCTURA DE GLÚCIDOS
ESTRUCTURA DE LÍPIDOS
TEMA 2.1 – MONOSACÁRIDOS. CLASIFICACIÓN Y DERIVADOS

1 – Introducción.
Los glúcidos pueden definirse como polihidroxialdehídos o polihidroxicetonas. Su abundancia en la
materia orgánica se debe a su gran abanico de funciones: energética (glucosa, fructosa-6P, glucógeno,
almidón…); estructural (ribosas de ácidos nucleicos, peptidoglicanos, celulosa, quitina); lubricantes
(ácido hialurónico); anticoagulantes (heparina); reconocimiento molecular e interacción con células del
entorno (glucolípidos, glucoproteínas…). Existen tres clases principales, en función del número de
unidades: monosacáridos, oligosacáridos (2-10u) y polisacáridos (+10u).

2 – Monosacáridos. Estructura y propiedades químicas.


Azúcares monoméricos simples, de fórmula química (CH2O)n, siendo n = 3/7 (evitando compuestos
como el formaldehído: CH2=O). Según su número de carbono se clasifican en triosas, tetrosas, pentosas,
hexosas y heptosas. Según su grupo funcional diferenciamos aldosas y cetosas.
Triosas.
Existen dos: gliceraldehído y dihidroxiacetona, ambas con la misma fórmula química (C3H6O3), es decir,
son isómeros, concretamente tautómeros (isómeros estructurales). Pueden convertirse el uno en el
otro a través de un intermediario inestable: el enediol.
En la proyección de Fischer del gliceraldehído, podemos observar el carácter quiral o asimétrico de C2,
puesto que tiene 4 sustituyentes diferentes. La presencia de este carbono determina la existencia de
estereoisómeros (misma fórmula química y estructura molecular, pero distinta orientación espacial de
los átomos). En el caso del gliceraldehído, diferenciamos dos estereoisómeros configuracionales de tipo
enantiómero (imágenes especulares), diferenciando el D-gliceraldehído (-OH a la derecha del carbono
quiral más alejado del grupo funcional) y L-gliceraldehído.
En general, una molécula con n centros quirales, puede tener 2n estereoisómeros. En los organismos
vivos, domina la forma D de los monosacáridos. No confundir estereoisómeros D/L con dextrógiros
(desvían un haz de luz polarizada hacia la derecha) y levógiros.
Tetrosas.
Pueden tener más de un carbono quiral, lo que hace que existan tanto los enantiómeros (isómeros
especulares), como los diastereómeros (no son isómeros especulares, pero sí tienen la misma fórmula
química y estructura molecular), como es el caso de la eritrosa y la treosa, cada uno de ellos con sus
propios enantiómeros. Además, podemos encontrar entre los cuatro enantiómeros un total de 4
epímeros, que son aquellos pares de azúcares que difieren tan solo en la configuración de un carbono
quiral. Las formas cetosa y aldosa son interconvertibles. Las tetrosas son:
 Aldosas: (0) Eritrosa; (1) Treosa.
 Cetosas: (0) Eritrulosa.
Pentosas.
Las aldopentosas tienen 3 carbonos quirales, habiendo 8 estereoisómeros; y las cetopentosas tienen 2
carbonos quirales, habiendo 4 estereoisómeros.
Todos los monosacáridos con cinco o más carbonos suelen encontrarse en disolución acuosa en forma
cíclica, en las que el grupo carbonilo (-C=O) forma un enlace covalente con el oxígeno de un grupo
hidroxilo de la misma cadena de la misma cadena, dando lugar a los hemiacetales (aledehídos) y
hemicetales (cetonas). Esta formación de anillo hemiacetálico en una aldopentosa puede dar lugar a dos
tipos de anillos: una forma furano (enlace C1-C4), con forma pentagonal; o una forma pirano (C1-C5).
Estas estructuras cíclicas contienen un carbono asimétrico adicional (carbono anomérico), y pueden
existir por tanto dos formas estereoisoméricas, los llamados anómeros: α, si el grupo hidroxilo del
carbono anomérico está por debajo del plano del azúcar ciclado, y β si está por encima. Los hidroxilos
situados a la derecha en una proyección de Fischer se muestran por debajo del anillo en Haworth.
La distribución entre las formas piranosa y furanosa depende de la estructura concreta, del pH, la
composición del disolvente, la temperatura, y de si forman o no parte de un polisacárido. Así, la D-ribosa
en disolución está formada por una mezcla de furanos y piranos. Sin embargo, en los polisacáridos
biológicos, se estabilizan formas específicas. El ADN contiene ribofuranosa, paredes celulares piranosas.
Las proyecciones de Haworth no describen de manera exacta la estructura tridimensional de estas
moléculas, debido a los ángulos C-C (109o), C-O (118o), y diversos plegamientos del anillo. Aparecen así
los isómeros conformacionales (pueden interconvertirse con una simple deformación de la molécula,
sin necesidad de romper o formar enlaces). En estos casos son la forma de silla, forma de bote, y las
conformaciones endo: en un plano definido por el oxígeno y sus carbonos adyacentes (1 y 4), la forma
C2-endo presenta el carbono 2 por encima de dicho plano, e igual en la forma C3-endo. Las pentosas:
 Aldosas: (0) Ribosa; (1) Arabinosa; (2) Xilosa; (1,2) Lixosa.
 Cetosas: (0) Ribulosa; (1) Xilulosa.
Hexosas.
