Clase 3
Clase 3
Clase 3
Resume:
The play entitled " Isabel sin corona " witch was performed in the British Arts Centre ( BAC) Bs. As.
has been taken as a clinical case in this study. The concepts of false and true Self, according to
D.W. Winnicott’s theory, are analyzed with respect to leading character. The function of the false
Self, during the period 1940 to 2000 in Argentina is underlined in its.
Key Words:
Theatrical drama- False and true Self- History and Culture- Historical and cultural context.
Presentación
Muchas veces estos conceptos claros en la mente del autor, son de difícil comprensión para sus
lectores y en el caso del Self, ha conducido a muchas confusiones y ofrecido no pocas dificultades.
Para su último artículo, " Basis for Self in body ", (Winnicott, 1971) y a pedido de su traductora, J.
Kalmanovitch, Winnicott, le escribe una carta para precisar su pensamiento con respecto al Self, y
dice, «desde que puse manos a la obra, me di cuenta de que en mi espíritu no estaba bien definido
lo que entiendo por tal» ( Winnicott, 1971)
El Self es diferente del yo (ego) y eventualmente se podría traducir por la expresión «el yo
corporal"; no obstante, el Self no siempre hace recaer el acento en el cuerpo, sino que este se
inicia allí, para constituirse en un sentimiento de continuidad, un yo soy señal de existencia, una
existencia comprometida con el hacer. «Para mí, el Self, que no es " el yo" (ego), es la persona que
yo soy, (me), que no es otra que yo: una totalidad que se funda en el desenvolvimiento del proceso
de maduración.
Para tal fin voy a utilizar a modo de caso clínico, una creación literaria; una obra de teatro que me
permitirá ilustrar y trabajar sobre el concepto de – "verdadero y falso Self "- en la vida cotidiana de
un personaje de ficción. La obra de teatro es " Isabel Sin Corona", guión y dirección por Kado
Kotzer, que se represento, en el British Arts Centre ( BAC ), en Bs. As. 1999, siendo la única
protagonista la actriz Elena Tasisto. En 1989 se había representado en Paris con el nombre " God
Save The Queen " en el Theatre de la Commune.
La obra me interesó por dos motivos; uno, las características particulares de la protagonista, que
de desde mi punto de vista es un claro ejemplo de un Falso Self sobre-adaptado y el otro, el
enmascaramiento y aceptación, que el Falso Self sobre -adaptado tiene en el área de la cultura.
Desde esta línea es conveniente también revisar la óptica que su autor -Kado Kotzer-, tenía
cuando realiza la puesta en escena de la obra. Kado Kotzer escribe en el programa de la obra que
esta interesado en subrayar, esa característica tan argentina de una cierta tendencia a la idolatría y
que se hace evidente en una antigua admiración que los argentinos tendríamos ( y esto ocurre
hasta la denominada guerra del Atlántico Sur, para nosotros guerra de las Malvinas), por los ídolos
de origen anglosajón.
No es difícil reconocer la idolatría que sienten los pueblos por ciertas figuras populares y exitosas, -
sean tanto del deporte o de los medios de comunicación masiva. Los intelectuales, en cambio no
sentimos ninguna extrañeza frente a la ausencia de ídolos populares intelectuales. Basta con releer
" Psicología de las masas y Análisis del yo"-, uno de los escritos sociales que Freud publicara en
1921, para comprender esta necesidad tan humana y atemporal.
La historia se desarrolla a lo largo de 33 años, en cinco escenas. Se inicia en Bs. As, en una fecha
que podemos ubicar como reciente pos- segunda guerra mundial y con el impacto del triunfo de los
aliados. La protagonista llamada Isabel es una mujer, de alrededor 25/28 años, costurera de barrio,
de bajo nivel socio-económico, que vive sola en una pieza y ha sido embarazada por un hombre
que desaparece de su vida antes de saber ella sobre el mismo. Un leiv motiv durante los cinco
actos, consiste en que ella le escribe cartas a lo largo del tiempo, que son retornadas por el correo,
por destino desconocido.
Los puntos de mi interés, -en la obra, para el análisis del Self son: -
a) La protagonista se llama Isabel igual que la reina Isabel II; quien en esos momentos había sido
madre de su 1er hijo, el príncipe Carlos. La protagonista, a la que llamaré, la Isabel pobre, lee y
comenta con avidez cotidiana, los hechos de la familia real británica. También bautizó a su hijo con
el nombre del hijo de la reina:- Carlos-. Isabel va viviendo su vida, mientras cuenta a una vecina,
( de ventana a ventana, y sin que esta aparezca en la obra), las anécdotas y actividades de la
historia de los reyes británicos. Se realiza así un paralelo entre ambas vidas; la Isabel pobre,
siente, se alegra y sufre con la vida de la reina, comparando ambos hijos como si fueran idénticos,
alabando y exaltando la vida de la familia real. Este es a mi parecer, el punto fuerte de la obra.
b) La Isabel pobre-, vive una vida llena de soledades y frustraciones. Es exigida y explotada
económicamente y laboralmente por su patrón, que le obliga a trabajar sin horarios y muy mal
paga. Las cartas que envía permanentemente, al padre de su hijo le son sistemáticamente
retornadas, por desconocimiento de paradero. Su hijo muestra, tempranamente, severos
problemas de conducta en la escuela y luego en la socialización, exhibiendo una conducta
delictiva, robándole incluso a su madre, mintiendo en la escuela y mintiendo falsos trabajos,
finalmente se dedica ala venta de drogas.
c) En la escena final, se observan dos cuestiones centrales; Isabel ya mayor, casi ciega, y más
sola que nunca, afirma satisfecha que al fin su hijo se destaca en algo, ya que es el primero en el
equipo de fútbol de la penitenciaria en la que está preso-, y además al fin encontró -"un lugar"- en
donde debe respetar las reglas.
d) En el inicio del ultimo acto, llega una carta que Isabel solo abre al final del mismo, manteniendo
el suspenso, al igual que en los actos anteriores cuando sonaba el teléfono, o recibía cartas. En
esta carta le notifican la muerte de su hijo asesinado por otro interno. En este final ella cae,
desplomada y ya no se levanta mas
Un poco de historia y sociología
Por otra parte, Inglaterra tiene una historia de influencias y destinos económicos con la Argentina,
que se inicia tempranamente en nuestra historia, desde antes de 1806, con las denominadas
invasiones inglesas y que continua como siendo una aparente bienhechora política y comercial de
nuestro país, mascarada que cayo mas de una vez. Un ejemplo de esto es la causa del suicidio del
estadista y diputado, Lisandro de la Torre durante la década del 30 y más cercanamente, la Guerra
de las Malvinas en la década del 80.
Alguna corriente sociológica ha sostenido durante la década del 60, y seguramente se debe
sostener hoy en día, una proposición de la existencia de estructuras de personalidad determinadas
por las diversas características de los países. Esta sería la idea de que cada país genera
estructuras básicas de personalidad. Dentro del imaginario social, algo de esto es verdad. Por
ejemplo: Los Argentinos son así, tristes y melancólicos, llorones, en cambio los alemanes son
duros, rígidos, y los brasileros son alegres, siempre están de buen humor, no se toman todo a la
tremenda.
Freud en " Psicología de las masas y análisis del Yo ( 1921)", describe y analiza ricamente la
tendencia gregaria de las personas y la tendencia a masificarse y seguir a un líder, identificándose
con él, resignando de este modo una parte de su deseo personal.
Kado Kotzer interpreta a Isabel desde este modelo de la sociología, - Isabel presentada como
"alienada " culturalmente-, alguien que adopta ciertas pautas culturales de su momento histórico, y
de su medio socioeconómico ciegamente, identificándose solamente por una manipulación del "
carácter o personalidad Argentina ". Se podría decir, infantilmente argentina, sin saber nada sobre
si misma, sin pensar, muy cerca de lo que Erich Fromm denominara - " el miedo a la libertad" - y
muy cerca de los personajes oscuros y críticos de "Boquitas Pintadas" de Manuel Puig y de " Las
aguafuertes porteñas" de Roberto Arlt.
Tomo un comentario que me hizo el escenográfo de la puesta Sergio Ramírez García y mi propia
contratransferencia como ejes, para iniciar el análisis. El comentario fue: <A pesar de ser
una pobre mujer que vive una vida que no es propia, es muy querible>.
Esta frase resume en una sola imagen, la vida de " la Isabel pobre" ; Su vida no le es propia y sin
embargo es querible. Los creadores de la obra, director y escenográfo dicen que esta vida que ella
lleva no es la propia, pero sin embargo es amada por sus creadores ( y por que no decirlo, también
por el publico, que va sintiendo una corriente de cariño y compasión por Isabel). Creadores y
publico van viendo por afuera, en off, lo que ella muestra, el no verse a si misma. Este si mismo
que es tan valioso en la teoría de Winnicott, este sentirse persona real, reconocerse en un mundo
compartido, consensuado, en un hacer diario, que incluye la tristeza, la frustración tanto como los
éxitos.
Pero en la obra se muestra abiertamente el mecanismo evitativo de la angustia, una imposibilidad
maniaca de aceptar que no se es una reina, ni se tiene un hijo príncipe. Una angustia que es mas
que la angustia de castración o de la existencia según la Filosofía y que se impone sobre el final de
la obra; angustia de aniquilación frente a la ruptura de su Falso Self protector, cuando ya la
realidad se le impone con la muerte de su hijo, quien la hacia sentir reina.
Este mecanismo descripto por Winnicott, como mecanismo de" Fuga en la Fantasía", -es propio de
la manía omnipotente-. Se trata de un estado de animo compatible con " el esta todo siempre bien
"- e Isabel estaba siempre bien, tenía muy pocos momentos de duda, - o de preocupación-. Y
cuando esto ocurría, rápidamente recurría a algún comentario sobre las actividades de la reina.
Isabel es querible justamente por vivir con un "falso Self"- adaptador-. Es sonriente, simpática, esta
siempre de buen humor, enfrenta el trabajo y las enfermedades con optimismo, nunca se queja, ni
protesta, nunca le dice a su patrón que no puede trabajar toda la noche, ni puede reconocer en su
hijo primeros sus problemas de conducta en la escuela y en el barrio, y luego sus actos delictivos.
No reconoce la ausencia del hombre que la embarazo, y nunca contesto una careta. Isabel niega,
fantasea, sueña despierta otra vida, no hay angustia, solo hay disculpas para su hijo y para los
demás, hasta el inevitable final
Sin embargo , quiero destacar , y esto como una gran lucidez por parte del autor, Kado Kotzer
ciertos detalles que lateralmente se van dando en la obra. Estos son indicadores, señales muy bien
puestas, que nos invitan al espectador a reflexionar acerca de la comunicación y el saber interior
del personaje. Me refiero a la comunicación entre el verdadero y el falso Self de Isabel
En casi todas las escenas Isabel tarda o no atiende el teléfono porque-sabe quién la llama- su
patrón para exigirle mas tiempo de trabajo, o las cartas que siempre le son retornadas y que
guarda para finalmente deshacerse de ellas recién en la escena final. El inmediato y rápido
comentario sobre la vida de la reina cuando se entera de una mala noticia y no sabe que hacer, la
insistencia de jugar al azar, con una esperanza de sacarse una rifa.
Este mismo "falso Self", - adaptador- , no le permite crecer, progresar económicamente, tener
amigos reales, hacer una familia corriente, pero sí, le permite vivir sonriendo, para ser querida, por
sus creadores, por el publico, por sus vecinos. El precio que paga para vivir así es alto. Ella vive la
vida de otra, no la propia.
En el capitulo sobre "La Identificación " – de Psicología de las masa y análisis del Yo, ( 1921),
Freud, nos advierte que la identificación, aspira a conformar el propio Yo análogamente al "otro"
tomado como modelo. Si bien este es un mecanismo de constitución psíquica normal, en tanto el
síntoma neurótico, la identificación se enlaza a un conjunto más complejo. Cuando se le plantea al
yo exigencias del medio que no puede satisfacer y se encuentra descontento consigo mismo,
encuentra su satisfacción en el Ideal del Yo, instancia diferenciada del Yo, que le otorgará
satisfacción, sintiéndose a imagen de esta exigencia. .
Pero tal como lo postulara S. Freud, en "El yo y el ello", (1923, Cáp. II), «Todo conocimiento
proviene de la percepción externa. Y este conocimiento proveniente de la realidad externa, ( que
podemos interpretar como un – yo no soy Isabel la reina y mi hijo no es el príncipe Carlos -) es el
que se indica con las señales referidas más arriba, casi imperceptibles, incomodadas en el
transcurrir de la obra, por carecer de significación inmediata, hasta el trágico final que le dan
sentido.
La negación su propia realidad que hace " la Isabel pobre", es un ejemplo vivido de los dos
mecanismos defensivos para sostener su falso Self, la disociación y la negación maníaca, que se
asientan sobre la omnipotencia del -" Self Falso"- elegido, el de la reina.
La obra muestra claramente y sin compasión, - que fueron; - sus negaciones/ sueños de fuga /
ilusiones no frustradas/ alienaciones, las que promovieron la patología delictiva de su hijo. La
ausencia de un padre capaz de "sostener " a la madre, frente a los avatares del mundo exterior, de
indicar un camino promotor de la necesaria disrupción de la fusión y confusión de los tiempos
primordiales de constitución psíquica, hubiera sido la única posibilidad de Ser de su hijo. Este hijo
Carlos solo a través la violenta logro la ruptura de una imagen de perfección. Se podría sintetizar
su accionar con el –" me opongo luego existo" -
Winnicott en su artículo "Distorsión del yo en función del verdadero y del falso Self'", (1960)
describe el- "Self falso"- como una defensa cuya función es proteger y disimular al Self verdadero;
como " una membrana defensiva, que oculta al verdadero Self, cuando el sujeto ha sufrido
repetidas y fuertes fallas de su medio en forma temprana".
El Self se construye durante el desarrollo del individuo apoyándose en el cuerpo. Se conforma así,
el sentimiento de identidad de la "personal total". Este asentamiento se da tanto en el plano
corporal como en el psíquico, durante el proceso de unidad psique –soma como momento temporal
del desarrollo emocional del bebe, en la que juega un papel esencial la manipulación de la madre.
En la continuidad de la experiencia del - " Yo Soy"-, se incorpora " lo que fui hace algunos años",
en lo que atañe " tanto a mi cuerpo como a mi espíritu", lo reconozco como "yo-mismo", aunque
haya cambiado tanto en mi cuerpo como en mis pensamientos.
Se pueden describir cinco tipos de organizaciones del "Self Falso" , desde el estado en que éste es
considerado "real", al confundirse las demandas del ambiente con el "verdadero Self",- con el si
mismo-, hasta el estado de salud, en que el "Self Falso", representa la actitud social de la persona
que vive en una colectividad humana. Aquello que se deja ver al otro, pero que no representa más
que una parte de lo que se es.
Final de Isabel
Tanto Freud como Winnicott no temieron adentrarse en revisar el factor cultural tanto en la
constitución normal como en la patología de las personas. Ambos dirigieron su mirada a el otro y
los otros como agentes ya sean de la de frustración , como de la satisfacción.
Si bien Winnicott mira a la cultura, como salvadora, ( de experiencias, impulsos, deseos), el lugar
donde poner la creatividad y donde vivir; la idea que manifiesta acerca de que " la realidad nunca
se termina de aceptar ", es consecuente de la visión frustadora que Freud tiene de la cultura.
Y es esta realidad- nunca terminada de aceptar- la que se impone a Isabel con la muerte de su
hijo, aunque como ya hemos visto se observa que ella jugaba a su propia simulación, ya que
desconocía su medio ambiente aunque lo negara. Desde de su disociación había un saber
insoportable que había que obturar con un " falso Self protector".
El Psicoanálisis y Winnicott, en particular, abarcan e interpretan los malestares que las culturas
imponen al ser humano. Isabel es un ejemplo más del siglo XX, generador en las ciencias duras y
en las humanísticas del Principio de Incertidumbre 1. Perdida de la creencia histórica en la
omnipotencia de la certeza y de la creencia en la objetividad como propiedad humana.
Isabel es solo una más de las mujeres y los hombres de este siglo, que ya no nos propone ídolos
perfectos y menos aún para los latinoamericanos. Ahora los ídolos pueden ser imperfectos pero
deben ser fácilmente exitosos. Pero esto es solo un pequeño cambio dentro de un mismo contexto.
Lo que sí es fácil de cotejar diariamente, es que hay mucha gente sola y pobre como Isabel. Es
mucha la gente que vive solo gracias a que sueña diurna y patológicamente. Porque aunque los
pueblos, los seres humanos no soporten vivir sin dioses, y siempre necesitarán forjar ídolos y
lideres, y quizás esto sea parte del soñar normal, así como lo vimos en " Isabel la pobre " hay
culturas y países, medios ambientes donde para soñar, hay que construir un Falso Self patológico.
Referencias Bibliografiítas.
Larreta, Raúl: Lisandro de la Torre, el solitario de Pinas. Ed. Hyspamerica. Fondo de Cultura.
México
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Lacan. Prefeitura Municipal, Belo Horizonte, Brazil, Jornal-Brasileiro-de-Psiquiatria. 1996 Feb;
Vol .45(2): 75-80
Winnicott D. En " Los procesos de maduración y el ambiente facilitador". Paidós (1993). Bs. As.
