Examen Mensaje Cristiano
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SENTIDO DE LA TEOLOGÍA
La iglesia en el Concilio Vaticano II era consciente de su misión, infundir en las venas de la humanidad
actual la virtud perenne, vital y divina del evangelio, pues propone en sus documentos cuestiones
doctrinales y prácticas para que las enseñanzas y los preceptos cristianos se apliquen perfectamente
en la vida diaria. Todo esto se refiere a la Divina Escritura, la Sagrada Tradición, a los sacramentos, a la
oración de la Iglesia, etc.
La misión del Concilio es ser luz para la humanidad desde el mensaje evangélico genuino y por ello ha
querido estar presente en todos los campos de la vida.
En seis de sus documentos aparece continuamente la urgencia de revisar la teología, subrayando su
importancia, acomodando sus métodos, animando a todos a adquirir un conocimiento cada vez más
completo de las disciplinas eclesiásticas, especialmente de la Sagrada Escritura y de la Teología.
La nueva vitalidad que el Concilio quiso infundir fue que ellos mismos conocieran con mayor amplitud
las verdades de la fe, transmitiéndolas con sus enseñanzas a través de la predicación, las catequesis,
escritos, para que todo el pueblo guiado por el Espíritu Santo avance hacia el conocimiento pleno de la
Verdad.
La Teología trata al hombre por completo y por ello podemos decir que es una disciplina abierta a
todos los hombres. Es una ciencia que se ofrece a todo aquel que desee una respuesta a los
interrogantes más profundos de la vida humana, un mayor conocimiento del Dios Amor, Creador y
Salvador y un camino seguro para llegar a la comunión total con él.
1. Sentido de la teología:
La Teología se apoya sobre la revelación. Sus componentes son hechos y palabras concretas
provenientes de Dios. La revelación culmina con una persona, Cristo, que muere y resucita. La
revelación influye en la teología dogmática, en la liturgia, en la moral, etc. la división la hacemos
nosotros por comodidad, pero teología solo hay una.
1.1 Teología dogmática: son pronunciaciones solemnes de la Iglesia dadas en ciertas
circunstancias. Dogma: declaración refleja, explicita y autorizada hecha por la Iglesia sobre la
doctrina revelada, como verdad particular perteneciente a la Verdad completa que
comprende el misterio de Dios y la salvación del hombre. El misterio total de Dios ya
contenido en el kerigma que circunstancial y necesariamente se ha ido desarrollando en
otras fórmulas. Algunas doctrinas han sido profundizadas por razones apologéticas que
después han sido tomadas del conjunto de la doctrina católica. No representan toda la
teología y hubo un tiempo en que solo se estudiaba la teología dogmática.
1.2 Teología sistemática: quiere organizar toda la teología, con sus distintas vertientes:
dogmática, bíblica, pastoral, … ¿Cómo llegar a sistematizar toda la teología? Primero,
estudiando la teología bíblica. Segundo, la teología patrística, es un mar infinito al que no se le
había sacado todo su valor hasta épocas más recientes. Y, tercero, la teología histórica que
comienza con el medievo.
1.3 Teología fundamental: responde al yo creo, pero ¿por qué someter mi razón a una
revelación? Pretende que el acto de fe sea un acto razonable y voluntario.
1.4 Teología apologética: responde al por qué no soy de otra religión. La revelación es única
porque una es la persona de Cristo, después de Él ya no hay revelación progresiva porque no
hay más verdades reveladas. Aun así, puede haber un progreso en el modo de entender esa
persona-revelación que es Cristo. Esto se manifiesta en la vida de la Iglesia: en su culto,
mediante técnicas pedagógicas determinadas, se transmiten adecuadamente al hombre de
hoy, a fin de que pueda vivir una ansiada unión íntima con Dios. La teología nos adentra en el
campo de la fe, que exige del hombre una respuesta comprometida. El teólogo y la teología
han de tener siempre presente su característica fundamental.
