Monografia - Grupo #08

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“Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional”

FACULTAD DE DERECHO Y HUMANIDADES


CARRERA DE DERECHO

TEMA:
El contrato de fianza, renta vitalicia y juego y apuesta.
CURSO:
Derecho de Contratos

DOCTOR:
Villavicencio Saldaña Richard Alexander

GRUPO N° 08:

71. Quiroz Carhuajulca Richard.


72. Vasquez Boggio Ailin.
73. Ypanaque Otta Roy Glen
74. Correa Noriega Alexander.
75. López Wendy (Inhabilitado).
76. Gil Bautista Lisbeth Tabita.
77. Ignacio Bonilla Anthony.
78. Ravello Rodríguez Vania.
79. Rueda Montoña Dennis Luis
80. Valle Olivares Marcela.
82. Yangua Fasabi.

CICLO: VIII

PERÚ, 2022

i
INTRODUCCIÓN

El contrato es un acto jurídico plurilateral y patrimonial, la inhibición de uno de los 2

elementos invalidad el acto jurídico y por resultado también al contrato, cuyos acuerdos

pueden ser escritos u orales con la finalidad de cumplir con una serie de condiciones

aceptadas voluntariamente, en donde transfiere derechos y obligaciones; así mismo en el

Perú se encuentran regulados en el código civil a partir del articulo 1529 hasta el 1949,

considerando crear, regular, modificar o extinguen, celebrado entre dos o más partes

obteniendo como resultado una relación jurídica patrimonial, podemos encontrar contra

de compraventa, arrendamiento, mutuo, locación y servicios entre otros hasta los

innominados y atípicos celebrados por las exigencias del mundo moderno de venir del

tráfico comercial y mercantil según Flores, P (2018)

Por esa razón la frase “todo contrato es un acto jurídico, pero no todo acto jurídico es un

contrato” es el concepto en el cual es abarcada en su totalidad en la doctrina, la norma y

la jurisprudencia de ambas instituciones jurídicas, permitiendo regular sus derechos

patrimoniales o no patrimoniales, pero susceptibles de apreciación pecuniaria, en virtud

de la aceptación que una de ellas hace de la oferta formulada por otra.

Por consiguiente, todo contrato debe contar con un fin lícito con orientación que se da a

la manifestación de la voluntad para que ésta se dirija, directa y reflexivamente, a la

producción de efectos jurídicos.

El contrato encierra en el fondo una operación económica que tiene exigencias propias

para cumplir eficientemente sus fines. En este sentido, la consagración de la libertad de

contratación es vital para el desarrollo de la economía, no solo porque el reconocimiento

de las actividades económicas constituye una manifestación de las libertades personales,

ii
sino porque desde un punto de vista económico son indispensables para el

desenvolvimiento del mercado.

Esa libertad ha encontrado limitaciones a lo largo de la historia, y más allá de las

limitaciones clásicas de orden público y buenas costumbres, en la actualidad, los contratos

a través del ejercicio irrestricto de la autonomía privada y la libertad del ser humano,

deben tener como máxima exigencia la justicia y la equidad, debe ser un mecanismo

integrador entre la satisfacción de los intereses privados y la concreción directa o indirecta

de los intereses y fines públicos.

Teniendo como finalidad, conocer realidades contractuales y normadas en la republica de

Perú, en el primer capítulo se analizará los contratos de Fianza, dentro de lo que respecta

a una carta fianza, de la misma forma se analizará un caso práctico para mayor

entendimiento. En el segundo capítulo se detallará el contrato de renta vitalicia, en sus

forma a título oneroso o a título gratuito. De la misma forma, en el capítulo 3m se

analizará el contrato de juego y de apuesta, y de contrato de juego masivo en donde se

detallarán sus características, puntos de vistas doctrinales y comentarios propios del tema

a desarrollar.

iii
INDICE

INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... II

INDICE .......................................................................................................................... IV

CONTENIDO.................................................................................................................. 6

CAPÍTULO I: CONTRATO DE FIANZA .................................................................. 6

1.1. CONCEPTO DE FIANZA ......................................................................................... 6


1.2. ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA FIANZA ........................................................ 6
1.2.1. Elemento Personal: ......................................................................................... 6
1.2.2. Las prestaciones:............................................................................................. 6
1.3. CARACTERÍSTICAS DEL CONTRATO DE FIANZA .................................................... 7
1.4. CONCEPTO DE LA CARTA FIANZA ........................................................................ 9
1.5. PROCEDIMIENTO PARA LA EMISIÓN DE UNA CARTA FIANZA .............................. 10
1.6. COSTO DE UNA CARTA FIANZA .......................................................................... 10
1.7. CASO PRÁCTICO ................................................................................................ 11
1.8. FIANZA A PLAZO DETERMINADO ....................................................................... 14
1.9. FIANZA A PLAZO INDETERMINADO .................................................................... 17
1.9.1. Partes del contrato ................................................................................... 17
1.9.2. Prestación a cargo de las partes ................................................................... 17
1.9.3. Carácter accesorio ........................................................................................ 18
1.9.4. Carácter subsidiario ..................................................................................... 19
1.9.5. Nuestra definición ......................................................................................... 20
1.9.6. Conclusiones ................................................................................................. 20
1.9.7. Artículo 1899 Fianza sin plazo determinado ................................................ 21

CAPÍTULO II: CONTRATO DE RENTA VITALICIA ......................................... 22

2.1. RENTA VITALICIA A TÍTULO ONEROSO............................................................... 22


2.1.1. Concepto ................................................................................................... 22
2.1.2. Elementos constitutivos ............................................................................ 22
2.1.1. Característica ........................................................................................... 23
2.1.2. Formas del contrato ................................................................................. 23
2.1.3. Término del contrato. ............................................................................... 23
2.1.4. Nulidad del contrato ................................................................................. 23

iv
2.2. RENTA VITALICIA A TÍTULO GRATUITO ............................................................. 24
2.2.1. Renta vitalicia ........................................................................................... 24
2.2.2. Renta Vitalicia Gratuita ........................................................................... 25
2.2.3. Actos a título gratuito que, a su vez, pueden ser inter vivos" o "mortis
causa" 26

CAPÍTULO III: CONTRATO DE JUEGO Y APUESTA ....................................... 28

3.1. CONTRATO DE JUEGO ............................................................................................ 28


3.1.1. ¿Cuál es el tratamiento jurídico que reciben el juego en nuestro país?....... 29
3.1.2. Juego y apuesta permitidos ........................................................................... 31
3.1.3. Partes del contrato ........................................................................................ 31
3.1.4. Prestación a cargo de las partes ................................................................... 31
3.1.5. Definición desde la doctrina ......................................................................... 32
3.1.6. Conclusiones ................................................................................................. 32
3.2. CONTRATO DE APUESTA ........................................................................................ 33
3.2.1. Definición ...................................................................................................... 34
3.2.2. Caracteres ..................................................................................................... 34
3.2.3. Sujetos y capacidad ....................................................................................... 36
3.2.4. Objeto de la prestación ................................................................................. 37
3.2.5. Diferencias entre juego y apuesta ................................................................. 38
3.2.6. Clases de juego y apuesta ............................................................................. 39
3.2.7. El juego y la apuesta en nuestro Código Civil .............................................. 40
3.2.8. Conclusiones ................................................................................................. 45
3.3. CONTRATO DE JUEGO MASIVO ............................................................................... 46
3.3.1. Definición de contratación masiva ............................................................... 46
3.3.2. Características de la contratación masiva.................................................... 46
3.3.3. Funciones de la contratación masiva............................................................ 48

CONCLUSIONES ........................................................................................................ 50

LISTA DE REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .................................................... 51

v
CONTENIDO

CAPÍTULO I: CONTRATO DE FIANZA

1.1. Concepto de fianza

El contrato de fianza se encuentra regulado en el título X, de la sección segunda Contratos

Nominados, del libro VII, Fuentes de las Obligaciones, del Código Civil de 1984 en sus

artículos 1868y siguientes, en este sentido, el Artículo 1868. Del CCP define al contrato

de fianza como aquel contrato por el cual “el fiador se obliga a cumplir determinada

prestación, en garantía de una obligación ajena, si esta no es cumplida por el deudor.

frente al acreedor a cumplir determinada prestación, en garantía de una obligación ajena,

si ésta no es cumplida por el deudor.

1.2. Elementos constitutivos de la fianza

1.2.1. Elemento Personal:

- El Acreedor: que es la persona a favor de quien se constituye la obligación principal

y en casos e incumpliera con esta, frente a quien deberá cumplir el fiador.

- El Fiador: Esa aquel que se obliga a garantizar, con todo su patrimonio el

cumplimiento de la obligación personal

- El Deudor: Que es el obligado al cumplimiento de la obligación principal.

1.2.2. Las prestaciones:

El fiador tiene la obligación de pagar la acreencia cuando el deudor no lo hace,

subrogándose al acreedor.

Regia el principio de la "nuda pacta obligacionen nom perit", o sea que los convenios

celebrados entre las partes no valían por sí solas para engendrar derechos y obligaciones.

Todo convenio para surtir efectos jurídicos debía de celebrarse con algunos requisitos o

6
formalidades autorizadas por la ley; Nexum: que quedaba perfeccionada con el uso del

metal y la balanza, que significaba la sujeción personal del deudor para con el acreedor

en caso de incumplimiento, se convertía e esclavo Contractus Verbis quedaba

perfeccionado con la interrogatio, pregunta que el acreedor hacia al deudor y este

contestaba y con ellos se perfeccionaba el contrato.

Contrato Literal en donde se utilizaba un libro de registro doméstico, que teni el acreedor

en donde se hacía consta algunas cláusulas, pero esto se hacía con la aceptación del

deudor.

1.3. Características del contrato de fianza

Con la expansión del Imperio romano por las conquistas, hubo incursión de otras El

contrato de fianza es:

• Contrato Personal: La fianza es un contrato personal porque es una garantía de

tipo eminentemente personal.

• Contrato Accesorio: Es accesoria porque la prestación contenida en el contrato de

fianza depende de la existencia de una obligación principal a la cual garantiza. Es

una garantía personal que no tiene vida propia, sino que va unida a otra obligación,

que es la principal cuya suerte sigue, por esta razón no se puede concebir que

exista fianza si no existe una obligación a la cual garantizar.

• Contrato Unilateral: La fianza es un contrato unilateral porque el único obligado

ante el acreedor es el fiador.

• Contrato Gratuito: Es un contrato gratuito porque si el fiador cobra comisión, por

ejemplo, la fianza deja de ser tal.

