Bioquímica: Módulo I
Bioquímica: Módulo I
Bioquímica: Módulo I
MÓDULO I
Calor específico.
El calor específico se define como el número de calorías que deben suministrarse a 1 gramo, para que
eleve su temperatura 1 grado, en condiciones normales (25oC y 1atm). El agua presenta un elevado
calor específico (1cal/g), lo que le permite absorber o desprender grandes cantidades de calor sin
experimentar grandes cambios de temperatura. Así, actúa en el organismo como un mecanismo tampón
de temperatura.
Calor latente. Puntos de cambio de estado.
El calor latente es la energía requerida por la sustancia para cambiar de fase (la energía en forma de
calor se invierte en lograr el cambio de fase, por lo que no modifica la temperatura de la sustancia, sí
del medio). El agua presenta unos elevados calores latentes de fusión (80cal/g) y de vaporización
(540cal/g). Al sudar, el elevado calor latente de vaporización del agua le permite actuar como un
mecanismo amortiguador de temperatura, puesto que absorbe calor evaporándose.
Los puntos de ebullición, fusión y congelación están basados en la formación o rotura de enlaces
debido a la temperatura, y son de 100 y 0 oC.
Conductividad térmica y eléctrica.
El agua tiene una gran conductividad térmica gracias a la formación y rotura constante de puentes de
hidrógeno, que transmiten rápidamente la energía cinética de unas moléculas a otras. Sin embargo,
presenta una pobre conductividad eléctrica, siendo las sustancias cargadas disueltas en ella las que
realmente conducen los electrones.
La densidad es muy estable y varía poco con los cambios de temperatura y presión (0’917-1).
Tensión superficial.
La tensión superficial es la propiedad que permite a las moléculas del agua de la superficie formar un
mayor número de puentes de hidrógeno entre ellas. Casi todas las distancias disueltas en agua son
capilarmente activas (tienden a disminuir el número de puentes de hidrógeno, menos tensión
superficial), lo que facilita la ósmosis intercelular. La tensión superficial depende también de las
sustancias en contacto con la superficie acuosa, como ocurre en el epitelio alveolar…
Presión osmótica.
La ósmosis es el paso de un disolvente por una membrana semipermeable hacia zonas de mayor
concentración de soluto. Cuanto mayor es la concentración de agua, más rápida es su difusión. La
presión osmótica es la presión hidrostática que se requiere aplicar a una disolución para detener el flujo
neto de agua a través de una membrana, lo que depende de la concentración de solutos.
La concentración de una disolución puede expresarse en términos de osmolaridad (número de moles de
partículas que contribuyen a la presión osmótica) osmol/litro. Las membranas celulares actúan como
membranas de diálisis (permiten el paso de solutos), aunque las macromoléculas, con sus numerosos
grupos ionizables (que interactúan con iones celulares de cargas opuestas), no pueden atravesarla.
Esto provoca una asimetría sobre las superficies de la membrana (mayor concentración intracelular de
iones inorgánicos), que da lugar al “potencial de membrana” (conducción eléctrica, transporte activo,
pasivo…). Este llamado efecto Donnan causa una tendencia a que la célula se hinche por la entrada de
agua como consecuencia de la presión osmótica, por lo que las células deben regular su osmolaridad.
Dos soluciones con la misma presión osmótica son isotónicas. Una célula en un medio hipotónico
absorbe agua (hemolisis eritrocitos en agua pura), y en una disolución hipertónica se encogen
(crenación de los eritrocitos).
INTERACCIONES DE LAS BIOMOLÉCULAS EN MEDIO ACUOSO 6
Interacciones hidrófobas.
Los grupos apolares tienden a asociarse en el agua, no porque tengan afinidad entre sí, sino porque el
agua las excluye formando puentes de hidrógeno a su alrededor. La “libertad” de las moléculas de agua
para formar puentes de hidrógeno en la superficie de las moléculas apolares es menor que en el agua
pura, estando más ordenadas que en el resto de la disolución, produciendo una disminución de
entropía. En el caso de haber dos moléculas apolares, acabarán juntándose en una, cuya superficie
será menor que la suma de las dos por separado, requiriendo así menos moléculas de agua en torno a
ella Se produce de esta forma un aumento de entropía global en la disolución, con un “orden aparente”
que junta las moléculas apolares. Una vez juntas, las sustancias apolares se mantienen unidas mediante
fuerzas de Van der Waals. Las interacciones hidrófobas son la fuerza principal que dirige el plegado de
macromoléculas proteicas, la unión de los sustratos a las enzimas, y la formación de las membranas
celulares externas y compartimentos.
