Autismo Infantil-Informe

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE HONDURAS

CRAED-CHOLUTECA

CARRERA DE PEDAGOGIA Y CIENCIAS DE LA EDUCACION


Asignatura: Psicología General
Catedrático: Lic. Roger Alexis Peralta
Informe sobre: El Autismo Infantil
Presentado por:
Angie Sugey Baquedano Banegas (20221100016)
Ena Marbely Hernández Maradiaga (20221100048)
Meylin Gabriela Briceño Diaz (20211130043)
Ruby Dilenia Reyes Escalante (20211100054)

Choluteca 15 de julio del 2022


INDICE
I.INTRODUCCION…………………………………………………………………………Pag. 3
II.Objetivos………………………………………………………………………………….Pag. 4
III.Marco Teórico…………………………………………………………………………Pag. 5
IV.Conclusiones………………………………………………………………………….Pag.13
VI.Recomendaciones…………………………………………………………………..
VII.Anexos……………………………………………………………………………………Pag.14
VIII.Fuentes Bibliográficas…………………………………………………………….Pag.15
I.INTRODUCCION
El autismo infantil es un síndrome muy estudiado por los psicólogos, maestros de
educación especial o pedagogía terapéutica y especialistas del lenguaje como los
logopedas y los maestros de audición y lenguaje.
Se define como un trastorno mental, caracterizado por un fuerte déficit en la
comunicación, el lenguaje y la relación social. Este síndrome comienza a hacerse
evidente en los primeros 30-36 meses de vida. Aunque cada niño autista es un mundo
a la hora del tratamiento, el diagnostico de autismo presenta unas determinadas
características que lo diferencian de otros trastornos, como la esquizofrenia o el
trastorno específico del lenguaje (T.E.L).
II.OBJETIVOS

Objetivo General:
Conocer la enfermedad, sus síntomas, origen, causas, tratamiento y
abordaje.

Objetivos Específicos:
 Conocer los elementos básicos relacionados a la identificación y
características del trastorno.
 Conocer cuáles son los síntomas que presentan los niños que
presentan autismo.
 Investigar y dar a conocer cuál es el origen de dicho trastorno.
III. MARCO TEORICO

EL AUTISMO INFANTIL.
Es un síndrome que definió en 1943 un psiquiatra de origen austriaco llamado Leo
Kanner. El autismo es un trastorno neuropsiquiátrico, que generalmente se manifiesta
durante los tres primeros años de vida, y se caracteriza por:

 Aislamiento social.

 Dificultades para comunicarse (lenguaje, mímica...).

Patrones estereotipados de conducta, es decir, gestos o expresiones que se repiten


sin variación.

El trastorno del espectro autista es una afección relacionada con el desarrollo del
cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con otras
personas, lo que causa problemas en la interacción social y la comunicación. El
trastorno también comprende patrones de conducta restringidos y repetitivos. El
término «espectro» en el trastorno del espectro autista se refiere a un amplio
abanico de síntomas y gravedad.

El trastorno del espectro autista comprende afecciones que anteriormente se


consideraban independientes, como el autismo, el síndrome de Asperger, el
trastorno desintegrativo infantil y una forma no especificada de trastorno
generalizado del desarrollo. Algunas personas aún utilizan el término «síndrome de
Asperger» que generalmente se considera que está en el período final leve del
trastorno del espectro autista.

El trastorno del espectro autista comienza en los primeros años de la infancia y, a


la larga, provoca problemas para desenvolverse en la sociedad, por ejemplo, en
situaciones sociales, en la escuela y el trabajo. Los niños suelen presentar síntomas
de autismo en el primer año. Un número reducido de niños parecen desarrollarse
de forma normal en el primer año y luego pasan por un período de regresión entre
los 18 y los 24 meses de edad, cuando aparecen los síntomas de autismo.

Si bien no existe una cura para los trastornos del espectro autista, un tratamiento
intensivo y temprano puede hacer una gran diferencia en la vida de muchos niños.

Causas
Los trastornos del espectro autista no tienen una única causa conocida. Considerando
la complejidad del trastorno y el hecho de que los síntomas y la gravedad varían,
probablemente haya muchas causas. La genética y el medio ambiente pueden influir.

