Libro Naranja Osho
Libro Naranja Osho
Libro Naranja Osho
OSHO
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MA GYAN DARSHANA
Todas las mañanas, a las 7,
Ma Amrit Saravasti,
discípula de Osho
Y antes su madre,
reverencia a su Maestro
con un largo Namasté
y se sienta en silencio.
INDICE
INTRODUCCIÓN
EL ÚNICO CAMINO
ACERCA DE OSHO
GLOSARIO
+Mujer inocente
*Mujer de Divina Juventud
°Mujer de Amor de Loto
PROLOGO
Falta muy poco para entrar en el próximo milenio… desde hace más de treinta años
algunas conciencias están impregnadas de una proyección esperanzada de ese
nuevo horizonte.
Indudablemente, el corazón de las personas que anhelan lorecer está habitado por
el sueño de un mundo más humano y civilizado.
Los que tenemos la dicha de seguir creciendo en compañía de Osho…de su
inteligencia y amor, sabemos que su trabajo es una pieza insustituible en la
creación de ese horizonte posible.
Hay sueños que no dejan huella en nuestra alma; son los sueños que nos
compensan de tanta vida no vivida.
Hay otros sueños que atraviesas la barrera de lo personal y nos comunican con el
alma de la especie…y hay seres excepcionales que viven para realizar estos sueños.
La calidad del trabajo de Osho se mueve en ese espacio, juntando como un hilo
subterráneo el alma peregrina de los hombres y mujeres que buscan ese amanecer.
Al no pertenecer a la legalidad de un sistema temporal, su visión es una invitación a
habitar un estado de ser que sigue las huellas de un despliegue eterno.
Palabras como: inocencia, responsabilidad, intensidad, amor o libertad salen de su
letargo vivencial y recobran luminosidad.
El nos provoca con su palabra silenciosa y sus meditaciones…transforma, como el
amor o la lluvia, todo lo que toca.
Con su guía, mi tarea como terapeuta ha ganado hondura y coraje, fortaleciendo un
sentimiento de hermandad con mis seres queridos he ganado en valentía para
entregarme a las permanentes despedidas y reencuentros que hilvanan la
relaciones… enraizándome en un sentimiento de aceptación.
En relación a mí misma he crecido en autocompasión y en contacto con la
existencia en dicha y en una espontaneidad celebrativa.
Como ciudadana planetaria, mi corazón está marcado por el impacto de haber
testimoninado la presencia de Su trabajo en buscadores de todo el mundo.
Desde la cordillera de los Andes hasta la ciudad santa de Vrindavan en Mathura,
desde Honolulu hasta Amsterdam. Sus enseñanzas y visión, están acompañando y
potenciando a través de sus discípulos el trabajo de todos los Maestros que he
encontrado, cuyas enseñanzas están vivas. Osho es el más grande jardinero de
almas de este tiempo.
Hay un solo romance que no sabe de lejanía ni de separación, y es el que se
produce cuando se llega al encuentro con un Amado del Alma, de esta calidad es
mi conexión con Él.
Por todo esto, reeditar este libro ha sido por puro amor y agradecimiento.
Los trucos meditativos aquí publicados están extraídos de sus indicaciones como
respuestas a preguntas realizadas en India durante la década del ’70 en campos
meditativos, con participación de hindúes, europeos y americanos. No son dogmas
ni se basan en verdades generales, se ofrecen como lores nuevas para que
experimentes su particular perfume en tu original existencia. Son producto de una
íntima conexión basada en el amor, la libertad y el humor con la intencionalidad de
liberar tu esplendor.
La primera edición del Libro Naranja fue en inglés en 1981. En este nuevo trabajo
cambiamos algunas cosas de lugar y expresamos en una puntuación libre nuestra
particular comprensión de Osho y su comunicación no verbal.
Hemos actualizado su biografía bajo la inluencia de otras versiones, básicamente
de discípulos japoneses, norteamericanos y alemanes.
Todos los que trabajamos en esta reedición nos hemos sentido reunidos por la dicha
y el crecimiento, ése ha sido nuestro pago y ése es nuestro privilegio.
El trabajo de Osho es para todos aquellos que han participado de muchos
banquetes y esto les da coraje para seguir reconociendo su hambre…hambre
alimentado por la incansable sospecha de que sólo “somos esplendor aprisionado”.
EL ÚNICO CAMINO
NO HAY ATAJOS
H ay algo que debe recordarse respecto a la meditación: es un camino largo y no
hay atajos.
Es un viaje largo, porque el cambio es muy profundo y se le alcanza después de
muchas vidas, muchas vidas de hábitos rutinarios…pensando…deseando…
Y la estructura de la mente: debes tirarla mediante la meditación. De hecho es casi
imposible, pero sucede. Un hombre convirtiéndose en un meditador: es la
responsabilidad más grande del mundo, no es fácil.
Esto no puede ser algo instantáneo.
De manera que desde el principio no comiences a esperar demasiado, y nunca te
sentirás frustrado. Siempre estarás contento, por las cosas crecerán muy despacio.
La meditación no es una lor de estación que aparece en un plazo de seis semanas.
Es un árbol muy, muy grande…necesita tiempo para extender sus raíces.
Cuando la meditación lorece, simplemente no hay nadie que tome nota de esto,
nadie que reconozca este estado, nadie que diga: “Sí, esto ha ocurrido”. Apenas
dices: “Sí, esto ha ocurrido”, ya se ha perdido.
Cuando la meditación está realmente ahí…un silencio te invade…sin ningún
sonido…una gracia palpita…
Hay armonía. Pero no hay nadie para tomar nota de esto.
LA CONCENTRACIÓN ES HUMANA
LA MEDITACIÓN ES DIVINA
SE NATURAL Y RELAJADO
AMANECER
MEDITACIÓN DE LA RISA
Cada mañana, al despertar y antes de abrir los ojos, estírate como un gato.
Estira cada ibra de tu cuerpo.
Después de tres o cuatro minutos, con los ojos aún cerrados, comienza a reír.
Durante cinco minutos, solo ríe. AL principio lo estarás haciendo; pero pronto el
sonido de tu esfuerzo te producirá una risa genuina.
Piérdete en la risa. Puede demorar algunos días antes de que realmente suceda,
debido a que estamos muy poco acostumbrados al fenómeno. Pero pronto será
espontánea y cambiará la naturaleza completa de tu día.
Para aquellos que tengan diicultad en reírse totalmente, o que sienten que su risa
es falsa. Osho ha sugerido esta simple técnica.
En la mañana, temprano, antes de haber comido nada, bebe un balde casi lleno de
agua tibia con sal. Continúa tomándolo y hazlo rápido, de otra forma no te será
posible tomar mucho.
Inclínate hacia delante y entonces…haz gárgaras, de manera que el agua luya
hacia fuera. Será un vómito de agua y te limpiará el conducto. Nada más es
necesario. Existe un bloqueo en el conducto que te detiene cada vez que quieres
reírte.
En yoga, es necesario seguir este procedimiento. Ellos lo llaman Puriicación
necesaria….Puriica tremendamente, y deja un conducto muy limpio, todos los
bloqueos se disuelven. Vas a disfrutarlo y vas a sentir el estado de limpieza durante
todo el día. La risa las lágrimas, aún tu hablar, saldrán del centro más profundo.
¡Hazlo durante diez días y tendrás la mejor risa de los alrededores!
La primera cosa que hay que hacer es reírse, porque eso da la pauta para
el día completo.
Si te levantas riéndote, pronto comenzarás a sentir lo absurda que es la
vida.
Nada es serio: aun tus desilusiones son risibles, aun tu dolor es risible,
incluso tú eres risible.
ESPERANDO EL AMANECER
U nos minutos antes de la salida del sol, cuando el cielo se está volviendo un
poco más claro…sólo espera y observa, como cuando uno espera por el
amado: tan tenso, en una espera tan profunda, tan esperanzado y excitado,
y sin embargo silencioso.
Y sigue observando mientras el sol sale. No hay necesidad de mirar ijamente,
puedes pestañear.
Ten simultáneamente la sensación de que algo dentro de ti también está
levantándose…surgiendo. Cuando el sol aparezca en el horizonte, comienza a
sentir que está cerca de tu ombligo.
Surge allá; y aquí dentro del ombligo, sube…sube lentamente. El sol está
levantándose allá y aquí está surgiendo un punto interno de luz.
Sólo diez minutos bastarán. Entonces cierra los ojos. Cuando ves el sol con los ojos
abiertos, se produce un negativo; así que cuando cierras los ojos, puedes ver el sol
resplandeciendo en tu interior.
Esto te cambiará tremendamente.
MEDITACIÓN DINÁMICA
¡Explota! Deja salir todo lo que necesite ser arrojado fuera. Vuélvete totalmente
loco: grita, chilla, llora, brinca, sacúdete, baila, canta, ríe, revuélcate. No retengas
nada, mantén todo tu cuerpo en movimiento. Un poquito de actuación sirve a
menudo de ayuda para comenzar.
Nunca permitas que tu mente interiera con lo que está sucediendo. Involúcrate en
forma total.
Con los brazos levantados, brinca hacia arriba y hacia abajo, gritando el mantra
“¡hu! ¡hu! ¡hu!”, tan profundamente como puedas.
Cada vez que te caigas en la planta de tus pies, deja que el sonido golpee
profundamente en el centro del sexo.
Entrega todo lo que tiene, agótate totalmente.
Si tu espacio para meditar te impide hacer ruidos, puedes practicar esta alternativa
silenciosa: en lugar de sacar el sonido, deja que la catarsis de la segunda etapa
tenga lugar enteramente a través de movimientos corporales.
En la tercera etapa, el sonido “¡Hu!” puede ser martillado silenciosamente adentro y
la quinta etapa puede convertirse en un baile expresivo.
Alguien ha dicho que la meditación que estamos haciendo aquí parece ser pura
locura. Lo es. Y es de esta manera debido a un propósito.
Es locura con un método; está elegido conscientemente.
Recuerda: no puedes volverte loco voluntariamente.
La locura se apodera de ti. Sólo entonces puedes volverte loco.
El volverse loco voluntariamente es algo totalmente diferente. ¡Tú controlas la
situación, y el que puede controlar aun su locura, nunca enloquecerá!
Si sientes dolor, dale tu atención, no hagas nada. La atención es la gran espada,
corta todo.
Simplemente presta atención al dolor.
Por ejemplo: estás en silencio, inmóvil, y sientes muchos problemas en el cuerpo.
Sientes que la pierna se está muriendo, que la mano te pica, sientes que las
hormigas se trepan por tu cuerpo y muchas veces has mirado y no hay hormigas; el
hormigueo es interno, no externo ¿qué hacer?
¿Sientes que la pierna se está muriendo? Pon atención, sólo presta atención a esto.
¿Sientes picazón? No te rasques; eso no ayudará; sólo pon atención. Ni siquiera
abras los ojos. Sólo presta atención internamente. Sólo espera y observa: La
picazón habrá desaparecido en cuestión de segundos.
