As 850 2019 Bigamia
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SALA PENAL
AUTO SUPREMO Nº 850/2019-RRC
Sucre, 17 de septiembre de 2019
Expediente : Chuquisaca 17/2019
Parte Acusadora : Ministerio Público y otro
Parte Imputada : Axel Hugo Salinas Velásquez
Delito : Estafa
Magistrado relator : Dr. Edwin Aguayo Arando
RESULTANDO
Por memorial presentado el 15 de marzo de 2019, fs. 536 a 545 vta., Axel Hugo
Salinas Velásquez, interpuso recurso de casación contra el Auto de Vista
48/2019 de 20 de febrero, de fs. 512 a 525, pronunciado por la Sala Penal
Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, dentro del
proceso penal seguido por el Ministerio Público a instancias de Juan José
Quinteros Díaz, contra el recurrente, por el delito de Estafa previsto y
sancionado por el art. 335 del Código Penal (CP).
I. DEL RECURSO DE CASACIÓN
I.1 Antecedentes del Proceso
En ese margen, la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia con la relación
de caso a cargo de la Mgda. Mercado Guzmán y el voto de la Mgda. Suntura
Juaniquina, concluyó que, la denuncia era evidente, así como lo era también el
planteamiento de contradicción, considerando que “ no se advierte una
respuesta concreta ni un análisis objetivo del porque considera que la fijación
de la pena en una sanción intermedia-…se encuentra debidamente aplicada en
atención a la existencia de mayores o menores agravantes o atenuantes…se
desconoce efectivamente cuáles fueron los parámetros de proporcionalidad y
criterios fundamentados asumidos por el Juez de Sentencia para considerar
más relevantes unos que otros ”; todo ello motivó a dejar sin efecto el Auto de
Vista impugnado, sentando como solución al caso concreto:
“el Juez o Tribunal que fija una pena tiene la obligación de someterse a dichos
principios, correspondiendo al Tribunal de alzada, ante la constatación de su
incumplimiento, proceder directamente a la modificación del quantum de la
pena, en sujeción a los principios constitucionales y procesales, en ejercicio de
la facultad reconocida por el art. 414 del CPP, considerando los siguientes
criterios para la fijación de la pena:
De ahí que, si el juicio oral es la fase esencial del proceso para la comprobación
del delito, la participación del imputado, y en cuya realización se exige primen
los principios de inmediación y publicidad, se entiende que la eventual
aplicación de una pena, emerja y atraviese esas condiciones; por cuanto la
determinación de la existencia de un delito, no se retrata en la sola narrativa
probatoria o bien recoge las impresiones que sobre la hipótesis acusatoria haya
obtenido la autoridad jurisdiccional, sino que exige que todo ello desemboque
en un decisorio, es decir una sentencia bien sea condenatoria o en su caso
absolutoria, acto que es la aplicación objetiva y material de la Ley sustantiva,
dilucidar el objeto del proceso. La satisfacción de la pretensión punitiva o la
contención defensiva.
Ahora bien, el num. 3) del art. 360 del CPP, ordena como requisito de
contenido en la sentencia, “El voto de los miembros del tribunal sobre cada una
de las cuestiones planteadas en la deliberación, con exposición de los motivos
de hecho y de derecho en que se fundan ”; a su turno art. 359 de la misma Ley,
a tiempo de establecer un esquema normativo para la deliberación y voto en el
caso de tribunales, en su num. 2) precisa que serán objeto de esa deliberación
las cuestiones “relativas a la comisión del hecho punible y la absolución o
condena del imputado”; mientras que el segundo periodo del art. 365 de la
misma norma procesal impone que, “l a sentencia fijará, con precisión las
sanciones que correspondan” así como “la forma y lugar de su cumplimiento ”.
Por ello, se puede concluir que una sentencia se compone desde la
determinación y probanza de los hechos objeto del proceso, pasando por la
responsabilidad del imputado, hasta la imposición judicial de la pena, fase
última que es inherente a la aplicación punitiva de la Ley, ya sea una pena o
media de seguridad cuantificada.
En ese orden de ideas, cuando la norma utiliza el término ‘compete al juez’ (art.
37 del CP), confiere a éste una competencia privativa: imponer una pena
después de haber realizado un juzgamiento. Por esa competencia, se ordena
taxativamente a la autoridad jurisdiccional dos acciones específicas 1) “tomar
conocimiento directo del sujeto, de la víctima y de las circunstancias del hecho,
en la medida requerida para cada caso” y 2) “determinar la pena aplicable a
cada delito, dentro de los límites legales”; siendo que en ambas debe atenderse
tanto la personalidad del autor, la menor o mayor gravedad del hecho, y las
consecuencias del delito. En todo caso, la suma de aquellos indicadores
converge en un mandato de potestad única y excluyente dirigida al juez o
tribunal de sentencia, para determinar la comisión de un delito y la
participación del procesado; es más, la norma categóricamente atribuye al juez
tomar conocimiento directo del procesado, la víctima y las circunstancias del
hecho para después fijar la pena aplicable al caso en concreto, actos que no
pueden ser concebidos –en la lógica del sistema acusatorio- fuera del juicio
oral.
III.2.2.2 Por otro lado, si bien el art. 414 del CPP -determinando los alcances
de la rectificación- precisa que, “Los errores de derecho en la fundamentación
de la resolución impugnada, que no hayan influido en la parte dispositiva, no la
anularán, pero serán corregidos en la nueva sentencia, así como los errores u
omisiones formales y los que se refieran a la imposición o el cómputo de
penas.” De la apreciación de esta norma, claramente se desprende que el límite
de pronunciamiento de los Tribunales de apelación en armonía con el
trascendental rol del juicio oral, debe avocarse en cuestiones de derecho no
relevantes en la decisión de la sentencia, siendo que, la competencia brindada
en torno a lo que, a imposición de la pena toca, la norma manifiesta que las
rectificaciones deben ligarse a errores u omisiones sobre su imposición o
cómputo.
Por otro lado, resulta al menos ambiguo considerar que, en Autos, el Tribunal
de sentencia haya apoyado su fijación de la pena sin considerar un mayor
número de agravantes que atenuantes. De hecho, la propuesta que hace la
jurisprudencia de la que el AS 294/2015-RRC-L de 17 de junio forma parte,
indica que el juez, luego de establecer la media del quantum de la pena escrita
en norma, considerar de manera aditiva la existencia de agravantes, así como
de forma sustractiva la presencia de atenuantes, ello en pos de racionalizar
objetivamente la imposición de una pena entre la oscilación que la norma
prevé. Sin embargo, lo expresado en el Auto de Vista impugnado, a más de
alejarse de ese criterio, manifiesta subjetivamente que no se habrían tomado
en cuenta un mayor -y no esclarecido- número de agravantes de agravantes,
para acto seguido parafrasear porciones de la sentencia y finalmente emitir un
fallo de cuatro años de presidio.