7
• Contrato Solemne: El contrato de fianza requiere formalidad ad solemnitatem

conforme a lo dispuesto en el artículo 1871 del mismo cuerpo normativo. En

efecto, la fianza debe constar por escrito bajo sanción de nulidad.

• Contrato Temporal: La fianza es un contrato temporal porque rige por un tiempo

determinado.

Entre las principales características de una carta fianza, destacan las siguientes:

• La carta fianza es un documento que tendrá el valor del monto que desembolsará

el banco para el crédito hipotecario.

• Puede solicitarse en soles o dólares, es decir, la moneda será la que indique el

monto del desembolso en la minuta de compraventa.

• Tiene una vigencia de un año, pero puede renovarse por un período mayor o igual,

luego de su vencimiento.

• La carta garantiza que, si el deudor no puede pagar sus obligaciones, el banco se

hará cargo.

• Es irrevocable y de realización automática. Si se venciera el plazo de la carta

fianza o el comprador no cumple con el pago de sus cuotas del crédito hipotecario,

el banco que desembolsó el crédito puede ejecutar la fianza y el banco promotor

deberá hacer efectivo el pago del monto total ni bien el banco lo solicite.

• Tiene un costo de emisión por cada año de vigencia que lo asume el comprador.

• El costo de la comisión se puede pagar bimensual o trimestralmente, el banco

sponsor emite un estado de cuenta para poder visualizar los cobros

periódicamente.

8
1.4. Concepto de la carta fianza

La carta fianza es un documento bancario que actúa como contrato de garantía para un

fin. Mediante este, la entidad bancaria o financiera se compromete con el acreedor a pagar

por el deudor en caso este no cumpla con sus obligaciones.

La Carta Fianza es un contrato suscrito entre el contratista de la Entidad Pública o Deudor

(persona natural o jurídica) y una Entidad financiera (Banco) registrada en la SBS y que

hace de Fiador o Garante. El Banco interviene en la relación contractual entre la Entidad

Pública y el contratista del lado de este último. Asegura que el contratista cumplirá con

su obligación o de lo contrario la cumplirá él por este.

Hay que mencionar que una Carta Fianza, como contrato de derecho, está sometida al

principio de Literalidad. Esto quiere decir que su contenido es de estricto seguimiento.

No se puede interpretar nada, ni restar ni aumentar a lo estipulado claramente en el

documento.

En el caso de un inmueble de estreno, garantiza que la compraventa del bien futuro se

complete de manera adecuada cuando la entidad bancaria que otorga el crédito

hipotecario no es la misma que financia la obra.

Cuando uno solicita un crédito hipotecario para la compra de un departamento, el banco

establece una hipoteca en primer rango sobre los inmuebles y respalda el crédito

aprobado. En el caso de un banco que no sea el promotor o sponsor, deberá esperar a que

se levante la hipoteca matriz del proyecto para poder inscribir la hipoteca del crédito, por

lo que la carta fianza es el documento que le ayudará a garantizar el desembolso hasta esa

fecha.

En este sentido, la carta fianza obligará a que los inmuebles se independicen y puedan

registrarse ante la Sunarp.

9
1.5. Procedimiento para la emisión de una carta fianza

• La entidad financiera que brindará el crédito hipotecario debe contar con la minuta

de compra venta original firmada y sellada por un abogado, además del

comprobante del pago de la cuota inicial realizada por el comprador.

• La entidad financiera que brindará el crédito hipotecario deberá confirmar que el

comprador cuenta con la carta de aprobación del préstamo y que ya han evaluado

el proyecto inmobiliario y se encuentra aprobado también.

• El proyecto inmobiliario debe encontrarse activo con el financiamiento promotor

de un banco sponsor.

• La inmobiliaria solicitará la carta fianza al banco promotor y este indicará el costo

de la tasa de comisión por el documento. El banco sponsor emitirá la fianza a

favor de la entidad financiera que brindará el crédito y le entregará el documento

físicamente..

• La vigencia de la carta fianza se deberá mantener activa mientras la entidad

financiera que brindará el crédito cuente con la posesión del documento físico

1.6. Costo de una carta fianza

El costo de una carta fianza puede ser entre un 3% y un 6% del valor del crédito

hipotecario por cada año de vigencia. El banco sponsor define el valor de esta comisión

una vez que emite la fianza.

Si la tasa que te ofrece tu banco resulta conveniente para cubrir el valor de la carta fianza,

no tienes por qué pensarlo más. Es una gran alternativa. De lo contrario, podrías solicitar

la evaluación del crédito hipotecario con el banco sponsor para no tener que pagar la carta

fianza.

10
¿Cómo se cancela la carta fianza una vez levantada la hipoteca del proyecto?

Una vez que el banco sponsor levanta la hipoteca matriz del terreno, la entidad financiera

que brindó el crédito puede inscribir a su favor la hipoteca en primer rango a través de la

notaría que realizó la escritura pública en el desembolso.

Apenas esté inscrita la hipoteca, el comprador puede solicitar al banco que devuelva la

carta fianza, este documento es entregado físicamente al banco sponsor y con ello, el

banco sponsor podrá cancelar los cobros de la comisión.

1.7. Caso práctico

Supongamos que usted es el gerente de una empresa de construcción adjudicataria de un

concurso público realizado por la municipalidad distrital de Chiclayo, el cual consiste en

la construcción de un estadio. Habiéndose otorgado la buena pro a su favor, usted decide

dar inicio a la obra; sin embargo, dada la inseguridad con respecto al pago efectivo por

parte de la municipalidad decide solicitarle una garantía que proteja el crédito. En caso la

municipalidad lo admita, deberá comprometerse mediante una carta fianza avalada por

alguna entidad del sistema financiero.

Bajo este supuesto cabría emplear la fianza, contrato mediante el cual el fiador se obliga

solidariamente frente al acreedor a cumplir determinada prestación, en garantía de una

obligación ajena; por ende, en este supuesto existirían tres partes: el fiador (el banco),

acreedor (empresa de construcción) y deudor (municipalidad). La regulación legal de esta

garantía se encuentra en EL Código Civil, artículos 1868 a 1905. Cabe destacar que para

que el acreedor pueda obligar al fiador a pagar la deuda en caso de incumplimiento del

deudor principal, en principio debe hacer excusión de los bienes de este, esta regla admite

pacto en contrario que debe ser expresamente señalado.

11
CARTA FIANZA N°001

CHICLAYO, 15 DE SETIEMBRE DEL 2022

SEÑOR

JUAN GUSTAVO CERVANTES GÓMEZ

ALCALDE DE LA MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE CHICLAYO

PRESENTE.-

DE NUESTRA CONSIDERACIÓN:

POR MEDIO DE LA PRESENTE OTORGAMOS FIANZA SOLIDARIA, SIN


BENEFICIO DE EXCUSIÓN, IRREVOCABLE, INCONDICIONADA Y DE
REALIZACIÓN AUTOMÁTICA A FAVOR DE USTEDES, HASTA POR LA SUMA
DE S/ 300 000.00 A FIN DE GARANTIZAR AL SEÑOR IGNACIO BONILLA
ANTHONY WILLIAM POR TIPO DE LA CARTA FIANZA BANCARIA, PARA
GARANTIZAR POR PARTE DE LA MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE
CHICLAYO, EL PAGO POR COSTOS DE LA OBRA “CONSTRUCCIÓN DEL
ESTADIO CAPITÁN REMIGIO ELÍAS AGUIRRE ROMERO”.

ESTA FIANZA RIGE A PARTIR DE 20 DE SETIEMBRE DEL 2022, Y VENCE


INDEFECTIBLEMENTE EL 20 DE MARZO DEL 2022.

QUEDA ENTENDIDO QUE ESTA FIANZA NO PODRÁ EXCEDER POR NINGÚN


CONCEPTO Y EN NINGÚN CASO, EL IMPORTE ARRIBA EXPRESADO Y SU
REALIZACIÓN SERÁ AUTOMÁTICA, POR EL SÓLO MÉRITO DE SU
REQUERIMIENTO DE PAGO, SIEMPRE DENTRO DE SU VIGENCIA Y HASTA
EL DÉCIMO QUINTO DÍA CALENDARIO POSTERIOR A SU VENCIMIENTO,
NOS SEA REQUERIDO SU PAGO, NECESARIAMENTE POR CONDUCTO
NOTARIAL, EN LA DIRECCION ABAJO INDICADA Y DENTRO DEL HORARIO
DE ATENCIÓN AL PÚBLICO QUE EL BANCO TENGA ESTABLECIDO A LA
ATENCION DE LA UNIDAD DE CARTAS FIANZA.

12
EL PAGO SERÁ EFECTUADO MEDIANTE CHEQUE DE GERENCIA EMITIDO A
LA ORDEN DEL BENEFICIARIO QUE EL BANCO PONDRÁ A SU DISPOSICION
EN EL DOMICILIO ABAJO INDICADO, EL MISMO QUE SE ENTREGARÁ
CONTRA DEVOLUCIÓN DEL ORIGINAL DE LA PRESENTE CARTA FIANZA O
DE SU ÚLTIMA PRÓRROGA, EN SU CASO.

EN EL SUPUESTO DE REQUERIRSE SU PRÓRROGA, SERÁ FACULTAD Y NO


OBLIGACIÓN DEL BANCO CONCEDER TAL PRÓRROGA. DE HACERLO,
DEBERÁ CONSTAR POR ESCRITO EN CARTA DE PRÓRROGA ESPECIAL QUE
FORMARÁ PARTE INTEGRANTE DE ÉSTA. SI SE REQUIERE
ALTERNATIVAMENTE SU PRÓRROGA O PAGO LA PRÓRROGA QUE ACEPTE
EL BANCO LO LIBERARÁ DE ATENDER SU PAGO.

DE HABERSE OTORGADO LA PRESENTE FIANZA A FAVOR DE MAS DE UN


BENEFICIARIO CON FACULTADES A EJECUTARLA INDISTINTAMENTE, LOS
TÉRMINOS DEL REQUERIMIENTO DE PAGO O PRORROGA RECIBIDO EN
PRIMER LUGAR DE UNO DE LOS BENEFICIARIOS, PRIMARAN SOBRE LOS
POSTERIORES QUE DIRIJAN LOS DEMÁS BENEFICIARIOS Y QUE TENGAN
DISTINTO ALCANCE O CONDICIÓN.

LA PRESENTE CARTA FIANZA NO PÓDRA SER CEDIDA SALVO


CONSENTIMIENTO EXPRESO DEL BANCO, DE CONFORMIDAD CON EL
ARTICULO 1435° DEL CODIGO CIVIL.

