Terapia Floral

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INDICE

TERAPIA FLORAL 3

HISTORIA DEL DR. EDWARD BACH 4

• Investigación homeopática 5
• Los remedios florales 5
• El Centro Bach 6

ENFERMEDAD Y SANACIÓN SEGÚN EDWARD BACH 8

FLORES DE BACH 11

ALGO MÁS SOBRE LAS FLORES DE BACH 14

EXPERIENCIA EN TRATAMIENTOS CON FLORES DE BACH 17


TERAPIA FLORAL

Si entendemos que realizar una terapia no es simplemente sanar una enfermedad


y lo vemos como un proceso de cambio positivo en una persona podremos ayudar
a no solo enfocarnos en una enfermedad que presente una persona, sino que
también vamos a prevenir algunas dificultades emocionales que pudiesen
presentarse en ella.

Las flores de Bach es un sistema completo de salud natural, que consta de 38


remedios o esencias descubiertas por el Dr. Bach y que se utiliza para establecer
la armonización emocional en una persona y así, influyan en la paz mental y la
salud del cuerpo físico.

Cada una de las flores están asociadas a una de emoción por lo que su uso ayuda
al cuerpo a curarse ofreciéndole un estado emocional positivo que conduce y
restaura el equilibrio sano y capacitando a la persona con recursos propios que le
permiten mantener ese equilibrio.

Se debe considerar que cada ser humano vive y experimenta sus emociones de
manera diferente unos de otros y lo que puede generar una situación vivida no
necesariamente será lo mismo para otra que lo experimente, por lo que cada
esencia variará según la persona que la tome.

La terapia con flores de Bach son un método simple y natural que permite tratar
estados emocionales en desequilibrio.
HISTORIA DEL DR. EDWARD BACH

El Dr. Edward Bach (que poseía numerosos títulos académicos) fue un


especialista en patología, bacteriología y homeopatía. Nació en 1886 en Moseley,
en las afueras de Birmingham, aunque los orígenes de la familia se encuentren
probablemente en Gales. Empezó sus estudios de medicina en 1906 en la
Birmingham University, para trasladarse más tarde al University College de
Londres, donde completó sus estudios en 1912.

Se libró de luchar en la Primera Guerra Mundial por su falta de salud, pese a lo


cual se encargó de muchos trabajos durante la guerra, como ayudar a los heridos.
Esta responsabilidad, a parte de sus investigaciones, le llevó a sufrir un colapso
por una severa haemmorhage en 1917. Los cirujanos que le operaron dijeron que
sólo le quedaban tres meses de vida, de modo que volvió a su trabajo en cuanto
pudo con el ánimo que le proporcionaba la idea de hacer al menos una última
contribución a la medicina antes de morir. Pero con el paso de los meses se iba
sintiendo cada vez más fuerte y llegó a la conclusión de que se debía a que su
trabajo le hacía feliz y le inspiraba.

Para Bach, la creencia de que el estado mental podía tener un efecto directo y
muy poderoso sobre la salud física, se confirmó con la experiencia. Cuando
descubrió los escritos de Hahnemann sobre homeopatía pensó que al fin estaba
bien encaminado hacia el tipo de tratamiento natural que buscaba.
Investigación homeopática

Su investigación sobre las vacunas iba bien, pero a pesar de ello el Dr. Bach se
sentía insatisfecho con la forma en que se espera que los médicos se concentren
en las enfermedades y hagan caso omiso de la persona en su totalidad.

Aspiraba a un enfoque más holístico de la medicina. Tal vez por esto se explique
cómo, no siendo homeópata, haya aceptado la oferta de un puesto vacante en el
Hospital Homeopático de Londres.

Una vez ahí, pronto se dio cuenta del paralelismo entre su trabajo sobre las
vacunas y los principios de la homeopatía. Adaptó sus vacunas para producir una
serie de siete nosodes homeopáticos.

Este trabajo y su posterior publicación le trajeron la fama en los círculos


homeopáticos. La gente empezó a referirse a él como ‘el segundo Hahnemann’.