Monosacáridos de seis carbonos. Las aldohexosas tienen cuatro centros quirales (dieciséis
estereoisómeros en ocho pares de enantiómeros), y las cetohexosas tienen tres carbonos quirales
(cuatro pares de enantiómeros). Las más frecuentes son glucosa y fructosa. En condiciones fisiológicas,
se encuentran en forma de anillo, furano o pirano, α o β.
Las hexosas prefieren la estructura piranosa cuando están en disolución acuosa, incluida la fructosa,
aunque se en su origen biológico más frecuente (disacárido sacarosa), se encuentra en furano.
Las principales conformaciones son la silla, más estable, y el bote, menos favorecido. En ambos casos
puede definirse un eje molecular perpendicular al plano central de la molécula, clasificando los enlaces
de los sustituyentes en los carbonos como axiales (a, paralelos al eje) o ecuatoriales (e, perpendiculares
al eje). En la mayoría de casos, la forma de silla es la más estable porque los sustituyentes en los enlaces
axiales tienden a estar más apiñados en la forma de bote. Las hexosas:
Aldosas: (0) Alosa; (1) Altrosa; (2) Glucosa; (3) Gulosa; (1,2) Manosa; (1,3) Idosa; (2,3) Galactosa; Talosa
Cetosas: (0) Psicosa; (1) Fructosa; (2) Sorbosa; (1,2) Tagatosa.
Heptosas.
Existen en la naturaleza monosacáridos con siete y todavía más carbonos, pero la mayor parte de ellos
son de escasa importancia. No obstante, una heptosa, la sedoheptulosa, desempeña un cometido
importante en la fijación del CO2 en la fotosíntesis.
3 – Derivados de los monosacáridos.
Desoxiazúcares.
Se forman por la pérdida de un átomo de oxígeno, como ocurre con la ribosa y desoxirribosa.
Ésteres fosfato.
Son importantes en muchas rutas metabólicas, resultado de la fosforilación de monosacáridos (ATP,
AMP…). Según sus energías libres de hidrólisis del estado estándar (∆G0’< 0, reacción exotérmica
espontánea), pueden comportarse como compuestos activados en muchas reacciones metabólicas,
dado que su hidrólisis es termodinámicamente favorable. Con unos pKa de 1-2 y 6-7, se presentan como
monoaniones y dianiones en condiciones fisiológicas. Algunos importantes son: D-Gliceraldehído-3-
fosfato, β-D-Glucosa-1-fosfato, β-D-Glucosa-6-fosfato, α-D-Fructosa-6-fosfato.
Ácidos y lactonas.
Son resultado de oxidaciones, que pueden ser químicas (reacción de Fehling, Cu2+), oxidándose el
carbono carbonílico a carboxílico, y produciendo ácidos aldónicos (ácido glucónico, GlcA), y
produciendo un precipitado rojo, utilizado antiguamente para detectar exceso de azúcar en orina. Los
azúcares capaces de reducir iones férricos o cúpricos se llaman azúcares reductores.
También pueden ser enzimáticas, produciendo lactonas y ácidos urónicos (ácido glucurónico, GlcUA).
Alditoles.
Se forman por la reducción del carbonilo, resultando polialcoholes como el eritritol (D-eritrosa),
D-Manitol (D-Manosa) y D-Glucitol o sorbitol (D-Glucosa). Cuando el sorbitol se acumula en el cristalino
del ojo en personas con diabetes puede provocar la formación de cataratas.
Aminoazúcares.
Derivados aminados de azúcares simples. Destacan la β-D-Glucosamina (GlcN), de la cual derivan la
β-D-N-Acetilglucosamina (GlcNAc), el ácido murámico (Mur), y el ácido N-acetilmurámico (MurNAc o
NAM), importantes en polisacáridos; y la β-D-Galactosamina (GalN), de la cual derivan la β-D-N-
Acetilgalactosamina (GalNAc) y el ácido N-acetilneuramínico o siálico (NeuNAc o Sia).
Glucósidos.
Enlace glucosídico (éter) entre el hidroxilo del carbono anomérico de un monosacárido cíclico y el
hidroxilo de otro compuesto, como el metil-α-D-Glucopiranósido. Algunos glucósidos tóxicos son la
ouabaína, que inhibe la acción de las enzimas que bombean Na+ y K+ a través de la membrana, utilizada
en la actualidad como tratamiento de trastornos cardíacos; y la amigdalina, en las almendras amargas,
que produce cianuro de hidrógeno (HCN) por hidrólisis.
4 – Disacáridos.
Oligosacáridos más simples, y de mayor importancia biológica. Dos monosacáridos unidos por enlace
O-Glucosídico. Se diferencian en los monómeros que los forman, los carbonos que los unen, si son o no
reductores (reacción de Fehling, carbono anomérico libre) y en la configuración anomérica del C1
(reconocimiento enzimático).
En cuanto a la nomenclatura, se empieza por el extremo no reductor, utilizando abreviaturas. Se
designan los anómeros y enantiómeros, y se utilizan los sufijos p y f (pirano y furano). Se indican los
carbonos entre los que se forman los enlaces. Así, los disacáridos más importantes son:
 Maltosa (α-D-Glcp (1-4) α-D-Glcp): presente en el almidón y glucógeno (plantas y animales).
 Celobiosa (β-D-Glcp (1-4) β-D-Glcp): presente en la celulosa (plantas).
 Gentiobiosa (β-D-Glcp (1-6) β-D-Glcp): en glucósidos vegetales y algunos polisacáridos.
 Trehalosa (α-D-Glcp (1-1) α-D-Glcp): función energética en levaduras, hongos, insectos…
 Sacarosa (α-D-Glcp (1-2) β-DFruf): función energética en plantas (fotosíntesis).
 Lactosa (β-D-Galp (1-4) β-D-Glcp): función energética en animales.