Lo que sea que suceda: aun si sientes dolor, fuerte dolor en el estómago o en la
cabeza.
Esto sucede porque en la meditación el cuerpo entero cambia. Su química es
modiicada. Comienzan a suceder nuevas cosas, y el cuerpo está en un caos.
A veces el estómago se verá afectado, porque has reprimido muchas emociones en
el estómago, y ahora todas están revolviéndose. A veces vas a sentir ganas de
vomitar, náuseas.
A veces sentirás un fuerte dolor de cabeza, porque la meditación está cambiando la
estructura interna de tu cerebro. Al meditar, estás realmente en un caos. Pronto
las cosas se asentarán. Más por el momento todo estará revuelto.
Entonces ¿qué tendrás que hacer? Tú simplemente mira el dolor en la cabeza,
obsérvalo.
Sé un observador. Sencillamente olvida que eres un hacedor y, poco a poco, todo
se apaciguará; y se apaciguará tan hermosamente y tan graciosamente que no
podrás creerlo a menos que lo experimentes.
No sólo desaparece el dolor de cabeza, porque la energía que estaba produciendo
dolor, si es observada, desaparece, sino que la misma energía se convierte en
hacer. La energía es la misma.
El dolor o el placer son dos dimensiones de la misma energía. Si puedes
permanecer sentado en silencio, prestando atención a la distracción, todas las
distracciones desaparecen. Y cuando todas las distracciones desaparecen de
pronto te darás cuenta que el cuerpo completo ha desaparecido.
MEDITACIÓN MANDALA
Con los ojos abiertos, corre sin moverte de donde estás parado, comenzando
despacio y yendo más y más rápido gradualmente. Eleva tus rodillas lo más
posible. La espiración profunda y uniforme moverá la energía adentro.
Olvida la mente y olvida el cuerpo. Continúa sin parar.
Tiéndete de espaldas, abre los ojos y, con la cabeza quieta, haz rotar los ojos en
dirección de las manecillas del reloj. Gíralos totalmente en torno a las cuencas,
como si siguieras la segunda manecilla de un enorme reloj, pero tan rápido como
sea posible.
Es importante que la boca permanezca abierta y la quijada relajada y la respiración
suave y uniforme. Esto traerá tus energías centradas al tercer ojo.
LA NECESIDAD DE CATARSIS
D urante sesenta minutos, todos los días, simplemente olvídate del mundo.
Deja que el mundo desaparezca de ti y tú desaparece del mundo y sólo mira
adentro.
Al comienzo, verás sólo nubes. No te preocupes por ellas: esas nubes son creadas
por tus represiones.
Te cruzarás con la ira, el odio, la codicia y todo tipo de hoyos negros. Los has
reprimido, de manera que están ahí.
Las mal llamadas religiones te han enseñado a reprimirlos, de manera que están allí
como heridas.
Las has estado ocultando. Por eso mi énfasis está primero en la catarsis.
A menos que atravieses por grandes catarsis, tendrás que pasar a través de
muchas nubes.
Será extenuante, y puede que estés impaciente, que quieras regresar al mundo.
Dirás:”No hay nada. No hay lor de loto y no hay fragancia; hay sólo peste, basura”.
Tú lo sabes: con qué te encuentras cuando cierras los ojos y comienzas a entrar en
ti.
No te encuentras con esas hermosas tierras de las que hablan los Budas.
Te encuentras con iniernos y agonías que están allí reprimidos, esperando por ti.
Ira acumulada de muchas viudas. Todo allí es un gran revoltijo, de manera que
quieres permanecer afuera.
Quieres ir al cine, al club, a encontrarte con gente y chismorrear. Quieres
permanecer ocupado hasta cansarte y quedarte dormido. Esa es la forma en que
estás viviendo, ese es tu estilo de vida.
De manera que cuando comienzas a mirar adentro, naturalmente sientes mucha
extrañeza.
Los Budas dicen que hay gran bendición…gran fragancia, que ves el lorecimiento
de los lotos y tanta fragancia que es eterna. Y el color de las lores permanece
constante; no es un fenómeno cambiante.
Ellos hablan acerca de este paraíso, hablan acerca de este reino de Dios que está
en tu interior. Y cuando tú entras, sólo te encuentras con el inierno.
No ves la tierra de los Budas, sino los campos de concentración de Adolf Hitler.
Naturalmente, comienzas a pensar que nada de esto tiene sentido, que es mejor
permanecer fuera. Y ¿por qué seguir jugando con tus heridas?...esto también
duele…y la pus comienza a salir de las heridas, y estás sucio.
Y así la catarsis ayuda; si experimentas las meditaciones caóticas, arrojarás todas
estas nubes fuera, y entonces la atención consciente se vuelve más fácil.
Esa es la razón por la cual yo insisto en las meditaciones caóticas, en primer lugar;
y después las meditaciones en silencio.
Primero meditaciones activas, luego meditaciones pasivas.
Puedes entrar en la pasividad sólo cuando toda la basura ha sido expulsada. La ira
ha sido expulsada, la codicia ha sido expulsada…capa sobre capa, estas cosas están
allí. Pero una vez que las has expulsado, podrás deslizarte fácilmente hacia
adentro. No hay nada que te lo impida.
Y pronto, la luz brillante del país de los Budas…de improviso está en el mundo
totalmente diferente…el mundo de la Ley del Loto…el mundo del Dharma, el mundo
del Tao.
SIMPLEMENTE PERMÍTETE
C uando sientas ira, no hay necesidad de estar enojado con alguien, simplemente
permítete estar furioso.
Deja que eso sea una meditación.
Enciérrate solo en el cuarto, siéntate y deja que aparezca toda la ira que puedas.
Si sientes ganas de golpear, pégale a una almohada o a un cojín.
Haz cualquier cosa que quieras hacer: la almohada nunca va a objetar. Si quieres
matar a la almohada, toma un cuchillo y mátala. Esto ayuda, esto ayuda
tremendamente.
Uno nunca puede imaginar de cuánta ayuda puede ser una almohada. Pégale,
muérdela, tírala.
Si tu ira apunta a alguien en especial, escribe sus nombres en la almohada o peda
un retrato en ella.
Te sentirás ridículo, tonto, pero la ira es ridícula, no hay nada que puedas hacer
respecto a eso. De manera que relájate y disfrútalo como un fenómeno de energía.
Esto es un fenómeno energético. Si no estás hiriendo a nadie, no hay nada de malo
en ello. Cuando pruebes esto, vas a ver que la idea de herir a alguien desaparece
poco a poco.
Haz de esto una práctica diaria: sólo veinte minutos al día.
Entonces observa durante el resto del día.
Vas a estar más calmado, porque la energía que se convierte en ira ha sido
expulsada, la energía que se transforma en veneno ha sido arrojada fuera del
sistema.
Haz esto por lo menos durante dos semanas, y después de una semana te vas a
sorprender al ver que, cualquiera sea la situación, la ira no está surgiendo. Sólo
pruébalo.
MAÑANA
Celebración, juego y trabajo
MÚSICA Y DANZA
BAILE SUFI
MEDITACIÓN NATARAJ
Baila con los ojos cerrados como si estuvieras poseído. Deja que tu inconsciente
asuma totalmente el control. No controles tus movimientos ni seas un testigo de lo
que está sucediendo. Sólo entrégate totalmente al baile.
KIRTAN
N o tomes en serio la religión. Puedes cantar y bailar en ella; las caras largas no
son necesarias.
Hemos vivido con caras largas durante demasiado tiempo. Si ves el viejo rostro de
Dios, verás que es triste. Produce aburrimiento.
Ahora necesitamos un Dios que baile y ría.
Tienes que bailar en un estado de ánimo extático. Toda tu energía vital debe estar
luyendo, riendo, cantando.
Celebra la vida.
Como técnica de meditación, el Kirtan tiene tres etapas de 20 minutos cada una.
PRIMERA ETAPA: Con los ojos cerrados, baila, canta, golpea las palmas. Involúcrate
totalmente.
TÉCNICAS PARA LA
VIDA COTIDIANA
¡DETENTE!
Comienza a practicar un método muy simple, por lo menos seis veces al día.
Esto toma sólo medio minuto cada vez, así que son tres minutos al día.
¡Es la meditación más corta del mundo! Tienes que hacerla de improviso, esa es la
clave.
Caminando en la calle…de pronto recuerdas. Detente completamente durante
medio minuto…cualquiera sea la situación, detente completamente y sólo
permanece presente frente a cualquier cosa que esté sucediendo.
Entonces comienza a moverte otra vez.
Seis veces al día.
Puedes hacerlo más veces pero no menos, esto te traerá mucha apertura. Tiene
que hacerse de súbito.
Si tan sólo te haces presente de súbito, la energía completa cambia.
La continuidad que acontecía dentro de la mente se detiene. Y es tan repentino
que la mente no puede crear un nuevo pensamiento en forma inmediata.
Toma tiempo; la mente es estúpida.
Donde quiera, en el momento en que recuerdes, sólo dale una sacudida a todo tu
ser y detente. No solamente tú te volverás alerta.
Pronto sentirás que otros se han dado cuenta de que algo ha ocurrido: algo de lo
desconocido está entrando en ti.
C uando quiera que sientas que no estás de buen humor y que no te sientes
bien en el trabajo, haz lo siguiente: antes de comenzar a trabajar, sólo por
cinco minutos, exhala profundamente.
Siente que con la exhalación estás arrojando fuera tu estado de ánimo negro, y te
sorprenderás: en cinco minutos estarás repentinamente de regreso a la normalidad
y el ánimo negro habrá desaparecido, la oscuridad se habrá ido.
Lo mejor, si puedes hacerlo, es transformar tu trabajo en meditación. Entonces la
meditación nunca entra en conlicto con tu vida.
Cualquier cosa que hagas puede volverse meditativa…la meditación no es algo
separado, es parte de la vida… Es tal como respirar; tal como inhalas y exhalas,
meditas también.
Y esto es simplemente un cambio de énfasis; no es mucho lo que hay que hacer.
Cosas que has estado haciendo en forma descuidada, comienzas a hacerlas
cuidadosamente…Cosas que has estado haciendo por algún resultado, por ejemplo,
dinero…Esto está perfecto, pero puedes obtener muchos más placeres. ¿Por qué
perdértelos? Son gratuitos.
Estarás haciendo tu trabajo, ya sea que lo ames o no, de manera que el hacerlo con
amor te entregará muchas otras cosas que de otra manera te perderías.
El arte es meditación.
Cualquier actividad se convierte en meditación si estás absorto en ella. Así que no
te limites a ser un técnico. Si sólo eres un técnico, entonces la pintura nunca se
convertirá en una meditación.
Tienes que estar sumergido en ella en forma loca, insensata, ¡completamente
absorto!, sin saber dónde vas, sin saber qué estás haciendo, sin saber quién eres…
este estado de no saber será meditación; deja que suceda.
