Derecho Romano TRABAJO FINAL

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Universidad abierta para adultos (uapa)

ESCUELA DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLITICAS


Asignatura:
Derecho romano
Tarea:
TRABAJO FINAL
Participante:
Rubellys Romero
Matricula:
2020-06460
Facilitador/a:
Elizabeth Bautista
INTRODUCCION
En este análisis comparativo de la legislación romana y el Código Civil
dominicano, trataremos varios artículos que han permanecido en nuestro
sistema jurídico dominicano.

A pesar del tiempo que ha transcurrido el sistema romano ha sido tan poderoso
que casi las mayorías de sus legislaciones todavía aún persisten, tanto así que
los jurisconsultos de aquellos tiempos al elaborar los códigos romanos lograron
alcanzar un alto nivel de perfección en las cocciones de las ideas que
conforman estas dotrinas jurídicas. Este nivel ha sido tan alto que los
jurisconsultos se aferran a las dotrinas romanas para poder entender el
correcto uso de los códigos modernos.

Por esta razón reviste una gran importancia el correcto entendimiento de las
dotrinas jurídicas romanas para el buen uso de los códigos y procedimientos
legales modernos, es pues, por ello que el estudio de las obligaciones, de los
contratos, las estipulaciones, los contratos consensuales y las obligaciones
nacidas del quías-contrato y quías-delito son tan importantes para el estudio de
las leyes dominicanas. Gracias a todos aquellos ilustres autores de las leyes
romanas como lo fue Gayo y justiniano que lucharon por ser justo ante la
justicia creando legislaciones que hoy día son de mucho valor para nuestras
dotrinas.
Veremos como los Códigos romanos aún permanecen en nuestro Código Civil
Dominicano. Enlizaremos la influencia de este y la aplicación en derecho
moderno.
El derecho romano es el más importante de la antigüedad, el que nos resulta
más conocido en sentido de que, es aquel del cual existen más fuentes de
conocimiento. El derecho romano se desenvuelve en forma más completa ya
que comenzó siendo el derecho de un pequeño pueblo, para luego llegar a
hacer el derecho de ciudades y más tarde el derecho de toda una región, y
después de toda la península itálica, además de las regiones más antiguas de
Europa, el Norte de África y gran parte de Asia. En su evolución puede
estudiarse varias fuentes de estratos sociales, políticos religiosos y
económicos. A pesar de que las leyes romanas existieron en épocas remotas
todavía responden a necesidades de nuestra era. Es el más sólido fundamento
de legislación que existe.

Con el derecho romano quedaron ajustadas y arregladas todas las relaciones


de la vida jurídica del individuo dentro de la familia, y del individuo como sujeto
activo y pasivo de las obligaciones con los demás hombres y objetos de la
naturaleza.
Importancia del Derecho Romano en la Legislación
Dominicana

Al tratar de buscar elementos comunes entre los contratos formados verbos del
código de derecho civil romano y los contratos del código civil dominicano nos
damos cuenta inmediatamente de que esta búsqueda es infructuosa, ya que
este tipo de contratos formados verbos, que fueron usados con bastante
frecuencia en los comienzos del periodo de la república, dejaron de ser usados,
como consecuencia del proceso evolutivo de la sociedad de Roma, así como
por el desarrollo de sus instituciones. Este tipo de contratos se dividía
básicamente en tres tipos:

1.- Estipulaciones

2.- Dictio Dotis

3.- Jurjurandum Liberti

Los tipos Dictio Dotis y jurjurandum Liberti por lo poco frecuente de su uso
cayeron en desuso rápidamente; mientras que por otro lado el tipo de las
estipulaciones aumentaba su vigencia en la sociedad romana.

Las estipulaciones era un tipo de contrato unilateral y de derecho estricto. Para


poder hacer uso de este contrato era necesario el empleo de palabras
solemnes, y que además que los estipuladotes fueran ciudadanos romanos.