5 – Polisacáridos. Estructura y propiedades.


Azúcares formados por múltiples unidades de monosacáridos, diferenciando homopolisacáridos (un
solo tipo de monosacárido) y heteropolisacáridos. Sus cadenas crecen hasta longitudes aleatorias.
Diferenciamos polisacáridos de almacenamiento y estructurales.
Polisacáridos de almacenamiento.
Son todos polímeros de α-D-glucopiranosa. La amilosa (lineal, enlaces α(1-4), estructura secundaria
helicoidal) y la amilopectina (enlaces α(1-4) y ramificaciones α(1-6), menos frecuentes) forman el
almidón (plantas, gránulos intracelulares). El glucógeno (enlaces α(1-4) y ramificaciones α(1-6), más
frecuentes y más cortas, mayor peso molecular) se encuentra en tejido muscular y hepático animal.
Su estructura permite almacenar grandes cantidades de glucosa sin aumentar la presión osmótica
celular, degradándose cuando se necesita por enzimas específicos en sus extremos no reductores (muy
frecuentes en los ramificados). La amilosa, con un único extremo no reductor, se utiliza a largo plazo.
Polisacáridos estructurales.
Las plantas no pueden sintetizar proteínas estructurales, así que utilizan polisacáridos.
La celulosa (polímero lineal D-glucosa, enlaces β(1-4)) se encuentra en forma de cadenas extendidas en
un plano, unidas por una red de enlaces de hidrógeno, en las paredes celulares de las células vegetales
(también en invertebrados marinos). El humano no dispone de enzimas que catalicen la ruptura de estos
enlaces β(1-4), a diferencia de rumiantes como las vacas.
La quitina es un homopolímero de β-D-N-Acetilglucosamina (GlcNAc), unidos por enlaces β(1-4). Su
función mejor conocida es como estructura del exoesqueleto en artrópodos y moluscos.
6 – Glicosaminoglicanos y proteoglicanos. Estructura y función.
Las moléculas que contienen glúcidos específicos actúan como transportadores de información, que en
la mayor parte de los casos están unidos a proteínas o lípidos, formando un glucoconjugado, cuyos tres
tipos principales son: proteoglicanos, glicoproteínas y glicolípidos. Para estudiar a los proteoglicanos es
necesario conocer los glicosaminoglicanos.
Glicosaminoglicanos (GAGs).
Heteropolisacáridos no ramificados compuestos por disacáridos, siempre con un monómero de
aminoazúcar (GlcNAc o GalNAc), y al menos uno de ellos con un grupo carboxilato (-COO-) o sulfato
(-SO3-), por lo que su carga neta es altamente negativa a pH fisiológico y son altamente hidrofílicos. Se
encuentran en la matriz extracelular y en la superficie de células animales.
Hay cuatro tipos principales: ácido hialurónico (GlcUA β(1-3) GlcNAc, no sulfatado, libre, en tejidos
animales y sintetizado por bacterias); condroitín sulfato (GlcUA β(1-3) GalNAc-6s β(1-4)) y dermatán
sulfato; heparán sulfato y heparina (anticoagulante, densidad de carga negativa más elevada de todas
las biomoléculas, con sulfato y carboxilato en cada uno de los monómeros); y queratán sulfato (Gal β(1-
4) GalNAc-6s β(1-3)), estos últimos sulfatados y limitados al tejido animal.
Sus elevadas cargas negativas impiden que puedan compactarse, ocupando un enorme volumen en
relación a su masa. Captan numerosos cationes, que debido a su necesidad de solvatación, acumulan
grandes volúmenes de agua en la matriz extracelular, generando una turgencia que capacita a la matriz
para oponerse a fuerzas de compresión (articulaciones, rodillas…). Facilitan la difusión de moléculas
hidrosolubles y la migración celular. Sus interacciones suelen ser de carácter iónico.
Proteoglicanos.
Proteínas (10%) unidas covalentemente a al menos una cadena de GAGs (90%), siendo mucho más
largos y grandes que las glicoproteínas. Su composición es muy variable. La mayoría son componentes
