2018.01.09 - Ot para Intervencion Deto
2018.01.09 - Ot para Intervencion Deto
2018.01.09 - Ot para Intervencion Deto
1. INTRODUCCIÓN 4
6. LIMITACIONES 7
8. AUTORES 8
I. INTRODUCCIÓN 11
REFERENCIAS37
ANEXOS40
Este documento se genera a partir de la necesidad de consensuar la práctica del terapeuta ocupa-
cional en el ámbito de la oncología infantil y de compartir aquellas estrategias interventivas que han
resultado favorables con niños/as y jóvenes para así favorecer el desempeño profesional de futuras
generaciones a través de lineamientos básicos que permitan que el cuidado del NNA con cáncer sea
más consistente y eficiente, con el propósito de otorgar una mejor atención (Woolf, Grol, Hutchinson,
Eccles, & Grimshaw,1999).
La terapia ocupacional en el ámbito de la oncología infantil en los centros PINDA surgió en 1998 con
intervenciones desde Psiquiatría de Enlace. Desde entonces ha sido un camino solitario, y recién
desde el año 2012 se inician los primeros contactos con terapeutas ocupacionales en el hospital
Luis Calvo Mackenna con lo que se busca teorizar sobre la práctica actual y unificar conceptos en
relación a las intervenciones.
La TO en Oncología Infantil tiene sus inicios en el Hospital Sotero del Río, por lo que se considera
importante describir brevemente la conformación de la profesión en este contexto. Esta se fue cons-
truyendo y definiendo su foco desde la experiencia práctica en este espacio, por lo que probable-
mente la TO en Oncología se diferencia de la de otros países e incluso de la TO en otros contextos.
Entre los años 1985 y 1987 se inicia Psiquiatría Infantil de Enlace con el Dr. Eduardo Carrasco en
Pediatría del Hospital Sotero del Rio. En 1986, como integrante del equipo de Salud Mental Infantil,
la Terapeuta Ocupacional Emelina Dóñez Quiroz tiene el primer acercamiento al área de Oncología,
surgiendo de inmediato un interés importante por parte de la Jefa de la Unidad, Dra. Annette Becker,
cuya visión integral buscaba apoyar a los niños, niñas y adolescentes también desde la perspectiva
psicosocial.
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Para simplificar el texto, en adelante se utilizará “el NAA” para referirse a niños, niñas y adolescentes. Si bien se utiliza el prefijo “el”, se
refiere a individuos de ambos géneros.
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Después de un tiempo, se crea una modalidad de atención abierta a niños, niñas, jóvenes y sus cui-
dadores en la sala de espera del policlínico de oncología infantil., apuntando principalmente a dis-
minuir la ansiedad que genera el tiempo de espera por la atención médica.
Entre el año 1987 y 2004 levantamientos de información permiten tener una mayor claridad sobre
las necesidades de los usuarios y sus familias, y gestionar así importantes cambios y crear nuevos
espacios de intervención y apoyo, en los que la TO Emelina Doñez colabora activamente.
• Se crea con Cristina Mejías, Asistente Social, la “Agrupación de Padres del Niño Oncológico”.
• En 1996 se realiza una investigación con apoyo de Universidad de Chile para conocer la disfun-
ción de la ocupación escolar en los NNA con cáncer, concluyendo que el déficit del rendimiento
escolar es de p<0.009. Como resultado se genera el “Proyecto Educativo de Oncología” con el
objetivo de dar nivelación a este déficit. SI bien la TO no tiene un rol pedagógico, si considera
el área escolar y el rol de estudiante como elemento fundamental del desempeño ocupacional
de NNA, y es desde allí que apoya esta propuesta. El proyecto es formulado por TO Emelina
Doñez y Elizabeth Valenzuela, Profesora básica. Con el apoyo de las respectivas jefaturas, Dra.
Ximena Fuentes Martínez, Jefe de S. Mental, Dra. Anette Becker jefa de Oncología Infantil y el
director del Hospital Dr. Ernesto Behnke, se presenta al Ministerio de Educación y es aprobado
en 1997, generando una primera interacción entre MINSAL y MINEDUC. Con este antecedente
se promulga una nueva ley en 1999 con la que nacen las escuelas hospitalarias.
• El año 2002 se evalúan 33 jóvenes recuperados de cáncer infantil en relación a su comporta-
miento ocupacional, diagnosticados entre 1988 y 2002, con edad al momento de la entrevista
mayor a 18 años. 23 de ellos (69%) habían recibido intervención de TO. Esta investigación da
cuenta que los sobrevivientes de cáncer infantil estudian más años y tienen mejor nivel edu-
cacional que la población del área a que pertenecen. Casi la mitad de los que realizan activi-
dades productivas cumplen 2 roles. En lo Laboral cerca de la mitad realiza un trabajo calificado
o altamente calificado. El desempeño laboral es considerado mayoritariamente bueno con una
satisfacción laboral, que es de regular a buena, haciéndoles aspirar a algo mejor.
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Guía para la Intervención de Terapia Ocupacional en Oncología Infantil
• El año 2004, se recoge información respecto a los hermanos de los niños/as y jóvenes ingre-
sados a la unidad de oncología infantil durante ese año. Se realizan entrevistas estructuradas
a los padres, logrando evaluar 44 hermanos. Como resultado se obtiene una significativa re-
percusión negativa en diferentes aéreas del desempeño ocupacional en el rol escolar, rol de
jugador, en la autonomía de las actividades de la vida diaria, y en las relaciones paternales y
las fraternas.
• En relación a la intervención en sala de espera, se realiza una evaluación que pretende “Des-
cribir los sentimientos de los usuarios: Madres y /o acompañantes y en forma posterior a la
Intervención de TO en la Sala de espera de Oncología Infantil”. Los usuarios concluyen que al
compartir sus experiencias, aumentan su nivel de confianza, lo cual se expresa en el mutuo
apoyo que se les brinda.
• Emelina Dónez colabora con la generación de dos importantes libros del Cáncer Infantil en
Chile: “Cáncer en el niño, un desafío y una esperanza” y “Dejé Atrás el Cáncer”, uno de los pri-
meros grandes pasos del seguimiento a largo plazo en el país.