La pintura no debe ser pintada…sino que sólo se debe permitir que ocurra. Y no
quiero decir que tú permanezcas inactivo, no: entonces nunca sucederá.
Tienes que ser un canal para ella, tienes que ser muy, muy activo y, sin embargo,
no hacerlo.
Esa es la treta, eso es lo esencial del asunto: tienes que ser activo y, aún así, no ser
un hacedor.
Acércate a la tela. Durante algunos minutos, sólo medita: siéntate silenciosamente
allí, frente a la tela.
Tiene que ser como la escritura automática.
Puedes tomar la pluma en tu mano y te sientas en silencio… De pronto, sientes una
sacudida en la mano y no es que la hayas hecho, sabes que tú no la has hecho… Tú
estabas solamente esperando esto. La sacudida llega y la mano comienza a
moverse, algo comienza a suceder.
Es de esa manera que debes comenzar a pintar.
Algunos minutos de meditación, sólo de estar abierto. Cualquier cosa que vaya a
suceder, tú permites que suceda. Tú aportarás toda tu pericia a favor de permitir
que esto suceda.
Toma el pincel y comienza…ve despacio al comienzo, de manera que “tú” no te
inmiscuyas…sólo ve despacio.
Deja que el tema comience a luir por sí solo a través de ti; y entonces, piérdete en
él. Y no pienses en nada más.
El arte sólo debe tener un propósito: el arte mismo, entonces es meditación.
Ningún otro motivo debe estar inluyendo en esto.
No estoy diciendo que no vayas a vender tus pinturas o que no vas a exhibirlas; eso
está perfectamente bien, pero es un producto lateral. Ese no es el motivo.
Uno necesita comida, así que uno vende una pintura; pero duelo el venderla, es casi
como vender a tu hijo. Te sientes triste, pero ese no fue el motivo: no la has pintado
para venderla.
Ha sido vendida, eso es otra cosa, pero el motivo no está allí. De otra manera,
seguirás siendo un técnico.
Deberías desvanecerte.
No necesitas permanecer allí, deberías desaparecer completamente en tu pintura,
en tu baile, en tu respiración, en tu canto.
En cualquier cosa que estés haciendo, deberías perderte completamente, perder
totalmente el control.
N o puedes encontrar una mejor situación para meditar que la que se te ofrece
mientras vuelas a gran altura.
Mientras más elevada la altura, más fácil es la meditación. De ahí que, por siglos,
los meditadores se han trasladado a los Himalayas para encontrar alturas elevadas.
Cuando la gravitación es menor y la tierra está muy distante, muchos tirones de la
tierra se alejan.
Te encuentras lejos de la sociedad corrupta que el hombre ha construido.
Estarás rodeado por nubes y estrellas y la luna y el sol y el inmenso espacio…
Así que haz una cosa: comienza a sentirte uno con esa inmensidad, y hazlo en tres
etapas.
El primer paso es: por pocos minutos, sólo imagina que te estás agrandando… estás
llenando todo el avión.
Entonces el segundo paso: comienza a sentir que te estás agrandando aún más,
que eres más grande que el avión; de hecho, el avión está dentro de ti.
Y el tercer paso: siente que te has expandido a todo el cielo.
Ahora estas nubes que se están moviendo, y la luna, y las estrellas, se están
moviendo dentro de ti: eres enorme, ilimitado.
Esta sensación se transformará en tu meditación, y te sentirás completamente
relajado y suavizado.
MEDITACIÓN GIBBERISH
E sta es una técnica altamente catártica que estimula los movimientos expresivos
del cuerpo. Debe distinguírsela de la suave meditación. Devavani.
Ya sea solo o en grupo, cierra los ojos y comienza a emitir sonidos sin sentido:
gibberish.
Permítete expresar cualquier cosa que necesite ser expresada. Arroja todo afuera.
La mente piensa siempre en términos de palabras. El gibberish te ayuda a romper
este patrón de verbalización continua.
Sin reprimir tus pensamientos puedes expresarlos en gibberish. Asimismo, deja que
el cuerpo sea expresivo.
Luego, durante 15 minutos, recuéstate sobre tu estómago y siente como si te
estuvieras fundiendo con la madre tierra. Con cada exhalación, siente que te
fusionas con la tierra debajo de ti.
LA MEDITACIÓN DE LA NO-MENTE
*El 26 de Mayo de 1988, en Poona, India Osho presentó a sus discípulos una nueva
meditación llamada “No-Mente”.
L o que sucede a veces es que la meditación está muy cerca, pero tú estás
entretenido en otras cosas.
Esa suave y pequeña voz está dentro de ti, pero tú estás lleno de ruidos,
compromisos, ocupaciones, responsabilidades.
Y la meditación viene como un murmullo, no llega como una consigna gritada; viene
en forma muy silenciosa. No hace ruido, ni siquiera se oyen sus pasos… de manera
que si estás ocupado, ella aguarda y se marcha.
Así que, al menos una hora al día, acostúmbrate a sentarte silenciosamente y a
esperar por ella.
No hagas nada… tan sólo siéntate con los ojos cerrados en gran espera, con un
corazón en espera… con un corazón abierto, tan sólo esperando.
Si algo sucede, estarás listo para recibirlo. Si nada sucede, no te sientas frustrado.
Incluso sentarse durante una hora sin que nada suceda es bueno, es relajante… te
calma, te aquieta, te harás más centrado y aplomado.
Ello vendrá más y más, y poco a poco establecerás un acuerdo mutuo con el estado
meditativo.
Si esperas a una cierta hora, en un cuarto determinado y en un momento
determinado, el vendrá más y más. Esto no es algo que venga desde afuera; viene
desde tu núcleo más interno. Pero cuando el consciente interno sabe que e
consciente externo está aguardando por él, es mayor la posibilidad de un
encuentro.
Siéntate bajo un árbol… la brisa está soplando y las hojas del árbol están
susurrando…el viento te toca, se mueve a tu alrededor… sigue el largo, pero no le
permitas que tan sólo siga de largo… permítele moverse dentro de ti y a través de
ti.
Sólo cierra tus ojos y mientras esté pasando a través del árbol y se produzca un
murmullo de hojas, siente que tú también eres como el árbol…abierto, y que el
viento está soplando a través de ti… no a tu lado, sino a través de ti.
A VECES PUEDES
SIMPLEMENTE DESAPARECER
S entado bajo un árbol, sin pensar en el pasado ni en el futuro, sólo estando allí
¿dónde estás? ¿dónde está el yo? No puedes sentirlo, no está ahí. El ego
nunca ha existido en el presente.
El pasado ya no es, el futuro no ha surgido, ninguno de los dos existe. El pasado ha
desaparecido, el futuro aún no aparece, sólo el presente es. Y nunca encontrarás
en el presente algo que se asemeje al ego.
Una de las meditaciones más antiguas, que aún se utiliza en algunos monasterios
del Tíbet, está basada en lo que te estoy diciendo, aunque no lo creas. Ellos
enseñan que a veces puedes simplemente desaparecer.
Sentado en el jardín, tan sólo comienza a sentir que estás desapareciendo… Sólo
mira cómo lucirá el mundo cuando lo hayas vuelto absolutamente transparente.
Tan sólo por un segundo, trata de no ser. En tu propio hogar, actúa como si no
estuvieras.
Esta es realmente una hermosa meditación.
Puedes intentarlo muchas veces en las 24 horas, tan sólo medio segundo bastará.
Durante medio segundo, sencillamente detente: tú no eres y el mundo continúa.
Cuando te des más y más cuenta del hecho de que, sin ti, el mundo continúa
perfectamente bien, entonces estarás capacitado para aprender acerca de otra
parte de tu ser que ha sido abandonada por largo tiempo, por vidas enteras. Y esto
es receptividad.
Tú simplemente permite, conviértete en una puerta. Las cosas irán sucediendo sin
ti.
LA MEDITACIÓN DE LA GUILLOTINA
CARAS DIVERTIDAS
S i tienes buen olfato, acércate a una lor y permite que su olor te llene…luego,
poco a poco, aléjate muy lentamente de la lor, pero sigue estando atento a
su olor… a su fragancia.
A medida que te alejas, la fragancia se hará más y más sutil y necesitarás estar
más consciente para sentirla.
Conviértete en la nariz. Olvídate de todo el cuerpo y trae toda la energía a la nariz,
como si sólo la nariz existiera.
Si pierdes el rastro del olor, acércate unos pocos pasos, siente nuevamente el olor y
luego retrocede.
Poco a poco estarás capacitado para oler una lor desde gran distancia. Nadie más
podrá oler esa lor desde allí.
Luego, sigue moviéndote de una manera apenas perceptible, haciendo que el
objeto se vuelva más sutil, y entonces llegará un momento en que no te será
posible captar el olor.
Ahora, huele la ausencia en donde estaba la fragancia sólo un momento antes…ya
no está allí.
Esa es la otra parte de tu ser… la parte ausente… la parte oscura.
Si puedes oler la ausencia del olor, si puedes sentirlo, se vuelve una diferencia.
Entonces el objeto se ha vuelto muy sutil.
Ahora te estás acercando al estado de no-pensamiento del Samadhi.
S iempre que tengas tiempo, sólo por unos pocos minutos relaja el sistema
respiratorio. No es necesario relajar todo el tiempo.
Sentado en un tren, en un avión o en el automóvil, nadie notará que estás haciendo
algo: tan sólo relaja el sistema respiratorio.
Deja que esté como cuando está funcionando en forma natural. Entonces cierra tus
ojos y observa la respiración entrando, saliendo, entrando…
No te concentres, si te concentras creas problemas, porque entonces todo se
convierte en una distracción. Si tratas de concentrarte sentado en el automóvil,
entonces el ruido del automóvil te distraerá, la persona sentada a tu lado te
distraerá.
La meditación no es concentración.
Es simplemente conciencia.
Simplemente te relajas y observas la respiración. En ese observar nada es excluído.
El auto está zumbando: perfectamente bien, ¡acéptalo!
El tráico está pasando: eso está bien, es parte de la vida.
El ronquido de tu compañero de viaje a tu lado:
¡Acéptalo!
Nada es rechazado.
C uando alguien viene a verte o a encontrarse contigo, sólo arráigate dentro de ti,
vuélvete silencioso.
Cuando el hombre entra en lo profundo de ti, siente paz por él.
Siente: “La paz sea con este hombre”.
No te limites a decirlo: siéntelo.
De pronto verás un cambio en el hombre…como si algo desconocido hubiera
entrado en su ser… él se pondrá totalmente distinto. Pruébalo.
¡LLENATE DE IRA!
O sho entregó esta técnica de tensión para aquellos que han observado la
presencia de un patrón persistente de frustración e ira en sus asuntos
cotidianos.
Diariamente, durante quince minutos, cuando sea que te sientas bien, elige un
momento, cierra el cuarto y llénate de ira, pero no la sueltes… sigue forzándola.