AGRADECIÉNDOLES TOMAR NOTA DE LA PRESENTE CARTA FIANZA Y DE


SUS TÉRMINOS, LES SALUDAMOS,

ATENTAMENTE

FINANCIERA CONFIANZA

SERIE N° 014

“PARA CONFIRMAR LA EMISION DE ESTA CARTA FIANZA CON EL NUMERO

ASIGNADO, POR SU SEGURIDAD, SIRVASE LLAMAR AL TELEFONO 513-6000

ANEXOS 2171 / 2173 EN LOS HORARIOS DE 9 AM. A 6 PM.”

F.1264 Setiembre 2022.

13
1.8. Fianza a plazo determinado

El Código Civil distingue la fianza según el fiador se obligue frente al acreedor por un

plazo determinado o lo haga por plazo determinado. De acuerdo con el artículo 1898 del

Código Civil: “El fiador que se obliga por un plazo determinado, queda libre de

responsabilidad si el acreedor no exige notarial o judicialmente el cumplimiento de la

obligación dentro de los quince días siguientes a la expiración del plazo, o abandona la

acción iniciada”.

Entre las causas de extinción de la “relación de fianza” ocupa un lugar central la inercia

del acreedor; es decir, que el acreedor no haya requerido al deudor la prestación debida.

En tal sentido, la fianza, otorgada por plazo determinado, se extingue si el acreedor no

requiere al deudor principal, por vía notarial o judicial, la prestación debida dentro de los

quince del vencimiento del plazo de la fianza. Visto desde otra perspectiva, podríamos

decir que el fiador seguirá obligado luego del vencimiento del plazo de la fianza

perpetuatio obligationis siempre que el acreedor, dentro de los quince días del

vencimiento de dicho plazo, haya requerido, judicial o por vía notarial al deudor.

La norma presupone que el vencimiento del plazo de la obligación principal debe

producirse a más tardar dentro de los quince días siguientes al vencimiento del plazo de

la fianza. La norma impone al acreedor una carga, la de requerir el pago al deudor

principal dentro de los quince días siguientes a la expiración del plazo de la fianza.

La inobservancia de la carga supone la caducidad de la fianza. El artículo 1898 del Código

Civil tiene como antecedente el artículo 1787 del Código Civil de 1936 que establecía:

“El fiador que se obligó por un plazo determinado, queda libre de responsabilidad, si el

acreedor no exige judicialmente el cumplimiento de la obligación a la expiración del

plazo, o si abandona la acción iniciada”.

14
Como puede advertirse el Código Civil introduce algunas precisiones importantes:

a) El artículo 1787 del Código Civil derogado imponía al acreedor la carga de

requerir judicialmente al deudor el pago de la obligación principal. El Código

Civil, establece que el requerimiento puede ser extrajudicial (requerimiento por la

vía notarial) o judicial. Arias-Schreiber justificaba este cambio diciendo: “no tenía

sentido (…) obligarlo a iniciar una acción judicial en muchos casos innecesaria y

siempre costosa”.

b) El artículo 1787 del Código Civil de 1936 imponía al acreedor la carga de requerir

el pago a la expiración del plazo de la obligación principal. De acuerdo con

AriasSchreiber: “(…) la expresión ‘a la expiración del plazo’ que adoptaba el

anterior Código resultaba, como es evidente, sumamente imprecisa y poco

conveniente”.

El artículo 1898 del Código Civil tiene como fundamento el artículo 2848 del Código

Civil para el Distrito Federal de México que establece: “El fiador que se ha obligado por

tiempo determinado, queda libre de su obligación, si el acreedor no requiere judicialmente

al deudor por el cumplimiento de la obligación principal, dentro del mes siguiente a la

expiración del plazo. También quedará libre de su obligación el fiador, cuando el

acreedor, sin causa justificada, deje de promover por más de tres meses, en el juicio

entablado contra el deudor”.

El artículo 1898 del Código Civil dispone que también caduca la fianza si el acreedor,

habiendo requerido el pago judicialmente dentro del plazo de los quince días del

vencimiento del plazo de la fianza, “abandona la acción iniciada” o, para utilizar la

terminología del Código Procesal Civil, si “abandona el proceso”.

15
Tratándose de un requerimiento judicial, entonces, no basta con haber iniciado el proceso,

sino que debe continuarlo diligentemente. En cambio, en caso de un requerimiento

extrajudicial, no es necesaria la “insistencia del acreedor”. Adviértase que no será

suficiente que entre el deudor principal y el acreedor se hubiera pactado la mora

automática, el artículo 1898 del Código Civil le impone al acreedor la carga de requerir

el pago.

La pregunta es si el artículo 1898 del Código Civil resulta de aplicación en el caso de la

fianza solidaria. Arias-Schreiber, señalaba que el artículo 1898 del Código Civil solo es

aplicable en caso de la fianza con beneficio de excusión. En este mismo sentido se

pronunciaba León Barandiarán comentando el artículo 1787 del Código Civil de 1936.

Giusti cuenta que en Italia, inicialmente, se consideró que el artículo 1957 del Código

Civil italiano no resultaba de aplicación a la fianza solidaria, sobre la base de que en las

obligaciones solidarias el acreedor puede dirigirse contra cualquiera de los deudores

solidarios. La carga que impone al acreedor de requerir el pago al deudor principal con el

fin de la perpetuatio obligationis contrasta con el principio de la solidaridad, que es

recogido, en el caso del Código Civil, en el primer párrafo del artículo 1186 del Código

Civil.

En tal sentido, si la libertad de elección del acreedor frente a los deudores solidarios no

existe porque se debe respetar un cierto orden, dirigirse primero contra el deudor principal

introduciría una modalidad incompatible con la solidaridad. No obstante, la tesis

favorable a la aplicación del artículo 1957 del Código Civil italiano a la fianza solidaria

“se basa, antes que nada, en la función de la norma, que es esencialmente aquella de

contener en el tiempo la operatividad de la fianza. De aquí lo ilógico (y lo inoportuno) de

privar al fiador solidario del eficaz medio de tutela proporcionado por la norma contra las

consecuencias de la consciente inercia y negligente actuar del acreedor”. Giusti además

16
señala que, el legislador se propuso una tipificación unitaria de la fianza y teniendo en

cuenta que el Código Civil italiano adopta como regla la solidaridad, no se puede postular

lógicamente que algunas normas se refieran a la fianza con beneficio de excusión y no a

la fianza solidaria.

1.9. Fianza a plazo indeterminado

De acuerdo al artículo 1868 del Código Civil (en adelante CC):

Por la fianza, el fiador se obliga frente al acreedor a cumplir determinada prestación, en

garantía de una obligación ajena, si ésta no es cumplida por el deudor. La fianza puede

constituirse no sólo en favor del deudor sino de otro fiador.

De esta definición (y de la doctrina) se desprenden las partes del contrato de fianza (el

fiador y el acreedor), la prestación a cargo de una de ellas (garantizar una obligación

ajena, si ésta no es cumplida por el deudor) y las características de accesoriedad y

subsidiariedad de este contrato.

1.9.1. Partes del contrato

Por un lado tenemos al fiador o un tercero y por el otro al acreedor de una relación jurídica

obligacional previa. En esta nueva relación jurídica, que celebran ambas partes, aquel se

constituye en deudor (al garantizar el cumplimiento de una obligación ajena) y este se

constituye nuevamente en acreedor.

1.9.2. Prestación a cargo de las partes

Con respecto a la prestación a cargo del fiador, el Código señala que este está obligado a

cumplir determinada prestación (de dar, de hacer o de no hacer), en garantía de una

obligación ajena. ¿Que entendemos por obligación ajena? Nosotros entendemos por

obligación ajena a la prestación de dar, de hacer o de no hacer correspondiente a un deudor

de una relación jurídica obligacional de la cual el fiador no forma parte, es decir, que le

17
resulta ajena. Pudiendo ser ese tipo de obligaciones futuras, condicionales o a plazo (art.

1872).

Con respecto a la prestación a cargo del acreedor, el Código no prevé prestación alguna

a su cargo, por ello se dice que la fianza es un contrato con prestación única. No está de

más recordar que el contrato de fianza es establecido entre el fiador y el acreedor

quedando el deudor relegado de este negocio jurídico bilateral.

Al respecto, la judicatura nacional expresa que el contrato de fianza se caracteriza por ser

consensual, unilateral, oneroso, accesorio y subsidiario. Teniendo por propósito el

proteger al acreedor de la insolvencia sobreviniente al deudor y como principio la

confianza (Exp. Nº 2706-1998-Lima. Data 30,000. GJ.).

1.9.3. Carácter accesorio

Se desprende de la definición que la fianza se perfecciona entre acreedor y fiador y no

consiste, pues, en una mera declaración unilateral de voluntad de este último; asimismo,

se aprecia que se trata de un contrato de garantía, lo que determina su carácter accesorio;

además, el referido precepto hace alusión a la modalidad de la sub fianza en forma

expresa, cuando alude a la posibilidad de que pueda garantizarse en esa forma la

obligación asumida por un fiador. (Cas. Nº 2259-2002-Piura. Data 30,000. GJ.).

Subraya una doctrina española, que la función de garantizar el cumplimiento de una

obligación ajena tiene lugar mediante la constitución de un nuevo vínculo obligatorio con

un contenido propio y una causa específica de garantía, de ahí que el fiador sea un

verdadero obligado y no un mero responsable por deuda ajena (Arnau Moya, 2009, p.

336).

Efectivamente, siempre que estemos ante un contrato de fianza, en realidad existirán dos

relaciones jurídicas obligatorias: la primera previamente constituida entre un deudor y un

18
acreedor y la segunda establecida entre un tercero fiador y el acreedor de la relación

jurídica previa. De allí que la obligación ajena que garantiza el fiador de esta segunda

relación obligacional es la correspondiente a la del deudor de la relación primigenia. Es

decir, en caso que el deudor original no cumpla con su prestación le tocará a este deudor

subsidiariamente realizarla.

De lo anterior se desprende el carácter accesorio de la fianza, ya que su razón de ser

estriba en garantizar una obligación ajena primigenia. Así, una doctrina nacional opina

que la accesoriedad de la fianza tiene trascendentales consecuencias en la práctica, siendo

las más saltantes las siguientes: la obligación del fiador no puede exceder a la del deudor

principal; y la extinción de la obligación principal conlleva la de la fianza. En resumen,

se debe tener siempre presente, tratándose de este contrato, la regla que establece que lo

accesorio sigue la suerte de lo principal. (Arias Schreiber Pezet, 2011, p. 579)

1.9.4. Carácter subsidiario

Respecto al carácter subsidiario, este se desprende de la definición de la fianza, es decir,

el fiador deberá cumplir con determinada prestación en garantía de una obligación ajena

“si esta no es cumplida por el deudor” de la relación jurídica obligacional primigenia. Es

decir, el acreedor deberá dirigirse primero contra su deudor, y en caso este cumpla con su

prestación, se dirigirá contra el fiador para satisfacer su interés. Este es el llamado

“beneficio de excusión” previsto en el art. 1879 del CC:

El fiador no puede ser compelido a pagar al acreedor sin hacerse antes excusión de los

bienes del deudor.

