Genesis Garcia Ostaiza Deontologia
Genesis Garcia Ostaiza Deontologia
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TEMA:
Presentado por:
GENESIS LILIANA GARCIA OSTAIZA
Paralelo:
Módulo:
Deontología profesional
Docente:
El 11 de febrero del año 2020 la Organización Mundial de la Salud encendió las alarmas
sobre la propagación de un virus denominado COVID-19, proveniente de la ciudad de
Wuhan, en China, que desde el mes de diciembre del año 2019 venía alarmando al Centro
Chino para el Control y Prevención de Enfermedades debido a la elevada incidencia de
muertes por pulmonía. El virus, finalmente, fue identificado como SARS-CoV-2, un virus
de procedencia animal presuntamente transmitido por los murciélagos o algún animal de
consumo en la dieta alimenticia local. Para el 12 de enero de 2020 se habían reportado 41
casos en China, y para el 19 del mismo mes, dos casos en Tailandia y uno en Japón.
Para el 14 de octubre de 2021, ya en descenso de las cifras, se registraban 240 098 171
contagios a escala mundial, 4 892 373 fallecidos y 217 408 944 recuperados. América
aparecía como la región más afectada en número de muertes con 2 254 048, seguida por
Europa con 1 373 924, el sudeste de Asia con 683 842, el Mediterráneo oriental con
295 544, el Pacífico oeste con 123 075 y África con 148 789. Por su parte, los 11 países
con mayores muertes a causa de la COVID-19 hasta la fecha eran Estados Unidos con
715 179, Brasil con 601 574, India con 451 814, México con 282 193, la Federación Rusa
con 221 313, Perú con 199 746, Indonesia con 142 848, Reino Unido con 138 237, Irán
con 123 498, Francia con 114 870 y Colombia con 126 726.[2]
LOS IMPACTOS EN LA SALUD PÚBLICA DE LOS PRIMEROS SEIS MESES
EL CONFINAMIENTO
El confinamiento obligatorio de las personas en sus casas, en gran parte de los países del
mundo, fue adoptado como una medida extrema para detener la propagación del virus
COVID-19. Países como Estados Unidos, Reino Unido, Brasil y México fueron más
moderados en su obligatoriedad y recurrieron a la convicción voluntaria de la ciudadanía
para quedarse en casa. Esta medida se inspiró en la libertad que ampara sus
constituciones. Sin embargo, estos países registraron los indicadores más altos de
contagios y de consecuentes muertes.
Podría afirmarse que el confinamiento global vivido durante el primer año de la pandemia
no tiene precedentes en la humanidad. Las pandemias de la peste negra, entre 1347 y
1353, o la gripe española, entre 1918 y 1920,[3] se suscribieron a Europa y Asia.
Asimismo, las enfermedades que agobiaron a los pueblos precolombinos, africanos o
australianos se mantuvieron limitados por los accidentes geográficos y el
desconocimiento de unos y de otros antes del siglo xv. Por primera vez, el mundo se
confinaba a causa de un enemigo común que no podía ver, pero sí sentir. Ya no era la
guerra de unos contra otros, era de todos contra un virus imperceptible a simple vista.
El encierro se produjo porque el medio de propagación del virus es el aire, en el cual las
microgotas de saliva (flügge) producidas por la tos, al hablar o estornudar, entran a los
demás cuerpos a través de las fosas nasales, ojos y boca.
En este sentido, ha sido cuestionado por los medios de comunicación y un sin número de
demandas de los trabajadores la interpretación que múltiples empresas dieron a estas
medidas y la utilización a su favor de dichas normas. Aún no hay explicaciones claras
sobre la declaración de banca rota por la que optaron algunas firmas que posteriormente
reabrieron sus instalaciones con el mismo modelo de negocio y con una nueva marca
comercial.
Según el Banco Mundial, para el año 2020 la economía internacional experimentó una
recesión del 5,2 %, en la que los países más desarrollados alcanzaron hasta un 7 %. Como
consecuencia, millones de personas fueron empujadas hacia estados de pobreza
extrema.[4]
Los laboratorios farmacéuticos de países como China, Rusia, Estados Unidos, Reino
Unido, India, Bélgica y Cuba iniciaron una carrera sin precedentes para desarrollar la
vacuna contra la enfermedad. En diciembre de 2020 se estaba experimentando en el
mundo con más de 200 vacunas. Para la misma fecha ya se habían aprobado, por la
Organización Mundial de la Salud, las vacunas de los laboratorios Pfizer (EE. UU.) y
AstraZeneca (Universidad de Oxford – Reino Unido), y en los primeros meses del año
2021, Serum Institute of India Pvt. Ltd., (India), Janssen (Bélgica, filial de Johnson &
Johnson), Moderna (EE. UU.), Sinopharm (China) y Sinovac (China).[5]
DESARROLLO
Haciendo referencia acerca del bien común es aquel en donde no existe exclusión en los
beneficios o decisiones o el consumo, dicho de otra manera, que todos los pertenecientes
a una comunidad puedes ser partícipes de aquello, beneficiándose comúnmente y así
satisfacer las necesidades comunes.
Es aquello que las autoridades realizan en sus mandatos, el bien común, hacer que toda
la población se mantenga estable, relegando los bienes particulares.
El debate no radica entre diversas opiniones que se defienden desde la priorización del
bien común de la salud pública, sino en manipuladores interesados o pura y duramente
emocionales, de como hacer frente al problema de salud pública, como lo es la pandemia
Naturalmente, nada de esto servirá para el que niega que exista la pandemia que atribuye
a alguna conspiración, para el que, a lo más, la reduce a una gripe común.
Se bien es cierto las personas que rechazan la vacunación en su gran mayoría lo hacen
por dejarse llevar de por teorías conspirativas pero los gobiernos establecen la
obligatoriedad para buscar el bien común, estos, los no vacunados, no están conscientes
acerca del gran beneficio que da la vacunación.
5.- ¿La no incidencia del Estado podría ser una estrategia política?
Los poderes del Estado deben convertir en obligaciones jurídicas aquellos deberes cívicos
cuyo incumplimiento daña relevantemente el bien público. En consecuencia, deben
exigirlas coactivamente, estando, por supuesto, atentos a cumplir sus deberes y a rendir
cuentas de ello, así como a asumir las críticas razonables que se le hagan por no definirlas
bien.
El estado como la máxima autoridad a nivel nacional tiene la obligación de incurrir en las
personas que se niegan a la vacunación, esto debe de no estar sometido a la presión de las
posturas políticas para ganar adeptos. Es por tanto un deber del estado el cumplimiento
de las ordenes dadas por el ente rector como lo es el Ministerio de Salud Pública.
• https://www.who.int/es/campaigns/vaccine-equity
• https://www.caf.com/es/conocimiento/visiones/2021/01/actitudes-y-
percepciones-frente-a-las-vacunas/
• https://www.oas.org/es/cidh/decisiones/pdf/Resolucion-1-21-es.pdf
• https://www.amnesty.org/es/latest/news/2021/10/covid-19-global-attack-on-
freedom-of-expression-is-having-a-dangerous-impact-on-public-health-
crisis/
• https://www.salud.gob.ec/wp-content/uploads/2017/03/LEY-
ORG%C3%81NICA-DE-SALUD4.pdf