En el año 2003 ingresa como primera terapeuta ocupacional exclusiva para oncología María Eugenia
Pizarro con media jornada laboral. Entre los años 2005 y 2008 toma el cargo Gabriela Acuña, confor-
mando junto a Lorena Escobar, psicóloga, el Programa de Tumores Cerebrales, entre otras interven-
ciones que fortalecen cada vez más la dinámica de trabajo en equipo multidisciplinario.
En el año 2008 ingresa Lorena Uribe-Echevarría, logrando en el año 2014 extender la jornada a 44
horas. Se inicia un extenso trabajo por reunir evidencia, generar evidencia, contactar terapeutas
ocupacionales de otros países, reunir a los profesionales del área, extender la TO a otros centros
PINDA y organizar la práctica del TO en el área de la Oncología Infantil.
El año 2013 se realiza la primera jornada de Trabajo de TO de Oncología Infantil, reuniendo a los
profesionales que ejercen en el área, ya sea en centros PINDA o en Fundaciones u Hogares de apoyo
a los usuarios. Asisten 5 terapeutas ocupacionales y 3 internas de TO.
En enero del año 2016 se conforma la subcomisión de Terapeutas Ocupacional PINDA, con 9 in-
tegrantes, representando el Instituto Nacional del Cáncer (principalmente atención de adultos), el
Hospital Luis Calvo Mackenna, el recién estrenado Centro de Rehabilitación Oncológico de la Funda-
ción Nuestros Hijos, el Hogar Oncológico Felipe Rivera de la Fundación María Ayuda y el Hospital Dr.
Sótero del Río. Desde ese momento se realizan reuniones mensuales.
Para contextualizar este documento deben tomarse en cuenta los siguientes elementos:
• Este texto sigue la línea de trabajo del Protocolo de Prevención y Seguimiento para sobrevi-
vientes de cáncer infantil (MINSAL 2014), es decir, parte de la premisa de que la atención in-
terdisciplinaria es esencial a lo largo de todo el proceso de intervención en oncología infantil,
y que esta es un continuo desde el diagnóstico hasta el alta de pediatría. Asimismo, apunta a
una atención integral e integrada, en la que no solo se trata la enfermedad, sino que se apunta
a la autonomía, participación e integración de los NNA.
• Se enmarca dentro de la intervención del sistema público de Chile, considerando las aten-
ciones otorgadas por la red PINDA (Programa Infantil Nacional de Drogas Antineoplásicas), las
Fundaciones y Hogares de Acogida que otorgan cuidados, rehabilitación y apoyo a estos usua-
rios.
• Los NNA atendidos con terapia ocupacional en este contexto, son tratados con los protocolos
médicos PINDA, que consideran tratamiento y seguimiento a 10 años, por lo que este docu-
mento también contempla tratamiento y seguimiento a 10 años.
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4.2. Experiencia en Programa de Alta de Pediatría en Hospital Sótero del Río: Programa dejé atrás el
cáncer (talleres, focus group, intervenciones individuales para preparación del alta) y encuesta de
roles GSDS aplicada a jóvenes recuperados. Estos elementos han sido compartidos en formato de
Poster en diferentes congresos PINDA y SLAOP, pero no han sido publicados formalmente.
5.2. Personal de salud: Dirigido principalmente a terapeutas ocupacionales que intervengan con ni-
ños, niñas y jóvenes viviendo con cáncer, así como a profesionales del equipo multidisciplinario de
salud que deseen incorporar una perspectiva basada en la ocupación humana, en el tratamiento
oncológico.
6. LIMITACIONES
6.1. No se abordan generalidades del cáncer infantil en Chile, como su epidemiología, o especi-
ficaciones del tratamiento o de los cuidados básicos, conocimientos que están disponibles en la
literatura científica y técnica, y que por lo tanto se dan por entendidos para estos fines. Estas gene-
ralidades pueden leerse en documentos como: “Manual para la detección del cáncer infantil”, PINDA
2000; “Evolución cáncer infantil”, 2009, Myriam Campbell. Ambos disponibles en www.redcronicas.cl.
6.3. Quienes implementen esta propuesta deben disponer de conocimientos amplios en torno a di-
ferentes modelos de intervención que lleven a la práctica los planteamientos propuestos.
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Guía para la Intervención de Terapia Ocupacional en Oncología Infantil
6.4. Se aborda la perspectiva desde la salud pública y la red PINDA con colaboradores (Fundaciones,
casa de acogida). No se considera, por no contar con terapeutas ocupacionales del área, la mirada de
la salud privada.
8. AUTORES
TO. Lorena Uribe-Echevarría
Terapeuta Ocupacional Unidad de Oncología Infantil, Complejo Asistencial Dr. Sótero del Río desde
2008 a la fecha.
Licenciada en Ciencias de la Ocupación Humana.
Arteterapeuta.
Diplomada en Estrategias de Intervención Temprana en Salud Mental Infantil.
Especialista en Integración Sensorial.
Especialista en Cuidados Paliativos (GAFOS).
COLABORADORES
TO. Emelina Doñez Quiroz
9.4. Aplicación de pauta de screening ocupacional en dos momentos: La primera durante el primer o
segundo mes de tratamiento, idealmente durante la primera hospitalización; y una segunda aplica-
ción terminado el tratamiento médico oncológico, en el proceso de seguimiento temprano, a los 5
años del diagnóstico.
Este documento está generado principalmente en base a opinión y consenso de expertos sobre las
prácticas que, basadas en la experiencia, resultarían eficaces en los distintos campos de la terapia
ocupacional en oncología pediátrica, por lo tanto algunas recomendaciones no se encuentran ava-
ladas por estudios clínicos, sin embargo, su utilidad resulta evidente en sí misma.
Esta guía constituye en la actualidad el único consenso disponible a nivel de Programa Nacional de
Cáncer Infantil respecto a la Terapia Ocupacional, por lo que debe utilizarse crítica y reflexivamente,
y actualizarse según la retroalimentación y necesidades de la práctica clínica. Se invita a los lectores
a profundizar y aportar contenidos e investigaciones que ayuden a incorporar evidencia de la efec-
tividad de estos métodos.