2. La Teología es una ciencia:
La Teología es ciencia de lo divino. La teología es vida y no un puro conocimiento especulativo.
Conviene que la teología se haga comprensible para el hombre de la manera más objetiva posible. De
esta forma lo creído se irá formulando científicamente, para que el espíritu humano pueda poseerlas
en el entendimiento racional además de en la fe. Existe el conocimiento racional de la fe, que
constituye su fase teológica.
5. Pluralidad de teologías:
Hoy en día se habla de pluralidad de teologías porque se han de tener en cuenta las circunstancias
concretas en que las diversas comunidades eclesiales están inmersas; las teologías son una teología
comprometida con lo existencial del hombre dentro del ámbito privilegiado que es la riqueza de la
presencia de la Iglesia en todo el mundo.
- Jesús de Nazaret
- La predicación de los apóstoles y la vida de las comunidades
- Los escritores.
Los evangelios son cuatro:
SITUACIÓN POLÍTICA
Es una colonia romana. En el nacimiento de Jesús ya llevaba más de 60 años bajo el poder
romano. El procurador romano tenía su sede en la ciudad del César. En la época en que N
Jesús desarrolla su vida pública el procurador había designado en Jerusalén a Poncio o
Pilato como prefecto de la religión de Judea. Galilea y Perea estaban bajo el rey Herodes.
Herodes Antipas es un súbdito fiel de Roma y hace grandes obras arquitectónicas.
EL SANEDRÍN
El pueblo judío tenía un estatuto propio y gozaba de cierta autonomía. el Sanedrín era la
máxima autoridad política y religiosa. Estaba dirigido por un sumo sacerdote y lo
formaban 70 miembros: ancianos. La función del Sanedrín era doble: religiosa y política.
Políticamente, el Sanedrín votaba las leyes, disponía de una policía propia y regulaba las
relaciones con Roma, pero para condenar a muerte, tenía que tener el consentimiento de
las autoridades romanas.
GRUPOS SOCIALES
Tenemos varios grupos según su ideología:
1. Los Fariseos: estos llevaban al pie de la letra la ley o la Torah. Creían en la
inmortalidad de las almas, en la resurrección de los muertos, en los ángeles y en
los demonios. Muchos de ellos son también escribas (se dedicaban a copiar las
escrituras).
2. Los Saduceos: eran la parte aristocrática del judaísmo. Aceptaban la Ley de
Moisés literalmente y rechazaban lo que no se encontrara en ella. Pensaban que
Dios no intervenían en la vida cotidiana del judío, y no creían ni en la inmortalidad
del alma ni en la resurrección de los muertos.
3. Los Zelotes: comparten los puntos de vista de los fariseos, consideran que deben
formar grupos paramilitares para derrotar el poder romano. Confunden la política
y la religión, son fanáticos.
4. Los Esenios: son monjes retirados en las regiones desérticas del país. Trabajan
durante el día, y dedican el atardecer a la oración y a la meditación de las
Escrituras. La mayoría de ellos son laicos. Practican las mismas celebraciones que
el judaísmo oficial, pero no siguen el mismo calendario. Están en desacuerdo con
el culto y el sacerdocio.
5. Los Anawin o los pobres: la gente del pueblo sencillo que creen y esperan el
cumplimiento de las promesas hechas por los profetas. Son creyentes por las
esperanzas en las promesas de Yahvé. Es el grupo menos influyente socialmente,
pero que tienen una religión más verdadera.
N
o
la Salvación del Hombre. Aparece por primera vez reflejado en el prólogo del evangelio de
San Juan. Este considera la encarnación como el misterio por excelencia. También es un
Misterio profundamente vislumbrado en el Antiguo Testamento.
La Encarnación es profundizada también por la teología de los Santos padres (generación
posterior a los apóstoles). La encarnación es el tema central de las profesiones de fe.