Disolvente de moléculas anfipáticas y polares. Agua de solvatación.
Su carácter dipolar y su capacidad de formar puentes de hidrógeno hacen del agua una molécula muy
reactiva, capaz de solubilizar moléculas anfipáticas (pueden formar micelas en solución acuosa), así
como moléculas polares (tanto con carga neta como sin ella), en un fenómeno denominado
solvatación. La constante dieléctrica del agua es 80 (disminuye la fuerza de las interacciones
electrostáticas unas 80 veces respecto al vacío), por lo que las interacciones polares no covalentes
quedan disueltas en el agua (NaCl…). Esta D permite que puedan tener lugar los fenómenos
fundamentales: ósmosis, transporte… siendo esencial para la vida. Sin embargo, la capacidad disolvente
del agua presenta una limitación, ya que debilita las interacciones necesarias entre moléculas polares,
lo cual los seres vivos han resuelto creando microambientes moleculares libres de agua, en los que las
interacciones polares revisten una fuerza y especificidad máximas.
Electrolito débil, concepto de pH.
El agua es un electrolito débil debido a la pequeña masa de los átomos de hidrógeno y a que el único
electrón que poseen se halla fuertemente retenido por el oxígeno, dando lugar a un pequeño ion
dipolar. Al disociarse, genera el mismo catión que los ácidos y el mismo anión que las bases: sustancia
anfótera o anfolito (puede comportarse como un ácido débil, o una base débil).
El equilibrio de disociación en el agua está muy desplazado hacia la izquierda, con concentraciones de
H+ y OH- muy pequeñas (una de cada 107 moléculas ionizadas a 25oC). La información acerca de la
disociación del agua se obtiene a través de medidas de conductividad, debida a la presencia de iones
disueltos: concentración de iones H+ y OH- = 10-7M a 25oC.
En agua pura a 25oC la M=55’55 (g/PM ÷ V), que es prácticamente constante. Aplicando la Ley de Acción
de Masas al equilibrio obtenemos la constante de equilibrio (Keq) para la ionización reversible del agua
a 25oC: 1’8 x 10-16M.
En el agua pura existen concentraciones exactamente iguales de H+ y OH- , la solución es neutra, por lo
que la concentración de ambos iones es 10-7M (sabiendo que el producto iónico del agua (Kw) es
10-14M2). Cuando el agua no es pura, conociendo una de las concentraciones puede deducirse el
carácter ácido-básico de la disolución. Se ha escogido la concentración de protones como patrón de
medida, y para hacer su valor numérico, se expresa como el exponente de la potencia de 10 cambiado
de signo: pH = -log(H+), grado de acidez de la disolución. También existe el pOH, o basicidad de la
disolución, y la suma de ambos siempre es 14. En las disoluciones ácidas los valores de pH son inferiores
a 7, y en disoluciones alcalinas al contrario.
7 INTERACCIONES DE LAS BIOMOLÉCULAS EN MEDIO ACUOSO
pH es el log(bc/a), por lo que la variación del pH producida por una base fuerte depende del valor de la
variación que genere en dicha variable.
Cuando el cociente es 1, log1 = 0, y pH = pKa, por lo que la capacidad amortiguadora del tampón es
máxima. Lo mismo ocurre con una base débil. El pKa se puede interpretar también como el valor de pH
de una disolución tampón al cual la capacidad amortiguadora es máxima. Cada par ácido base tiene su
pKa y su pKb, y la suma de estos siempre es 14.
Los valores de sal y ácido están ligados, por lo que la menor variación de pH se producirá en valores de
numerador y denominador tales que al sumar o restar una unidad a cada uno y hacer lo propio con el
otro, el cociente sal/ácido varíe lo menos posible: sal = ácido.
El punto isoeléctrico (pI) de una disolución acuosa de una base o ácido débil, también conocido como
pH isoeléctrico, es el pH donde la carga neta de la molécula es cero, es decir, el pH al cual la molécula se
presenta en forma Zwitterion.
Existen mecanismos respiratorios para mantener las concentraciones. Ante un exceso de OH-, el ácido
carbónico se disocia (HCO3- + H2O (OH- + H+)), y el ácido carbónico eliminado será reemplazado por CO2
producido en los tejidos, con una bajada de la PCO2. Esto contribuye a una disminución de la velocidad
de la respiración, para elevar la concentración de CO2 y compensar.