de la matriz extracelular, pero también los hay unidos a las membranas (proteína integral) y
constituyendo gránulos de secreción, empaquetando y acumulando moléculas de secreción. Funciones:
 Adhesión celular. En las superficies celulares, como la fibronectina, con sitios de unión a la matriz.
 Ensamblaje de la matriz. Unen unos componentes a otros al asociarse a proteínas extracelulares,
estabilizando la matriz extracelular, como el colágeno.
 Criba selectiva. Al formar los GAGs geles de tamaño de poro y densidad de carga diferentes, pueden
regular el tráfico de moléculas y células en función de su tamaño o carga (perlecano en el
glomérulo).
 Señalización química entre células. Se unen a diversas moléculas señalizadoras, como factores de
crecimiento proteicos, modifican su actividad (fc fibroblástico, heparán sulfato).
 Regulación de la actividad de proteínas de secreción. En vesículas de secreción, se unen a las
proteasas y sus inhibidores, inmovilizándolas, bloqueándolas estéricamente o impidiendo su
degradación.
 Correceptores. Los proteoglicanos de membrana colaboran en la unión de factores de crecimiento
con sus receptores en la superficie, iniciando así una respuesta intracelular.
Los GAGs y proteoglicanos se asocian formando enormes complejos poliméricos en la matriz
extracelular, como el agrecano, principal proteoglicano del cartílago, que se une de forma no covalente
al ácido hialurónico a través de una proteína de enlace, alcanzando el tamaño de una bacteria.
Además, a parte de asociarse entre sí, se asocian con proteínas fibrosas de la matriz, como el colágeno,
y con redes proteicas, como la lámina basal, formando estructuras extremadamente complejas.
7 – Peptidoglicanos. Estructura y función.
Existen bacterias grampositivas (pared celular con peptidoglicano de múltiples capas) y gramnegativas
(una sola capa de peptidoglicano cubierto por una membrana lipídica, que permite eliminar el
colorante). El peptidoglicano está formado por largas cadenas de polisacáridos formados por la
alternancia de N-Acetilglucosamina y Ácido N-Acetilmurámico, desde el que se extiende un
tetrapéptido de secuencia: (L-Ala)-(D-Glu)-(L-Lys)-(D-Ala), y a su vez desde la lisina se extiende un
pentapéptido de glicina, que se une por el otro extremo a la D-Ala terminal de una cadena adyacente.
Péptidos poco habituales, con D-aminoácidos y el D-Glu utiliza su grupo γ-COO -.
Además de esta red de peptidoglicanos, la pared bacteriana también contiene ácidos lipoteicoicos
(asociación de lípidos y oligosacáridos), que difieren de una especie a otra, y muchos son antigénicos.
Esta pared bacteriana las protege en medios hipoosmóticos, como la sangre de sus huéspedes.
Para su síntesis han de intervenir numerosos enzimas. La penicilina actúa inhibiendo la reacción de
transpeptidación, el entrecruzamiento entre el pentapéptido de glicina y el tetrapéptido unido MurNAc,
que requiere de la eliminación del segundo residuo terminal de D-Ala, que forma un complejo enzima-
sustrato con la transpeptidasa, para enlazar el pentapéptido con el tetrap de la cadena adyacente.
La estructura de la penicilina es análoga a la D-Ala terminal, uniéndose tanto a ella como al centro
activo de la transpeptidasa de forma covalente no reversible. Al inhibir la síntesis de la pared
bacteriana, se induce la muerte de la bacteria por lisis celular.
Otros antibióticos como la fosfonomicina y vancomicina actúan de manera similar. Además, han
permitido conocer el proceso de síntesis a partir del estudio de los intermediarios que inhiben.
Las lisozimas (clara de huevo, lágrimas), catalizan la hidrólisis de los enlaces glucosídicos entre GlcNAc
y MurNAc, degradando la pared celular de bacterias grampositivas.