Vuélvete casi loco de ira, pero no la sueltes: sin expresión, ni siquiera una almohada
para pegarle.
Reprímela en toda forma posible ¿me sigues? Es exactamente lo opuesto a la
catarsis.
Si sientes que surge tensión en el estómago como si algo fuera a explotar, empuja
el estómago hacia adentro: ponlo tan tenso como puedas. Si sientes que los
hombros se están tensando ponlos más tensos… Deja que todo el cuerpo se ponga
tan tenso como sea posible, casi como dentro de un volcán, hirviendo adentro pero
sin descarga.
Eso es lo que hay que recordar: sin descarga, sin expresión. No grites: de otra
manera el estómago se soltará. No Golpees nada: de otra manera los hombros se
soltarán y relajarán.
Durante quince minutos aumenta la presión y el calor, como si estuvieras a cien
grados… por quince minutos trabaja hacia un clímax. Pon una alarma, y cuando la
alarma comience a sonar, siéntate en silencio, cierra tus ojos y sólo observa lo que
está sucediendo.
Relaja el cuerpo. Esta presión a que someterás al sistema forzará a tus patrones a
derretirse.
NO SON DOS
SIGUE AL SI
D urante un mes, sigue sólo al sí, al camino que dice “sí”, desde allí es de donde
te uniicarás.
El “no” nunca ayuda a alcanzar la unidad. Es siempre el “si” es conianza… el “sí”
es oración.
Ser capaz de decir “sí” es ser religioso.
La segunda cosa: el “no” no debe ser reprimido. Si lo reprimes, tomará venganza.
Si lo reprimes, se volverá más y más poderoso, y un día explotará y destruirá a tu
“sí”, de manera que nunca reprimas al “no”… simplemente ignóralo.
Y hay una gran diferencia entre reprimir e ignorar.
Tú sabes que está ahí, y lo reconoces. Dices: “Sí”, sé que estás ahí, pero voy a
seguir al “sí”.
No lo reprimes, no peleas contra él, no dices: “Sal de allí, desaparécete, no quiero
nada contigo.
No le dices nada con ira, no quieres arrojarlo fuera, no quieres tirarlo al sótano de tu
inconsciencia en la mente oscura… no, no le haces nada, simplemente reconoces
que está allí… pero estás siguiendo al “sí”, sin queja, sin reparos, sin ira.
Simplemente sigue al “sí”, sin tomar ninguna actitud respecto al “no”.
Ignorarlo es el arte más grande para matar al “no”. Sí peleas contra él, ya te has
convertido en una víctima, en una víctima muy sutil; el “no” ya te ha ganado.
Cuando peleas contra el “no”, ya le has dicho “no” al no. Es así como se ha
apoderado de ti, desde la puerta trasera. No le digas que no ni siquiera al “no”, sólo
ignóralo.
Durante un mes, sigue al “sí” y no pelees contra el “no”. Te sorprenderá ver que
poco a poco se vuelve laco y débil, porque ha estado famélico; y un día verás de
repente que ya no está ahí. Y cuando ya no está ahí, toda la energía que ocupaba
es liberada, y esa energía liberada hará de tu “sí” una gran corriente.
¿ESTÁS AQUÍ?
EN LA TARDE
Sentarse, mirar y escuchar
LA MEDITACIÓN ES EL ARTE
DE APAGAR EL MOTOR
LA RESPIRACIÓN
EL MANTRA MÁS PROFUNDO
El aliento entra: permite que se releje en tu ser que el aire está entrando.
El aliento sale: deja que se releje en tu ser que el aire está saliendo… Sentirás un
tremendo silencio descendiendo en ti.
Si puedes ver la respiración entrando y saliendo, entrando y saliendo, esta será el
mantra más profundo que jamás se ha inventado.
Tú respiras aquí y ahora. No puedes respirar mañana ni puedes respirar ayer: tienes
que respirar en este momento. Pero puedes pensar acerca del mañana y puedes
pensar acerca del ayer.
Entonces el cuerpo permanece en el presente y la mente brinca entre el pasado y el
futuro, y se da una separación entre el cuerpo y la mente.
El cuerpo está en el presente y la mente nunca está en el presente. Y jamás se
encuentran. Nunca se cruzan el uno con el otro… Y debido a esa separación surgen
la ansiedad, la tensión y la angustia.
Uno está tenso: esta tensión es preocupación.
La mente debe ser traída al presente, porque no existe otro momento.
VIPASSANA
MEDITACIÓN DE LA COMPRENSIÓN INTERNA
E n Vipassana, puede suceder alguna vez que uno se sienta muy sensual, dado
que estás tan silente y la energía no es disipada.
Comúnmente se disipa mucho la energía, y tú estás exhausto.
Cuando sólo te sientas, sin hacer nada, te conviertes en un estanque silente de
energía. Y el estanque crece más y más y más. Casi llega a un punto en que se
está desbordando… y entonces te sientes muy sensual.
Sientes una nueva sensibilidad… sensualidad… aun sexualidad… como si todos los
sentidos se hubiesen refrescado… rejuvenecido… vitalizado; como si el polvo que
tenías encima se hubiese caído y te hubieras dado un baño, y estuvieses siendo
lavado por una ducha. Eso sucede.
De ahí que la gente, especialmente los monjes Budistas que han estado haciendo
Vipassana durante siglos, no comen mucho. No lo necesitan.
Comen una vez, y es una comida muy escasa, muy frugal, a lo más lo puedes llamar
un desayuno… y una ve al día. No duermen mucho, pero están llenos de energía. Y
no son escapistas, trabajan duro. No es que no estén trabajando. Cortarán madera
y trabajarán en el jardín, en el campo, en la inca; trabajarán todo el día.
Pero algo les ha sucedido, y ahora su energía no está siendo disipada.
Y la postura que asumen al sentarse conserva muchísimo la energía.
La posición de loto en la que los budistas se sientan es tal que todas las
extremidades del cuerpo están unidas: pie sobre pie, mano sobre mano.
Estos son los puntos desde donde la energía se mueve y luye hacia fuera.
Para que la energía luya hacia fuera, se necesita algo puntiagudo. De allí que el
órgano sexual masculino sea puntiagudo, porque debe despedir mucha energía. Es
casi una válvula de seguridad.
Cuando tienes demasiada energía adentro y no puedes hacer nada, la liberas
sexualmente.
En el acto sexual, una mujer nunca libera ninguna energía. Así, una mujer puede
hacer el amor con muchas personas en una noche, pero no así un hombre. Una
mujer puede inclusive conservar energía si sabe cómo hacerlo; incluso puede
obtener energía de ese modo.
Tu cabeza no libera energía alguna hacia fuera. La naturaleza le ha dado una forma
redonda. Así, el cerebro nunca pierde energía alguna, la conserva.
Porque eso es lo más importante: es el control central de tu cuerpo. Tiene que ser
protegido, y el cráneo redondo lo protege.
La energía no puede escaparse de algo redondo. Es por eso que todos los planetas,
Tierra y Sol y Luna y estrellas, son redondos. De otra manera, liberarían energía y
morirían.
Cuando te sientas, te haces redondeado; las manos se tocan entre sí. Así, si una
mano libera energía, esta entra en la otra mano. Los pies tocan los pies… y la
forma en que te sientas se transforma casi en un círculo.
La energía se mueve dentro de ti. No va hacia fuera. Uno la conserva, uno se
transforma poco a poco en un estanque.
Poco a poco, sentirás casi una saciedad en tu estómago. Puede que estés vacío,
puede que no hayas comido, pero sentirás una cierta plenitud. Y entonces… la
arremetida de la sensualidad.
Pero esto es una buena señal, una muy, muy buena señal. Así que disfrútala.
CONVIRTIENDOTE EN ASTRONAUTA
DEL ESPACIO INTERNO
Siéntate en tu cama por cinco o diez minutos, y visualiza con ojos cerrados…
Siente que tu cuerpo se está volviendo más, más, más y más grande. Hazlo tan
grande como sea posible, tan grande que casi comience a tocar las paredes del
cuarto.
Comenzarás a sentir que no puedes mover tus manos, es difícil… tu cabeza está
tocando el cielo raso.
Primero, durante dos o tres días, limítate a sentir esto.
Entonces, comienza a expandirte fuera del cuarto.
Llena la casa completa, y sentirás que el cuarto está dentro de ti. Entonces,
expándete fuera de la casa: llena todo el vecindario, y siente todo el vecindario en
tu interior. Y entonces llena el cielo dentro de ti.
Haces esto durante diez, doce días. Poco a poco, lentamente, llena el cielo
completo.
El día que hayas llenado todo el cielo,
Comienza el proceso inverso.
Durante dos días, hazte pequeño nuevamente. En el proceso inverso, siéntate y
comienza a imaginar que te estás volviendo muy pequeño. Simplemente, ve en el
otro sentido.
Tu cuerpo no es tan grande como parece: ahora tiene 35 centímetros de alto.
Eres como un pequeño juguete, y lo sentirás así.
Si puedes imaginarte la enormidad, puedes imaginar la pequeñez. Entonces… aún
más pequeño, tan pequeño que podrás sostenerte en tu mano.
Entonces, más y más pequeño… y aún más pequeño.
Y dentro de doce días, llega al punto en que no te puedes encontrar a ti mismo. Te
has vuelto tan atómicamente pequeño que es imposible descubrir dónde estás.
Vuélvete tan vasto como el espacio entero, y entonces hazte tan pequeño como un
átomo invisible: doce días uno, y doce días el otro.
Te sentirás tan hermoso,
tan contento, tan centrado
que no puedes imaginártelo.
UNO
Primer paso: relájate en una silla, haz que todo el cuerpo esté confortable.
Segundo paso: cierra los ojos.
Tercer paso: relaja la respiración. Hazla tan natural como sea posible.
Con cada exhalación, di: ¡Uno! Al exhalar, di: ¡Uno! Inhala y no digas nada. De
manera que con cada exhalación dices “Uno…uno…uno…”
No te limites a decir, sino que también siente que la existencia entera es una… que
es una unidad… no repitas eso, sólo ten esa sensación, y el decir “Uno” será útil.
Haz esto todos los días durante veinte minutos. Hazlo de forma que nadie te
interrumpa mientras estás haciendo esto.
Puedes abrir los ojos y mirar al reloj, pero no pongas la alarma.
Cualquier cosa que te dé un sobresalto será malo, de manera que no tengas el
teléfono en el cuarto en que lo estás haciendo, y nadie debe golpear la puerta.
Durante estos veinte minutos debes estar absolutamente relajado. Si hay mucho
ruido a tu alrededor, usa tapones para los oídos.
El decir “Uno” con cada exacción te pondrá tan calmado, quieto y centrado que no
puedes imaginártelo. Haz esto durante el día, nunca de noche. De otra forma tu
sueño se verá alterado, pues esto será tan relajante que no te sentirás soñoliento.
Te sentirás fresco. La mejor hora es la mañana, o bien en la tarde; pero nunca de
noche.
