Yanomami y Timoto Cuica
Yanomami y Timoto Cuica
Yanomami y Timoto Cuica
Los Yanomami
Autor
Fernando Sánchez
C.I. 30.806.800
Katherine Isea
C.I. 31.851.750
Stanley Pirela
C.I. 31.490.397
Glenyerberth García
C.I 29.869
2- Vivienda y Subsistencia
Viven en aldeas pequeñas, de entre 40 o 50 personas, que se construyen en círculo
completamente abiertas. Sus viviendas tienen forma cónica y viven en grupos de familias
junto con varias familias como una comunidad. La situación de las cabañas puede variar y,
en numerosas ocasiones, en lugar de formar un círculo, forman una hilera. Las familias
comparten con las otras familias de la comunidad los productos obtenidos de la caza, la
pesca o la cosecha.
Los yanomamis se desplazan continuamente, es decir, son nómadas. Estos
desplazamientos están motivados por el corto periodo de la productividad de sus cultivos.
Cultivan en sus huertos la mayoría de alimentos: plátano, ñame, batata y malanga. Un
cultivo dura dos o tres años. Cuando la tierra se agota, el poblado crea una nueva
plantación en otro lugar. También recolectan productos silvestres y comen ranas.
Practican la caza todo el año, individualmente o en grupos, y utilizan el arco y la flecha.
La pesca se practica con menos frecuencia y para pescar utilizan la flecha y el timbó, es
una especie de planta que pulverizan y esparcen en el agua para aturdir a los peces y de
esta manera poder capturarlos fácilmente.
Al basar su economía en principios básicos de autoconsumo (elaboración de sus propias
pertenencias, como cestas, garrotes, arcos y flechas), no tienen relaciones comerciales
con pueblos vecinos. Actualmente siguen utilizando motivos "decorativos" ancestrales en
sus cuerpos, los cuales se estampan con ciertos pigmentos naturales. Utilizan un veneno
llamado curare, que untan en la punta de las flechas para cazar su alimento. También
consumen la planta "epená" o virola, que contiene una sustancia alucinógena que utilizan
en rituales curativos por los chamanes para comunicarse con los espíritus. Se utiliza en
poca cantidad y en polvo, y se introduce en el chamán por medio de las fosas nasales
soplándola a través de un palo hueco.
4- Mitos y costumbres
Los yanomamis tienen una tradición mitológica muy rica que continúa hasta el día de hoy,
pese a la conversión de muchos pemones al catolicismo o al protestantismo. Varios de los
mitos más importantes describen los orígenes del Sol y de la Luna, la creación de
los tepuyes y las actividades del héroe creador Makunaima y sus hermanos.
Una de las costumbres de esta etnia es la práctica del canibalismo endogámico como
ritual sagrado: en una colectiva ceremonia funeraria se comen las cenizas de los huesos de
su pariente muerto. Creen que en los huesos reside la energía vital de la persona fallecida
y que al ingerir sus cenizas la reintegran al grupo familiar.
Utilizan la sustancia tóxica de unas plantas para impregnar las puntas de sus flechas. Este
veneno (curare) paraliza al animal cazado sin alterar su consciencia ni la sensibilidad.
Las mujeres se adornan atravesando con un palo pequeño su tabique nasal y las comisuras
de los labios. Utilizan también pinturas corporales. La etnia lleva siempre el mismo corte
de pelo, con flequillo y la coronilla rasurada (estilo capuchino). Las cicatrices son muestra
de valor y madurez. Tienen una pequeña estatura y solo se visten con un cinturón tubular
los hombres y un pequeño fleco las mujeres.
La primera persona que estudió de manera formal los mitos y el lenguaje de los
yanomamis fue el etnólogo Theodor Koch-Grünberg, quien visitó Roraima en 1912.5
Posteriormente, en los años setenta, por medio de la beca de la Fundação de Auxílio à
Pesquisa do Estado de São Paulo (Fapesp) para estudiar a la tribu, la fotoperiodista
húngaro-brasileña Claudia Andujar realizó sus primeros trabajos con la comunidad, lo que
la llevaría a desarrollar un comprometido trabajo de registro y conservación del pueblo.
6- Los Timoto-cuicas
Los timoto-cuicas representaron los grupos indígenas más avanzados dentro del territorio
venezolano y estaban relacionados con la cultura chibcha (las muiscas) de los Andes. Se
localizaron en los estados de Mérida, Táchira y Trujillo.
Estaban formados por distintas tribus: timotos, capachos, tabayes, mucuchíes, taribas,
escuqueyes, carachis, betijoqueyes, guaraques, cuicas, guitas, chachopos y licuipos.
Según Miguel Acosta Saignes, los timotos o timotíes tenían Mérida como hábitat principal,
y los cuicas, el territorio trujillano; que los ubica como pertenecientes al área cultural de
los Andes venezolanos.
7- Como era la vida y religión
Desarrollaron la adelgaza de regadío en terrazas construidas en las áreas montañosas.
Cultivaron maíz, papa, cacao, y yuca dulce.2 Domesticaban animales
(pavos, paujíes y guacharacas culirroja). Realizaban intercambios comerciales con mantas,
alfileres etc. Utilizaban como moneda las semillas de cacao.y estás eran consumidas en
una especie de bebida ritual,Usaban sistemas de riego y construían andenes (terrazas)
para evitar la erosión. Conocían la cerámica ―fueron excelentes alfareros― y elaboraban
objetos de oro, y también eran textileros.
Practicaban el comercio con otras comunidades indígenas mediante el intercambio de sus
artesanías por productos y frutos como el algodón,semillas de cacao y la sal. De acuerdo
con algunos estudios, se cree que los timotocuicas practicaron el trueque con
los arahuacos y los caribes, sostuvieron enfrentamientos y sometieron a otras pequeñas
tribus, que comenzaron a depender de ellas, sobre todo en el campo lingüístico.
Practicaban el fetichismo, es decir, que adoraban los objetos materiales que eran ídolos
representados en piedra y arcilla. Los timoto-cuicas consideraban al venado como deidad
de la guerra; el murciélago como la del sueño y la muerte; el paují como símbolo del
mando. Se hacían sacrificios humanos en zonas elevadas.