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El Terapeuta Ocupacional (TO) presta sus servicios a personas con algún problema que interfiere en el
desempeño satisfactorio de su ocupación; considerando que llevar a cabo ocupaciones significativas
es fundamental para la persona y su bienestar (Kielhofner, 2006). Partiendo de esta premisa, el hacer
del TO se configura desde los siguientes ámbitos (Blessdell, Cohn y Boyt, 2008):
PRÁCTICA DESCRIPCIÓN
Busca proporcionar a la persona control sobre su vida. Hay una participación activa de
Centrada en el
la persona en su proceso terapéutico. La historia ocupacional se elabora durante la
usuario
terapia.
La terapia ocupacional constituye una ayuda para participar en las ocupaciones
Centrada en la que el paciente valora. La ocupación es fundamental para que la persona construya
ocupación su identidad. Para que la práctica se lleve a cabo de forma correcta es precisa una
evaluación sistemática de las prioridades e intereses de la persona.
Se trata de basar las decisiones de intervención en el “uso concienzudo, explícito
y prudente de la mejor evidencia actual”. Se trata de integrar la evidencia de la
investigación en el proceso clínico para así poder predecir unos posibles resultados.
Basada en la
evidencia El profesional de terapia ocupacional debe saber de qué modo acceder, evaluar e
interpretar la investigación relevante, debe tener la capacidad para reunir datos que
apoyen sus intervenciones y comunicar los resultados probables de la intervención
para que el paciente decida si desea recibir esa intervención.
Áreas de Desempeño:
La Terapia Ocupacional utiliza como medio y fin del tratamiento la ocupación. Dirige su quehacer
hacia la amplia gama de ocupaciones y actividades humanas que conforman la vida, favoreciendo
que la persona logre el desempeño en la o las áreas afectadas y enfocándose en promover que se
involucre en sus actividades. Estas áreas son:
1. Actividades de la vida diaria básicas
2. Actividades de la vida diaria instrumentales
3. Educación
4. Trabajo
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Guía para la Intervención de Terapia Ocupacional en Oncología Infantil
5. Tiempo libre
6. Participación social
7. Juego
Componentes / Habilidades:
Las habilidades son unidades pequeñas del desempeño, son elementos de la acción con propósitos
funcionales que son observables. Es la capacidad de hacer algo específico, a través de estructuras fí-
sicas, sensoriales, cognitivas, emocionales, entre otras. La ejecución de una habilidad de desempeño
depende de quien la ejecute, del contexto y de las demandas de la actividad. Estos tres factores se
reúnen en el desempeño de una actividad, y cada uno de ellos puede apoyar o dificultar la ejecución
de una tarea.
Uno de los componentes que tiene bastante importancia en oncología infanto juvenil por las conse-
cuencias identitarias y socioemocionales del proceso, es el concepto de volición (Kielhofner, 2006).
Si bien la Asociación Americana de Terapia Ocupacional no menciona la volición dentro de los com-
ponentes es un concepto relevante de considerar en este documento.
Volición:
La volición se refiere a la motivación por las ocupaciones, definiéndose como un patrón de pen-
samientos y sentimientos que predisponen y permiten a la persona anticipar, elegir, experimentar
e interpretar ocupaciones. La volición se relaciona con lo que uno considera importante (valores),
percibe como capacidad y eficacia personal (causalidad personal), y encuentra placentero (inte-
reses). La causalidad personal, valores e intereses están interrelacionados y juntos constituyen el
contenido de los sentimientos, pensamientos y decisiones del niño respecto de la participación en
actividades (Basu, Kafkes, Geist & Kielhofner, 1998). Según la evidencia en población adolescente, la
calidad de vida presenta una relación positiva muy significativa con la auto eficacia, considerando
que un mayor nivel de esta última producirá mayor resistencia al estrés, mayor capacidad de ajuste a
la experiencia de vivir con una condición de enfermedad crónica y mejora en el bienestar emocional
(Avendaño, Barra, 2008). Por ende, considerando que la capacidad y la eficacia personal son parte de
la volición, mantener y/o mejorar el nivel volitivo en los niños, niñas y jóvenes que viven con cáncer
resulta ser un aspecto primordial para mejorar su calidad de vida.
Patrones de desempeño:
Los patrones de desempeño se refieren a hábitos, rutinas y roles que son adoptados por un individuo
en la medida que desarrolla ocupaciones o actividades de la vida diaria. Los patrones de desempeño
son la forma en que hacemos lo que hacemos (tiempo, ritmo, estructura, secuencia). Los patrones de
desempeño se desarrollan a través del tiempo y son influenciados por el contexto.
Contexto:
“La meta a largo plazo respecto a la cura y cuidado del niño con cáncer es que lleguen a ser adultos
resilientes, activos y autónomos con calidad de vida óptima respecto a la salud y que sean aceptados
por la sociedad al mismo nivel que sus pares.”
En este párrafo queda explícito que actualmente el tratamiento apunta mucho más allá de la cura-
ción de la enfermedad, ya que se dirige hacia la conformación de una persona adulta incluida en su
contexto social, con bienestar mental y participación ocupacional satisfactoria, empoderada de su
propia salud. Claramente para poder acercarse en esa dirección se requiere la visión y la intervención
integral de un equipo multidisciplinario completo, que no solo se dedique a la cura, sino a la educa-
ción, promoción de estilos de vida saludables, a vivenciar el proceso como una situación crónica y a
la interacción autónoma de la persona con su entorno.
Tomando entonces la declaración de Erice-Sicilia como el propósito del tratamiento del cáncer in-
fantil, cada área tendrá objetivos generales que se desprenden de ella. Así, los profesionales de la
salud mental apuntarán a que los jóvenes logren una participación satisfactoria en su contexto nor-
mativo, los del equipo biomédico perseguirán la calidad de vida y el bienestar, y el área socioeduca-
cional velará por ofrecer y guiar en las diversas oportunidades de participación e inclusión. Detalles
de esto se pueden encontrar en la Guía de Prevención y Seguimiento para Sobrevivientes del Cáncer
Infantil (MINSAL, 2014).