LA SONRISA INTERNA
C uando quiera que estés sentado y no tengas nada que hacer, simplemente
relaja tu mandíbula inferior y abre ligeramente la boca.
Comienza a respirar con la boca… pero no profundamente.
Sólo permite que el cuerpo respire, de modo que sea poco profundo y sea más y
más supericial. Y cuando sientas que la respiración se ha vuelto muy supericial y
la boca está abierta y tu mandíbula está relajada, tu cuerpo entero se sentirá muy
relajado.
En ese momento, comienza a sentir una sonrisa, no en el rostro, sino sobre todo tu
ser interno… y te será posible sentirla. No es una sonrisa que venga a tus labios…
es una sonrisa existencial que se expande sólo en tu interior.
Inténtalo y sabrás qué es… porque no puede ser explicado. No hay necesidad de
sonreír con los labios en el rostro, sino que es como si estuvieras sonriendo desde el
vientre: el vientre está sonriendo… y es una sonrisa, no una risa; así que es muy,
muy suave… delicada, frágil… como una pequeña rosa que se está abriendo en el
vientre, y la fragancia se está expandiendo por todo el cuerpo.
Una vez que has conocido lo que es esta sonrisa, puedes permanecer alegre
durante veinticuatro horas. Y en cualquier momento en que sientas que echas de
menos esa felicidad, sólo cierra los ojos y encuentra nuevamente esa sonrisa, y
estará allí.
Durante el día, puedes buscarla y encontrarla cuantas veces quieras. Está siempre
allí.
OSHO
ZAZEN
Puedes sentarte donde quieras, pero cualquier cosa que estés observando no debe
ser demasiado excitante. Por ejemplo, las cosas no debieran moverse demasiado.
Se convierten en una distracción. Puedes observar los árboles, eso no es problema,
porque no se están moviendo y la escena permanece constante. Puedes observar
el cielo o sentarte simplemente en un rincón, mirando a la pared.
La segunda cosa es: no mires nada en especial… sólo el vacío, porque los ojos están
ahí y uno tiene que mirar algo, pero no mires nada en especial. No enfoques la
vista ni te concentres en nada, sólo una imagen difusa. Eso relaja muchísimo.
Y tercero: relaja tu respiración. No lo hagas… permite que suceda. Deja que sea
natural, y eso te relajará aún más.
Cuarta cosa: permite que tu cuerpo permanezca tan inmóvil como sea posible.
Primero encuentra una buena postura, puedes sentarte en una almohada o colchón
o donde quieras, pero una vez que te sientes permanece inmóvil, porque si el
cuerpo no se mueve la mente se silencia automáticamente. En un cuerpo en
movimiento, la mente también continúa moviéndose, ya que el cuerpo-mente no
son dos cosas. Son una sola… es una sola energía.
Al comienzo parecerá un poco difícil, pero después de unos pocos días lo disfrutarás
tremendamente. Poco a poco verás que, capa tras capa, la mente comienza a
desvanecerse.
Llega el momento en que estás simplemente allí, en la no-mente.
Bodhidharma estuvo sentado durante nueve años, sólo mirando la pared, sin hacer
nada… sólo sentado durante nueve años.
La tradición airma que sus piernas se marchitaron. Para mí, eso es simbólico.
Simplemente signiica que todos los movimientos se marchitaron, porque todas las
motivaciones se secaron.
El no iba a ninguna parte… no había ningún deseo de moverse… ninguna meta que
alcanzar, y alcanzó lo más grandioso que es posible alcanzar.
El es una de las almas más excepcionales que jamás hayan caminado sobre la
tierra. Y tan sólo sentado ante una pared, lo alcanzó todo; sin hacer nada, sin
técnica, sin método, nada. Esa fue la única técnica. Cuando no hay nada que ver,
tu interés en ver desaparece poco a poco. Con sólo estar frente a una pared
desnuda, surge dentro de ti un vacío y desnudez paralelas. Paralela a la pared se
levanta otra pared, de no-pensamientos.
SIENTETE RECEPTIVO
E s muy signiicativo el que las manos asuman la postura de una taza, como un
receptáculo. Te hace receptivo, te ayuda a estar receptivo. Esta es una de las
posturas más viejas, antiguas: todos los Budas la han probado.
Cuando quieras estar abierto, esta postura te ayudará. Siéntate en silencio y
espera.
Sé un receptáculo, un receptor. Tal como esperas en el teléfono: has llamado,
esperas en el teléfono. Exactamente en ese ánimo, simplemente espera y dentro
de dos o tres minutos verás que te rodea y que llena tu interior una energía
totalmente diferente… cayendo sobre ti como la lluvia cae sobre la tierra y va
penetrándola más y más profundo, y la tierra la absorbe.
Las posturas son muy signiicativas. Si las personas no las transforman en un
fetiche, son muy signiicativas. Ayudan a establecer una orientación en la energía
de tu cuerpo.
Con esta postura, por ejemplo, es muy difícil estar enojado. Cuando el cuerpo
completo está relajado, es muy difícil ser agresivo, violento, y es muy fácil ser
devoto.
MIRANDO
L a meditación no es otra cosa que el arte de abrir los ojos, el arte de limpiar tus
ojos, el arte de dejar caer el polvo que está acumulado en el espejo de tu
conciencia.
El hombre ha estado viajando y viajando durante miles de vidas, el polvo se
acumula. Todos somos viajeros.
Es mucho el polvo que se ha acumulado, en tal grado que el espejo ha desaparecido
completamente. Hay sólo polvo sobre polvo, capas y capas de polvo, y no puedes
ver el espejo. Pero el espejo está aún allí, no puede perderse, porque es tu
naturaleza misma. Si se puede perder, entonces no puede ser tu naturaleza.
No es que tú tengas un espejo; tú eres el espejo.
El viajero es el espejo. No lo puedes perder, sólo puedes olvidarlo; a lo sumo, un
olvido.
El momento existencia es ahora mismo.
Sólo ver la factualidad de algo determinado, de un estado determinado, es
meditación.
La meditación no tiene motivo; en consecuencia, no tiene un centro. Y dado que no
hay motivo no hay centro, no hay un yo en ella. No funcionas desde un centro: en
la meditación actúas a partir de la nada.
La respuesta que surge de la nada es de lo que la meditación se trata… la mente
concentrada actúa en base al pasado… la meditación actúa en el presente, en base
al presente. Es una respuesta pura al presente; no es una reacción. No actúa en
base a conclusiones… actúa viendo lo existencial.
S iempre que veas algo azul: el azul del cielo, el azul del río, siéntate en silencio
y mira el azul. Y sentirás una profunda armonía con él. Un gran silencio
descenderá en ti siempre que medites en el color azul.
El azul es uno de los colores más espirituales, porque es el color del silencio, de la
quietud… es el color de la tranquilidad… del descanso… de la relajación.
De manera que, cuando quiera que estés realmente relajado… sentirás
repentinamente dentro de ti una luminosidad azul.
Y si puedes sentir una luminosidad azul, te sentirás relajado de inmediato.
Resulta de ambas maneras.
MIRA TU DOLOR DE CABEZA
L a próxima vez que tengas un dolor de cabeza, prueba esta pequeña técnica
meditativa, sólo en forma experimental.
enfermedades y síntomas mayores.
Y luego podrás aplicarla a
COLUMNA DE ENERGÍA
ATARDECER
Sacudirse, bailar y cantar
SACUDIRSE
Meditación Kundalini.
Esta meditación es la hermana muy querida de la Meditación Dinámica que se hace
de madrugada. Consiste en cuatro etapas de 15 minutos cada una.
Relájate y deja que todo tu cuerpo comience a sacudirse, sintiendo que la energía
sube desde los pies. Suéltate totalmente y conviértete en las sacudidas. Puedes
tener los ojos abiertos o cerrados.
Baila… de cualquier forma que desees, y deja que todo el cuerpo se mueva como
quiera.
Cierra los ojos y permanece quieto, sentado o de pie… en actitud de testigo frente a
todo lo que sucede dentro y fuera de ti.
Cuarta etapa: 15 minutos.
MEDITACIÓN DE LA OSCILACIÓN
BAILE
Cuando el movimiento se hace extático, entonces es una danza.
Cuando el movimiento es tan total que no hay ego, entonces es danza.
Y debes saber que el baile surgió en el mundo como una técnica de meditación.
El baile inicial no era el baile: este debía alcanzar un éxtasis en donde el bailarín
desaparecía y sólo quedaba el baile, sin ego, nadie manipulando, el cuerpo luyendo
espontáneamente.
No es necesario hallar ninguna otra meditación. El baile mismo se convierte en
meditación si el bailarín desaparece… todo el punto consiste en cómo hacerse
desaparecer.
Cómo o dónde logres eso no tiene importancia.
Simplemente desaparece.
Un punto llega en que tú no eres, y aún así las cosas siguen ocurriendo… como si
estuvieras poseído.
El baile es una de las cosas más bellas que pueden sucederle a un hombre.
Así que no concibas la meditación como algo separado. La meditación es necesaria
como algo separado para aquellos que no tienen energía creativa profunda; su
energía no tiene dirección como para que puedan involucrarse tan profundamente
como para desaparecer.
Pero un bailarín, un pintor, un escultor no necesitan tener ninguna otra meditación.
Todo lo que necesitan es hacer que su dimensión se vuelva tan profundamente
penetrante que alcance un punto de trascendencia. Y no hay nada como el baile…
Así es que por lo menos durante una hora al día, olvídate de todas las técnicas…
limítate a bailarle a Dios.
Simplemente bailarás como un niño pequeño… como una oración… entonces el
baile tendrá una cualidad completamente diferente.
Por primera vez sentirás que estás dando pasos que jamás habías dado
anteriormente, que te estás moviendo en dimensiones que te son totalmente
desconocidas. Atravesarás terreno que no te será familiar, a medida que te
sintonices más y más con lo desconocido, todas las técnicas desaparecerán. Y sin
técnicas, cuando es puro y simple, el baile es perfecto.
Baila como si estuvieras enamorado del universo, como si bailaras con tu ser
amado. Deja que Dios sea tu amado.
BAILA EN GRUPO
P uedes reunir un pequeño grupo de amigos que puedan bailar juntos. Eso será
mejor, más útil.
El hombre es tan débil que se le hace difícil continuar con algo si está solo. Es por
eso que las escuelas son necesarias.
Así, si un día no sientes deseo de hacerlo y los demás si quieren, la energía de los
demás te moviliza, Otro día, alguien no tendrá deseos pero tú si querrás hacerlo:
tu energía entra en juego.
Si estás solo, el hombre es muy débil y carente de voluntad. Un día lo haces, y otro
día te sientes cansado y tienes otras cosas que hacer.
Las meditaciones traen resultados sólo cuando se las practica en forma persistente.
Entonces, se sumergen en tu interior.