Los remedios florales

Bach había estado trabajando hasta ahora con las bacterias, pero quería
encontrar remedios más puros y menos dependientes de los productos de la
enfermedad. Empezó a recolectar plantas y en particular las flores – la parte más
desarrollada de una planta – con la esperanza de reemplazar los nosodes con una
serie de remedios más suaves.

En 1930 estaba tan entusiasmado con la dirección que había tomado su trabajo,
que decidió abandonar su lucrativa consulta de Harley Street y se marchó de
Londres con la determinación de dedicar el resto de su vida a un nuevo sistema de
medicina, que estaba seguro de poder encontrar en la naturaleza. Se llevó consigo
a su asistente, una radióloga llamada, Nora Weeks.

Así como había abandonado su hogar, oficina y trabajo, el Dr. Bach también
empezó a descartar los métodos científicos y su dependencia de los laboratorios y
reduccionismo. En cambio se dejó llevar por sus dones naturales como sanador y
poco a poco permitió que su intuición le guiara a las plantas correctas.
Después de años de ensayos y errores, que implicaban la preparación y las
respectivas pruebas de miles de plantas, encontró en una el remedio que
buscaba. Cada uno estaba enfocado a un estado mental o anímico específico. Se
dio cuenta de que al tratar las personalidades y sentimientos de sus pacientes, sus
desdichas y sufrimientos físicos se aliviaban de manera natural, al desbloquearse
el potencial de curación de sus cuerpos, permitiendo que volviese a funcionar
nuevamente.

Su vida siguió un patrón estacional del año 1930 a 1934: de primavera a verano
dedicado a buscar y preparar los remedios y en el invierno ayudando y
asesorando a los que vinieran en su búsqueda. La mayoría de los inviernos los
pasó en la ciudad costera de Cromer. Allí fue donde conoció y entabló amistad con
Víctor Bullen, un constructor y sanador local.

El Centro Bach

En 1934 el Dr. Bach y Nora Weeks se mudaron a una casa llamada Mount Vernon
en el pueblo Brightwell-cum-Sotwell de Oxfordshire. En los caminos y en los
campos encontró los remedios restantes que necesitaba para completar las series.
Por aquel entonces su cuerpo y su mente estaban en tal grado de sincronía con su
obra, que sufriría el estado emocional que necesitaba curar y probaría las plantas
y flores hasta encontrar la que le ayudaría. De esta manera, a través de un gran
sufrimiento y sacrificio personal, completó la obra de su vida.

Un año después de anunciar que su investigación sobre los remedios había


concluido, falleció en paz una noche del 27 de noviembre de 1936. Tenía tan sólo
50 años, pero logró sobrevivir al pronóstico de sus médicos por casi 20 años. Dejó
atrás una vida de experiencia y esfuerzo y un sistema de medicina que se utiliza
en todo el mundo.

Dejó su trabajo en manos de sus amigos y colegas Nora Weeks y Víctor Bullen,
con instrucciones de continuar con su trabajo y de mantenerse fiel a la sencillez
esencial de lo que había hecho. En una carta a Víctor, fechada 26 de Octubre de
1936, un mes antes de su fallecimiento, escribió:
«La gente como nosotros que ha saboreado la gloria del sacrificio, la gloria
de ayudar a nuestros hermanos, una vez que se nos ha dado una joya de tal
magnitud, nada puede apartarnos de nuestro camino de amor y de deber
para mostrar al mundo su brillo puro y sin adornos.»

Nora y Víctor se mantuvieron fieles a esos ideales de sencillez y de compartir,


como lo hace el Bach Centre hoy en día.
ENFERMEDAD Y SANACIÓN SEGÚN EDWARD BACH

El Dr. Edward Bach postula que: “El origen de la enfermedad no se genera en el


cuerpo físico. Lo que nosotros conocemos como enfermedad es el último
resultado producido en el cuerpo, el producto de fuerzas profundas y duraderas, y
aunque el tratamiento material sólo sea aparentemente eficaz, es un mero alivio
temporal si no se suprime la causa real”. Por lo tanto, si realizamos una terapia,
conscientes que para las personas un diagnostico entregado no lo encasilla en un
estado sino que más bien es la experiencia que está pasando la persona nos
permitirá identificar la causalidad del estado y actuar mirando hacia aquello que
quiere mejorar en su vida.