Finalmente, una vez que el fiador pague la deuda, del deudor primigenio, quedará

subrogado en los derechos que el acreedor tenga contra ese deudor (art. 1889).

19
1.9.5. Nuestra definición

De la doctrina y jurisprudencia expuestas, podemos concebir al contrato de fianza como

aquel acuerdo accesorio en virtud del cual un tercero llamado fiador se obliga frente a

otra parte acreedora (de una relación jurídica obligacional previa) a cumplir con una

prestación determinada en garantía de la obligación ajena de la cual su acreedor es

también acreedor. No pudiendo el fiador ser obligado a cumplir con su prestación sin que

antes se haga excusión de los bienes del deudor de la relación jurídica primigenia

(subsidiariedad).

1.9.6. Conclusiones

¿Que entendemos por obligación ajena? A la prestación de dar, de hacer o de no hacer

correspondiente a un deudor de una relación jurídica obligacional de la cual el fiador no

forma parte, es decir, que le resulta ajena. Pudiendo ser ese tipo de obligaciones futuras,

condicionales o a plazo.

Con respecto a la prestación a cargo del acreedor, el Código no prevé prestación alguna

a su cargo, por ello se dice que la fianza es un contrato con prestación única.

Siempre que estemos ante un contrato de fianza, existirán dos relaciones jurídicas

obligatorias: la primera previamente constituida entre un deudor y un acreedor y la

segunda establecida entre un tercero fiador y el acreedor de la relación jurídica previa. De

allí que la obligación ajena que garantiza el fiador de esta segunda relación obligacional

es la correspondiente a la del deudor de la relación primigenia.

En caso que el deudor original no cumpla con su prestación le tocará al deudor fiador (del

contrato de fianza) subsidiariamente realizarla. De lo anterior se desprende el carácter

accesorio de la fianza, ya que su razón de ser estriba en garantizar la obligación ajena

primigenia.

20
Respecto al carácter subsidiario, este se desprende de la definición de la fianza, es decir,

el fiador deberá cumplir con determinada prestación en garantía de una obligación ajena

“si esta no es cumplida por el deudor” de la relación jurídica obligacional primigenia. Es

decir, el acreedor deberá dirigirse primero contra su deudor, y en caso este cumpla con su

prestación, se dirigirá contra el fiador para satisfacer su interés. Este es el llamado

“beneficio de excusión”

Una vez que el fiador pague la deuda, del deudor primigenio, quedará subrogado en los

derechos que el acreedor tenga contra ese deudor.

Podemos concebir al contrato de fianza como aquel acuerdo accesorio en virtud del cual

un tercero llamado fiador se obliga frente a otra parte acreedora (de una relación jurídica

obligacional previa) a cumplir con una prestación determinada en garantía de la

obligación ajena de la cual su acreedor es también acreedor. No pudiendo el fiador ser

obligado a cumplir con su prestación sin que antes se haga excusión de los bienes del

deudor de la relación jurídica primigenia (subsidiariedad).

1.9.7. Artículo 1899 Fianza sin plazo determinado

Si la fianza se ha otorgado sin plazo determinado, puede el fiador pedir al acreedor que

cuando la deuda sea exigible, haga efectivo su derecho y demande al deudor. Si el

acreedor no ejercita ese derecho en el plazo de treinta días después de requerido o si

abandona el procedimiento, el fiador queda libre de su obligación.

Nuestro código civil en este artículo nos indica claramente que cuando la fianza es

otorgada sin plazo determinado, EL FIADOR puede pedir al acreedor que cuando la

deuda sea exigible, ejecute su derecho y demande al deudor.

21
Si EL ACREEDOR no ejercita ese derecho en el plazo de 30 días posteriores que lo

requirió EL FIADOR o si abandona el procedimiento de cobranza, EL FIADOR queda

libre de su obligación tal como lo establece el artículo 1899 de nuestro código civil.

CAPÍTULO II: CONTRATO DE RENTA VITALICIA

2.1.Renta vitalicia a título oneroso

2.1.1. Concepto

La renta vitalicia es un contrato donde intervienen dos partes: el constituyente (deudor de

la renta) y el beneficiario o rentista (acreedor de la pensión). Puede ocurrir que la renta se

constituya sobre la base de la duración de la vida de un tercero. Este último no obstante

no es parte en el contrato y el mismo puede celebrarse sin su conocimiento, y aun contra

su voluntad, puesto que en nada le afecta.

Este contrato consiste en el otorgamiento de una pensión para que sea abonada en forma

mensual, anual o en cualquier otro término durante la vida material de una o muchas

personas a título oneroso o por efecto de liberalidad, se constituye por escritura pública

bajo pena de nulidad. La Renta puede efectuarse a nombre del beneficiado, y muerto éste

cesa la renta.

2.1.2. Elementos constitutivos

Existen 2 elementos constitutivos: Elemento personal y prestaciones.

a. Elemento Personal: En el contexto de renta vitalicia intervienen los siguientes

sujetos.

El vitalizante: Es la Persona que entrega el capital constituido por una suma de dinero o

bienes fungibles.

22
El Vitalizado: Es la persona que recibe la renta durante toda su vida o durante la vida de

un tercero.

b. Las prestaciones: Es un contrato de prestaciones recíprocas.

2.1.1. Característica

El contrato de renta vitalicia es: Contrato Consensual, Contrato Principal, Contrato

Aleatorio, Contrato Temporal, Contrato Solemne, Contrato Oneroso o Gratuito.

2.1.2. Formas del contrato

• Los nombres y datos personales del vitalizante y vitalizado.

• La indicación de la vida de las personas que sirve de duración para determinar la

vigencia de la renta vitalicia pactada.

• El monto del capital entregado.

• El monto de la renta vitalicia.

• Otras condiciones que se estimen convenientes estipular.

2.1.3. Término del contrato.

• Por muerte del Vitalizado o del tercero.

• Por Resolución del Contrato.

• Por muerte del vitalizante.

2.1.4. Nulidad del contrato

Es nula la renta vitalicia cuya duración se fijó en cabeza de una persona que hubiera

muerto a la fecha de la escritura pública. También es nula la renta vitalicia constituida en

cabeza de una persona que padece de enfermedad, si murió por efecto directo de ella

dentro de los treinta días siguientes a la fecha de la escritura pública.

23
Con respecto a la prestación a cargo del deudor de la renta, el Código señala que este está

obligado a entregar una suma de dinero u otro bien fungible.

Con respecto a la prestación a cargo del acreedor de la renta, a veces no estará obligado

a dar nada a cambio de la suma de dinero o bien fungible recibido (título gratuito) y otras

estará obligado recíprocamente a una prestación de dar, de hacer o de no hacer (título

oneroso).

En cuanto al carácter temporal, la prestación periódica a cargo del deudor de la renta

tendrá la duración de lo que viva el rentista o un tercero.

Concebimos a la renta vitalicia como aquel contrato en virtud del cual, una parte

denominada constituyente o deudor de la renta se obliga a entregar una suma de dinero u

otro bien fungible, de forma periódica, a otra parte denominada rentista o acreedor de la

pensión a cambio de una prestación de dar de hacer o no hacer (cuando sea título oneroso).

Teniendo la prestación periódica del constituyente la duración de lo que viva el rentista o

un tercero.

2.2.Renta vitalicia a título gratuito

2.2.1. Renta vitalicia

El contrato de renta vitalicia se caracteriza por lo siguiente:

– Es un contrato aleatorio, porque la ganancia o pérdida de los que forman parte del

contrato, depende de un hecho totalmente incierto, la duración de vida del deudor.

Usualmente, estos tipos de contratos incluyen la cláusula de período garantizado,

la cual sirve para proteger al acreedor en caso de que el deudor fallezca.

– Es un contrato real, ya que la obligación de pago de la pensión o renta, no se

realiza hasta que se hace entrega del capital en cuestión por parte del acreedor.

24
Le son aplicables por analogía las reglas relativas a la renta onerosa, en tanto no deban

modificarse en razón del carácter gratuito.

2.2.2. Renta Vitalicia Gratuita

Pueden existir rentas vitalicias constituidas por testamento (legado) o por donación, no

mediando desplazamiento patrimonial del rentista al pagador. El contrato gratuito de renta

vitalicia está sometido al régimen de las liberalidades. La renta vitalicia constituida a

título gratuito sin que medie contrato es siempre un acto “mortis causa” consistente en un

legado. “También puede constituirse a título puramente gratuito, por donación o por

testamento, debiendo entonces hacerse con las formalidades que establece la Ley para

tales casos”. Tales formalidades vienen dadas por la forma auténtica, la aceptación, el

registro en caso de inmuebles a los efectos de terceros. Fuera de lo indicado, la figura se

rige por las normas generales relativas a la renta vitalicia.

“La renta vitalicia, constituida por donación o por testamento, es reducible si excede de

la porción de que se puede disponer: es nula si se ha hecho en favor de una persona

incapaz de recibir”.

Sólo en el caso de que la renta vitalicia se haya constituido a título gratuito, se puede

estipular que no estará sujeta a embargo”

Actos a título gratuito que, a su vez, pueden ser inter vivos o mortis causa. Inter vivos es

la donación cuyo objeto sea la renta el que constituye a título gratuito una renta sobre sus

bienes, puede disponer, al tiempo del otorgamiento, que no estará sujeta dicha renta a

embargo por obligaciones del pensionista; y el contrato a favor de tercero. Mortis causa,

es el legado de renta vitalicia, incluido dentro del legado de pensión.

25
2.2.3. Actos a título gratuito que, a su vez, pueden ser inter vivos" o "mortis causa"

Intervivos es la donación cuyo objeto sea una renta que percibe un tercero .Mortis causa,

es el legado de renta vitalicia, incluido dentro del legado de pensión que dispone que

legada una pensión periódica o cierta cantidad anual, mensual o semanal, el legatario

podrá exigir la del primer período así que muera el testador, y la de los siguientes en el

principio de cada uno de ellos, sin que haya lugar a la devolución aunque el legatario

muera antes que termine el período comenzado. Es evidente que no cabe una obligación

perpetua, ni una temporal. Son variedades del legado de pensión, y por ello el legado de

educación dura hasta que el legatario sea mayor de edad, el de alimentos dura mientras

viva el legatario, si el testador no dispone otra cosa.