Ante un exceso de H+, el bicarbonato forma ácido carbónico, que se disocia en agua y CO2, lo que
provoca un aumento de PCO2, que junto con la bajada de bicarbonato provoca una respuesta en el
9 INTERACCIONES DE LAS BIOMOLÉCULAS EN MEDIO ACUOSO
centro respiratorio del sistema nervioso, y aumenta la velocidad de la respiración, eliminando más CO2.
Los riñones son capaces también de eliminar el exceso de bicarbonato y protones. Respiración y
excreción en conjunto, consiguen lograr que la relación bicarbonato / ácido carbónico no varíe, y por
tanto, no varíe el pH. Al ser un sistema abierto, es eficaz para tamponar pHs ácidos y alcalinos.
Tampón hemoglobina
Debe sus propiedades a la capacidad de disociación de hidrogeniones del grupo imidazol de histidinas
terminales de cada una de las subunidades de la hemoglobina. Importante en el control de pH del
eritrocito y plasma. La hemoglobina no puede tener unidos al mismo tiempo átomos de oxígeno y
protones en los grupos imidazol de las histidinas terminales y otros residuos. Por tanto, el aumento de
acidez en los tejidos resulta en una disminución de la afinidad por el oxígeno, lo que hace más fácil su
liberación. Cada subunidad de la hemoglobina amortigua a un protón, generalmente procedente de la
disociación de ácido carbónico en bicarbonato.
Por otra parte, en el pulmón (menor acidez, se pierde CO2 gaseoso procedente de H2CO3), la
hemoglobina reducida tiende a liberar protones (actúa como ácido), aumentando la afinidad por el O2,
cuya mayor concentración también favorece su unión a la hemoglobina. Hb completa (pKa’=7’16):
Hb4O2 + nCO2 + nH2O (tejidos) ↔ (pulmones) HbnH + nHCO3 + 4O2 (no hay cambio de pH, n=+2).
El intercambio de oxígeno por protones o al revés, tiende a amortiguar los cambios de pH producidos
por el aumento/disminución de la concentración de CO2 en tejidos o pulmones, respectivamente,
además de participar en la captación/liberación del CO2. Además, parte del dióxido de carbono se
transporta asociado a la hemoglobina formando carbamatos.
La presencia/ausencia de oxígeno en la hemoglobina afecta a las propiedades ácido/base del grupo
imidazol: la hemoglobina oxigenada es un ácido más fuerte que la hemoglobina reducida (HHb). La
oxigenación de la hemoglobina aumenta su acidez: disminuye su pK’HHb4O2 = 7’16, mientras que
pka’HHb = 7’71. Acudiendo a la ecuación de Henderson-Hasselbach: si la relación entre la base
conjugada y el ácido sin disociar varían (como no varían los porcentajes disociados y sin disociar de cada
hemoglobina: 80% Hb4O2 + H+ / 20% HHb4O2 // 80% HHb / 20% Hb + H+), la única forma de que el pH no
varíe, es que cambie el pKa. Esto es lo que consigue la hemoglobina al unirse o separarse del oxígeno,
influyendo en la unión de protones, con lo que el pH varía muy poco.
oxihemoglobina pase a hemoglobina reducida (pKa’ = 7’71): dos fenómenos opuestos, se contrarrestan.
Por otra parte, el ión HCO3- sale del eritrocito, y en su salida es intercambiado por Cl-, manteniendo
constante la carga neta del eritrocito.
Entonces, el ion bicarbonato y el eritrocito con la hemoglobina reducida son transportados por sangre
hacia los pulmones, donde ocurre el proceso exactamente inverso. Todos estos procesos ocurren sin
cambios en el equilibrio ácido-base. El mecanismo amortiguador requiere una compensación de cargas
para mantener la neutralidad eléctrica, que es cubierta por el anión Cl-.
Acidosis metabólica: disminución del pH sanguíneo por una menor concentración plasmática de
bicarbonato. Para compensar, se produce un rápido estímulo de la frecuencia respiratorio (menos
CO2, más disociación de H2CO3, más bicarbonato). Algunos ejemplos son la cetoacidosis diabética, la
cetosis del ayuno prolongado o la pérdida de bicarbonato en diarreas severas. Como tratamiento
puede administrarse bicarbonato de sodio intravenoso.