(1971) Playing And Reality. London: Tavistock Publications. Realidad y Juego, Gedisa. Barcelona.
Clase 4:
Origen del Self
Adriana Anfusso
Verónica Indart
Como asunto previo recordemos palabras de Winnicott refiriéndose al self: "Me pregunté si podría
escribir algo acerca de este término pero desde luego tan pronto me puse a hacerlo, descubrí que
hay mucha incertidumbre, incluso en mi propia mente, acerca del significado que tiene para mí
mismo." (13, pág. 271, traducción libre)
Se permite reconocer frente a él y los demás su vacilación entre el saber y la ignorancia (más
ignorancia que saber), pauta recurrente en su vida en relación a muchas cosas, casi todas, incluido
el concepto de self que sostiene buena parte de su teoría. ¿Descalificante falta de rigor científico o
rigor de la incertidumbre en relación al conocimiento?
En otro lugar encontramos el siguiente diálogo que mantiene consigo mismo: "No lo sé. ¡Bien! Tal
vez algún día lo sabré. Tal vez no. Pero entonces, quizás otro lo sabrá." (7, pág. 18). He aquí la
admisión del desconocimiento como una forma de saber. Sé que no sé. Celebra tener algo para
conocer, para hacer, algo que buscar, algo con qué jugar... Se permite esperar, sin negar la posible
emergencia de la desesperación, que se neutraliza con el único garante de que la tradición cultural
no se va a interrumpir, ya que confía en que otro encontrará placer jugando con las mismas
preguntas, hallándoles alguna suerte de respuesta que vendrá acompañada de nuevas
interrogantes. Y quizás no nos equivoquemos si decimos que hombres y mujeres damos muchos
rodeos para volver a los mismos cuestionamientos esenciales: ¿qué es nacer?, ¿qué es morir?,
¿qué es eso que nos ocurre en el interín, mientras estamos tratando de hacer otra cosa a lo que
llamamos vivir?. Tránsito entre un no-ser y otro, entre comienzo y fin, recorrido que, con suerte,
haremos entusiasmados y sin suerte, aburridos y aburriendo.
Se sabe que Winnicott amplió la teoría de los conflictos incorporando una multiplicidad de
conceptos originales que sería muy largo enumerar exhaustivamente, entre ellos el de self,
expresión que amalgama lo personal con lo interpersonal. Como le resultaba insuficiente explicar el
cotidiano vivir creativo común y corriente y la riqueza de la vida cultural humana en términos
exclusivos de satisfacción pulsional y sus derivados, o de reparaciones que enmendarían
agresiones y culpas, sintió la necesidad de extender o reformular el concepto de yo.
En este sentido nos gustaría detenernos en lo que él llama "relación del yo" (Ego-relationship), una
forma de tratar con los objetos distinta de las que prosperan desde el ello que sólo fortalecerían al
individuo con la condición de que se den en un marco de relación yoica. A esos peculiares vínculos
que establece el yo les asigna gran importancia, ya que son "la materia prima de la amistad", la
"matriz de la transferencia " y forman parte de la riquísima tercera zona de los fenómenos
transicionales.
En "La capacidad para estar a solas" leemos: "la relación yoica es la relación entre dos personas,
de las cuales por lo menos una de ellas está sola, quizás lo están ambas, pero la presencia de
cada una es importante para la otra." (12, pág. 38). O sea que la experiencia más básica de
descubrir la propia vida personal se alcanza exclusivamente cuando se está solo. Primero se trata
de estar solo en presencia de alguien real, disponible, que no exige nada y permite la relajación, la
no-integración, el estar ahí sin ningún objetivo preconcebido, sin ser meramente un reactor frente a
lo externo, ni tampoco alguien activo con intereses y conductas dirigidas a algo.
Con mayor madurez se puede transitar por esta experiencia particular de soledad que permite el
auto-contacto, el auto-descubrimiento, no con la condición de la presencia real del otro significativo,
sino cuando se ha podido introyectar a ese otro confiable como ambiente interno que genera
seguridad.
El self sería un concepto de bajo nivel de abstracción teórica, más bien próximo a la experiencia.
Sus traducciones son diversas y variopintas: sí mismo, propio ser, ser, persona, personalidad. A
veces se prefiere conservar el vocablo inglés. Winnicott subraya el hecho de que self no es
originalmente un término psicológico sino una palabra que todos los ingleses usan a diario.
Los diccionarios la definen como sustantivo que alude a esencia o individualidad. También es un
pronombre desinencial que se usa para enfatizar la identidad del sujeto del discurso en oraciones
del tipo "Winnicott mismo está dudoso" (Winnicott himself is doubtful). Además es un prefijo
traducible por "auto", como en "self-esteem" (autoestima), "self-containment" (auto-contención),
etc. Este uso nos muestra lo reflexivo del término y por tanto alude a la posibilidad de acceder a la
conciencia de sí.
El self del que podemos hablar al comienzo de una vida no está constituido, es una posibilidad.
Todo ser humano se inicia con una herencia compleja encerrada en una chispa vital que lleva al
sujeto:
- a poner en juego su cualidad gregaria que lo impulsa a establecer variadas relaciones con
múltiples elementos del mundo circundante.
Todas estas tendencias necesitan integrarse en una línea continua de desarrollo que formará parte
de cada individuo a lo largo de toda su existencia. El self como uno y como totalidad cohesiva e
integrada admite interrupciones, fallas, intromisiones, siempre que no superen cierto umbral y que
se produzcan dentro de un marco de contención. La ruta que nos lleva a seguir siendo nosotros
mismos admite y exige mudanzas y alteraciones múltiples.
Self verdadero es un concepto que apunta a lo original e inédito de cada sujeto, que desplegará
sus potencialidades desde la espontaneidad, adoptando ritmos, tiempos y modalidades
absolutamente propios. Igualmente singulares serán la vivencia que le genera su cuerpo y su
realidad psíquica interior.
El núcleo del self verdadero se origina en el self potencial y en salud permanece siempre solitario,
inviolado, incomunicado. "... hay un aspecto importante en las relaciones respecto del cual puede
decirse que en el contacto más íntimo hay una falta de contacto, de manera que cada individuo
retiene en esencia, siempre y para siempre, un aislamiento absoluto." (7, pág. 217)
En la etapa pre-verbal el niño es primero un "tú" de sus padres que al abrigar naturales
expectativas respecto de él, sesgarán inevitablemente la inserción de su hijo en el mundo. Para
acceder a una normal proporción de self verdadero todas las personas necesitan espejos humanos
vivos que, desde su propio self verdadero, las vean y las comprendan, les devuelvan la imagen que
se hacen de ellas y les reconozcan el derecho a ser. Presencia del prójimo sustancial e ineludible
para que se abra la posibilidad de acción y el vivir con sentido. Terrible experiencia la de ver sin
ver, ver sin verse y que no lo vean a uno.
El self se orienta hacia otro aspecto original no considerado antes por el psicoanálisis tradicional.
Su desarrollo saludable se relaciona con la vida, una vida excitante que incluya la magia de la
intimidad; con el vivir y ver el mundo creativamente, prueba de que se está vivo y con ganas de
seguir viviendo, de sentirse real y de ser uno mismo, de apercibir lo que se percibe. Así,
recortamos fragmentos de la infinita multiplicidad del mundo con un personal criterio, tiñéndolos
con pinceladas propias que surgen de nuestra siempre cambiante paleta de colores.
Al inicio tenemos un cuerpo vivo que alterna movimiento con sosiego, primero en el vientre y luego
en los brazos de una madre. Protegiendo adecuadamente al niño indefenso y vulnerable,
satisfaciendo cuidadosamente tanto las necesidades del yo como las del ello, se le está dando el
primer envión en la vida en condiciones de seguridad.
Estamos frente a un bebé inmaduro, siempre al borde del aniquilamiento, del terror de caer
eternamente, de sentirse hecho pedazos, de encontrarse con la ajenidad del propio cuerpo o de
sufrir el distanciamiento de la realidad y la imposibilidad de contacto con otros. El adecuado
reforzamiento yoico materno evita posibles derrumbes.
Los cuidados propios de esta etapa promueven la cohesión de lo sensorial y lo motriz –una forma
de integración- y permiten al bebé la ilusión de omnipotencia necesaria para la creación del
llamado objeto subjetivo.
Para el infante dormido o en vigilia, la ilusión implica vivir en un mundo onírico de subjetividad pura,
en virtud de que la madre admite la mágica ficción de que el bebé crea que creó lo que no creó. De
la reiteración de este tipo de encuentros vitales con la madre-mundo surge la posibilidad de confiar,
de creer que en cierto tiempo y lugar algunos sueños podrán hacerse realidad.
Así como Winnicott afirma rotundamente que sin yo no hay ello que pueda ser registrado, también
sostiene que "el yo se ofrece para su estudio mucho antes que la palabra self tenga alguna
pertinencia." (12, pág. 73)
En esta etapa, la brecha o "gap" entre yo y no-yo, entre bebé y madre, es lugar de posible reunión
de mundo interno y externo. Se trata del espacio potencial y de los fenómenos y objetos
transicionales donde, a la ilusión de omnipotencia se suma un cierto dominio, ya no mágico, sino
por manipulación concreta.
Las fallas humanas graduales de la madre tienen un efecto positivo en el bebé, en la medida en
que acompañen sus estados madurativos." ... en el estado de salud todo lo registrado se cataloga,
categoriza y coteja. Esto no es pensar, estrictamente hablando, pero involucra al aparato
electrónico usado para pensar." (9, pág. 188). Junto a este ejercicio surgen incipientes recuerdos
conscientes e inconscientes. Aparece la mente.
El pensar comienza como una forma personal del bebé para vérselas con las fallas graduales de
adaptación materna. Va logrando medir en términos de tiempo y espacio y empieza a relacionar
causas y efectos. Es capaz de comprender, predecir y esperar, todo lo cual está al servicio de la
necesidad -sentida en el núcleo de su self – de convertir en perfecto un ambiente imperfecto.
En salud, el self verdadero posee un aspecto de sumisión menor, que permite al bebé
transacciones que luego se convertirán en actitudes sociales y corteses, civilizadas, características
de un falso self normal.
A lo largo de una vida donde predomina el vivir desde un verdadero self pueden darse momentos o
períodos breves de funcionamiento en falso self, algo bastante parecido a vivencias de
despersonalización y/o desrealización , que sin revestir carácter grave, irrumpen en una línea de
vida más o menos rica y sana.
Un brevísimo ensayo de Galeano, que lleva el significativo título de "La pálida", muestra claramente
una experiencia de ese orden. Dice: " Mis certezas desayunan dudas. Y hay días en que me siento
extranjero en Montevideo y en cualquier otra parte. En esos días, días sin sol, noches sin luna,
ningún lugar es mi lugar y no consigo reconocerme en nada, ni en nadie. Las palabras no se
parecen a lo que nombran y ni siquiera se parecen a su propio sonido. Entonces no estoy donde
estoy. Dejo mi cuerpo y me voy, lejos, a ninguna parte, y no quiero estar con nadie, ni siquiera
conmigo, y no tengo, ni quiero tener, nombre ninguno: entonces pierdo las ganas del llamarme o
ser llamado." (3, pág. L57)
¿Quién de entre nosotros no habrá sufrido algún mini-derrumbe inicial cuya consecuencia sería
algo del orden de este desvahirse, empalidecer de la tonalidad afectiva de nuestra cotidianeidad?
Cuando tal situación se vuelve crónica estamos frente a una forma de falso self patológico.
Una joven mujer en análisis, que se dedica al trabajo social, frente a la proximidad del alta
contrasta momentos de su vida, hace evaluaciones... Dice: "Ahora me siento humana. No
humanitaria, sino una persona igual a otra persona, a la que puedo entender. Antes me era tan
difícil entenderme yo, que me quedaba sin disponibilidad para atender a otro, salvo en caso de algo
flagrante. Siento que puedo hacer algo, no salvataje de la humanidad... Puedo ayudar a que el otro
vaya construyendo su conocimiento, que es de él. Antes pensaba que todo era responsabilidad
mía. Ahora puedo acompañar en lo que él o ella quieran hacer. Antes mis problemas eran de
supervivencia psíquica, ahora serían de perfeccionamiento... Anoche recordaba lo mal que me
sentía, lo conflictivo que era siempre vivir conmigo misma. Ese malestar... No saber si iba a poder
continuar resistiendo tal cantidad de angustia... Y el miedo... ¡Las que yo pasé! Sentir que uno se
desestructura, que no tenés de donde agarrarte y que te vas, te vas... ¡Es brutal! La paz es nueva
para mí... Además, yo ahora la veo a usted como una persona. Antes no la registraba así. Usted
era más parte del entorno, del lugar..." .
A través del tratamiento aparecen en esta paciente: el empezar a sentirse humana; persona igual y
diferente de otra; con capacidad para la auto-conciencia y la reflexión acerca de sí misma; apta
para la empatía y las identificaciones cruzadas; alguien que puede ser, hacer y preocuparse sin
temor a sentirse invadida por angustias impensables y que puede ir y venir entre lo subjetivo, lo
transicional y lo objetivo...
Psic. VERONICA INDART
Bibliografía
2. CASAS, Myrta. ¿Existen equivalentes al falso self en Freud y en Kleni? (Trabajo presentado en
el panel de inauguración de la Fundación Winnicott, mayo de 1996).
3. GALEANO, Eduardo. El libro de los abrazos. Montevideo, Ed. del Chanchito, 1989.
4. PAINCIEIRA, Alfredo. Nacimiento y desarrollo del self, a partir de la obra de Winnicott. Bs. As.,
Revista del APDEBA, vol. XI, Nº 2, 1989.
7. WINNICOTT, D.W. El hogar, nuestro punto de partida. Bs. As., Paidós, 1993.
10. WINNICOTT, D.W. Exploraciones psicoanalíticas. Tomo II. Bs. As., Paidós, 1991.
11. WINNICOTT, D.W. La naturaleza humana. Bs. As., Paidós, 1993.
12 WINNICOTT, D.W. Los procesos de maduración y el ambiente facilitador. Bs. As., Paidós, 1993.
13. GALEANO, Eduardo. El libro de los abrazos. Montevideo, Ed. Del Chanchito, 1989.
Clase 5:
Función materna
Claudia Yoel
El individuo hereda un proceso de maduración que puede llevarse a cabo en la medida en que
exista un ambiente facilitador que se adapte a las cambiantes necesidades del individuo en
crecimiento.
El medio permite el desarrollo espontáneo, desde dentro hacia fuera, desde ese núcleo
espontáneo y único que es el recién nacido. De manera tal que éste pueda vivir a ese medio que
satisface sus necesidades como creación de sí mismo y como parte de sí.
Al comienzo" el otro aporta "su capacidad de adaptacion y sostiene la existencia naciente del bebé
haciéndose cargo de los cuidados; lo ayudará a habitar un cuerpo; como espejo que refleja su
propio ser naciente en su mirada viva confirmará su existencia, y como "objeto real que sobrevive"
a los ataques le abrirá el camino hacia la realidad externa, hacia el mundo.
Ulteriormente como objeto de amor, como objeto de deseo, como rival y como aquel con quien se
comparte el propio mundo interno, la transicionalidad, desde el juego compartido hasta la
experiencia cultural.
Los comienzos del self se producen cuando comienzan a aparecer los primeros esbozos de
autoconciencia, y el yo cumple una serie de funciones, una de las cuales es el desarrollo de esa
cierta capacidad de tener experiencias, de registrarlas. Cuando de habla de Yo se habla de
funciones, cuando se habla de self se habla de persona.
Las funciones yoicas las cumple la madre al principio. La madre es un yo auxiliar y la fortaleza o no
del yo va a depender de la adecuacióon de la madre para cumplir esas funciones.
W. postula dos órdenes de necesidades: las necesidades del Yo, que son prioritarias y deben ser
satisfechas por una madre-medio ambiente, detrás de la cual estará la persona, y las pulsiones,
que son satisfechas por la madre-objeto de la pulsión y cobran importancia cuando la integración
permite que las sensaciones que promueven puedan encuadrarse en el campo de una experiencia
vivida como propia.
Las necesidades instintivas son secundarias y vividas al comienzo como ajenas. Son las libidinales
y las agresivas, derivadas de la movilidad primaria, del erotismo muscular.
La importancia de las necesidades instintivas se hará evidente cuando haya un núcleo de ser
verdadero, capaz de transformar las actividades que los instintos suscitan en el bebé en
experiencias personales.
Las necesidades del yo permiten el nacimiento del self verdadero y de la vida psicológica.. Holding,
handling y presentación del objeto son las tres necesidades del Yo que deben satisfacerse. El
objeto adecuado para satisfacerlas es la madre medio ambiente, detrás de cuyo amor está la
madre persona.
Al comienzo, la conexión mental cuasi perfecta del bebé y su madre proporciona al bebé un sostén,
un holding metafórico que hace posible el holding o sosten material, al captar la madre cómo,
cuándo y de qué manera debe proporcionarlo.
La segunda necesidad es el handling manipuleo, o sea los contactos físicos, las caricias, los
cuidados corporales, haciéndose extensivo al mantenimiento de las constantes térmicas, el nivel de
estimulación auditiva y visual adecuada. Así, captando las necesidades primarias del bebé, la
madre se adapta activamente a las mismas.
