Terapia Floral
Terapia Floral
Terapia Floral
TERAPIA FLORAL 3
• Investigación homeopática 5
• Los remedios florales 5
• El Centro Bach 6
FLORES DE BACH 11
Cada una de las flores están asociadas a una de emoción por lo que su uso ayuda
al cuerpo a curarse ofreciéndole un estado emocional positivo que conduce y
restaura el equilibrio sano y capacitando a la persona con recursos propios que le
permiten mantener ese equilibrio.
Se debe considerar que cada ser humano vive y experimenta sus emociones de
manera diferente unos de otros y lo que puede generar una situación vivida no
necesariamente será lo mismo para otra que lo experimente, por lo que cada
esencia variará según la persona que la tome.
La terapia con flores de Bach son un método simple y natural que permite tratar
estados emocionales en desequilibrio.
HISTORIA DEL DR. EDWARD BACH
Para Bach, la creencia de que el estado mental podía tener un efecto directo y
muy poderoso sobre la salud física, se confirmó con la experiencia. Cuando
descubrió los escritos de Hahnemann sobre homeopatía pensó que al fin estaba
bien encaminado hacia el tipo de tratamiento natural que buscaba.
Investigación homeopática
Su investigación sobre las vacunas iba bien, pero a pesar de ello el Dr. Bach se
sentía insatisfecho con la forma en que se espera que los médicos se concentren
en las enfermedades y hagan caso omiso de la persona en su totalidad.
Aspiraba a un enfoque más holístico de la medicina. Tal vez por esto se explique
cómo, no siendo homeópata, haya aceptado la oferta de un puesto vacante en el
Hospital Homeopático de Londres.
Una vez ahí, pronto se dio cuenta del paralelismo entre su trabajo sobre las
vacunas y los principios de la homeopatía. Adaptó sus vacunas para producir una
serie de siete nosodes homeopáticos.
Bach había estado trabajando hasta ahora con las bacterias, pero quería
encontrar remedios más puros y menos dependientes de los productos de la
enfermedad. Empezó a recolectar plantas y en particular las flores – la parte más
desarrollada de una planta – con la esperanza de reemplazar los nosodes con una
serie de remedios más suaves.
En 1930 estaba tan entusiasmado con la dirección que había tomado su trabajo,
que decidió abandonar su lucrativa consulta de Harley Street y se marchó de
Londres con la determinación de dedicar el resto de su vida a un nuevo sistema de
medicina, que estaba seguro de poder encontrar en la naturaleza. Se llevó consigo
a su asistente, una radióloga llamada, Nora Weeks.
Así como había abandonado su hogar, oficina y trabajo, el Dr. Bach también
empezó a descartar los métodos científicos y su dependencia de los laboratorios y
reduccionismo. En cambio se dejó llevar por sus dones naturales como sanador y
poco a poco permitió que su intuición le guiara a las plantas correctas.
Después de años de ensayos y errores, que implicaban la preparación y las
respectivas pruebas de miles de plantas, encontró en una el remedio que
buscaba. Cada uno estaba enfocado a un estado mental o anímico específico. Se
dio cuenta de que al tratar las personalidades y sentimientos de sus pacientes, sus
desdichas y sufrimientos físicos se aliviaban de manera natural, al desbloquearse
el potencial de curación de sus cuerpos, permitiendo que volviese a funcionar
nuevamente.
Su vida siguió un patrón estacional del año 1930 a 1934: de primavera a verano
dedicado a buscar y preparar los remedios y en el invierno ayudando y
asesorando a los que vinieran en su búsqueda. La mayoría de los inviernos los
pasó en la ciudad costera de Cromer. Allí fue donde conoció y entabló amistad con
Víctor Bullen, un constructor y sanador local.
El Centro Bach
En 1934 el Dr. Bach y Nora Weeks se mudaron a una casa llamada Mount Vernon
en el pueblo Brightwell-cum-Sotwell de Oxfordshire. En los caminos y en los
campos encontró los remedios restantes que necesitaba para completar las series.
