Guía Unidad N°2 Lit. Gótica
Guía Unidad N°2 Lit. Gótica
Guía Unidad N°2 Lit. Gótica
EL ROMANTICISMO
El adjetivo gótico deriva de godo, y, en efecto, en el contexto de este subgénero literario, gran
parte de las historias trascurren en castillos y monasterios medievales. En sentido estricto, el terror
gótico fue una moda literaria, de origen fundamentalmente anglosajón, que se extendió desde finales
del siglo XVIII hasta finales del siglo XIX, como reacción al Racionalismo. Y aún en nuestros días,
apreciamos su influencia en la literatura de terror moderna que los viejos arquetipos no
desaparecieron totalmente.
El renacimiento del gótico fue la expresión emocional, estética y filosófica que reaccionó contra el
pensamiento dominante de la Ilustración, según el cual la humanidad sería capaz, solo en uso de la
Razón, de llegar a obtener el conocimiento verdadero, la felicidad y virtud perfectas; aunque el
Romanticismo demostraría que tan insaciable apetito de conocimiento dejaba de lado la idea de que
el miedo podía ser también sublime.
Así, las ideas de orden de la Ilustración van siendo relegadas y dan paso a la afición por el gótico en
Inglaterra y así se va abriendo camino para la fundación de una escuela de este tipo de literatura,
derivada de modelos alemanes.
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La novela gótica surgió a la sombra de la Inglaterra del Siglo de las Luces, de su neoclasicismo
ilustrado, de su desproporcionado culto a la razón, cuando el rechazo a lo sobrenatural, en la vida
cotidiana, llevó aparejado, en su propio nacimiento, una férrea condena de su uso literario y estético.
La obra fundadora o su origen se atribuye al autor inglés Horace Walpole, con su novela de 1764 El
castillo de Otranto, que llevaba el subtítulo (en su segunda edición) de "Una historia gótica".
Las narrativas góticas abundan entre 1765 y 1820, con la iconografía que nos es conocida:
cementerios, páramos y castillos tenebrosos repletos de misterios, villanos infernales, hombres
lobos, vampiros, doppelgänger (transmutadores, o doble personalidad) y demonios, etc.
LITERATURA GÓTICA
La ficción gótica tiende a poner énfasis tanto en la emoción como en un tipo de terror placentero,
sirviendo como una extensión al movimiento literario romántico que era relativamente nuevo en el
momento en que se publicó la novela de Walpole. El más común de estos "placeres" entre los lectores
góticos era el de lo "sublime", un sentimiento indescriptible que "nos lleva más allá de nosotros
mismos".
El nombre de "gótico", que originalmente se refería a los godos, y luego pasó a significar "alemán", se
refiere a la arquitectura gótica de la época medieval de la historia europea, en la que tienen lugar
muchas de estas historias. Esta forma extrema de romanticismo fue muy popular en toda Europa,
especialmente entre los escritores y artistas de lengua inglesa y alemana.
Las características de este género pasan en primer lugar por una ambientación romántica: paisajes
sombríos, bosques tenebrosos, ruinas medievales y castillos con sus respectivos sótanos, criptas y
pasadizos bien poblados de fantasmas, ruidos nocturnos, cadenas, esqueletos, demonios...
Los ingredientes de este subgénero son castillos embrujados, criptas, fantasmas o monstruos, así
como las tormentas y tempestades, la nocturnidad y el simple detalle truculento, todo ello surgido
muchas veces de leyendas populares.
En los términos más generales, la literatura gótica puede definirse como la escritura que emplea
paisajes oscuros y pintorescos, dispositivos narrativos sorprendentes y melodramáticos, y una
atmósfera general de exotismo, misterio, miedo y pavor. Las localizaciones góticas son
fundamentales:
bosques sombríos, mazmorras, granjas abandonadas, calles oscuras, casonas vacías, criptas…
A menudo, una novela o historia gótica girará en torno a una casa grande y antigua que esconde un
terrible secreto o sirve de refugio a un personaje especialmente aterrador y amenazador. Estas
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características principales de la novela gótica crean un efecto oscuro y sombrío, sin embargo, los
escritores góticos también han utilizado elementos sobrenaturales, toques de romance, personajes
históricos conocidos y narraciones de viajes y aventuras para entretener a sus lectores, tanto, la
aparición de cadáveres, espectros, muertos vivientes y otros elementos sobrenaturales, como viajes
en el tiempo o en el espacio.