Más adelante la madre deberá reflejar el gesto espontáneo de su hijo consagrándolo, y reflejando
en su mirada al hijo, para que éste vea confirmada su existencia, al mirarse en la mirada de la
madre. Al verse a sí mismo reflejado; su existencia, su unicidad serán así convalidadas por esa
madre que no expresa en su mirada sus propios deseos, sino que lo refleja..
Al comienzo del desarrollo normal se parte de una unidad primitiva. Esta unidad está garantizada
por un mecanismo psíquico, la identificación primaria, conforme con la cual, desde el punto de vista
vivencial, madre y bebé son una unidad; así, la comunicación entre ellos será directa y total, no
necesitará de gestos ni señales en este primer momento. Si la conexión de la madre con su hijo es
perfecta y no es perturbada, se sentarán las bases de la empatía y de toda comunicación profunda
posterior.
El hijo exigirá de su madre una adaptación perfecta a sus necesidades primarias, de manera tal
que pueda sustentarse su creencia en su omnipotencia absoluta y directa, y pueda sentirse creador
de ese objeto que lo satisface y que es parte de él.
Al necesitar algo surge en el niño la preconcepcion de eso que necesita: ése es el primer esbozo
de creación, el medio capta esa necesidad y proporciona un objeto que se adecua más o menos a
aquel que el infante crea, en el momento en que lo crea, ni antes ni después, y en el lugar en que
lo crea; de ese encuentro nace la experiencia de ilusión, y de esta experiencia nace el ser en acto,
porque la madre siendo, ha dejado que su hijo sea.
W. dice que se parte de una dependencia absoluta (Mahler: fases autismo-simbiosis) y después el
individuo se dirige idealmente hacia la independencia que nunca es absoluta. Pasa de una
dependencia absoluta hacia una dependencia cada vez más relativa hasta adquirir suficiente grado
de independencia y libertad. Este camino pasa por la conciencia de la dependencia.
En la fase de dependencia absoluta, el bebé necesita condiciones ambientales que posean ciertas
características: que satisfagan sus necesidades fisiológicas, que sean estables, dignas de
confianza. El sostenimiento protege contra la afrenta fisiológica; toma en cuenta la sensibilidad
epidérmica del bebé (tacto, temperatura, sensibilidad auditiva, visual, sensibilidad a las caídas; así
como el hecho de que el bebé desconoce la existencia de todo lo que no sea él mismo.
El sostenimiento incluye toda la rutina de cuidados a lo largo del día y de la noche y sigue los
cambios (físicos y psicológicos) casi imperceptibles que van teniendo lugar en el crecimiento y
desarrollo del bebé.
Todo esto conduce a la instauración de las primeras relaciones objetales del bebé y a sus primeras
experiencias de satisfacción instintiva. La salud mental del individuo se apoya en este cuidado
materno, en el que apenas se repara cuando no hay complicaciones y que es continuación de la
provisión fisiológica que caracteriza al estado prenatal. Esta provisión ambiental proporciona a la
criatura un importantísimo apoyo del ego.
El resultado de un buen cuidado materno consiste en que el bebé lleva en sí una continuidad
existencial que constituye la base de la fuerza del ego; mientras que el fallo de dicho cuidado
produce la interrupción de esa continuidad a causa de las reacciones provocadas por las
consecuencias del fallo en cuestión, con el consiguiente debilitamiento del ego. Semejantes
interrupciones constituyen el aniquilamiento y van asociadas con un dolor de característica e
intensidad psicóticas. En esta etapa el bebé es un ser inmaduro que en todo momento se halla al
borde de una angustia inconcebible. Esta angustia es mantenida a raya por la importantísima
función que la madre desempeña: su capacidad para ponerse en el lugar del bebé y saber cuales
son sus necesidades.
Para ello la madre se identifica con el bebé que crece en sus entrañas, lo cual le permite emplear
una potente capacidad para intuir las necesidades del bebé. Esta identificación con el bebé es una
identificación proyectiva, dura cierto tiempo después del parto y poco a poco pierde importancia. A
medida que el bebé se va separando necesariamente de la madre, ella se muestra dispuesta a
aflojar su identificación con el bebé.
La madre, por medio de su identificación con el bebé, sabe cómo se siente el bebé y por lo tanto es
capaz de darle casi exactamente todo cuanto necesita en forma de sostenimiento y de provisión de
un medio ambiente general.
Lo que el bebé necesita al principio es una adaptación viva a sus necesidades de maduración.
La madre y el padre ponen en marcha un proceso de desarrollo que da por resultado la existencia
de un "huésped" dentro del cuerpo de la madre, luego en sus brazos y más tarde en el hogar
provisto por los padres. Los padres dependen de las tendencias heredadas por la criatura. Los
padres pueden proveer lo necesario para que el niño esté sano, en el sentido que alcance la
madurez propia de cada etapa de su vida. Si el éxito los acompaña en esta tarea, entonces los
procesos de maduración de la criatura no se ven bloqueados, sino que reciben satisfacción y
pasan a formar parte del niño.
Esta adaptación a los procesos de maduración del niño es sumamente compleja y exige
muchísimo de los padres.
Al principio es la madre quien constituye el medio ambiente posibilitador, para lo cual necesita
apoyo del padre del niño, familia y medio ambiente social más inmediato.
Durante la fase de dependencia absoluta el bebé no dispone de medio alguno que le permita ser
consciente de la provisión materna.
El estado de dependencia absoluta corresponde al estado inicial del bebé, cuando aún no ha
separado lo "distinto de mí" de lo que es "parte de mí", pues no está equipado todavía para esa
tarea. El objeto es un objeto subjetivo, no percibido objetivamente. Aún si es "repudiado", "puesto
fuera", el objeto sigue siendo un aspecto del bebé.
El desarrollo tiene lugar debido a la experiencia del bebé con respecto a la conducta adaptativa de
la madre. Esta conducta de la madre hace posible que el bebé encuentre fuera del self lo que
necesita y espera. Por medio de la experiencia de un quehacer materno suficientemente bueno el
bebé pasa a la percepción objetiva, si ha heredado la tendencia, y además, si ha recibido la
dotación perceptual y la oportunidad para ello.
En un determinado momento del desarrollo el niño necesita que la madre empiece a fallar. Si
continua una adaptación perfecta, la madre perpetua la simbiosis.
La madre está siempre "traumatizando" dentro de un marco de adaptación y así el bebé pasa de la
dependencia absoluta a la dependencia relativa. Pero si el resultado difiere del de un trauma, ello
se debe a la habilidad de la madre para percibir la capacidad que tiene su hijo en cada momento
de emplear nuevos mecanismos mentales.
La manipulación (handling) sirve para describir la provisión ambiental que corresponde vagamente
a la instauración de una colaboración psicosomática. El inicio de las relaciones objetales es
complejo. No puede tener lugar sin la provisión ambiental de la presentación objetal, realizada de
tal forma que el bebé sea quien crea el objeto.
El bebé imagina que va a ser acariciado y es acariciado, eso le produce sensaciones de calor, etc
que van reforzando el vínculo de lo imaginario y el cuerpo y empieza a imaginar entonces qué es lo
que pasa, a través de la imaginación que le da un sentido a esas maniobras. Y esa conjunción
qque se va dando entre lo que el chico imagina, lo que recibe del medio que no reconoce todavía
como recibido del medio, va produciendo una unión psicosomática
En el bebé se desarrolla una vaga expectación que tiene su origen en una necesidad no formulada.
La madre adaptativa presenta un objeto o manipulación que satisface las necesidades del bebé, y
de esta manera el bebé empieza a necesitar justamente lo que la madre le presenta. De este modo
el bebé llega a adquirir confianza en su capacidad para crear objetos y para crear el mundo real.
En la medida en que la madre responde adecuadamente se vive una experiencia de ilusión que
permite gradualmente entrar en la posición depresiva donde se constituye la realidad externa a
través del despliegue agresivo del bebé que choca contra ella. Un medio que no tolera los ataques
del niño y no se adecua produce una inhibición precoz de todas las posibilidades del niño.
En un determinado momento las necesidades vinculadas con la movilidad primaria necesitan para
su satisfacción de un medio que oponga resistencia, necesita chocar contra algo. Es consciente de
ello y en ese momento coloca al objeto fuera de la órbita de omnipotencia del yo, lo que significa
para el niño una fractura. Porque el mundo externo se forma como una disociación de esa unidad.
A partir de ese momento también se da la diferenciación entre realidad y fantasía. Hasta ahora
todo obedecía a su omnipotencia mágica, no distinguía el mundo de él pues el mundo hacía los
mismos movimientos que él hacía. Cuando empieza a fallar, hay partes del mundo que ofrecen
resistencia; el chico imagina algo y no se cumple. Si el fallo es gradual, va a ir distinguiendo más
claramente el sí mismo de lo que no es él mismo, y descubre la alteridad de la madre como objeto
significativo y el mundo.
Si es vivido como ataque, la falta de adaptación hace que el mundo externo irrumpa dentro de la
unidad y la fractura. Es la súbita desilusion que se produce cuando la madre se desconecta y falla
masivamente y en forma continuada.
La fase que sigue a esa en la que la criatura tiene cierta conciencia de que necesita a la madre se
caracteriza por el hecho de que la criatura empieza a comprender que la madre es necesaria. La
duración aproximada de esta fase es entre los 6 meses y 2 años.
Cuando la criatura alcanza los 2 años se han producido ya algunos acontecimientos que la
preparan para enfrentarse con la pérdida.
Al finalizar la posición depresiva el niño crea una objetosímbolo del objeto materno interno que le
permitirá hacer frente a sus ansiedades depresivas. Hará con este objeto(transicional) que se
encuentra en su horizonte (pero que él cree haberlo hallado) lo que quiera.
La huella del sufrimiento corporal, la reacción mentalizada de defensa del periodo inicial, y la
situación de dependencia frustrada quedan congeladas. Esto es: no queda un registro simbolizado
de la situación conflictiva inicial.
Por lo tanto, estos conflictos tempranos no tienen la posibilidad de aparecer en ninguna forma de
alusión simbólica.
Cuando mayor sea la integración alcanzada por el niño, más gravemente puede ser herido por un
trauma (entendiendo por trauma la destrucción de la pureza de la experiencia individual a raíz de la
intrusión de un hecho real demasiado súbito e impredecible) -herido o sometido a un sufrimiento,
por oposición a impedirle alcanzar la integración.
En dichas situaciones, el niño pequeño, en ese momento, congela la situación de fracaso y la
cataloga. Inmoviliza ese momento de fracaso y registra como en slides lo sucedido. Un adulto que
vive una situación traumática, hace lo mismo: en el momento archiva lo sucedido, lo cataloga y lo
congela. Pero está allí al alcance para poder ser revivido con mucha más facilidad.
En cambio en el chico muy pequeño, en la medida en que no hay representaciones verbales, las
fallas precoces quedan catalogadas como una especie de cicatriz, quedando la situación
traumática escindida o si es muy intensa produciendo la formación de un falso self.
En las etapas tempranas del desarrollo, en la etapa de dependencia casi absoluta, un derrumbe en
el ámbito de confiabilidad del "ambiente previsible promedio", se manifiesta en una falla total o falla
relativa, en la instauración de la estructura de la personalidad y de la organización yoica.
Las fallas en la relación madre-hijo que ocurren más adelante, desde el comienzo de la disolución
de la simbiosis, pueden originar enfermedades psicosomáticas.
Todas las teorías del desarrollo temprano consideran un periodo inicial de indiscriminación, de
simbiosis, de no-integración, y reconocen la función indispensable de una madre sostenedora que
provee al infante de un Yo auxiliar, dado que el Yo del bebé solo se empieza a formar gracias a los
cuidados y estímulos que la madre le proporciona. En este periodo las provisiones maternales
inadecuadas provocan angustia vital, de aniquilación. Para el niño, la inadecuación de la provisión
ambiental es sentimiento de malestar; quedando un registro no simbolizado del mismo; como una
impronta corporal inconsciente
El verdadero self se desplegará espontáneamente de dentro hacia fuera, y el medio nunca será su
modelador, sino solamente facilitador de ese desarrollo.
El bebé desarrolla una expectación que tiene su origen en una necesidad no formulada. La madre
adaptativa presenta un objeto de manipulación que satisface la necesidad del bebé, de esta
manera el bebé empieza a necesitar justamente lo que la madre le presenta.
El bebé desarrolla una confianza básica en su capacidad de crear, de poner el mundo, la madre da
al bebé un breve periodo en que la omnipotencia es cuestión de experiencia. Así el bebé va
integrándose, personalizándose y va realacionandose con el mundo externo(al cual al comienzo no
reconoce como externo a él siendo a la vez cada vez más él mismo.
Clase 6:
La importancia del rostro materno en la obra de Winnicott
Ariel Pernicone
-Corría el año 1960, dos cartas dan testimonio del breve pero muy cordial encuentro entre los dos
maestros.
Una, la del psicoanalista ingles, escrita el 11 de febrero, recordando con afecto esa cena que los
reunio' en Francia.
Evidentemente ambos tenían un gran respeto por la obra del otro, y por eso, no se ahorraron
amabilidades al escribirse.
Las dos misivas, nos dan algunas pistas de lo que ocurriera entre ellos en aquel encuentro, que
estuvo rodeado de un clima de sincera amistad y acercamiento mutuo:
Donald, evocando con cierta preocupación y afecto aquel pequeño accidente en la cocina, cuando
a Laurence, la hija de la esposa de Jacques se le rompiera la botella de vino esa noche.
No faltaron tampoco menciones a sus respectivos escritos. El agradecimiento del ingles, por la
publicación traducida en el quinto volumen de "La Psychanalyse" de uno de sus trabajos dilectos
donde teorizara sobre los objetos transicionales. De paso, y con su sutileza británica habitual, le
aclara al francés que su apellido se escribe con " doble t " al final, y no con una sola, como lo
publicaron en Francia.
Luego un agudo contrapunto sobre el escrito del psicoanalista frances,en relación a la teoría del
Simbolismo de Ernst Jones ( "A la memoria de Ernst Jones: sobre su teoría del simbolismo"), en el
que el ingles confiesa no haber podido asimilar su significado del todo, mientras que el francés
intenta aclarárselo, de manera esforzada, en su respuesta.
Por ultimo, un amable intercambio, sobre una posible invitación y concurrencia de Jacques a dar
una conferencia en la Sociedad Psicoanalítica de Inglaterra, retrasada por algunos conflictos
internos ......pero ahora pronto a concretarse.
Dos cartas entre dos maestros....breve metáfora del puente que ambos intentaron tender entre sus
obras.
Dos de las teorías más originales y que nos han marcado a todos nosotros como psicoanalistas.
A mi entender las dos corrientes teóricas más importantes que se han gestado después de Freud y
desde Freud en el psicoanálisis.
Dos cartas, pintura curiosa del acercamiento entre estos dos grandes hombres y sus teorías.
*El uno,Jacques Lacan, el gran psicoanalista francés, quien no escatimaría nunca hacer una
mención elogiosa en sus seminarios al dirigir su enseñanza a sus discípulos, al referirse a los
conceptos teóricos centrales del respetado pediatra y psicoanalista ingles.
*El otro, Donald Winnicott, que por su parte,le rendiría su propio homenaje, unos pocos años
después de esa cena que motivo' las dos cartas, reconociendo la influencia que tuvo sobre él la
lectura del texto "El estadio del espejo" de Lacan.
-La mención fue realizada en unos de los más bellos y originales escritos que diera el psicoanálisis
a lo largo de su historia: se llama " Papel del espejo de la madre y la familia en el desarrollo del
niño " ( cap. 9 del libro "Realidad y juego" ) y esta' referido a la importancia del rostro materno en el
vinculo temprano y en la constitución del psiquismo.
- Lo que sigue es una referencia a dicho texto, y porque no decirlo, mi personal reconocimiento a
ambos.
En el capitulo 9, de uno de sus principales libros, llamado " Realidad y juego", es donde
centralmente, este gran psicoanalista ingles, va a plantear con toda su amplitud el concepto.
Allí explicara', que en el desarrollo emocional individual, " el precursor del espejo sera' el rostro
materno".
En este punto, Winnicott aclara que el trabajo de Jacques Lacan , "Le Stade du Miroir " ( 1949),
representa una influencia clave en su reflexión sobre el tema, mencionando que en realidad, el
psicoanalista francés no pensaba el espejo en términos de rostro materno como él si desea
hacerlo, realizando así su personal y original propuesta al respecto.
En este sentido, Winnicott extiende la posición de Lacan , planteando con agudeza , que no habría
posibilidad alguna de la existencia de un espejo, sin un rostro materno que refleje al niño en sus
comienzos.
( " Desde el punto de vista del bebe', no existe nada mas que el bebe', y en consecuencia , al
comienzo , la madre es parte de el. Esto es el principio de todo." Sic. )
De tal forma, que si el desarrollo transcurre por los carriles esperados, se pueda ir gestando la
capacidad de la percepción objetiva del objeto -madre- ambiente, que no esta' dada desde los
comienzos.
