Sindrome D Ela Mujer Maravilla
Sindrome D Ela Mujer Maravilla
Sindrome D Ela Mujer Maravilla
Barton, explica que las “Súper Mujeres son personas a las que se les dificulta delegar
responsabilidades, tienen altos estándares y desean que las cosas sean hechas a su
manera”. Cuando otros trabajan de manera distinta, se decepcionan y enojan porque están
seguras que ellas podrían haberlo hecho mucho mejor. La Mujer Maravilla, en su intento de
dividirse entre su actividad profesional y sus funciones tradicionales y cumplir a la
perfección todos los roles, sufre un gran monto de estrés, lo que le genera fatiga, dolores
corporales generalizados, trastornos de sueño y de alimentación, dificultad para
concentrarse, agotamiento, tristeza, irritabilidad, hiperactividad, ansiedad y sentimiento de
vacío; lo cual disminuye su nivel de desempeño y le genera culpa, al tratar de compensar
“su falta”, eleva la exigencia produciendo el evidente resultado: mayor estrés, cansancio y
desolación.
Maitena, la dibujante argentina, comenta que la Mujer Maravilla vive estresada pero “sólo
por dentro”, puesto que quienes la rodean admiran de ella su enorme capacidad de
organización y entrega.
1. Ser perfeccionista: es la mejor empleada, sin dejar por ello de ser una mujer
hermosa que cuida de su apariencia y modales, es buena hija, esposa solícita,
madre entregada y excelente amiga.
2. Investigaciones científicas han establecido una relación entre la anorexia y la bulimia
con el Síndrome de la Súper Mujer puesto que es más sensible a la presión social,
además de ser eficiente, busca ser atractiva.
3. Compite continuamente con sus compañeros de trabajo y con otras madres y
esposas aunque los demás no se percaten de ello, para ella es muy importante el
reconocimiento social.
4. Vive con un enorme estrés pues su vida se basa en el esfuerzo y sobrecarga. Es
impaciente e irritable porque tiene menos tiempo y más tareas.
5. Son madres que, por la culpa, tienden a dar una mayor calidad de tiempo a sus hijos
y a su hogar.
1. Los medios de comunicación, que retratan a las mujeres de éxito como aquéllas que
crían a niños perfectos, cocinan como verdaderas chefs y tratan cálidamente a todo
el mundo.
2. Las mujeres han sido educadas para ser agradables, ya que, desde pequeñas, se
les inculca que deben hacer sentir bien a los demás, aún postergando sus propias
necesidades.
Se levanta a las 5:30 am, prepara el café y se lo lleva a la cama a su amado esposo;
mientras él se levanta, plancha la ropa que va a usar ella, porque la ropa de él y el uniforme
de los niños están listos desde el fin de semana; les da de desayunar y lee el periódico al
mismo tiempo que termina de arreglarse para ir a trabajar a su oficina después de llevar a
sus hijos a la escuela.
Al finalizar la jornada de trabajo se dirige a casa para hacer rápidamente la tarea con los
niños; los lleva a sus actividades extraescolares (deportivas y culturales para formarlos
adecuadamente); mientras los espera (ella no tiene tiempo para realizar estas actividades),
diligentemente, les prepara un cuadro conceptual para que repasen los temas escolares
del día cuando regresen a casa y tomen un relajante baño; mientras tanto, hace la cena
para que cuando su esposo llegue, después de un arduo día laboral, la encuentre lista en
la mesa; recoge los platos y los lava; acompaña a dormir a los niños para poder conversar
con su adorado marido sin distracciones; si él tiene algún problema o preocupación, ella lo
resuelve y lo deja tranquilo para que pueda descansar y se percate de que es la mujer
perfecta. Con el tiempo, aunque ella está irritable y agotada físicamente por estas jornadas
de actividad continua y pocas horas de sueño, no pide ayuda por no causar molestias.
El amado esposo tiene menos obligaciones y más tiempo libre, como en el hogar todo
marcha bien, prefiere dejarle la responsabilidad así se ve beneficiado porque ya ni siquiera
se ocupa de la carga económica, entonces, pasa menos tiempo en casa, pues está seguro
de que su mujer puede con todo; a la larga, se da cuenta que él tampoco es necesario y la
deja.
Los hijos, crecen sintiéndose controlados y asfixiados, se rebelan y se alejan. La Mujer
Maravilla, ya mermada de salud, se pregunta por qué se ha quedado sola.
Las estrategias para combatirlo incluyen el trabajo en equipo del grupo familiar.