Superando las concepciones mitológicas que proponían a un mediador celeste pero no
humano y la idea de redentor exclusivamente humano, la fe cristiana presenta la
encarnación como el descenso existencial e histórico del Hijo de Dios en la realidad de
nuestra carne mortal. Vivió todos los acontecimientos esenciales de la vida humana: nacer,
crecer y morir; y con el acontecimiento decisivo y único de la resurrección, es decir, Cristo
plenamente hombre ha superado el poder de la muerte.
El cristianismo comparte con otras religiones la fe en un Dios único. Sin embargo,
tenemos la fe de que este Dios se ha hecho autentico hombre en Jesús de Nazaret.
En Él los hombres encuentran la plenitud de su vida religiosa y la Iglesia llama encarnación
al hecho de que el Hijo de Dios haya asumido una naturaleza humana para llevar a cabo
por ella nuestra salvación.
En casi los 200 versículos que se habla de María en N.T, la presentan como Madre del
Salvador y también como discípula del Señor. La afirmación de que María es la Madre del
Señor es la más importante. Ella sería la MUJER primera de esa nueva humanidad.
Ha habido gente en la historia que negaba que María fuera madre de Dios. Decían que era
madre de la Naturaleza humana de Jesús, no de la divina. La iglesia lo niega, ya que María
es madre de la persona divina, es decir, es MADRE DE DIOS. Decir que María es Madre de
Dios tiene un doble sentido:
2. Las parábolas
Son el corazón de la predicación de Jesús. Las parábolas de Jesús indica claramente una originalidad
personal, una claridad y sencillez singular. En estas sentimos inmediatamente la cercanía de Jesús,
cómo vivía y enseñaba. Pero debemos preguntarnos una y otra vez qué nos quiere decir con cada
una e sus palabras. Cada parábola tiene su propio contexto y mensaje.
En muchas se establece que el Reino de Dios es algo escatológico. Pero Dodd une escatología y
cristología, es decir, el reino de Dios llega con la persona de Cristo. En la medida en que las parábolas
hablan del Reino, señalan a Cristo como su auténtica figuración. N
o
El tema más profundo del anuncio de Jesús era su propio misterio. Hemos visto que el Reino de Dios
está por venir y que ha llegado en la persona de Jesús.
Jesús quiere decir que las parábolas poseen una doble cara, una para los que conocen el Reino y
otra para aquellos que no.
El profeta fracasa en su pueblo. Su mensaje contradice la opinión general y sus costumbres, pero
solo a través de su fracaso las palabras resultan eficaces. Este fracaso del profeta, en cierto sentido,
se repite en la historia de la humanidad.
En la parábola del sembrador es donde aparecen estas palabras misteriosas en boca de Jesús, en ella
se da mucha importancia a la semilla. Él mismo es el grano. Las parábolas hablan de manera
escondida del milagro de la cruz, no solo hablan de él, ellas mismas forman parte de Él. En las
parábolas Jesús no es solo el sembrador que siembra la semilla de la Palabra de Dios, sino que es
semilla que cae en la tierra para morir y así poder dar fruto.
Todos los educadores recurren alguna vez a la parábola, con ella se acerca o que
estaba lejos de forma que, a raves del puente de la parábola, lleguen hasta lo que
entonces les era desconocido, es un movimiento doble:
- Por un lado, la parábola acerca lo que está lejos.
- Pone en camino al oyente.
Lo problemático: la incapacidad de descubrir su dinámica y de dejarse guiar por ella,
es decir, que no haya voluntad de dejarse llevar por el movimiento que la parábola
exige. A través de lo cotidiano quiere indicarnos el verdadero fundamento de todas
las cosas y así la verdadera dirección que debemos tomar en la vida.
Nos muestra a Dios, el Dios que actúa, que entra en nuestras vidas y nos quiere tomar
de la mano, nos muestra también quienes somos y qué debemos hacer. Nos
transmite un conocimiento que nos compromete, que cambia nuestras vidas. Un
conocimiento que nos trae un regalo: Dios está en camino hacia ti.