El estipulado o acreedor definía los límites del acuerdo a través de la


confección de un documento que recibía el nombre de nuncupativo. Mediante
este documento se le otorgaba todos los derechos al acreedor, tanto de crédito
como de la persona misma, del deudor. Este contrato se realizaba haciéndole
preguntas al deudor o los deudores, las cuales debía contestar inmediatamente
y usando las mismas palabras usadas en la pregunta. Además, las respuestas
debían tener coherencia con la pregunta.
La estipulación debía hacerse entre presentes, es decir, tanto el acreedor como
el deudor debían estar al momento de realizar el acto, esto así porque al
responderla pregunta el deudor aceptaba voluntariamente la creación del
vínculo jurídico que luego lo obligaba a cumplir las condiciones establecidas
por el acreedor.

Cuando los romanos hacían una estipulación tenían por costumbre redactar un
escrito llamado instrumentan o cautivo.

Relataba ante todo el objeto del contrato (Prefacio), luego el cumplimiento de


las formalidades, y terminaba por los nombres y los sellos de los testigos
(Signaturas) que habían asistido al acto.

La estipulación estaba afectada por básicamente 2 modalidades: La modalidad


de término, la cual a su vez se subdividía en término suspensivo y término
extintivo; y por otro lado la modalidad de la condición.

La modalidad de la condición se dividía fundamentalmente en:

