Examen Mensaje Cristiano

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INTRODUCCIÓN.

SENTIDO DE LA TEOLOGÍA
La iglesia en el Concilio Vaticano II era consciente de su misión, infundir en las venas de la humanidad
actual la virtud perenne, vital y divina del evangelio, pues propone en sus documentos cuestiones
doctrinales y prácticas para que las enseñanzas y los preceptos cristianos se apliquen perfectamente
en la vida diaria. Todo esto se refiere a la Divina Escritura, la Sagrada Tradición, a los sacramentos, a la
oración de la Iglesia, etc.
La misión del Concilio es ser luz para la humanidad desde el mensaje evangélico genuino y por ello ha
querido estar presente en todos los campos de la vida.
En seis de sus documentos aparece continuamente la urgencia de revisar la teología, subrayando su
importancia, acomodando sus métodos, animando a todos a adquirir un conocimiento cada vez más
completo de las disciplinas eclesiásticas, especialmente de la Sagrada Escritura y de la Teología.
La nueva vitalidad que el Concilio quiso infundir fue que ellos mismos conocieran con mayor amplitud
las verdades de la fe, transmitiéndolas con sus enseñanzas a través de la predicación, las catequesis,
escritos, para que todo el pueblo guiado por el Espíritu Santo avance hacia el conocimiento pleno de la
Verdad.
La Teología trata al hombre por completo y por ello podemos decir que es una disciplina abierta a
todos los hombres. Es una ciencia que se ofrece a todo aquel que desee una respuesta a los
interrogantes más profundos de la vida humana, un mayor conocimiento del Dios Amor, Creador y
Salvador y un camino seguro para llegar a la comunión total con él.

1. Sentido de la teología:
La Teología se apoya sobre la revelación. Sus componentes son hechos y palabras concretas
provenientes de Dios. La revelación culmina con una persona, Cristo, que muere y resucita. La
revelación influye en la teología dogmática, en la liturgia, en la moral, etc. la división la hacemos
nosotros por comodidad, pero teología solo hay una.
1.1 Teología dogmática: son pronunciaciones solemnes de la Iglesia dadas en ciertas
circunstancias. Dogma: declaración refleja, explicita y autorizada hecha por la Iglesia sobre la
doctrina revelada, como verdad particular perteneciente a la Verdad completa que
comprende el misterio de Dios y la salvación del hombre. El misterio total de Dios ya
contenido en el kerigma que circunstancial y necesariamente se ha ido desarrollando en
otras fórmulas. Algunas doctrinas han sido profundizadas por razones apologéticas que
después han sido tomadas del conjunto de la doctrina católica. No representan toda la
teología y hubo un tiempo en que solo se estudiaba la teología dogmática.
1.2 Teología sistemática: quiere organizar toda la teología, con sus distintas vertientes:
dogmática, bíblica, pastoral, … ¿Cómo llegar a sistematizar toda la teología? Primero,
estudiando la teología bíblica. Segundo, la teología patrística, es un mar infinito al que no se le
había sacado todo su valor hasta épocas más recientes. Y, tercero, la teología histórica que
comienza con el medievo.
1.3 Teología fundamental: responde al yo creo, pero ¿por qué someter mi razón a una
revelación? Pretende que el acto de fe sea un acto razonable y voluntario.
1.4 Teología apologética: responde al por qué no soy de otra religión. La revelación es única
porque una es la persona de Cristo, después de Él ya no hay revelación progresiva porque no
hay más verdades reveladas. Aun así, puede haber un progreso en el modo de entender esa
persona-revelación que es Cristo. Esto se manifiesta en la vida de la Iglesia: en su culto,
mediante técnicas pedagógicas determinadas, se transmiten adecuadamente al hombre de
hoy, a fin de que pueda vivir una ansiada unión íntima con Dios. La teología nos adentra en el
campo de la fe, que exige del hombre una respuesta comprometida. El teólogo y la teología
han de tener siempre presente su característica fundamental.
2. La Teología es una ciencia:
La Teología es ciencia de lo divino. La teología es vida y no un puro conocimiento especulativo.
Conviene que la teología se haga comprensible para el hombre de la manera más objetiva posible. De
esta forma lo creído se irá formulando científicamente, para que el espíritu humano pueda poseerlas
en el entendimiento racional además de en la fe. Existe el conocimiento racional de la fe, que
constituye su fase teológica.

3. La voz Teología y su significado:


La voz teológica no es de origen bíblico, los primeros cristianos fueron reacios a su uso y más por ser
utilizada en ambientes paganos. El término teología ha pasado por una transposición del griego al latín
y a las lenguas modernas
3.1 Etimológicamente: significa palabra, enseñanza, doctrina sobre Dios.
3.2 En el paganismo: el término teología aparece muy raramente. Los paganos consideran a la
divinidad para poder dar una explicación satisfactoria de las cosas del mundo.
3.3 Platón: parece haber sido el primero que utilizó el término teología en su obra Republica. La
aplica a los poetas, antecesores de los filósofos que buscan la verdad contenida en los mitos.
Es sinónimo de mitología.
3.4 Aristóteles: usa la voz teología en el mismo sentido y por eso denomina teólogos a los poetas
antiguos: Orfeo, Homero. Aristóteles opone a estos teólogos que daba al mundo una
interpretación mitológica. Para Aristóteles, la teología es la parte de la metafísica que trata
de la causa primera, de la divinidad.
3.5 Los estoicos: la aceptación antigua es completada por los estoicos. Varón distingue hasta
tres teologías: teología mítica, propia de las leyendas poéticas sobre los dioses. Teología
física, la de los filósofos que se ocupan de determinar la verdadera naturaleza de los dioses.
Teología política, propia de los legisladores que atienden al culto público tributado por la
ciudad-estado.
3.6 Otras aceptaciones: culto imperial indicando la atribución de la casualidad divina al
emperador otorgándole reconocimiento, alabanza y honores de dios. Teólogo es el
pregonero del culto imperial y reconocer honores divinos al emperador. Esto explica la
dificultad de los primeros cristianos en aceptar la palabra teología.
Su teología o saber acerca de Dios tiende más bien a confundirse con una explicación del origen del
universo que degenera en una teogonía.

4. Sentido del término teología:


El cristianismo aporta un conocimiento claro de la personalidad de Dios proclama la elevación de los
hombres a la categoría de hijos de Dios. No es que el hombre haga un logos sobre Dios, no se puede
hacer teología al margen del Dios. Dos observaciones de orden epistemológico:
La teología facilita a la filosofía el termino al que debe dirigirse: Dios. Solo en Él puede obtenerse un
reconocimiento pleno de la realidad. La manifestación del anuncio cristiano da la posibilidad de un N
o
saber de nuevo que nos es dado por la palabra que Dios nos ha dirigido. La Tradición designa a este
saber con el nombre de Teología. Es una participación del hombre en el logos divino, en el
conocimiento que Dios tiene de sí mismo y de la realidad. Así la teología por excelencia es la
revelación, donde Dios se da a conocer a sí mismo.