Si el testador no hubiere señalado cantidad para estos legados, se fijará según el estado y

condición del legatario y el importe de la herencia. Si el testador acostumbró en vida dar

al legatario cierta cantidad de dinero u otras cosas por vía de alimentos, se entenderá

legada la misma cantidad, si no resultare en notable desproporción con la cuantía de la

herencia.

Las diferencias más importantes son las siguientes:

a) Capacidad. El deudor de la renta gratuita necesita capacidad para donar y el

acreedor para recibir donaciones.

b) Forma. Se requiere la escritura pública con carácter solemne, de tal modo que el

acto privado carece de todo valor.

c) Reducción y colación. La renta queda sujeta a las acciones de reducción y

colación, puesto que se trata de una liberalidad.

d) Acción revocatoria. La acción revocatoria de un contrato gratuito de renta vitalicia

no exige la prueba del conocimiento, por el acreedor, de la insolvencia del deudor.

26
La renta vitalicia deviene en negocio jurídico de triple esencia: oneroso, gratuito y liberal.

Los tres gozan de un estatuto jurídico común, por ser uno y común el tronco del que

proceden, por ser negociosque llevan ínsita la misma obligación de pagar una renta

vitalicia; y los tres, la renta vitalicia onerosa, la gratuita y la constituida a título de

liberalidad, cuentan, además del citado régimen común, con sus particulares regímenes

jurídicos, pues cada vía constitutiva arrastra consigo las peculiaridades propias de su

carácter Por ejemplo, no es lo mismo constituir una renta vitalicia mediante entrega

de un capital en bienes o en dinero, que hacerlo como pago de lo que el constituyente le

debía al rentista, que donarla o legarla. Unas rentas colacionan, otras no; unas pueden

reducirse, otras no... Y aunque todas estas diferencias de trato legal son de notable calado

jurídico

Toda renta vitalicia constituida gratuitamente es susceptible de ser declarada

inembargable por la sola voluntad de sus constituyentes.

Actos a título gratuito que, a su vez, pueden ser inter vivos o mortis causa. Inter vivos es

la donación cuyo objeto sea la renta el que constituye a título gratuito una renta sobre sus

bienes, puede disponer, al tiempo del otorgamiento, que no estará sujeta dicha renta a

embargo por obligaciones del pensionista; y el contrato a favor de tercero. Mortis causa,

es el legado de renta vitalicia, incluido dentro del legado de pensión.

27
CAPÍTULO III: CONTRATO DE JUEGO Y APUESTA

El Código Civil en el Libro Primero trato de los Contratos en general conteniendo 1.202

Arts. Que abarca desde el Art. 669 a 1.871. En cuanto al sistema tomado por nuestra

legislación es la Intermedia, o sea da valor a los tres principios, ley, voluntad y buena fe.

3.1. Contrato de juego

Lorenzetti R, 2000. Por el juego y la apuesta permitidos, el perdedor queda obligado a

satisfacer la prestación convenida, como resultado de un acontecimiento futuro o de uno

realizado, pero desconocido para las partes. El juez puede reducir equitativamente el

monto de la prestación cuando resulta excesiva en relación con la situación económica

del perdedor.

En el juego las dos partes interactúan, participan activamente intentando influir en el

resultado, mientras que, en la apuesta, por el contrario, asumen una actitud pasiva, que

consiste en una mera declaración de voluntad sobre la ocurrencia de un acontecimiento

absolutamente ajeno. (p. 540).

Arias Schreiber P, 2011 Los sujetos del juego y apuesta (permitidos y no autorizados)

son, en términos genéricos, los jugadores. Una vez producido el resultado de una situación

hasta entonces incierta quedan precisados como el vencedor y el perdedor,

respectivamente, aun cuando esta diferencia no se presenta con esta claridad en los juegos

permitidos, pues quien hace empresa nunca resulta perdedor y siempre existe para él un

margen calculado de ganancia, cualquiera que sea ese resultado ( loterías, etc.). ( p. 678)

Efectivamente, ¿ustedes creen que los dueños de casinos, tragamonedas e hipódromos

realicen negocios que les produzcan pérdidas? Por supuesto que no, los organizadores ya

deben tener previstas esas “pérdidas” en los juegos y apuestas, las cuales resultan ínfimas

en comparación a las ganancias obtenidas y venideras.

28
Es patrimonial, o sea, que abarca todos los derechos y obligaciones que posee una

persona, los bienes y servicios que sean apreciables en dinero. El contrato es una

convención; pero no toda convención es contrato; la convención contiene el contrato. La

convención es el género. El contrato, la especie. Convención puede ser:

a. Todo acuerdo simple que no tiene derivación jurídica.

b. Jurídica: Convención que tiene consecuencia jurídica.

3.1.1. ¿Cuál es el tratamiento jurídico que reciben el juego en nuestro país?

La principal característica del juego es que se trata de un acto totalmente voluntario, que

se lleva a cabo no por necesidad biológica sino por placer. El juego no es parte de la vida

cotidiana, sirve para el recreo y se realiza en momentos libres. No obstante, el desarrollo

que esta actividad ha experimentado en el mundo moderno es notable dadas las grandes

cantidades de dinero que se invierten en la construcción de casinos o en el pago de

premios.

Para enteramos un poco más acerca de cuál es el marco jurídico de esta actividad, el autor

nos ofrece el siguiente informe

El hombre juega desde los tiempos más antiguos hasta nuestros días. Juego es un vocablo

cargado de acepciones diferentes: es difícil dar una significación y un concepto único de

la palabra juego. Jugar es una función del ser vivo que por lógica no se puede determinar.

La psicología y la biología han intentado explicar is naturaleza y la significación del juego

para darle una categoría dentro de las actividades de la vida, ya que este tiene una

determinada importancia, cumple un fin, que, si bien no es necesario al hombre, sí que

resulta por lo menos útil. El juego no se halla vinculado a ninguna concepción del mundo

ni a ninguna etapa de la cultura. El juego existe y se ha desarrollado en todas las culturas

como un instinto del ser vivo, porque el hombre encuentra placer en él Si nos ceñimos al

29
Diccionario de la Real Academia, reduciremos el ámbito del concepto, pero nos

acercaremos más a la realidad que a nosotros nos interesa Juego ejercido recreativo

sometido a reglas y en el cual se gana o se pierde".

La definición del Diccionario introduce una idea a la cual hasta el momento no nos

habíamos referido:

La competitividad agonal, que es primordial en el juego "..en el cual se gana o se pierde".

Nos resulta difícil imaginar un juego sin que no exista un ganador.

Aunque la ganancia no sea de tipo material, se compite en la vida para poder demostrar

que se es el mejor, que se es superior a otro, en valor, en el saber, en habilidad. En casi

todos los actos del hombre se halla este principio lúdico de juego y/o principio agonal de

competición.

En la definición que se ha dado del juego, hemos dicho que el jugar nos lleva a un

resultado final de ganar o perder. Estas pérdidas o ganancias si no tienen el contenido

material, es decir, que la ganancia sea únicamente honores y gloria, como en el caso de

los deportes, no cambian la valoración del juego, pero si estas significan un

desplazamiento de bienes del perdedor al ganador y los bienes del perdedor al ganador y

los bienes son patrimoniales, no nos parece exagerado afirmar que esta es la causa que

hace cambiar el tratamiento del juego. Lo que en principio era un esparcimiento, un

pasatiempo en los ratos de ocio o una forma de demostrar y desarrollar la inteligencia y

habilidad, se convierte en una actividad lucrativa.

El tráfico o desplazamiento de bienes hace que el juego sea una actividad relevante para

el Derecho, pero no es la única razón, ya que, como veremos, serán las consideraciones

sociales de dicha actividad a través de la historia, las que marquen la pauta a la hora de

regular por el Derecho, el juego y las consideraciones que dé el puedan derivarse. Para el

30
Derecho Civil, el juego considera un contrato aleatorio y conmutativo, en virtud del cual

el que pierde se obliga a dar una cierta cantidad a otro en pago del riesgo sufrido por este

hasta el momento de cumplirse la condición que determina la perdida y la ganancia.

3.1.2. Juego y apuesta permitidos

En los juegos permitidos el objeto de la prestación de dar a que se obliga quien los

organiza está representado por bienes (dinero y especies, como sucede en el juego de la

lotería). El apostador, por su parte, está sujeto a la prestación de dar una suma de dinero

como condición obligatoria y ello acontece en el momento en que adquiere los billetes,

cartillas, fichas y análogos, sin que pueda sostenerse que con ello realiza una compra,

pues este hecho está inescindiblemente ligado al juego y apuesta. (Arias Schreiber Pezet,

pp. 678-679)

De esta definición doctrinal se desprenden las partes del contrato de juego y apuesta (el

organizador y el apostador), la prestación a cargo de una de ellas (dinero o especies a

cargo del organizador y una suma de dinero a cargo del apostador) y su carácter aleatorio.

3.1.3. Partes del contrato

Por un lado, tenemos al organizador de los juegos y apuestas, y por el otro al apostador

quien, previa entrega de dinero, espera obtener el «premio» en caso resulte ganador

llegado el acontecimiento futuro e incierto (aleatorio) inherente a este tipo de contratos.

3.1.4. Prestación a cargo de las partes

Con respecto a la prestación a cargo del organizador, se señala que este está obligado a

entregar dinero o especies en el caso que resulte el perdedor. Si resulta ganador no deberá

cumplir prestación alguna.

Con respecto a la prestación a cargo del apostador, este deberá entregar una suma de

dinero, independientemente de que resulte perdedor o ganador, para adquirir los billetes,

31
cartillas, fichas y análogos en los juegos y apuestas. En caso resulte ganador será acreedor

a la prestación a cargo del organizador, caso contrario no deberá prestación alguna.

Adviértase que resulte ganador o perdedor, en el juego y apuesta, la prestación dineraria

inicialmente entregada no la recuperará. Naturalmente el beneficio esperado en caso gane

superará con creces a la prestación dineraria inicialmente desembolsada para participar

en el juego y apuesta.

3.1.5. Definición desde la doctrina

De las doctrinas expuestas, concebimos al juego y apuesta permitidos como aquel

contrato aleatorio en virtud del cual, una parte denominada organizador se obliga a

entregar dinero o especies, solo en caso de que un acontecimiento sujeto a la suerte o al

azar llegue a ocurrir, a otra persona denominada apostador, a cambio de una prestación

de dar suma de dinero. La prestación a cargo del organizador se denominará “premio” y

solo se cumplirá cuando el acontecimiento sujeto a la suerte o al azar resulte en favor del

apostador mientras que la prestación a cargo de este siempre se cumplirá resulte victorioso

o no.