1 condiciones posibles o imposibles

2.- Condiciones licitas o ilícitas

3.- Condiciones potestativas, casuales o mixtas

También en este tipo de contratos formados verbos es oportuno mencionar que


era perfectamente posible aplicar el concepto de correalidad, es decir, que
varios deudores contraían una obligación con uno o varios acreedores. Al
momento de gestionar el pago, cualquiera de ellos que pague el monto total de
la deuda hace extinguir la obligación contraída de los otros deudores con
respecto a ese acreedor
Las estipulaciones, pretorianas, judiciales comunes del contrato
formados por litteris
El contrato formado Litteris es otro de los contratos que no aparecen en el
código de derecho civil dominicano y esto es así porque este contrato dejo de
ser usado por los romanos desde el momento que estos dejaron de llevar el
Codex, en el siglo II de nuestra era, los nomina transcriptitia.
El contrato formado Litteris consistía en una anotación que hacia el acreedor en
el Codex, o sea, en el libro donde todos los meses anotaba
las operaciones que afectaban su patrimonio, en la parte de
los activos o bienes, o en la parte de las deudas o los pasivos.
Desde la época de Gayo, había otra forma de ligarse Litteris, consistente en
escritos sobre simples hojas, llamadas Chirographa o Syngrapha. El
Chirographa era un compromiso del deudor a pagar una suma determinada. El
Syngrapha estaba revestido del sello del acreedor y el deudor y era redactado
en dos ejemplares, cada parte conservaba uno.
Por otro lado, los contratos verbis y Litteris no eran, propiamente hablando,
más que formas de contratar, de dar fuerza obligatoria a convenciones
de naturaleza muy diversa. Los contratos Re poseen otro carácter.
Los Contratos Re o reales no son perfectos sino cuando el acuerdo de las
partes va seguido de la tradición de ciertas cosas, entregadas por el que se
hace acreedores al que se obliga. Hay cuatro: El Mutuum o préstamo
de consumo, el Comodato o préstamo de uso, el depósito y el Pignus o el
contrato de prenda.
El Mutuum o préstamo de consumo, es un contrato por el cual una parte
transfiere a otra la propiedad de cierta cantidad de cosas que se aprecian al
peso, al número o a la medida, con obligación de restituir al cabo de
cierto tiempo la misma cantidad de cosas de la misma especie y calidad.
En nuestro Código Civil Dominicano en el titulo X del Préstamo en el Art. 1874
define las dos clases de préstamos. El de las cosas que se pueden usar sin
destruirlas; y el de las cosas que se consumen por el uso. La primera especie
se llama préstamo de uso o comodato. La segunda se llama préstamo de
consumo o simplemente préstamo.
En el código civil dominicano están contempladas todas las obligaciones que
contraen el prestador y el que toma prestado, por lo que definen bien claro
todos estos compromisos, tanto en el código de derecho romano como en el
código de derecho civil dominicano.
De igual modo el código civil dominicano contempla el depósito y la prenda, así
como lo contemplaba el código romano. Bajo el titulo XI del depósito y
del secuestro, Capítulo I, Art. 1915: El depósito en general es un acto por el
cual se recibe un objeto de otro, con la obligación de guardarle y devolverle en
naturaleza.
En cuanto a lo que se refiere al préstamo de consumo o simple préstamo en el
Capítulo II, sección I de la naturaleza del préstamo de consumo del Código
Civil Dominicano dice; el Art. 1892 establece lo siguiente: El préstamo de
consumo es un contrato, por el cual una de las partes entrega a la otra cierta
cantidad de cosas que se consumen por el uso, quedando obligada esta última
a devolver otro tanto de la misma especie y calidad. Al analizar este artículo
nos damos cuenta de que corresponde a la figura del Mutuum del Código de
derecho romano.
Tema IV.-
Contratos consensuales
Los contratos Consensuales se forman por el solo consenso de las partes. Hay
cuatro: La venta, El arrendamiento, La sociedad y El mandato. Estos contratos
derivan del derecho de gentes. Constituyen operaciones de uso tan frecuente y
de utilidad práctica tan grande, que se les encuentra en todas las legislaciones.
Por esa razón el derecho civil no exige para su perfección formalidad especial
alguna. La simple convención es suficiente para que haya contrato, sin ninguna
solemnidad de palabras ni de escritura.
La venta, el arrendamiento y la sociedad son contratos sinalagmáticos
perfectos, desde que se forman engendran entre las partes obligaciones