 Genética. Varios genes diferentes parecen estar relacionados con los trastornos


del espectro autista. Para algunos niños, los trastornos del espectro autista
pueden estar asociados con un trastorno genético, como el síndrome de Rett o el
síndrome del cromosoma X frágil. Para otros, los cambios genéticos (mutaciones)
pueden aumentar el riesgo de padecer trastorno del espectro autista. Más aún,
otros genes pueden afectar el desarrollo del cerebro o el modo en que se
comunican las neuronas cerebrales, o pueden determinar la gravedad de los
síntomas. Algunas mutaciones genéticas parecen ser hereditarias, mientras que
otras suceden de manera espontánea.

 Factores ambientales. Actualmente, los investigadores estudian si factores, como


las infecciones virales, los medicamentos, las complicaciones durante el
embarazo o los contaminantes del aire, desempeñan un papel en el
desencadenamiento del trastorno del espectro autista.

No existe ningún vínculo entre las vacunas y los trastornos del espectro
autista.

Una de las controversias más importantes del trastorno del espectro autista reside en
si existe un vínculo entre este trastorno y algunas vacunas de la niñez. A pesar de la
vasta investigación, ningún estudio confiable ha demostrado que exista dicho vínculo
entre el trastorno del espectro autista y las vacunas. De hecho, el primer estudio que
comenzó el debate años atrás fue retirado debido a un diseño deficiente y métodos de
investigación cuestionables.

No vacunar a tu hijo en la niñez puede ponerlo tanto a él como a otros en peligro de


contagiarse y transmitir enfermedades graves, como la tos ferina (pertusis), paperas o
sarampión.

Factores de riesgo.

La cantidad de niños que reciben un diagnóstico de trastornos del espectro autista está
aumentando. No está claro si esto se debe a una mejor detección e informe, a un
aumento real de la cantidad de casos o a ambos. Los trastornos del espectro autista
afectan a los niños de todas las razas y nacionalidades, pero determinados factores
aumentan el riesgo de padecerlos. Estos pueden ser:
 El sexo de tu hijo. Los niños tienen cuatro veces más probabilidades de padecer
un trastorno del espectro autista que las niñas.

 Antecedentes familiares. Las familias con un niño con trastorno del espectro


autista tienen un mayor riesgo de tener otro hijo con este trastorno. También es
frecuente que los padres o familiares de un niño con trastorno del espectro
autista tengan problemas menores con las habilidades sociales y de
comunicación, o ciertas conductas típicas de este trastorno.

 Otros trastornos. Los niños con ciertas afecciones tienen un riesgo mayor de lo


normal de presentar un trastorno del espectro autista o síntomas parecidos a los
del autismo. Algunos ejemplos son el síndrome del cromosoma X frágil, un
trastorno hereditario que causa problemas intelectuales; la esclerosis tuberosa,
una enfermedad en la que se forman tumores benignos en el cerebro; y el
síndrome de Rett, una enfermedad genética que se produce casi exclusivamente
en las niñas y que provoca un crecimiento más lento de la cabeza, incapacidad
intelectual y pérdida del uso útil de la mano.

 Bebés extremadamente prematuros. Los bebés que nacen antes de las


26 semanas de gestación pueden tener un mayor riesgo de padecer un trastorno
del espectro autista.

 Edad de los padres. Puede haber una conexión entre los niños nacidos de padres
mayores y el trastorno del espectro autista, pero se necesita más investigación
para establecer este vínculo.

Cuándo consultar al médico.

Cada bebé se desarrolla a su propio ritmo, y muchos no siguen la cronología exacta


que se encuentra en algunos libros sobre crianza. Sin embargo, los niños que padecen
trastornos del espectro autista no suelen manifestar signos de retraso en el desarrollo
antes de los 2 años.

Si te preocupa el desarrollo de tu hijo o sospechas que puede tener trastornos del


espectro autista, coméntale tus inquietudes al médico. Los síntomas de estos
trastornos también pueden estar vinculados con otros trastornos del desarrollo.

