Puerto Madero
Puerto Madero
Puerto Madero
U
n modesto curso de agua, al que llamaron Riachuelo, fue determinante en la elección
del sitio de Buenos Aires, tanto para Pedro de Mendoza, primer adelantado del Río de
la Plata, cuando estableció su precario real en 1536, como para Juan de Garay, al fundar
la Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires en 1580.
Cuando aparecen los buques de
casco de hierro y propulsión a vapor
del siglo XIX, éstos debieron fondear
lejos de la costa y recurrir para la carga
y descarga a dos, y hasta tres alijos
entre buque y muelle, lo que puso en
Eldesarrollourbano crisis a las instalaciones portuarias que
habían funcionado hasta entonces en
el Riachuelo.
delantiguo
PuertoMaderoenla
ciudaddeBuenosAires
Figura 1. Estampa de trasbordos. Repro-
ducida de Difieri, Horacio A., 1980,
Atlas de Buenos Aires, tomo I, p. 335,
BuenosAires.
Figura3.PlantadeConjuntodelPuertodeBuenosAires,dondepuedeapreciarselarelaciónentre
PuertoNuevo,PuertoMaderoyelRiachuelo.
Figura2.EsquemasdelaspropuestasdeMaderoy
Huergo.ImagenreproducidadeDifieri,Horacio
A., 1980, Atlas de Buenos Aires, tomo I, p. 325, la Segunda Guerra Mundial en 1939. El área nacieron y se desarrollaron en estrecha proxi-
BuenosAires. acoge los ya conocidos prototipos corbusia- midad. Con dichos contenedores, los puertos
nos del estadio y del museo de crecimiento de mar requirieron sitios mucho más amplios
indefinido, de planta en espiral cuadrada, una para desplegar extensos playones de manio-
andanas en ambos costados de los diques, al gran explanada para desfiles cívicos y una isla bras, lo que obligó a alejarlos del centro, a la
poco tiempo se comprobó su insuficiencia e a la que llaman ciudad de negocios, imagen vez que quedaron áreas libres que, además de
inadecuación. Por ese motivo, en 1906, el Mi- que el maestro plasma en uno de sus croquis su centralidad, reunían atractivos de memoria
nisterio de Obras Públicas proyectó las obras a tinta más celebrados. histórica y la infalible fascinación del agua.2
del puerto nuevo (a partir de una propuesta del Propuestas sucesivas proponen progra-
ingeniero Elmer Corthell), y comenzó a cons- mas centrales, a la vez que ampliaciones CAMBIA EL USO URBANO DE LAS
truirse en 1911. Se inauguró en 1925 con una sobre áreas ganadas al río. El último proyecto ANTIGUAS ÁREAS PORTUARIAS DEL MUNDO
configuración de espigones abiertos. se llamó, precisamente, Ensanche del Área Las imágenes del Moll de la Fusta y el Puerto
Central. Exponía un gigantesco relleno, una Olímpico de Barcelona, el Muelle 17 de Nue-
PROPUESTAS DE REMODELACIÓN DEL ÁREA mitad destinada a realojar todas las reparticio- va York, el Seaport de San Francisco y la Back
ANTIGUO PUERTO MADERO nes públicas y la otra a un grandioso parque Bay de Baltimore motivaron la participación
Para este puerto, que nació obsoleto, desde público. de docentes, alumnos, arquitectos practicantes
muy temprano hubo proyectos para aprove- y a una especie naciente: los desarrolladores
char sus extensas superficies para usos más acoplados a grandes bancos.
acordes con su ubicación central privilegiada El desarrollo del Canary Wharf, del puer-
en lo que ya era una metrópoli cosmopolita to de Londres, fue doblemente apreciado en
y mayor. Buenos Aires, por las semejanzas tipológicas
En 1925 se formula un Plan de Estética y constructivas de los depósitos londinenses y
Edilicia y Desarrollo que dio oportunidad a la porteños (hasta resulta probable que hubiesen
creación de una avenida y parques costaneros; salido de las mismas mesas de dibujo).
