Reporte de Lectura.

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 7

Nombre del alumno: Carlos Fernando Cruz Morales

Materia: ingeniería ambiental


Reporte de lectura: la contaminación por pilas y baterías en México
Autores: JOSÉ CASTRO DÍAZ Y MARÍA LUZ DÍAZ ARIAS
Asunto: Reporte de lectura
Tema: diferentes temas sobre la contaminación por pilas y baterías en México

¿CUÁNTOS TIPOS DE PILAS O BATERÍAS HAY?


Pila es una unidad electro- química separada y contenida en una caja cuadrada
o redonda con dos terminales que representan los polos positivo y negativo. La
batería contiene más de una pila o celda conectadas entre sí mediante un
dispositivo permanente, incluidas la caja y las terminales. Generalmente las
baterías son pesadas y de mayor tamaño, aunque también las hay de tamaño
similar a las pilas normales, como es el caso de las baterías de 9 voltios que son
de menor tamaño que una pila tipo A usadas en linternas. Las pilas son
dispositivos que convierten la energía química generada por la reacción.

Dependiendo del tipo de pila, sus componentes están constituidos por


sustancias tóxicas como el Hg, Pb, Ni, y Cd, y otras veces por elementos no
tóxicos como el Zn, que en cantidades balanceadas forma parte de nuestro
organismo. Por su electrolito, las pilas se pueden clasificar en secas y
húmedas. Generalmente, las pilas de uso doméstico tienen electrolito seco que
puede ser alcalino o ácido y en algunos casos el electrolito ácido puede estar
contenido en un gel cubierto por un material permeable o de fibra de vidrio, como
es el caso de las baterías de plomo usadas para respaldar la corriente en los
equipos de cómputo o en luces de emergencia en edificios y
casas. Generalmente, para efectos comerciales y técnicos, se les tipifica.

Las pilas primarias son desechables debido a que sus componentes


químicos, una vez que se convierten en energía eléctrica, ya no pueden
recuperarse. También esta categoría de pilas primarias incluye las
alcalinas, cuya duración es tres o más veces mayor que las anteriores. Los
nuevos diseños tienden a ser de tamaño y peso menor, sin embargo, los
volúmenes de producción han aumentado considerablemente, situación que
hay.

¿CUÁNTAS TONELADAS O PIEZAS DE PILAS Y


BATERÍAS SE HAN DESECHADO EN MÉXICO?
Partiendo del hecho de que todas las pilas y baterías producidas para consumo
nacional o importadas, ya sea legal o ilegalmente, se convierten en residuos, se
puede calcular, durante los últimos siete años, un promedio de 35,500 toneladas
anuales. Esta cifra comprende las baterías primarias así como las secundarias
de Ni-Cd, Ni-MH . De acuerdo con la información del cuadro 3 se puede inferir
un promedio de consumo por habitante de aproximadamente 5.11 pilas para el
periodo 1990–1999, sin embargo el dato antes mencionado refleja parcialmente
la realidad ya que no se cuenta con información sobre baterías ingresadas de
forma ilegal al país, o las que ya vienen contenidas en los aparatos. La diferencia
de 10 pilas por habitante menos el consumo real de 5.11 pilas, obtenido de datos
oficiales, da como resultado 4.89 pilas de procedencia ilegal consumidas por
cada mexicano en promedio, de las cuales, una de cada 10 corresponde a pilas.

Cabe señalar que la proporción entre pilas consumidas de procedencia legal con
respecto a las de procedencia ilegal tiende a invertirse, ya que la nueva división
internacional del trabajo ha impuesto una tendencia cuyas consecuencias
influyeron para que a partir de 2002 ya no se produzcan pilas alcalinas o C–Zn
en México, y se consuman las importa- das, predominando el mercado ilegal.

VOLUMEN GENERADO DE PILAS Y BATERÍAS


PRIMARIAS, CARBÓN-ZINC Y ALCALINAS
Los datos de consumo corresponden a 1997, año que, de acuerdo con las
estadísticas, presentaba mayor coherencia.