Es tal como si cavaras un hoyo en la tierra… un día cavas en un lugar, otro día en
otro lugar… entonces, puedes seguir cavando durante toda tu vida, pero el pozo
nunca estará listo.
Debes cavar siempre en el mismo lugar. Así que proponte hacerlo todos los días a
la misma hora.
Y si es posible hacerlo en el mismo lugar, será estupendo; el mismo cuarto, el
mismo ambiente, quemando el mismo incienso… de modo que poco a poco el
cuerpo aprenda y que poco a poco la mente obtenga esta sensación.
Apenas entras en el cuarto, te sientes listo para comenzar a danzar. El cuarto está
cargado, la hora está cargada.
BAILA COMO UN ÁRBOL
L evanta las manos y siéntete como un árbol enfrentado a un fuerte viento. Baila
como un árbol en las lluvias y los vientos.
Deja que toda tu energía se convierta en energía de baile, mécete y muévete con el
viento: siente el viento pasando a través de ti.
Olvida que tienes un cuerpo humano: eres un árbol, identifícate con el árbol.
Sal a la intemperie si puedes, párate entre los árboles, transfórmate en un árbol y
deja que el viento pase a través de ti.
El identiicarte con un árbol es tremendamente fortiicante y nutritivo. Uno entra
fácilmente a la conciencia primaria. Los árboles están aun allí. Habla con los
árboles, abraza a los árboles y de pronto sentirás que todo ha vuelto. Y si no te es
posible salir párate en medio de una habitación, visualízate a ti mismo como un
árbol y comienza a bailar.
MEDITACIÓN DE GIRAR
E l giro Sui es una de las técnicas más antiguas y una de las más enérgicas. Es
tan cambiante totalmente.
Gira con los ojos abiertos, tal como los niños giran, como si tu ser interior se
hubiese convertido en una rueda, moviéndose: una rueda de alfarería en
movimiento. Estás en el centro, pero todo el cuerpo se está moviendo.
Se recomienda no consumir ni comida ni bebida por tres horas antes de girar. Es
mejor estar descalzo y con ropa suelta.
La meditación está dividida en dos etapas: girar y descansar. No hay tiempo
determinado para girar, puede durar horas, pero se sugiere que continúes al menos
por una hora para experimentar totalmente la sensación del remolino de energía.
Los giros se realizan en el punto en donde uno está parado, en la dirección contraria
a las manecillas del reloj, con el brazo derecho levantado y la palma de la mano
mirando hacia arriba. Las personas que se sienten incómodas girando en contra de
la dirección de las manecillas del reloj pueden girar en el otro sentido.
Permite que tu cuerpo se relaje y deja los ojos abiertos pero sin enfocar, de modo
que las imágenes se vuelvan borrosas y luidas. Mantén silencio.
Durante los primeros 15 minutos, gira lentamente. Y luego desarrolla gradualmente
mayor velocidad durante los siguientes 30 minutos, hasta que el giro se apodere de
ti y te transformes en un torbellino de energía: la periferia, una tormenta de
movimiento: el testigo en el centro, silencioso y quieto.
Cuando estés girando tan rápido que no puedas permanecer de pie, tu cuerpo se
dejará caer por sí solo.
No decidas tú cuándo caes.
Rueda de inmediato sobre el estómago, de modo que tu ombligo desnudo esté en
contacto con la tierra. Si alguien se siente muy incómodo tendido de esta forma,
puede tenderse de espaldas.
Siente que tu cuerpo se compenetra con la tierra, como un niño pequeño
apretándose contra el seno de su madre.
Mantén tus ojos cerrados y permanece pasivo y silencioso durante al menos 15
minutos.
Después de la meditación debes permanecer tan callado e inactivo como puedas.
Algunas personas pueden sentir náuseas durante esta meditación, pero esta
sensación debiera desaparecer en dos o tres días. Sólo deja de practicar la
meditación si esto persiste.
CANTA
C antar es divino, una de las actividades más divinas. Solamente el baile compite
con él, sólo el baile se le compara.
Y ¿por qué el baile y el canto son actividades divinas? Porque estas son las
actividades en que puedes perderte completamente… puedes sumergirte en el
canto al punto que el cantante desaparezca y sólo permanezca la canción, o el
bailarín desaparezca y sólo la danza permanezca.
Y ese es el momento de la metamorfosis, de la transiguración: cuando el
cantante ya no es y sólo existe la canción… cuando tu totalidad se ha
convertido en una canción o en baile, esa es la oración.
No importa qué canción estás cantando; puede no ser una canción religiosa; pero si
la cantas en forma total, es sagrada. Y viceversa: puedes estar cantando una
canción religiosa, santiicada desde tiempos inmemoriales, pero si no estás
involucrado totalmente en ella es profana. El contenido de la canción no tiene
importancia; lo que importa es la cualidad que traes al canto, la totalidad, la
intensidad, el fuego.
No repitas la canción de otra persona, porque ese no es tu corazón. Y esa no es la
forma en que puedes derramar tu corazón a los divinos pies. Permite que surja tu
propia canción.
Olvida el compás y la gramática. Dios no es un gramático, y a El no le importa qué
palabras utilizas… El está más interesado en tu corazón.
MANTRA
EL NOMBRE DE JESUS
AUM
P ropónte sentarte en silencio durante al menos 20 minutos en la mañana y 20
minutos en la noche, con los ojos entreabiertos, y mirando hacia abajo.
La respiración debe ser lenta y el cuerpo debe permanecer inmóvil. Comienza a
cantar ¡aum! En tu interior. No hay necesidad de sacarlo afuera: será más
penetrante con los labios cerrados; ni siquiera la lengua debería moverse. Canta
¡aum! Rápidamente: aum, aum, aum, aum; rápido y fuerte pero dentro de ti.
Siente que vibra por todo tu cuerpo, después la cabeza, de la cabeza a los pies.
Cada ¡aum! Cae en tu conciencia como una piedra arrojada a un pozo, y surgen
ondulaciones que se expanden hasta el inal. Las ondulaciones se siguen
expandiendo hasta cubrir todo el cuerpo.
Haciendo esto habrá momentos, y serán los momentos más hermosos, en que no
estarás repitiendo y todo se habrá detenido… De pronto te darás cuenta de que no
estás cantando… y que todo se ha detenido.
¡Disfrútalo! Si comienzan a surgir pensamientos, comienza a cantar otra vez.
Y cuando lo hagas por la noche, hazlo por lo menos dos horas antes de dormir. De
lo contrario, si lo haces justo antes de acostarte no podrás dormir, porque te
sentirás tan fresco que no tendrás sueño. Tendrás la sensación de que es de
mañana y has descansado bien, así que ¿para qué ir a dormir?
Puedes encontrar tu propio ritmo. Al cabo de dos o tres días encontrarás el
adecuado para ti; para algunas personas es muy rápido: aum, aum, aum, casi un
¡aum! Sobre otro, les va bien. Otros lo preieren en forma muy lenta, así que
depende de ti.
Pero lo que sea que te guste, sigue haciéndolo.
MEDITA EN LA LUZ
NOCHE
Fantasía, oración y amor
L os mosquitos son antiguos meditadores que han fracasado. Por lo tanto, están
en contra de cualquiera que esté teniendo éxito en la meditación. Son muy
envidiosos. Así que cuando sea que medites estarán allí para molestar y
distraer.
Y esto no es nada nuevo; siempre ha sido así. ¡Esto se menciona en todas las
antiguas escrituras!
En particular en las escrituras Jainas, porque los monjes Jainas viven desnudos. Tan
sólo piensa en un monje Jaina, desnudo, en la India. ¡Y los mosquitos!
Mahavira tuvo que dar instrucciones especíicas acerca de qué actitud tener al
respecto a los mosquitos.
Dijo a sus discípulos que, “cuando los mosquitos ataquen, acéptenlo”.
Esta es la suprema distracción. Si puedes superar esto, entonces no habrá otra
diicultad, no habrá una diicultad mayor. ¡Y cuando él lo dice, sabe de lo que
habla!
Vivir desnudo en la India es muy difícil.
Una vez me quedé en Sarnita, donde Buda dio vuelta a la rueda del dhamma, donde
Buda dio su primera prédica, la prédica más importante, que fue el inicio de una
nueva tradición. Me estaba quedando con un monje budista.
He visto mosquitos, pero nada comparado a los mosquitos de Sarnita. ¡Los
mosquitos de Poona no son nada! ¡Siéntete muy contento respecto a esto! Tienes
suerte de que no estoy en Sarnita. ¡Los mosquitos eran realmente grandes!
Aun durante el día solíamos sentarnos debajo de los mosquitos. En una cama, bajo
el mosquitero, se sentaba el monje budista; en la otra me sentaba yo, y luego
hablábamos.
Yo dije: ¡Nunca volveré!, porque él me pedía que volviera nuevamente y me
quedara. Dije: “¡Nunca, nunca! Esta es mi primera y última vez”.
El respondió: “Eso me recuerda que a través de los años, nosotros, los monjes
budistas, nos hemos reído y bromeado acerca del motivo por el cual Buda nunca
regresó a Sarnita. Solamente vino una vez: ¡dio su primera prédica y huyó!”
El viajó muchas veces a otros sitios. Debe haber ido por lo menos treinta veces a
Shravasti; debe haber ido por lo menos cuarenta veces a Rajgir, y así
sucesivamente.
Cada lugar que visitó, lo visitó una y otra vez… pero Sarnita, sólo en una ocasión.
Nunca regresó a ese lugar.
“Y, dijo el monje, es debido a estos mosquitos. Y tú también dices que nunca
regresarás”.
Yo le dije: “¡Por lo menos en una cosa yo sigo a Buda! No puedo seguirlo en otras
cosas, debo ser una luz en mí mismo, pero respecto a este asunto ¡dejemos que él
sea la luz!”
Yo sé que es difícil, muy difícil, pero tendrás que aprender. No te distraigas. ¡Eso no
signiica que dejes que los mosquitos se aprovechen de ti! Pretéjete de todas las
maneras posibles, pero sin ansiedad, sin irritación. Protégete, evita los mosquitos,
aléjalos, sacúdelos, pero sin irritación. Ellos están haciendo su cosa. Y al menos
eso debe ser aceptado. Ellos no están especialmente en tu contra.
Alguien debe estar desayunando, almorzando o cenando, así que sé gentil. Tienes
todo el derecho de protegerte, pero no es necesario estar irritado. La irritación
alterará la meditación, no al mosquito.
Puedes sacudirte al mosquito en forma muy meditativa, atenta, totalmente alerta,
sin irritación.
¡Pruébalo!
El verdadero problema nunca viene de afuera; el problema real siempre proviene de
la irritación interna.
Por ejemplo, los perros están ladrando afuera y tú estás meditando.
Inmediatamente te enojas: “¡Estos perros estúpidos!”. Pero ellos no están
perturbando tu meditación en forma alguna. ¡Simplemente están disfrutando su
vida! ¡Deben haber visto un policía, un cartero o un sannyasin! Los perros están
muy en contra de los uniformes, son muy anti-uniformes, y tienen todo el derecho a
tener sus propias creencias.