3.1.6. Conclusiones

Con respecto a la prestación a cargo del organizador, se señala que este está obligado a

entregar dinero o especies en el caso que resulte el perdedor. Si resulta ganador no deberá

cumplir prestación alguna.

Con respecto a la prestación a cargo del apostador, este deberá entregar una suma de

dinero, independientemente de que resulte perdedor o ganador, para adquirir los billetes,

cartillas, fichas y análogos en los juegos y apuestas. En caso resulte ganador será acreedor

a la prestación a cargo del organizador, caso contrario no deberá prestación alguna.

32
En cuanto al carácter aleatorio, es evidente ya que las ventajas o pérdidas dependen de un

acontecimiento incierto y en el caso concreto, del juego y apuesta, lo aleatorio será la

suerte o el azar. Luego de acaecido tal hecho incierto cobrará certeza la identidad del

ganador y perdedor del juego y apuesta.

Concebimos al juego y apuesta permitidos como aquel contrato aleatorio en virtud del

cual, una parte denominada organizador se obliga a entregar dinero o especies, solo en

caso de que un acontecimiento sujeto a la suerte o al azar llegue a ocurrir, a otra persona

denominada apostador, a cambio de una prestación de dar suma de dinero. La prestación

a cargo del organizador se denominará “premio” y solo se cumplirá cuando el

acontecimiento sujeto a la suerte o al azar resulte en favor del apostador mientras que la

prestación a cargo de este siempre se cumplirá resulte victorioso o no.

3.2. Contrato de apuesta


Desde la antigüedad, y en todas las latitudes, los juegos y apuestas acapararon vivamente
la atención de los hombres, transformándose para algunos, a través de la tahurería, en un
modo marginal y picaresco de vida, y para otros en una afición obsesiva, renovada
constantemente (y otras tantas veces abolida) por los fantaseos de la fortuna fácil. No en
vano en España, en el código Alfonsino de las Siete Partidas (1265) y en el Ordenamiento
de las Tafurerias, o casas de juego, suscripto en 1276, se legislaba minuciosamente sobre
el particular; y es fácil advertir que las previsiones contra el juego ocuparon en forma
permanente la atención de monarcas y funcionarios peninsulares, como lo prueba la
dilatada lista de leyes que infructuosamente se dictaron, con el propósito de erradicarlo,
desde la época de Juan I (1387) hasta los días del "ilustrado “Carlos III (segunda mitad
del siglo XVIII).

En América parece haber adquirido desde los primeros días de la Conquista una virulencia
inusitada, a favor de la fácil prosperidad que engendraban la riqueza minera y el sistema
de las "encomiendas". El tan mentado episodio de Mancio Serrae Leguizano, aquel
famoso soldado español que jugó y perdió en una noche la figura del Sol que le había
tocado en el reparto de los tesoros del Cuzco, dado el gran valor concedido al azar desde

33
la antigüedad, y al enorme interés por su interpretación, en torno al cual se originan
supersticiones, La apuesta ha constituido una parte esencial de la historia de las culturas:
Desde las apuestas con conchas mezcladas en un casco que se nos menciona en la Eneida,
de Virgilio, hasta las múltiples referencias que aparecen en la Biblia, la apuesta se
constituye como una de las formas de enriquecimiento e interacción de mayor antigüedad
en la civilización. El término "juego" en este contexto, se refiere a las actividades
específicamente permitidas por la ley. Apuesta, por tanto, se refiere al propio mecanismo,
llevado a cabo de modo legal o ilegal. Por otra parte, las apuestas también pueden llevarse
sobre un objeto que no sea dinero.

3.2.1. Definición

El vocablo “juego”, deriva del latín “iocus” (broma, distracción), que expresa la idea de
satisfacción o deleite, si bien es la palabra “ludus” (diversión, pasatiempo), que acentúa
el sentido de actividad fácil o que no requiere esfuerzo, la que mejor traduce el término
castellano “juego”. En cambio, la palabra “apuesta” proviene del verbo latino “apponere”
(o adponere), que significa colocar, poner con inmediatividad a algo. En términos
generales los juegos son aquellas actividades sujetas a reglas cuyo objeto esencial es
constituir un pasatiempo para quien lo practica.

Jurídicamente el juego y la apuesta es un contrato con características que lo distinguen


radicalmente de otras relaciones obligacionales. A ello se agrega que ha suscitado y
continúa planteando cuestionamientos, debido a consideraciones éticas, económicas, y
sociales.

3.2.2. Caracteres

1) El contrato es autónomo, pues no depende de otra relación obligacional.

2) Es de prestaciones recíprocas, pero con una peculiaridad: al momento de

celebrarse cada parte se obliga respecto de la otra a satisfacer determinada

prestación; pero al resolverse la incógnita que plantea el hecho incierto sólo queda

la que corresponde al perdedor.

34
3) Es a título oneroso, pues se vincula con un interés económico o causa lucrando

(artículo 1942). Porque ambos contratantes quedan sujetos entre sí a prestaciones

recíprocas (no quiere decir iguales), sujetas a una condición.

4) Es consensual, aun cuando colateralmente se asocia en algunos casos con

determinadas formalidades de tipo administrativo, lo cual sucede en el juego y

apuesta permitidos (billetes, cartillas, fichas, etc.). No exigen formalidad para

originarse.

5) Es aleatorio por excelencia, pues al momento de su celebración existe un factor

de incertidumbre y las partes necesariamente desconocen su resultado. Esta

incertidumbre en cuanto al alea puede existir para una sola de las partes (como

sucede en la lotería) o para ambas (juego y apuestas no autorizados). En este

último caso estamos frente a lo que se conoce como la dualidad del alea. Se ha

discutido si lo expuesto significa que el juego y apuesta depende de una condición

impuesta por la ley (conditio jure). La mayoría de los autores se inclina por

descartarlo, pues como dice con razón SALVAT, mientras en los contratos

aleatorios "…la incertidumbre recae sobre las ventajas que las partes esperan

realizar, pero no sobre el contrato mismo; en los condicionales, por el contrario,

es la existencia misma del vínculo contractual y de las obligaciones y derechos

derivados de él, lo que resulta incierto". A lo dicho se suma que mientras la

condición inevitablemente se encuentra sometida a un hecho futuro, en el juego y

apuesta puede suceder que la incertidumbre de las partes se proyecte sobre hechos

pasados o actuales.

6) En el caso del juego y apuesta permitidos el apostador está usualmente sujeto a

normas a las cuales se adhiere, siendo aplicables, en consecuencia, las

disposiciones pertinentes al contrato celebrado por adhesión o a las cláusulas

35
generales de contratación, en su caso. Desde luego no sucede lo mismo con, el

juego y apuesta no autorizados, en el cual por el contrario existe una previa y a

veces pintoresca negociación.

7) Es de ejecución instantánea, de modo que no se extiende en el tiempo, a diferencia

de los contratos de duración. La instantaneidad, por cierto, se presenta una vez

despejada la incertidumbre.

8) El contrato es condicional, desde cierto punto de vista. El resultado final por el

cual una parte gane y la otra pierda, resulta dependiente del evento aleatorio, es

decir, incierto para las partes cuando menos; lo que es propio de la condición.

Frente al resultado cuando viene a significar una ganancia sólo para una parte y,

por ende, sólo una pérdida para la otra parte, el contrato que en su origen es

bilateral, por lo dicho antes, en cuanto a las posibles prestaciones por una o por

otra parte, viene a tornarse en unilateral.

3.2.3. Sujetos y capacidad

Los sujetos del juego y apuesta (permitidos y no autorizados) son, en términos genéricos,

los jugadores. Una vez producido el resultado de una situación hasta entonces incierta

quedan precisados como el vencedor y el perdedor, respectivamente, aun cuando esta

diferencia no se presenta con esta claridad en los juegos permitidos, pues quien hace

empresa nunca resulta perdedor y siempre existe para él un margen calculado de ganancia,

cualquiera que sea ese resultado (ramo de loterías, etc.).En lo que se refiere a la capacidad

de goce, en principio pueden celebrar el contrato tanto las personas naturales como

jurídicas. Empero existen situaciones especiales en las cuales en los juegos permitidos

sólo pueden actuar como organizador una persona jurídica, y así acontece en la lotería,

en los casinos y en el bingo. Por último y respecto a la capacidad de ejercicio existen

distingos. En efecto, en el juego y apuesta permitidos, mientras en las apuestas en los

36
hipódromos no se impide a los menores acercarse a las ventanillas y jugar, no sucede lo

mismo en casinos y establecimientos de bingo, pues tanto los menores como los sujetos

a interdicción civil no pueden ingresar. Y en relación con el juego y apuesta no

autorizados, cabe señalar que no existe la solutio retentio del vencedor cuando el perdedor

sea incapaz, en resguardo de su inmadurez, inexperiencia o falta de capacidad de

discernimiento (artículo 1943).

3.2.4. Objeto de la prestación

En los juegos permitidos el objeto de la prestación da dar a que se obliga quien los

organiza está representado por bienes (dinero y especies, como sucede en el juego de la

lotería). El apostador, por su parte, está sujeto a las prestaciones de dar una suma de dinero

como condición obligatoria y ello acontece en el momento en que adquiere los billetes,

cartillas, fichas y análogos, sin que pueda sostenerse que con ello realiza una compra,

pues este hecho esta inescindiblemente ligado al juego y a la apuesta. En teoría nada

impide que en el juego y apuesta permitidos el objeto sea una prestación de hacer.

Tampoco cabe descartar que el objeto resulte una prestación de no hacer, esto es, un deber

de abstención, aunque en la práctica lo vemos sumamente remoto. A diferencia de lo

expresado en los párrafos anteriores, en el juego y apuesta no autorizados el objeto de la

obligación cubre un amplio espacio (dar bienes, o sea cosa y derechos; hacer o cumplir

servicios; y no hacer o abstenerse de algo), sin que las obligaciones tengan que ser

necesariamente homogéneas. No existe, pues, inconveniente para que en un juego o

apuesta no autorizado uno de los apostadores se comprometa a una prestación de dar y el

otro a una de no hacer, todo ello condicionado al resultado del hecho incierto. En este

sentido, la doctrina se ha preocupado de determinar si el juego y la apuesta son una misma

cosa, y, en caso de no serlo, ha procurado establecer sus principales diferencias.

Examinemos ahora los principales criterios distintivos doctrinalmente formulados.