BATERÍAS SECUNDARIAS DE NI-CD, ION-LI Y NI-MH


Este tipo de baterías presenta la ventaja de reducir de 100 a 300 veces o más el
volumen generado de pilas desechables o primarias, sin embargo, algunos de
sus componentes son más tóxicos, motivo por el que se debe establecer un
programa de recolección y reciclado en México para este tipo de pilas y bate-
rías. Sin embargo, las Ni- Cd aún no tienen sustitutos en herramientas y otras
aplicaciones, como en el caso de los teléfonos inalámbricos domésticos. El
consumo de baterías Ni-Cd para teléfonos celulares para los últimos ocho años
se puede obtener a partir del número de personas que desde 1997 utilizan este
servicio. Por tanto, el cálculo en toneladas para los tres tipos de baterías.

Otro universo de baterías Ni-Cd lo representan las usadas en los teléfonos


inalámbricos domésticos. Partiendo del supuesto de que existen 15 millones de
usuarios, de los cuales, según estimaciones conservadoras un tercio consume
una batería de aproximadamente 45 gramos en promedio cada tres años, se
alcanza un volumen de 75 toneladas al año, de las cuales 18% de su contenido
es cadmio y el 20% níquel. En cuanto al consumo de baterías Ni-Cd para radios
intercomunicadores de dos vías, se calcula que de 1995 a la fecha se han
consumido 805,000 baterías de este tipo, correspondiendo una cantidad
aproximada de 100,000 para el año de 1997. De cualquier forma, es importante
destacar la urgencia de un programa de comunicación y manejo de riesgos.
¿CUÁLES SON LOS POSIBLES RIESGOS CON
RESPECTO A LA TOXICIDAD Y PELIGROSIDAD
DE LAS PILAS?
En términos generales, las pilas, al ser desecha- das se oxidan con el paso del
tiempo por la descomposición de sus elementos y de la materia orgánica que las
circunda, lo que provoca daños a la carcaza o envoltura y, por consiguiente, la
liberación al ambiente de sus componentes tóxicos a los suelos cercanos y a los
cuerpos de agua superficiales o subterráneos. Otras causas de considerable
importancia que contribuyen a la liberación de esos componentes son los
incendios de los basureros o la quema intencional de basura, lo cual representa
un aporte significativo de esos contaminantes al aire. En el primer tipo, el
contenido de dicho metal es del 33% y se usaron tanto en su presentación de
botón como en otros tamaños a partir de 1955. Teóricamente, se dejaron de
producir en 1995, aunque hay fuentes de información que indican que dicho
proceso continúa en Asia y se distribuyen en el mercado internacional. En
1999, el INE solicitó un análisis de muestras de tres diferentes marcas de pilas
del tipo AA de consumo normal en México, de las cuales dos eran de
procedencia asiática y una alcalina de procedencia europea. El muestreo
anterior fue un hecho aislado y sería conveniente en un futuro seguir analizando
el contenido de mercurio en el mayor número de mar- cas posible.

Según información oficial ya no se extrae mercurio en México, aunque se


dispone de datos sobre importación por un monto de 130 toneladas en los
últimos tres años. Otra forma de ingreso de mercurio es por inhalación de los
vapores emitidos por el mercurio en su forma metálica en ambientes cerrados. El
metil mercurio puede atravesar la placenta, acumularse y provocar daño en el
cerebro y en los tejidos de los neonatos, quienes son especialmente sensibles a
esta sustancia. En adultos, la exposición constante a través de la ingesta de
alimentos contaminados, pescados por lo general, puede provocar cambios de
personalidad, pérdida de visión, memoria o coordinación, sordera o problemas.

La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer de la


Organización Mundial de la Salud , considera al metil mercurio y sus compuestos
como posible- mente carcinogénico en seres humanos .