Alcalosis metabólica: aumento del pH sanguíneo por una disminución de la concentración de
hidrogeniones, con un aumento de los niveles de bicarbonato. Puede ser causada por un aumento
en las pérdidas de ácidos, como vómitos prolongados y diarreas.
Acidosis respiratoria: disminución del pH sanguíneo como consecuencia de un aumento de H2CO3,
con la acumulación de CO2 en sangre, como consecuencia de una hipoventilación o asfixia.
Alcalosis respiratoria: aumento del pH sanguíneo por una disminución de ácido carbónico, debido al
aumento del CO2 expulsado por los pulmones. Puede deberse a una hiperventilación aguda por
estímulo del centro respiratorio.
11 AMINOÁCIDOS. ESTRUCTURA Y PROPIEDADES
Los α-aminoácidos (forman proteínas), están compuestos por un carbono α enlazado covalentemente
con un H, un grupo α-amino (NH2, básico), y un grupo α-carboxilo (COOH, ácido), además de un grupo
R, variable, que confiere una particularidad química a cada aminoácido. También existen β-aminoácidos
y ϕ-aminoácidos (como el ácido GABA), con un carbono alfa unido al carboxilo, y un carbono beta o
gamma unido al grupo amino.
En cuanto a la nomenclatura, se conocen con sus nombres comunes, de los cuales derivan abreviaturas
de tres letras o de una letra.
En cuanto a la clasificación, existen criterios biológicos, químicos y nutricionales.
Los ácidos nucleicos son polímeros formados por nucleótidos (ribo / desoxirribonucleótidos). Un
nucleótido está formado por un nucleósido (aldopentosa + base nitrogenada), unido a uno o hasta 3
grupos fosfato.
Las aldopentosas son la β-D-2-desoxirribofuranosa (carece de átomo de oxígeno en el grupo -OH del
carbono 2), y la β-D-ribofuranosa. Ambos derivados de la D-ribosa.
En cuanto a las bases nitrogenadas, diferenciamos púricas (adenina y guanina) y pirimidínicas (timina,
citosina y uracilo). El ADN contiene timina y el ARN uracilo en su lugar. Estas secuencias son las
portadoras de la información genética. El azúcar y el grupo fosfato tienen función estructural.
La diferencia entre un nucleótido y su nucleósido es la ausencia del grupo fosfato unido al azúcar. Los
nucleósidos del ARN se llaman adenosina, guanosina, uridina, y citidina; y los del ARN igual, añadiendo
el prefijo desoxi, y con desoxitimidina en vez de uridina.
Como norma general, los nucleósidos se nombran con la terminación -ina y los nucleótidos con la
terminación -ilato, o con el nombre del nucleósido seguido de 5’ fosfato (desoxiadenosina,
desoxiadenilato, desoxiadenosina-5’-xfosfato). Se puede realizar una notación abreviada del ADN
(trinucleótido: pApCpG o bien pACG).
Alteraciones estructurales.
Los nucleótidos sufren alteraciones espontáneas de su estructura. En el caso del ADN, si dan lugar a
cambios permanentes en la información genética, se denominan mutaciones. Hay varias causas.
Los procesos oxidativos (peróxido de hidrógeno, radicales hidroxilo, superóxido…) pueden provocar
desde la oxidación de la desoxirribosa y las bases hasta la rotura de las hebras.
También sufren desaminación (citosina – uracilo; 5-metilcitosina – timina…), e incluso despurinación
(pérdida de la purina por hidrólisis del enlace N-glucosídico).
La radiación ultravioleta forma dímeros de timina entre residuos adyacentes de la misma hebra,
dando lugar a codos. Además, las radiaciones ionizantes (rayos X y gamma) pueden provocar la
apertura de los anillos y la fragmentación de las bases, así como roturas en el esqueleto covalente.
El ADN también puede ser dañado por reactivos químicos introducidos en el medio ambiente por la
industria, fundamentalmente desaminantes (ácido nitroso, HNO2) y alquilantes (S-
adenosilmetionina).
Algunas bases sufren con frecuencia metilación enzimática, sobre todo la adenina y la citosina. En
algunos casos se conoce su función, pero en otros todavía es desconocida. Todas las ADN metilasas
conocidas utilizan S-adenosilmetionina como dador del grupo metilo. En las células eucariotas un
5% de residuos de citidina del ADN se encuentran metilados en forma 5-metilcitidina.