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Guía para la Intervención de Terapia Ocupacional en Oncología Infantil
2. Objetivo general
Contribuyendo a este gran propósito, el objetivo general del área de terapia ocupacional en el con-
texto del cáncer en la niñez es el siguiente:
La competencia ocupacional se entiende como el grado de participación por el cual una persona
mantiene un patrón ocupacional que refleja su identidad ocupacional. En este sentido, la competen-
cia ocupacional comienza con la organización de la propia vida para cumplir las necesidades básicas
y estándares personales, y que se extiende al desempeño de roles, apuntando a lograr una vida sa-
tisfactoria (Kielhofner, 2006).
En resumen, la competencia ocupacional (Kielhofner, 2006) se puede traducir en niños, niñas y jó-
venes que son:
• Eficaces en su contexto.
• Activos en la construcción y búsqueda de una identidad que le permita un proyecto vital es-
table.
• Autónomos, logrando ser actores de sus elecciones y roles, capaces de tomar decisiones sobre
sí mismos.
El equipo profesional y técnico de la unidad de oncología pediátrica siempre será parte del contexto
en el que cada persona y su familia viven el proceso de salud, por lo que siempre serán también un
foco de intervención. Educar, psicoeducar, apoyar y contener al equipo permiten colaboración mutua
en torno a objetivos comunes de intervención. Por lo tanto el TO siempre debe considerar al equipo
multiprofesional como parte de la intervención.
La humanización en salud debe ser un paradigma presente en todas las personas que se involucren
con la persona que vive con cáncer y su familia. En este tratamiento largo, cargado culturalmente
y asociado a grandes preocupaciones por parte de la familia, mirar a la persona y familia detrás de
ese diagnóstico puede significar no solo una gran influencia en la calidad de vida del niño, niña o
joven (por ejemplo una familia que refiere o no los síntomas por temor a no ser escuchada, o por
mitos en torno a los fármacos analgésicos) sino en la toma de decisiones en torno al tratamiento
(encarnizamiento terapéutico, utilización de medicina complementaria dañina, no seguimiento de
dieta oncológica, etc.).
Por otra parte, cabe destacar el concepto de normalización. La normalización apunta a que el cán-
cer se transforma, debido a múltiples factores, en una enfermedad crónica. Por lo tanto, vivir la vida
“lo más normal posible”, o dar la posibilidad de “ser un niño sano, pero con cáncer” son ideas que
nos permiten fomentar la superación de la crisis no normativa por parte de la familia, potenciar la
calidad de vida y favorecer el desarrollo normal.
Apoyar el desarrollo de la autonomía en niños, niñas y jóvenes será una mirada transversal en la
intervención de terapia ocupacional en oncología pediátrica, tanto durante los períodos de trata-
miento, en los que se espera que el niño o niña pueda seguir su proceso normal de adquisición de
autonomía acorde a su edad, como en una perspectiva a largo plazo, pensando en el desarrollo de
jóvenes autosuficientes. Mantener la autonomía personal determina tanto la funcionalidad como la
identidad, ya que el tratamiento oncológico, por una parte, limita la toma de decisiones (ej. decidir
si ir a la quimioterapia o no, decidir qué comer o que no, entre otras) y por otra, va configurando la
identidad personal desde el rol de “niño/niña/joven enfermo”, dado que pasan a ser un objeto de tra-
tamiento, en el que el control de su vida depende del protocolo de intervención y no de sus deseos
y expectativas.
Durante el proceso de enfermedad oncológica se genera, entonces, una dependencia, dada proba-
blemente por la interacción con un ambiente que ofrece escasas posibilidades de expresar y ejerci-
tar las capacidades, habilidades y motivación individuales, restringiendo el desarrollo de procesos
de adaptación, planificación, proyección y organización. A largo plazo, se observa una dificultad im-
portante para enfrentar desafíos ocupacionales desarrollando un proyecto vital estable (Barahona,
Cañete, Montero, & Castel, 2009).
También se apoyará el desarrollo de la autonomía de los cuidadores y sus familias, favoreciendo que
aprendan del mundo del cáncer todo lo necesario para cuidarse a sí mismos sin depender de profe-
sionales de la salud en lo que se refiera a aspectos que correspondan al cuidado del propio cuerpo,
estilo de vida, prevención, entre otros.
Dos factores fundamentales a considerar para el logro de los conceptos mencionados en los párra-
fos anteriores, serán la volición y participación activa de la persona y su familia, y no solamente la
participación en actividades del cuidado de salud, sino en actividades significativas comprendidas
dentro de su desempeño ocupacional, que impliquen por lo tanto una real integración y manejo de
los desafíos ocupacionales planteados por la situación de enfermedad oncológica.
Por último, el proceso de terapia ocupacional debe basarse en un vínculo terapéutico estable duran-
te todo el proceso de la enfermedad oncológica, considerando sobre todo la carga socio-emocional
que ésta conlleva. Siendo así, el vínculo terapéutico implica la capacidad de empatía, la escucha
activa, retroalimentación positiva y una confianza incondicional lo cual aportará significativamente
a la adherencia al tratamiento, tal como afirman Montenegro, A., Rueda, L., Ornstein, C. (2015) desde
la interacción responsable y colaborativa con el equipo de salud y la satisfacción de cada paciente
considerando la calidad técnica y personal de cada tratante.
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INTERVENCIÓN DIRECTA
Acompañamiento Terapéutico:
Intervención con el usuario en su contexto natural a través del apoyo en la ejecución de actividades
de la vida cotidiana promoviendo la autonomía de la persona en diversas dimensiones de una activi-
dad (apoyo en seguimiento de una rutina, apoyo en seguir una secuencia de una actividad, apoyo en
patrones de desempeño’ apoyo en la recuperación de roles familiares o laborales entre otros, apoyo
en la ejecución en contexto natural de AVD instrumentales; apoyo en la aplicación en contexto de
destrezas de comunicación e interacción social, entre otras.
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Cada terapeuta ocupacional debe integrarse formal e informalmente a las actividades de todo el
equipo, de tal forma de permear su perspectiva y su quehacer dentro de la concepción de trata-
miento integral. Para ello, debe relacionarse y comunicarse con diferentes profesionales, tanto de su
misma unidad, así como con la red externa.
