Autismo Infantil-Informe
Autismo Infantil-Informe
Autismo Infantil-Informe
CRAED-CHOLUTECA
Objetivo General:
Conocer la enfermedad, sus síntomas, origen, causas, tratamiento y
abordaje.
Objetivos Específicos:
Conocer los elementos básicos relacionados a la identificación y
características del trastorno.
Conocer cuáles son los síntomas que presentan los niños que
presentan autismo.
Investigar y dar a conocer cuál es el origen de dicho trastorno.
III. MARCO TEORICO
EL AUTISMO INFANTIL.
Es un síndrome que definió en 1943 un psiquiatra de origen austriaco llamado Leo
Kanner. El autismo es un trastorno neuropsiquiátrico, que generalmente se manifiesta
durante los tres primeros años de vida, y se caracteriza por:
Aislamiento social.
El trastorno del espectro autista es una afección relacionada con el desarrollo del
cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con otras
personas, lo que causa problemas en la interacción social y la comunicación. El
trastorno también comprende patrones de conducta restringidos y repetitivos. El
término «espectro» en el trastorno del espectro autista se refiere a un amplio
abanico de síntomas y gravedad.
Si bien no existe una cura para los trastornos del espectro autista, un tratamiento
intensivo y temprano puede hacer una gran diferencia en la vida de muchos niños.
Causas
Los trastornos del espectro autista no tienen una única causa conocida. Considerando
la complejidad del trastorno y el hecho de que los síntomas y la gravedad varían,
probablemente haya muchas causas. La genética y el medio ambiente pueden influir.
No existe ningún vínculo entre las vacunas y los trastornos del espectro
autista.
Una de las controversias más importantes del trastorno del espectro autista reside en
si existe un vínculo entre este trastorno y algunas vacunas de la niñez. A pesar de la
vasta investigación, ningún estudio confiable ha demostrado que exista dicho vínculo
entre el trastorno del espectro autista y las vacunas. De hecho, el primer estudio que
comenzó el debate años atrás fue retirado debido a un diseño deficiente y métodos de
investigación cuestionables.
Factores de riesgo.
La cantidad de niños que reciben un diagnóstico de trastornos del espectro autista está
aumentando. No está claro si esto se debe a una mejor detección e informe, a un
aumento real de la cantidad de casos o a ambos. Los trastornos del espectro autista
afectan a los niños de todas las razas y nacionalidades, pero determinados factores
aumentan el riesgo de padecerlos. Estos pueden ser:
El sexo de tu hijo. Los niños tienen cuatro veces más probabilidades de padecer
un trastorno del espectro autista que las niñas.
Edad de los padres. Puede haber una conexión entre los niños nacidos de padres
mayores y el trastorno del espectro autista, pero se necesita más investigación
para establecer este vínculo.
Los signos del trastorno del espectro autista normalmente aparecen en las primeras
etapas del desarrollo cuando se observan retrasos evidentes en las habilidades del
lenguaje y las interacciones sociales. El médico podría recomendar pruebas de
desarrollo para determinar un posible retraso en las habilidades cognitivas, del
lenguaje y sociales de tu hijo si:
No responde con una sonrisa o una expresión de felicidad a los 6 meses o antes
Síntomas
Algunos niños presentan signos del trastorno del espectro autista en la primera
infancia, como menor contacto visual, falta de respuesta cuando los llaman por su
nombre o indiferencia ante las personas responsables del cuidado. Otros niños pueden
desarrollarse normalmente durante los primeros meses o años de vida, pero luego
repentinamente se vuelven introvertidos o agresivos o pierden habilidades del
lenguaje que habían adquirido. En general, los signos se observan a los 2 años.
Algunos niños con trastornos del espectro autista tienen dificultades de aprendizaje y
algunos presentan signos de inteligencia inferiores a lo normal. Otros niños con este
trastorno tienen una inteligencia entre normal y alta, aprenden rápido, aunque tienen
problemas para comunicarse, aplicar lo que saben en la vida diaria y adaptarse a
situaciones sociales.
Debido a la combinación única de síntomas que presenta cada niño, a veces, puede ser
difícil determinar la gravedad. En general, se basa en el nivel de deterioro y en cómo
afecta la capacidad de desenvolverse.
Tipos de Autismo
Los trastornos generalizados del desarrollo (TGD), entre los que se encuentra el
autismo, se caracterizan porque los afectados tienen dificultades para desenvolverse
en diversas áreas: la comunicación (verbal y no verbal), la interacción social, y la
realización de actividades, que se ve limitada en número y presenta un patrón
repetitivo y monótono.