5. Pluralidad de teologías:
Hoy en día se habla de pluralidad de teologías porque se han de tener en cuenta las circunstancias
concretas en que las diversas comunidades eclesiales están inmersas; las teologías son una teología
comprometida con lo existencial del hombre dentro del ámbito privilegiado que es la riqueza de la
presencia de la Iglesia en todo el mundo.

6. Posibilidad de un lenguaje teológico:


Si admitimos que Dios es mayor que toda a realidad y un Dios comprensible (y comprendido) ya no
sería Dios, se quedaría dentro de unas categorías humanas. Por otro lado, el lenguaje humano es
uno y es profano. Utilizamos las mismas palabras para designar cosas divinas y realidades
intramundanas. No hay un lenguaje exclusivamente teológico.
Hablamos de las cosas supramundanas sin que las palabras utilizadas signifiquen en el primer plano
de la intencionalidad literalmente lo que son, sino como en figura.
Al ser Dios el fundamento universal de la realidad, podemos partir de las cosas experimentales para
declarar algo. No podemos definirle, pero sí precisar muestro conocimiento acerca de él, y muchas
veces de modo negativo, pero con todo, ello nos posibilita un lenguaje científico sobre Dios.
El lenguaje del misterio no es misterioso, sino que se trata de un lenguaje comprensible, normal,
humano y que habla de cosas que rebosan nuestros conceptos o conocimientos. Las expresiones
Dios es amor o la justicia de Dios, no es ninguna metáfora o comparación, ambas expresiones tienen
un sentido realmente autentico y genuino. Sin embargo, la expresión la Iglesia Cuerpo de Cristo, es
una metáfora que habla de una realidad distinta de la que en principio se entiende por cuerpo.
La teología utiliza un lenguaje normal, a veces en sentido literal, a veces analógico y en otras
ocasiones metafórico (la Biblia contiene muchísimas metáforas para referirse a realidades
fundamentales de nuestra fe). No podemos callar sobre Dios, nuestro lenguaje es capaz de hablar de
Él.

7. Valor noético de la revelación


Por la fe llegamos a conocer la revelación de Dio y la aceptamos. A través del proceso de la fe
alcanzamos el conocimiento de un mundo de realidades sobrenaturales. La fe excede la inteligencia
humana pero que no va contra ella, no crea absurdos, como pretende el racionalismo. Del mismo
modo que Dios transciende y excede al hombre. La fe excede a la razón, la inteligencia humana
puede asomarse al infinito de Dios, aunque de ningún modo puede agotarla, porque se caería en el
panteísmo o en el ateísmo.
Otro extremo sería hablar de la absoluta incognoscibilidad de Dios. Este es el agnosticismo que
proclama la inexistencia de Dios y admitiendo que existía algo más allá de la razón, se trataría de un
misterio porque no podríamos conocerlo en ningún de sus aspectos.
Hay que evitar los dos extremos y admitir que el hombre puede conocer a Dios, estando ordenado a
Él. Lo conoce a través del don gratuito de la revelación. Esto se admite como postulado o axioma
fundamental: es indemostrable.
Entonces, si Dios nos excede de tal modo, aunque solo podamos conocerle parcialmente, siempre
tendremos la posible de Hablar de Él. N
o

8. La Teología es la ciencia de la fe:


A la revelación divina el hombre responde con la fe. Si sostenemos que la revelación cristina es
única, absoluta y total, hay que admitir la pretensión de la teología cristiana de ser la única forma de
un conocimiento divino universal. Tal pretensión se basa en un hecho: Jesús de Nazaret, Palabra
definitiva de Dios. Dios se ha manifestado en Él y por Él con el fin de brindarnos la salvación a través
de su conocimiento. De este modo Jesús es la salvación de todos los hombres. Esta es la experiencia
fundamental.
La fe no hace referencia a una verdad abstracta y meramente conceptual. La fe es primordialmente
adhesión personal a una persona concreta e histórica: Jesús. Si no es un reconocimiento personal,
una toma de posición ante una persona, no ante un objeto.
Cuando más seria es la fe, el creyente trata de comprender la realidad captada en ella, de
profundizarla. La teología aparece indisolublemente unida a toda la vida de la Iglesia, según las
siguientes puntualizaciones:
La teología es un desarrollo natural de la fe y un signo de su intensidad. La teología no puede agotar
la inteligibilidad de la fe. La teología no absorbe la totalidad del vivir cristiano. La teología no es algo
marginal. Es una realidad para perfeccionar su vida.
La fe se transmite en un momento histórico determinado, en un lenguaje, en una cultura, y por eso
el lenguaje de la fe no se mantienen nunca inmóvil. Debe renovarse continuamente. A este nivel la
teología tiene un doble cometido:
Debe poner en marcha el proceso de transmisión del pasado al presente y al futuro. No debe
trasponer más que a la fe. La dificultas de esta tarea ultima, estriba en que el nuevo lenguaje
transmita, como mínimo, el contenido autentico que el anterior. Se impone una instancia crítica, esa
instancia es el Magisterio.
La Tradición se asegura, así como proceso activo, no pasivo ni anclado en el pasado asegura
constantemente que es Dios quien toma la Palabra.

Tema 3. Los evangelios: testimonio sobre la vida y mensaje de Jesús.