Por aquel entonces su cuerpo y su mente estaban en tal grado de sincronía con su
obra, que sufriría el estado emocional que necesitaba curar y probaría las plantas
y flores hasta encontrar la que le ayudaría. De esta manera, a través de un gran
sufrimiento y sacrificio personal, completó la obra de su vida.
Dejó su trabajo en manos de sus amigos y colegas Nora Weeks y Víctor Bullen,
con instrucciones de continuar con su trabajo y de mantenerse fiel a la sencillez
esencial de lo que había hecho. En una carta a Víctor, fechada 26 de Octubre de
1936, un mes antes de su fallecimiento, escribió:
«La gente como nosotros que ha saboreado la gloria del sacrificio, la gloria
de ayudar a nuestros hermanos, una vez que se nos ha dado una joya de tal
magnitud, nada puede apartarnos de nuestro camino de amor y de deber
para mostrar al mundo su brillo puro y sin adornos.»
Si comprendemos que una terapia natural considera al ser humano como un todo,
compuesto por cuerpo-mente-espíritu, podremos entender que para el Dr. Bach la
enfermedad no se genera en un plano físico, sino que viene y surge si existe un
conflicto entre el ego y la conciencia, o la personalidad y el alma como lo expresó
él.
Una vez que se entiende que la enfermedad tiene su origen en las emociones que
no son agradables de experimentar, se puede analizar de manera personal e
interiormente cuales fueron esas emociones que provocaron la enfermedad.
Para que exista la curación debe potenciarse la energía vital y esto se logra
retrocediendo de manera consiente y voluntaria el camino que trajo la enfermedad,
es un proceso en ocasiones largo y es duro e incómodo ya que enfrenta a la
persona con el conflicto inicial entre el ego y la conciencia, y le muestra el error
que está cometiendo, si al realizar este proceso la persona está dispuesta a
realizar el esfuerzo de corregir ese error se produce el proceso de curación.
Según el Dr. Bach, existen siete estados de curación de una enfermedad: PAZ,
ESPERANZA, ALEGRÍA, FE, CERTIDUMBRE, SABIDURÍA Y AMOR. En la
medida que se le de espacio en el día a día a experimentar y vivir estos estados,
cualquier crisis comienza a suavizarse y es ahí donde se inicia el proceso de
curación del alma.
Las flores de Bach son parte de un sistema de terapia natural complementaria que
ayudan al logro del bienestar del ser humano. Permiten suavizar las crisis que
generan los procesos curativos del ego y la conciencia.
Son un medio suave para restaurar la paz mental. Sólo cuando se posee la paz
interior se puede dar al ser interior una oportunidad para combatir la raíz de las
enfermedades utilizando los propios medios de curación del cuerpo.
Los doce sanadores: que permiten a la persona curar una emoción básica que es
entregada en el momento del nacimiento y que consiste en aquello que se debe
aprender a lo largo de la vida y cuáles son los obstáculos que se hay que superar.
Los doce sanadores son Agrimony, Centaury, Cerato, Chicory, Clematis, Gentian,
Impatiens, Mimulus, Rock Rose, Scleranthus, Vervain y Water Violet.
Los siete ayudantes: al tomar el curador correspondiente a la lección que cada ser
humano debe aprender a lo largo de su vida se complementa con estos ayudantes
que aportan en el proceso de curación a través de las energías que nos ayudan a
gobernar las emociones con el pensamiento, el pensamiento con la voluntad y la
voluntad con la conciencia; además ayudan a transformar las impresiones. Estos
ayudantes son Heather, Oak, Rock Water, Gorse, Vine, Olive y Wild Oat.
Y finalmente encontramos 19 esencias que terminan por completar el sistema
floral que son: Cherry Plum, Red Chestnt, Hornbeam, Beech, Willow, Larch, Pine,
Crab Apple, Elm, Star Of Bethlehem, Sweet Chestnut, Honeysuckle, White
Chestnut, Chestnut Bud, Mustard, Wild Rose, Walnut y Holly.
Existe dentro del sistema floral una esencia combinada que incorpora en ella 5
remedios que sonRock Roso, Star Of Bethlehem, Clematis, Impatiens y Cherry
Plum. Esta combinación se conoce con el nombre de Rescue Remedy o Remedio
de Rescate.