así como para el municipio de Buenos Aires en
el que se propone un descenso monumental
de la Plaza de Mayo, con grandiosas escalina- 2
Pero esta transformación de ninguna manera
tas que llegan hasta las aguas.1 resultó automática, porque los puertos, por regla
En 1929, Le Corbusier visita Buenos Aires; general, estaban fuera de la jurisdicción municipal,
ahí dos jóvenes adeptos argentinos, Ferrari Figura 4. Plan de 1925. Imagen de una de las a veces bajo régimen nacional, o como entes au-
Hardoy y Kurchan, le ofrecen formular un plan variantespropuestasparalaremodelacióndela tónomos. Hasta el punto que debí una invitación
para esta ciudad. Las carpetas con los estudios PlazadeMayo.DellibroProyectoOrgánicoparala a participar de un encuentro organizado por la
llegan en mal momento, por el estallido de UrbanizacióndelMunicipio,BuenosAires,1925. Agencia Francesa de Ciudades-Portuarias, al he-
cho de que la transformación de Puerto Madero
1
La comisión del plan estaba presidida por el in- estuviese adelantada, cuando en muchas ciudades
tendente municipal e integrada por el director de se hablaba de transformaciones urbanas que las
Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, los IMPACTO URBANÍSTICO autoridades portuarias, celosas de su jurisdic-
presidentes de la Sociedad Central de Arquitectos DE LA REVOLUCIÓN DE LOS CONTENEDORES ción, venían evitando, sin ceder un solo metro
y de la Comisión de Bellas Artes y un veterano y La revolución de los contenedores vino a sellar cuadrado, a veces durante décadas. En el caso de
reconocido profesor de la Facultad de Arquitectura. la suerte funcional del Antiguo Puerto Madero. Rouen, las tratativas, con la Regie Autonome del
Este plan se conoce como de la Comisión de Estética Impactó a todas las grandes urbes portuarias, Puerto, para agregar un nuevo puente sobre el río,
Edilicia de 1925. donde Puerto y Distrito Central de Negocios vital para la ciudad, habían demorado 20 años.
4
Este trabajo se efectuó en el estudio privado inte-
grado por los arquitectos Juan M. Borthagaray, Mario
P. Gastellu y Carlos A. Marré, con Armando Pérez
Güimil como asociado; adicionalmente, se invitó
como asociados a Pablo Doval y Enrica Rosellini.
También se invitó los alumnos que habían parti-
cipado en el trabajo de la cátedra: Andrea Behar,
Pablo Coos y Patricia Dietrich, recién graduados de
arquitectos. Figura9.PlantadelPlanMaestrode1992,comentado.
a los cortes que la conexión con las calles de el norte, donde el triángulo va estrechándose
la ciudad existente determinaban. Las hileras y la masa edificada discurre entre los diques y
de manzanas se extendieron entre los espejos los parques; los sectores central y sur, el an-
de agua de los diques, al oeste, y los parques cho del tejido urbano requiere de un tercer
y la avenida Costanera, al este. La otra cosa espacio público atractivo intermedio, función
lamentable que malogra los mejores sectores que atendimos con un bulevar ancho que re-
de manzanas de la ciudad es la estrechez de corriese toda la longitud de la isla, aportando
las calles y, sobre todo, de sus veredas. Recor- unidad a situaciones necesariamente (y así
dábamos los cortes de calles ilustrados en la queridas) heterogéneas.
publicación del plan de 1925. Si el modelo corriente de parcelas y
Figura13.Proyectoseleccionado,equipo3.García Había que proyectarlas en función de los manzanas porteñas, con sus inconvenientes,
Espil,Sabatini,SoldiniyTufaro. árboles. Tal como se configuró el proyecto, la se había seguido en todo el país, mi esperan-
isla triangular quedó dividida en tres sectores: za era que este modelo alternativo también
lo fuese, y si no podíamos remediar lo que
se construyó aventanado a “patios”, tal vez
pudiese haber otro futuro.