( " La salud mental de un individuo es determinada desde el inicio por la madre, quien proporciona
un ambiente facilitador , en el cual , los procesos naturales de crecimiento del bebe' pueden
desarrollarse ".Sic)
Es en relación a esta idea que, tal como Winnicott lo plantea en sus diversos escritos, en estos
momentos iniciales, y primarios del desarrollo, el ambiente tiene funciones muy precisas y básicas
que cumplir, para que dicha circunstancia sea alcanzada , y no se produzca una perturbacion que
derive en severas patologías. De aqui se desprende su concepto de " madre suficientemente
buena", punto nodal en su teoría.
-Sostenimiento materno, y presentación del objeto , son dos claves en la función materna tal como
él las destaca .
La madre debera' decodificar el " gesto espontaneo" del bebe', e intentar acercarse lo mas
estrechamente posible a su necesidad por la vía de la identificación . En los primeros tiempos, si la
madre acierta en forma adecuada y reiterada en la decodificación de lo que el niño necesita,
posibilitara' que el vivencie lo que Winnicott denomina " la experiencia de omnipotencia ". Esto
significa, que el bebe' pueda acceder a la experiencia ilusoria y omnipotente de la " creación del
objeto". ( Vivencia del objeto subjetivamente creado por él). Base de la capacidad creadora del ser
humano.
Winnicott, explicara' tambien, que este momento de ilusión, debera' transcurrir solo un tiempo, para
luego advenir al tiempo de la desilusion, frustración necesaria sin la cual el humano no podría
avanzar en su desarrollo hacia el progresivo reconocimiento del no-yo , hacia la capacidad de
simbolización y hacia la capacidad para estar a solas que esto permite.
- Transición gradual que nos conduce de la dependencia absoluta, pasando por una dependencia
relativa, hacia la independencia ,en el mejor de los casos.
Con su fina percepción clínica, avalada por una extensa practica pediatrica, que se suma a su
enorme practica analítica , Winnicott , allí por el 1967, época de la escritura del texto que estamos
pensando, nos describe un detalle que él pudo observar , y que constituye la base de su mención a
la importancia del rostro materno. Tal observación es de una simpleza fáctica y tan cotidiana que
cada uno de nosotros puede corroborarla en la experiencia propia, con solo detenernos a
presenciar cualquier bebe' normal y su madre, en el acto del amamantamiento durante los primeros
meses de vida.
Es sobre este rasgo absolutamente común y comprobable en cada ocasión, que Winnicott avanza
mas allá de la clínica, realizando su original aporte. Y avanza , planteándose una pregunta aguda y
simple a la vez :
- El dira' : "Pero , que ve ese bebe' recién advenido al mundo cuando mira el rostro materno?"
Y entonces , Winnicott respondera ' : Lo que ve el niño en esta etapa al mirar al rostro materno es "
a sí mismo ". Al mirar el rostro materno se ve a sí mismo.!!
Con el complejisimo agregado, que otorga toda su dimensión a la cuestión, de que el niño no la
reconoce aun como otro, sino como formando un todo con él.
El rostro materno entonces impone de forma contundente su marca en la constitución del ser
humano.
-Reflejar al niño con su rostro sera' pues, en estos tiempos primarios, sin dudas una de las
funciones capitales de la madre.
En este punto Winnicott nos advierte respecto del alcance que esta cuestión ha de tener, y del
riesgo que representa para el desarrollo del niño , toparse con un rostro inmóvil, como el que
podría presentar una madre depresiva, reconcentrada en su propia tristeza. El dira', un rostro así,
no es un espejo , o lo sera' de manera extremadamente perturbadora para el niño. El pequeño ser
en gestación , mira un rostro inmóvil y no se vera' a sí mismo , debiendo instaurar prematuramente
una serie de procesos defensivos que podrán devenir posteriormente en severas patologías.
La experiencia clínica con niños que padecen las patologías mas graves , nos enseña con cuanta
frecuencia encontramos en la historia de estos pequeños un serio estado depresivo en sus madres
durante los primeros tiempos de su crianza, lo cual atestigua el valor clínico de la mención
Winnicottiana.
En el proceso normal, en cambio, el rostro materno que devuelve al niño su reflejo podra' hacerle
sentir algo que podría ser enunciado aproximadamente de la siguiente forma : "Cuando miro, se
me ve, entonces existo ".
Este proceso , cuando así se produce, nos dice Winnicott, permitira' sentirse real, y sentirse real
incluso es mucho más que existir, en tanto representa una forma de existir como uno mismo, y en
consecuencia poder relacionarse con los otros como tal.
Algunos autores posteriores han podido captar y apreciar, el valor conceptual del tema iniciado por
Winnicott, y han desarrollado a partir de allí , interrogaciones referidas a la importancia del rostro
materno: Por ejemplo en la constitución del narcisismo como lo ha hecho Sami Ali, o en la
articulación de las fallas del rostro materno y su vinculación con el ataque depresivo en el sujeto
adulto como lo hizo Ricardo Rodulfo.
Lo cierto es que si partimos de una escucha analítica atenta del discurso de nuestros pacientes, es
muy probable que nos sorprenda las frecuentes alusiones al tema del rostro. Y esto es, sin dudas,
lo que nos dara' realmente , una vez mas , la medida precisa del valor clínico que este aporte de
Winnicott ha producido en nosotros.
Pienso ahora si , para concluir , que es justamente desde este lugar de la experiencia personal ,
que tal vez se nos permita comprender cabalmente la afirmación producida al final de este escrito
tan creativo que es el Cap. 9 de Realidad y Juego :
Allí, el gran psicoanalista ingles, nos acerca la idea contundente de que, en realidad, en su opinión,
la psicoterapia no consiste en hacer interpretaciones inteligentes y adecuadas, sino que radica ,en
lo central, en devolver al paciente , a largo plazo , lo que este trae. Por tal motivo , el analista sera'
un derivado complejo del rostro materno, que refleja lo que se puede ver en él.
-Es en este sentido que Winnicott nos dira', por ultimo, como corolario de su conceptualizacion
sobre el rostro materno , y como siempre, hablando desde su posición personal , ( desde "sí
mismo") de la manera tan franca y directa que lo caracterizo' a lo largo de toda su obra :
* "La psicoterapia... es un derivado del rostro materno que refleja. Me gusta pensar en mi trabajo
de ese modo, y creo que si lo hago lo bastante bien, el paciente encontrara' su persona y podra'
existir y sentirse real ... No querría dar la impresión de que pienso que esa tarea de reflejar lo que
trae el paciente es fácil. Pues no lo es, y resulta emocionalmente agotadora. Pero aun cuando
nuestros pacientes no lleguen a curarse , se muestran agradecidos con nosotros , porque los
vemos como son , y ello nos proporciona una profunda satisfacción." *
Bibliografía:
Escritos de pediatría y psicoanálisis . D. W. Winnicott./ Ed. Lala Psiquiatria
El gesto espontaneo . Cartas escogidas de Winnicott. ( Carta del 11/2/60 dirigida a Lacan ). Ed.
Paidos.
Intervenciones y textos 1, Jacques Lacan. ( Carta del 5/8/60 dirigida a Winnicott ). Ed. Manantial.
Estadio del espejo como formador de la función del Yo . /Escritos 1. Jacques Lacan. Ed. Siglo XXI
Foto extraída la de biografía de Melanie Klein / PsicoMundo - Vidas y Obras. ( Texto biográfico
sobre la vida de Melanie Klein , escrito por Phyllis Grousskurth ).
- 31/07/01 -.
Clase 7:
La transicionalidad: de la ilusión al espacio cultural
Sonia Abadi
Propongo un recorrido desde la ilusión individual a los fenómenos culturales, como trama vital que
protege de la consolidación patológica de un sistema de ideas, de una institución, de una sociedad.
Los fenómenos transicionales aparecen así como verdadero motor de la creatividad y del cambio,
preservando tanto la libertad individual como el potencial original de la civilización.
La ilusión necesaria
Uno de ellos accede a la capacidad de sustituir, creando nuevos caminos para el deseo, a través
del desarrollo de los fenómenos transicionales.
El otro aspira al reencuentro total y absoluto con el objeto primario, reencontrarlo todo en el mismo
lugar, a través de la persistencia de la omnipotencia. Si bien ambos estilos coexisten en el
funcionamiento psíquico normal, la predominancia de este último se orienta hacia la patología.
Así es como desde el principio de la vida las rupturas en la continuidad del sí mismo generan la
instrumentación de recursos de integración y elaboración, en procura de la completud y la unión
perdidas, por caminos más o menos creativos y simbólicos, o por atajos que llevan directamente a
la ilusión omnipotente de reencuentro con el objeto único. Los síntomas, las adicciones, las
construcciones delirantes, son sólo algunos ejemplos.
En esta búsqueda aparece la posibilidad de investir nuevos objetos, concretos o abstractos, que
servirán para elaborar el espacio y poblar el mundo simbólico. Estos objetos podrán poseer
cualidades transicionales, como soportes provisorios de la libido, o cronificarse como objetos
fetichizados que emparchan al yo y sueldan su relación con el mundo.
La experiencia cultural
El individuo puede hacer síntomas en sus intentos de resolver sus conflictos, pero la sociedad
también produce síntomas: las guerras, los regímenes totalitarios, los dogmas, las ideologías
fanáticas, son intentos de resolver un conflicto de manera rígida y esquemática, con la
simplificación patológica de los matices y transformaciones del mundo cultural. El slogan
publicitario, el dogma religioso o ideológico responden a una misma significación: un discurso
simbólico congelado en un solo sentido y que ha perdido la cualidad transicional.
En el mundo adulto cada uno se relaciona con el otro desde la superposición de sus espacios
transicionales. La ilusión compartida es el origen de los grupos. Sin embargo, la cohesión puede
ser forzada por la imposición de la subjetividad de algunos que, funcionando como líderes,
estrechan el campo de la libertad y creatividad individuales. En esos casos, hablamos de sistemas
de pensamiento en los que el discurso se ha fetichizado.
Quisiera sostener la hipótesis de que la cultura entendida como espacio transicional funciona como
garante de la salud de un sistema social, ante el riesgo de consolidación permanente de
estructuras institucionales y sistemas de poder.
Si el juego es la experiencia transicional por excelencia, la cultura será entonces un juego "en
serio" esencial para la vitalidad de los individuos y la civilización. La actividad lúdica no sólo es un
campo privilegiado para sostener la paradoja entre reconocer y negar la realidad sino también un
antídoto ante el potencial patógeno de las organizaciones que cohesionan el campo social.
D. W. Winnicott no es el único que se interesó por el tema del juego como experiencia humana.
Sociólogos y antropólogos han investigado las formas del jugar, desde los pueblos primitivos hasta
la civilización tecnológica.
Uno de ellos, Jean Duvignaud, nos resulta particularmente cercano ya que ha buceado en la teoría
winnicottiana articulándola con otros aportes.
En la comprensión del espacio del juego en la civilización, resulta enriquecedor "hacer jugar" las
ideas de estos dos autores. Ambos reclaman un modelo teórico que permita ubicar el juego, así
como los fenómenos de la cultura.
D. W. Winnicott: "Sugiero que ha llegado el momento de que la teoría psicoanalítica rinda tributo a
esta tercera zona, la de la experiencia cultural que es un derivado del juego" (2).
Duvignaud: "Probablemente se necesite otro paso distinto, otra epistemología para hacer frente a
esas manifestaciones irrepetibles e inopinadas que son la fiesta, la creación artística, los sueños, la
práctica de lo imaginario que es el juego" (1).
La naturaleza fugaz y cambiante del objeto de estudio hace complejo crear una teoría que de
cuenta de éste. Al igual que en el juego, la búsqueda de un modelo teórico estructurado limita la
posibilidad de dar cabida a fenómenos que son esencialmente inasibles.
Sin embargo, tanto el juego como la experiencia cultural existen por derecho propio, y pueden ser
pensados como fondo sobre el cual se dibujan las figuras de la estructura social.
La búsqueda del juego y del placer sin utilidad escapan a las reglas, por lo tanto, no pueden
consolidarse como adquisiciones definitivas. Si bien los fenómenos que en él ocurren son siempre
efímeros, el espacio transicional es permanente e indestructible.
Es posible pensar que en todas las culturas existen experiencias que están más allá de la
funcionalidad y la productividad. Experiencias relacionadas con lo inédito, lo inútil, lo azaroso,
finalmente el juego. Estas experiencias definirían a una cultura más allá de las estructuras
establecidas.
La eficacia y la funcionalidad aparentan ser los pilares del progreso. Sin embargo, cabría
preguntarse si el motor de los cambios culturales no se oculta en fuentes más sutiles y secretas: la
improvisación y la creatividad.
Son parte del universo lúdico ciertas actividades de la vida colectiva que escapan a la razón y la
productividad. A la cantidad de trabajo, el capital y la rentabilidad. También al tiempo medido en
rendimiento.
Afirma Duvignaud: " ¿Habrá que admitir que existe una región en que el hombre dispone
libremente de sí mismo, en que se anticipa por amplio margen a lo que aún no es? (1).
Notas
Bibliografía:
Augé, Marc: - Espacios del anonimato. Una antropología de la sobremodernidad. Ed. Gedisa,
Barcelona, 1993.
Duvignaud, Jean: (1) El juego del juego. Ed. Fondo de Cultura Económica. México, 1982.
Winnicott, D. W:
- Realidad y juego. Ed. Gedisa, Barcelona, 1992. (2) Cap 7: "La ubicación de la experiencia
cultural".
Clase 8:
Concepto de creatividad en la obra de Winnicott
Susana Levantini
INTRODUCCION
Para desarrollar el tema primero me referiré a los antecedentes filosóficos de su obra. Luego
hablaré de que entiende él por ser creativo para posteriormente referirme a que condiciones en el
desarrollo deben ser dadas para su logro.
BERGSON
Es interesante citar párrafos del pensamiento de Bergson (filosofo existencialista)ya que denotan la
clara influencia de este autor en la obra de Winnicott .Winnicott señala que para ser creativa una
persona tiene que existir y sentir que existe. Bergson dice lo siguiente: .."Una existencia no puede
ser dada sino en una experiencia. Esta experiencia se llamará visión o contacto, percepción
exterior en general, si se trata de un objeto material; tomará el nombre de intuición cuando se
refiere al espiritú. "Plantear el problema no es solamente descubrir sino inventar. El descubrimiento
se realiza sobre lo que ya existe... es pues seguro que aparecerá tarde o temprano..."
Para Winnicott la creación artística requiere de un talento especial, mientras que el vivir
creativamente es un tendencia universal.
Bergson al referirse a la intuición, como forma de percepción inmediata, señala: .."es el sentimiento
que poseemos de ser creadores de nuestras intenciones, de nuestras decisiones, de nuestros
actos, de nuestro carácter y de nosotros mismos. Artesanos de nuestras vidas, hasta artistas
cuando queremos, laboramos continuamente para heñir, con la materia suministrada por el pasado
y el presente, por la herencia y las circunstancias, una figura única, original, imprevisible como la
forma que el escultor da a la arcilla. Ese trabajo y lo que posee de único lo advertimos sin duda
mientras se hace, pero lo esencial es lo que hacemos."
Para Winnicott la posibilidad de ser creativa en una persona tiene sus orígenes en el jugar.
Bergson señala..."El niño es investigador e inventor siempre al acecho de la novedad, más cerca
de la naturaleza que el adulto,... el niño es como una planta nueva que apetece echar tallos; la
invención da el ser a aquello que no existe, el niño deberá reinventar la obra o apropiarse hasta
cierto punto de lo ya dado..."
Para el autor la vida solo es digna de ser vivida cuando la creatividad forma parte de la experiencia
vital de un individuo. Vivir creativamente significa no ser muerto o aniquilado todo el tiempo por la
sumisión o la reacción a lo que nos llega del mundo, significa ver las cosas de un modo nuevo todo
el tiempo. Es decir que la actividad motivada predomine sobre la reactiva.
La creatividad para Winnicott está dentro de la tendencia genéticamente determinada del individuo
a estar vivo y permanecer vivo, relacionándose con los objetos que se interponen en su camino
cuando llega para él el momento de esforsarse por conseguir cosas. En este sentido la creatividad
está integrada dentro de la tendencia general del desarrollo. Todo individuo posee el germen de la
creatividad. El vivir creativo es vivir la propia vida, conservando algo personal, quizás secreto, que
sea incuestionablemente uno mismo.
Esto supone la conservación de algo que pertenece a las primeras experiencias infantiles: la
capacidad de crear el mundo. Ilusión total, pura subjetividad; a partir de la cual surgirá la gradual
desilusión aportada por las esperabais fallas maternas, que produce ésta por el hecho de ser
persona. Al mismo tiempo que el bebé esta preparado para tolerarlas. En tal sentido estas fallas
(principio de realidad)son según Winnicott un "insulto" que cuando el medio es suficientemente
bueno el bebé halla la manera de asimilarlas. El individuo que no comienza por experimentar la
omnipotencia no tiene la oportunidad de ser un diente del engranaje y debe continuar insistiendo
en la omnipotencia y el control.
El síntoma de una vida no creativa es el sentimiento de que nada tiene sentido, de futilidad. Hay
que distinguir entre lo rutinario y lo aburrido; aún realizando una tarea rutinaria puede preservarse
una zona donde se juegue la experiencia imaginativa; en cambio el aburrimiento se halla vinculado
con la sumisión y la imitación.
Winnicott entiende la posibilidad de ser creativo como la posibilidad de lo lúdico. Donde el jugar se
expresa también como movimiento, como proceso que se esta realizando como capacidad,
distinguiéndola de game(juego estrictamente definido por las reglas) y con el que se intenta evitar
lo que la ausencia de reglas tiene de enloquecedor.