reciprocas. El mandato es sinalagmático imperfecto como el comodato, el
depósito y la prenda. Todos son sancionados de buena fe.
En el Código Civil de la Republica Dominicana en el Titulo VI de la Venta,
Capítulo I de la naturaleza y forma de la venta, en el Art. 1583 ¨La venta
es perfecta entre las partes, y la propiedad queda adquirida de derecho por el
comprador, respecto del vendedor, desde el momento en que se conviene en la
cosa y el precio, aunque la primera no haya sido entregada ni pagadas.
En el Código de derecho Civil Dominicano podemos ver fácilmente como están
contenidas todas las condiciones y obligaciones contraídas por las partes que
llevan a cabo el contrato de la venta, así como también las garantías que debe
entregar el vendedor de la cosa al comprador.
Los elementos que definen y caracterizan los contratos consensuales fueron
transferidos desde el código de derecho romano al Código de derecho Civil de
manera casi inalterable. Esto significa que los jurisconsultos de la república
lograron alcanzar un nivel de abstracción en este aspecto tan profundo que
realmente no se ha necesitado producir prácticamente ninguna alteración de
fondo, salvo alguno que otro cambio en la forma, para ajustarlo un poco más a
una legislación específica.
En términos generales los contratos consensuales se han mantenido sin
cambios en su estructura, salvo en el caso de la venta en los tiempos de la
republica romana en la que el vendedor al llevar a cabo el contrato de venta no
transfería la propiedad de la cosa vendida al comprador, sino que lo que le
transfiere es el goce completo y duradero de la cosa, lo cual le da en suma las
ventajas de la propiedad.
Como podemos ver en el Art. 1583 del Código Civil Dominicano se establece
que la propiedad de la cosa es transferida desde el mismo momento en que se
realiza el contrato. Esta es, pues, una de las pocas diferencias que contempla
el código de derecho romano y el Código de derecho Civil de la Republica
Dominicana.
Tema V.-
Convenciones sancionadas por el Derecho Civil
Como ya sabemos el simple pacto no es sancionado por el derecho civil. Es
una regla, con frecuencia formulada por los textos: Ne ex pacto actio nascatur.
En el derecho natural, toda convención lícita es obligatoria. Por lo tanto, el que
ejecuta lo que ha prometido por el simple pacto, hace un pago valido y no
puede ya reclamar lo que ha pagado.
Pero se puede suponer que estando hecho un contrato, las partes han querido
modificarlo o complementarlo por una convención posterior. Esto se puede
hacer a través de un pacto adjunto que puede ser:
1.- In continente, ser al principio mismo del trato o 2.- Ex intervallo, es decir,
cuando hace ya lo cierto tiempo que está formado el contrato, o cuando las
partes se han entregado ya a la realización de otras ocupaciones.
Otro de los contratos que se hacían con mucha frecuencia, y que no estaban
considerados dentro de las clasificaciones de contratos verbis, Litteris,
formados Re y los consensuales, eran los llamados contratos innominados.
Estos contratos se realizaban cuando dos personas han convenido
hacerse prestaciones reciprocas. Si una de las partes ejecuta lo convenido,
entonces enriquece a la otra, por lo que resulta justo que la que ha recibido la
prestación este civilmente obligada a cumplir su promesa.
Existían una gran cantidad de contratos innominados en los tiempos de
Justiniano, pero por su importancia práctica, han recibido una calificación, y
merecen una atención especial: Son, en el derecho clásico, el estimatum, el
cambio, y en el derecho de Justiniano el precario.
Este tipo de convenciones sancionadas por el derecho civil no tuvieron,
realmente, la fuerza de vencer el paso del tiempo por lo que no aparecen
mencionadas en el código de derecho civil de la Republica Dominicana,
ciertamente que tuvieron un gran apogeo en el derecho clásico y de Justiniano,
pero perdieron su vigencia con el paso del tiempo.
Tema VI. -
Derecho sucesor Romano en derecho sucesora dominicano
Vamos a identificar primero los principios, las normativas dominicanas.
-El libro tercero del Código Civil Dominicano empieza hablando ¨ de los
diferentes modos de adquirir la propiedad´´. El artículo 711, que es el primer
artículo del libro tercero, expresa que la propiedad de los bienes se adquiere y
se transmite por sucesión, por donación, entre vivos o testamentariamente, en
efecto de las obligaciones.
Cesar Justiniano en sus instituciones, libro segundo, título II dice lo siguiente:
´´hay otro género de adquisición, el cual es la donación, que se distingue en
