El documento proporciona recomendaciones de nutrición para preescolares, escolares y adolescentes. Detalla los macronutrientes, vitaminas y minerales importantes en cada etapa y factores que influyen en la alimentación como el entorno socioeconómico, familiar y mediático. También describe una dieta saludable para adolescentes basada en el consumo de granos integrales, frutas, verduras, productos lácteos magros, carnes magras y pescado.
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El documento proporciona recomendaciones de nutrición para preescolares, escolares y adolescentes. Detalla los macronutrientes, vitaminas y minerales importantes en cada etapa y factores que influyen en la alimentación como el entorno socioeconómico, familiar y mediático. También describe una dieta saludable para adolescentes basada en el consumo de granos integrales, frutas, verduras, productos lácteos magros, carnes magras y pescado.
El documento proporciona recomendaciones de nutrición para preescolares, escolares y adolescentes. Detalla los macronutrientes, vitaminas y minerales importantes en cada etapa y factores que influyen en la alimentación como el entorno socioeconómico, familiar y mediático. También describe una dieta saludable para adolescentes basada en el consumo de granos integrales, frutas, verduras, productos lácteos magros, carnes magras y pescado.
El documento proporciona recomendaciones de nutrición para preescolares, escolares y adolescentes. Detalla los macronutrientes, vitaminas y minerales importantes en cada etapa y factores que influyen en la alimentación como el entorno socioeconómico, familiar y mediático. También describe una dieta saludable para adolescentes basada en el consumo de granos integrales, frutas, verduras, productos lácteos magros, carnes magras y pescado.
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ALIMENTACION DEL PREESCOLAR Y ESCOLAR
Ingestas dietéticas recomendadas: Mila
Macronutrientes Vitaminas
Factores condicionantes de la alimentación: Ale
a) Socioeconómicos: La revolución de la biotecnología alimentaria y los transportes, hace posible para las poblaciones de los países desarrollados, la disponibilidad de todo tipo de alimentos en cantidad suficiente en cualquier época del año. Pero en los países no desarrollados, la ingesta está condicionada por una escasa producción agropecuaria y de captura de pesca y limitada capacidad para conservar los alimentos. Por lo que son muy vulnerables a fenómenos meteorológicos adversos, plagas etc. La escasez crónica de alimentos cíclicamente puede adquirir el carácter de hambruna. En todos los países, el progresivo desarrollo socioeconómico se acompaña de cambios importantes en los hábitos alimentarios, que se caracterizan por un mayor consumo de energía, alimentos de origen animal, proteínas y grasa, productos manufacturados y azúcares refinados. Actualmente, las demandas dietéticas están relacionadas con las características organolépticas y el prestigio social que con su calidad nutricional o necesidades biológicas. b) Medio familiar: Incluye la incorporación progresiva de la mujer al trabajo, el modelo de estructura familiar, número de hijos, incorporación temprana de los niños a la escuela (donde reciben una parte importante de su dieta diaria) y la disponibilidad de dinero que les permite a los niños comprar una parte importante de los alimentos sin control familiar. Es de destacar la pérdida progresiva del papel de una supervisión familiar adecuada en el número, cantidad y calidad de comidas o alimentos que ingiere el niño, ya que un porcentaje importante de los preescolares y escolares carece de ella o ésta resulta insuficiente. Esto es debido a que muchos niños están solos en casa durante horas, con la despensa repleta de una amplia variedad de alimentos manufacturados a libre disposición, y también a que no hacen frecuentemente el desayuno ni almuerzo, sino en el comedor escolar o en una cafetería próxima al colegio. c) Medio ambiental: Éstos ven al año la televisión más horas que las escolares, convirtiéndose en su segunda actividad. La