El evangelio no es un libro que narra la vida de Jesús. Evangelio significa ‘’Buena Noticia’’,
ésta una palabra muy empleada por San Pablo para designar la buena noticia: Dios salva a
los hombres en la persona de Jesús, utilizándola siempre en singular (Evangelio).
Evangelizar es comunicar esa noticia de que Jesús salva al hombre.
1. La formación de los Evangelios
Quien acoge esa buena noticia en su corazón, está salvado y su vida se llena de alegría. El
evangelio se va expandiendo gracias a los apóstoles. Tras su fallecimiento se fue
plasmando por escrito la Buena Noticia en distintos lugares y por distintos autores,
recogiéndose en los cuatro evangelios de la Biblia: San Marcos, San Lucas, San Mateo y
San Juan.
El evangelio es la proclamación de la muerte y resurrección del Señor. El origen de la
formación del Evangelio se debe a Jesucristo, que es el evangelio encarnado.
1.1 Jesús de Nazaret: el evangelio encarnado.
Jesucristo es el Dios Hecho hombre. Se denomina Evangelio Encarnado a la vida de Cristo.
Su vida oculta dura aprox. 30 años. En su pública cuando Él comunica su vida a los
hombres a través de sus hechos y sus palabras.
1.2 La predicación apostólica: el evangelio predicado.
Durante su vida pública, Jesús acoge a 12 hombres para una misión concreta: ESTAR CON
ÉL Y ENVIARLOS A PREDICAR. Ésta es una misión complicada y Jesús realiza ‘’ensayos’’ con
sus apóstoles, los envía a predicar la Buena Noticia: curando, echando demonios, etc.
Tanto los Apóstoles como Jesucristo predicaron con palabras y hechos.
El apóstol que más trabajo apostólico realizó fue San Pablo, y también fue el que más testimonios nos
ha dejado.
Cristo se anuncia con el Espíritu a través de la palabra que predica. El que oye debe
reconocer el Misterio. El que habla debe estar en contacto con el Misterio. San Pablo no
anuncia con elocuencia a Cristo crucificado. Por tanto, se presentó débil y temblando de
miedo.
En resumen:
- Pablo anuncia a una persona, a Cristo crucificado.
- Hablar de Cristo es complicado porque estás hablando de Dios hecho hombre. Dios es
inimaginables, trascendente.
- No se trata de hablar de un pensamiento razonable o de un fenómeno comprensible,
se trata de hablar de una persona misericordiosa.
- Para hablar de él es necesaria la ayuda del Espíritu.

1.3 Las primeras comunidades: el evangelio vivido.


El libro de los Hechos de los Apóstoles nos habla cómo y de qué es lo que vivían en las
comunidades cristianas. Nos fijamos en dos fragmentos de los hechos:
1. CRISTO VIVO: los Apóstoles daban testimonio de la Resurrección de Jesús con mucho valor.
2. COMÚN: eran constantes en la vida común. Lo poseían todo en común, nadie N
o
llamaba suyo propio nada de lo que tenían. De aquí se extrae que ellos ponían en
práctica el mandamiento del amor. Vivian en comunidad, algo difícil en aquella
época.
3. EUCARISTÍA: poseían una vida eucarística. La eucaristía es la base de la vida cristiana.
4. ORACIÓN: por medio de la oración hacen continuamente presente a Dios. Al
rezar se da testimonio de la fe.
En resumen:
- Escuchaban el testimonio de los Apóstoles. El testimonio no es un sermón ya que
han sido testigos de la vida de Cristo.
- En la fracción del pan entran en comunión íntima con Cristo vivo.
- Atendían a las necesidades. A su lado nadie pasaba hambre.

1.4 Los 4 evangelios: el evangelio escrito.


Los cuatro evangelios no son una biografía de Cristo, sino testimonio de su vida. Dos de los
evangelios describen algo de la infancia. De la maduración no existen datos, solo que a los
doce años visitó el templo. Su vida pública se recoge en los cuatro evangelios.

La formación de los evangelios se divide en tres etapas fundamentales:

- Jesús de Nazaret
- La predicación de los apóstoles y la vida de las comunidades
- Los escritores.
Los evangelios son cuatro:

- Mateo: no fue el autor, fue el grupo que lo seguía.


- Marcos: es el evangelio más pequeño.
- Lucas: tiene relación con los demás.
- Juan: es un evangelio distinto a los otros tres.
Los evangelios sinópticos son Mateo, Marcos y Lucas y poseen una misma ordenación y
un mismo enfoque. Sinóptica significa poder seguir simultáneamente en tres columnas.
Dos señales claras que comprueban que se pueden mirar simultáneamente:

- La ordenación general de los hechos y la narración.


- El gran número de pasajes que son comunes a los tres evangelios.
El evangelio de Juan no se corresponde con la misma estructura de los anteriores. Porqué
los evangelios tienen partes en común y partes propias:

1. El Evangelio de San Marcos es el más antiguo.


2. San Mateo y San Lucas tienen en cuenta y utilizan el evangelio de San marcos.
3. Existe otra fuente utilizada por Mateo y Lucas. Esta fuente no la utilizó Marcos y
es una fuente desconocida que tuvo que ser una colección de dichos y de
enseñanzas.
4. San Mateo y San Lucas tuvieron acceso a fuentes propias exclusivas de cada uno.
Los evangelios intentan ser testimonio de Jesucristo, cuando leemos el evangelio
debemos buscar a persona de Jesús viva, los evangelios vendrían a recoger la vida de
Cristo (Evangelio encarnado) la predicación de los apóstoles (Evangelio predicado) y la
vivencia de las primeras comunidades (evangelio vivido).

2. Contexto histórico y religioso: los poderes políticos y religiosos


Jesús nace en Palestina, vive y muere en el pueblo judío que en aquella época ocupa la
región de palestina. El pueblo judío había ocupado esa tierra después de la salida de
Egipto. Había permanecido en ella desde entonces menos en la época del destierro de
Babilonia. Después de este destierro el pueblo judío había tenido solamente unos años de
independencia y fue dominado sucesivamente por el imperio turco.
En tiempos de Jesucristo, los judíos viven bajo la dominación romana el capítulo 2 de San
Lucas habla del nacimiento de Jesús. Este fue el primer censo que se hizo siendo Cirino
gobernador de Siria. Pilatos era la autoridad política de Palestina.
En cuanto al poder religioso, los romanos respetaron la religión judía tutelada por el sumo
sacerdote y un senado formado por un grupo de ancianos que se llamaba sanedrín

SITUACIÓN POLÍTICA
Es una colonia romana. En el nacimiento de Jesús ya llevaba más de 60 años bajo el poder
romano. El procurador romano tenía su sede en la ciudad del César. En la época en que N
Jesús desarrolla su vida pública el procurador había designado en Jerusalén a Poncio o
Pilato como prefecto de la religión de Judea. Galilea y Perea estaban bajo el rey Herodes.
Herodes Antipas es un súbdito fiel de Roma y hace grandes obras arquitectónicas.

EL SANEDRÍN
El pueblo judío tenía un estatuto propio y gozaba de cierta autonomía. el Sanedrín era la
máxima autoridad política y religiosa. Estaba dirigido por un sumo sacerdote y lo
formaban 70 miembros: ancianos. La función del Sanedrín era doble: religiosa y política.
Políticamente, el Sanedrín votaba las leyes, disponía de una policía propia y regulaba las
relaciones con Roma, pero para condenar a muerte, tenía que tener el consentimiento de
las autoridades romanas.

2.2 Situación religiosa


La visa de los judíos estaba marcada por la religión.
EL TEMPLO
En el templo de Jerusalén se acumulaban los poderes económicos, políticos y religiosos.

- Como lugar de poder económico era el centro más importante.