dos especies: la donación por causa de muerte y la que no se hace con este
motivo´´.
En estas se traspasó igual porque se hace a causa de muerte o que no se hace
con este motivo o sea se hace por sucesión entre vivos.
El artículo 732 dice que la ley regula el orden de suceder que los herederos
legítimos y el articulo 895 expresa que el testamento es un acto por el cual
dispone el testador, para el tiempo en que ya no exista, del todo o parte de sus
bienes, pero que puede revocar.
Gayo, en sus Instituciones, libro segundo, titulo 999, dice lo siguiente; y
primeramente consideremos las sucesiones, ´´de las que hay dos tipos, las
sucesiones testamentarias y las sucesiones ab instes tato´´.
-El artículo 893 de nuestro Código dice que ninguno podrá disponer de sus
bienes a título gratuito, sino por donación entre vivos o por testamento, en la
forma que este código expresa. El artículo 894 dice que la donación entre vivos
es un acto por el cual el donante se desprende actual e irrevocablemente de la
cosa donada a favor del donatario que la acepta.
Cesar Flavio Justiniano en sus instituciones, libro segundo, titulo VII, párrafo 2,
dice lo siguiente: ´´las otras donaciones son las que se hacen sin ninguna
previsión de la muerte y las llamamos entre vivos´´.
El libro tercero del Código Civil Dominicano, título I, capítulo II, trata de los
diversos órdenes de sucesiones. El artículo 731 señala que suceden los hijos y
descendientes del difunto, sus ascendientes y los colaterales en el orden y
según las reglas que a continuación determinan.
Gayo en sus instituciones, libro segundo, titulo 157, habla del orden de
herederos internos herederos suyos o herederos domésticos y que también,
viviendo el ascendiente, están considerandos, en ciertos modos, como
propietarios. Son los primeros llamados a suceder.
El artículo 895 de nuestro Código nos dice que un testamento es un acto por el
cual dispone el testador, para el tiempo en que ya no exista, del todo o parte de
sus bienes, pero que puede revocar. En los artículos 969, 971 y 976 nos habla
de tres clases de testamentos dominicanos; el ológrafo, el hecho por el acto
público y el testamento místico o secreto.
El Art. 969. El testamento podrá ser ológrafo, o hecho por instrumento público,
en forma mística.
El Art. 971. El testamento por acto público es, el otorgado ante dos notarios y
en presencia de dos testigos, o por un notario en presencia de cuatro testigos.
El Art. 976. Si el testador quiere hacer un testamento místico o secreto, deberá
firmar sus disposiciones, bien las escribas o las dice….
Gayo en sus instituciones, libro segundo, titulo 101 afirma que en el origen
hubo dos géneros de testamentos, se hacia su testamento bien con los
comicios convocados que era autorizados dos veces por año en
la redacción de los testamentos, bien en campañas, es decir, cuando se
tomaban las armas por causa de guerra. En campaña se dice en efecto de un
ejército equipado y armado. Es porque el primer se hacía en tiempo de paz y
descanso y el segundo cuando se iba a batirse. En el titulo 102 afirma que
luego se añadió pronto un tercer genero de testamento, que se hacía por el
bronce y libra.
El articulo 1003 habla del legado universal. El artículo 1004 nos habla del
legado particular. Gayo en sus instituciones, libro segundo, titulo 191 y 192 nos
dice:
´´ ahora hablamos de los legados. Hay, pues cuatro géneros de legados;
legamos, en efecto, bien por instes tato, bien por mandamiento y bien por
autorización o por pagamento provisional.
El artículo 1010 del Código Civil Dominicano expresa que el legado a título
universal es aquel por el cual el testador lega cierta parte de los bienes que
permite disponer la ley, tal como una mitad, un tercio o todos sus inmuebles o
todos sus muebles, o una porción fija de todos sus inmuebles o de todos sus
muebles.
Nuestro código reconoce tres casos de legados: el legado universal, que es la
disposición testamentaria por el cual el testador da a una o muchas personas la
universalidad por el articulo 1003; el legado a título universal, establecido por el
articulo 1010 y el legado a título particular, establecido por el código 1014.
El legado de una universalidad también se usó en la época romana el legado
de una parte de la herencia, aunque el legado, en principio, solo recae sobre
cosa consideradas a título particular, citan los textos en los dos casos de
legados cuyo objeto es una universalidad: el legado de una parte de herencia y