8 – Glicoproteínas. Estructura y función de oligosacáridos asociados.


Proteínas unidas covalentemente a oligo o polisacáridos (1-60%), con una gran variedad estructural y
funcional. La glicosilación de proteínas ocurre en el lumen del retículo endoplásmico y aparato de Golgi.
Diferenciamos dos grandes grupos: unidas mediante enlaces N y mediante enlaces O.
Glicoproteínas con enlaces N-glucosídicos.
El último residuo del oligosacárico (GlcNAc o GalNAc) se une al grupo amino de la cadena lateral de un
residuo de asparagina, concretamente la que sigue la secuencia (-X-Asn-X-Ser/Thr-), donde X puede ser
cualquier aminoácido.
Los N-oligosacáridos contienen un núcleo pentasacarídico común, con tres residuos de manosa y dos
de GlcNAc, al que se unen otros azúcares de distintas formas: tipo rico en manosa, tipo complejo
(combinaciones de GlcNAc, Gal, ácido siálico y L-fucosa, derivada de la manosa)... Generalmente las
proteínas están glicosiladas por varios oligosacáridos de motivo común unidos a distintos sitios.
Los distintos tipos de inmunoglobulinas poseen un carbohidrato unido al dominio constante de la
cadena pesada, y su reconocimiento se basa, al menos en parte, en estas cadenas de oligosacáridos.
En otras proteínas circulantes en sangre, los N-oligosacáridos actúan como “relojes”, desprendiéndose
sus residuos de ácido siálico no reductores al contacto con enzimas de la pared endotelial de los vasos
sanguíneos, volviéndose así reconocibles por receptores de las células hepáticas, que internalizan estas
proteínas “viejas” para su destrucción.
Otra función de los N-oligosacáridos es el marcaje intracelular de proteínas en eucariotas, mediante
tipos determinados de oligosacáridos que determinan su destino (orgánulos, excreción…).
Glicoproteínas con enlaces O-glucosídicos.
El útlimo residuo de los O-oligosacáridos, generalmente Gal o GlcNAc, se une a un residuo de treonina
o serina de la cadena polipeptídica (en algunos casos hidroxilisna o hidroxiprolina, colágeno), en
secuencias más inespecíficas, generalmente en abundancia de serinas y treoninas (hidrofílicos).
Las mucinas de las secreciones salivares contienen muchos glicanos cortos, que aumentan la viscosidad
de los fluidos y pueden marcar a proteínas para su destino intracelular.
Lectinas y selectinas.
Algunas células presentan en su superficie una gruesa cubierta de polisacáridos llamada glucocálix, con
función de reconocimiento intercelular, para lo que necesitan de la presencia de inmunoglobulinas,
lectinas y selectinas.
Las lectinas son proteínas presentes en tejidos animales, vegetales y en microorganismos, y contienen
dos o más sitios de unión para azúcares. Intervienen en las interacciones entre células y proteínas de la
matriz para mantener la estructura, en la adherencia de bacterias y virus a células diana (heliobacter
pilori y epitelio gástrico, virus de la gripe…), en la penetración del espermatozoide en el óvulo…
Las selectinas son proteínas que median la adherencia celular en vertebrados (retorno de linfocitos a
sus lugares de origen, adherencia de leucocitos a los vasos sanguíneos en la inflamación, adhesión
específica entre neuronas…).

9 – Aplicaciones clínicas. Componentes de los grupos sanguíneos. Mucopolisacaridosis.


Oligosacáridos de los grupos sanguíneos.
En algunas células, los antígenos de los grupos sanguíneos están asociados a proteínas de membrana
mediante enlace O-glucosídico. En otros casos, el oligosacárido se une a una molécula lipídica formando
un glucolípido, cuya porción lipídica facilita el anclaje a la superficie externa del eritrocito.
La presencia de estos oligosacáridos, que determinan los grupos sanguíneos humanos, se detecta
mediante el tipaje sanguíneo, determinando si los anticuerpos contra un determinado antígeno causan
la aglutinación de los hematíes de esa muestra de sangre. Existen 14 sistemas de grupos caracterizados
genéticamente, con más de 100 antígenos diferentes. Estas moléculas también están presentes en
muchas células y tejidos a parte de la sangre.
Tomando el sistema AB0, casi todos los seres humanos son capaces de producir el oligosacárido de
tipo 0, pero el tipo A (con GalNAc) y el B (con Gal) requieren enzimas especiales. Algunos individuos, los
heterocigóticos, poseen ambos enzimas, con sangre de tipo AB. Cada uno de los grupos produce
anticuerpos contra los grupos distintos, excepto contra el 0, que no contiene determinante antigénico.
Recordar que esto también depende del Rh positivo o negativo, y que a los individuos de grupo AB no se
les transfunde sangre de otros grupos, porque los anticuerpos del donante podrían reaccionar con los
antígenos del receptor.
Mucopolisacaridosis.
Forman parte de la familia de enfermedades de depósito lisosómico, con más de treinta trastornos
diferentes causados por el déficit de determinados enzimas lisosómicos, lo que impide la degradación
de distintos productos, diferenciando mucopolisacaridosis, lipidosis, glucogenosis, mucolipidosis…
Las mucopolisacaridosis (MPS), se deben al déficit de los enzimas lisosómicos necesarios para el
catabolismo de los GAGs (mucopolisacáridos en terminología antigua), que se acumulan provocando
facies tosca, opacificación corneal, organomegalia, rigidez articular, anomalías óseas, hernias, talla corta
y en algunos casos trastorno mental. A veces, una misma deficiencia enzimática va acompañada de
fenotipos clínicos diferentes. En general, el punto de partida del diagnóstico es un análisis de GAGs en
orina, donde también son excretados, en estos casos en forma masiva. El diagnóstico definitivo debe
incluir la determinación del enzima deficitario.
Los productos de degradación del dermatán, queratán y condroitín sulfato se asocian a
manifestaciones viscerales, mientras que la acumulación de productos de degradación del heparán
sulfato causa deficiencia mental. Algunos tipos son:
 MPS IH (síndrome de Hurler). Es una de las formas más graves y se debe al déficit de
α-L-iduronidasa. Causa el fallecimiento en los primeros 10 años de vida (acumula heparán).
 MPS IS (síndrome de Hurler-Scheie). Causada por variaciones alélicas del gen del mismo enzima que
la anterior, que modifican su actividad, con alteraciones menos graves (no acumula heparán).
 MPS II (síndrome de Hunter). Ausencia de iduronato sulfatasa, codificada por el cromosoma X.
 MPS VII (síndrome de Sly). Ausencia de β-D-glucuronidasa con acumulación de dermatán y heparán.