1- El misterio y miedo
Uno de los componentes cruciales de una cautivadora historia gótica evoca sentimientos de suspenso
y miedo. Todo lo que está más allá de la comprensión científica da paso al misterio, y las atmósferas
góticas aprovechan este principio. Muchas obras góticas contienen escenas, eventos y objetos como
entierros, velas parpadeantes, pociones malignas y otros conceptos espantosos.
Vemos esto en la novela de Ann Radcliffe de 1794, Los misterios de Udolpho. La historia se centra en
Emily St. Aubert, una niña huérfana que fue sometida a crueldades por los guardianes y encarcelada
en castillos. La obra incluía extraños y temibles sucesos y una atmósfera inquietante que llegó a
definir el género en los años siguientes.
2- Presagios y maldiciones
3- La atmósfera y el entorno
Los novelistas góticos establecen el tono eligiendo cuidadosamente la ubicación física de una escena,
ya que la atmósfera y el ambiente de una novela gótica contribuyen directamente a la sensación de
miedo e inquietud. Los autores a menudo utilizaron escenarios como bosques oscuros, regiones
montañosas desconcertantes, condiciones climáticas ominosas y tormentas amenazantes. Los
castillos, romantizados en el período medieval, jugaron un papel importante en los primeros escritos
góticos.
Por ejemplo, la escritora gótica Mary Shelley ambientó sus escenas en lugares espeluznantes como
cementerios, castillos sombríos, e incluso desarrolló la figura de un monstruo grotesco para
enfatizar la espeluznante trama de su novela Frankenstein de 1818.
4- Actividad sobrenatural y paranormal
Gran parte del encanto de la literatura gótica proviene de la sugerencia del género de eventos
sobrenaturales o inexplicables, como objetos inanimados que cobran vida, fantasmas, espíritus y
vampiros como el de la fantasía gótica de Bram Stoker de 1897, Drácula.
Un ejemplo más contemporáneo, y menos convencional, es la novela Amada de Toni Morrison, que se
publicó en 1987 y se considera ampliamente como una versión moderna de la novela gótica tradicional.
La historia se centra en un ex esclavo llamado Sethe, y su hija, cuyo hogar en Cincinnati está
embrujado por un vengador que se cree que es el fantasma de la hija mayor de Sethe. Sigue la
convención del miedo y el horror, recurriendo a elementos sobrenaturales como el fantasma para
dirigir la trama. https://biobibliografias.com/literatura -gotica/
I. COMPRENSIÓN LECTORA
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TEXTO 1
FRANKEINTEIN (fragmento) Mary Shelley
Capítulo 4
Una desapacible noche de noviembre contemplé el final de
mis esfuerzos. Con una ansiedad rayana en la agonía, coloqué
a mi alrededor los instrumentos que me iban a permitir
infundir un hálito de vida a la cosa inerte que yacía a mis
pies. Era ya la una de la madrugada; la lluvia golpeaba las ventanas sombríamente, y la vela casi se
había consumido, cuando, a la mortecina luz de la llama, vi cómo la criatura abría sus ojos
amarillentos y apagados. Respiró profundamente y un movimiento convulsivo sacudió su cuerpo.
¿Cómo expresar mi sensación ante esta catástrofe, o describir el engendro que con tanto
esfuerzo e infinito trabajo había creado? Sus miembros estaban bien proporcionados y había
seleccionado sus rasgos por hermosos. ¡Hermosos!: ¡santo cielo! Su piel amarillenta apenas si
ocultaba el entramado de músculos y arterias; tenía el pelo negro, largo y lustroso, los dientes
blanquísimos; pero todo ello no hacía más que resaltar el horrible contraste con sus ojos acuosos,
que parecían casi del mismo color que las pálidas órbitas en las que se hundían, el rostro arrugado,
y los finos y negruzcos labios.
Las alteraciones de la vida no son ni mucho menos tantas como las de los sentimientos humanos.
Durante casi dos años había trabajado infatigablemente con el único propósito de infundir vida en
un cuerpo inerte. Para ello me había privado de descanso y de salud. Lo había deseado con un
fervor que sobrepasaba con mucho la moderación; pero ahora que lo había conseguido, la
hermosura del sueño se desvanecía y la repugnancia y el horror me embargaban. Incapaz de
soportar la visión del ser que había creado, salí precipitadamente de la estancia.
