Capítulo V
Capítulo V
Capítulo V
La persona humana
1. ¿Qué es el hombre?
La persona es sustancia, es decir, un ser que existe en sí mismo y no por otro orientado
hacia el fin último. Esta autonomía se expresa bajo el término de “incomunicable” en el
sentido de que no es un accidente, no se comunica con nada.
Propiedades:
Unidad: toda su acción se refiere a un centro único y personal. No quiebra
su personalidad.
Humanismo autentico
Postulados:
Trata también al pecado original como una “condición humana” que daña
nuestra naturaleza, una incapacidad de mantenerse en el bien por sí mismo sin
caer en pecado mortal.
Pero aparece el misterio del amor, cuando Dios se hace carne en el Verbo para
salvarnos, muriendo por nosotros en la cruz y restituyendo nuestra capacidad
humanista de amar a Dios por sobre todas las cosas y permanecer en comunión con
él. Nos da la gracia, un don sobrenatural que nos hace participes de la vida de
Dios, es Dios mismo en el alma del hombre, haciéndola divina y
transformando la naturaleza humana, sin ella no seriamos capaces de acceder a
esta participación en la vida divina. No debe entenderse de forma errónea: no nos
da las perfecciones de Dios ni el alma se vuelve una divinidad.
Es una distinción que sirve para ver si el principio vital es espiritual o no.
El principio vital es la forma sustancial del cuerpo viviente, un principio
esencial que a la vez es una sustancia incompleta ya que depende de la materia
para constituir un cuerpo viviente.
¿Cuál es la dependencia del principio vital en las plantas, animales y personas
con respecto a la materia?
Alma humana
El alma por medio del cerebro tiene una sensación o imagen por el cual
ejerce su propia operación, la abstracción, para sacar la esencia de la cosa
representada en la imagen y así tener una idea universal e inmaterial.
-El hombre puede hacer que gane una tendencia contraria sobre una
instintiva.
El alma separada
Sufre una reducción en sus operaciones, todas aquellas que dependen del cuerpo
desaparecen, pero permanecen las operaciones racionales. El alma conoce
replegándose sobre sí misma así tiene consciencia de su propia exitencia y de los
conceptos previamente adquiridos en función al cuerpo. Además puede recibir
conocimientos nuevos a través de su nueva relación con el mundo espiritual.
Como puede pensar, desea (“el deseo sigue al conocimiento”) solo que ya no
puede elegir entre el bien y el mal, no puede cambiar el curso de su voluntad a la
que antes tenía: si se dirigía con el cuerpo vivo hacia el bien, seguiría allí en caso
contrario es lo mismo solo que orientada al mal.
No es un milagro, ya que este es una oposición a las leyes naturales. Los hijos
son algo natural aunque su creación tenga intervención divina.
El alma no es anterior al cuerpo, ya que es la forma del cuerpo y no tiene sentido
que exista antes a menos de que fuera un espíritu puro, una sustancia completa e
independiente del cuerpo, lo que claramente no es el caso.
Esto no significa que el cuerpo pueda subsistir sin el alma, no es nada sin ella. El
alma es el principio de información del cuerpo, esta informa a una materia
múltiple para que sea un cuerpo, sin ella solo es materia muerta. No hay
dualidad entre “cuerpo” y “alma” solo del principio de información y la
materia informada que constituye una persona.