37
3.2.5. Diferencias entre juego y apuesta

Los Hermanos Mazeaud señalan que el juego es aquel contrato por el cual las partes

prometen entre sí una prestación, si una de ellas obtiene un resultado dependiente de la

fuerza, de la destreza, de la inteligencia o del puro azar, Por su parte Josserand define el

juego como una convención por la cual unas personas se comprometen, entregándose a

una combinación cualquiera, a pagar una suma de dinero o a hacerle una prestación.

Josserand señala que la apuesta es una convención en virtud de la cual unas personas que

no están de acuerdo sobre una cuestión, que considera diferente, convienen en que, quien

tenga la razón reciba de los demás una suma de dinero o una prestación determinada.

Mientras que los Hermanos Mazeaud, la define como el contrato por el cual cada una de

las partes promete a la otra una prestación según qué tal acontecimiento, se haya

producido o no. Según los Mazeaud el contrato de juego y apuesta difieren por el papel

que desempeñan las partes, si provocan el acontecimiento que designará al ganador, se

trata de juego; si permanecen ajenos a ese acontecimiento se trata de apuesta. Además,

expone que el juego no es oponible a terceros cuando la deuda se salde con un pagaré, la

excepción del juego es oponible al portador de buena fe del pagaré. El Código Civil señala

dos reglas excepcionales comunes a los contratos de juego yapuesta:1) le niega al ganador

la acción en repetición de lo que haya pagado y2) no les reconoce ninguna eficacia a las

promesas a pagar. Indudablemente que entre juego y apuesta existe diferencia. Puede

haber juego sin apuesta, así como puede haber apuesta sin juego. El juego puede consistir

en una diversión sin resultados económicos. En ese caso hablamos de juego por antomasia

pero la mayor parte de veces el juego va acompañado de una apuesta.

La apuesta existe sin el juego. Es un elemento accidental podríamos decir que la apuesta

es un accesorio del juego. Cualquier clase de juego, desde el más atrevido hasta el más

inocente pueden existir sin la apuesta no puede existir sin el juego los actos o sucesos que

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son objeto de ella, la apuesta tiene que ir siempre unida sea al juego, sea a los actos o

hechos que se apuestan. Si yo apuesto que A no pasa de 18 años, frente a otro que afirma

que A, excede de los 18 años que muy bien puede llegar los 24 años, ambas posturas

sometidas al dicho de A que despejará la duda y llega A, y dice que tiene 20 años. He

perdido la apuesta. No se ha tratado de un juego, pero ha habido apuesta. En cambio, sí

teniendo el mazo de barajas en la mano digo que pagaré siete y medio y otro jugador

exhibe cartas que valen siete y medio, habré perdido en un juego en que ha habido apuesta.

La apuesta no solo es dinero, pueden existir apuestas en objeto y apuestas carentes de

valor, en fichas o palillos de fósforos o granos de maíz, que no tienen valor. Cabanellas,

citando al artículo 2053 del Código Civil Argentino dice aún existe apuesta “cuando dos

personas que son de una opinión contraria, sobre cualquier materia, convienen que,

aunque cuya opinión resulte fundada recibirá de la otra una suma de dinero o cualquier

otro objeto determinado". Además, el mismo autor menciona, el juego: "como contrato

es principal, bilateral, consensual y aleatorio; por él convienen dos o más personas en que

la que perdiere, según se realice, o no, la suerte de una de las partes, pagará a la otra cierta

cantidad u otra cosa fijada de antemano. El artículo 2052 del Código Civil Argentino

define el contrato de juego como aquel que tiene lugar cuando dos o más personas,

entregándose al juego, se obliguen a pagar a la que ganare una suma de dinero u otro

objeto determinado".

3.2.6. Clases de juego y apuesta

El Código legisla sobre "el juego y la apuesta" permitidos y no autorizados. De la

disquisición anterior deducimos que el código no legisla ni el juego ni la apuesta. Todas

las formas, lícitas y no lícitas resultan englobadas en la frase "el juego y la apuesta" que

son tratadas como si fueran un solo hecho o un solo concepto. Consideramos más

39
apropiado calificar la apuesta como el contrato en el cual ambas partes se someten a los

resultados de determinado hecho.

El Código sin embargo engloba en una frase el juego y la apuesta, reconoce tres clases de

estas: 1) El juego y la apuesta permitidos. 2) El juego y la apuesta no autorizados. 3) El

juego y la apuesta prohibidos. Cada uno tiene un tratamiento especial; De conformidad

con el nuevo sistema seguido por el código vigente, mientras que los juegos permitidos y

los prohibidos se encuentran prefijados en las leyes, los noautorizados están en una zona

neutral, pues no son prohibidos ni permitidos. Estos últimos constituyen, por lo demás,

los que se presentan con mayor frecuencia, pues cubre un área muy amplia. Como

ejemplo de los juegos no autorizados podemos citar los eventos deportivos en general, o

cuestiones relativas a hechos o acontecimientos ya producidos o actuadas, en todos los

cuales existen competitividad, un interés económico de por medio y los factores

determinantes en beneficio del vencedor como son su destres física, su conocimiento, su

memoria y otros similares a los que se agrega un margen no cuantificado y colateral de

suerte o azar. De lo dicho se desprende que en nuestro código civil el juego y apuesta no

autorizados tienen una categoría propia. En efecto, si bien el vencedor carece de acción

para reclamar su pago, una vez efectuado voluntariamente tiene a su favor la “solutio

retentio” y no está obligado a la devolución. “El juez puede reducir equitativamente el

monto de la prestación cuando resulta excesiva en relación con la situación económica

del perdedor."

3.2.7. El juego y la apuesta en nuestro Código Civil

Juego y apuesta permitidos: Acción de cobro (Art. 1942) :Los elementos constitutivos del

juego y apuesta permitidos son:

40
1) La obligación por parte de quien resulte perdedor, de satisfacer la prestación

previamente establecida. En la lotería, por ejemplo, el organismo competente hace

que se emitan y pongan en circulación billetes en los que figuran el monto de los

premios y la fecha del sorteo, entre otros aspectos. Al referirnos a los conceptos

generales se explicó que en el juego y apuesta permitidos actualmente, la

prestación a que se obliga el perdedor es de dar (sumas de dinero y también

especies). Nada impide, empero, que en el futuro se introduzcan dentro de esa

misma categoría prestaciones de hacer y hasta en teoría, aunque con remotas

posibilidades, de no hacer. Por ejemplo, podría darse que en el juego de bingo se

permita ofrecer como prestación la pintura de la casa del ganador de una

determinada cartilla. Como por otra parte hemos sostenido que el juego y apuesta

no autorizados es un contrato peculiar resulta evidente que dentro de su gama

podrán ofrecerse no sólo prestaciones de dar, sino también de hacer y no hacer.

Nada impide, en efecto, que en una competencia de ajedrez, quien resulte perdedor

le confeccione un retrato al vencedor (prestación de hacer) o se abstenga de jugar

durante un mes (prestación de no hacer) en la medida de que una u otra prestación

haya sido previamente convenida. Como sabemos, en ambos ejemplos el vencedor

carecerá de acción para exigir el cumplimiento de la prestación por parte del

perdedor.

2) La prestación debe tener carácter interesado (causa lucrandi) ya que si el resultado

de una competencia (deportiva, científica, etc.) sólo conduce a una satisfacción

inmaterial, no habrá habido concertación previa ni existirá juego y apuesta desde

una perspectiva contractual. León Barandiarán cita con acierto a Funaioli

manifestando que "si no hay resultado económico en cuanto a transmisión

patrimonial por parte de un jugador, que viene a ser el perjudicado, en favor de

41
otro jugador, que viene a ser el favorecido, el mundo del juego y aquel del derecho

constituyen no solamente dos categorías anteriores y diversas, sino un cierto

sentido, contrapuestas, incompatibles. El fenómeno lúdico y el fenómeno jurídico

serían insensibles recíprocamente".

3) La prestación comprometida resultará exigible una vez que se produzca un hecho

hasta entonces futuro o que, tratándose de un acontecimiento ya realizado e

ignorado en su origen por las partes, quede luego debidamente esclarecido.

Debemos aclarar que en la legislación sobre el juego y apuesta permitidos sólo se

da la primera de estas hipótesis. Ejemplo: la llegada a la meta de un caballo

vencedor en un hipódromo. No existe, en cambio, juego y apuesta permitidos en

que la prestación esté sujeta al resultado de un acontecimiento realizado, pero

desconocido por las partes. Empero, se le consideró en el texto para la

eventualidad de que pueda darse en el futuro. Además, y desde luego, este matiz

se presenta frecuentemente en el juego y apuesta no autorizados (ejemplo: si dos

estudiantes de Derecho apuestan una co-mida respecto a quién era Presidente del

Perú cuando se promulgó el Código Civil de1952: Ramón Castilla o José Rufino

Echenique).

4) Aunque no lo señale el artículo 1492, por su misma organización empresarial el

juego y apuesta permitidos están acompañados por actos de carácter preparatorio,

como son la adquisición de billetes, boletos, cartillas o fichas. Adicionalmente

cabe indicar que en ciertos casos sus mecanismos son sofisticados. Así sucede con

el empleo de totalizadores en los hipódromos, pues en realidad quien juega es la

masa apostadora (asistente o no al espectáculo hípico) de modo que la institución

que hace empresa (entre nosotros, el Jockey Club del Perú) se limita a recolectar

las apuestas y cumplir con el pago de los resultados, reteniendo un porcentaje que

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no sólo asegura sus costos y el pago de tributos, sino también una significativa

ganancia. El segundo párrafo del artículo bajo comentario carece de razón de ser,

y su inclusión se debe a que el autor no estuvo presente en la ponencia sustitutoria

que estaba cambiando toda la estructura del contrato de juego y apuesta, al

separarlo en permitidos, no autorizados y prohibidos.

En efecto, la regla de equidad contenida por este segundo párrafo (evitar la ruina del

perdedor) se explicaba en el Código Civil de 1936, ya que conforme al artículo 1772 el

que perdía en juego y apuesta de los no prohibidos quedaba obligado al pago. Pero como

esto no es así en el Código actual (artículo 1943) no vemos cómo pueda aplicarse esa

regla de equidad si el juego y apuesta permitidos están circunscritos a los que se organizan

de un modo empresarial y con un riesgo calculado.