Ya en mi dormitorio, paseé por la habitación sin lograr conciliar el sueño. Finalmente, el cansancio
se impuso a mi agitación, y vestido me eché sobre la cama en el intento de encontrar algunos
momentos de olvido. Mas fue en vano; pude dormir, pero tuve horribles pesadillas. Veía a
Elizabeth, rebosante de salud, paseando por las calles de Ingolstadt. Con sorpresa y alegría la
abrazaba, pero en cuanto mis labios rozaron los suyos, empalidecieron con el tinte de la muerte;
sus rasgos parecieron cambiar, y tuve la sensación de sostener entre mis brazos el cadáver de mi
madre; un sudario la envolvía, y vi cómo los gusanos reptaban entre los dobleces de la tela. Me
desperté horrorizado; un sudor frío me bañaba la frente, me castañeteaban los dientes y
movimientos convulsivos me sacudían los miembros.
A la pálida y amarillenta luz de la luna que se filtraba por entre las contraventanas, vi al engendro,
al monstruo miserable que había creado. Tenía levantada la cortina de la cama, y sus ojos, si así
podían llamarse, me miraban fijamente.
II.-ACTIVIDAD
Selecciona la alternativa correcta.
1. ¿Cuál es el espacio físico donde ocurren los hechos? (LOCALIZAR)
A. En una iglesia
B. En una estancia
C. En una casa de la ciudad
D. En una casa embrujada.
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5. ¿Qué palabra puede reemplazar a “¿FERVOR”, sin que se pierda el contexto de la historia?
(Incremento de vocabulario)
A. Pasión
B. Frialdad
C. Indiferencia
D. Ánimo
I. El misterio y miedo.
II. Presagios y maldiciones.
III. La atmósfera y el entorno.
IV. Actividad sobrenatural y paranormal.
A. Sólo I.
B. Sólo II.
C. Sólo III y IV
D. I, II, III y IV
8. ¿Por qué crees que este tipo de literatura resulta atractiva para muchos jóvenes o incluso
adultos? Para emitir tu opinión debes considerar:
Emite tu opinión fundamentando con a lo menos dos argumentos que defiendan tu postura y
cumpla con el objetivo de convencer a lector.
La crítica también reconoce la estructura básica, es decir:
- Introducción: presenta el tema (obra) y la opinión.
- Desarrollo: argumentos que apoyan la opinión destacando aspectos de la obra, ya sea,
ambiente, personajes, conflicto, etc. y
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TEXTO 2
EL CORAZÓN DELATOR. Edgar Allan Poe
Me quedé quieto y no dije nada. Durante una hora entera, no moví ni un músculo y mientras tanto no oí
que volviera a acostarse en la cama. Aún estaba sentado, escuchando, como había hecho yo mismo,
noche tras noche, escuchando los relojes de la muerte en la pared.
Oí de pronto un quejido y supe que era el quejido del terror mortal, no era un quejido de dolor o
tristeza. ¡No! Era el sonido ahogado que brota del fondo del alma cuando el espanto la sobrecoge. Yo
conocía perfectamente ese sonido. Muchas veces, justo a medianoche, cuando todo el mundo dormía,
surgió de mi pecho, profundizando con su temible eco, los terrores que me enloquecían. Digo que lo
conocía bien. Sabía lo que el viejo sentía y sentí lástima por él, aunque me reía en el fondo de mi
corazón. Sabía que él había estado despierto desde el primer débil sonido, cuando se había vuelto en
la cama. Sus miedos habían crecido desde entonces. Había estado intentando imaginar que aquel ruido
era inofensivo, pero no podía. Se había estado diciendo a sí mismo: "No es más que el viento en la
chimenea, no es más que un ratón que camina sobre el suelo", o "No es más que un grillo que chirrió una
sola vez". Sí, había tratado de convencerse de estas suposiciones, pero era en vano. Todo en vano, ya
que la muerte, al acercársele se había deslizado furtiva y envolvía a su víctima. Y era la fúnebre
influencia de aquella imperceptible sombra la que le movía a sentir, aunque no veía ni oía, a sentir la
presencia dentro de la habitación.