El Dr. Bach afirma que si los aspectos mental y espiritual se encuentran en


armonía, la enfermedad no puede existir y que se puede juzgar la salud a partir de
la felicidad.

Si comprendemos que una terapia natural considera al ser humano como un todo,
compuesto por cuerpo-mente-espíritu, podremos entender que para el Dr. Bach la
enfermedad no se genera en un plano físico, sino que viene y surge si existe un
conflicto entre el ego y la conciencia, o la personalidad y el alma como lo expresó
él.

Al presentarse una enfermedad en la persona es con la finalidad de que tome


conciencia de los errores que ha cometido al llevar actitudes equivocadas frente a
situaciones vividas. Es decir que la enfermedad viene a manifestar a través del
cuerpo los estados emocionales que se han experimentado de manera negativa.

El Dr. Bach descubrió que la mayoría de las enfermedades eran consecuencia de


un estado mental negativo que podía terminar una enfermedad física. Así
manifiesta que: “nuestros temores, nuestras aprehensiones, nuestras
ansiedades y demás son los que abren la puerta a la invasión de la
enfermedad”.
Para el Dr. Bach la curación o la prevención de la enfermedad consistiría en la
disolución de estos conflictos entre la personalidad y el alma que dan lugar a
errores, equivocaciones o defectos.

Al entender la enfermedad como un conflicto entre el ego y la conciencia podemos


darnos cuenta que esto produce desórdenes en nuestros sistemas y tejidos
orgánicos.

La disminución de la conciencia lleva al ser humano a perder energía vital y esto


da paso al aumento de la toxicidad que genera enfermedad, primero aguda y
luego pasan a ser crónicas que acompañan a la persona durante toda la vida y
terminan con la muerte.

Una vez que se entiende que la enfermedad tiene su origen en las emociones que
no son agradables de experimentar, se puede analizar de manera personal e
interiormente cuales fueron esas emociones que provocaron la enfermedad.

Para que exista la curación debe potenciarse la energía vital y esto se logra
retrocediendo de manera consiente y voluntaria el camino que trajo la enfermedad,
es un proceso en ocasiones largo y es duro e incómodo ya que enfrenta a la
persona con el conflicto inicial entre el ego y la conciencia, y le muestra el error
que está cometiendo, si al realizar este proceso la persona está dispuesta a
realizar el esfuerzo de corregir ese error se produce el proceso de curación.

Según el Dr. Bach, existen siete estados de curación de una enfermedad: PAZ,
ESPERANZA, ALEGRÍA, FE, CERTIDUMBRE, SABIDURÍA Y AMOR. En la
medida que se le de espacio en el día a día a experimentar y vivir estos estados,
cualquier crisis comienza a suavizarse y es ahí donde se inicia el proceso de
curación del alma.

La enfermedad produce una disminución de la conciencia que da paso a la


aceptación de una información que se recibe adulterada y que por comodidad se
acepta como información correcta.
Al mantener una información adulterada, comienza a ensuciarse y a intoxicarse el
camino de la vida generando la pérdida de energía vital que es la apretura a la
enfermedad en la persona que lo experimenta, con una sintomatología que va de
menos a más y que termina su recorrido con la muerte.

El cuerpo físico es capaz de darle la batalla a esta discordancia entre ego y


conciencia en la medida que existe en la persona energía vital potenciada por el
interés y voluntad de lograr la curación y eso sólo se logra si existe un proceso no
menos doloroso e incómodo, donde la persona se permita retroceder
voluntariamente el camino para encontrar la causa que produjo dicha enfermedad.

