Estrategias para El Control de Impulsos
Estrategias para El Control de Impulsos
Estrategias para El Control de Impulsos
Es importante reflexionar con el chico pues son prácticas ya realizadas e introyectadas por el en las
sesiones de terapia.
Cambio de pensamientos calientes por fríos. (fórmula = P-S-Ac-Res.)
Control de la respiración.
Tomar consciencia de nuestra responsabilidad y no culpar a otros de nuestra ira: nadie
puede obligarnos a hacer algo que no queremos
Tomar un descanso (salir del espacio que genera la ira).
Usar la cuerda con los nudos para motivar la auto-regulación.
Hacer lista de pensamientos fríos para tenerla a la mano.
Realizar actividad física para liberar energía. (corres, jugar, andar en bicicleta etc.)
Métodos de relajación portátiles: la respiración profunda y consciente, inspirar
profundamente por la nariz con la boca cerrada (cuenta hasta tres) ahora deja salir el aire
por la nariz continuando con la boca cerrada. (tres veces).
Utiliza el mismo ejercicio de respiración imaginando tu olor favorito.
Estirarse: Estira los brazos por encima de tu cabeza como si quisieras tocar el techo,
acompañado de la respiración.
Poner las manos en los hombros con los codos señalando hacía afuera, inspira mientras
los giras lentamente hacía un lado, y expira mientras los giras al otro lado, repítelo varias
veces contando hasta 5.
Une las manos por detrás de la espalda, dobla tu espalda mientras subes las manos
estirándolas suavemente para levantarlas hacía el techo, inspira y espira contando hasta 5.
Ponte recto y deja caer las manos a ambos lados de tu cuerpo y gira tu cabeza de una lado
a otro suavemente y continúa con la respiración.
Apretar: Agarra una almohada y llena los pulmones de aire por la nariz, mientras inspiras
aprieta la almohada tan fuerte como puedas espira y afloja la fuerza de tus brazos, repite
el ejercicio tres veces.
Darte golpecitos en los hombros con los brazos en cruz.
Ocuparte del problema: encontrar la solución recurriendo a la reflexión y el pensamiento.
Seguir adelante: Pasar a otra cosa y no detenerse a quejarse, gruñir o guardar rencor a la
persona con la que estamos molestos.
Consejos para lidiar con un niño TOD
psic. araceli valdés l.
Al tratar con un niño TOD, los maestros y padres pueden usar las siguientes guías:
Ningún niño se porta siempre mal. Sorprenda al niño o niña portándose bien, póngale
atención y alabe los comportamientos positivos del niño. Proporcione oportunidades
adicionales para que el niño actúe de manera apropiada y deles opiniones positivas sobre
su comportamiento. No ponga atención sólo al comportamiento inapropiado, desafiante y
agresivo del niño o niña. Si lo hace, él o ella puede usarlo como una manera de atraer su
atención.
Respeto. Dígale siempre a su niño o niña que siente cariño y respeto por él o ella.
Recuérdele que lo que no le gusta son los comportamientos (y no el niño o niña) poco
apropiados.
No ignore los comportamientos. A pesar de que ignorar comportamientos menores poco
apropiados (gemir, quejarse) puede ser una manera efectiva de disminuir esos
comportamientos, no ignore agresiones mayores.
Sea positivo. Mantenga la calma y dé el ejemplo para resolver problemas de manera
positiva. No se enoje en respuesta al enojo de su niño o niña.
No racionalice. No trate de racionalizar con el niño o niña sobre el comportamiento
agresivo o las razones por las que está anunciando las consecuencias; evite una lucha por
el poder.
Contratos de comportamiento. Establezca un contrato de comportamiento con el niño o
niña para ayudarlo a tomar control de su conducta. El contrato debe enumerar
comportamientos meta positivos que se esperan, y una recompensa que se pueda recibir
por satisfacer un número de criterios de estos comportamientos. Las recompensas pueden
ser premios que se dan de manera natural, como más tiempo en la computadora, ser el
ayudante del maestro por una tarde, o mirar un programa favorito de televisión en casa.
Los comportamientos meta deben ser comportamientos positivos (la lista de “Hacer” en
vez de “No hacer”). Deben comunicar las expectativas del niño o niña. Entonces, si un niño
argumenta, el comportamiento meta puede ser discutir las cosas calmadamente.
Mandatos efectivos. Use instrucciones y mandatos efectivos con el niño o niña. Los
mandatos deben ser concisos, directos, declarados positivamente y dados uno a la vez.
Evite los mandatos que parecen preguntas (“¿Te gustaría ayudarme a limpiar este
desorden ahora?”) porque le dan al niño la oportunidad de decir: “No”. Evite los mandatos
que incluyan “Vamos a”, a menos que usted en realidad esté planificando ayudar a su niño
con la tarea. Evite los mandatos vagos, los que tienen múltiples mandatos encadenados o
que dan demasiadas explicaciones sobre por qué usted le está pidiendo al niño que haga
la tarea.
Reglas del hogar. Establezca reglas en el hogar o en el salón de clases que el niño o niña
tenga siempre que seguir. Estas reglas pueden enfocar el comportamiento agresivo en
disminución. Si un niño rompe una regla, entonces él o ella recibe una consecuencia
inmediata (no una advertencia).
Consecuencias negativas. Cuando el niño o niña no siga instrucciones u otras expectativas
establecidas, cuando rompa reglas, o participe del comportamiento agresivo, provea
consecuencias negativas inmediatas. Éstas pueden incluir pasar tiempo solo, hacer tareas
extras o perder un privilegio.
Comunicación. Aumente la comunicación y cohesión continua entre usted y su niño o
niña. Entonces habrá más posibilidades de que el niño acuda a usted cuando surjan
problemas.
Resolver problemas. Dé ejemplos efectivos para la resolución de problemas: identificación
del problema; generación de posibles respuestas múltiples, tanto positivas como
negativas; evaluación de respuestas alternativas; y planificación de la implementación de
la respuesta. Ayude al niño a ver la resolución del problema en acción y use oportunidades
para ayudarlo a aplicar estos principios a sus propios problemas.
Relajación. Enseñe a su niño o niña técnicas rápidas pero efectivas de relajación (respirar
profundamente, contar hasta 10) que pueda usar para calmarse cuando se enoje mucho.
Afirmaciones para lidiar con la ira. Ayude al niño o niña a desarrollar una lista de
afirmaciones para lidiar con la ira. Practique estas afirmaciones con el niño por
adelantado, para que él o ella esté más preparado para usarlas cuando esté en situaciones
sociales de provocación.
Entender otros puntos de vista. Ayude al niño o niña a entender los puntos de vista de
otras personas, incluyendo lo que puedan estar pensando y sintiendo. De nuevo, practique
entender otros puntos de vista por adelantado durante situaciones no provocadoras, de
manera que el niño esté mejor preparado para hacerlo cuando sea provocado.
Negociar. Enseñe al niño o niña destrezas para negociar sus necesidades con compañeros,
padres y maestros, de manera que el niño tenga menos posibilidades de usar la agresión o
el desafío como medio de obtener lo que desea.