- Como lugar de poder político sede del sumo sacerdote y del sanedrín.
- Como lugar de poder religioso, los judíos debían de subir una vez al año, al
menos, al templo de Jerusalén, y además era el único sitio donde se podían
ofrecer los sacrificios.
-
LA SINAGOGA
Era el lugar donde los judíos se reunían para la oración, la lectura y la meditación de las
escrituras. Estas reuniones se hacían los sábados. Estas reuniones se hacían los sábados.
Las sinagogas eran edificios de planta rectangular, orientados hacia el templo de
Jerusalén. Todas las aldeas tenían su sinagoga.
LOS ACTOS DE CULTO
1. Los sacrificios: constituían lo esencial del culto público. Había diversos tipos de
sacrificios: diarios, semanales y anuales; y según su finalidad, de acción de
gracias, expiación, etc.
2. El sábado: eran un día de descanso y de culto a Dios. La legislación sobre el
sábado cada vez se hacía más rigurosa, y llegó a imponer numerosas
prohibiciones, como, por ejemplo, no se podía preparar la comida; se prohibía
encender fuego o caminar más de 1250 metros.
3. La oración diaria: los judíos estaban obligados a orar antes del trabajo y por la
tarde después del trabajo tenían que rezar los hombres adultos vueltos hacia el
templo.
LAS FIESTAS
En Israel había tres fiestas anuales importantes:
1. La fiesta de la Pascua o de los Ázimos: recordaba la liberación del pueblo judío de
la esclavitud de Egipto. Pascua significa ‘’paso’’, porque esa noche pasó el ángel
del Señor exterminando a los primogénitos de las familias egipcias. También es
paso de la esclavitud a la libertad, y también el paso del Mar Rojo. Se le llama
también fiesta de los ázimos porque en la salida de Egipto tuvieron que llevarse
la masa de pan sin la levadura (ázimo), porque no había dado tiempo a hacerse
el pan y comieron el pan sin levadura. Esa fiesta se celebraba en la primera luna
llena después del equinoccio de primavera, que es como se sigue celebrando
ahora. Consistía en una cena en la que se comía el cordero pascual, asado, y en la
que se leían los textos que aluden a la salida de Egipto y se terminaba con el rezo
de los salmos. Era una cena ritual, en ella se comía el pan sin levadura en
recuerdo de lo sucedido al salir de Egipto. En la Eucaristía utilizamos también el
pan sin levadura por la misma razón.

2. Pentecostés: se celebra a los 50 días de la fiesta de Pascua. Lo que se celebraba


era la entrega que Dios hizo de las Tablas de la Ley a Moisés.
3. La Fiesta de las Tiendas o de los Tabernáculos: celebraba el fin de las cosechas.
En esa fecha acampaban y vivían en tiendas durante 7 días, recordando el paso
por el desierto.

En estas tres grandes fiestas, los judíos subían al templo de Jerusalén.

2.3 Situación social


CLASES SOCIALES N
o
1. La clase alta:
-Los soberanos: llevaban un estilo de vida suntuoso. Tenían grandes casas, palacios, etc.
-Los terratenientes, cobradores de impuestos, comerciantes.
-La aristocracia sacramental: son todos los del alto clero y lo formaban el sumo
sacerdote, los exsumos sacerdotes, los sacerdotes. Vivían en la zona residencial
de Jerusalén y rodeados de lujo.
2. La clase media: estaba formada por pequeños propietarios, los pequeños
comerciantes, los artesanos y los sacerdotes de la clase más baja. La clase media
no tenía privilegios, pero tampoco vivían en la pobreza.
3. La clase baja: esta era la inmensa población judía, casi el 90%, la formaban
obreros y jornaleros de la ciudad, los pequeños comerciantes y artesanos de la
aldea. Tenían lo justo para vivir. Jesús pertenecía a esta clase social.
4. La gente necesitada: aún peor que los anteriores. Eran mendigos, no podían
trabajar por enfermedad u por otra causa y vivían de la limosna.
5. Los esclavos: llegaban a ser tales porque habían nacido de padres esclavos o por
endeudamiento progresivo.

GRUPOS SOCIALES
Tenemos varios grupos según su ideología:
1. Los Fariseos: estos llevaban al pie de la letra la ley o la Torah. Creían en la
inmortalidad de las almas, en la resurrección de los muertos, en los ángeles y en
los demonios. Muchos de ellos son también escribas (se dedicaban a copiar las
escrituras).
2. Los Saduceos: eran la parte aristocrática del judaísmo. Aceptaban la Ley de
Moisés literalmente y rechazaban lo que no se encontrara en ella. Pensaban que
Dios no intervenían en la vida cotidiana del judío, y no creían ni en la inmortalidad
del alma ni en la resurrección de los muertos.
3. Los Zelotes: comparten los puntos de vista de los fariseos, consideran que deben
formar grupos paramilitares para derrotar el poder romano. Confunden la política
y la religión, son fanáticos.
4. Los Esenios: son monjes retirados en las regiones desérticas del país. Trabajan
durante el día, y dedican el atardecer a la oración y a la meditación de las
Escrituras. La mayoría de ellos son laicos. Practican las mismas celebraciones que
el judaísmo oficial, pero no siguen el mismo calendario. Están en desacuerdo con
el culto y el sacerdocio.
5. Los Anawin o los pobres: la gente del pueblo sencillo que creen y esperan el
cumplimiento de las promesas hechas por los profetas. Son creyentes por las
esperanzas en las promesas de Yahvé. Es el grupo menos influyente socialmente,
pero que tienen una religión más verdadera.

2.4 La expectación del momento


El pueblo de Israel en la época en la que nace Cristo espera la aparición del Mesías.
Desde el tiempo del rey David, Dios le hace una promesa a David y al pueblo de Israel, de
que un descendiente de David sería un jefe de Israel que traería el derecho, la paz y sería el
juez de todas las naciones de la tierra.
Los judíos interpretan que es en la época de Jesús cuando se va a producir el cumplimiento
de todas ellas. En el pueblo hay un sentimiento de expectación sobre la aparición del
Mesías. A este líder esperado le dan el nombre de mesías, que en griego significa Cristo,
por tanto, mesías y Cristo significa ungido, es decir, consagrado para realizar una acción
concreta, que es la misión de liberar al pueblo y establecer el reino de Dios.
El pueblo de Israel es un pueblo distinto a los demás, con el Mesías a la cabeza, se sentían
elegidos por Dios. En ese momento vivían humillados por el poder romano, pero sabían
que de su raza saldría un salvador que les devolvería ese lugar único entre todas las
naciones. Era un pueblo que vivía en tensión.
En su espera del salvador, el pueblo había sido engañado en varias ocasiones. Sin embargo,
los judíos, no perdían la esperanza.