Nos hemos formado en un concepto de la realidad que solo se considera real lo que
se pude probar experimentalmente. Pero Dios no se deja someter a experimentos;
Dios no puede observarse de ningún modo.
Las parábolas son expresión del carácter oculto de Dios en este mundo. Es un
conocimiento que no puede darse sin conversión en un mundo marcado por el
pecado, nuestra vida se caracteriza por estar aferrada al Yo, se debe romper este
lazo. El conocimiento de Dios no es posible sin el don de su amor hecho visible.
5. La oración de Jesús.
Intentar comprender la oración de Jesús nes aproximarnos a la santidad de Jesús, y lo
hacemos primero contemplando a él mismo en oración, en segundo lugar,
escuchando cómo nos enseña a orar y por último, conocer cómo acoge nuestra
oración.
Jesús aprende a orar y lo hizo a través de María que conservaba en su corazón todo lo
que Dios hacía. También aprende Jesús de las palabras y los ritmos de la oración de
su pueblo, en la sinagoga de Nazaret y en el templo de Jerusalén. Sin embargo, su
oración brota de una fuente secreta y distinta porque Él es el hijo de Dios. Aquí
comienza la oración filial.
Lucas nos dice que Jesús ora antes de lo momentos decisivos de su misión. En otros
momentos: ora antes de elegir y llamar a los 12, antes de que Pedro lo confiese como
Mesías. Jesús se retira con frecuencia a un lugar apartado en la montaña con
preferencia durante la noche para orar. Allí, habla con el Padre de los problemas de
los hombres y con frecuencia sus palabras y sus obras son la manifestación visible de
lo que él ha vivido en secreto con el Padre. Los evangelistas han conservado las 2
oraciones más explícitas de Jesús.
- DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA: ‘’Danos’’. Jesús nos enseña esta
petición. Con ella se glorifica a nuestro Padre. ‘’Nuestro pan’’: el Padre que
nos da la vida no puede dejar de darnos todos los bienes que la vida necesita
para desarrollarse. Los cristianos que oran en verdad están llamados a una
responsabilidad efectiva hacia sus hermanos que pasan hambre. Las
bienaventuranzas implican compartir los bienes espirituales y materiales. Los
cristianos debemos movilizar todos nuestros esfuerzos para ‘’anunciar’’ el
Evangelio a los hombres. el sentido específicamente cristiano de esta cuarta
petición se refiere al Pan de Vida. ‘’Hoy’’ es también una expresión de
confianza. Este hoy o es solo el de nuestro tiempo mortal, es el Hoy de Dios.
Si Jesucristo es para ti hoy, todos los días resucita para ti. El Hoy de Dios es
cuando Cristo resucita para ti. ‘’De cada día’’: significa lo más esencial.
Tomada en sentido temporal es una repetición de Hoy para confirmarnos en
una confianza sin reserva. Tomada en un sentido cualitativo significa lo
necesario para la vida.
- Y LÍBRANOS DEL MAL: Él nos recuerda que quien ora es el ‘’nosotros’’, uno en
comunión con toda la Iglesia y para la salvación de toda la familia. En esta
petición, el mal designa a una persona: Satanás, el ángel que se opone a
Dios. Es aquel que por, medio del cual el pecado y la muerte entraron en el
mundo toda la creación entera será liberada del pecado y de la muerte. Al N
pedir ser liberados del Maligno, oramos para ser liberados de todos los males o
de los que él es autor.
Tema 5. Escatología.
Etimológicamente, la escatología es la parte de la teología que trata acerca del fin del
mundo y de la vida individual. El término proviene del griego y trata de las realidades
últimas. En un sentido más estricto, implica una visión lineal histórica que se inicia en un
momento concreto que va hacia el fin de todo lo que existe.
