Montserrat Roig
Montserrat Roig
Montserrat Roig
Veinte años después de su muerte —que tuvo lugar en la clínica del Pilar de Barcelona
el 10 de noviembre de 1991—, Montserrat Roig es recordada, sobre todo, por su obra
literaria, mientras que su faceta periodística ha quedado relegada a un segundo plano. A
pesar de su prematura muerte, con tan sólo 45 años, Roig dejó muchos reportajes,
entrevistas, artículos de opinión, crónicas y trabajos de periodismo de investigación
como los libros Los catalanes en los campos nazis o La aguja dorada, que conforman
un corpus valioso, valiente y comprometido, un material donde se combina el rigor, una
escritura amena y la responsabilidad de una periodista que amaba y disfrutaba de su
profesión.
En prensa tuvo una actividad frenética, ya que colaboró en numerosas publicaciones
como Destino, Triunfo, Tele/eXpres, L’Avenç, Oriflama, Serra d’Or, L’Avenç,
Presència o El Periódico, l’Avui etc., donde cultivó distintos géneros con la
profundidad y el rigor que siempre caracterizaron su obra. “El suyo era un periodismo
muy estadounidense, de rigor, de no fiarse de lo que nos decían”, afirma la escritora
Isabel Clara-Simó, amiga, biógrafa y autora del libro Si me necesitas, silba. ¿Quién era
Montserrat Roig?.
Además, la obra periodística de Roig no se limitó a la prensa escrita. Como
entrevistadora, la fotógrafa Pilar Aymerich, amiga de la periodista y escritora, destaca
tres puntos importantes de su buen hacer: la curiosidad, una ética muy acusada y cómo
seducía a los entrevistados. Dice de ella Joan-Anton Benach, del circuito catalán de
TVE, que aportó “profundidad, seriedad y una sensibilidad humana y periodística,
virtudes que, en general, no se prodigan mucho, en el medio televisivo”, y reconoce que
“en su momento, Roig fue la mejor entrevistadora que tuvo el circuito catalán de TVE”.
Los que la conocieron y vivieron de cerca su trayectoria periodística se lamentan de que
Roig sea más conocida por su faceta como escritora que como periodista. Y achacan
este desconocimiento actual al hecho de que desde la universidad no se le dé la atención
que se merece. Según Aymerich, los futuros profesionales de la información pueden
aprender de Montserrat Roig, “cómo elaboraba un reportaje, explicando historias,
haciendo cercano al personaje, definiéndolo muy bien, desde el punto de vista subjetivo
pero con ética... Convertía el reportaje en una pieza global. Y de esta pieza global hacía
una pequeña historia. Para mí, eso es el periodismo”.
Jordi Rovira