10 – Glucolípidos.
Los glucolípidos son lípidos de membrana en los que los grupos hidrofílicos de la cabeza son
oligosacáridos que actúan como sitios específicos para el reconocimiento por proteínas.
Los gangliósidos, en eucariotas, presentan un oligosacárido complejo en su cabeza polar (ácido siálico
y otros residuos, con porciones idénticas a las de ciertas glicoproteínas, que también contribuyen a
determinar el grupo sanguíneo). La porción glucídica suele hallarse en la cara externa de la membrana.
Los lipopolisacáridos (LPS), son los principales componentes de la membrana externa en bacterias
gramnegativas (E. coli, Salmonella typhimurium…). Son las dianas principales de los anticuerpos
producidos por el sistema inmune de los vertebrados en respuesta a la infección bacteriana,
determinando el serotipo de las cepas bacterianas. Algunos son tóxicos para los humanos y otros
animales, como ocurre en el shock tóxico que se produce cuando bajan la presión sanguínea.
TEMA 2.2 – LÍPIDOS

1 – Clasificación, estructura y propiedades generales de los lípidos.


Los lípidos son moléculas apolares o anfipáticas, poco o nada solubles en agua, y solubles en solventes
orgánicos. Están constituidos por un componente hidrófobo (ácidos grasos, esfingosina, glicerina…) y un
componente hidrófilo (fosfato, etanolamina, colina, serina, inositol…). Sus principales funciones son la
reserva energética, estructural en las membranas, cofactores enzimáticos, transportadores electrónicos,
hormonas, mensajeros intracelulares… Diferenciamos lípidos relacionados y no relacionados con ácidos
grasos.

2 – Ácidos grasos.
Los ácidos grasos son ácidos carboxílicos de cadena larga (4-36C), muy reducidos, que normalmente
forman parte de los lípidos, y pueden unirse a otras moléculas mediante enlaces éster, y a veces enlaces
amida. Son menos solubles en agua a medida que aumenta la longitud de la cadena y disminuye el
número de dobles enlaces, y tienen un pKa = 4’8 +-, por lo que en un medio neutro o alcalino, la
disociación es completa. Según la naturaleza de la cadena carbonada, se clasifican en saturados (sin
dobles enlaces, más abundantes en grasas animales) e insaturados (con dobles enlaces, más
abundantes en grasas vegetales y más saludables); además pueden ser lineales, ramificados o cíclicos, y
pueden contener sustituyentes hidroxilo u oxo.
Existen tres ácidos grasos esenciales de carácter poliinsaturado, que deben ser ingeridos en la dieta:
ácido linoleico (C18:29,12 – Omega 6); ácido linolénico (C18:39,12,15 – Omega 3); y ácido araquidónico
(C20:45,8,11,14 – Omega 6).
Los ácidos grasos más abundantes son los lineales con un número par de átomos de carbono,
generalmente entre 12 y 24, destacando el ácido palmítico (C16:0, lineal, muy abundante en aceite de
oliva); ácido esteárico (C18:0, lineal); ácido palmitoleico (C16:19, doble enlace en cis, típico en aceites
vegetales); y ácido oleico (C18:19 – Omega 9, doble enlace en cis, mayoritario en aceite de oliva).
Los ácidos grasos insaturados tienen propiedades inherentes al doble enlace: la adición de hidrógeno
permite el endurecimiento de las grasas (conversión de aceites en margarinas); o la autooxidación del
doble enlace en ácidos grasos poliinsaturados con el oxígeno del aire.
En cuanto a la nomenclatura, se indica el número de carbonos tras una “C”, y el número de dobles
enlaces y sus posiciones tras los dos puntos. También puede concretarse si son cis/trans. El sistema
“Omega”, al contrario que el anterior, toma como carbono 1 el más alejado del grupo carboxílico, y solo
tiene en cuenta la posición del primer doble enlace.

3 – Lípidos relacionados con ácidos grasos.