Los signos del trastorno del espectro autista normalmente aparecen en las primeras
etapas del desarrollo cuando se observan retrasos evidentes en las habilidades del
lenguaje y las interacciones sociales. El médico podría recomendar pruebas de
desarrollo para determinar un posible retraso en las habilidades cognitivas, del
lenguaje y sociales de tu hijo si:
 No responde con una sonrisa o una expresión de felicidad a los 6 meses o antes

 No imita sonidos o expresiones faciales a los 9 meses o antes

 No balbucea ni hace gorgoritos a los 12 meses o antes

 No hace gestos, como señalar o saludar, a los 14 meses o antes

 No dice palabras simples a los 16 meses o antes

 No juega a juegos «de simulación» o imitación a los 18 meses o antes

 No dice frases de dos palabras a los 24 meses o antes

 Pierde las habilidades del lenguaje o sociales a cualquier edad

 No balbucea ni hace gorgoritos a los 12 meses o antes

 No hace gestos, como señalar o saludar, a los 14 meses o antes

 No dice palabras simples a los 16 meses o antes

 No juega a juegos «de simulación» o imitación a los 18 meses o antes

 No dice frases de dos palabras a los 24 meses o antes

 Pierde las habilidades del lenguaje o sociales a cualquier edad

Síntomas

Algunos niños presentan signos del trastorno del espectro autista en la primera
infancia, como menor contacto visual, falta de respuesta cuando los llaman por su
nombre o indiferencia ante las personas responsables del cuidado. Otros niños pueden
desarrollarse normalmente durante los primeros meses o años de vida, pero luego
repentinamente se vuelven introvertidos o agresivos o pierden habilidades del
lenguaje que habían adquirido. En general, los signos se observan a los 2 años.

Es probable que los trastornos del espectro autista tengan un patrón de


comportamiento y un nivel de gravedad únicos en cada niño, desde un funcionamiento
bajo hasta uno alto.

Algunos niños con trastornos del espectro autista tienen dificultades de aprendizaje y
algunos presentan signos de inteligencia inferiores a lo normal. Otros niños con este
trastorno tienen una inteligencia entre normal y alta, aprenden rápido, aunque tienen
problemas para comunicarse, aplicar lo que saben en la vida diaria y adaptarse a
situaciones sociales.
Debido a la combinación única de síntomas que presenta cada niño, a veces, puede ser
difícil determinar la gravedad. En general, se basa en el nivel de deterioro y en cómo
afecta la capacidad de desenvolverse.

¿Se puede curar el autismo? Se ha hablado de diferentes curas, terapias, métodos


para la cura del autismo, pero no hay una cura para el Trastorno del Espectro
Autista, y tampoco existe un tratamiento único. Existen muchos tipos de
tratamientos pero no una cura única.

Tipos de Autismo

Los trastornos generalizados del desarrollo (TGD), entre los que se encuentra el
autismo, se caracterizan porque los afectados tienen dificultades para desenvolverse
en diversas áreas: la comunicación (verbal y no verbal), la interacción social, y la
realización de actividades, que se ve limitada en número y presenta un patrón
repetitivo y monótono.

El diagnóstico diferencial entre los diversos trastornos se establece atendiendo


aspectos como el grado de desarrollo del lenguaje, la edad en que aparecieron los
primeros síntomas y la severidad del trastorno. No existen pruebas médicas específicas
que determinen de qué trastorno se trata y, por lo tanto, el diagnóstico de los distintos
tipos de autismo se basa en la observación de las manifestaciones clínicas y entrevistas
con el paciente y su familia.

 Autismo infantil o síndrome de Kanner: es una afectación en mayor o menor


grado de las tres esferas principales del autismo (interacción social, lenguaje
verbal y corporal, y restricción de comportamientos con acciones muy
repetitivas e inmotivadas).

 Síndrome de Asperger: forma bastante leve de autismo en la cual los pacientes


no son capaces de interpretar los estados emocionales ajenos (carecen de
empatía). Estas personas son incapaces de relacionar la información facilitada
por el entorno y el lenguaje corporal de las personas acerca de los estados
cognitivos y emocionales de estas. Mantienen un desarrollo normal tanto del
lenguaje como de su situación intelectual.

 Síndrome de Rett: trastorno cognitivo raro (afecta aproximadamente a 1 de


cada 10.000 personas, principalmente del sexo femenino) que se manifiesta
durante el segundo año de vida, o en un plazo no superior a los 4 primeros
años de vida. Se caracteriza por la aparición de graves retrasos en el proceso de
adquisición del lenguaje y de la coordinación motriz. En un porcentaje alto de
los pacientes se asocia con retraso mental grave. En un porcentaje alto de los
pacientes se asocia con retraso mental grave o leve. El proceso de deterioro
cognitivo es persistente y progresivo.

