José María Arguedas
José María Arguedas
José María Arguedas
SU VIDA EN LIMA
En 1931 Arguedas se traslada a Lima e ingresa a la Universidad Mayor de San Marcos, con el
propósito de estudiar letras. A raíz del fallecimiento de su padre, ocurrido al año siguiente, Arguedas
se ve forzado a ganarse la vida y entra a trabajar como auxiliar en la administración de correos. En
1935 publica agua, su primer libro de cuentos. En 1936 funda con Augusto Tamayo Vargas, Alberto
Tauro del Pino y otros, la revista Palabra, en cuyas páginas se ve reflejada la ideología propugnada
por José Carlos Mariátegui. En 1937 es encarcelado en “El sexto”, a causa de su intervención en
una marcha antifascista que se llevó a cabo en la universidad, obteniendo su libertad en 1939. Poco
después, lograda su licenciatura, inicia su trayectoria docente y paralelamente contrae matrimonio
con Celia Bustamante. Recién casado es invitado a participar en el congreso indigenista de
Pátzcuaro, en México, permaneciendo en este país por el lapso de dos años.
Arguedas trabajó en el ministerio de educación comienza en 1941 y gracias a él pudo colaborar con
la reforma de los planes de educación secundaria. Antes de finalizar dicho año, Arguedas publica
Yawar Fiesta, su primera novela. En 1948 es nombrado jefe de la sección de folklore y bellas artes,
en el ministerio de educación. Termina sus estudios de antropología en 1950 y luego pasa a formar
parte de la plana docente de la universidad de San Marcos, enseñando etnología. En 1953 es
nombrado director del instituto de estudios etnológicos del hoy museo nacional de la cultura
peruana. En 1954 publica la novela corta Diamantes y Pedernales, su tercera obra. El escritor realiza
su primer viaje por Europa, becado por la Unesco, para efectuar estudios diversos, tanto en España
como en Francia. Durante el tiempo que permaneció en España, Arguedas hizo investigaciones para
su tesis doctoral: las comunidades de España en el Perú. En 1958 publica los Ríos Profundos,
novela esencialmente autobiográfica, por la cual recibe, en el transcurso del año 1960, el premio
“Ricardo Palma”.
El Sexto. Gracias a esta novela Arguedas gana, en 1962, y por segunda vez, el premio “Ricardo
Palma”. Asiste también, ese mismo año, a Berlín Oeste (Alemania), donde se llevó a cabo el primer
coloquio de escritores Iberoamericanos, organizado por la revista Humboldt.
A pesar de todos sus logros personales y profesionales comete su primer intento de suicidio. El
escritor venía sufriendo períodos de grave crisis depresiva desde hacía muchos años. Uno de ellos
fue cuando, en 1948, le redujeron las horas de clase y el sueldo que recibía en el ministerio de
educación bajo la acusación de “Comunista”. También había experimentado otra crisis en 1942, pero
por distintos motivos. A partir de este conato de autoeliminación, su vida ya no vuelve a ser la
misma. Se aísla de sus amigos y renuncia a todos los cargos públicos que ejercía en el ministerio de
educación, con el propósito de dedicarse solamente a sus cátedras en la Universidad Agraria y en la
de San Marcos. Para curar sus males espirituales se pone en contacto con una psiquiatra chilena,
quien le recomienda, a manera de tratamiento, que continúe escribiendo. De este modo publica otro
libro de cuentos: Amor Mundo (1967) y, más adelante, su obra póstuma: El Zorro de Arriba y El
Zorro de Abajo. En 1968 termina su magisterio en la Universidad de San Marcos, y, casi
simultáneamente, es elegido jefe del departamento de sociología de la Universidad Agraria. Ese año
le es otorgado el premio “Inca Garcilaso de la Vega”, por haber sido considerada su obra como una
contribución al arte y a las letras del Perú.
El 28 de noviembre de 1969 se dispara un tiro en la cabeza, a causa del cual murió, después de
pasar cinco días de penosa agonía. el día de su entierro, tal como el escritor había pedido en su
diario, un indio tocó el violín ante su féretro y luego pronunció un breve discurso, en palabras que
transmitieron el sentimiento del pueblo indígena, que lamentó profundamente su partida.