Así, en las reuniones internas, recogerá la información aportada por el resto del equipo de atención,
completando la evaluación y reevaluando constantemente; explicará comportamientos, conductas
y actividades desde la perspectiva ocupacional; dará su perspectiva para favorecer la autonomía y
participación de la persona, presentando y acercando al equipo herramientas y estrategias de tra-
bajo según los intereses y necesidades de cada niño, niña o adolescente.
A nivel de red asistencial, cada terapeuta ocupacional contactará o guiará a la persona con cáncer
y su familia para que se integre paulatinamente a su red local de salud, favoreciendo el empodera-
miento, el autocuidado en salud, el conocimiento y uso adecuado de sus propias redes y la vuelta
precoz a la comunidad.
3. SUJETOS DE INTERVENCIÓN
Dado que la perspectiva basada en la ocupación involucra el ambiente y las ocupaciones que en
él ocurren, las intervenciones no irán dirigidas solamente hacia la persona con cáncer y su familia
(hermanos, abuelos, incorporación en el cuidado, psicoeducación sobreprotección y comunicación,
etc.), sino que también a su contexto, entiéndase el contexto hospitalario social y físico (equipo de
oncología, hospital, residencia, disposición de sala de tratamiento, empoderamiento de contexto
ambulatorio), comunidad (fundaciones, juntas de vecinos, grupos de ayuda).
4. HERRAMIENTAS DE INTERVENCIÓN
El desarrollo evolutivo debe continuar a través de la enfermedad y todas las herramientas de in-
tervención que nos apoyen en este objetivo podrán ser utilizadas. Sin embargo, el contexto hos-
pitalario y las rutinas de las familias (que son controladas principalmente por los tiempos de los
tratamientos) nos imponen algunas limitaciones. La ergoterapia, ludoterapia, terapias recreativas y
el entrenamiento en AVD suelen ser las más indicadas. Estas herramientas permiten y fomentan la
participación activa de niños, niñas y jóvenes, junto a sus cuidadores de forma cotidiana.
Las terapias de grupo dirigidas hacia personas de la misma edad (grupo de jóvenes, taller de juego
de lactante mayor) o a grupos de familiares (hermanos(as), madres, grupo de apoyo a la crianza)
suelen tener muy buenos resultados, pero demandan especial planificación y dedicación del equipo.
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Guía para la Intervención de Terapia Ocupacional en Oncología Infantil
Cada miembro del equipo multidisciplinario debe apoyar el proceso de adaptación de los NNA y su
familia, así cada uno de ellos favorecerá la aproximación a ciertos temas que son de su campo de
acción. Se entrega a continuación una sugerencia de los temas que los terapeutas ocupacionales de-
bieran abordar. La forma de hacerlo dependerá de cada profesional y contexto (intervención, reunión,
taller, charla, folleto, etc.) Algunos pueden superponerse con temas que también son abordados por
otros profesionales, por lo que se sugiere en lo posible crear estrategias de educación consensuadas
con el equipo multiprofesional.
Como fue mencionado anteriormente, los focos de intervención de la Terapia Ocupacional son las
áreas de desempeño, los contextos de desempeño, las habilidades/componentes y patrones de des-
empeño, por lo que las intervenciones mencionadas más adelante, estarán divididas bajo estas ca-
tegorías.
Los objetivos de la intervención de terapia ocupacional conducen a una meta final situada al alta del
tratamiento, sin embargo, en cada etapa de tratamiento, el foco de intervención estará dirigido a los
desafíos ocupacionales propios de ese momento. Es así como en la etapa diagnóstica sólo se apunta
a lograr una funcionalidad ocupacional que permita la mantención e integración al tratamiento y
contexto hospitalario. Durante el tratamiento activo, se apunta a normalizar la participación ocu-
pacional por áreas de desempeño y el ejercicio de roles que hayan sido limitados o modificados. En
la etapa de seguimiento se apunta a retomar el control de las ocupaciones cotidianas y logrando un
desempeño satisfactorio en ellas.
En otras palabras, en esta etapa vamos a favorecer que el niño, niña o joven y su familia logren
funcionar en relación al tratamiento que el niño está empezando a recibir y logren desenvolverse
de manera suficiente (que permita y ojalá apoye el tratamiento) en el contexto hospitalario, ya sea
ambulatorio u hospitalizado.
La adaptación a la situación de salud, implica organizar una rutina funcional, mantener habilida-
des previamente adquiridas y desarrollar las actividades de la vida diaria necesarias para recibir el
tratamiento de manera adecuada y completa, desde asistir a su tratamiento en el centro de salud
hasta la tolerancia a los procedimientos invasivos y autocuidado del cuerpo en su condición actual,
entre otros.
La readecuación de roles se refiere al cambio que cada niño, niña o joven debe realizar en cuanto
a la responsabilidad, forma y relación con diferentes ocupaciones y personas. Por ejemplo, si sigue
manteniendo su rol de estudiante, pero su forma de participación cambia, de su colegio regular, a
una escuela transitoria (escuela hospitalaria) con asistencia interrumpida por controles y tratamien-
tos. Estos roles son distintos ya que la persona se enfrenta a nuevos desafíos, como aprender en el
contexto hospitalario, vinculación con pares, contextos escolares distintos, desarrollar alianzas con
nuevos profesores.
La participación ocupacional por áreas se da cuando el individuo sigue siendo activo en la reali-
zación de actividades de tiempo libre (escogidas o no por él, según la edad), juego, la participación
social, las actividades de la vida diaria y la educación. Participar implica no solamente ser activo en
la realización, sino también en la vivencia de la experiencia subjetiva de esa actividad.