Otro proceso importante es la acetilación y desacetilación de las histonas. Existen enzimas en la
célula que unen grupos acetilo (CH3-CO-) a los residuos de lisina de las histonas, reduciendo así la
carga positiva de estas proteínas, lo cual disminuye su interacción con el ADN. Entre estos enzimas
están las histona-acetiltransferasas (que introducen grupos acetilo) y las histona-desacetilasas (que
retiran los grupos acetilo).
Diferenciamos así histonas no acetiladas (cromatina más condensada, transcripcionalmente
inactiva, genes reprimidos, no se expresan) e histonas acetiladas (cromatina menos condensada,
transcripcionalmente activa, genes activos, se expresan).
15 NUCLEÓTIDOS. ESTRUCTURA Y PROPIEDADES
El esqueleto de ADN está formado por desoxirribosas ligadas por enlaces fosfodiéster entre el
hidroxilo 3’ de la desoxirribosa y el hidroxilo 5’ de la siguiente, y es constante. La parte variable es la
secuencia de bases. Las cadenas de ADN presentan polaridad, con un extremo 5’-P y otro 3’-OH libres, y
por convenio, la secuencia de bases se lee en dirección 5’-3’.
Las moléculas de ADN son muy largas para albergar el gran número de genes que contienen las células
(e. coli, cromosoma de 14 mm largo, 23 A ancho; Drosophila melanogaster, molécula 2’1 cm), pero esto
también provoca que se rompan fácilmente durante su purificación y manipulación.
El ARN es un polímero formado por ribonucleótidos (OH en C2). Posee uracilo en vez de timina. Existen
ARNm, ARNt, ARNr… Su cadena está igualmente orientada en sentido 5’-3’.
ESTRUCTURA SECUNDARIA DEL ADN 16
En 1953, James Watson y Francis Crick propusieron un modelo sobre la estructura del ADN:
El ADN está formado por dos cadenas helicoidales de polinucleótidos antiparalelas y dextrógiras
enrolladas a lo largo de un eje común, formando una doble hélice.
Las bases nitrogenadas están en el interior de la hélice, y las unidades de fosfato y desoxirribosa
están en el exterior. Los planos que contienen los pares de bases son casi perpendiculares al eje de la
hélice (88o), y los que contienen los azúcares forman ángulos casi rectos con las bases.
El diámetro de la hélice es de 23,7 Å. Los pares de bases adyacentes están separados 3’4 Å, y
desplazadas por una rotación de 34’6o. Por lo tanto, una vuelta completa de la hélice contiene 10’4
residuos y es de una altura de 35’4 Å.
Las cadenas permanecen unidas por puentes de hidrógeno entre las bases (2AT y 3CG). Además, las
bases apareadas establecen interacciones hidrofóbicas de apilamiento entre las parejas
inmediatamente por encima y por debajo de ellas, estabilizando su estructura tridimensional.
El aspecto más importante es la especificidad del emparejamiento de las bases (factores estéricos,
puentes de hidrógeno). Los enlaces que unen a la cadena un par de bases enfrentadas siempre están
separados por 10’8 Å, por lo que la anchura de la doble hélice es constante (el espacio sería insuficiente
para dos purinas, y demasiado grande para dos pirimidinas). Además, las orientaciones y distancias de
los enlaces de hidrógeno son óptimas para que se produzca una fuerte interacción entre las bases
específicas (púrico-pirimidínicas).
Este modelo fue respaldado por los estudios de Erwin Chargaff en 1950 sobre la composición de las
bases nitrogenadas del ADN de diferentes especies. Chargaff estableció las siguientes leyes:
La doble hélice presenta dos surcos, denominados mayor y menor, debido a que los enlaces
glicosídicos de cada par de bases no están dispuestos de forma diametralmente opuesta entre sí. En el
β-ADN, el surco mayor es más ancho (12 Å frente a 6 Å) y más profundo (8’5 Å frente a 7’5 Å) que el
surco menor, y tiene mayor potencial de formación de puentes de hidrógeno, lo que lo hace más
accesible a las interacciones con proteínas que reconocen secuencias específicas del ADN.
La estructura descrita por Watson y Crick, mayoritaria en condiciones fisiológicas, es la forma β-ADN,
que es la más estable. Sin embargo, el ADN puede adoptar otras formas helicoidales. Se han descrito
hasta 12 conformaciones distintas, divididas en tres familias: A, B y Z.