El enfermo psiquiátrico se experimenta como en una prisión, ya que el enfermo puede sentirse más
encerrado que uno que esta en la carcel. En la salud psíquica la organización defensiva es flexible,
mientras que en la mala salud las defensas son rígidas. Es en esta rigidez que la gente se queja de
la falta de libertad. Es así que el sentido del humor, que es parte de la capacidad de jugar sólo se
encuentra en un individuo sano.
Individuo sano es el capaz de una existencia saludable, implica haber transitado satisfactoriamente
sus primeras fases del desarrollo. Por eso los trastornos neuróticos son compatibles con la salud
en tanto que ella tiene que ver con el ser y no con el sexo. Ser sano no significa ausencia de
síntomas ni de sufrimiento; porque los mismos hablan a favor del sentir que existo. Enfermo es el
que lleva una existencia rígida, falsa y carente de libertad. También aquel que no es capaz de
llegar al reposo y a la no integración que precede al gesto creativo. Masud Kan denomina "estar en
barbecho" a la posibilidad de volver a dicho estado, que Winnicot retoma en "la capacidad de estar
a solas". Capacidad que se basa en una paradoja: estar a solas cuando otra persona se halla
presente
Lo impensable hace lo pensado. Aquello que no ha sido vivido, experimentado, que escapa a toda
posibilidad de memorización, se halla en lo más profundo del Ser. Sólo a partir de la no exitencia
puede comenzar la existencia; de ahí que la psicoterapia se realice en la superposición de dos
zonas de juego, la del paciente y la del terapeuta. Él si mismo no es el centro, tampoco es lo
inaccesible oculto en algún lugar en los pliegues del ser. Se encuentra en el intervalo entre el
afuera y el adentro, entre el yo y el no-yo, entre el niño y su madre. ¿Dónde hubicar el jugar? La
pregunta adquiere sentido a partir del espacio potencial o intermedio entre la madre y el bebé.
Al comienzo hay un estado simple de ser(surge del no ser), así como el incipiente percatamiento
de la continuidad del ser y de la continuidad de la existencia en el tiempo. La raiz del verdadero ser
se relaciona con la espontaneidad. Para Winnicott la creatividad es primaria y se evidencia en el
gesto espontáneo .El falso self sería lo contrario es reactivo no espontaneo. En la posición
depresiva, el gesto espontáneo es reparador, mediante el gesto, el niño intenta reparar el ataque
hecho a la madre y este cobra significación, en la medida que la madre lo reconoce como tal.
Winnicott le otorga a la creatividad ligada a la espontaneidad y ala libertad un papel preponderante
en el nacimiento y desarrollo del verdadero self.
CONDICIONES EN EL DESARROLLO.
Para Winnicott la madre posee dos funciones: ser madre medio ambiente y ser madre objeto de la
pulsión. dentro de las funciones de madre medio ambiente estarían la de holding, handling y
presentación del objeto. Es la madre la que le presenta el objeto creando la ilusión de la que el niño
lo ha omnipotentemente creado. A través de las fallas maternas el niño renuncia a la omnipotencia.
Dice él autor.."Cuando el bebé está preparado para descubrir un mundo de objetos e ideas, la
madre, ajustándose al ritmo con que se desarrolla esta capacidad del bebé, le presenta el mundo.
De esta manera, gracias a su excelente adaptación inicia, la madre le permite experimentar la
omnipotencia, descubrir realmente lo que crea, crear y vincular lo creado con lo real. El resultado
neto es que todos los bebes vuelven a crear el mundo. Y en el séptimo día suponemos se sienten
complacidos y descansan. Así ocurre cuando las cosas marchan razonablemente bien, como de
hecho suele suceder; pero alguien tiene que estar allí para que lo creado sea real...
La creatividad es inherente al juego, y quizás se la encuentre solo allí. ¿Dónde empieza e l jugar?
Siguiendo a Winnicott en su libro "Realidad y Juego" él dice que es posible describir una secuencia
de relaciones vinculadas con el proceso de desarrollo y buscar dónde empieza el jugar.
A - El niño y el objeto se encuentran fusionados, La visión que el primero tiene del objeto es
subjetiva, y la madre se orienta a hacer real lo que el niño está dispuesto a encontrar.
Ello significa que la madre ( o parte de ella) se encuentra en un "ir y venir" que oscila entre ser lo
que el niño tiene la capacidad de encontrar y (alternativamente) ser ella misma, a la espera que la
encuentren.
Si puede representar ese papel durante un tiempo, sin admitir impedimentos( por decirlo así)
entonces el niño vive cierta experiencia de control mágico es decir, la experiencia de lo que se
denomina"omnipotencia" en la descripción de los procesos intrapsíquicos.
D - El niño se prepara ahora para la etapa que sigue, consistente en permitir una superposición de
dos zonas de juego y disfrutar de ella
Espero haberles podido trasmitir la riqueza de este concepto y sus importantes connotaciones
clínicas y teóricas.
Clase 9:
Realidad, símbolos, trastornos psicosomáticos, a la luz de Winnicott
Horacio García
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El estudio de los trastornos psicosomáticos , por sus características, plantea problemas de gran
interés teórico-clínico. Intentaré correlacionar las ideas de Winnicott sobre este tema, con otros
desarrollos posteriores y hacer algún aporte personal. Este trabajo tiene continuidad con otros
anteriores en los que he enfatizado la vinculación entre el pensamiento de Winnicott y los
diferentes cuadros psicopatológicos (García, H. 96-97-98).
Una de las maneras posibles de entrar en tema es a través de la clínica; a continuación delimitaré
ciertos ejes teóricos centrales y haré un desarrollo genético-dinámico para finalizar con una
aproximación a los problemas técnicos que plantean estos pacientes. Por supuesto tendremos muy
en cuenta lo que desde Hipócrates se ha sostenido y que en estos casos resulta particularmente
importante: "No hay enfermedades, sino enfermos". Para aumentar la complejidad del tema, no
queremos olvidar tampoco lo que nos plantea Winnicott (1964) sobre el riesgo, al estudiar y tratar
estas patologías, de teorizar en exceso.
Para su descripción tendremos que separar, como hacen estos pacientes en la realidad, sus
características corporales de las emocionales, pero intentaremos luego relacionarlas (cosa que
ellos no pueden hacer) y alcanzar una comprensión que tenga en cuenta la posible génesis de este
tipo de... ¿personalidad?. Este es el primer interrogante que se nos plantea: hay quienes sostienen
que no habría una personalidad psicosomática, basándose en estudios clínicos que
indudablemente merecen ser tenidos en cuenta (Thomä y Kächele, 1990).
Creo que existe la posibilidad de compatibilizar estos dos puntos de vista al plantearlos, no como
opuestos, sino como diferentes caras de una misma realidad.
Todos, en momentos críticos de nuestras vidas, hemos sufrido síntomas psicosomáticos que van
más allá de los que, por su mecanismo de formación, definiríamos como conversivos (tal vez, la
explicación sea predominantemente económica). También sabemos que existen pacientes que no
se corresponden con el cuadro que voy a describir a continuación y que desencadenan o agravan
enfermedades orgánicas frente a situaciones críticas. Hay, sin embargo, un tipo de personas que
tienen una particular predisposición para desarrollarlos, a ellas se las describe con ciertas
características que ya casi se puede decir son clásicas (Marty, 1991, Liberman y col. 1982). La
descripción que voy a hacer puede parecer exagerada porque corresponde a un enfermo
psicosomático puro, forma que no existe en la clínica, pero que nos servirá como ejemplificación y
punto de partida de reflexiones, independientemente de que ésta sea o no la forma más frecuente
de presentación.
Tienen una relación especial con la realidad a la que se sobreadaptan, viviéndola de una manera
impersonal y excesivamente objetiva. Son personas muy abocadas a su trabajo (aún su ocio se
transforma en un trabajo), hiperexigidos, hipereficaces que logran éxitos externos, y que inducen a
que se los exija. Pueden distorsionar los mensajes de manera tal, que la expresión de deseos por
parte de alguien es transformada en una orden para ellos; esto lleva a que algunos presenten una
aparente generosidad patológica, no melancólica. No saben pedir y a veces ni siquiera se puede
inferir cuales son sus necesidades porque está disminuido lo preverbal o gestual. También puede
ocurrir lo opuesto: al ver a los demás parecidos a sí mismos, se tornan inadecuadamente
exigentes. Son personas que suelen enfrentar los peligros y valorizan este tipo de conductas, esto
es casi una ideología en sus vidas. Se pueden diferenciar estas conductas de las contrafóbicas las
que son mucho más inestables e implican una huida hacia delante que se mantiene dentro del
complejo de Edipo y la castración.
Todo esto es coherente con la presencia de un Yo Ideal, que se manifiesta como un ideal narcisista
de omnipotencia (producto de una identificación primaria con la madre), que los tiraniza y que se
caracteriza por la desmesura de sus requerimientos. Marty (1991) y Liberman y col. (1982) hacen
descripciones parecidas sobre la estructuración de estos ideales.
En cuanto a los afectos presentan una desconexión que ha sido denominada alexitimia (a-falta,
lexi-lectura, timia-afectos)(Sifneos 1973). También han sido descriptos por Engel y Schmale (1967)
estados afectivos que pueden estar relacionados con el inicio o agravamiento de enfermedades en
general, y que son sintetizados por lo que sería el complejo "darse por vencido / dado por vencido".
Suele estar acompañado por pensamientos del tipo "no puedo soportarlo más ", "me rindo", "es
demasiado" ,"no vale la pena". Por supuesto, la frecuencia de estos estados va a ser directamente
proporcional a las exigencias que provienen de ese Yo Ideal al que nos referimos anteriormente.
Aunque sean personas que a veces tienen logros extraordinarios en su profesión o una relación
familiar aparentemente plena, sufren una sensación de "ajenidad" con respecto a sus vidas y sus
acciones, que les parecen ser efectuadas por un " personaje". Se acompaña de un sentimiento
subjetivo de falta de creatividad. Este tipo de percepción se da en algunos pacientes en momentos
de cuestionamiento de sus vidas.
Existe una relación especial con el cuerpo, que es llevado como motivo de consulta, pero vivido
como algo ajeno y que, citando a Liberman y col. (1982), se ha manifestado "como una fuente no
domesticada de exigencias, que es concebido como un objeto molesto que pone en riesgo su
sobreadaptación" (Pag. 29). Esto se traduce en la falta de insight con respecto a sus
padecimientos y a la posible relación que éstos puedan tener con algún acontecimiento de
naturaleza emocional. La entrevista tiene características que han sido descriptas como el síndrome
del "Eso es todo". Estas suelen ser las palabras con las que finaliza la descripción de sus síntomas
corporales, a los que expone como hechos aislados sin establecer ninguna relación. Ve al
profesional como una función, una máquina sofisticada a la que le debe relatar lo que le pasa y del
que espera que lo cure, entablando lo que Marty (1991) llama una "relación blanca". El
entrevistador puede experimentar el "signo de la vidriera"; éste evoca la dificultad de lograr una
relación empática con el paciente, que está "presente pero vacío".
La tendencia a presentar síntomas corporales con presencia de lesiones orgánica, más o menos
graves, en los momentos en los que soportan algún tipo de sobrecarga psíquica requiere el
diagnóstico diferencial con los diferentes cuadros que tienen al cuerpo como protagonista, ya sea
la histeria de conversión, las patoneurosis, la hipocondría o la accidentofilia, sobre los que no me
voy a extender.
Antes de la aparición de los síntomas corporales, se presenta una depresión sin objeto ni
autoacusación, sin culpabilidad consciente, con un sentimiento de desvalorización personal, de
herida narcisista y disminución del tono libidinal. Esta ha sido llamada "depresión esencial" por
Marty (1991). Otra posibilidad, descripta por Winnicott (1964), es que estos síntomas sean
consecuencia de una experiencia de despersonalización.
En esta descripción, llama la atención su similitud a lo que sería un paciente esquizoide, al que se
le agregaría la tendencia a enfermar corporalmente en momentos críticos de su vida. Esta idea nos
puede ayudar a entender mejor los problemas que plantean éstos pacientes.
Joyce McDougall (1991) también plantea algunas dudas con respecto a la idea de que todos los
pacientes con trastornos psicosomáticos tengan la misma presentación clínica, hay algunos que se
aproximan a la descripción de Marty, pero otros no lo hacen.
Estas consideraciones son particularmente importantes porque nos pueden dar una respuesta en
cuanto a lo que habría de específico, que caracterice a la enfermedad psicosomatica y que no pase
necesariamente por los síntomas clínicos, sino por sus mecanismos de formación.
A modo de introducción al pensamiento de Winnicott voy a utilizar una serie de citas para dar un
panorama sobre su concepción respecto a la integración del psiquesoma y las consecuencias de
un desarrollo patológico en este nivel, que van a dar origen a los desórdenes psicosomáticos.
"La base de la psique es el soma, y en la evolución éste vino primero. La psique comienza como
una elaboración imaginativa del funcionamiento físico, siendo su misión más importante la de ligar
las experiencias y potencialidades del pasado con el percatamiento del momento actual y la
expectativa respecto del futuro. Así cobra existencia el Self... (pag.39 Naturaleza Humana). La
naturaleza humana no es cuestión de mente y de cuerpo sino de psique y soma interrelacionados
donde la mente es como algo que florece al borde del funcionamiento somático..." (pag. 49
Naturaleza Humana).
"Personalización" es una palabra que puede emplearse para dar el nombre a la consecusión de
una relación íntima entre la psique y el cuerpo... A veces la enfermedad psicosomática es poco
más que el fortalecimiento de este nexo psicosomático ante el peligro de que el mismo se quiebre.
La rotura de este nexo produce diversos estados clínicos que reciben el nombre de
"despersonalización". También aquí lo contrario del desarrollo que observamos en el niño
dependiente lo constituye un estado que reconocemos como enfermedad mental: la
despersonalización, o bien el trastorno psicosomático que la oculta." (Los casos de enfermedad
mental-1963- pag. 273)
"En el trastorno psicosomático, la enfermedad no reside en el estado clínico, tal como se manifiesta
en una patología somática o en un funcionamiento patológico (colitis, asma, eczema crónico). Lo
que constituye la verdadera enfermedad es la persistencia de una escisión en la organización yoica
del paciente, o de disociaciones múltiples... (pag.130). Este estado mórbido del paciente es en sí
mismo una organización defensiva con determinantes muy poderosas, razón por la cual es muy
común que médicos bien informados, bien intencionados y hasta excepcionalmente bien equipados
fallen en sus empeños por curar a pacientes con un trastorno psicosomático" (pag. 131).
Tomando en cuenta las ideas citadas de Winnicott sobre la naturaleza humana y su desarrollo,
pienso que el estudio de la problemática de éstos pacientes se verá facilitado al centrarla en los
temas siguientes:
A) - Se hace necesario discutir el problema del instinto de muerte, porque de manera más o menos
directa es incluido por diferentes autores en la explicación de la enfermedad psicosomática (Marty,
1991, Liberman y col. 1982). Para esto tomaré nuevamente unas citas de Winnicott sobre el tema:
"Se parte de un inicio en el que hay un estado de no integración, no hay integración entre cuerpo y
psique, y no hay lugar para una realidad distinta de mi,... esto solo es posible si la adaptación a las
necesidades es total y la dependencia es absoluta. En esta etapa unidad es la configuración medio
ambiente-individuo...
Se puede hacer la pregunta ¿cuál es el estado del individuo al emerger el ser a partir del no ser? Al
principio hay una soledad esencial, pero como habíamos dicho esa soledad sólo puede tener lugar
en condiciones de máxima dependencia. Salvo en el comienzo nunca se reproduce exactamente
esta soledad fundamental e inherente; el deseo de alcanzarla es obstaculizado por diversas
angustias...
Freud se refirió al estado inorgánico del cual emerge cada individuo y al cual retorna; a partir de
esta idea formuló la teoría de los instintos de vida y muerte. ...Desde el punto de vista del individuo
él no emergió de un estado inorgánico sino de la soledad, tal estado surgió antes que pudiera
reconocer su dependencia (que es dependencia respecto de una confiabilidad absoluta) y fue muy
anterior al instinto y más distante todavía de la capacidad de sentir culpa ...El bebe (o el feto) no
tienen capacidad para preocuparse por la muerte pero sí por la soledad de la pre-dependencia... Si
se verifica la secuencia soledad, doble dependencia, impulso instintivo en un estado anterior a la
crueldad y luego preocupación y culpa, no me parece necesario introducir un instinto de muerte... "
(Naturaleza Humana pag. 185-189).