televisión es, por tanto, la principal fuente de información para ellos, que compite con los padres y la escuela. La psicología industrial ha conseguido niveles eficaces de persuasión hacia los niños para que deseen consumir los productos anunciados. Es decir, estimula e induce el consumo de determinados alimentos porque son presentados como saludables y de prestigio social y, por tanto, se puede tomar la cantidad que se desee sin ningún riesgo y/o porque se acompañan de regalos. Además, ofrece un mensaje contradictorio sobre hábitos dietéticos y presenta la esbeltez, delgadez, no sólo como saludable, sino también como sinónimo de éxito. Estas circunstancias crean un ambiente fértil para el desarrollo de trastornos emocionales con repercusión nutricional, miedo a la obesidad, colesterol, grasa, etc. Especialmente en el sexo femenino, a controlar la ingesta de alimentos. ALIMENTACION DEL ADOLESCENTE Ingesta recomendada para el adolescente: Nath Energía: Varia según el peso, actividad física y la velocidad de crecimiento. Las ingestas de energía son iguales en ambos sexos hasta llegar a la pubertad, en donde ya se establecen las diferencias en función de la aparición de la pubertad y de los modelos de actividad física. La distribución calórica a lo largo del día debe ser similar a: desayuno, 20-25% de las calorías totales; comida, 30-35%; merienda 15-20%; cena 25% del total consumido en el día. Grasas: Parte importante del aporte energético, 9 kcal/gr. Se recomienda una ingesta inferior al 30% de la ingesta energética, aunque si la distribución es adecuada, con una ingesta elevada de grasa monoinsaturada, se podría aceptar hasta un 35%. Proteínas: se calculan en base de la velocidad de crecimiento y composición corporal. Varones: 45 g/ día y 59 g/día y Mujeres: 44 g/día y 46 g/día. Vitaminas: Debido a las necesidades aumentadas de energía, los requerimientos de tiamina, riboflavina y niacina experimentan también un incremento, puesto que intervienen en el metabolismo intermediario de los hidratos de carbono. También son más altas las demandas de vitamina B12, ácido fólico y vitamina B6. Se ha observado que entre el 10 y el 50% de los adolescentes presentan deficiencia de ácido fólico debido a los hábitos nutricionales y a las necesidades propias de la edad. Este hecho cobra gran protagonismo en el caso de la adolescente embarazada, en la que esta deficiencia se ha detectado hasta en el 50% de los casos. El rápido crecimiento óseo exige cantidades elevadas de vitamina D, y para mantener la normalidad estructural y funcional de las nuevas células se requieren mayores cantidades de vitaminas C, A y E. Minerales: Los que presentan problemas son el calcio, el hierro y el zinc. El crecimiento y los cambios en la composición corporal que se producen en la adolescencia justifican la ingesta recomendada de 1.300 mg/día de calcio. Durante esta época de la vida se necesita ingerir más cantidad de calcio que durante la niñez o en la etapa adulta. El pico de tasa máxima de depósito de calcio se alcanza a la edad de 13 años en las chicas y de 14,5 años en los chicos, coincidiendo con el pico máximo de crecimiento, aunque este hecho varía mucho entre individuos según el estado de maduración sexual y ósea. El lograr una mineralización ósea adecuada cobra una especial importancia en las mujeres, ya que, si no se alcanza la misma, existe un riesgo potencial evidente de osteoporosis en la etapa posmenopáusica. Otro nutriente importante es el hierro. Los adolescentes necesitan un aumento en la ingesta de hierro debido, a la mayor cantidad de hemoglobina provocada por la expansión del volumen de sangre y a la mayor cantidad de mioglobina originada por el aumento de la masa muscular, y también, finalmente, por el aumento de otras enzimas, a esto se añade, en las mujeres, la instauración de la menstruación que provoca pérdidas añadidas. El zinc también requiere especial atención durante la adolescencia debido al gran número de enzimas implicadas en la expresión genética. El adecuado aporte de zinc exige una alimentación variada no exclusivamente