el legado de un peculio. Lo dice también Justiniano en el libro segundo, titulo
XXI
Tema VII.-
El testamento romano y su influencia en testamento dominicano
En el libro tercero, título II de nuestro Código Civil Dominicano, en su artículo
893, se habla de las donaciones entre vivos y de los testamentos.
En el segundo libro; titulo X de las instituciones de Justiniano se nos habla de
las formalidades de los testamentos y agrega: ´´la palabra testamento toma su
origen de testario mentis (testimonio a libertad) ´´.
Tres clases de testamentos están en el artículo del código Civil Dominicano
trata del testamento ológrafo, articulo 971 trata del testamento autentico y el
testamento místico.
Las clases de testamentos romanos se conocieron antiguamente dos especies
de testamentos, uno en tiempos de paz y se llamaba ´´calatis comitis´´, que
significaba convocados los comicios, y otro en tiempo de guerra y se llamaba ´´
inprocintu´´, que significaba con el ejército en pie de guerra.
En el artículo 969 del Código Civil dice que el testamento podrá ser ológrafo o
hecho por instrumento público, o forma mística,
El testamento ológrafo en el art.970 del Código Civil Dominicano dice no será
válido, si no está escrito por entero, fechado y firmado de mano del testador; no
está sujeto a ninguna otra formalidad.
En República Dominicana no existe aún el testamento ológrafo.
El testamento auténtico este testamento según el artículo 971 del Código Civil
Dominicano dice que el testamento por acto público es el otorgado ante dos
notarios y en presencia de dos testigos, o por un notario y en presencia de
cuatro testigos. En las instituciones de Gayo, libro segundo, titulo 101, se nos
habla de
los testamentos con los comicios convocados y de un ejército equipado y
armado. Gayo señala que luego de añadió pronto un tercer genero de
testamento, que se hacía por el bronce y la libra. Este se llamaba ´´´por
el cobre y la libra´´, evidentemente porque se produce por medio de una
mancipación (Gayo, Inst. 2-102).
Tema VII.-
De la tutela y cuartela desde Código Civil hasta la influencia del Derecho
Romano
Reaccionando contra la tradición de origen romano e invocando la similitud
esencial entre la tutela y la curatela, por tratarse, ambas, de prestar amparo al
incapaz, no importa cuál sea la causa de su incapacidad,
ciertas leyes modernas han suprimido la diferencia sistemática entre las dos y
prefieren tratarlas como una sola figura; en tanto que otras, mirando más bien
las notas peculiares de cada, mantienen para ellas trato distinto y separado, si
bien extienden a la curatela las reglas de la tutela en todo lo que no resulte
especialmente legislado para aquellas.
Mientras que en el derecho romano el impúber concebía la mayoría de edad a
los 25 años, en nuestro Código Civil Dominicano en el art. 388 (modificado por
la ley 4999 del 19 de septiembre de 1995; G: O: No.8287). Se entiende menor
de edad al individuo de uno u otro sexo que tenga dieciocho años cumplidos.
En la tutela de los impúberes romanos, el impúber tiene la necesidad de un
protector si ha nacido Sui Juris, fuera de matrimonio legítimo, o bien, si nacido
bajo la potestad paterna, ha salido de ella antes de la pubertad. Este protector
es llamado tutor. Pero el poder concebido al tutor no es, de ningún modo, una
verdadera potestad, difiere notablemente, por varias causas, de la potestad
paterna, donde la tutela termina con la pubertad del pupilo.
En nuestro Código Civil Dominicano en el capítulo II de la tutela sección I de la
tutela de los padres art.389.- Dice: El padre es, durante el matrimonio,
el administrador de los bienes personales de sus hijos menores. Es
responsable de la propiedad y rentas de aquellos bienes cuyo usufructo no
tiene, y solamente de la propiedad en aquellos en que se lo conoce la ley.
En nuestro código permanece el consejo de familia antes de asignarle un tutor
al pupilo como existió en la legislación romana. Lo podemos encontrar en
nuestro Código Civil Dominicano en el capítulo II de la tutela. En nuestra
Código existe la tutela que es llamada pro-tutor estipulados en la sección V del
capítulo II art.20, que en Roma era llamado cuartela que era el que velaba junto
al tutor por los bienes del menor.
Tema IX.-
Semejanzas de algunas instituciones romanas con el Derecho en la
actualidad
El hombre es relevante para el derecho como sujeto activo y pasivo de
obligaciones, es decir cuando realiza cualquier acto jurídico, compra-venta,
testamento, o cuando se hace acreedor, deudor, etc. O cuando dentro de la