Cuando se lograr “mirar” la situación de conflicto y se comprende donde está la


causa emocional que no se ha vivido sanamente y se identifica el error cometido
se inicia el proceso de curación.
FLORES DE BACH

Las flores de Bach son parte de un sistema de terapia natural complementaria que
ayudan al logro del bienestar del ser humano. Permiten suavizar las crisis que
generan los procesos curativos del ego y la conciencia.

Son un medio suave para restaurar la paz mental. Sólo cuando se posee la paz
interior se puede dar al ser interior una oportunidad para combatir la raíz de las
enfermedades utilizando los propios medios de curación del cuerpo.

El Dr. Bach logró reconocer y encontrar un remedio apropiado en flores de los


campos y en los árboles de los bosques, fue la naturaleza quien entregó el poder
sanador a través de 38 remedios que componen el sistema floral.

Los remedios de Bach no utilizan la materia física de la planta sino la energía


esencial que se encuentra contenida en la flor. Esta energía sanadora se extrae
mediante un proceso particular y se almacena en un líquido que la conserva, así la
sustancia resultante se utiliza para tratar la causa de la enfermedad a un nivel
vibracional.

El sistema floral compuesto por 38 esencias se dividen en:

Los doce sanadores: que permiten a la persona curar una emoción básica que es
entregada en el momento del nacimiento y que consiste en aquello que se debe
aprender a lo largo de la vida y cuáles son los obstáculos que se hay que superar.

Los doce sanadores son Agrimony, Centaury, Cerato, Chicory, Clematis, Gentian,
Impatiens, Mimulus, Rock Rose, Scleranthus, Vervain y Water Violet.

Los siete ayudantes: al tomar el curador correspondiente a la lección que cada ser
humano debe aprender a lo largo de su vida se complementa con estos ayudantes
que aportan en el proceso de curación a través de las energías que nos ayudan a
gobernar las emociones con el pensamiento, el pensamiento con la voluntad y la
voluntad con la conciencia; además ayudan a transformar las impresiones. Estos
ayudantes son Heather, Oak, Rock Water, Gorse, Vine, Olive y Wild Oat.
Y finalmente encontramos 19 esencias que terminan por completar el sistema
floral que son: Cherry Plum, Red Chestnt, Hornbeam, Beech, Willow, Larch, Pine,
Crab Apple, Elm, Star Of Bethlehem, Sweet Chestnut, Honeysuckle, White
Chestnut, Chestnut Bud, Mustard, Wild Rose, Walnut y Holly.

Existe dentro del sistema floral una esencia combinada que incorpora en ella 5
remedios que sonRock Roso, Star Of Bethlehem, Clematis, Impatiens y Cherry
Plum. Esta combinación se conoce con el nombre de Rescue Remedy o Remedio
de Rescate.

Es utilizado en situaciones límites y de emergencia emocional, donde se


experimentan fuertes emociones que llevan a la persona a un estado negativo ya
sea por accidente, dolores físicos, pérdidas de seres queridos, crisis de angustia o
pánico, shocks traumáticos o en cualquier situación imprevista no deseada que
lleva un alto contenido emocional. En cualquiera de estos casos se aplican 4
gotitas de Rescue Remedy a un vaso con agua.

Luego de esto existen grupos emocionales que son siete y están compuestos por
diferentes esencias florales que ayudan a curar los estados de miedo,
incertidumbre, falta de interés en las actuales circunstancias, soledad,
hipersensibilidad a influencias e ideas, desaliento o desesperación y preocupación
excesiva por el bienestar de los otros. Los siete grupos están compuestos por:

Flores para el miedo: Mimulus, Rock Rose, Aspen, Chery Plum y Red Chestnt;
ellas ayudan a las personas que se encuentran en un estado emocional donde
predomina el miedo, el terror, el pánico, por causas conocidas o desconocidas, y
temor a perder la razón.