 Trastorno de desintegración infantil: aparece un proceso súbito y crónico de


regresión profunda y desintegración conductual tras 3-4 años de desarrollo
cognitivo y social correctos. Habitualmente existe un primer periodo de
síntomas característicos (irritabilidad, inquietud, ansiedad y relativa
hiperactividad), al que sigue la pérdida progresiva de capacidades de relación
social, con alteraciones marcadas de las relaciones personales, de habla y
lenguaje, pérdida o ausencia de interés por los objetos, con instauración de
estereotipias y manierismos. Suelen presentar crisis epilépticas.

 Trastorno generalizado del desarrollo no especificado (PDD-NOS): Se


diagnostica a niños que presentan dificultades de comunicación, socialización y
comportamiento, pero que no cumplen los criterios específicos para el
diagnóstico de ninguno de los otros trastornos generalizados del desarrollo.

Tratamiento y prevención del autismo

Ninguno de los trastornos del espectro autista tiene cura, sin embargo la terapia suele
ser individualizada y ajustada a las necesidades que precisa cubrir el sujeto,
consiguiendo mejor pronóstico cuanto más precoz sea su inicio. El tratamiento del
autismo en este sentido suele incluir:
Intervenciones conductuales educativas: se realizan tanto en el sujeto diagnosticado
de autismo, como en su ambiente familiar cercano. La terapia consiste en una serie de
sesiones cuyo objetivo es la obtención de capacidades intensivas y de alta
estructuración, orientadas a que los sujetos desarrollen habilidades sociales y del
lenguaje. Se suele emplear el Análisis Conductual Aplicado. La terapia incluye también
a las personas que conforman el entorno del sujeto (padres, hermanos, educadores,
etcétera), a fin de prestar un apoyo a estos en el desarrollo de la vida diaria con una
persona diagnosticada de trastorno autista y en la adquisición de habilidades para
relacionarse con esta persona.
Intervenciones emocionales y psíquicas: tienen como objetivo la adquisición y
desarrollo de habilidades emocionales de expresión y reconocimiento de sentimientos,
desarrollo de la empatía… Al igual que las intervenciones sociales educativas, la terapia
incluye el círculo social cercano, con los que se trabaja también la expresión de sus
sentimientos, frustraciones, impresiones, etcétera, hacia el sujeto con trastorno
autista.

Medicamentos: no existen medicamentos específicos para el tratamiento del trastorno


autista, por lo que se emplea siempre terapia paliativa de la sintomatología
desarrollada por el sujeto. Así, si existen convulsiones, se prescriben uno o varios
anticonvulsivos específicos, y si existe impulsividad o hiperactividad, se recurre al
empleo de medicamentos de uso habitual en pacientes con trastorno de déficit de
atención. Los medicamentos más habituales administrados a estos pacientes son los
ansiolíticos, antidepresivos y los empleados en el trastorno obsesivo-compulsivo. En la
actualidad los más utilizados son la fluoxetina y paroxetina (antidepresivos) y la
risperidona (neuroléptico).

Prevención del autismo


En la mayoría de los pacientes la sintomatología presenta una buena evolución con el
diagnóstico y el tratamiento precoces. Por lo general, cuanto antes se inicie la terapia,
mejor es el pronóstico del paciente; no obstante, algunas variables presentan una
evolución bastante negativa, al tratarse de alteraciones en las cuales el sujeto presentó
una evolución correcta de las habilidades hasta determinada edad, en la que se
produjo un retroceso progresivo no controlable.
Existe un porcentaje de pacientes que son capaces de desarrollar una vida personal y
laboral independiente o con un grado de apoyo bajo, aunque lo habitual es que los
pacientes precisen apoyos y servicios externos a lo largo de toda la vida.