17 ESTRUCTURA SECUNDARIA DEL ADN
La forma A-ADN tiene una estructura más corta y de mayor diámetro que la forma B, y está favorecida
en disoluciones relativamente pobres en agua (menos del 70% de humedad relativa) o con elevada
concentración salina. Las moléculas de ARN de doble cadena y las moléculas híbridas ADN-ARN tienen
siempre estructura A.
La forma Z-ADN es una doble hélice levógira (al contrario que A y B), más larga y delgada y con un
aparente plegamiento en zig-zag. El surco menor es muy profundo. Algunos datos indican su presencia
tanto en procariotas como en eucariotas y su función parece estar relacionada con el control de la
expresión génica y la recombinación.
3 – Horquillas y cruces.
Las moléculas de ácidos nucleicos de una sola hebra pueden plegarse sobre sí mismas formando
estructuras de bases apareadas llamadas horquillas (ARNt…).
En el ADN bicatenario pueden formarse horquillas dobles, llamadas estructuras cruciformes, solo en
presencia de una secuencia palindrómica (referente a una frase que se lee igual hacia delante que hacia
atrás), que son aquellas regiones del ADN con repeticiones invertidas de la secuencia de bases con
simetría binaria. Las horquillas pueden presentar bucles (no complementarios) en sus extremos, lo que
implica que la estructura cruciforme sea menos estable que la doble hélice normal.
También existen repeticiones directas (repeticiones de secuencia en la misma dirección en la hebra) y
repeticiones especulares (la secuencia invertida se encuentra en la misma hebra). En este caso no se
forman horquillas o estructuras cruciformes.
El modelo de Watson y Crick creó una gran expectación entre los genéticos de la época:
La estructura sugería una forma obvia para la duplicación o replicación de cada molécula a través de la
complementariedad de bases, lo que hasta entonces había sido un misterio.
Además, la estructura hace pensar que quizás la secuencia de nucleótidos en el ADN es la que determina
la secuencia de aminoácidos de la proteína codificada por un gen.
Esto abrió las puertas para explicar la replicación del material hereditario y la síntesis de proteínas,
madurando la idea de lo que se convertiría en el Dogma Central de la Biología Molecular:
ADN (d) -> (transcripción)(retrotranscripción)<- ARN (d) -> (traducción) -> Proteínas
Los puentes de hidrógeno y las interacciones hidrófobas son fuerzas débiles, por lo que basta poca
energía para separar las hebras, la llamada desnaturalización del ADN. En disolución, bastaría con
calentar a temperaturas en torno a 100oC para lograrlo, o elevar el pH para romper los puentes de
hidrógeno. Para el ADN homogéneo, conocemos estos valores, pero también afectan factores como la
presencia de cationes, de poliaminas y proteínas que pueden neutralizar las fuerzas repulsivas entre los
grupos fosfato del esqueleto, que poseen carga negativa.
El punto medio de la transición entre los estados de doble hebra y de desnaturalización total es la
temperatura de fusión (Tm), o el pH de fusión (pHm), y la fusión ocurre de forma brusca. Estos cambios
bruscos son siempre característicos de las transiciones cooperativas, que en este caso, significa que la
doble hélice no puede desnaturalizarse fragmento a fragmento, si no que ocurre en conjunto.
ESTRUCTURA SECUNDARIA DEL ADN 18
La facilidad con la que una doble hélice se desnaturaliza, por efecto de temperatura o pH, depende de
su composición de bases (a mayor GC, mayor Tm o pHm). Sin embargo, dentro de las células la doble
hélice se funde por acción de las helicasas, que utilizan energía química del ATP para deshacerla.
La doble hélice de ADN se puede plegar sobre sí misma para formar estructuras terciarias derivadas
del superenrollamiento. Los extremos del ADN lineal, aunque abiertos, están inmovilizados por
proteínas u otras moléculas, por lo que también se superenrollan.
Las moléculas de ADN in vivo se encuentran muy compactadas.
Cuando un ADN de doble hélice lineal se convierte en una molécula de ADN circular cerrada, puede
presentarse en forma relajada (normal) y con distintos grados de superenrollamiento.
El superenrollamiento es biológicamente importante porque: da una forma más compacta al ADN,
facilitando su empaquetamiento en la célula; y el superenrollamiento de las dos hebras influye en el
grado de desenrollamiento de cada una, afectando a sus interacciones con otras moléculas.