Pero no están tratando de distraerte a ti en especial.
Los mosquitos están haciendo su propia cosa. Tienes que protegerte, tienes que
hacer tu propia cosa, pero no te irrites. La irritación, es el único problema. Y
entonces, si no te irritas, si no te distraes por toda la molestia que los mosquitos
están creando alrededor de ti, hasta te sentirás agradecido de ellos: te han dado
una llave secreta.
Si los mosquitos no te distraen, nada puede distraerte. Entonces habrás llegado a
un punto muy estable de la meditación.
LA MEDITACIÓN NADABRAHMA
La segunda etapa está dividida en dos segmentos de siete minutos y medio. Para la
primera mitad, mueve tus manos, palmas hacia arriba, describiendo círculos hacia
afuera.
Comenzando a nivel del ombligo, las dos manos se mueven hacia el frente y luego
se separan para formar dos círculos grandes, el uno frente a otro, a la izquierda y a
la derecha. El movimiento debe ser tan lento que a veces parezca no haber
movimiento.
Siente que le estás dando energía al universo.
Luego de siete minutos y medio gira las palmas hacia bajo, y comienza a moverlas
en la dirección contraria. Ahora las manos se unirán hacia el ombligo y luego se
separarán hacia fuera, a los lados del cuerpo. Siente que estás recibiendo energía.
Tal como en la primera etapa, no reprimas ningún movimiento suave y lento en el
resto de tu cuerpo.
La pareja se sienta cubierta por una sábana, mirándose el uno al otro y tomándose
las manos entrecruzadas. Es mejor no tener ningún tipo de ropa. Ilumina la
habitación sólo con cuatro velas y quema un incienso especial que tengas sólo para
esta meditación.
Cierren los ojos y zumben durante 30 minutos. Después de un breve lapso de
tiempo, se sentirán que las energías se encuentran, se fusionan y se unen.
ZUMBANDO
¡SE UN ANIMAL!
C omienza una meditación en la noche. Siente como si no fueras en absoluto un
ser humano.
Pues escoger cualquier animal que te guste. Si te gusta un gato, bien. Si te gusta
un perro, bien. Un tigre, macho, hembra… Cualquier cosa que te guste.
Simplemente elige pero luego mantén tu elección.
Conviértete en ese animal. Muévete en cuatro patas por el cuarto y conviértete en
ese animal.
Durante quince minutos disfruta lo más que puedas de la fantasía. Si eres un perro,
ladra y haz las cosas que se espera que un perro haga… ¡Y lo haces realmente!
Disfrútalo. Y no lo controles, porque un perro no puede controlar. Un perro signiica
absoluta libertad, de manera que cualquier cosa que suceda en ese momento,
hazla. En ese momento no traigas el elemento humano del control. Sé realmente,
aperradamente, un perro.
Durante quince minutos vaga por el cuarto… ladra… brinca. Eso te ayudará.
Necesitas un poco más de energía animal. Eres demasiado soisticado, demasiado
civilizado, y eso te está paralizando. Demasiada civilización resulta paralizante. Es
bueno en pequeñas dosis, pero demasiado de esto es peligroso.
Uno siempre debiera ser capaz de ser un animal.
Tu animal debe ser liberado.
Si puedes aprender a ser un poco salvaje, todos tus problemas desaparecen.
Comienza desde esta noche ¡y disfrútalo!
S entado en silencio, medita en el hecho de que tú eres ilimitado, que los límites
del universo son tus límites. Siéntete expandido, incluye todo en esa
sensación: el sol se levanta en ti, las estrellas se mueven dentro de ti, los
árboles crecen y los mundos vienen y desaparecen.
Siéntete inmensamente bendito en ese estado expandido de conciencia. Y eso se
convertirá en tu meditación.
De manera que cuando sea que tengas tiempo y no estés haciendo nada, siéntate
en silencio y siéntete expandido.
Al principio, por unos días, esto parecerá loco, porque nos hemos acostumbrado
demasiado a los límites. En realidad, no hay límites. La limitación es una limitación
de la mente. Las cosas son así porque creemos que son así.
Siente esta expansión oceánica cuantas veces sea posible, y pronto comenzarás a
estar en sintonía con ella. Entonces, sólo un pequeño desplazamiento y allí estará.
Cada noche, cuando te vas a dormir, ve con esta conciencia expandida.
Ve a dormir como si las estrellas se movieran dentro de ti; el mundo está viniendo y
desapareciendo en ti.
Ve a dormir siendo el universo.
Y en el día también, recuérdalo cuantas veces puedas.
LA MEDITACIÓN LUNÁTICA
SHIVA NETRA
E sta meditación del tercer ojo se hace en dos etapas que se repiten tres veces:
en total, seis etapas de diez minutos cada una.
Siéntate totalmente inmóvil y, enfocando los ojos en forma relajada, mira una luz
azul.
M antén una pequeña estatua del Buda en tu cuarto y cuando tengas tiempo,
mira la estatua. La estatua del Buda no fue creada sólo como una imagen:
fue creada como un objeto para meditación. No representa al Buda real, él
no era así. Esta es una metáfora.
Más que representar la forma física del Buda, representa su gracia interna.
No es que él fuese de esa misma forma física, que tuviese ese mismo rostro, la
misma nariz y ojos; ese no es en absoluto el punto.
Esto no es realista, es surrealista. Dice algo de lo real que está más allá de la mal
llamada realidad, así que es un yantra.
Con sólo mirarlo uno puede entrar en meditación.
Ese es el motivo por el cual se crearon cientos de estatuas budistas: ningún otro
hombre tiene tantas estatuas como Buda.
Hay templos que tienen diez mil estatuas de Buda, sólo para crear una atmósfera
de estado meditativo.
Donde quiera que mires ves a Buda, por todos lados la forma del Buda… el ser del
Buda… ese silencio… esa gracia… esos ojos cerrados… esa postura quieta… ese
equilibrio… esa simetría…
Esas estatuas de Buda son música en mármol…
Sermones en las piedras.
MIRAR UN ESPEJO
S i miras una llama durante un período prolongado, durante algunos meses, y una
hora al día, tu tercer ojo comienza a funcionar perfectamente.
Comienzas a estar más alerta, más lleno de luz.
La palabra “tratak” proviene de la raíz que signiica lágrimas… de manera que
tienes que mirar a la llama hasta que las lágrimas comiencen a brotar de tus ojos.
Sigue contemplando, sin pestañear, y el tercer ojo comenzará a vibrar.
La técnica de ijar la mirada no tiene realmente nada que ver con el objeto: guarda
relación con la contemplación misma. Pues tú te pones a foco cuando miras in que
tus ojos pestañeen, y la naturaleza de la mente es estar constantemente en
movimiento.
Si tienes la mirada realmente ija, totalmente inmóvil, la mente se verá en
problemas necesariamente.
La naturaleza de la mente es moverse de un objeto a otro, moverse
constantemente. Si contemplas la oscuridad o la luz o alguna otra cosa, si
realmente tienes la vista ija, el movimiento de la mente se detiene.
Si la mente se sigue moviendo, signiica que su contemplación no está allí; estarás
pasando por alto el objeto.
Cuando la mente se va a algún otro lugar, te olvidarás, no podrás recordar qué cosa
estabas mirando. El objeto, físicamente, estará allí, pero para ti habrá
desaparecido, porque tú no estás allí; te has movido en el pensamiento.
Fijar la vista, tratak, signiica no permitir que tu conciencia se mueva.
Cuando no estás permitiendo que la mente se mueva, esta lucha. Al comienzo
lucha arduamente, pero si sigues practicando el ijar la vista, poco a poco la mente
deja de luchar. Por momentos de detiene. Y cuando la mente se detiene, deja de
haber mente, pues esta puede existir sólo en movimiento.
Cuando no hay movimiento, el pensamiento desaparece… no puedes pensar,
porque pensar signiica movimiento… moverse de un pensamiento a otro. Es un
proceso.
Si ijas la vista continuamente en una cosa, totalmente consciente y alerta… Porque
puedes ijar la vista con los ojos muertos, y entonces podrás seguir pensando.
Puedes mirar con los ojos de un muerto, pero tu mente se estará moviendo. Eso no
será de ninguna ayuda. El ijar la vista signiica que no sólo tus ojos, sino que toda
tu mente está enfocada a través de los ojos.
Entonces, cualquiera sea el objeto (este depende si a ti te gusta la luz, está muy
bien, si te gusta la oscuridad, bien), el objeto es, en realidad, irrelevante, de lo que
se trata es de detener completamente la mente en tu mirada, de enfocarla de modo
que el movimiento interno… la intranquilidad, se detenga… que la luctuación
interna se detenga.
Estás simplemente mirando, sin hacer nada… ese mirar profundo te cambiará
completamente… se convertirá en una meditación.
QUITATE LA ARMADURA
OH
A ntes de irte a dormir, apaga las luces, siéntate en tu cama, cierra los ojos y
exhala profundamente a través de la boca, con el sonido “oh”. Tu estómago
entra, el aire sale: tú sigues produciendo el sonido “oh”. Recuerda: no estoy
diciendo “aum”, simplemente estoy diciendo “oh”. Se convertirá en “aum”
automáticamente; no es necesario que tú lo conviertas en “aum”. Entonces sería
falso. “Tú simplemente produces el sonido “oh”.
Te vas a ir relajando, y tu sueño tendrá una cualidad diferente, del todo diferente. Y
tu sueño debe ser modiicado. Sólo entonces puedes volverte más alerta y
despierto. Así que comenzaremos por modiicar el sueño.
Cuando has exhalado completamente haciendo el sonido “oh” y sientes que ahora
ya no puedes exhalar más, cuando el aliento ha salido, deténte por un instante. No
inhales; no exhales. ¡Deténte! En esa detención tú eres lo divino… en esa
detención no estás haciendo nada, ni siquiera respirando… en esa detención te
encuentras en el océano.
El tiempo ya no está allí, porque el tiempo se mueve con la respiración. Es como si
la existencia entera se hubiese detenido contigo. En esa detención puedes llegar a
percibir la fuente más profunda de tu ser y energía. De manera que detente por un
instante.
Entonces, inhala a través de la nariz. Pero no hagas ningún esfuerzo por inhalar.
Recuerda, haz todo el esfuerzo por exhalar, pero no hagas ningún esfuerzo por
inhalar.
Deja que el cuerpo inhale. Tú simplemente relaja tu retención del aire y deja que el
cuerpo haga la inhalación. Tú no haces nada.
La vida respira por sí sola; se mueve por sí misma, en su propio curso. Es un río; tú
la empujas en forma innecesaria. Verás que el cuerpo está inhalando… Tú esfuerzo
no es necesario… tu ego no es necesario… tú no eres necesario… Tú simplemente
te conviertes en un observador. Tú simplemente ves el cuerpo tomando una
inhalación. Se sentirá un profundo silencio.