2.5 La encarnación de Jesús y la maternidad divina de María.


El Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios es el acontecimiento central de la historia de

N
o
la Salvación del Hombre. Aparece por primera vez reflejado en el prólogo del evangelio de
San Juan. Este considera la encarnación como el misterio por excelencia. También es un
Misterio profundamente vislumbrado en el Antiguo Testamento.
La Encarnación es profundizada también por la teología de los Santos padres (generación
posterior a los apóstoles). La encarnación es el tema central de las profesiones de fe.
Superando las concepciones mitológicas que proponían a un mediador celeste pero no
humano y la idea de redentor exclusivamente humano, la fe cristiana presenta la
encarnación como el descenso existencial e histórico del Hijo de Dios en la realidad de
nuestra carne mortal. Vivió todos los acontecimientos esenciales de la vida humana: nacer,
crecer y morir; y con el acontecimiento decisivo y único de la resurrección, es decir, Cristo
plenamente hombre ha superado el poder de la muerte.
El cristianismo comparte con otras religiones la fe en un Dios único. Sin embargo,
tenemos la fe de que este Dios se ha hecho autentico hombre en Jesús de Nazaret.
En Él los hombres encuentran la plenitud de su vida religiosa y la Iglesia llama encarnación
al hecho de que el Hijo de Dios haya asumido una naturaleza humana para llevar a cabo
por ella nuestra salvación.
En casi los 200 versículos que se habla de María en N.T, la presentan como Madre del
Salvador y también como discípula del Señor. La afirmación de que María es la Madre del
Señor es la más importante. Ella sería la MUJER primera de esa nueva humanidad.
Ha habido gente en la historia que negaba que María fuera madre de Dios. Decían que era
madre de la Naturaleza humana de Jesús, no de la divina. La iglesia lo niega, ya que María
es madre de la persona divina, es decir, es MADRE DE DIOS. Decir que María es Madre de
Dios tiene un doble sentido:

1. Defender la divinidad de Jesús.


2. Poner de manifiesto la especialísima y extraordinaria mediación materna de María.

María está asociada a su persona y a su misión. En nuestra Iglesia Católica, la presencia de


la Virgen es tan importante y es inseparable de la presencia de Jesucristo.
María tiene múltiples implicaciones con el misterio de la encarnación. María es la mujer
con la que la Trinidad entera entabló un dialogo interpersonal para que Cristo pudiera
nacer. Ella, en su profunda realidad humana y femenina se convierte en transparencia
Divina. Y, por tanto, la encarnación del Hijo de Dios no solo depende del misterio santo de
Dios Trinidad, sino también del sí de la Virgen María.
María es aclamada por Isabel bajo el impulso del Espíritu como la madre de mi Señor
desde antes del nacimiento de su Hijo. La Iglesia confiesa que María es verdaderamente
MADRE DE DIOS.

Tema 4. Mensaje y oración de Jesús.


1. El anuncio de la buena noticia y los signos del reino.
N
La predicación, el anuncio, la enseñanza; son las características más relevantes de la actividad del o
Jesús histórico. Él se presentó como maestro. En el N.T. se aplica en 41 ocasiones a Jesús, y de esas,
29 es directamente utilizado como título ‘’el maestro’’. Este término es la traducción del término
hebreo “rabbî”. Cristo ha hablado y actuado como un maestro de su época.
Una característica original de Jesús fue su extraordinaria autoridad, tanto la muchedumbre como sus
discípulos lo consideraban un profeta, porque veían que hablaban con una autoridad que le concedía
Dios.
Jesús se considera superior a los profetas, no se presenta como uno de tantos, él es el último
profeta, definitivo, superior a los demás. El profeta que manifiesta la palabra y la voluntad de Dios.
El contenido esencial de su predicación es el anuncio del Reino como realidad opuesta a todo lo que es
presente y terreno. La expresión ‘’Reino de Dios’’ o ‘’Reino de los Cielos’’, se utiliza sobre todo en los sinópticos.
La causa de la predicación de Jesús es el anuncio del Reino de Dios y su venida a la tierra. El Reino de
Dios no se refiere a un territorio particular sino a la verdadera soberanía de Dios sobre la humanidad.
El reino de Dios está presente sonde está presente la vida.
Según la oración de Jesús, el Padre nuestro, el Reino actuará dónde y cuando se cumpla la voluntad
de Dios, se santifique su nombre, etc.
La realidad del Reino es sumamente misteriosa. Jesús proclama:
- Que está cerca, incluso afirma que el Reino ha llegado ya. En la sinagoga de Nazaret, Jesús
dice: ‘’hoy se cumple esta escritura que acabáis de oír’’. Ha llegado por tanto el tiempo
mesiánico. También en las parábolas subraya la presencia del Reino en la realidad
cotidiana.
- Al mismo tiempo el Reino es una realidad única, escatológica. La realidad del Reino es compleja.
- El Reino es además don exclusivo de Dios. El hombre no puede auto-donárselo.
- El Reino tiene una dimensión fundamentalmente soteriológica. Se manifiesta como
superación y destrucción del mal físico y moral, del pecado y de la muerte.
- El Reino es la realización de la espera mesiánica. Tiene una dimensión Cristológica. Se
identifica con la persona misma de Jesús y con su presencia, es decir, Jesús se autodefine
como Reino de Dios.

2. Las parábolas
Son el corazón de la predicación de Jesús. Las parábolas de Jesús indica claramente una originalidad
personal, una claridad y sencillez singular. En estas sentimos inmediatamente la cercanía de Jesús,
cómo vivía y enseñaba. Pero debemos preguntarnos una y otra vez qué nos quiere decir con cada
una e sus palabras. Cada parábola tiene su propio contexto y mensaje.
En muchas se establece que el Reino de Dios es algo escatológico. Pero Dodd une escatología y
cristología, es decir, el reino de Dios llega con la persona de Cristo. En la medida en que las parábolas
hablan del Reino, señalan a Cristo como su auténtica figuración. N
o
El tema más profundo del anuncio de Jesús era su propio misterio. Hemos visto que el Reino de Dios
está por venir y que ha llegado en la persona de Jesús.
Jesús quiere decir que las parábolas poseen una doble cara, una para los que conocen el Reino y
otra para aquellos que no.
El profeta fracasa en su pueblo. Su mensaje contradice la opinión general y sus costumbres, pero
solo a través de su fracaso las palabras resultan eficaces. Este fracaso del profeta, en cierto sentido,
se repite en la historia de la humanidad.
En la parábola del sembrador es donde aparecen estas palabras misteriosas en boca de Jesús, en ella
se da mucha importancia a la semilla. Él mismo es el grano. Las parábolas hablan de manera
escondida del milagro de la cruz, no solo hablan de él, ellas mismas forman parte de Él. En las
parábolas Jesús no es solo el sembrador que siembra la semilla de la Palabra de Dios, sino que es
semilla que cae en la tierra para morir y así poder dar fruto.