CADMIO
En México, las baterías de Ni–Cd empezaron a usar- se a partir de la segunda
mitad de la década de 1960 en aparatos portátiles como rasuradoras
recargables, aspiradoras y en cualquier otro útil doméstico con fuente de energía
integrada, así como en los vagones del Metro. Se calcula que en las últimas
cuatro décadas y media en México se han liberado al ambiente 20,169 toneladas
de este metal , las cuales es posible que se encuentren en tiraderos municipales
o guardadas en el hogar. En el nivel doméstico, las baterías usadas en los
teléfonos inalámbricos son una fuente importante de Cd debido a que tienen una
envoltura relativamente frágil. Respirar cadmio en altas dosis produce graves
lesiones en los pulmones, y cuando se ingiere generalmente se acumula en los
riñones.

La IARC considera el cadmio y sus compuestos como carcinogénicos para los


humanos. El cadmio que se emite al ambiente se disuelve parcialmente en el
agua, pero no se degrada, por lo que las plantas, peces y otros animales
asimilan este metal, que puede permanecer en el organismo durante largo
tiempo y puede acumularse después de años de exposición a bajos niveles.

NÍQUEL
Con menor frecuencia, algunas personas que son sensibles a este metal sufren
ataques de asma luego de periodos de exposición. La ingesta de agua con altos
niveles de este elemento ocasiona dolores de estómago y efectos adversos.

MANGANESO
Dado que el mayor volumen consumido de pilas son alcalinas y C-Zn, el óxido
de manganeso contenido en ellas es el contaminante que en mayor volumen se
ha liberado al medio ambiente en las últimas cuatro décadas, lo que representa
aproximadamente 145,917 toneladas. La autopsia reveló altos niveles de dicho
metal y de zinc en sus órganos. Por las razones antes mencionadas, se aclara
que la información científica presentada a continuación se refiere
específicamente a los efectos del manganeso en términos generales y no
estrictamente a los compuestos de manganeso presentes en el ambiente a
consecuencia de la inadecuada disposición de pilas. La exposición a niveles de
manganeso muy altos durante largo tiempo ocasiona perturbaciones mentales y
emocionales, y provoca movimientos lentos y faltos de coordinación.

Litio
Los síntomas por intoxicaciones agudas de litio son fallas
respiratorias, depresión del miocardio, edema pulmonar y estupor
profundo. Dada su baja adsorción, el litio puede lixiviarse fácilmente a los mantos
acuíferos, por lo que se ha encontrado en pequeñas cantidades en diferentes.
OTRAS SUSTANCIAS GENERADAS POR PILAS Y
BATERÍAS
Los diferentes tipos de electrolitos ácidos o alcalinos contenidos en pilas y
baterías, pueden representar un riesgo para la salud ya que pueden ocasionar
quemaduras e irritaciones en la piel y también afectar los suelos.

¿CÓMO SE HA MANEJADO EL RIESGO EN


MÉXICO?
Se ha intentado organizar programas de recolección de baterías en el país, pero
no se considera que el reciclado de las baterías alcalinas o C-Zn, por ejemplo, no
es viable, en términos económicos, ya que la energía utilizada en el proceso no
es costeada por los materiales recuperados como son el carbón o el zinc, debido
a que el precio de estos materiales en el mercado es demasiado bajo. No
obstante lo anterior, se han llevado a cabo varios intentos de programas de
recolección en diferentes ciudades del país, así como iniciativas en es-
cuelas, centros comerciales y a través de organizaciones civiles. Por parte del
sector gubernamental, el Instituto Nacional de Ecología organizó en diciembre
de 1998 en la Ciudad de México un taller sobre reciclado de baterías Ni-
Cd, donde se hicieron propuestas de diferentes países miembros de la OCDE
para apoyar a México en este asunto, pero a la fecha no hay avances.

