Este documento resume la línea de tiempo de los principales pensadores en psicología del aprendizaje, desde Aristóteles hasta B.F. Skinner. Incluye las contribuciones de filósofos como Descartes y científicos como Pavlov, Thorndike, Watson, Hull, Tolman y Skinner, quienes desarrollaron teorías clave sobre el condicionamiento, la asociación, la motivación y el aprendizaje operante.
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Este documento resume la línea de tiempo de los principales pensadores en psicología del aprendizaje, desde Aristóteles hasta B.F. Skinner. Incluye las contribuciones de filósofos como Descartes y científicos como Pavlov, Thorndike, Watson, Hull, Tolman y Skinner, quienes desarrollaron teorías clave sobre el condicionamiento, la asociación, la motivación y el aprendizaje operante.
Este documento resume la línea de tiempo de los principales pensadores en psicología del aprendizaje, desde Aristóteles hasta B.F. Skinner. Incluye las contribuciones de filósofos como Descartes y científicos como Pavlov, Thorndike, Watson, Hull, Tolman y Skinner, quienes desarrollaron teorías clave sobre el condicionamiento, la asociación, la motivación y el aprendizaje operante.
Este documento resume la línea de tiempo de los principales pensadores en psicología del aprendizaje, desde Aristóteles hasta B.F. Skinner. Incluye las contribuciones de filósofos como Descartes y científicos como Pavlov, Thorndike, Watson, Hull, Tolman y Skinner, quienes desarrollaron teorías clave sobre el condicionamiento, la asociación, la motivación y el aprendizaje operante.
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FACULTAD DE CIENCIA Y HUMANIDADES
LICENCIATURA EN PSICOLOGIA
CATEDRADA: PSICOLOGIA DEL APRENDIZAJE
CATEDRATICA: NUBIA YESENIA BASTRES CAMPOS
ESTUDIANTES: KELY MELISSA MAJANO MARAVILLA
LO QUE CONSIDERO IMPORTANTE DE LA LINEA DE TIEMPO
Aristóteles (384-322 a.c.) estableció tres principios de la asociación: la
semejanza, el contraste y la frecuencia contigua de ideas; que se convirtieron en la base de la teoría asociacionista clásica. Estas concepciones asociacionistas se combinaron con los presupuestos empiristas que se desarrollaron en Inglaterra a partir del siglo XVII. Los empiristas británicos defendían que la única fuente de información acerca del mundo procede de la experiencia sensorial y que, en consecuencia, la mente se va desarrollando a lo largo de la vida de las personas René Descartes (1596-1650 Descartes había propuesto una distinción entre el conocimiento racional o verdadero, innato, proveniente de Dios, y la estructura mecánica prefigurada del movimiento biológico, que separaba el comportamiento racional, exclusivo del hombre, del comportamiento irracional compartido por los animales y el hombre. Conforme a esta distinción, mientras que la mente debía ser estudiada mediante la introspección, el cuerpo podía ser estudiado por el método de la ciencia natural; este dualismo permaneció en la base del corpus filosófico hasta el surgimiento del movimiento conductista en Norteamérica que dio carta de naturaleza a la psicología experimental y a la psicología del aprendizaje. Descartes aportó también a la ciencia la noción de «arco reflejo Iván P. Pavlov (1849-1936), fue finalmente responsable de que el concepto de arco reflejo se incorporase de forma definitiva en la psicología experimental. Por ejemplo, Sechenov (1866) afirmó que la causa inicial de toda conducta radica siempre, no en el pensamiento, sino en la estimulación sensorial externa, sin la cual el pensamiento no es posible (tomado de Herrnstein y Boring, 1981, p. 321). La teoría sobre la adquisición de los reflejos.