Flores para la incertidumbre: Cerato, Scleranthus, Gentian, Gorse, Wild Oat y


Hornbeam, ellas apoyan el proceso de sanación de personas que presentan
dificultad en la toma de decisiones, aprobación en los otros frente a decisiones o
acciones que se desean realizar, desaliento, agotamiento mental, falta de
esperanza, además para quienes dudan respecto al camino que deben y desean
seguir en la vida.
Flores para la falta de interés en las actuales circunstancias: Olive, Clematis,
Honeysuckle, White Chestnut, Chestnut Bud, Mustard y Wild Rose. Trabajan en
personas que se encuentran con una gran falta de energía, resignación, apatía,
que viven constantemente en el pasado, a la espera de tiempos mejores tristes y
que no aprenden de los errores que cometen.

Flores para la soledad: Impatiens, Heather y Water Violet. Su función es ayudar a


aquellas personas que se distancian de otros con la necesidad de estar solos, que
son impacientes, que se irritan con facilidad, no escuchan o tienen una
preocupación excesiva por sí mismos.

Flores para la hipersensibilidad a influencias e ideas: Walnut, Agrimony, Centaury


y Holly. Estas flores apoyan los procesos de personas que se encuentran en un
estado emocional débil, sumiso, o aquellas que mantienen un semblante alegre
para no mostrar lo que realmente sienten un tormento mental, o en aquellas
personas que sin causa aparente sufren de envidia, odio, celos y desconfianza
emocional.

Flores para el desaliento o la desesperación: Willow, Larch, Pine, Crab Apple, Elm,
Oak, Star of Bethlehem y Sweet Chestnut. Se utiliza en los procesos de sanación
de personas que muestran una falta de confianza en sí mismo y en sus
capacidades, culpabilidad, cansancio, angustia mental, posesividad, rencor,
amargura o tienen dificultades para aceptarse a sí mismos.

Flores para la preocupación excesiva por el bienestar de los otros: Chicory,


Vervain, Vine, Beech y Rock Water. Apoyan a aquellas personas intolerantes,
inflexibles, dominantes o que no permiten que las cosas sean realizadas o
pensadas de manera distinta a la de ellas.
ALGO MÁS SOBRE LAS FLORES DE BACH

Para entregar mayor información sobre este sistema terapéutico podemos indicar
que se elaboran extrayendo la esencia de las flores que componen el sistema, la
forma más común de ingerirlas es a través de la vía oral ya que su presentación
es líquida.

Las Flores de Bach han sido creadas para tratar temas emocionales que impiden
el equilibrio y armonía entre cuerpo, mente y alma.

Las Flores de Bach al ser esencias naturales aportan al mejoramiento de la salud


a través de energías y fuerzas que vienen de la naturaleza y que nutren la salud
otorgando estabilidad, equilibrio y armonía.

El sistema terapéutico floral apunta a generar la sanación de distintas


enfermedades atendiendo y entendiendo sus causas emocionales que han
desencadenado la enfermedad.

Las Flores de Bach no poseen contraindicaciones frente a ningún tratamiento


médico convencional, ya que no interfieren con otros tratamientos, de lo contrario
son un gran aporte y complemento para cualquier tratamiento.

Se recomienda asistir a un terapeuta que conozca esta terapia para poder


mantener la objetividad y un tratamiento adecuado para la persona que lo
requiere.

En cuanto a los efectos que provoca en las personas es variable ya que dada la
experiencia algunos notan de manera inmediata cambios emocionales en ellos,
mientras que otros sienten leves cambios a las semanas de haber iniciado un
tratamiento con Flores de Bach, sin embargo, hay quienes afirman que no sienten
ni les produce algo distinto o perceptible para ellos.

Es importante considerar que los efectos que produce un tratamiento con Flores
de Bach son sutiles y progresivos; es más común ir notando sus efectos día a día
de forma gradual, por lo que es importante que se le indique a quien comience un
tratamiento con Flores de Bach que debe ser paciente, constante y perseverante
para que el tratamiento sea efectivo.

Los procesos de sanación son constantes, cada día se puede generar un cambio
de vida que permita disfrutar la vida y lograr el bienestar y la felicidad, por este
motivo es que un tratamiento con Flores de Bach no necesariamente tiene una
fecha de término ya que podemos descubrir varios aspectos que quisiéramos
mejorar en nosotros mismos. Debemos considerar que mientras la vida avanza
nos enfrentamos a diferentes situaciones y desafíos que nos llevaran a la
necesidad de mantenernos en constante evolución y aprendizaje. Las Flores de
Bach ayudan a esta evolución.