Ninguno de los trastornos del espectro autista tiene cura, sin embargo la terapia suele
ser individualizada y ajustada a las necesidades que precisa cubrir el sujeto,
consiguiendo mejor pronóstico cuanto más precoz sea su inicio. El tratamiento del
autismo en este sentido suele incluir:
Intervenciones conductuales educativas: se realizan tanto en el sujeto diagnosticado
de autismo, como en su ambiente familiar cercano. La terapia consiste en una serie de
sesiones cuyo objetivo es la obtención de capacidades intensivas y de alta
estructuración, orientadas a que los sujetos desarrollen habilidades sociales y del
lenguaje. Se suele emplear el Análisis Conductual Aplicado. La terapia incluye también
a las personas que conforman el entorno del sujeto (padres, hermanos, educadores,
etcétera), a fin de prestar un apoyo a estos en el desarrollo de la vida diaria con una
persona diagnosticada de trastorno autista y en la adquisición de habilidades para
relacionarse con esta persona.
Intervenciones emocionales y psíquicas: tienen como objetivo la adquisición y
desarrollo de habilidades emocionales de expresión y reconocimiento de sentimientos,
desarrollo de la empatía… Al igual que las intervenciones sociales educativas, la terapia
incluye el círculo social cercano, con los que se trabaja también la expresión de sus
sentimientos, frustraciones, impresiones, etcétera, hacia el sujeto con trastorno
autista.
Los animales preferidos para poner en práctica este tipo de terapias son los perros y
los caballos, entre otras cosas, por ser los más accesibles en nuestro medio. En el caso
de los caballos, la equinoterapia ofrece la ventaja de ser una actividad que se realiza al
aire libre y en contacto con la naturaleza. La afectividad de este animal, que incluso es
capaz de percibir las limitaciones físicas y mentales de los pacientes, se conjuga con el
efecto terapéutico que ofrece su movimiento, y que aumenta el equilibrio, la
concentración y la autoestima de los afectados por discapacidades físicas o psíquicas .
Los perros son animales inteligentes y cariñosos que disfrutan con la compañía
humana y no necesitan hablar para transmitir su afecto, no juzgan a las personas y no
requieren un nivel de comunicación exigente; además, son capaces de aprender a
obedecer órdenes sencillas y se adaptan perfectamente a la rutina que necesitan los
niños con autismo.
Perros: Han demostrado su capacidad para ayudar a personas ciegas o con otras
discapacidades físicas, y seguramente por esto se pensó en ellos para iniciar terapias
con niños autistas.
Caballos: La terapia asistida con caballos ha demostrado su eficacia para mejorar el
equilibrio y la movilidad, y por esto se ha empleado en personas que sufren diferentes
tipos de parálisis. Pero también tiene efectos sobre la comunicación y el
comportamiento, y puede mejorar la calidad de vida de personas con necesidades
especiales.
Delfines: Estos simpáticos mamíferos son muy alegres e inteligentes y se han
conseguido muy buenos resultados cuando se han empleado en la terapia con niños
autistas. Los estudios que se han realizado sobre delfinoterapia han revelado que la
interacción con los delfines mejora la concentración y la capacidad de comunicación de
niños afectados por algún trastorno generalizado del desarrollo.
Conclusión
Mediante la explicación de dicho curso, hemos podido profundizar en aquellos
aspectos importantes que influyen en el trastorno, tanto para intervenir de forma
temprana, como para ayudar al desarrollo de las habilidades de la persona autista.
Hemos podido percibir actitudes específicas que igual no habríamos tenido en cuenta
en las personas que lo sufren. Por lo tanto, después de la información facilitada, es
posible que hayamos aclarado muchas de las incógnitas sobre este trastorno.
Ese era el objetivo de este curso: aportar información para aplicar en nuestro futuro,
ya que si nos encontramos con personas autistas, podremos tener una base de
conocimientos sobre su comportamiento y aportarle todo aquello que necesiten en
cada momento.
Esto ha sido un resumen exhaustivo sobre los puntos principales del trastorno para
poder desvelar las dudas principales, pero el ámbito es muy amplio y complejo.
Por ello, a todos aquellos familiares de personas autistas les recomendaría mantenerse
constantemente informados sobre el trastorno y de sus novedosos avances. Pero
sobre todo que le aporten mucho cariño, comprensión y motivación, ya que como
todos los niños lo necesitan.
Después de cierta experiencia con este tipo de niños, he de decir que lo principal es
introducirse en su mundo, no sacarlo del suyo.
Ellos tienen una visión a veces distinta a la nuestra y por ello debemos de utilizar
nuestra empatía, pero sobre todo aportarle nuestra imaginación.
Como bien decía Theo Peeters: “Tenemos que aprender a ver el mundo a través de los
ojos de una persona con autismo. Cuando seamos capaces de comprender porque la
vida les resulta difícil, podremos mover obstáculos y desarrollar respeto por los
esfuerzos que hacen para sobrevivir entre nosotros”
Anexos
Bibliografía