Son lípidos que, por hidrólisis, liberan ácidos grasos o productos emparentados metabólicamente con
ellos. Diferenciamos cinco grupos: alcoholes superiores y ceras, glicéridos simples, fosfoglicéridos,
esfingolípidos e icosanoides.
Alcoholes superiores y ceras.
Por reducción del grupo carboxilo se obtienen monoalcoholes de cadena larga, llamados alcoholes
superiores (ácido palmítico – hexadecanol). En la naturaleza se encuentran formando ésteres con el
glicerol, o ceras, ésteres de alcoholes con ácidos grasos (panales de abejas, hidrofobicidad…).
Glicéridos simples.
Son lípidos con ácidos grasos, aldehídos grasos o alcoholes grasos unidos al glicerol. Según el número
de hidroxilos sustituidos en el glicerol diferenciamos mono, di y triglicéridos (grasas neutras), de las que
proceden la mayor parte de ácidos grasos de la dieta. Lo más normal es que sus ácidos grasos sean
diferentes. Los aldehídos se unen por enlaces alquenil-éter, y los alcoholes por enlaces éter.
Los triacilgliceroles, junto con otros lípidos, constituyen las grasas (sólidas a temperatura ambiente), y
los aceites (más líquidos cuantas más insaturaciones tengan). Estos triacilgliceroles, neutros o apolares,
se almacenan en el citosol de los adipocitos como combustible metabólico, y si se almacenan bajo la piel
también sirven de aislamiento térmico.
En cuanto a su nomenclatura, se asigna un número a cada sustituyente del glicerol: 1-palmitil, 2-oleil,
3-estearil-glicerol. La unión de cada sustituyente rompe el plano de simetría inicial del glicerol,
apareciendo isómeros enantiomorfos (el C2 se convierte en asimétrico).
Las sales de Na+ o K+ de los ácidos grasos son anfipáticas y se llaman jabones. Debido a la polaridad del
grupo carboxilo, son muy miscibles en agua, especialmente los de elementos químicos alcalinos. En
general, en medio acuoso adoptan estructuras micelares, las cuales pueden secuestrar en su interior
grasas neutras (triglicéridos), por lo que se dice que tienen poder detergente. El problema es que estos
jabones precipitan en presencia de cationes divalentes como el calcio.
La saponificación consiste en la hidrólisis de glicéridos simples con bases fuertes como la sosa (NaOH)
o la potasa (KOH), proporcionando una mezcla de sales de ácidos grasos o jabones (sales sódicas, sales
potásicas…) y glicerina o glicerol.
Fosfoglicéridos.
También denominados glicerofosfolípidos, son los característicos de las membranas biológicas, y
constan de dos ácidos grasos unidos al glicerol, formando un 1,2-diacilglicerol, y un tercer hidroxilo
esterificado con el ácido fosfórico (ácido fosfatídico esterificado con alcoholes de moléculas polares).
Tienen un marcado carácter anfipático. Además, en la parte polar pueden coexistir la carga negativa del
fosfórico con la positiva de un amonio, con un ion “zwitterion” interno, dando lugar a una estructura
doblemente dipolar, que permite la formación de las membranas biológicas. Los más comunes son:
 Etanolamina (fosfatidiletanolamina): -CH2-CH2-NH3+
 Colina (fosfatidilcolina): -CH2-CH2-N(CH3)3+
 Serina (fosfatidilserina): -CH2-CH-(COO-)-(NH3+)
 Glicerol (fosfatidilglicerol): -CH2-CH(OH)-CH2OH
 Fosfatidilinositol, cardiolipina…
Existen distintas fosfolipasas que hidrolizan selectivamente los enlaces de los fosfoglicéridos: las
fosfolipasas A1 y A2 (hidrolizan el ácido graso del carbono 1 o 2, dando lugar a lisofosfoglicéridos); la
fosfolipasa C (libera diglicéridos); y la fosfolipasa D (separa el ácido fosfatídico del resto).
En los fosfoglicéridos, ocasionalmente hay un radical alquilo (-O-CH2-CH3) o un radical alquenilo (-O-
CH=CH2) sustituyendo al radical acilo (ácido graso), y al formarse los fosfoglicéridos aparecen (con acción
hemolítica) el monoalquil-monoacil-fosfoglicérido (factor activador plaquetario), hormona que
estimula la agregación de plaquetas y la liberación de la serotonina que contienen; y el monoalquenil-
monoacil-fosfoglicérido (plasmalógeno del tejido cardiaco y nervioso).
Esfingolípidos: ceramidas, esfingolípidos y glucoesfingolípidos.
Son lípidos cuya base estructural es la esfingosina, también llamada esfingenina, de marcado carácter
anfipático, compuesta por un monoacilglicerol, y un extremo polar de tres carbonos con dos funciones
hidroxilo y una amina. La esfingonina es igual que la esfingenina, pero sin doble enlace en la cadena
hidrofóbica lateral. Hay tres grandes tipos:
 Ceramidas: la esfingosina se presenta unida a un ácido graso mediante un enlace amida con el grupo
amino, y es la unidad estructural fundamental de los esfingolípidos. Se encuentran formando parte
de las membranas biológicas.
 Esfingofosfolípidos: son fosfolípidos, y los más abundantes son análogos de la fosfatidilcolina
(ceramido-fosforil-colina, como la esfingomielina, abundante en la membrana de las células de
Schwann); y de la fosfatidiletanolamina (ceramido-fosforil-etanolamina).
 Glucoesfingolípidos: lípidos complejos formados por una ceramida (con un ácido graso
generalmente de cadena muy larga: cerebrónico, nervónico…), unida a un mono u oligosacárido por