Cuando hube esperado mucho tiempo, muy pacientemente, sin oír que se acostara, decidí abrir un poco,
muy poco, una ranura en la linterna. Entonces la abrí –no sabe usted con qué suavidad– hasta que, por
fin, su solo rayo, como el hilo de una telaraña, brotó de la ranura y cayó de lleno sobre el ojo del
buitre.
Estaba abierto, bien abierto y me enfurecí mientras lo miraba, lo veía con total claridad, de un azul
apagado, con aquella terrible película que me helaba el alma. Pero no podía ver nada de la cara o del
cuerpo, ya que había dirigido el rayo, como por instinto, exactamente al punto maldito.
¿No le he dicho que lo que usted cree locura es solo mayor agudeza de los sentidos? Luego llegó a mis
oídos un suave, triste y rápido sonido como el que hace un reloj cuando está envuelto en algodón. Aquel
sonido también me era familiar. Era el latido del corazón del viejo. Aumentó mi furia, como el redoblar
de un tambor estimula al soldado en batalla.
Sin embargo, incluso en ese momento me contuve y seguí callado. Apenas respiraba. Mantuve la
linterna inmóvil. Intenté mantener con toda firmeza la luz sobre el ojo. Mientras tanto, el infernal
latido del corazón iba en aumento. Crecía cada vez más rápido y más fuerte a cada instante. El terror
del viejo debe haber sido espantoso. Era cada vez más fuerte, más fuerte... ¿Me entiende? Le he
dicho que soy nervioso y así es. Pues bien, en la hora muerta de la noche, entre el atroz silencio de la
antigua casa, un ruido tan extraño me excitaba con un terror incontrolable. Sin embargo, por unos
minutos más me contuve y me quedé quieto. Pero el latido era cada vez más fuerte, más fuerte. Creí
que aquel corazón iba a explotar. Y se apoderó de mí una nueva ansiedad: ¡Los vecinos podrían
escuchar el latido del corazón! ¡Al viejo le había llegado la hora! Con un fuerte grito, abrí la linterna y
me precipité en la habitación. El viejo clamó una vez, sólo una vez. En un momento, lo tiré al suelo y
arrojé la pesada cama sobre él. Después sonreí alegremente al ver que el hecho estaba consumado.
Pero, durante muchos minutos, el corazón siguió latiendo con un sonido ahogado. Sin embargo, no me
preocupaba, porque el latido no podría oírse a través de la pared. Finalmente, cesó. El viejo estaba
muerto. Quité la cama y examiné el cuerpo. Sí, estaba duro, duro como una piedra. Pasé mi mano sobre
el corazón y allí la dejé durante unos minutos. No había pulsaciones. Estaba muerto. Su ojo ya no me
preocuparía más.
Si aún me cree usted loco, no pensará lo mismo cuando describa las sabias precauciones que tomé para
esconder el cadáver. La noche avanzaba y trabajé con rapidez, pero en silencio. En primer lugar
descuarticé el cadáver. le corté la cabeza, los brazos y las piernas. Después levanté tres planchas del
suelo de la habitación y deposité los restos en el hueco. Luego coloqué las tablas con tanta inteligencia
y astucia que ningún ojo humano, ni siquiera el suyo, podría haber detectado nada extraño. No había
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nada que limpiar; no había manchas de ningún tipo, ni siquiera de sangre. Había sido demasiado
precavido para eso. Todo estaba recogido. ¡Ja, ja!
Cuando terminé con estas tareas, eran las cuatro... Todavía oscuro como medianoche. Al sonar la
campanada de la hora, golpearon la puerta de la calle. Bajé a abrir muy tranquilo, ya que no había anda
que temer. Entraron tres hombres que se presentaron, muy cordialmente, como oficiales de la policía.
Un vecino había oído un grito durante la noche, por lo cual había sospechas de algún atentado. Se
había hecho una denuncia en la policía, y ellos, los oficiales, habían sido enviados a registrar el lugar.
Sonreí, ya que no había nada que temer. Di la bienvenida a los caballeros. Dije que el alarido había sido
producido por mí durante un sueño. Dije que el viejo estaba fuera, en el campo. Llevé a los visitantes
por toda la casa. Les dije que registraran bien. Por fin los llevé a su habitación, les enseñé sus
tesoros, seguros e intactos. En el entusiasmo de mi confianza, llevé sillas al cuarto y les dije que
descansaran allí mientras yo, con la salvaje audacia que me daba mi triunfo perfecto, colocaba mi silla
sobre el mismo lugar donde reposaba el cadáver de la víctima.