Una doble hélice de 260pb (25 vueltas) con dos vueltas desenrolladas, podrá plegarse en forma circular
relajada (Lk=23, Wr=0); o bien en forma de superhélice negativa o dextrógira (Lk=23, Wr=-2).
El ARN es el ácido nucleico más abundante en la célula. Es monocatenario, aunque existen algunos
virus con ARN bicatenario. Se pueden distinguir distintos tipos de ARN en las células:
procariotas es frecuente que un solo ARNm codifique la síntesis secuencial de varias proteínas distintas
(ARNm policistrónico). En eucariotas todos los ARNm son monocistrónicos, y el transcrito primario
pre-ARNm sufre un proceso de maduración (eliminación de intrones, modificaciones…). Está compuesto
exclusivamente por los cuatro nucleótidos habituales. También contiene señales para la iniciación y
terminación de la síntesis, así como fragmentos que no se traducen. La información genética que
transporta el ARNm está vinculada a su estructura primaria.
Además, existen moléculas de ARNt, ARNr y ARNm en las mitocondrias, con características especiales,
implicados en la síntesis de proteínas de la cadena transportadora de electrones y la ATP sintasa.
Otros tipos minoritarios de ARN son:
ARNv: relacionado con virus de ARN (bacteriófago MS2, virus del mosaico del tabaco, poliovirus…).
Su ARN es utilizado como mensajero para la síntesis de proteínas víricas, o bien, por un proceso de
retrotranscripción, origina un ADN que puede incorporarse a la dotación génica de la célula.
ARNmi: los micro ARNs, con unos 21 nucleótidos y no codificantes, se unen a moléculas de ARNm
complementarias e inhiben su traducción. Existen centenares, muchos solo de forma transitoria.
ARNsi: los ARNs pequeños de interferencia, pequeños, también se unen al ARNm, a menudo en la
región 3’ no codificante, provocando su degradación o la inhibición de la traducción.
Los ARNmi y los ARNsi proporcionan a los investigadores unos potentes instrumentos experimentales
para inhibir la expresión de determinados genes en las células. El ARN también es un componente de la
telomerasa, una enzima que mantiene los telómeros cromosómicos durante la replicación.
GENÉTICA 22
En primer lugar, el primer nucleósido se una a partículas esféricas y microscópicas de sílice mediante
su grupo hidroxilo 3’OH. Para evitar la reacción de las partículas de sílice con otros grupos, el 5’OH y los
grupos amino de la base se bloquean con un reactivo específico, como el dimetoxitritilo DMT.
Una vez unido el nucleósido a la partícula de sílice, se elimina el agente que bloquea al 5’OH.
Seguidamente, se añade el segundo nucleótido activado (en forma de desoxirribonucleósido-3’-
fosforamiditas protonadas). El grupo 5’OH de monómero activado y los grupos amino de la base
nitrogenada no reaccionan porque están bloqueados por los grupos protectores. Se establece un enlace
5’-3’ entre los dos nucleótidos.
Ahora se produce una oxidación para formar un triéster (grupo fosfato), y se repiten los pasos segundo
a cuarto hasta que se añadan todos los nucleótidos. Finalmente se eliminan los grupos protectores de
las bases, los grupos cianoetilo de los fosfatos, y se separa la nueva cadena de soporte de sílice.
Este método permite que el producto siga unido al soporte sólido hasta el último paso. Al término de
cada etapa, se eliminan los reactivos solubles y productos secundarios lavando las esférulas que sirven
de soporte a las cadenas en crecimiento. Permite sintetizar cadenas de ADN de hasta 100 nucleótidos,
que pueden emplearse como cebadores para iniciar la replicación por la enzima ADN polimerasa, lo que
tiene gran utilidad en la PCR. Permite diseñar genes nuevos a voluntad, produciendo así proteínas
nuevas, con características originales.
A día de hoy, existen numerosos métodos de secuenciación del ADN y ARN naturales rápidos y exactos.
A continuación, se describe el método de Sanger, que utiliza solo reacciones sencillas y electroforesis.