enlaces o-glucosídicos. Funcionan como antígenos de reconocimiento tisular y se clasifican en:
 Cerebrósidos: los más frecuentes contienen una molécula de galactosa (galactocerebrósidos,
abundantes en el cerebro), glucosa (glucocerebrósidos, abundantes en tejidos no nerviosos);
unidas al grupo alcohol libre de la ceramida por enlace O-Glucosídico. Otras veces contienen
oligosacáridos con varias moléculas de hexosa en secuencia lineal. Por hidrólisis del enlace amida
de los cerebrósidos se obtienen las llamadas psicosinas. En el cerebro, se encuentran a veces
cerebrósidos esterificados con ácido sulfúrico a través del azúcar, dando origen a los sulfolípidos.
 Gangliósidos: suelen contener ácidos siálicos en su parte glucídica, a menudo ramificada. Son
abundantes en células ganglionares y eritrocitos. El gangliósido GM2, abundante en el cerebro,
se acumula en cantidades enormes en patologías como la enfermedad de Tay-Sachs. Los grupos
sanguíneos humanos, vienen determinados por los grupos glucídicos de este tipo de moléculas
en las membranas del eritrocito.
Eicosanoides: prostaglandinas, tromboxanos y leucotrienos.
Se sintetizan a partir de ácidos grasos poliinsaturados, especialmente el araquidónico, y actúan como
compuestos de tipo hormonal cerca del lugar de secreción.
 Prostaglandinas (PG): se consideran derivadas de un hipotético ácido prostanoico (20C) con un
anillo pentagonal. Se conocen unos 20 tipos, con función reguladora de la acción hormonal en la
mayoría de tejidos corporales. Desencadenan la contracción de la musculatura lisa, regulan la
coagulación sanguínea y producen fiebre e inflamación. También actúan como vasodilatadoras de
las arterias coronarias e impiden la agregación plaquetaria.
 Tromboxanos (TX): poseen un anillo piranósico y son secretados por plaquetas y otros tejidos. El
TXA2, sintetizado en plaquetas, tiene efectos opuestos a la prostaciclina (contrae las arterias y
desencadena la agregación plaquetaria, regulando así la coagulación sanguínea).
 Leucotrienos (LT): poseen tres dobles enlaces conjugados en su estructura y son secretados por
leucocitos. Están relacionados con la quimiotaxis y las reacciones inflamatorias y alérgicas. También
producen constricción bronquial. El LTB4 atrae a neutrófilos y eosinófilos al lugar de inflamación.
4 – Lípidos no relacionados con ácidos grasos.
Son aquellos lípidos que por hidrólisis no liberan ácidos grasos. Se clasifican en isoprenoides (derivados
del isopreno), y lípidos pirrólicos.
Isoprenoides.
 Terpenoides: moléculas formadas por condensación de unas pocas unidades de isopreno unidas a
un ciclohexano. Son frecuentes en aceites vegetales esenciales, y aunque químicamente la mayoría
son hidrocarburos, suelen contener funciones oxidadas, como las vitaminas A, E, K o coenzima Q.
 Carotenoides: 8 unidades de isopreno unen dos ciclohexanos. Constituyen muchos pigmentos
vegetales: beta-caroteno, precursor de la vitamina A (zanahoria); licopeno (tomate)… En animales se
almacenan en el tejido adiposo, coloreando la piel. La cantaxantina se utiliza como bronceador de
administración oral (tomate), la luteína da lugar al color amarillo del cuerpo lúteo…
 Esteroides: isoprenoides relacionados estructuralmente con el cilopentanoperhidrofenantreno,
también llamado esterano, al que se unen diversos grados de deshidrogenación y cadenas laterales.
Hay múltiples posibilidades de isomería cis/trans, y sus funciones biológicas están muy relacionadas
con esta estructura espacial. Hay tres grupos: esteroles (precursor colestano, C27); sales biliares
(prec. colano, C24); y hormonas esteroideas (prec. pregnano, C21, androstano, C19 y estrano, C18).
Esteroles. Con un grupo hidroxilo y un mínimo de 27C. Modifican la fluidez de las membranas
biológicas. También se hallan en los lípidos de reserva como ceras esteroideas (esterificados con ácidos
grasos). Los más importantes son el ergosterol (vegetales) y el colesterol (animales), con una forma no
esterificada formando parte de las membranas celulares, y formas esterificadas como medio de
almacenamiento y transporte.
El colesterol de la dieta o sintetizado en el hígado es transportado por lipoproteínas en el suero, y
asimilado por las células como colesterol de reserva gracias a los receptores de lipoproteínas LDL. El
colesterol total en suero engloba todo el colesterol de las distintas lipoproteínas (70% LDL, 30% HDL; de
los cuales 35% forma parte de sus membranas, y el 65% está esterificado con ácidos grasos).
La aterosclerosis consiste en la obstrucción arterial por la acumulación de colesterol y sus ésteres en las
paredes (llegada macrófago, muerte…), y está relacionada con la concentración de LDL. La
concentración de colesterol plasmático aumenta cuando la dieta es rica en ácidos grasos saturados, y al
revés con insaturados. Esto parece deberse a que las grasas insaturadas alteran la síntesis endógena y la
reserva intracelular de colesterol, regulando la transcripción del gen receptor LDL (las células reciben
más colesterol de la sangre).
Sales biliares.

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