Si prescindimos de la teoría del instinto de muerte deberemos buscar otra explicación para los
cuadros clínicos en los que se observa el anhelo de alcanzar ese estado de Nirvana, con el que se
ha caracterizado la búsqueda de la muerte. Sería el intento de encontrar paz, en la no vida,
consecuencia de que en lugar de la soledad inicial (que no es ansiógena y que en la salud tendría
que ver con la capacidad de estar solo - acompañado), se ha padecido conflictos demasiado
tempranos. Considero que ésta es una explicación adecuada para una serie de pacientes en los
que se encuentran patologías sumamente graves, y que suelen tener un final dramático. Se lo
puede observar no sólo en pacientes psicosomáticos, sino también en cuadros de drogadicción,
suicidios, etc. en los que asistimos impotentes a fenómenos pasibles de conducir a la muerte. Para
intentar comprender estos desenlaces podemos volver a Winnicott (1963) cuando dice que no
todos pueden morir. Nos aclara que hay personas que aunque biológicamente estén vivos, por
problemas en su desarrollo, no han llegado a "vivir y existir" (o sea no han logrado la unidad
psicosomática básica), u otros que han muerto psicológicamente con posterioridad. En estos casos
la búsqueda de la muerte es nada más y nada menos que llevar a la realidad biológica lo que ya ha
sido experimentado. La muerte no tendría el mismo sentido para todos.
Cuando Winnicott (1964) piensa en los síntomas psicosomáticos, los entiende como intentos de
integración frente a experiencias de despersonalización . Estas están facilitadas por la existencia
de escisiones básicas en la personalidad del tipo mente-psiquesoma y falso-verdadero self. Para
que esto haya ocurrido ha debido existir una inadecuación del medio en el período en que se
producen los procesos de integración – personalización - relación con la realidad objetiva e inicio
del área transicional.
B) En cuanto a poder lograr la vivencia de sentirse real y vivir en una realidad consensual, se debe
partir del hecho paradojal de que cada persona crea, en su experiencia, al mundo, que desde luego
ya existe. Si todo evoluciona bien, se irá adaptando esa creación al mundo objetivo de la realidad
consensual. Pero va a mantenerse de trasfondo ese mundo creado como base de sus relaciones
"reales". Respecto al descubrimiento de la realidad Winnicott siempre ha sostenido que hay una
creatividad primaria que hace que no sólo se proyecte lo introyectado, sino que cada persona hace
un aporte personal a su concepción de la realidad.
Sobre esa primera experiencia de creación, se produce otra posterior como consecuencia de la
acción de la motilidad primaria, del inicio de la agresión intencional y del choque con los objetos
externos. Estos se resisten a la experiencia inicial mágico omnipotente (no defensiva), y a su
aniquilación. A partir de allí se tiene la convicción de la pertenencia de ciertos objetos a la realidad
objetiva por fuera de los fenómenos subjetivos. La realidad, aunque sea consensual, va a
conservar un carácter muy propio y personal. Consecuentemente se va a dar la posibilidad de uso
del objeto (Winnicott, 1968).
Existen fallas en el inicio de la experiencia de "realidad" por parte de aquellos que van a estar
propensos a enfermar. Ellos descubren la realidad precozmente porque se les impone en la
experiencia de privación a que el medio los somete. A partir de aquí quedan sojuzgados o tratan de
dominarla. Son personas en las que habrá un predominio del hacer sobre el ser, que ha sido
mutilado. Pueden tener una gran habilidad para adaptarse a una realidad desvitalizada y una gran
dificultad para relacionarse con sus propios afectos.
El inicio de la cadena simbólica entonces, corre riesgo. La posibilidad de usar símbolos (y creer en
ellos) para poder elaborar las múltiples experiencias de ausencia de los objetos a lo largo de la
vida, queda comprometida y no va a haber elementos suficientes en el área transicional que
permitan por ejemplo: a) elaborar duelos, b) producir síntomas a través de mecanismos neuróticos,
por la ausencia de simbolización o c) crear sueños para la elaboración psíquica de los traumas.
Renata Gaddini (1967) toma los aportes de Winnicott con respecto al objeto transicional como el
inicio de la simbolización. Agrega lo que denomina el objeto precursor, que clasifica en dos tipos:
los que son para ser chupados y los que toman contacto con la piel. Estos objetos son previos a
que el bebé alcance el control motor y un desarrollo suficiente de su relación con la realidad para
que se desarrolle el objeto transicional. Observó que si estos objetos le son quitados aparecen
trastornos como la rumiación o cólicos que interpreta como los síntomas psicosomáticos más
precoces; lo mismo ocurría si la madre por cualquier causa abandona emocionalmente al bebé.
Esos objetos precursores pierden su importancia cuando aparece el objeto transicional, con sus
características paradojales de ser un objeto que es sentido como creado omipotentemente, pero
sabiendo que es tomado de la realidad. Describe, además, que los chicos que padecieron asma de
mediana o severa gravedad, hacia el final del primer año o en los primeros años de su vida,
ninguno desarrolló un objeto transicional. Entiende al síntoma psicosomático como una estructura
relacionada con el objeto transicional, pero patológica.
Pienso que es al resultado de esta dificultad en la simbolización al que se refiere Marty (1991)
cuando habla de la disminución del espesor del preconsciente por falla de la calidad y cantidad de
representaciones. También se lo puede asimilar a las ideas de Bion (Meltzer, D. 1981) respecto al
déficit de la función de reverie que produce la transformación de elementos beta en alfa. Como
consecuencia, los elementos beta sólo pueden ser proyectados o lograr expresión a través del
cuerpo. Los elementos alfa son los símbolos aptos para ser utilizados como pensamientos, y poder
evaluar y decidir con el fin de actuar, estando ligados también a la producción de sueños. Esta
descripción es coherente con la observación clínica que habla de la ausencia de sueños en estas
circunstancias. La concepción de la enfermedad psicosomática como neurosis actual, en la que la
carencia de símbolos dificulta la elaboración en términos económicos de una situación traumática,
también es coincidente con esta concepción. Este último punto es enfatizado por los autores que
se ocupan del tema (ver Winnicott, 1957 cuando habla sobre la trombosis coronaria), dada la
importancia del factor económico como desencadenante en las patologías agudas.
Para que haya mecanismos de modulación genuinos tiene que existir un proceso de interacción
con una realidad de las características que hemos descripto en un desarrollo normal, o sea
mediante conductas que sean gestos espontáneos, expresión del verdadero self. Si se produce
una escisión inicial, las aspiraciones van a depender de introyecciones masivas, que sumadas a
intentos de reparación de fantasías sumamente agresivas llevan a procesos defensivos de
idealización y dan como resultado estructuras de ese tipo. Esta clase de "ideologías", que tienen
razones "lógicas", que rigen la vida, son frecuentes también en las personas que tienen
características esquizoides, por ejemplo en las personalidades fanáticas, capaces de cualquier
acción en aras de sus " ideales". Clínicamente son muy diferentes de las identificaciones del tipo
Ideal del Yo, que aparecen como consecuencia de la resolución del Edipo.
Sumado a esta base esquizoide, cabe pensar si se agregan fallas posteriores en la interacción con
la madre y el medio ambiente en general, cuando durante la posición depresiva (Painceira Plot,
1997) aparecen la agresión intencional, la sobrevivencia de la madre y el gesto espontaneo
reparatorio. De no ser adecuadamente resueltos se plantean problemas con la capacidad de
expresar la agresividad que llevan a otras alternativas defensivas como serían:
Liberman y col. (1982) sostienen un punto de vista amplio: integran lo dicho por Winnicott con un
modelo kleiniano que incorpora los instintos de vida y muerte. Sostienen que hay dos puntos de
fijación: uno inicial en el que se altera la simbiosis normal. Esto provoca la aparición demasiado
temprana de ansiedades melancólicas por la inadaptación materna que imprime un desarrollo
patológico a los procesos de introyección y proyección. Habría un segundo punto de interacción
patógena situado alrededor del segundo año de vida donde ya se manifiestan las conductas
sobreadaptadas y un precoz manejo de la musculatura estriada.
Joyce McDougall (1991) toma muy en cuenta los aportes de Winnicott sobre la transicionalidad y la
enfermedad psicosomática, relacionándolos con el proceso de formación de símbolos. También
utiliza la idea de falso self en los pacientes que llamó normópatas, pero no lo usa para entender a
los paciente que padecen de un proceso de identificación distinto al de la pseudonormalidad que
ella observó. Desarrolla el concepto de histeria arcaica, en la que el conflicto está centrado en el
derecho a ser y existir, más que en la temática pulsional sexual.
Se puede concluir que la mayoría de los autores que se ocupan del tema piensan que hay
trastornos durante el desarrollo temprano y, de diferentes maneras, explican los observables
clínicos, a veces usando diferente terminología para procesos parecidos. Existen, sin embargo,
diferencias básicas en cuanto a temas centrales tales como instintos de vida y de muerte, forma en
que se accede a la realidad, y proceso de construcción de símbolos.
A modo de conclusión y síntesis intentaré una respuesta a la pregunta inicial en cuanto a si existe o
no una personalidad psicosomática. Creo que es una aseveración que no se puede sustentar sólo
en la clínica. Se podría hacer ese diagnóstico en personas que frente a episodios de
despersonalización o a depresiones esenciales (que es una forma especial de despersonalización),
tiendan a utilizar como mecanismo de autocuración una enfermedad corporal, como intento de
integración y búsqueda de una relación con la que se pueda lograr una regresión a la dependencia
absoluta. En estos casos todavía existe la esperanza de que alguien los cure (cuide) de su
malestar. Existen otras personas que pierden toda esperanza de alcanzar esta relación que los
cure y cuide por lo que tienden a buscar la paz en el retorno a un estado inorgánico previo a la
"vivacidad" y aparece la búsqueda de la muerte biológica. Este último fenómeno no es exclusivo de
la enfermedad psicosomática como ya habíamos dicho.
Otra respuesta, que me parece más adecuada, es considerar a los pacientes psicosomáticos como
una forma particular de personalidad esquizoide (aunque no lo aparenten clínicamente por la
identificación ya descripta) que en momentos de crisis hacen rupturas a predominio corporal, en la
búsqueda de una relación con una madre que en su desarrollo temprano les proporcionó una
buena atención en éste aspecto, aunque haya fallado en otros.
En cuanto a los problemas que se plantean en el tratamiento Winnicott (1964) destaca la
importancia de la escisión y sus consecuencias:
El Psicosomatista se jacta de su capacidad para montar dos caballos al mismo tiempo, con un pie
en cada una de las monturas y ambas riendas en sus diestras manos.
"Si no se comprenden las razones de esta tendencia a fracasar en estos casos, los médicos se
descorazonan... Las fuerzas que operan en el paciente son de una enorme intensidad... Algunos
médicos no están en realidad en condiciones de montar los dos caballos. Se sientan en una de las
monturas y al otro caballo lo llevan de las riendas, o pierden contacto con él..."
Uno de los riesgos a los que podemos tender es al uso excesivo de la mente del analista
(Winnicott, 1949), lo que nos lleva a formular interpretaciones teóricas que repiten los mecanismos
patógenos del paciente, el que tiende a tener un contacto no vivencial con los demás y con la
realidad. Además ésto puede ser francamente promovido por el paciente, que capta nuestras
preferencias teóricas y puede adaptarse a ellas. Winnicott (1964) en "Aspectos positivos y
negativos de la enfermedad Psicosomatica" dice:
Nos habla también de una particularidad del psicosomático en cuanto a su relación con la realidad
que es importante tomar en cuenta porque nos saca del rol analítico habitual. No le es suficiente la
interpretación, sino que la cura necesita de la provisión de un cuidado y tolerancia especial. No
habría que ser "psicoterapeuta" hasta que no aparezca el conflicto psíquico. Esto es acorde con lo
que sostiene la mayoría de los que se ocupan del tema, que de una u otra manera no indican
psicoanálisis "clásico" en éste tipo de patología:
Durante los períodos de enfermedad, a través del cuerpo, se reclama una atención que el paciente
no se da cuenta que necesita. Este reclamo sería parte del elemento positivo que Winnicott (1964)
destaca en la enfermedad psicosomática. Es un intento de buscar la integración psiquesoma por
medio del logro de un estado de dependencia absoluta, que le sería permitido por la enfermedad.
Intenta que alguien se haga cargo de las funciones de holding y handling que fueron inadecuadas
en la relación con su madre. Esta búsqueda en diferentes personas es sumamente variada, y es
descripta como la dispersion de los agentes responsables, puede incluir a la mujer, a la familia, al
analista, una experiencia mística, algún brujo, etc.. En las situaciones en las que se produce alguna
forma de regresión a este estado de dependencia absoluta, al lograr cuidados del medio que
faltaron en tiempos pasados, el paciente produce una forma de curación "espontánea". Otra
posibilidad que se puede desplegar en éstas relaciones, es que se pueda lidiar con la agresión de
una manera diferente a la que tuvo lugar durante la posición depresiva y que no pudo ser corregida
a lo largo de la vida. Muy probablemente, en estos procesos se encuentre la explicación de
algunas curas "milagrosas" que se producen en ocasiones.
Hay que destacar que, frente a la posibilidad de iniciar este proceso regresivo en el paciente y el
analista van a aparecer fuertes resistencias que van a ser diferentes en cada paciente y en cada
analista.
Algo que es interesante remarcar, en el tratamiento de pacientes esquizoides con un falso self
predominante, es que en los momentos de regresión durante el tratamiento pueden aparecer
enfermedades psicosomáticas, que hacen que el analista les deba dar una atención especial,
mayor a la del encuadre habitual (Painceira Plot, A comunicación personal).
RESUMEN
Los trastornos psicosomáticos plantean al psicoanálisis toda una gama de discusiones. Sobre este
debate se intenta dar una opinión, tomando en cuenta las ideas de Winnicott y de otros autores en
cuanto al desarrollo humano y la psicopatología .
Se hace finalmente una descripción de algunos de los problemas específicos que se presentan en
el tratamiento de estas patologías.
SUMMARY
The psychosomatic disorder poses psychoanalysis with a variety of issues. This is what is dealt with
in this paper, taking into account Winnicott´s ideas and those of other authors regarding human
development and psychopathology.
The topics discussed are: a) the existence or lack of a psycho-somatic personality", b) how it can be
understood without using the death instinct concept, c) what the splits are which characterise this
pathology, d) how one can understand the peculiar way of living of those undergoing this disorder,
and how they adapt to reality, e) with regards to symbolic thinking: how it appears and the
consequences of a lack or a reduction of the capacity to use it in the formation of the psychic
processes and f) the characteristic tendency of having ideals which are too demanding.
Finally, there is a description of some of the specific problems which arise when dealing with these
pathologies.
RËSUMË
On fait finalment une description de quelques problèmes spécifiques qui se présentent pendant le
traitement des ces pathologies.
BIBLIOGRAFÍA
Gaddini, R.(1967). Los orígenes del objeto transicional y el síntoma psicosomático en Lecturas de
lo psicosomático Lugar Editorial Buenos Aires 1991
___ (1997). Sobre algunos diagnósticos tomando en cuenta a Winnicott. Actas VI Encuentro
Latinoamericano sobre el pensamiento de Winnicott. APdeBA.
___ (1998). Winnicott y las enfermedades psicosomáticas. Actas VII Encuentro Latinoamericano
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Liberman, D.; Gassano de Piccolo E.; Neborak de Dimant, S.; Pistiner de Cortiñas, L.; Roitman de
Woscoboinik, P. (1982) Del cuerpo al símbolo Ed. Anaké 1991 Santiago de Chile
Marty, P. (1991). La psicosomática del adu lto. Ed. Amorrortu. Buenos Aires
Painceira Plot, A. (1997) La Teoría de la depresión en Clínica Psicoanalítica Ed. Lumen. Buenos
Aires 1997
Thöma,H. y Kächele,H. (1990) Alexitimia en Teoría y Técnica del Psicoanálisis. Vol II Ed. Herder.
Barcelona 1990
___ (1963). Los casos de enfermedad mental en El proceso de maduración del niño. Ed. Laia
Buenos Aires. 1979
___ (1971). Naturaleza Humana. Parte 1 Ed. Paidos Buenos Aires. 1993
___ (1970). Sobre las bases del Self en el cuerpo. Exploraciones psicoanalíticas l. Ed. Paidos.
Buenos Aires 1991
Dr. H. Horacio García - Soldado de la Independencia 831, PB "B" - 1426 Buenos Aires - Argentina
Clase 10:
De la elocuencua de los cuerpos
Adriana Anfusso
Laura de Souza - Julia Ojeda
RESUMEN
Reseñaremos lo que se infiere sobre el tema "cuerpo y comunicación" a partir de los escritos de
Winnicott. Para evitar lo que él más temió y combatió, que las teorías se conviertan en "letra
muerta", destacaremos conceptos afines de colegas contemporáneos de América Latina, Estados
Unidos y Europa que, a su manera, desplegaron o replantearon sus ideas. Nos detendremos
particularmente en Ch. Bollas y J. McDougall que han escrito libros tratando de comprender, al
igual que Winnicott, cómo se procesa esa extraña continuidad discontinua entre lo corporal y lo
psíquico. Evolución que comienza en la prehistoria de cada ser humano con el desvalimiento y la
dependencia de los que no puede percatarse. Ocuparse de este asunto implica aproximarse a las
complejas relaciones entre lo animal y lo humano o entre naturaleza y cultura. Incluiremos
comentarios sobre problemas clínicos que hoy nos desafían: las psicosomatosis; algunos tipos
peculiares de escisión psique-soma como el transexualismo; las cirugías estéticas reiteradas y
compulsivas y un caso extremo de hiperfuncionamiento mental disociado que elegimos pensar
desde la tradición del "self" y de las relaciones objetales que Winnicott y otros autores representan.