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Guía para la Intervención de Terapia Ocupacional en Oncología Infantil
En la etapa de tratamiento activo se esperaba que la persona fuese capaz de participar de activida-
des en las diferentes áreas de desempeño pese a las restricciones que el proceso podría generar. En
la etapa de seguimiento se espera un Desempeño ocupacional satisfactorio, donde no solamente
se espera su participación en las ocupaciones, además esta debe ser plenamente satisfactoria des-
de el ejercicio de habilidades y la exploración de capacidades en la realización de actividades de
su interés con el objetivo de que mantenga su desempeño ocupacional independiente y autónomo
óptimo a largo plazo en su contexto de origen. Si bien pueden persistir secuelas físicas (desacondi-
cionamiento, fatiga, alteraciones neurológicas, traumatológicas, entre otras) y psicosociales (tran-
sición, incertidumbre, entre otras) es importante que progresivamente la persona explore y se vaya
incorporando en las áreas del desempeño ocupacional acordes a su edad, participando y relacionán-
dose dinámica y armónicamente en su contexto de origen.
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Cada niño, niña o joven debe ser lo más independiente posible en las actividades de la vida diaria
básicas, ya que el ejercicio de responsabilidad hacia si mismo le permite desarrollar conciencia de
autocuidado, necesaria para mantenerse más adelante como un adulto sano. Si hay cuidados espe-
ciales, adaptarlos para que no restrinjan participación.
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Guía para la Intervención de Terapia Ocupacional en Oncología Infantil
En el ámbito educativo, se sugiere realizar pequeña ceremonia o rito para marcar paso de “egreso”
de escuela hospitalaria y reintegración a escuela regular, para apoyar el cierre del proceso de esco-
laridad transitoria. En caso de dificultades de adaptación, concentración o participación, aumentar
los apoyos ya sea en casa o con grupos diferenciales de la misma escuela. En caso de ser necesario
(por ejemplo, en radioterapia, o tumores cerebrales) solicitar evaluaciones por equipo especializado
ya sea de unidad hospitalaria o de su escuela para realizar adaptación de currículum o inclusión en
programa de integración escolar.
La actividad física debe ser retomada de forma normal, salvo contraindicaciones médicas. Es muy
importante reafirmar desde el punto de vista médico que el niño, niña o joven debe moverse, hacer
actividad física y derribar los mitos acerca de que golpes o caídas pueden reactivar la enfermedad,
pues esto puede limitar su desarrollo psicomotor.
En esta etapa la persona y su familia evidencian estas fortalezas y debilidades, al comparar con pares
de la misma edad como compañeros de curso o amigos que dejaron de tratar durante el periodo de
tratamiento, es importante realizar un seguimiento por un equipo de rehabilitación especializado en
caso de fatiga relacionada al cáncer, dificultades funcionales de origen traumatológico (osteosarco-
mas) y/o daño neurológico, ya sea físicas, cognitivas, sensoriales (tumores del SNC).
La evaluación en oncología infanto-juvenil, al igual que en todas las áreas de intervención de la te-
rapia ocupacional, es de crucial importancia ya que a través de una evaluación integral y minuciosa
podremos abordar la mayoría de las problemáticas del niño, niña o joven, su familia y entorno, con tal
de asegurar un tratamiento lo más atingente posible de acuerdo a cada situación de salud particular.
Las herramientas evaluación dependerán de la edad, el contexto y las necesidades de cada persona,
distintas serán las baterías a utilizar. A continuación, se presentan algunos instrumentos de evalua-
ción según cada etapa de tratamiento, la cuales pueden contribuir a establecer mejores procesos
de intervención.
Dada la enorme variabilidad de la condición de salud que puede tener un niño, niña o joven durante
su tratamiento oncológico, será la evaluación clínica el elemento de mayor importancia al momen-
to de planificar una intervención. Debe considerarse siempre una planificación a mediano o largo
plazo según las necesidades generales del niño, niña o joven y su familia, pero además se deberá re-
evaluar, modificar o adaptar cada actividad que se realice según la condición y necesidad específica
del momento en que se aplique.
Los objetivos del tratamiento de terapia ocupacional en oncología infantil se pueden interpretar
como logros de ajuste ocupacional del niño, niña o joven a su situación de salud. Algunos momentos
pueden resultar más críticos o requerir mayores estrategias por parte de los usuarios. En el cuadro
resumen de evaluaciones mínimas se plantean momentos de cambio y desafío ocupacional, e hitos
o conductas ocupacionales a valorar que permiten orientar la necesidad de evaluaciones más pro-
fundas o intervención.
El tratamiento oncológico presenta una serie de desafíos de adaptación ocupacional al niño, niña o
joven y su familia. Se presenta a continuación un cuadro resumen con los 6 momentos que se consi-
deran como el mínimo de evaluaciones sugeridas.
31
Para la Guía de Prevención y Seguimiento Para Sobrevivientes de Cáncer Infantil (MINSAL, 2014)
se creó una pauta de screening ocupacional, destinada a apoyar a los diferentes profesionales del
equipo de oncología a detectar necesidades en los usuarios que requieran intervención de terapeu-
tas ocupacionales. Esta pauta puede ser aplicada en cualquier momento del tratamiento de cáncer,
desde el diagnóstico hasta el alta de pediatría.
La pauta no constituye una herramienta diagnóstica en sí, pero orienta a observar desde la pers-
pectiva de la ocupación el desempeño del niño o niña en su vida cotidiana, pudiendo ser aplicada
por cualquier profesional de la salud para facilitar la derivación oportuna y adecuada. Considerando
que en la realidad PINDA aún pocos centros cuentan con terapeutas ocupaciones exclusivos para el
área, esta pauta permite detectar necesidades y derivar pertinentemente a profesionales externos
a la unidad si fuese necesario. Las conductas esperadas obviamente variarán según la edad del niño
o niña, por lo que se adjuntan también tablas de desarrollo de actividades, juego y niveles de inde-
pendencia esperados.
Para la Guía de Prevención y Seguimiento Para Sobrevivientes de Cáncer Infantil (MINSAL, 2014) se
acordó la aplicación de la pauta de screening ocupacional de manera estándar en dos momentos del
tratamiento, de tal forma de monitorizar el estado de los usuarios:
Esta comparación permitirá observar si los jóvenes logran desarrollar competencias ocupacionales
adecuadas a su contexto y si logran desarrollar estrategias de adaptación a su situación de salud que
les permitan un despliegue ajustado de sus capacidades. Se espera que esto se realizado por todos
los centros PINDA, independiente de si cuentan con terapeuta ocupacional o no.