Luego de esto existen grupos emocionales que son siete y están compuestos por
diferentes esencias florales que ayudan a curar los estados de miedo,
incertidumbre, falta de interés en las actuales circunstancias, soledad,
hipersensibilidad a influencias e ideas, desaliento o desesperación y preocupación
excesiva por el bienestar de los otros. Los siete grupos están compuestos por:
Flores para el miedo: Mimulus, Rock Rose, Aspen, Chery Plum y Red Chestnt;
ellas ayudan a las personas que se encuentran en un estado emocional donde
predomina el miedo, el terror, el pánico, por causas conocidas o desconocidas, y
temor a perder la razón.
Flores para el desaliento o la desesperación: Willow, Larch, Pine, Crab Apple, Elm,
Oak, Star of Bethlehem y Sweet Chestnut. Se utiliza en los procesos de sanación
de personas que muestran una falta de confianza en sí mismo y en sus
capacidades, culpabilidad, cansancio, angustia mental, posesividad, rencor,
amargura o tienen dificultades para aceptarse a sí mismos.
Para entregar mayor información sobre este sistema terapéutico podemos indicar
que se elaboran extrayendo la esencia de las flores que componen el sistema, la
forma más común de ingerirlas es a través de la vía oral ya que su presentación
es líquida.
Las Flores de Bach han sido creadas para tratar temas emocionales que impiden
el equilibrio y armonía entre cuerpo, mente y alma.
En cuanto a los efectos que provoca en las personas es variable ya que dada la
experiencia algunos notan de manera inmediata cambios emocionales en ellos,
mientras que otros sienten leves cambios a las semanas de haber iniciado un
tratamiento con Flores de Bach, sin embargo, hay quienes afirman que no sienten
ni les produce algo distinto o perceptible para ellos.
Es importante considerar que los efectos que produce un tratamiento con Flores
de Bach son sutiles y progresivos; es más común ir notando sus efectos día a día
de forma gradual, por lo que es importante que se le indique a quien comience un
tratamiento con Flores de Bach que debe ser paciente, constante y perseverante
para que el tratamiento sea efectivo.
Los procesos de sanación son constantes, cada día se puede generar un cambio
de vida que permita disfrutar la vida y lograr el bienestar y la felicidad, por este
motivo es que un tratamiento con Flores de Bach no necesariamente tiene una
fecha de término ya que podemos descubrir varios aspectos que quisiéramos
mejorar en nosotros mismos. Debemos considerar que mientras la vida avanza
nos enfrentamos a diferentes situaciones y desafíos que nos llevaran a la
necesidad de mantenernos en constante evolución y aprendizaje. Las Flores de
Bach ayudan a esta evolución.
Sin embargo, también existen métodos más sensitivos que, según la experiencia,
provocan efectos más acertados en quien se encuentra en tratamiento uno de
esos métodos se encuentra la conexión con la esencia a través de tarjetas que
tienen impresas todas las flores que componen el sistema. Al conectar la persona
con la esencia de la flor que participara en su proceso de sanación ésta actúa en
mejor sincronía con la persona.
Durante algunos meses he sido testigo del efecto sanador que tienen las Flores de
Bach en las personas que atiendo.
Durante uno años atendía a personas de diferentes edades buscando siempre ser
un puente entre las esencias y quienes las llevarían a sus vidas.
Por iniciativa propia decidí certificarme para poder llegar a más personas y
entregar también la confianza en aquellas que aún se mantienen escépticas a este
sistema de sanación natural.
De manera muy privilegiada he podido ser testigo de los efectos que producen los
tratamientos con flores de Bach donde personas que han sido diagnosticadas y se
han mantenido por años en tratamientos médicos convencionales no
experimentan ninguna mayoría, sin embargo, a durante la primera semana de
tratamiento con Flores de Bach han sentido sus efectos positivos, han disminuido
sus dolencias y sus estados emocionales han sido estabilizados manteniendo en
su día a día estas mejoras en la salud.
Es muy cierto y así también lo he podido observar que cada tratamiento con flores
de Bach que se inicia buscando una causa, la mayoría de las personas van
descubriendo que hay otras situaciones que requieren de su atención y continúan
en su proceso evolutivo de sanación.