Así rendimos homenaje a la manzana, la
cuadra y, sobre todo, al persistente tipo arqui-
tectónico por antonomasia de Buenos Aires, la
casa de departamentos, dinosaurio extinguido
por el cataclismo terminal que significó la ley
de alquileres y que, tras un ciclo biológico de
medio siglo como casa de renta, pudo renacer
como propiedad horizontal. Tamaña persisten-
cia de un tipo es digna de respeto.
El otro tipo arquitectónico que había ob-
tenido carta de ciudadanía en Buenos Aires
eran las torres, a las cuales dedicamos otra im-
portante parte de la masa de metros. Nuestras
torres fueron grandes y fueron muchas, para
despejar amplias áreas destinadas a parques
públicos que, al ser contiguos a los existentes,
potenciarían su importancia. Al proyectar
amplias parcelas y baja ocupación del suelo,
Figura14.Proyectofinal,equipo:JuanManuelBorthagaray,CristianCarnicer,PabloDoval,Enrique se quiso que las torres se levantasen en medio
GarcíaEspil,MarianaLeidemann,CarlosMarré,RómuloPérez,AntonioTufaroyEugenioXaús. de jardines que, sin ser espacios públicos,
BIBLIOGRAFÍA
Aslan, L., Joselevich, I., Novoa, G., Saiegh, D.,
Santaló, A., Buenos Aires-Puerto 1887-1992, 1992
(Inventario de Patrimonio Urbano Buenos Aires),
Figura19.Vistadesdeeldique4haciaelsur,desdelapartebajadelaTorreTelecom(prolongaciónde Buenos Aires.
Viamonte).Aladerechaseobservanlosantiguosdepósitosremodeladoscomocentroscomerciales,
oficinasyviviendas.Fotografía:HéctorMontesdeOca. Consultores Europeos Asociados, 1990, Plan Es-
tratégico de Antiguo Puerto Madero, Buenos Aires,
del género. También deberían atender a La- reserva ecológica, uso del relleno que quedó Barcelona.
nús, y a los vecinos de los barrios porteños como único supérstite del abandonado pro-
de Boca, Barracas, Pompeya y Constitución. yecto de ensanche del área central. Conviene Difieri, Horacio A.,1980, Atlas de Buenos Aires, tomo
Desde estos puntos la accesibilidad es pro- decir algo sobre dicha área. Se ha convertido I, Buenos Aires.
blemática. Han desaparecido la cerca de en objeto de culto de los ecologistas de la ciu-
hierro, la amenaza del marinero, la bayoneta dad, que custodian con enorme celo que no Intendencia Municipal-Comisión Estética Edi-
en la panza y la ominosa advertencia ¡centi- vaya a producirse la menor antropización del licia Municipal, 1925, Proyecto Orgánico para
nela abrirá fuego!; pero sigue habiendo otras terreno. Esto ha generado una larga polémica, la Urbanización del Municipio, Buenos Aires,
barreras: anchas avenidas de intenso tráfico, que se reitera con los frecuentes incendios, Talleres Peuser.
zona de vías casi no utilizadas (difíciles de que algunos atribuyen al abandono que rei-
caminar) y, sobre todo, distancias peatonales na en el área, mientras que los defensores a Le Corbusier, 1934-38, 1945, segunda edición,
excesivas, que desalientan la posibilidad de ultranza de su intangibilidad piensan que son Zurich, Erlenbach .
que estos paseos puedan entrar en el ritmo intencionales, producidos por las manos avie-
cotidiano, y aun semanal, de sus demandantes sas de quienes están detrás de inconfesables Larivière, Felisa, 1999, Costanera Sur Corporación
más necesitados. negocios inmobiliarios. Yo opino que debe Antiguo Puerto Madero, S.A., Buenos Aires.