En caso de los jóvenes con tumores cerebrales u otras patologías que puedan explicar directamente
dificultades del desarrollo, debe considerarse como base el potencial máximo funcional individual,
y evaluar según este estándar.
33
Aplique esta pauta a TODOS los niños y niñas, al menos en los 6 momentos marcados en la siguiente
tabla (1 hoja nueva cada vez). Esto le permitirá tener un acercamiento a la adaptación del niño/a y
derivar en caso de detectar alguna dificultad importante.
FECHA: / /
Intervención extra
……………… ………………………………………………
¿El desarrollo de la
coordinación es acorde a la
edad?
Resumen de la problemática:
Objetivos a trabajar:
Recomendaciones/plan:
Evaluador:
Fuente de Información:
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El documento actual se considera un primer acercamiento para formalizar las intervenciones de los
terapeutas ocupacionales en la red PINDA. Cómo próximos capítulos a desarrollar se sugieren los
siguientes:
• Intervenciones específicas de terapia ocupacional por patología, específicamente:
−− osteosarcomas
−− retinoblastomas
−− leucemias
−− tumores cerebrales
• Terapia Ocupacional en el contexto residencial oncológico infantil
• Terapia ocupacional en cuidados paliativos infantiles
• Terapia Ocupacional y Rehabilitación en Cáncer Infantil
• Adaptaciones y ayudas técnicas en cáncer infantil
• Manejo de síntomas en cáncer infantil, herramientas desde la terapia ocupacional
• Autocuidado emocional del Terapeuta Ocupacional trabajando en cáncer infantil
• Trabajo multidisciplinario, comunicación y colaboración
• Modelos y marcos de trabajo en cáncer infantil
• Vínculo Terapéutico: Herramientas del Terapeuta Ocupacional en Cáncer Infantil
37
18. Lyford-Pike, A. (1998) Ternura Y Firmeza, Ediciones Universidad Católica, Tercera Edición.
19. Ministerio De Salud (2005 - 2006) Protocolos Cáncer Del Niño. Minsal, Santiago, Chile.
20. Ministerio De Salud (2008) Manual Para El Apoyo Y Seguimiento Del Desarrollo Psicosocial De
Los Niños Y Niñas De 0 A 5 Años. Editorial Atenas, Chile.
21. Ministerio De Salud (2010) Guía Clínica Leucemia En Personas Menores De 15 Años. Minsal,
Santiago, Chile.
22. Ministerio de Salud (2011) Orientaciones Técnicas para la Atención Psicosocial de de los Ni-
ños y Niñas Hospitalizados en Servicios de Neonatología y Pediatría. Minsal, Chile.
23. Ministerio de Salud (2014) Guía de Prevención y Seguimiento para sobrevivientes de Cáncer
Infantil. PINDA, Chile.
24. Ministerio De Salud, Chile. Sistema De Protección Integral De La Infancia Chile Crece Contigo
(2012) Orientaciones Técnicas Para Las Modalidades De Apoyo Al Desarrollo Infantil: Guía
Para Los Equipos Locales.
25. Ministerio De Salud. (2005). Reglamento Sobre Seguridad De Los Juguetes, DTO. N°114 DE
2005, Publicado En El Diario Oficial El 17.06.05. Disponible En Chccsalud.Cl
26. Ministerio De Salud. (2010) Guía Para La Promoción Del Desarrollo Infantil En La Gestión Lo-
cal. Niños Y Niñas En El Centro De Su Comunidad. LOM, Santiago. Disponible En Http://Www.
Crececontigo.Gob.Cl/Biblioteca/Materiales-Paraequipos- De-Trabajo/
27. Ministerio De Salud. (2012) Plan Nacional De Salud De La Década 2011 – 2020
28. Montenegro, A., Rueda, L., Ornstein, C. (2015). Reflexiones en torno a la adherencia a trata-
miento de las personas en situación de enfermedad. Revista Chilena de Terapia Ocupacional.
Vol. 15, N°2.
29. Negre, A., & Fortes, I. (2005). Programa de educación sanitaria: estrategia para disminuir la
ansiedad que provoca la transición del hospital a la casa, en los padres de niños con cáncer.
Psicooncología, 2(1), 157-162.
30. Ogilvy, C. (2010) Children and Young people with Cancer. Guidance for Occupational Thera-
pists. College of Occupational Therapists. Londres, Inglaterra.
31. Ortega M., Gutiérrez-Larraya, F. (S.f). Síncope en pediatría. Asociación Española de pediatría.
32. Ortigosa, J. & Méndez (2000): Hospitalización Infantil: Repercusiones psicológicas. Teoría y
Práctica. 2ª Ed. Págs 19-29.
33. Pampliega de Quiroga, A., & Racedo, J. (2007). Crítica de la Vida Cotidiana. Buenos Aires: Edi-
ciones Cinco
34. Pérez-Olarte, P. (2003). Evaluación Y Manejo Del Niño(A) Con Retraso Psicomotor. Pediatría
Integral; VII (8):557-566.
35. Rodríguez, S., Arancibia, V., Undurraga, C. (1976). Escala De Evaluación De Desarrollo Psicomo-
tor Para Niños(As) Entre 0 Y 2 Años. Santiago: Editorial Galdoc.
36. Ruiz, C. O. C., & Puncet, J. R. G. (2002). Calidad de vida al egreso en pacientes con cáncer palia-
tivo y terminal. MEDISAN, 6(2), 6-11.
37. Schavelzon, J. (2004) Psicoterapia En La Persona Con Cáncer. Una Indicación Para Todos Los
Pacientes. Revista Psiconcología. Páginas 47/51.
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ANEXOS
ANEXO 01: PERFILES PARA CARGOS DE TERAPEUTAS OCUPACIONALES EN
ONCOLOGÍA INFANTIL
CARGO TERAPEUTA OCUPACIONAL EN CASA DE ACOGIDA ONCOLÓGICA
Principales funciones
• Colaboración directa con dirección en funciones administrativas y de planificación.