Charles Darwin (1809-1882) fue el aglutinador más creativo del pensamiento
evolucionista de su época y desarrolló una explicación sobre la evolución de las especies animales basada en la selección natural Darwin (1871) Este tipo de reflexiones de Darwin estuvieron presentes en los pioneros de la ciencia del aprendizaje, la motivación y la cognición animal. El interés fundamental de Pavlov fue explicar el condicionamiento en términos de la actividad del sistema nervioso central. Thorndike estuvo principalmente interesado en la ontogenia y filogenia del aprendizaje, y sus estudios ayudaron a estimular un análisis comparativo del aprendizaje. La segunda generación del estudio científico de la conducta se produjo en los años treinta, cuarenta y cincuenta del siglo XX, Skinner (1938) hacía de nuevo hincapié en el ambiente, ahora como factor determinante de la conducta. Tanto la evolución biológica como conductual están controladas por las demandas del entorno, pudiéndose establecer un paralelismo entre la selección natural y la selección de la conducta por sus consecuencias Smith, (1986). Este parecido entre el pensamiento de Darwin y el de Skinner, alejan a este último de las explicaciones ofrecidas por sus contemporáneos a los problemas del aprendizaje y la conducta. La defensa de la selección por sus consecuencias, y el paralelismo entre el condicionamiento operante y la selección natural, separan en gran medida a Skinner del asociacionismo heredado de la epistemología de los empiristas británicos. La teoría de la evolución también fue fundamental en el desarrollo del funcionalismo. Entre las ideas básicas que manejó Darwin se encontraba el concepto de función, por el que las estructuras y procesos moldeados por la evolución realizan alguna función útil para el organismo. William James (1842-1910) William James (1890) amplió este concepto de función a la mente consciente. Según este autor, la consciencia se da sin interrupción, sin ruptura, sin división, es como una corriente que fluye, y la función de la mente consciente, moldeada a través de la filogenia Edward L. Thorndike (1874-1949) supuso un alejamiento del conexionismo simple. Según esta ley, la fuerza de la asociación E-R (o percepción de la situación e impulso motor, en el lenguaje de Thorndike) no depende de los principios asociacionistas clásicos, más bien dichas asociaciones dependen de la propia consecuencia de la acción. A pesar de que su formulación se hizo en términos de contigüidad entre los estímulos, las respuestas y las consecuencias, los efectos «placenteros» o «displacenteros» introdujeron un nuevo cambio, aunque sutil, en el papel del tiempo, porque las consecuencias actuaban hacia atrás para fortalecer lo que las había producido. El efecto de una acción, pensó Thorndike, actúa retroactivamente para sellar la asociación que conduce a tal efecto. Ésta es la base del condicionamiento instrumental (u operante). John B. Watson (1878-1958), formado en la escuela funcionalista de Chicago, es, desde un punto de vista histórico, el fundador del conductismo. Watson fue invitado a comienzos de 1913 a impartir una serie de conferencias en la Universidad de Columbia, oportunidad que aprovechó para exponer sus puntos de vista sobre la situación de la psicología norteamericana de entonces. Su conferencia inaugural apareció posteriormente publicada bajo el título «La psicología como la ve el conductista» (Watson, 1913), trabajo conocido también como el «manifiesto conductista» donde se propone un cambio en el objeto de estudio tradicional de la psicología . Clark L. Hull (884-1952) utilizó los principios de la asociación E-R para explicar el comportamiento. La consecución de un evento positivo, según Hull, refuerza la formación de una asociación E-R debido a una reducción del impulso, introduciendo así el concepto de motivación en la teoría de la conducta. La teoría de Hull (1952), en su posterior contrastación experimental, sufrió importantes modificaciones. Introdujo el concepto de incentivo para dar cuenta de algunos resultados experimentales imposibles de explicar con su teoría anterior. La consecución del reforzador, según Hull, reduce las necesidades del organismo Edward C. Tolman (1886- 1959) comparte con Hull la defensa del método hipotético deductivo, pero se diferencia de sus contemporáneos en su concepción sobre la función de los reforzadores. Para Tolman (1932), los reforzadores no actúan directamente para establecer o fortalecer una conexión E-R, como pensaba Hull, sino que la conducta está determinada por eventos internos como las expectativas y las demandas, eventos que no son directamente observables, sino que se infieren a través de los cambios en la conducta. Afirmó que el objeto de estudio de la psicología es la conducta propositiva, que se manifiesta objetivamente a través de la conducta observable. El concepto de propósito constituye un constructo hipotético, algo que Tolman postula para poder explicar los cambios en la conducta, y que en psicología experimental se considera como variable intermedia por situarse entre los estímulos y las respuesta B. F. Skinner (1904-1990) es el último de los grandes clásicos de la psicología experimental. Es, sin duda, un psicólogo controvertido y un temprano disidente de la teoría E-R. El primer libro de Skinner se publicó en 1938 bajo el título «La conducta de los organismos: un análisis experimental», donde el autor realiza un estudio exhaustivo de los principios y las leyes generales que gobiernan la conducta voluntaria de los organismos. Skinner (1938) definió la conducta voluntaria por presentarse «sin la intervención de un estímulo antecedente observable» (p. 20) y la denominó «operante libre», no manifestando un interés tan pronunciado por el estudio de las conductas reflejas, de forma contraria a lo que habían hecho anteriormente Pavlov y el sector más influyente del conductismo norteamericano. El concepto de operante libre incluye un aspecto muy importante de la psicología, al resaltar que los organismos no tienen por qué depender de la aparición de un estímulo para la realización de una respuesta. La emisión o no de la respuesta depende del organismo y no de los estímulos ambientales antecedentes, aunque éstos, denominados ahora estímulos discriminativos, actúan como moduladores del momento adecuado para la realización de la respuesta. En este sentido, Skinner