Dentro de la metodología utilizada para la elaboración de un tratamiento floral a


una persona se encuentra lo que es más común y es que el terapeuta luego de un
estudio y diferentes preguntas a la persona intuya cuales son las flores adecuadas
para él o ella. Existen también cuestionarios para saber que flores son las que
necesita una persona para mejorar.

Sin embargo, también existen métodos más sensitivos que, según la experiencia,
provocan efectos más acertados en quien se encuentra en tratamiento uno de
esos métodos se encuentra la conexión con la esencia a través de tarjetas que
tienen impresas todas las flores que componen el sistema. Al conectar la persona
con la esencia de la flor que participara en su proceso de sanación ésta actúa en
mejor sincronía con la persona.

Si bien no existen estudios científicos sobre la acción sanadora de las Flores de


Bach, existen muchos estudios y trabajos clínicos serios que muestran la eficacia
de este sistema de sanación natural, así como también existen miles de personas
que han experimentado la sanación a través de las Flores de Bach.

Es importante indicar que para tomar las esencias no es necesario encontrarse en


una situación de enfermedad o diagnostico médico entregado. Las Flores de Bach
ayudan a lograr el equilibrio y armonía emocional por lo que si consideramos que
a diario nos enfrentamos a situaciones que nos generan distintas reacciones
emocionales, y a la vez sabemos que todas las personas tenemos sentimientos o
actitudes negativas que nos quitan energía vital y desequilibran nuestra armonía y
estabilidad emocional por lo tanto las Flores de Bach son un valioso aporte a las
personas en su día a día.

Cualquier conflicto que se genere o se experimente aporta a la disarmonía que si


no se logra llevar de buena manera puede ocasionar más adelante una
enfermedad física, emocional o mental.
EXPERIENCIA EN TRATAMIENTOS CON FLORES DE BACH

Durante algunos meses he sido testigo del efecto sanador que tienen las Flores de
Bach en las personas que atiendo.

Mi primer encuentro con las flores de Bach ocurrió hace aproximadamente 15


años atrás donde experimenté el efecto sanador que generan en quien las ingiere.
Si bien en aquel tiempo eran aún desconocidas en el mundo en el que me
desenvolvía la sensación de sentirme bien, en armonía, en paz y feliz me hizo
adentrarme en el estudio de ellas para poder llevarlas a quienes aún no las
conocían.

Durante uno años atendía a personas de diferentes edades buscando siempre ser
un puente entre las esencias y quienes las llevarían a sus vidas.

Por iniciativa propia decidí certificarme para poder llegar a más personas y
entregar también la confianza en aquellas que aún se mantienen escépticas a este
sistema de sanación natural.

En estos últimos meses he podido observar y ser parte de los procesos de


sanación efectivos en distintas personas que son acompañadas terapéuticamente
por mi y he podido comprobar que su poder sanador es visiblemente
experimentado por quienes se atreven a sanar situaciones de conflicto, dolorosas
que han dejado en sus vidas dolencias que en muchas de ellas se han somatizado
y le han abierto las puertas a diferentes enfermedades.

De manera muy privilegiada he podido ser testigo de los efectos que producen los
tratamientos con flores de Bach donde personas que han sido diagnosticadas y se
han mantenido por años en tratamientos médicos convencionales no
experimentan ninguna mayoría, sin embargo, a durante la primera semana de
tratamiento con Flores de Bach han sentido sus efectos positivos, han disminuido
sus dolencias y sus estados emocionales han sido estabilizados manteniendo en
su día a día estas mejoras en la salud.
Es muy cierto y así también lo he podido observar que cada tratamiento con flores
de Bach que se inicia buscando una causa, la mayoría de las personas van
descubriendo que hay otras situaciones que requieren de su atención y continúan
en su proceso evolutivo de sanación.

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