3.2.7.1. Efectos de los juegos permitidos

Con relación a los efectos que el Código Civil ha atribuido a los juegos permitidos

podemos mencionar los siguientes:

3.2.7.2. Acción para reclamar lo ganado y reducción judicial de la deuda

Sí se permite al ganador recurrir a la vía judicial para reclamar lo que ha ganado en un

juego permitido, sin embargo, también se admite la reducción judicial de la deuda cuando

resulta excesiva en relación con la situación económica del perdedor. Es decir, aun así, el

juego sea lícito, el legislador ha considerado necesario proteger al perdedor. La reducción

judicial de la deuda proveniente de juegos permitidos ya se contemplaba en el Código

Civil de 1936, señalándose en su ARTÍCULOS 1772 lo siguiente: "El que pierde en juego

o apuesta de los no prohibidos queda obligado al pago. El juez puede, sin embargo,

reducir la obligación en lo que excediere de los usos de un buen padre de familia". En

43
nuestra opinión, la reducción judicial de la deuda en un juego lícito solo debería ser

posible por un acontecimiento extraordinario o imprevisible, por causas extrañas al riesgo

propio del contrato, tal como lo dispone el ARTÍCULOS 1441, numeral 2, del actual

Código Civil; pero si la excesiva onerosidad de la prestación obedece a circunstancias

propias del contrato no debería constituir la situación económica del perdedor un criterio

válido para que este pueda reducir su deuda, pues tal circunstancia no necesariamente era

un hecho cierto y conocido por el ganador. En este aspecto, el Código Civil funge de

paterna lista y el efecto de la norma podría seguir una dirección opuesta a la deseada pues

podría estimular que quienes tienen una complicada situación económica se agencien de

grandes cantidades de dinero para jugarlas, sabiendo que dentro del rango de

probabilidades será mayor la oportunidad de obtener pingües ganancias, pues podrían

aprovecharse de la reducción judicial para aminorar sus deudas. La situación económica

del perdedor solo puede ser invocada como excepción y no como acción. En

consecuencia, la reducción judicial no podría solicitarla una persona que ya pagó la deuda

a través de una demanda de reducción de deuda de juego y solicitar por lo tanto su

devolución parcial. El último párrafo del ARTÍCULOS 1942 señala que el juez puede

reducir la prestación, en consecuencia, si esta ya se cumplió, la obligación está

plenamente extinguida y no tendría entonces título para repetir al que pagó la deuda de

juego permitido, aunque pretendiera invocar su situación económica.

3.2.7.3. Excepción para no pagar lo perdido

En un proceso judicial donde el ganador demanda el cobro de lo ganado en un juego

permitido, el perdedor no podrá eximirse de pagar; sin embargo, como lo indicamos

anteriormente, podrá solicitar la reducción de la deuda invocando su situación económica.

La figura de la reducción judicial también está contemplada para las obligaciones con

44
cláusula penal. Conforme al ARTÍCULOS 1346, el juez, a solicitud del deudor, puede

reducir equitativamente la pena cuando sea manifiestamente excesiva o cuando la

obligación principal hubiese sido en parte o irregularmente cumplida.

3.2.7.4. Acción para recuperar lo pagado

El deudor que pagó una deuda proveniente de un juego permitido no puede luego

demandar su devolución total ni parcial. Al haberse extinguido la obligación, es

irrelevante que pueda probar que el monto de la prestación resultó excesivo con relación

a su situación económica, pues la reducción judicial solo puede ser invocada como

excepción, cuando el deudor actúa como demandado.

3.2.8. Conclusiones

Con respecto a la prestación a cargo del organizador, se señala que este está obligado a

entregar dinero o especies en el caso que resulte el perdedor. Si resulta ganador no deberá

cumplir prestación alguna.

Con respecto a la prestación a cargo del apostador, este deberá entregar una suma de

dinero, independientemente de que resulte perdedor o ganador, para adquirir los billetes,

cartillas, fichas y análogos en los juegos y apuestas. En caso resulte ganador será acreedor

a la prestación a cargo del organizador, caso contrario no deberá prestación alguna.

En cuanto al carácter aleatorio, es evidente ya que las ventajas o pérdidas dependen de un

acontecimiento incierto y en el caso concreto, del juego y apuesta, lo aleatorio será la

suerte o el azar. Luego de acaecido tal hecho incierto cobrará certeza la identidad del

ganador y perdedor del juego y apuesta.

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Concebimos al juego y apuesta permitidos como aquel contrato aleatorio en virtud del

cual, una parte denominada organizador se obliga a entregar dinero o especies, solo en

caso de que un acontecimiento sujeto a la suerte o al azar llegue a ocurrir, a otra persona

denominada apostador, a cambio de una prestación de dar suma de dinero. La prestación

a cargo del organizador se denominará “premio” y solo se cumplirá cuando el

acontecimiento sujeto a la suerte o al azar resulte en favor del apostador mientras que la

prestación a cargo de este siempre se cumplirá resulte victorioso o no.

3.3. Contrato de juego masivo

3.3.1. Definición de contratación masiva

Soto Coaguila destaca que “el eje central de esta forma de contratar es que las partes ya

no negocian el contenido del contrato, por lo tanto, la etapa previa del contrato –

negociación o tratativas– no existe en sentido lato, ya que los contratantes no se reúnen y

empiezan a discutir el contenido del contrato que pretenden concertar

La contratación masiva es entonces, un mecanismo contractual de intercambio masivo

que hace posible la concatenación de los dos factores concurrentes del mercado, la

producción masiva de bienes y servicios, y el consumo masivo, dotándoles de un vínculo

jurídico obligacional.

3.3.2. Características de la contratación masiva

3.3.2.1. Falta o limitación de la negociación

Esto conlleva, a que se genere un estado de compulsión en una de las partes para aceptar

la oferta sin tener siquiera la posibilidad de negociar, de discutir o de proponer

modificaciones al contenido contractual. Según Gorla esta situación representa una

“restricción” que se emplaza a la libertad contractual o de autorregulación negocial

46
cuando una de las partes, por no ser igual y, por ende, libre, carece del poder de participar

en la redacción del contrato que viene, finalmente, predispuesto por quien ocupa una

posición contractual predominante

Así pues, la anulación parcial o total de la capacidad para negociar el contrato en una de

las partes, viene impuesta por la propia naturaleza de la contratación masiva. Las

exigencias económicas y sociales que emplazan a los sistemas de contratación, reflejan

la necesidad de contar con un medio expeditivo y ágil para concretar acuerdos masivos,

con la consecuente alteración de la etapa negocial durante el curso del acuerdo

Esta característica trae como consecuencia inmediata lo que se conoce como la

“predisposición contractual”, pues solo una de las partes contractuales elabora

previamente todo o la mayor parte el contenido del contrato, de manera que el otro

contratante se encuentra ante la alternativa de aceptar en su integridad todos y cada uno

de los términos estipulados unilateralmente, o en el mejor de los casos, tendrá la

posibilidad de poder negociar pero solo determinados aspectos del contrato predispuesto.

3.3.2.2. Despersonalización de las relaciones contractuales

El anonimato que existe entre las partes que intervienen en la celebración de un contrato

con características masivas. Para Soto Coaguila, lo más característico de este tipo de

contratación es que su celebración se realiza en forma inconsciente, puesto que al

consumidor o usuario simplemente le interesa adquirir el bien o utilizar el servicio a un

menor precio y en forma rápida; y al proveedor, comercializar el mayor número de bienes

o servicios de modo, constituye una nota característica de estos contratos, que las

relaciones contractuales se establezcan con prescindencia de la identificación e interés en

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conocer recíprocamente al otro contratante, pues así lo exige la agilidad con que suceden

las transacciones económicas masivas.

3.3.2.3. Elaboración en forma masiva o estandarizada

Finalmente, también es una característica de la contratación masiva, su “elaboración en

forma masiva o estandarizada”. Los contratos masivos se generan en serie y por lo general

tienen el mismo contenido, pretendiendo de este modo satisfacer las exigencias de rapidez

y eficiencia que requieren las múltiples transacciones que tienen lugar dentro de la

sociedad de masas, dentro de las necesidades que también son masivas requieren

lógicamente de la presencia de este tipo de contratación como el mecanismo más

adecuado para agilizar los intercambios. Si en el mercado se producen bienes y servicios

en grandes cantidades, y a la vez existe un bloque igual de numeroso de consumidores, el

contrato que vincule jurídicamente a estos dos factores, consecuentemente, también tiene

que ser elaborado por miles.

3.3.3. Funciones de la contratación masiva

La contratación masiva cumple una función económica, una función social, y una función

netamente jurídica.

A) En cuanto a la función económica

El maestro Messineo señala que el contrato tiene una función y un contenido constante,

“el de ser el centro de la vida de los negocios”. Y en este sentido nos dice que realiza las

más variadas finalidades de la vida económica Este papel que cumple la contratación

masiva le permite agilizar el intercambio patrimonial de bienes y servicios en un medio

con las características de rapidez y exigencia de requerimientos masivos.

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B) La contratación masiva cumple también una función social

Al constituirse en el medio que permite la satisfacción de necesidades e intereses. De

manera inmediata ayuda a concretar las aspiraciones de las partes contractuales, y de

manera mediata, contribuye a lograr el bienestar general de la sociedad. Pues, unos podrán

vender o colocar sus productos en el mercado y otros podrán adquirirlos, al hacer esta

operación económica de intercambio a través del instrumento de la contratación masiva,

ambas partes logran satisfacer sus necesidades.

C) Finalmente, también cumple una función jurídica,

Connatural a su esencia contractual, pues como mecanismo jurídico de vinculación dota

de eficacia jurídica a las relaciones masivas de intercambio de bienes y servicios.

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CONCLUSIONES

1. EL CONTRATO DE FIANZA.

2. EL CONTRATO DE RENTA VITALICIA.

3. CONTRATO DE JUEGO Y APUESTA.

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LISTA DE REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Algarra Prats, E. (2012). El contrato de juego y apuesta. Dykinson.


https://elibro.net/es/lc/uladech/titulos/56902

Arias Schreiber Pezet, Max (2011). Exégesis del Código Civil peruano de 1984.
Contratos–Nominados. Tomo II, Lima: Normas Legales.

Arnau Moya, Federico (2009). Lecciones de Derecho Civil II: Obligaciones y contratos.
Valencia: Universitat Jaume I.

Diez Picazo, Luis. «Fundamentos de Derecho Civil Patrimonial». Op. Cit., p. 131.

Jimenez Vargas-Machuca, Roxana. Op. Cit., p. 522.

Lorenzetti, Ricardo Luis (2000). Tratado de los Contratos. Tomo III, Buenos Aires:
Rubinzal-Culzoni.

Pablo Ernesto Lévano (1998) Scrib company slideshare

Revista Oficial del Poder Judicial: Año 4 - 5, N° 6 y N.° 7 / 2010-2011

Reyler Yulfo Rodríguez Chávez - La función económica de la contratación masiva

Soto Coaguila, Carlos Alberto. «La contratación masiva y la crisis de la contratación


clásica». Op. Cit., pp. 154-155.

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