1. Sentido cristiano de la muerte.
En la antropología cristiana el cuerpo no es una cárcel de la que el encarcelado desea huir,
ni un vestido que se puede quitar fácilmente, la muerte no es algo deseable para ningún
hombre, ni un acontecimiento que el hombre pueda abrazar con ánimo tranquilo sin
superar previamente la repugnancia natural. Nadie debe avergonzarse de estos
sentimientos ya que el mismo Señor quiso padecerlos antes de su muerte y Pablo testifica
haberlos tenido. La persona humana es el alma y el cuerpo esencialmente unido, la
muerte afecta a la persona. La muerte tiene que ser aceptada con un cierto sentido de
penitencia por el cristianismo.
También es natural que el cristiano sufra con la muerte de las personas que ama. También
nosotros podemos y debemos llorar a nuestros amigos muertos.
La repugnancia que el hombre experimenta ante la muerte y la posibilidad de superarla es
una actitud característica humana completamente diversa de la de cualquier animal. La
muerte es una ocasión en la que el hombre puede y debe manifestarse como hombre.
La fe y la esperanza nos enseñan otro rostro de la muerte. Jesús asumió el temor de la
muerte a la luz de la voluntad del Padre. Esa comunión con Cristo después de la muerte es
considerada por Pablo como algo que es con mucho lo mejor. La ventaja de esta vida
consiste en que habitamos en el cuerpo y así tenemos nuestra plena realidad existencial;
pero con respecto a la plena comunión postmortal vivimos lejos del Señor. Aunque por la
muerte salimos de este cuerpo y nos vemos privados de nuestra plenitud existencial, la
aceptamos con bien ánimo, más aún podemos desear, cuando ella llegue, vivir con el Señor.
Este deseo puede coexistir con el temor natural de la muerte. La muerte se considera
entonces como puerta que conduce a la comunión postmortal con Cristo y no como
liberadora del alma con respecto a un cuerpo que le fuera una carga.
En la tradición oriental es frecuente el pensamiento de la bondad de la muerte en cuanto
que es camino para la futura resurrección gloriosa. Cristo con su muerte y su resurrección
dio a la muerte esta bondad. También el dolor y la enfermedad que son un comienzo de la
muerte, deben asumirse por los cristianos de una manera nueva. Por la aceptación del
dolor y de la enfermedad permitidos por Dios nos hacemos partícipes de la pasión de
Cristo. De modo semejante no nos es lícito entristecernos por la muerte de los amigos.
Este aspecto positivo de la muerte solo se alcanza por un modo de morir que el N.T. llama
muerte en el Señor. Esta muerte en el Señor es deseable en cuanto que lleva a la
bienaventuranza y se prepara con la vida santa. La vida terrena se ordena a la comunión
con Cristo después de la muerte, que se obtiene ya en el estado de alma separada que es
ontológicamente imperfecto e incompleto.
Por la vida santa la conexión original entre la muerte y el pecado como que se rompe. Los
sacramentos nos disponen a esa muerte. El bautismo nos consagra para la participación en
la resurrección del Señor. Y, por la recepción de la Eucaristía, el cristiano recibe garantía de
participar de la resurrección de Cristo.
La muerte en el Señor implica la posibilidad de otro modo de morir, la muerte fuera del
Señor que conduce a la muerte segunda. En esta muerte, la fuerza del pecado por el que la
muerte entró en el mundo manifiesta su capacidad de separar de Dios.
Pronto formaron costumbres cristianas para sepultar los cadáveres de los fieles. El modo de
hablar expresado en las palabras cementerio o deposición presupone esa fe. Durante
mucho tiempo estuvo prohibida la cremación de los cadáveres porque tenía conexión con
una mentalidad neoplatónica que mediante ella pretendía la destrucción del cuerpo para
que el alma se liberara totalmente de la cárcel. La Iglesia ya no lo prohíbe.