vegetal, ya que los alimentos de origen animal lo contienen en cantidades importantes, mientras que en los vegetales es mucho menor. Alimentos o dieta saludable para adolescentes: Mafer En general, se recomienda comer la mayor variedad posible de alimentos y guardar un equilibrio energético entre lo que se ingiere y la actividad física que se realiza. Pan, cereales, arroz y pasta: proporcionan hidratos de carbono complejos (almidones) y vitaminas, minerales y fibra. En la práctica, se debe: a) Elegir panes y cereales integrales con objeto de proporcionar fibra. b) Comer alimentos pobres en grasa y azúcares. c) Evitar añadir calorías y grasa, en forma de mantequilla, etc. Frutas: proporcionan vitaminas A y C, y potasio. Son pobres en grasa y sodio. En la práctica se debe: a) Comer frutas frescas y sus zumos al 100% y evitar la fruta enlatada y/o edulcorada. b) Comer la fruta entera. c) Comer cítricos y melones, que son ricos en vitamina C. Verduras: proporcionan vitaminas A y C, folatos, minerales (hierro, magnesio, y fibra). Además, son pobres en grasa. Un adolescente debe ingerir 2 a 4 porciones cada día. En la práctica se debe: a) Comer una variedad para proporcionar todos los diferentes nutrientes que suministran, incluyendo verduras de hojas verdes, verduras de color amarillo, verduras ricas en almidón (patatas, maíz, guisantes), legumbres y otras verduras (lechuga, tomates, cebollas y judías verdes). b) No añadir mucho aceite a las verduras, y evitar la adición de mantequilla, mayonesa y aderezos para ensalada. Leche, yogur, queso: Los productos lácteos proporcionan proteínas, vitaminas y minerales y son excelentes fuentes de calcio. Un adolescente debe consumir de 2 a 4 porciones cada día. En la práctica se debe: a) Elegir leche descremada y yogur descremado. b) Evitar quesos grasos y helados cremosos. Carne, pollo, pescado, legumbres, huevos y frutos secos: proporcionan proteínas, vitaminas y minerales, incluyendo las vitaminas del grupo B, hierro y zinc. Un adolescente debe consumir de 2 a 3 porciones cada día (150 a 210 g de carne magra). En la práctica se debe: a) Elegir productos con la menor cantidad de grasa posible (carne magra, pollo sin piel, pescado y legumbres). b) Preparación a la brasa, a la parrilla o cocidas, mejor que fritas. c) Consumir con moderación frutos secos son ricos y la yema de huevo. Grasas, aceites y dulces: No más del 30% de la dieta debe proceder de las grasas. Es también importante el tipo de grasa. La grasa saturada, que se encuentran en carne, lácteos, aceite de coco y de palma, aumenta las tasas de colesterol sérico más que las monoinsaturadas, que se encuentran en el aceite de oliva o de cacahuete, o que las poliinsaturadas del girasol, maíz, soja y algodón. La ingesta de grasas saturadas no debe ser superior al 10% de las calorías diarias. En la práctica se debe: a) Utilizar carne magra y lácteos descremados o pobres en grasa. b) Utilizar aceites vegetales insaturados y margarinas que tengan un aceite vegetal como principal componente. c) Leer los etiquetados de los alimentos para conocer el tipo y cantidad de grasas que contienen. d) Limitar los alimentos que contienen grandes cantidades de grasas saturadas. e) Limitar los alimentos ricos en azúcares y evitar añadir cantidades extra a los alimentos. Actividad física: suele disminuir en ambos sexos, especialmente en las chicas. La falta de actividad física se produce por un desconocimiento de los beneficios, falta de motivación, falta de tiempo y, en muchos casos, falta de instalaciones adecuadas. Sería importante practicar y reforzar aquellas actividades de la vida ordinaria como caminar habitualmente, subir y bajar escaleras, etc. Desequilibrios alimentarios y actualidad nutricional: provocado por: 1) Alteración del patrón de ingesta e incumplimiento de las recomendaciones. 2) Trastornos del comportamiento alimentario. 3) Ingesta inadecuada de nutrientes en adolescentes que practican deportes de alta competición. BIBLIOGRAFIAS Tratado de Nutrición 3. Tomo III Nutrición Humana en el Estado de Salud. Editor: Ángel Gil Hernández.