La molécula de ADN se emplea como molde en cuatro reacciones distintas catalizadas por la enzima
ADN polimerasa, que genera una cadena complementaria 5’-3’, y que necesita un cebador (extremo
23 GENÉTICA
Una vez realizada la síntesis de cadenas fragmentadas, se separan unas de otras mediante
electroforesis (en función de su tamaño, forma, carga neta y composición química). Los productos se
cargan en pocillos adyacentes de un gel de poliacrilamida, capaz de separar cadenas de nucleótidos que
solo difieran en un residuo. También se utilizan condiciones desnaturalizantes para impedir la
hibridación de regiones complementarias.
Así, los fragmentos más pequeños, que corresponden a las posiciones de las bases más cercanas al
primer, se desplazan con mayor rapidez por el gel.
En el caso de que se utilice un marcaje radioactivo en las cadenas de ADN sintetizadas, se seca el gel y
se coloca sobre una película fotográfica para obtener una autorradiografía. Entonces, se lee la secuencia
desde la parte inferior de la película hasta donde pueden diferenciarse las bandas (a menudo hasta más
de 200 residuos).
La PCR permite la amplificación selectiva de secuencias de ADN y ARN. Fue descrita en 1983 por Kary
Mullis, a quien se le ocurrió caminando por las montañas un viernes noche, y que le merecería el premio
Nobel de Química unos años más tarde. Solo requiere un tubo de ensayo, reactivos (ADN doble hebra,
dNTPs, Mg2+, cebadores, ADN polimerasa) y una fuente de calor y refrigeración.
Principio de la técnica.
La PCR se basa en la amplificación enzimática y exponencial de un fragmento de ADN, flanqueado por
dos oligonucleótidos (primers), cada uno para una cadena (primer up, primer down), con sus extremos
3’ enfrentados, a partir de los cuales comenzará a sintetizar la ADN polimerasa.
GENÉTICA 24
Para poder amplificar un fragmento de ADN, debemos conocer al menos la secuencia de la región donde
van a hibridar los oligonucleótidos iniciadores. Las etapas de cada ciclo de una reacción típica son:
Normalmente se realizan 35-40 ciclos. La desnaturalización se mantiene pocos segundos para evitar la
degradación del ADN por despurinación. La temperatura de hibridación de los primers depende de su
longitud y la proporción CG, AT. En la fase de elongación, se busca la temperatura óptima de síntesis de
la Taq polimerasa (72oC), una ADN polimerasa termoestable aislada de un microorganismo termófilo,
sintetizando unos 1000 nucleótidos por minuto.
Además, normalmente se añaden una etapa previa (9min, 95oC, para inactivar proteasas y nucleasas de
la muestra y asegurar la desnaturalización completa) y una etapa final (4min, 72oC, para permitir que se
completen todos los fragmentos).
Al final del primer ciclo, las dos nuevas hebras sencillas sobrepasan la posición de los primers. Al final
del segundo ciclo, dos de las cuatro nuevas hebras, las complementarias a las sintetizadas en el primer
ciclo, ya no sobrepasan la posición del primer (delimitadas en ambos extremos), comenzando a
delimitarse la amplificación del fragmento diana. A medida que se suceden los ciclos aumenta el
número de fragmentos correspondientes a la diana, que en ciclos sucesivos sólo producirán copias
idénticas.
Especificidad de la reacción.
Durante el proceso, se deben amplificar sólo los fragmentos deseados, y no otras regiones con las que
los primers puedan hibridar. Estos suelen estar formados por un mínimo de 20 nucleótidos, que suele
conferirles especificidad suficiente. También influyen la concentración de sales y la temperatura de
hibridación (a mayor temperatura menor probabilidad de hibridaciones inespecíficas). Los
oligonucleótidos deben diseñarse de forma que no hibriden entre ellos.
La gran sensibilidad de la técnica hace que la contaminación de muestras con el producto de la
amplificación procedente de otras muestras cause grandes problemas. Incluso la contaminación que
represente una millonésima de volumen de reacción puede causar resultados desastrosos, al originar
falsos positivos. Para evitar las contaminaciones se recomienda destinar áreas de trabajo distintas para
la preparación de las reacciones y para el análisis de los productos de la reacción.
25 BIBLIOGRAFÍA
BIBLIOGRAFÍA
1. NELSON DL, COX MM. Lehninger. Principios de bioquímica. Barcelona; 2018. 1304 p.
3. PhD JWB, FRCPath MHDDHM. Bioquímica Médica - 5a Edición. Barcelona; 2019. 704 p.
4. PhD LBJ, Carey JC, Bamshad MJ. Genética médica, 6e. 2020. 352 p.
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