Terapias con animales para el autismo


Las investigaciones al respecto han demostrado que las personas que padecen autismo
pueden conseguir grandes beneficios si siguen terapias asistidas con animales como
perros y caballos. Entre las dificultades que presentan estos pacientes se encuentran el
retraso en la adquisición del lenguaje (en muchos casos ni siquiera llegan a hablar) y su
incapacidad para mostrar empatía, lo que les hace aislarse de las personas de su
entorno y disminuye sus posibilidades de aprender a desenvolverse en sociedad.

Los animales preferidos para poner en práctica este tipo de terapias son los perros y
los caballos, entre otras cosas, por ser los más accesibles en nuestro medio. En el caso
de los caballos, la equinoterapia ofrece la ventaja de ser una actividad que se realiza al
aire libre y en contacto con la naturaleza. La afectividad de este animal, que incluso es
capaz de percibir las limitaciones físicas y mentales de los pacientes, se conjuga con el
efecto terapéutico que ofrece su movimiento, y que aumenta el equilibrio, la
concentración y la autoestima de los afectados por discapacidades físicas o psíquicas .

Los perros son animales inteligentes y cariñosos que disfrutan con la compañía
humana y no necesitan hablar para transmitir su afecto, no juzgan a las personas y no
requieren un nivel de comunicación exigente; además, son capaces de aprender a
obedecer órdenes sencillas y se adaptan perfectamente a la rutina que necesitan los
niños con autismo.

Perros: Han demostrado su capacidad para ayudar a personas ciegas o con otras
discapacidades físicas, y seguramente por esto se pensó en ellos para iniciar terapias
con niños autistas.
Caballos: La terapia asistida con caballos ha demostrado su eficacia para mejorar el
equilibrio y la movilidad, y por esto se ha empleado en personas que sufren diferentes
tipos de parálisis. Pero también tiene efectos sobre la comunicación y el
comportamiento, y puede mejorar la calidad de vida de personas con necesidades
especiales.
Delfines: Estos simpáticos mamíferos son muy alegres e inteligentes y se han
conseguido muy buenos resultados cuando se han empleado en la terapia con niños
autistas. Los estudios que se han realizado sobre delfinoterapia han revelado que la
interacción con los delfines mejora la concentración y la capacidad de comunicación de
niños afectados por algún trastorno generalizado del desarrollo.
Conclusión
Mediante la explicación de dicho curso, hemos podido profundizar en aquellos
aspectos importantes que influyen en el trastorno, tanto para intervenir de forma
temprana, como para ayudar al desarrollo de las habilidades de la persona autista.
Hemos podido percibir actitudes específicas que igual no habríamos tenido en cuenta
en las personas que lo sufren. Por lo tanto, después de la información facilitada, es
posible que hayamos aclarado muchas de las incógnitas sobre este trastorno.
Ese era el objetivo de este curso: aportar información para aplicar en nuestro futuro,
ya que si nos encontramos con personas autistas, podremos tener una base de
conocimientos sobre su comportamiento y aportarle todo aquello que necesiten en
cada momento.
Esto ha sido un resumen exhaustivo sobre los puntos principales del trastorno para
poder desvelar las dudas principales, pero el ámbito es muy amplio y complejo.
Por ello, a todos aquellos familiares de personas autistas les recomendaría mantenerse
constantemente informados sobre el trastorno y de sus novedosos avances. Pero
sobre todo que le aporten mucho cariño, comprensión y motivación, ya que como
todos los niños lo necesitan.
Después de cierta experiencia con este tipo de niños, he de decir que lo principal es
introducirse en su mundo, no sacarlo del suyo.
Ellos tienen una visión a veces distinta a la nuestra y por ello debemos de utilizar
nuestra empatía, pero sobre todo aportarle nuestra imaginación.
Como bien decía Theo Peeters: “Tenemos que aprender a ver el mundo a través de los
ojos de una persona con autismo. Cuando seamos capaces de comprender porque la
vida les resulta difícil, podremos mover obstáculos y desarrollar respeto por los
esfuerzos que hacen para sobrevivir entre nosotros”
Anexos
Bibliografía

Autismo en niños, causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento


https://www.webconsultas.com › ... › Psicología infantil

Trastorno del espectro autista - Síntomas y causas - Mayo


Clinic
https://www.mayoclinic.org › es-es › syc-20352928

El niño autista. Perfil de un niño con autismo - Guía Infantil


https://www.guiainfantil.com › Salud › Autismo

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