• Diagnóstico y tratamiento de los niños y niñas durante su permanencia en el hogar, definiendo
necesidades de tiempo libre, educación, autocuidado y llevando a cabo las acciones desde su saber
profesional para dar solución a dichas problemáticas.
• Apoyo a madres y cuidadores en la estructuración de hábitos y rutinas saludables en el hogar, tanto
individuales como colectivas.
• Apoyo en la estructuración de límites y normas generales de crianza, para favorecer la exploración, la
seguridad en los vínculos y el aprendizaje de formas de autorregulación emocional.
• Educación y orientación a madres sobre el cuidado integral del niño oncológico durante su permanencia
en el hogar.
• Incorporación e implementación de actividades significativas, promotoras de equilibro ocupacional y
calidad de vida, en la rutina del hogar.
• Asesoría al personal del hogar en estrategias complementarias de intervención con los residentes.
• Educación al personal acerca de la perspectiva de Terapia Ocupacional respecto al quehacer, la
autonomía y la construcción de hábitos en los niños y niñas.
• Planificar e implementar talleres recreativos y educacionales al interior del hogar.
• Realizar visitas a hospital de acuerdo necesidades específicas de los beneficiarios.
• Prescripción y evaluación de ayudas técnicas.
• Implementación de modificaciones ambientales, a través de la coordinación y gestión de cambios a
nivel de infraestructura que propicien un mejor desempeño ocupacional de los residentes del hogar.
Requisitos:
• Licenciatura en Ciencias de la Ocupación Humana.
• Título Universitario de Terapeuta Ocupacional.
• Conocimientos en Modelos de Ocupación Humana y Salud Mental Infanto Juvenil.
• Deseables conocimientos en Juego.
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• Diagnóstico ocupacional y tratamiento de los niños y niñas definiendo necesidades de tiempo libre,
educación, autocuidado y llevando a cabo las acciones desde su saber profesional para dar solución a
dichas problemáticas.
• Apoyo a madres y cuidadores en la estructuración de hábitos y rutinas saludables, otorgando
paulatinamente mayor autonomía.
• Apoyo en la estructuración de límites y normas generales de crianza, para favorecer la exploración, la
seguridad en los vínculos y el aprendizaje de formas de autorregulación emocional.
• Apoyo a la incorporación e implementación de actividades significativas, promotoras de equilibrio
ocupacional y calidad de vida, en la rutina diaria.
• Educación al personal acerca de la perspectiva de Terapia Ocupacional respecto al quehacer, la
autonomía y la construcción de hábitos en los niños y niñas.
• Prescripción y evaluación de ayudas técnicas. Manejo ortésico en caso de requerirlo.
• Implementación de modificaciones ambientales, a través de la coordinación y gestión de cambios
a nivel de infraestructura que propicien un mejor desempeño ocupacional del niño en sus hogares o
escuelas.
• Entrenamiento, rehabilitación y habilitación en actividades de la vida diaria, escolares, tiempo libre y de
participación social.
• Colaboración directa con otros profesionales de rehabilitación del equipo, además de profesionales del
área social y educativa.
• Vinculación con equipos PINDA comunicando avances en proceso de rehabilitación y solicitando
orientación respecto al tratamiento oncológico para favorecer las estrategias de intervención.
• Realizar actividades de gestión y coordinación con otros dispositivos de rehabilitación a nivel primario,
secundario y terciario, secundario, para evaluar y favorecer la inclusión del niño en sus contextos
cotidianos.
Requisitos:
• Licenciatura en Ciencias de la Ocupación Humana.
• Título Universitario de Terapeuta Ocupacional.
• Deseables conocimientos en Modelos de Neurodesarrollo y Neurorehabilitación (Bobath o similares) y
formación en Integración Sensorial.
• Deseables conocimientos en Modelos de Ocupación Humana.
• Deseables conocimientos en Juego.
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Guía para la Intervención de Terapia Ocupacional en Oncología Infantil
• Diagnóstico ocupacional y tratamiento de los niños y niñas definiendo necesidades de tiempo libre,
educación, autocuidado y llevando a cabo las acciones desde su saber profesional para dar solución a
dichas problemáticas.
• Apoyo a madres y cuidadores en la estructuración de hábitos y rutinas saludables, otorgando
paulatinamente mayor autonomía.
• Apoyo en la estructuración de límites y normas generales de crianza, para favorecer la exploración, la
seguridad en los vínculos y el aprendizaje de formas de autorregulación emocional.
• Apoyo a la incorporación e implementación de actividades significativas, promotoras de equilibrio
ocupacional y calidad de vida, en la rutina diaria.
• Educación al personal acerca de la perspectiva de Terapia Ocupacional respecto al quehacer, la
autonomía y la construcción de hábitos en los niños y niñas.
• Realizar actividades de gestión y coordinación con equipos locales de nivel comunitario, secundario,
terciario, social y /o educacional, para evaluar y favorecer la inclusión del niño en sus contextos
cotidianos.
• Prescripción y evaluación de ayudas técnicas.
• Implementación de modificaciones ambientales, a través de la coordinación y gestión de cambios a
nivel de infraestructura que propicien un mejor desempeño ocupacional del niño en su permanencia en
la unidad de hospitalización, en sus hogares o escuelas.
• orientación respecto a entrenamiento, rehabilitación y habilitación en actividades de la vida diaria,
escolares, tiempo libre y de participación social en coordinación con las unidades de rehabilitación
• Colaboración directa con dirección en funciones administrativas y de planificación de las estrategias de
intervención.
• evaluación y tratamiento del niño o niña con factores de riesgo, sospecha o confirmación de déficit del
desarrollo psicomotor.
• seguimiento de alteraciones del desarrollo psicomotor.
Requisitos:
• Licenciatura en Ciencias de la Ocupación Humana.
• Título Universitario de Terapeuta Ocupacional.
• Deseable conocimientos sobre Salud Mental Infantil.
• Deseables conocimientos en Modelos de Ocupación Humana.
• Deseables conocimientos en Juego.
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Puntaje Comentarios
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6. Rol Ciudadano
A. Interés general
B. Participación en grupos sociales, asociaciones y/o clubes
C. Interés por otros ciudadanos
GLOBAL DE ROL