¿DÓNDE SE DEPOSITAN O RECICLAN EN


MÉXICO LAS PILAS Y LAS BATERÍAS?
Las prácticas de reciclado en México han estado ausentes debido a los altos
costos económicos y las prácticas con tecnologías no adecuadas han dado lugar
a costos ambientales no estudiados. Las pilas, especialmente las
desechables, se ubican en el segundo apartado, y de acuerdo con lo
mencionado referente a las empresas prestadoras de servicios, el costo por un
contenedor de 250 kilogramos de cualquier tipo de baterías para transportarlas
desde la Ciudad de México a Mina, en el estado de Nuevo León, es
aproximadamente de 600 pesos.
Si se proyecta teóricamente un escenario donde se estableciera un programa de
recolección exitoso y se acopiaran aproximadamente 10 millones de pilas del
tipo AA, su confinamiento costaría aproximada- mente 600 mil pesos.
¿SE PUEDEN RECICLAR Y CUÁNTO CUESTA
HACERLO?
Lamentablemente en México no existen empresas recicladoras para pilas
desechables además, como se mencionó, no es costeable dado que el costo
económico y ambiental de la energía invertida en el proceso no compensaría el
valor de los materiales recuperados. Con respecto al reciclado de pilas
recargables de Ni-Cd, Ni-MH o Ion-Li, en México no existe todavía una empresa
con la capacidad de hacerlo, debido a que se requiere de una tecnología
limpia, de alto costo, disponible sólo en países como EE.

ASPECTOS LEGALES
Como ya se ha explicado en los párrafos anteriores, el marco legal ha impuesto
al manejo y al reciclado de pilas una carga económica y administrativa muy
alta, que, a diferencia de los peligrosos de origen industrial , son generados por
casi todos los habitantes del país. También algunos vacíos e imprecisiones en
conceptos legales y consecuentemente diferentes criterios para interpretar la
normatividad han inhibido las iniciativas sociales para llevar a cabo programas
de re- colección y reciclado. Los fundamentos legales que regulan el manejo de
pilas y baterías se basan en la publicación de la LGEEPA, publicada en 1988 y
modificada en tres ocasiones . «- El control de los residuos peligrosos
considerados de baja peligrosidad conforme a las disposiciones del presente
ordenamiento».

En la práctica, el correspondiente reglamento de la ley es lo suficientemente


estricto tratándose de residuos industriales peligrosos, pero dificultó y elevó los
costos de manejo de pilas debido a que, por ejemplo, para transportar o
almacenarlas se requiere de transporte y lugares especiales cuyo costo de
acondicionamiento es elevado por las especificaciones necesarias para su buen
manejo, indicadas en el reglamento. Lodos del tratamiento de aguas residuales
en la producción de baterías de Ni-Cd. Productos de desechos de las baterías
Ni-Cd. Productos de desechos de las baterías Zn-C.

Productos de desechos de las baterías alcalinas. Baterías de desechos y


residuos de los hornos de la producción de las baterías de Hg. Por lo tanto, en
la práctica, esta norma oficial mexicana ha sido de difícil interpretación cuando
se refiere a pilas como residuos domésticos, y esta falta de precisión ha
ocasionado que ningún ciudadano común pueda transportar pilas usadas en su
auto- móvil o almacenarlas en cualquier sitio. Por lo anterior, es necesaria la
modificación al marco legal para que éste propicie un buen manejo.

Afortunadamente ha sido publicada la nueva ley sobre residuos que presenta


una mejor perspectiva para un manejo adecuado de pilas y baterías.
LA NUEVA LEY SOBRE RESIDUOS
La Comisión de Medio Ambiente y Recursos Natura- les de la LVIII Legislatura
de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión sometió a consideración
del Pleno de la Cámara el proyecto de decreto por el que se expidió la Ley
General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, aprobada por el
Congreso de la Unión el 28 de abril de 2003, y publicada en el Diario Oficial de
la Federación el 8 de octubre del mismo año.

ASPECTOS ECONÓMICO-FINANCIEROS
Sin embargo, para el caso de las pilas, lámparas de mercurio, envases vacíos
de plaguicidas, disolventes, su valor es negativo, es decir, habría que pagar para
que fueran dispuestos de mane- ra segura o reciclados, y para el caso de las
baterías alcalinas y C-Zn, los costos de reciclado pueden ser mayores que los
de los materiales obtenidos. Es probable que en esta década se llegue a los
niveles máximos de aporte de los contaminantes contenidos en las pilas y
baterías, por lo que al mismo tiempo debe iniciarse la disminución del ingreso al
ambiente de es- tos contaminantes a través de acciones que involucren a todos
los sectores de la sociedad, propiciando la reducción del consumo y manejo a
niveles racionales.

También podría gustarte