Todos los educadores recurren alguna vez a la parábola, con ella se acerca o que
estaba lejos de forma que, a raves del puente de la parábola, lleguen hasta lo que
entonces les era desconocido, es un movimiento doble:
- Por un lado, la parábola acerca lo que está lejos.
- Pone en camino al oyente.
Lo problemático: la incapacidad de descubrir su dinámica y de dejarse guiar por ella,
es decir, que no haya voluntad de dejarse llevar por el movimiento que la parábola
exige. A través de lo cotidiano quiere indicarnos el verdadero fundamento de todas
las cosas y así la verdadera dirección que debemos tomar en la vida.
Nos muestra a Dios, el Dios que actúa, que entra en nuestras vidas y nos quiere tomar
de la mano, nos muestra también quienes somos y qué debemos hacer. Nos
transmite un conocimiento que nos compromete, que cambia nuestras vidas. Un
conocimiento que nos trae un regalo: Dios está en camino hacia ti.
Nos hemos formado en un concepto de la realidad que solo se considera real lo que
se pude probar experimentalmente. Pero Dios no se deja someter a experimentos;
Dios no puede observarse de ningún modo.
Las parábolas son expresión del carácter oculto de Dios en este mundo. Es un
conocimiento que no puede darse sin conversión en un mundo marcado por el
pecado, nuestra vida se caracteriza por estar aferrada al Yo, se debe romper este
lazo. El conocimiento de Dios no es posible sin el don de su amor hecho visible.

3. La actuación de Jesús autoridad y signo de salvación.


A esta autoridad de su palabra Jesús acompaña la fuerza de los signos o milagros. La
historicidad de los milagros: Son acontecimientos históricos, elementos decisivos de
la vida histórica de Jesús, mejor que milagros, reciben el nombre de signos, gestos de
potencia, u obras de Jesús.
La investigación histórica actual aplicada a los milagros reafirma sobre todo la
autenticidad global de los mismos. Los milagros ocupan mucho espacio en la
existencia de Jesús, sin ellos no se explicaría ni el entusiasmo de la muchedumbre ni
el de los discípulos ni el odio de los enemigos en sus enfrentamientos.
Los sinópticos contienen largas listas de milagros, en Marcos constituyen casi un
tercio del evangelio. A la primera parte del evangelio. A la primera parte del
evangelio de Juan se la llama el libro de los signos. Sus adversarios constataron
solamente la autoridad con la que se hacían estos milagros, afirmando que eran
poder de Belcebú.
Criteriología para fundamentar adecuadamente la autenticidad de los relatos
evangélicos referentes a los milagros de Jesús:
- Múltiples fuentes: se verifica la autenticidad mediante el testimonio de
varias fuentes independientes entre sí.
- Discontinuidad: subraya la actitud original de Jesús al realizar los milagros en
su nombre y con su autoridad de manera distinta a los profetas del A.T.
- Continuidad, tanto externa como interna, la sintonía perfecta del relato
con el ambiente externo como interno.
Los resultados positivos de estos criterios ofrecen una prueba de solidez histórica
difícilmente recusable.

4. Realidad y significado de los milagros de Jesús.


Los milagros hay que considerarlos como un poderoso sostenimiento y reforzamiento
de las fueras de la naturaleza por parte de Dios. N
o
Pocas veces se las llama ‘’hechos maravillosos’’ o ‘’cosas prodigiosas’’. Los que se utilizan
normalmente son:
- Actos de potencia: con todo su poder realizar una curación.
- Signos: del Reino de Dios en la tierra.
- Obras de Cristo.
Los milagros adquieren su significado solamente en relación con su predicación. Son
signos del poder de Dios, de la llegada del Reino Mesiánico. Son signos además de la
misión divina y de la Gloria de Cristo.
Estos signos tienen cuatro funciones:
1. Comunicación y revelación del mensaje de salvación.
2. Testimonio de la realidad de Jesús
3. Liberación y promoción del hombre.
4. Liberación y promoción del cosmos.

5. La oración de Jesús.
Intentar comprender la oración de Jesús nes aproximarnos a la santidad de Jesús, y lo
hacemos primero contemplando a él mismo en oración, en segundo lugar,
escuchando cómo nos enseña a orar y por último, conocer cómo acoge nuestra
oración.
Jesús aprende a orar y lo hizo a través de María que conservaba en su corazón todo lo
que Dios hacía. También aprende Jesús de las palabras y los ritmos de la oración de
su pueblo, en la sinagoga de Nazaret y en el templo de Jerusalén. Sin embargo, su
oración brota de una fuente secreta y distinta porque Él es el hijo de Dios. Aquí
comienza la oración filial.
Lucas nos dice que Jesús ora antes de lo momentos decisivos de su misión. En otros
momentos: ora antes de elegir y llamar a los 12, antes de que Pedro lo confiese como
Mesías. Jesús se retira con frecuencia a un lugar apartado en la montaña con
preferencia durante la noche para orar. Allí, habla con el Padre de los problemas de
los hombres y con frecuencia sus palabras y sus obras son la manifestación visible de
lo que él ha vivido en secreto con el Padre. Los evangelistas han conservado las 2
oraciones más explícitas de Jesús.

6. Jesús nos enseña a orar.


Jesús nos transmite una enseñanza explícita sobre la oración. Les prepara la novedad
de la oración que el inaugura. Les revela esta novedad con parábolas, pero a sus
discípulos les habla abiertamente del Padre y del E.S.
En el sermón de la montaña les insiste en la necesidad de la conversión del corazón:
la reconciliación con el hermano, el amor a los enemigos, etc.
Jesús se entristece por la falta de fe de sus paisanos y se admira ante la gran fe del
centurión atento a Aquel que es y que viene. La oración del discípulo es un combate y
velando en la oración es como no se cae en la tentación.
Lucas nos ha transmitido 3 parábolas principales:
1. El amigo inoportuno.
2. La viuda.
3. El fariseo y el publicano.
Jesús en seña que deben pedir (orar) al Padre en su nombre. Y lo que el Padre nos da
cuando nuestra oración está unida a la de Jesús, es el E.S.