Los oficiales se mostraron satisfechos. Mi forma de proceder los había convencido. Yo me sentía
especialmente cómodo. Se sentaron y hablaron de cosas comunes mientras yo les contestaba muy
animado. Pero, de repente, empecé a sentir que me ponía pálido y deseé que se fueran. Me dolía la
cabeza y me pareció oír un sonido; pero se quedaron sentados y siguieron conversando. El ruido se hizo
más claro, cada vez más claro. Hablé más como para olvidarme de esa sensación; pero cada vez se
hacía más claro... hasta que por fin me di cuenta de que el ruido no estaba en mis oídos.
Sin duda, me había puesto muy pálido, pero hablé con más fluidez y en voz más alta. Sin embargo, el
ruido aumentaba. ¿Qué hacer? Era un sonido bajo, sordo, rápido... como el sonido de un reloj de
pulsera envuelto en algodón. traté de recuperar el aliento... pero los oficiales no lo oyeron. Hablé más
rápido, con más vehemencia, pero el ruido seguía aumentando. Me puse de pie y empecé a discutir
sobre cosas insignificantes en voz muy alta y con violentos gestos; pero el sonido crecía
continuamente. ¿Por qué no se iban? Caminé de un lado a otro con pasos fuerte, como furioso por las
observaciones de aquellos hombres; pero el sonido seguía creciendo. ¡Oh, Dios! ¿Qué podía hacer yo?
Me salía espuma de la rabia... maldije... juré balanceando la silla sobre la cual me había sentado, raspé
con ella las tablas del suelo, pero el ruido aumentaba su tono cada vez más. Crecía y crecía y era cada
vez más fuerte. Y sin embargo los hombres seguían conversando tranquilamente y sonreían. ¿Era
posible que no oyeran? ¡Dios Todopoderoso! ¡No, no! ¡Claro que oían! ¡Y sospechaban! ¡Lo sabían! ¡Se
estaban burlando de mi horror! Esto es lo que pasaba y así lo pienso ahora. Todo era preferible a esta
agonía. Cualquier cosa era más soportable que este espanto. ¡Ya no aguantaba más esas hipócritas
sonrisas! Sentía que debía gritar o morir. Y entonces, otra vez, escuchen... ¡más fuerte..., más
fuerte..., más fuerte!
–¡No finjan más, malvados! –grité– . ¡Confieso que lo maté! ¡Levanten esas tablas!... ¡Aquí..., aquí!
¡Donde está latiendo su horrible corazón!
II.-ACTIVIDAD
Luego de la lectura comprensiva del cuento “El corazón delator” responde al interior del equipo las
siguientes preguntas y redactándolas en tu cuaderno.
1. ¿En qué persona está escrito este relato?
2. ¿Qué característica de sí mismo destaca el narrador de este relato en el primer párrafo?
3. ¿Por qué cree el protagonista que no está loco?
4. ¿A quién crees que se dirige el narrador? ¿Por qué utiliza este recurso?
5. ¿Cuál es el móvil del crimen
6. Considerando el motivo del crimen ¿qué nos dice esto de la personalidad del narrador?
7 ¿Por qué se delata el asesino a sí mismo al final del cuento? ¿Qué nos dice esto acerca de su
personalidad?
8. ¿Qué características de la novela gótica aprecias en el cuento?
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TEXTO 3
DRÁCULA (fragmento), de Bram Stoker
III.- ACTIVIDAD
INFERENCIA
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1. ¿Por qué el conde al dar la bienvenida a su huésped le dice: “¡Entre libremente y por su propia
voluntad!”?
2. ¿Qué significado oculto podrá tener ese recibimiento, según lo que se conoce de la historia?
3. ¿Cuáles son los rasgos físicos descriptos en el retrato del personaje que anticipan que Drácula es
un “muerto en vida”? ¿Y que, además, es un vampiro?
4.- Menciona cuáles son los rasgos de carácter del conde que contrarrestan la desconfianza o temor
que podría generar en Harper el lúgubre castillo en el que vive.
TEXTO 4
EL CUERVO. Edgar Allan Poe
III.- ACTIVIDAD