1) WINNICOTT
Si nos centramos en la alimentación veremos que una adecuada lactancia natural o artificial al
generar intimidad física, experiencias sensuales compartidas y una serie de otros cuidados e
intercambios, promueve la salud física y mental de un nuevo ser. Impulsa también en él una
riqueza de la personalidad y una fortaleza de carácter que le permitirán vivir con pasión y quizás
aportar a la cultura de su tiempo. Al señalar las conexiones primeras entre soma y psique Winnicott
afirma que "con la variada riqueza que le ofrecen las experiencias alimentarias...débiles, incoloras
y hasta aburridas o excitantes y coloridas, en cierto modo el bebé está acumulando material para
sus sueños"1. Otra manera de decir que "la psicología es una extensión gradual de la fisiología"2,
o que los cuidados físicos son simultáneamente cuidados psíquicos. Es enorme la variedad de
cuestiones a las que da lugar el compromiso total en el que se sumergen tanto la madre que
alimenta como el bebé que se nutre. Allí confluyen intercambios de miradas, ruidos y silencios,
sensaciones de lleno y vacío, de lo turgente y lo mórbido, de líquido y sólido, de calma y excitación,
de pasivo y activo, de algo que empieza y termina, de lo anhelado que luego se
rechaza...Experiencias de base física que van ocupando lugar en la porción psíquica de la unidad
psicosomática. Cuando la díada madre-bebé sintoniza alrededor de la situación alimentaria, mucho
más que eso está pasando: comienza la interrelación de un nuevo ser consigo mismo, con el
mundo y con otros seres humanos. El bebé está inmerso en una experiencia nueva: no hay noción
de espacio y "el tiempo no se mide con relojes, ni con amaneceres y atardeceres, sino con el ritmo
del corazón y la respiración de la madre, con el aumento y la disminución de las tensiones
instintivas"3. Atenciones iniciales de la madre al cuerpo del bebé, relaciones objetales muy
precoces que inauguran un lenguaje sin palabras. Existe diálogo entre una mujer y su pequeño si
ella puede ofrecer lo que él requiere antes de que la necesidad sea expresada por un gesto.
Dependencia absoluta, preocupación maternal primaria, objeto subjetivo... El niño se siente "
hacedor" de mucho de lo que encuentra a su paso. La creatividad innata, la confianza y la
esperanza comienzan a andar. Pero más importante que la sensación de control mágico es el
incorporar las pautas del proceso de crear-encontrar y el ir reuniendo respaldo mnémico de tipo
primitivo de algún modo, en algún lugar... Todo lo que rodea a un nacimiento está signado por el
contacto cuerpo a cuerpo. La situación se reedita en cualquier relación próxima entre personas
cada vez que las palabras sobran o no alcanzan y recurrimos naturalmente al beso, al abrazo y la
caricia silenciosos para compartir sentimientos intensos de amor, alegría, miedo o dolor También el
golpe es mensaje cuando inunda la ira feroz.
Winnicott sospecha que se establece algún poderoso tipo de comunicación entre una mujer y su
hijo ya antes del nacimiento. Si la madre deja de pujar y el parto se interrumpe por un rato puede
que el bebé, ya inmerso en la tarea de salir al mundo, experimente una espera para él
interminable. De adulto podrá sufrir de claustrofobia o mostrar baja tolerancia a los cambios
inesperados de planes. Los detalles normales, menores, de la interacción entre puérpera y lactante
son harto significativos desde el punto de vista de la comunicación. "Las cosas más importantes
que hace una madre con el bebé no pueden hacerse...mediante palabras. Esto es obvio, pero
también es algo muy fácil de olvidar"4. El bebé habla con su conducta si alterna estados de
integración con otros de relajación tranquila está comunicando que no duda de que lo contendrán y
que se siente seguro y confiado en relación a sus propios procesos internos así como a los del
entorno. Como describe J. Bèrges, se da el juego dialéctico entre el equipamiento neurobiológico,
la función y el funcionamiento que adquiere sentido en la acción desplegada ante la mirada del
otro.
2.1) Transexuales
En un trabajo anterior5 una de nosotras plantea que los pacientes transexuales viven sin poder
apropiarse ni de su cuerpo ni de su vida, y establece las siguientes hipótesis:
I)La transexualidad sería una construcción defensiva - falso self - que el sujeto pone en
marcha ante fallas en los cuidados que afectan su desarrollo emocional primitivo, más
específicamente la constitución de su "self" o sí mismo.
Pensamos que una faceta central de la problemática de la transexualidad es la identidad, tema que
Winnicott vincula con la constitución del "self" en relación al cuerpo. "El self se halla naturalmente
ubicado en el cuerpo, pero en ciertas circunstancias puede disociarse del cuerpo, o el cuerpo
de él. Esencialmente el self se reconoce a sí mismo en los ojos y la expresión del rostro de la
madre...El self y la vida del self es lo único que otorga sentido a la acción o al vivir". 6
(Subrayados nuestros).
Un consultante (M/F) expresa: "una parte de mi cuerpo me está vedada Los gay gozan con todo su
cuerpo. Para mí eso es impensable. Yo no me siento travesti. No me arregla el problema pintarme.
El otro día terminé haciéndolo, ¡ y la imagen que me devuelve el espejo! Quedé con miedo,
movilizada. ¿Tomar hormonas? Me enloquecería tener senos y pene..."
Otro consultante (M/F), en referencia a la operación dice: "estoy postergando mi vida, porque no he
podido vivirla. Tengo que hacer esto como última posibilidad de vida". En otro momento, al hablar
de sus dos intentos de autoeliminación comete un lapsus y en vez de suicidio dice homicidio.
Luego comenta: "me miro al espejo y quiero matar a ese que no soy. Desde la adolescencia mi
cuerpo choca con mi mente".
En este tipo de patología quedan en evidencia con gran crudeza fallas en los diferentes niveles.
Los pacientes transexuales refieren con frecuencia trastornos hormonales, ginecomastia, atrofias
testiculares, etc. Por otro lado fueron niños tratados, tocados, manipulados, como mujeres en el
caso de la transformación masculino/femenino (M/F) y como hombres en el caso inverso (F/M). En
las entrevistas las madres confirmaron haber esperado un hijo de sexo opuesto al del que tuvieron,
y la mayoría manifestó haberlos tratado como si su sexo fuera el que ellas habían deseado.
¿La reasignación de sexo sería asimilable al impulso que lleva hoy a muchas personas a
someterse a reiteradas cirugías estéticas? Al pretender detener el implacable paso del tiempo y
sus efectos, o construir una imagen corporal narcisísticamente ideal, puede resultar difícil
reconocerlos si no se han seguido sus sucesivas transformaciones. Pensemos en M. Jackson.
La Dra. S. Abadi y col.7 llaman delirio estético a una forma extrema de escisión psique-soma,
donde se usa la restitución como mecanismo autocurativo de tipo psicótico. "El sujeto intenta la
conexión psicosomática ocupándose de su cuerpo desde lo externo, pero no ocupa su cuerpo, no
lo mentaliza ni lo catectiza...Finalmente este logro artificial de la unidad psique-soma traerá dos
series de consecuencias... la ineficacia de estos recursos para lograr la vivencia de integración del
sí mismo y el extrañamiento de la propia imagen corporal (que) llevarán a vivencias de
despersonalización... a una búsqueda siempre ilusoria y siempre frustrante que concluye en una
sobredosis imparable de los recursos estéticos." 8
Veremos cómo Bollas entiende las primeras comunicaciones no representacionales entre el bebé y
su madre, y cómo los cuidados tempranos afectan la constitución psíquica (identidad y carácter) de
todo sujeto. Bollas despliega ampliamente lo vivido por el niño en la etapa previa a la adquisición
del habla denominándolo lo sabido no pensado. Al considerar la continuidad de la línea de la vida
Winnicott sostiene que "nada de lo que ha sido parte de la experiencia de un individuo se
pierde...aún cuando de modos diversos y complejos, se torne inaccesible para la conciencia".9Lo
sabido no pensado recoge el contenido de la cita anterior y según Bollas se emparentaría con el
núcleo del verdadero self de Winnicott y con el inconsciente originario de Freud. Está constituido
por lo que perdura en el infante de los intercambios preverbales y operativos entre él y sus
progenitores e incluye huellas del inconsciente parental, por lo que detenta un carácter
transgeneracional.
¿El autodevelamiento del analista puede ayudar al paciente o es una técnica desaconsejable?
Tema que suscita polémicas cuando leemos algunas intervenciones que Winnicott se permite
como clínico. Bollas teoriza al respecto y destaca que la transferencia de lo sabido no pensado
produce en el analista afectos, estados anímicos o somáticos contratransferenciales a los que
resulta difícil atribuir una significación precisa. Luego de una cuidadosa evaluación puede optar por
comunicarlos al paciente utilizando expresiones introductorias del tipo "tengo la impresión de que...
" Así se propone dar cuenta de lo vago de su vivencia, mostrar confianza en el sentido atribuible a
sus estados subjetivos si reflexiona sobre ellos consigo mismo y con el paciente, demostrar que no
es el poseedor de la versión oficial y auténtica del inconsciente del paciente y abrir un espacio
potencial para la creación conjunta. Bollas cree que el infante identifica a su madre perinatal más
que como un objeto (en el sentido psicoanalítico del término), como un proceso que todo individuo
vinculará con su existir inicial y con las alteraciones ambiento-somáticas de dicho existir. Propone
el concepto de objeto transformacional para aquél del que se tiene un saber más existencial que
representativo. Dice Bollas: "La búsqueda de transformación, y del objeto transformacional, es tal
vez la relación de objeto arcaica más omnipresente; y...esa búsqueda...brota de la certeza...de que
el objeto producirá transformación...si bien no hay disponible ningún recuerdo cognitivo".10Aclara
que esa "experiencia primerísima es previa a nuestra experiencia de la madre como objeto
deslindado".11 Para Bollas el "infans" no internaliza la persona de su madre sino los procesos de
atención materna que se dan al alimentar, asear, adormecer, estimular al bebé. La elección de
juguetes, muebles o ropas infantiles, de ritmos y rutinas – todo teñido por el inconsciente parental –
incidirá en muchas de las preferencias inexplicables que cada sujeto desarrolla, o bien en facetas
de lo que llamamos su carácter. Bollas dice que "hasta la comprensión de la palabra, el sentido
para el bebé reside sobre todo en el psico-soma de la madre".12 La primera estética materna se
trasmite al "infans" a través del estilo de ser y hacer de la madre al aplicarse a su cuidado, y
culmina en la internalización. Este proceso se repite con la segunda estética materna que incluye
la palabra e implica otras formas de transformación. A través de los conceptos de objeto
transformacional y estética materna Bollas se interna y amplía, a su modo, el tema de la madre
medio ambiente de Winnicott. Bollas afirma que la experiencia del yo que consiste en ser
transformado por otro integra silenciosamente la identidad de todo ser y permanece como una
memoria sin origen registrado, que tiene destinos diversos. A ella recurriría la propaganda toda vez
que promete cambiarnos la vida ofreciéndonos distintos artículos de consumo. Cuando nos
acercamos a situaciones que nos atraen, o nos alejamos de otras que rechazamos podríamos
estar afectados, sin saberlo, por aquellas primeras memorias. Bollas ilustra su idea recurriendo a
un cuento infantil en el que la Rata y el Topo experimentan la salida del sol sin verla, percibiendo
exclusivamente la transformación que produce su efecto luminoso en todo lo que los rodea. El
objeto transformacional puede ocasionar metamorfosis desagradables o desilusionantes. La
adicción al juego de un paciente de Bollas parecía reflejar la convicción de que su madre fallaría,
vendría sin provisiones que calmaran sus necesidades, una y otra vez. Todas las veces que se
exponía a perder.
El modo en que nos tratan los adultos al principio de la vida influirá en la forma de tratarnos luego a
nosotros mismos y a los demás. Bollas otorga una nueva función a la sombra del objeto, la de
conformar parte de la identidad primaria de cada uno. Su propuesta nos permitiría discutir una
nueva paradoja. ¿Es posible que el núcleo de nuestro Verdadero Self esté integrado, sin que lo
sepamos, por una porción que nos es ajena?
4) J. MCDOUGALL Y LO PSICOSOMÁTICO
Nos interesa destacar cómo McDougall se aproxima a la concepción que tiene Winnicott de la
enfermedad psicosomática , ampliándola. La considera una forma de comunicación primitiva,
pre-simbólica y le da un estatuto positivo de técnica de supervivencia psíquica que hay que
respetar. Agrega consideraciones etiológicas que incluyen las dificultades maternas para
decodificar los estados afectivos del bebé generando en él la imposibilidad de elaboración mental
de los mismos. Como Bollas, considera que el inconsciente parental, que se trasmite como
comunicación silenciosa en las primeras interacciones, es determinante de la conformación de la
estructura psíquica primaria.
Para McDougall la problemática narcisista de la primera infancia que implica asumir la alteridad y
una identidad separada, puede incrementar la vulnerabilidad psicosomática, los trastornos del
carácter así como la potencialidad psicótica y adictiva. En las neurosis lo central es lo prohibido
pero las patologías narcisista, psicosomática y psicótica se relacionan con lo imposible. En ciertos
pacientes lo imposible es establecer el límite entre su cuerpo y otro y las experiencias afectivas de
las personas para ellos importantes pueden provocarles una explosión psicosomática, como si no
existiera más que un cuerpo para dos. Al no constituirse una verdadera diferenciación se teme la
disipación de los límites del cuerpo, la pérdida de la noción de quién es uno, la fragmentación física
o psíquica. Se echa mano entonces de diversas técnicas de supervivencia psíquica que
McDougall denomina actos-síntoma, tentativas de autocuración que, aunque repetitivas, ella
considera más del lado de la vida que de la muerte. Actos que sustituyen a la elaboración
mental y mediante los cuales se intenta descargar rápidamente tensiones excesivas o
desbordes af ectivos provocados por sucesos interiores o exteriores penosos, excitantes o
agradables El sujeto, sintiéndose en peligro regresa a la forma de equilibrio que utilizan los niños
cuando no tienen palabras y sólo pueden responder con actos. Todos tenderíamos a somatizar si
ciertas circunstancias sobrecargan afectivamente nuestros modos habituales de resistir, de
defendernos o de absorber el dolor psíquico. Ciertos pacientes difíciles, por terror a los afectos,
crean una coraza contra ellos que es también una coraza antianálisis. Hay que respetarla ya que
es el precio que se paga por la supervivencia psíquica. Piensa, como Winnicott, que sin defensas
de repuesto el paciente no querrá saber por qué ciertos factores le resultaron traumáticos y le
restaron creatividad ni estará dispuesto a timonear su propia vida en la porción de libre albedrío
que le corresponda.
Coincide con Winnicott y Bollas en cuanto a la importancia de las interacciones tempranas. El bebé
envía señales que indican sus preferencias y rechazos. La madre en general decodifica dichas
comunicaciones infraverbales, pero si la aflige el desamparo o la angustia, no podrá interpretar las
sonrisas o quejas del hijo, le impondrá sus deseos y el lactante dispondrá de dos salidas: construir
modos radicales de protección contra las crisis afectivas o responder con precocidad notable al
servicio de la autonomía (una forma de falso self). Para McDougall, la primera realidad de la
infancia es el inconsciente de los padres y las estructuras psíquicas arcaicas se elaboran a través
de representaciones de significantes que ella llama prelenguajeros. Le importa explorar la relación
posible entre ese lenguaje olvidado y los síntomas psicosomáticos. Por regresión que parte de la
historia psicosexual, las personas pueden alcanzar el momento en que las palabras fueron menos
importantes que las percepciones olfativas, táctiles, gustativas, visuales o auditivas.
En las afecciones psicosomáticas hay daño físico real, y su sentido es de orden presimbólico. El
cuerpo enloquece hiper o hipofuncionando y el discurso toma una tonalidad desafectivizada. Los
pacientes muestran ausencia de conexiones verbales con las fantasías que subyacen a sus
manifestaciones psicosomáticas y dificultad para imaginar, soñar o pensar en relación a zonas
conflictivas de su vivir. Puede pasar mucho tiempo antes de que se generen vínculos entre el
cuerpo, los afectos y el verbo, entre la imaginación, el sueño y el pensamiento. Sólo así se lograrán
cambios significativos.
CONCLUSIONES
¿Es mera cuestión de palabras sustituir la idea de "el hombre y su cuerpo" por la de "el "hombre es
su cuerpo? ¿Mantendremos en nuestra teoría y en el consultorio la dicotomía cartesiana
cuerpo/alma donde la materia corrupta y perecible se subordina al espíritu puro e inmortal? ¿Nos
adheriremos al culto de la estética corporal en desmedro del desarrollo afectivo-intelectual? Según
Winnicott cuerpo y movimiento son aspectos básicos para la estructuración del sujeto. Recordemos
que la más genuina expresión del Verdadero Self es un gesto espontáneo y que el relajamiento de
"lo informe" es condición de la creatividad. La expresividad corporal puede reafirmar el discurso,
contrariarlo enviando un doble mensaje, ser vehículo autónomo de significado o lugar original de
comunicación. Solemos ocuparnos del cuerpo si nos sobresalta el ruido de sus perturbaciones o
cuando deportistas, mimos, actores, bailarines nos asombran con su dominio. Viejo tema que se
olvida, se vuelve a recordar, se piensa nuevamente: cuerpo hablante, cuerpo hablado, elocuencia
de los cuerpos.