7. Jesús escucha la oración.


Jesús escucha la oración de fe expresada en palabras o en silencio. La petición
apremiante de los ciegos de ´Juan: esta oración de los ciegos ha sido recogida en la N
tradición de la oración de Jesús. o
8. La oración de la virgen María
Su oración coopera de manera única con el designio amoroso del Padre. Por medio
de su fe humilde, el Don de Dios encuentra la acogida que esperaba desde el
comienzo de los tiempos. Ella responde con la ofrenda de todo su ser: ‘’aquí está la
esclava del Señor…’’
En las bodas de Canaán, María obra e intercede en la fe por las necesidades de un
banquete de bodas en la hora de la nueva alianza al pie de la cruz, María es
escuchada como la Mujer, la nueva Eva, la verdadera madre de los que viven. Por
eso, el canto de María, el Magnificat, es el canto de la madre de Dios y de la Iglesia.

9. La oración del señor: el Padre nuestro


Estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: ‘’Maestro,
enséñanos a orar como enseñó Juan a sus discípulos’’. Jesús respondió, confiando a sus discípulos el
Padre Nuestro, la oración cristiana fundamental. De ella tenemos dos versiones:
- Lucas, más breve, 5 peticiones
- Mateo, más desarrollada, 7 peticiones que es el texto que ha conservado la liturgia de la Iglesia.
La oración dominical es en verdad el resumen de todo el evangelio. Cuando el señor terminó de
enseñar la oración añadió: ‘’pedid y se os dará’’, por lo que cada uno puede pedir lo que quiera, pero
empezando siempre por el Padre Nuestro.
El Sermón de la Montaña es doctrina de vida y la oración dominical es plegaria. Jesús nos enseña esta
vida nueva por medio de sus palabras y nos enseña a pedirla por medio de la oración.
La oración dominical nos la dio y nos la enseñó Jesús. Es verdaderamente única: debido a las palabras
ya que son palabras que el Padre le ha dado a Jesús. Sin embargo, no nos deja una fórmula para
repetirla, sino que enseña a hablar con el Padre.
Además, es la oración de la Iglesia desde los comienzos. Las 18 bendiciones que recitaban los judíos
al día, las sustituyen las primeras comunidades cristianas recitando tres veces al día la oración del
Señor.

9.1 Padre nuestro que está en el cielo


Cuando la Iglesia nos invita a rezar esta oración nos dice: ‘’nos atrevemos a decir’’ porque indica que
debemos hacerlo con toda confianza. Esa disposición con la que debemos hacer la oración del
Señor, la pone en nosotros el Espíritu.
PADRE: Esta primera palabra nos indica que debemos purificar nuestro corazón de las falsas
imágenes que tenemos de Dios. Orar al Padre es entrar en su misterio que nos ha revelado su Hijo. Al Res
decir ‘’Padre’’ entramos en la relación personal que Jesús, el Hijo, tiene con Dios, su padre. Esta erv
relación se establece por medio del Espíritu. La primera palabra es una bendición de adoración
porque la gloria de Dios es que nosotros reconozcamos como Padre. Un corazón único y confiado
que nos hace volver como niños, porque es a los pequeños a los que el Padre se revela.
PADRE NUESTRO
‘’Nuestro’’ se refiere a Dios y no quiere expresar aquí posesión, sino una relación totalmente nueva.
Dios es para mí y yo soy para Dios. Él es nuestro Dios y nosotros su pueblo. Al decir Padre Nuestro
salimos del individualismo. El nuestro y el nosotros nos invita a superar nuestras divisiones.
QUE ESTÁS EN EL CIELO
‘’Cielo’’ no indica lugar, sino que tiene una forma de existencia distinta. Es una situación de vida que
el hombre todavía no puede concebir. ‘’Cielo’’ hay que entenderlo como la casa del Padre, de la que
el pecado nos ha desterrado y a la cual nos hace volver la conversación del corazón.

9.2 Las siete peticiones:


N
Después de ponernos en la presencia de Dios, el espíritu hace que surjan en nosotros siete o
peticiones. Las tres primeras nos atraen hacia la gloria del Padre, las cuatro últimas ofrecen nuestra
miseria a su gracia. El primer grupo nos lleva hacia Él: tu nombre, tu reino, tu voluntad. Es propio del
amor pensar en aquel que amamos.
El segundo grupo es la ofrenda de nuestra esperanza hacia el Padre de las misericordias. Brota de
nosotros y nos afecta ya ahora, en este mundo; ‘’Danos…’’ ‘’perdona nuestras…’’ etc.
En las tres primeras somos afirmados en la fe. En los cuatro siguientes somos criaturas y pecadores,
debemos pedir para nosotros.
- SANTIFICADO SEA TU NOMBRE: santificar significa reconocer como Santo y tratar de una
manera santa, como algo a desear profundamente y como proyecto en que Dios y el
hombre se comprometen.

- VENGA A NOSOTROS TU REINO: El Reino de Dios está entre nosotros. Se aproxima en el


Hijo de Dios hecho hombre; se anuncia a través del Evangelio; llega en la muerte y
Resurrección de Cristo.

- HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO: la voluntad de


nuestro padre es ‘’que todos los hombres se salven, y lleguen al
conocimiento de la verdad’’. Su mandamiento que resume todos los demás,
y que nos dice toda su voluntad es que nos amemos los unos a los otros
como él nos ha amado. En Efesios se expresa la voluntad de Dios diciendo
que todo tenga a Cristo por cabeza. En Cristo, la voluntad del Padre fue
cumplida perfectamente. En esta petición pedimos a nuestro Padre que
una nuestra voluntad a la de su Hijo para cumplir su voluntad. Nosotros
somos impotentes para ellos, pero unidos a Jesús y con el E.S. podemos
poner en sus manos nuestra voluntad.

- DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA: ‘’Danos’’. Jesús nos enseña esta
petición. Con ella se glorifica a nuestro Padre. ‘’Nuestro pan’’: el Padre que
nos da la vida no puede dejar de darnos todos los bienes que la vida necesita
para desarrollarse. Los cristianos que oran en verdad están llamados a una
responsabilidad efectiva hacia sus hermanos que pasan hambre. Las
bienaventuranzas implican compartir los bienes espirituales y materiales. Los
cristianos debemos movilizar todos nuestros esfuerzos para ‘’anunciar’’ el
Evangelio a los hombres. el sentido específicamente cristiano de esta cuarta
petición se refiere al Pan de Vida. ‘’Hoy’’ es también una expresión de
confianza. Este hoy o es solo el de nuestro tiempo mortal, es el Hoy de Dios.
Si Jesucristo es para ti hoy, todos los días resucita para ti. El Hoy de Dios es
cuando Cristo resucita para ti. ‘’De cada día’’: significa lo más esencial.
Tomada en sentido temporal es una repetición de Hoy para confirmarnos en
una confianza sin reserva. Tomada en un sentido cualitativo significa lo
necesario para la vida.