Cuando el cuerpo ha tomado una inhalación completa, deténte nuevamente por un
instante… Entonces observa otra vez…
Estos dos momentos son totalmente diferentes.
Cuando hayas exhalado completamente y te hayas detenido, ese detenerse es tal
como la muerte. Cuando has inhalado totalmente y luego te has detenido, esa
detención es un clímax de vida. Recuerda: la inhalación equivale a la vida, la
exhalación equivale a la muerte.
¡Siéntelo! Siente ambos momentos. Por eso es que te digo que te detengas dos
veces: una vez después de haber exhalado y otra vez después de haber inhalado;
de manera que puedas sentir ambas: vida y muerte.
Una vez que sabes que “esto” es vida, que “esto” es muerte, has trascendido
ambas.
El testigo no es ni la vida ni la muerte. El testigo nunca nace y nunca muere. Tú te
has convertido en el tercero.
Haz esta meditación por veinte minutos, y entonces recuéstate y duérmete.
ENTRAR EN TU VACÍO
P ropónte cada noche, antes de ir a dormir, cerrar los ojos y entrar en tu vacío por
veinte minutos. Acéptalo, permítele estar allí.
El miedo surge: deja que también eso esté allí. Tiembla de miedo, pero no rechaces
este espacio que está naciendo allí.
Dentro de dos o tres semanas te será posible sentir su belleza, te será posible
percibir su bendición.
Una vez que hayas tocado esa bendición, el miedo desaparecerá por sí solo. No se
trata de que luches contra él.
Dentro de tres semanas, un día verás que surgen de pronto tales bendiciones, un
repunte de energía tan grande, tal cualidad de alborozo en tu ser… como si la
noche se hubiese acabado y el sol hubiese aparecido en el horizonte.
REGRESA AL ÚTERO
C uando la meditación libere energía en ti, ésta encontrará todo tipo de formas
de expresión. Si eres un pintor y la meditación libera energía en ti, pintarás
más, pintarás con locura, olvidarás todo, al mundo entero. Tu energía entera
se volcará en la pintura.
Si eres un bailarín, tu meditación te convertirá en un bailarín muy profundo.
Depende de tu capacidad, talento, individualidad, personalidad… así que nadie
sabe qué sucederá.
A veces ocurrirán cambios repentinos. Una persona que era muy silenciosa, que
nunca hablaba, de pronto se pone locuaz. Esto pudo haber estado reprimido; puede
que jamás se le haya permitido hablar. Cuando la energía ascienda y luya, puede
que comience a hablar.
Cada noche y antes de irte a dormir, durante cuarenta minutos siéntate de frente a
la pared y comienza a hablar, habla en voz alta. Disfrútalo… involúcrate en esto. Si
encuentras que hay dos voces, entonces habla desde ambos lados. Dale apoyo a
este lado y luego contesta desde el otro lado, y ve como puedes crear un diálogo
hermoso.
No trates de manipularlo, pues no estás diciendo esto para nadie. Si esto va ser
loco, deja que sea así. No trates de cortar nada o censurar nada, porque entonces
todo el propósito de la meditación se pierde.
Hazlo al menos por diez días. Pon toda tu energía en esto.
ORACIÓN
LA MEDITACIÓN DE LA ORACIÓN
LATIHAN
P árate en una postura relajada y espera que Dios, que el Todo, trabaje en ti.
Entonces haz lo que sea que quieras hacer, en un ánimo profundamente lleno
de oración: “Me entrego a tu voluntad”. Y sólo relájate.
Es tal como cuando la gente hace escritura automática.
Mantienen la pluma en sus manos y esperan. De pronto, alguna energía posee la
mano y la mano comienza a moverse.
Están sorprendidos: ¡su propia mano se está moviendo y ellos no la están
moviendo!
Espera en esa misma actitud, y después de tres o cuatro minutos, verás de pronto
que algunos espasmos llegan al cuerpo y que la energía desciende en ti. No te
asustes, porque esto es muy escalofriante. Tú no lo estás haciendo. De hecho, eres
sólo un testigo; está sucediendo.
Muévete con esto. El cuerpo comenzará a adoptar muchas posturas: moviéndose…
bailando… meciéndose… temblando… sacudiéndose; muchas cosas sucederán.
Sigue permitiendo; no sólo permitiendo, sino cooperando. Entonces, llegarás
exactamente a lo que nosotros llamamos Sahaj Yoga.
El Latihan no es nada nuevo. La palabra es nueva. El Subud no es nada nuevo. Es
sólo una nueva versión del Sahaj Yoga: Yoga espontáneo.
Le dejas todo a lo divino, porque la mente es engañosa. Pronto verás la diferencia,
porque serás sólo un observador. Te sorprenderás porque tu cuerpo se estará
moviendo y tú no lo estarás moviendo en absoluto.
Después de algunos días de relajarte en esto, aun cuando quieras detenerlo, de
pronto no te será posible hacerlo; verás que estás poseído.
Así que uno tiene que rezar al principio y decir: ¡Por veinte minutos, toma posesión
de mi ser y haz cualquier cosa que quieras hacer: que se haga tu voluntad, que
venga tu reino!
Deja que esa actitud esté allí, y solo relájate. Dios comenzará a bailar en ti, y
adoptará muchas posturas.
Las necesidades del cuerpo serán satisfechas, pero no sólo eso: algo más alto que
el cuerpo… más grande que el cuerpo… algunas necesidades profundas de la
conciencia, serán satisfechas.
MEDITACIÓN GOURISHANKAR
Siéntate con los ojos cerrados, inhala profundamente a través de la nariz, llenado
los pulmones.
Retén la respiración lo más posible y luego exhala suavemente a través de la boca;
entonces mantén los pulmones vacíos lo más posible.
Continúa este ciclo de respiración a través de la primera etapa.
Vuelve a la respiración normal y con una mirada relajada, mira una vela o una luz
parpadeante azul.
Mantén tu cuerpo quieto.
Con los ojos cerrados, ponte de pie y deja que tu cuerpo esté suelto y receptivo.
Sentirás que las energías sutiles mueven tu cuerpo más allá de tu control normal.
Permite que este Latihan suceda.
No hagas tú el movimiento; deja que el movimiento suceda, suave y
elegantemente.
Las primeras tres etapas deben ser acompañadas por un continuo y rítmico golpe,
preferiblemente en combinación con una música de fondo que produzca calma.
El ritmo debe ser siete veces más rápido que el latido normal del corazón y, si es
posible, la luz parpadeante debería ser un estraboscopio sincronizado.
MEDITACIÓN DEVAVANI
D evavani es la Voz Divina que se mueve y habla a través del meditador, quien
se convierte en una vasija vacía, en un canal. Esta meditación es un Latihan
de la lengua.
Relaja la mente consciente tan profundamente que, de ser la última cosa que hagas
en la noche, puedes estar seguro de que tu sueño será profundo.
Hay cuatro etapas de quince minutos cada una.
Mantén tus ojos cerrados durante la meditación.
Comienza a hacer sonidos sin sentido, por ejemplo: “la… la… la…”, y continúa hasta
que surjan sonidos desconocidos similares a palabras. Estos sonidos deberán
provenir de la poco conocida parte del cerebro usada cuando eras niño, antes de
que las palabras fueran aprendidas. Permite una entonación suave de
conversación: no llores o grites, rías o chilles.
Lo único que hay que recordar es que esos sonidos o palabras no deben ser de
ningún idioma que conozcas. Si sabes inglés, alemán o italiano, entonces no deben
ser italianas, alemanas o inglesas. ¡Cualquier otro idioma que no conozcas está
permitido: tibetano, chino, japonés! Pero si sabes japonés, entonces no está
permitido: ¡entonces el italiano es maravilloso! Habla cualquier lengua que no
conozcas. Estarás en diicultades por algunos segundos sólo durante el primer día,
porque: ¿cómo hablar una lengua que no conoces? Puede hablarla, y una vez que
comiences, ocurrirá todo tipo de sonidos y palabras sin sentido, sólo con apagar la
parte consciente y permitir que el inconsciente hable.
Cuando el inconsciente habla, el inconsciente no conoce idioma alguno.
Es un método muy, muy viejo. Viene del Viejo Testamento. En esos días lo
llamaban glosalalia. Algunas iglesias en América aún lo usan. Lo llaman “hablando
en lenguas”. Y es un método maravilloso, uno de los más profundos y penetrantes
en el inconsciente.
No lo hagas febrilmente, deja que sea una energía profunda… profundamente
reconfortante…nutriente, un sonsonete. Disfruta, mécete; si sientes el impulso de
bailar, baila. Pero todo tiene que ser muy elegante: eso debes recordarlo. No tiene
que ser catártico.
AMOR
IRRADIA AMOR
E n la noche, siéntanse uno frente al otro y tómense las manos formando una
cruz.
Durante diez minutos miren a los ojos del otro, y si el cuerpo comienza a moverse y
a mecerse, permítanselo.
Pueden pestañear, pero continúen mirando los ojos del otro.
Si el cuerpo comienza a mecerse, se mecerá, permítanselo.
No suelten las manos del otro, suceda lo que suceda.
No deben olvidar eso.
Después de diez minutos, cierren los ojos y permitan el mecerse durante diez
minutos más.
Entonces párense y, tomados de las manos, continúen meciéndose juntos por diez
minutos.
Esto mezclará profundamente sus energías.
Es necesario un poco más de derretimiento… de fundirse el uno en el otro.
ENTRÉGATE AL AMOR
ACERCA DE OSHO
GLOSARIO
Chakras: Centros energéticos y espirituales del cuerpo con funciones especíicas.
Mantra: Sonidos, sílabas o palabras sagradas, cuya repetición constante produce
efectos especíicos. Son usados como formas de meditación, concentración y
oración.
Nirvana: Extinción de todo tipo de limitaciones. Liberación de las pasiones,
deseos, apegos humanos y de la personalidad. El nirvana es un estado de perfecta
beatitud al que puede llegarse estando en la Tierra. No es un lugar ni tampoco un
paraíso. Designa “la extinción de la ilusión”, “el conseguir la verdad”, la
“iluminación”, el estado de espíritu donde el apego, la pena y el deseo
desaparecen.
Pranayama: Control e la energía vital que actúa en la respiración.
Sannyasin: En India, asceta, el que renuncia a la vida mundana. En este contexto
se designa así a los discípulos de Osho, quien señala como cualidades del
neo-sannyasin: aquel que está abierto a la experiencia, que nunca decide antes de
haber experimentado y que trabaja dentro de sí para encontrar su propia síntesis
entre la materia y el espíritu.
El ideal que Osho propone puede uniicarse bajo el nombre de “Zorba el Buda”;
aquel que tiene los pies en la tierra y puede danzar, y su inteligencia disponible
para el encuentro con los misterios.
Turiya: “El cuarto estado”, estado en que la conciencia de ser permanece más allá
del estar despierto, soñando o dormido.