En rigor, la accesibilidad popular no está compartirse entre un sector que preserve la
resuelta y requiere una imaginativa y audaz flora y la fauna como reserva de verdadera _______, 1999, Corporación Antiguo Puerto Made-
propuesta de transporte público, que haga envergadura en el Delta del Tigre, a la que ro S.A. Un modelo de gestión urbana (1989-1999),
realidad la promesa de disponibilidad masiva debería asegurarse un fluido ingreso popular. Buenos Aires.
de las amenidades de los espacios públicos. Otro sector debería consagrarse a usos recrea-
Se ha cuidado el matiz que aportan las tivos que potencien y completen los parques Larivière, Felisa y Luna, Félix, 2005, Puerto Madero,
reminiscencias del antiguo uso portuario, de la costanera sur, para que el conjunto emule Buenos Aires, Ediciones Larivière.
como las grúas y los grandes veleros visitables la envergadura de los parques de Palermo.
de significado simbólico (inicio, tal vez, de Estimo que debería abrirse al uso recreativo el Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. Orga-
un verdadero museo náutico), aunque los perímetro de costa sobre el río abierto y ser de nización del Plan Regulador. 1968, Informe Prelimi-
desarrollos culturales de gran público no uso público, porque la costa ha pasado a ser nar. Etapa 1959-1960, Buenos Aires, MCBA.
se han llevado a cabo de acuerdo con las un bien escasísimo en nuestra metrópoli otrora
expectativas previstas. Esto ha sucedido con costera, además incluir a los humanos entre Plan de Renovación Urbana de la Zona Sur de la Ciu-
el museo o centro científico interactivo para las especies protegidas. También debemos dad de Buenos Aires,1971, Buenos Aires, MCBA.
niños llamado Puerto Curioso, donde el sueño restaurar actividades recreativas en contacto
de nuestro ilustre científico Manuel Sadosky directo con el agua, actualmente ausentes Propuesta para la Recuperación y Desarrollo del Área
ha quedado a mitad de camino. También, en de la ciudad. La memoria histórica recuerda Puerto Madero-Costanera Sur y Relleno sobre el Río,
el tramo de la isla triangular que se extiende el Balneario Municipal de la Costanera Sur, 1986 (Trabajo de la Cátedra Arq. Juan M. Borthaga-
entre los dos ramilletes de torres, el anunciado al que años de inaccesibilidad llevaron al ray), Buenos Aires.
museo de arte, inconcluso hasta la fecha, se descuido hasta la imposibilidad de cualquier
ha teñido de incertidumbre tras haber sido uso. El Balneario Municipal de la Costanera Puerto Madero, concurso nacional de ideas, 1991,
retirado su mecenas de la presidencia de una Norte, en Núñez, fue durante varios años, de Buenos Aires.
de las mayores empresas del país y debido a las las presidencias del general Perón, solaz de
versiones poco tranquilizantes sobre el destino multitudes, con más de 40 mil concurrentes Revista La Arquitectura de hoy (versión castellana de
de su legendaria colección de arte. en los fines de semana de verano. Después L'Architecture D'Oujourd'Hui), 1947, 1 (4), Buenos
Personalmente, siempre soñé con que se de su clausura, durante la epidemia de pará- Aires, Guillermo Kraft Ltda.
estableciera en ese sector un acuario mayor, lisis infantil en 1955, nunca fue rehabilitado.
del que inexplicable y lamentablemente care- La ciudad le debe a los sectores populares Secretaría del Consejo Nacional de Desarrollo
ce la capital de una nación con más de dos mil la oportunidad de revivir estas amenidades Oficina Regional de Desarrollo Área Metropolitana,
kilómetros de costa sobre el océano Atlántico y públicas. Habrá que ofrecer grandes espejos 2000, Esquema Director, Buenos Aires.
plataformas continentales, territorios insulares de aguas controladas, aisladas de las del río
y cuencas fluviales de importancia mundial. que contaminamos, para recuperar aquellas Suárez, Odilia E., 1986, Planes y Códigos para
A los espacios públicos habilitados y a zambullidas veraniegas de Núñez, guardadas Buenos Aires. 1925-1985, Buenos Aires, Secretaría
los programados, que aún falta concretar, en los recortes de la abuela y rescatar aquellas de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil.
debieran, a mi juicio, agregarse algunas borracheras de sol, horizonte y río, que están Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo,
excepcionales oportunidades que ofrece la atesoradas en la poética de Borges y Saer. Universidad de Buenos Aires.