Notas
1. Winnicott. D. "Los bebés y sus madres". Bs.As., Paidós, 1989. Pág. 48.
4. Id. Pág. 85
Psicolibros, 2000.
6. Winnicott, D. "Exploraciones psicoanalíticas I". Bs. .As., Paidós, 1991. Pág. 322.
7. Abadi, S. y col.: "Una vida no basta". Bs. As., VIII Encuentro Winnicott, (APA), 1999. Pág. 73.
9. Winnicott, D. : "Los bebés y sus madres". Bs. As., Paidós, 1989. Pág.119.
10. Bollas, Ch. "La sombra del objeto". Bs. As., Amorrortu, 1991. Pág.44.
11. Id. Pág. 60.
BIBLIOGRAFÍA
1. Abadi, S. y col. "Una vida no basta". Bs. As., VIIII Encuentro Winnicott (APA), 1999.
3. Bollas, Ch. "La sombra del objeto". Bs. As., Amorrortu, 1991.
5. de Souza, L., Guerrero, L y Muniz, A. (Comp.). "Identidad sexual, sexuada..." Mdeo., Psicolibros,
2000.
7. McDougall "Alegato por una cierta anormalidad. Bs. As., Paidós, 1983.
10. Ojeda. Julia y Podbielevich,J. "Un espacio para la pérdida". 2º Congreso Regional de Atención
Temprana y Psicomotricidad. Mdeo., Noviembre, 1997.
11. Pancieira, A. "Clínica psicoanalítica a partir de la obra de Winnicott". Bs. As., Lumen, 1997.
13. Id. " Los bebés y sus madres". Bs. As. , Paidós, 1989.
Clase 11:
Consulta terapéutica, tratamiento breve psicoanalítico en niños
Juan Ramón Aguilar
Introducción
Desde los albores de la civilización existió la actitud psicoterapéutica –de comprensión y escucha
de las dificultades del otro-, pero recién a fines del siglo XIX tuvo una sistematización y se vistió de
un ropaje científico. Freud como siempre pionero, se encontró con una joven tras una prolongada
caminata y ascensión alpina, en donde no esperaba encontrar neurosis a esa altura. Se estableció
rápidamente un dialogo especial y profundo entre el científico y la robusta señorita. El encuentro
duró a lo sumo una hora, pero según Freud, había motivos para pensar en algún tipo de mejoría
sintomática. "Espero que el declararse conmigo haya hecho algún bien a esta muchacha tan
profundamente lastimada en su sentir sexual… "(Pg.148, T. II, 1895)
La joven en cuestión fue inscripta en los estudios sobre la Histeria con el nombre de Katharina en
1895. Creemos que es el 1º caso de psicoanálisis breve en la historia del movimiento
psicoanalítico. Unos años después Freud (1909), encara el tratamiento de un niño a través de su
padre, logrando modificaciones permanentes y cambios sintomáticos. Es el primer caso de
Psicoanálisis Infantil y fue anotado en los historiales como el caso Juanito. Hubo que esperar unos
años más (1921) para que la Señorita Hug-Hellmuth iniciara las terapias infantiles en Viena. Poco
después dos importantes mujeres realizaron importantes contribuciones que dieron lugar al
Psicoanálisis Infantil y crearon cada una, escuela con algunos puntos en coincidencia y otros en
discordancia pero que fueron fecundas en ideas y postulados teóricos. Una la propia hija de Freud,
Anna (1925) y por otro lado Melanie Klein (1929).
El tema de este trabajo no ha sido mayormente explorado después de las contribuciones pioneras
de Freud.
Aspectos Teóricos
Con cierta frecuencia nos consultan por niños con distintos tipos de síntomas que les traen
padecimiento emocional, algunas veces son los padres quienes sufren por los síntomas del niño y
en ciertas ocasiones el ambiente. No detectamos generalmente un conflicto interno como causa de
sus dificultades y la ansiedad o culpa parece estar más relacionada con dificultades ambientales.
Vemos generalmente un desvío de lo que consideramos la provisión de un ambiente promedio.
Padres muy ocupados, niños enchufados largas horas a dispositivos electrónicos, inestabilidad en
las relaciones parentales, relaciones afectivas impregnadas por la inseguridad y discontinuidad,
cuando no el caos. Encontramos como secuelas de estos ambientes deficitarios en el niño, la
aparición de cuadros de ansiedad de separación, hiperactividad, conducta opocisionista, depresión,
actividades autoestimulantes, problemas con el control de los esfínteres, dificultades con la
alimentación y el sueño. La patología que observamos en general no presenta deformaciones
importantes de la personalidad, hay en estos niños cierta integridad de su aparato psíquico con un
"peso considerable del ambiente" en su conflictiva.
Cuando se establece la consulta y el paciente es de corta edad, habitualmente vemos a los padres
primero con quienes establecemos un vínculo. En otras ocasiones podemos ver al niño con sus
padres. Y con menos frecuencia a la familia entera. Como consecuencia de los cambios de valores
ha aparecido situaciones no habituales, como el padre convertido en madre, la abuela-madre y la
empleada doméstica-madre.
En el contacto con el niño logramos muchas veces, tras breves entrevistas, una modificación
substancial de sus padecimientos; en ocasiones una "curación o remisión sintomática" y en otros
preparamos el terreno para el inicio de un tratamiento psicoanalítico prolongado o para una serie
de consultas repetidas en el tiempo.
Hay un instrumento privilegiado para acercarse al niño que es el juego. Para poder jugar es
necesario aunque sea por un rato poder desprenderse de las teorías y poder jugar. Aceptar los
roles asignados y cumplir con los presupuestos que nos imponen. El juego no siempre nos divierte
o cautiva. Hay juegos que gozamos y otros que padecemos. El juego es un medio de hacer
contacto con el niño. Otro medio es lo que Winnicott (1971) llama la consulta terapéutica, en donde
desarrolló el juego del garabato (squiggle game). Subyace a la consulta terapéutica un sustrato
especial que lo denominó objeto subjetivo –el analista coincide con una idea preconcebida de
parte del niño. Este tema más tarde fue desarrollado en Realidad y Juego (1971). Pero podemos
decir que el analista viene a cubrir una necesidad importante del niño y paradojalmente es el niño
quien crea con su necesidad al analista. El analista aprovecha esta oportunidad que se le da y
todos salen beneficiados.
Si todo funciona bien, si esta ocasión sagrada es aprovechada por el analista, se podrá realizar un
trabajo con detenimiento con el niño que tiene como efecto "una liberación de las ataduras y un
paso adelante en el proceso del desarrollo" (Winnicott, 1971).
El niño con padecimientos emocionales tiene necesidad de una comprensión acabada de lo que le
pasa, que por algún motivo no se ha podido dar en su ambiente. Los padres de este niño también
necesitan entender que le pasa a su hijo y poder confiar que alguien lo va a resolver, ya que ellos
no han podido –los mejores resultados se logran con padres que tienen una actitud confiada y
esperanzada hacia el profesional-. El Psicoterapeuta puede sin saberlo ocupar un lugar idealizado
y poderoso en la mente de su paciente aun sin haberse conocido.
Todo esta preparado para tener una gran oportunidad para establecer contacto con el niño. Este
tiene la preconcepción de que alguien va entender lo que le pasa –terapeuta-. Si el analista puede
tener una actitud empática con el niño ( Kohut, 1972), está abierto sin condicionamientos a aceptar
las propuestas de juego o interacción y dedica la mayor parte del tiempo a tratar de entender qué
es lo que puede estar pasando con ese niño y en ocasiones con sus padres. Tanto el niño como
los padres pueden realizar cambios considerables en una o unas pocas entrevistas caso contrario
todo se echa a perder y casi nada se va a lograr. La comprensión del material se hace cada vez
más específica y el niño siente que se puede producir un entendimiento, que la comunicación a un
nivel profundo también es posible.
El supuesto teórico es que "si se le da una oportunidad a un niño o un adulto, de una m anera
apropiada y profesional, dentro del limitado marco del contacto profesional, el paciente traerá
consigo y expondrá (aunque al principio en forma tentativa) el problema actual, en conflicto
emocional o la pauta de tensión que prevalece en esta etapa de su vida". (Winnicott, 1971). Si las
cosas van bien y el niño tiene alguna mejoría esto aumenta la confianza de los padres activando un
círculo virtuoso de interacciones positivas y de mejoramiento de la sintomatología.
Presentaremos dos viñetas clínicas en donde lo que se busca es la comunicación con el niño y
cuál es su problema. No hay un objetivo, en principio, de cura sintomática. Este trabajo es "fácil de
hacer durante una, dos o quizás tres sesiones; pero como el lector podrá muy bien advertir, si las
entrevistas empiezan a repetirse, todo los problemas de la transferencia y resistencia comienzan a
aparecer y el tratamiento debe entonces encararse dentro de las líneas psicoanalíticas comunes."
(Winnicott,1971)
1º Sesión
Concurren a una primera consulta Lucía de 5 años con su mama Sofía de 36 años. El motivo de
consulta es que la niña se orina por las noches en su cama y se pasa a la cama de la mamá.
Comienzo a conversar con la madre, mientras Lucia escucha atentamente lo que decimos. Le
pregunto a la niña si le gusta dibujar, me responde afirmativamente. Dibujamos cada uno en una
hoja frente a frente mientras continuo hablando con la madre.
La Madre refiere que hace dos años, en Noviembre de 1998, la familia tuvo un accidente
automovilístico a raíz del cual el Padre fallece, Lucia fue internada con politraumatismos múltiples
(fractura de fémur y húmero, pérdida de varias piezas dentales del maxilar superior), la Madre y el
Hermano de 6 años tuvieron contusiones menores.
Lucía le contó a la Mamá que se pasa a su cama, porque está triste. La Mama me dice que el
Hermano llora y habla de la muerte del padre, pero que Lucía no. El Papá, era un Ingeniero
Agrónomo de 38 años que trabajaba comercializando hacienda. El accidente se produjo a la salida
de un campo de la familia, al ser embestidos por un camión de transporte de hacienda.
El infortunio, la internación y todo lo que giró en torno de esto fue un impacto muy grande para
todos; pero los integrantes de ambas familias apoyaron mucho a Sofía y sus hijos. La Mamá
expresa "creo que estamos saliendo del asunto"
Sofía trabaja en un estudio jurídico como secretaria y recibe una renta del campo familiar. Comenta
que Lucía tiene muy buen rendimiento escolar y que es buscada por chicas y chicos del Jardín.
Generalmente está de buen humor. Continuamos dibujando con Lucía, en un ambiente de atención
y calma.
La Mamá me comenta que no tienen dificultades para viajar en auto pero que en realidad no han
salido mucho. Están evaluando poder irse a algún lugar en las vacaciones de invierno.
Converso con Lucía sobre su dibujo y sus amigos del Jardín. Llegando al final de la sesión les doy
las siguientes indicaciones:
Inferencias
2º Sesión
Vuelven después de haberse tomado las vacaciones de invierno, en donde se fueron solos.
Aprovecharon la cercanía para ir al campo familiar. "Mágicamente cuando volvimos del campo,
Lucía se deja de hacer pis en la cama y ya casi no se pasa a mi cama a la noche". "La
recomendación que estuviéramos solos, nos vino muy bien, ya que estuvimos juntos todo el
tiempo, sin nadie de la familia. Yo pude con mis hijos prender el fuego, hacer asado, contarles
cuentos, encender las estufas y la chimenea. Pudimos llorar, abrazarnos y estrechar filas". "El estar
solos, me permitió llorar", dice Sofía, y "llorando uno se lava por dentro".
Comenta que los niños estuvieron muy contentos durante las vacaciones. Mientras la mamá hace
el relato, yo dibujo junto con Lucía en un dibujo muy alegre, ambos nos divertimos.
Conclusiones
La familia de Lucía había pasado por una tragedia y se habían recompuesto los restantes basten
bien a la situación traumática, si bien quedaban algunos aspectos no resueltos en torno al
accidente, la muerte del Padre y la posibilidad de poder hablar entre todos de lo que pasó.
1º Sesión
Solicita turno telefónicamente el Padre, quien me anticipa que la madre es una persona ansiosa. A
la entrevista –1/7/00- sólo concurre la Madre quien me refiere: "Vengo porque en casa se puso
difícil la situación, en especial cuando nació él bebe –Marzo/00-. En Mayo tuvimos que internar al
bebe por un cuadro respiratorio por unos días. Ahora no sabemos cómo manejar a Matías (2 ½
años). El se enoja continuamente y hace berrinches. Nos está buscando para ver hasta cuanto
aguantamos. Con nuestro primer hijo nunca nos pasó algo así. Yo era muy pegote con Matias". La
Mamá está todo el día en la casa con los niños y frecuentemente no sabe que hacer con Matías.
"Hinchó para que lo sacáramos al bebe de nuestra habitación, lo sacamos pero igual siguió
haciendo berrinches y lío. Qué tenemos que hacer para que haga click? Me insulta y yo lo reto.
Como él no hace caso y sigue insultando, yo grito….Con lo que más me molesta es que me dice
tonta y mala todo el día. Yo le doy distintas explicaciones y le digo que eso no se hace, que está
mal tratar así a su mamá, a los adultos. La cosa empeora cuando además me patea. Yo le pego y
al final termina siendo una disputa de ver quién pega más fuerte y eso me parece que esta mal.
Hay veces que le doy un chirlo, otras me pongo a llorar delante de él, pero nada de esto tiene
resultado. En la calle insulta o pega a gente que no conoce y que se le acerca. El otro día le dije a
una señora que se había acercado a saludarlo, que él le sacaba la lengua porque la tenia muy
linda. Con el hermano no se lleva bien, le pega todo el día. Hay que sobornarlo para que tome un
remedio y si no tenemos que hacerlo a la fuerza. En todo hay que llegar hasta lo último con él. Me
lo hace a propósito para llamar mi atención. Me escupe y no lo tolero. El papá ahora grita en la
casa, antes era muy tranquilo. Nos sacó a los dos".
Los hermanos de Matías son Federico de 5 años y Juan Martín de 4 meses. Él es un niño sano y
fuerte. Este año empezó a concurrir al Jardín de Infantes con buena inclusión.
Tiene dificultades para ir al baño. No duerme la siesta. Se opone a todo lo que se le propone. El
Padre de 33 años es médico. Tiene una buena relación con Matías. La Madre, Celina de 31 años
trabajaba en Turismo, pero dejó al tenerlo a Matías.
Inferencias
Llama la atención la edad de Matías (2 ½ años!). Que hace 4 meses nació su hermanito Juan
Martín y que hace 2 meses la madre y el hermanito estuvieron alejados de la casa por una
internación. Alrededor del 1 ½ año del niño, la madre queda embarazada. Podemos suponer que
Matías perdió un lugar especial, se sintió destronado y con naturales dificultades para la expresión
verbal de sus tensiones y sufrimiento emocional. Pudo haber una transformación de la tensión
emocional en conducta agresiva y desbordes emotivos. El padre que trabaja mucho, no está lo
suficientemente disponible para hacer de amortiguador entre la madre y el niño.
Doy indicaciones de mayor contacto con el niño, que el padre le dedique un tiempo en exclusiva, lo
cito. Les sugiero poner un adaptador en el inodoro. Le muestro como pudo contener
adecuadamente a Matías –episodio de la lengua-. Les digo que vamos a hacer algunas entrevistas
de orientación.
2º Entrevista
21/7/00. Me llama la madre diciéndome que tiene dificultades para venir porque el bebe esta con
diarrea. Llega a horario y me dice: "La verdad es que está mucho mejor. Va a todos lados conmigo.
Está mejor. Me quedé pasmada, ya que después de estar una semana juntos, no salíamos porque
hacia frío, me saludó y me dio un beso sin hacer berrinches. Parece mágico. Empezó a dormir la
siesta. Me quiere y me acaricia. Es otro chico. Va siempre a todos lados conmigo. No es más "eso
que no podía manejar".
Inferencias
Se produjo el click que la madre solicitaba. Hay una interacción compleja de causas. La madre
habló con el padre y éste tiene una conducta mas activa con el niño. Dejaron de encontrarle
intencionalidades maliciosas a la conducta de Matías. Hay más aceptación y tolerancia. El niño se
siente aceptado y reacciona afectuosamente, lo que incrementa la aceptación de los padres. No
tiene que hacer esfuerzos extraordinarios para llamar la atención. El apego se ha hecho seguro,
puede descansar y ser un niño dulce y cariñoso. Pese a los cambios positivos, ofrecí a la madre
continuar el contacto cuando a ella se le presentaran dificultades.
Conclusiones
Esta mamá parece haberse desempeñado relativamente bien hasta su 2º embarazo. El 3º hijo la
sobrecarga y rompió el delgado equilibrio que tenía. Cierta prescindencia del padre, la dejó sin el
suficiente apoyo. El sentirse escuchada y entendida, la citación al padre, la modificación rápida de
la conducta del niño, hicieron que se iniciara un círculo virtuoso de interacciones. Es posible que
esta mamá necesite nuevamente ayuda.
REFERENCIAS
Freud, A.
Hug-Hellmuth, H. (1929) Aus der seelenleben des kindes. Leipzig, 1913 IV.. Citado por Kanner L.
Psiquiatria Infantil. 4ª Edicion. Editorial Siglo Veinte, 1970.
Winnicott, D.