familia el individuo contrae matrimonio, adquiere la titularidad del derecho
de patria potestad sobre sus hijos, se hace tutor, curador, o legítima un hijo, y
le interesa cuando frente a las cosas, como cuando adquiere un inmueble y se
hace propietario del mismo. En la legislación romana, no todo hombre es
considerado persona, por cuanto dicha legislación les negó capacidad jurídica
a ciertos hombres, tales como esclavos, relegándolos a la categoría de las
cosas. Los sujetos de derecho serían los que reúnen las condiciones de
libertad, de ciudadano y de familia, (status libertáis, status civetitas y status
familiae).Para que el hombre sea considerado existente, era preciso que
concurriesen varios requisitos o elementos naturales tales como el
desprendimiento total del feto del claustro materno, el nacimiento con vida,
el parto perfecto (que no sea un aborto) y que tenga forma humana. La doctrina
romana acoge la teoría de la vitalidad, o sea el nacimiento con vida fija el
comienzo de la capacidad o personalidad jurídica. Protege también al
nasciturus, atiende a la defensa de su existencia física con medidas
conducentes a proteger su integridad, porque el parto antes de que se dé
a luz es parte de la mujer y de sus entrañas.
El concebido no es actualmente persona, pero es siempre una persona
eventual, por lo que se le reservan y tutelan aquellos derechos que desde el
momento del nacimiento se le habrían transmitido. Los romanos
fundamentalmente clasifican la capacidad en capacidad de goce y capacidad
de ejercicio. La capacidad de goce es la facultad que tiene la persona para
adquirir o gozar de los derechos, para ser titular de derechos tal como por
ejemplo la tienen los menores de edad que tienen capacidad para adquirir
derechos e incapacidad para ejercitarlos.
En los ordenamientos jurídicos contemporáneos, todo individuo de la especie
humana es persona, y, por lo tanto, susceptible de adquirir derechos y contraer
obligaciones a diferencia del derecho romano. El criterio de nuestra legislación
civil al igual que los romanos acoge la teoría de la vitalidad y se contempla al
nasciturus; el feto se tendrá como nacido cuando se trate de su bien, y para
que sea reputado como persona, basta que haya nacido vivo. Al referirse a los
sujetos de derecho, se entiende como capacidad al igual que los romanos
como la facultad para adquirir derechos y contraer obligaciones, siendo las
mismas clases de capacidad estudiadas por los romanos, pero sin la necesidad
de estipular que para ser plenamente capaz se requiera la concurrencia de tres
estados, sino sencillamente llegar a la mayoría de edad.
Tanto en el ordenamiento jurídico romano como en el moderno existen factores
que limitan o modifican a la capacidad de ejercicio y factores que la extinguen.
En la doctrina romana algunas de esas causas que pueden limitar o restringir la
capacidad son de índole natural y otras de tipo civil o social, tales como el
sexo, la edad, la salud corporal y mental, la religión, la profesión, el origen, el
domicilio y la infamia. Un ejemplo sería el del menor infante, la edad incidía
sobre su persona impidiéndole la realización de actos jurídicos por sí mismo,
de allí que el derecho someta a este menor a la institución de la tutela, a fin de
proveerle de un representante para que le administre su patrimonio, sus
bienes. En el mismo sentido podríamos referirnos al enajenado mental, o al
pródigo que dilapida sus bienes sin causa que los justifiquen, los somete a la
institución de la curatela a fin de cuidarlo y salvaguardarlo, tanto en lo que
respecta a sus personas como en lo que atañe a la administración de su
patrimonio.
En cuanto a la extinción y pérdida de la capacidad jurídica, en la doctrina
romana tenemos como causas principales a la muerte, la capitis deminutio
(disminución de status debido a varios sucesos tales como pérdida de libertad,
pérdida de la ciudadanía o pérdida del parentesco agnaticio) El hecho de la
muerte, es relevante para el derecho, por cuanto produce efectos de derecho
ya que determina la sucesión de derechos y obligaciones de naturaleza
transmisible por otra persona llamada heredero así como es causal de
disolución de matrimonio, extingue la patria potestad, la personalidad jurídica y
los derechos reales, de usufructo y habitación. La determinación de la muerte
de una persona antes que otra es de suma importancia, pues ella decidía el
derecho de sucesión; por esto debía ser probado por aquél que tratara de