- PERDONA NUESTRAS OFENSAS, COMO TAMBIÉN NOSOTROS

- PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN: ‘’perdona nuestras ofensas: no


dejamos de pecar, de separarnos de Dios. En esta nueva petición nos
volvemos a Él como e hijo prodigo, y nos reconocemos pecadores ante Él. La
misericordia de Dios no puede penetrar en nuestro corazón mientras no
hayamos perdonado a los que nos han ofendido. Este ‘’como’’ n es el único
en la enseñanza de Jesús. El mandamiento del Señor es imposible si tratamos
de cumplirlo con nuestras fuerzas. Se trata de vivirlo desde la santidad. El
perdón es la cumbre de la oración. El perdón da testimonio de que en
nuestro mundo el amor es más fuerte que el pecado.

- NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN: esta petición llega a la raíz de la


anterior, porque nuestros pecados son el fruto del consentimiento a la
tentación. Pedimos a nuestro padre que no nos deje caer en ella, le pedimos
que no nos deje tomar el camino que conduce al pecado. Esta petición
implora el espíritu de discernimiento y de fuerza. El discernimiento
desenmascara la mentira de la tentación. Aparentemente es buena y
deseable, mientras que en realidad nos conduce a la muerte. No entrar en la
tentación implica una decisión del corazón para dejarnos conducir por el E.S.
Este combate y esta victoria solo son posibles por la oración. Esta petición
pide al Padre que seamos fieles a Dios hasta el último momento de nuestra
vida.

- Y LÍBRANOS DEL MAL: Él nos recuerda que quien ora es el ‘’nosotros’’, uno en
comunión con toda la Iglesia y para la salvación de toda la familia. En esta
petición, el mal designa a una persona: Satanás, el ángel que se opone a
Dios. Es aquel que por, medio del cual el pecado y la muerte entraron en el
mundo toda la creación entera será liberada del pecado y de la muerte. Al N
pedir ser liberados del Maligno, oramos para ser liberados de todos los males o
de los que él es autor.

Tema 5. Escatología.

Etimológicamente, la escatología es la parte de la teología que trata acerca del fin del
mundo y de la vida individual. El término proviene del griego y trata de las realidades
últimas. En un sentido más estricto, implica una visión lineal histórica que se inicia en un
momento concreto que va hacia el fin de todo lo que existe.
1. Sentido cristiano de la muerte.
En la antropología cristiana el cuerpo no es una cárcel de la que el encarcelado desea huir,
ni un vestido que se puede quitar fácilmente, la muerte no es algo deseable para ningún
hombre, ni un acontecimiento que el hombre pueda abrazar con ánimo tranquilo sin
superar previamente la repugnancia natural. Nadie debe avergonzarse de estos
sentimientos ya que el mismo Señor quiso padecerlos antes de su muerte y Pablo testifica
haberlos tenido. La persona humana es el alma y el cuerpo esencialmente unido, la
muerte afecta a la persona. La muerte tiene que ser aceptada con un cierto sentido de
penitencia por el cristianismo.
También es natural que el cristiano sufra con la muerte de las personas que ama. También
nosotros podemos y debemos llorar a nuestros amigos muertos.
La repugnancia que el hombre experimenta ante la muerte y la posibilidad de superarla es
una actitud característica humana completamente diversa de la de cualquier animal. La
muerte es una ocasión en la que el hombre puede y debe manifestarse como hombre.
La fe y la esperanza nos enseñan otro rostro de la muerte. Jesús asumió el temor de la
muerte a la luz de la voluntad del Padre. Esa comunión con Cristo después de la muerte es
considerada por Pablo como algo que es con mucho lo mejor. La ventaja de esta vida
consiste en que habitamos en el cuerpo y así tenemos nuestra plena realidad existencial;
pero con respecto a la plena comunión postmortal vivimos lejos del Señor. Aunque por la
muerte salimos de este cuerpo y nos vemos privados de nuestra plenitud existencial, la
aceptamos con bien ánimo, más aún podemos desear, cuando ella llegue, vivir con el Señor.
Este deseo puede coexistir con el temor natural de la muerte. La muerte se considera
entonces como puerta que conduce a la comunión postmortal con Cristo y no como
liberadora del alma con respecto a un cuerpo que le fuera una carga.
En la tradición oriental es frecuente el pensamiento de la bondad de la muerte en cuanto
que es camino para la futura resurrección gloriosa. Cristo con su muerte y su resurrección
dio a la muerte esta bondad. También el dolor y la enfermedad que son un comienzo de la
muerte, deben asumirse por los cristianos de una manera nueva. Por la aceptación del
dolor y de la enfermedad permitidos por Dios nos hacemos partícipes de la pasión de
Cristo. De modo semejante no nos es lícito entristecernos por la muerte de los amigos.
Este aspecto positivo de la muerte solo se alcanza por un modo de morir que el N.T. llama
muerte en el Señor. Esta muerte en el Señor es deseable en cuanto que lleva a la
bienaventuranza y se prepara con la vida santa. La vida terrena se ordena a la comunión
con Cristo después de la muerte, que se obtiene ya en el estado de alma separada que es
ontológicamente imperfecto e incompleto.
Por la vida santa la conexión original entre la muerte y el pecado como que se rompe. Los
sacramentos nos disponen a esa muerte. El bautismo nos consagra para la participación en
la resurrección del Señor. Y, por la recepción de la Eucaristía, el cristiano recibe garantía de
participar de la resurrección de Cristo.
La muerte en el Señor implica la posibilidad de otro modo de morir, la muerte fuera del
Señor que conduce a la muerte segunda. En esta muerte, la fuerza del pecado por el que la
muerte entró en el mundo manifiesta su capacidad de separar de Dios.
Pronto formaron costumbres cristianas para sepultar los cadáveres de los fieles. El modo de
hablar expresado en las palabras cementerio o deposición presupone esa fe. Durante
mucho tiempo estuvo prohibida la cremación de los cadáveres porque tenía conexión con
una mentalidad neoplatónica que mediante ella pretendía la destrucción del cuerpo para
que el alma se liberara totalmente de la cárcel. La Iglesia ya no lo prohíbe.

2. La esperanza de los cielos y de la tierra nueva: Plenitud del Reino de Dios.


Hay testimonios de la creencia del ser humano en el más allá que datan de hace más de
150.000 años, sobre todo monumentos y ritos funerarios que dotaban al difunto de lo
necesario para el viaje a otro mundo. También actualmente la inmensa mayoría de la
humanidad cree que la vida no termina en este mundo. Las principales posiciones sobre el
más allá son: el nihilismo, la reencarnación y la inmortalidad del alma.
El nihilismo niega la existencia de una vida post-mortal. En contra de esta posición está:

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