fundar sus derechos en la supervivencia de una persona. El derecho romano
estableció dos presunciones de premoriencia: Si en un mismo suceso, batalla,
naufragio, incendio, fallecen el padre y el hijo, el hijo impúber falleció primero
que su padre, el padre falleció antes que su hijo púber.
El derecho romano también nos da a conocer la presunción de conmoriencia,
en el caso de que varias personas fallecieran en el mismo infortunio, si no se
podía probar cuál de ellas murió primero, se consideraba su muerte simultánea.
También se estableció la presunción de muerte, cuando una persona tuviese
70 años de nacido y se ignoraba si vivía, se presumía muerto.
La doctrina moderna se ocupa, al igual que la doctrina romana, de estudiar las
circunstancias modificativas de la capacidad de ejercicio, las personas se
clasifican en mayores y menores de edad y durante la minoridad, el hijo está
sometido a la patria potestad de su padre, quien en representación de él
ejercerá los derechos y realizará los actos jurídicos; si el menor carece de
representante legal, será el tutor quien se encargará de su guarda y cuido y, al
mismo tiempo, quien le administrará su patrimonio, todo ello en razón del factor
edad.
En el derecho moderno se consagran igualmente instituciones como la
interdicción e inhabilitación, declarando incapaces a aquellas personas que
sufren defecto intelectual grave, sometiéndolo a la interdicción y designándole
un tutor para que lo salvaguarde en su persona y en su patrimonio; o bien
personas que padecen un defecto menos grave como el débil de
entendimiento, el pródigo, el sordomudo, el ciego, etc. declarándoles inhábiles
por un juez competente y nombrándoseles un curador que los asista y les
complete su capacidad. Estas instituciones están consagradas en nuestro
código civil. Así mismo el código civil se ocupa del domicilio, al definirlo, sus
clases, etc. como factor de modificación de la capacidad.
Hoy se estudia la muerte como el hecho natural y jurídico que produce la
extinción de la capacidad jurídica de la persona fijándose una serie de efectos
que ella produce sobre todo en el derecho sucesora, pues constituye la
transmisibilidad activa y pasiva de las obligaciones del causante en sus
herederos, o en derecho de familia, pues al morir el padre se confiere la patria
potestad al otro cónyuge, o muertos ambos, se produce la apertura de la tutela,
o muerto uno de los cónyuges, o se disuelve el matrimonio, entre otros casos.
Además, se utilizan la presunción de premoriencia y de conmoriencia. Es de
señalar que el código civil también trata de la institución de presunción de
muerte añadiendo las instituciones de la no presencia y el de la1 presunción de
ausencia.
Conclusión
A la escala en que se avanza en el estudio del derecho romano, se llega
fatalmente a la conclusión de su importancia y de su trascendencia para la
verdadera formación del jurista. Es innegable la influencia de la doctrina
ROMANA en el derecho civil contemporáneo con la persistencia de los
elementos romanos, a pesar de las variantes y divergencias que presentan,
como consecuencia de la evolución histórica y de la diversidad social. Si en el
ámbito del derecho de familia, las transformaciones han sido importantes, que
ya algunas figuras del derecho romano se han indefinido para dar paso a
nuevas versiones jurídicas, no sucede así con los derechos reales y las
obligaciones, ya que aquí está vivo el viejo derecho del Lacio. Para entender
el derecho de propiedad hay que remontarse a los antiguos principios del Jus
utendi, Jus fruendi y abutendi. De la misma manera, la posesión sólo puede ser
entendida a cabalidad teniendo como punto de partida la vieja versión del
derecho romano que pone al descubierto los elementos clásicos del corpus y
animus, las servidumbres en sus elementos fundamentales se conservan en su
plenitud, Figuras como el uso, el usufructo y la habitación están vivas y
palpitantes en el Código Civil, con escasas variaciones en relación a su fuente
romana. Lo mismo puede decirse de instituciones como la enfiteusis, la
superficie o la anticresis, hoy resucitada en una tramitación tan moderna como
es la venta en propiedad. En lo esencial, las necesidades del hombre antiguo,
por lo que respecta a los derechos personales, son idénticas a las necesidades
del hombre moderno y resulta verdaderamente impresionante observar cómo
principios estructurales del Derecho Romano siguen siendo vigentes en el
mundo.

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