Ca 3500 18 VCM Loa

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

CORTE DE APELACIONES DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER CON COMPETENCIA


DE REENVIO

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

EN SU NOMBRE
CORTE DE APELACIONES CON COMPETENCIA EN MATERIA DE
DELITOS DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER DE LA REGIÓN CAPITAL

(SEDE CONSTITUCIONAL)

Caracas, 16 de febrero de 2018


207º y 158°

Asunto Nro. CA-3500-18VCM

Decisión Judicial Nº

CAUSA: CA-3500-18VCM
PONENTA: Jueza integrante Cruz Marina Quintero Montilla
PRESUNTO AGRAVIADO: ELOISA CLARET ZARA BECERRIT,
HERNANDO JOSE ZARA BECERRIT y PEDRO JOSE CONTRERAS NIÑO
DEFENSORES PRIVADOS: MARIA DE LOS ANGELES HAMILTON,
ESTUARDO ELIAS SEMPERTIGUEZ y WALDEMAR ANTONIO NUÑEZ
PRESUNTO AGRAVIANTE: TRIBUNAL SEXTO DE PRIMERA
INSTANCIA EN FUNCIÒN DE CONTROL AUDIENCIA Y MEDIDAS DEL
CIRCUITO JUDICIAL CON COMPETENCIA EN MATERIA DE DELITOS
DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER DEL AREA METROPOLITANA DE
CARACAS

Corresponde a esta Corte de Apelaciones con competencia en materia de delitos


de Violencia Contra la Mujer de la Región Capital actuando en sede
constitucional, conocer la acción de amparo constitucional interpuesta por los
abogados Maria de los Ángeles Hamilton, Estuardo Elías Sempertiguez y
Waldemar Antonio Núñez en su condición de Defensa Privada de los ciudadanos
Eloisa Claret Zara Becerrit, Hernando José Zara Becerrit y Pedro José Contreras
Niño, por la supuesta violación de la Tutela Judicial Efectiva y Debido Proceso,
consagrado en los artículos 26 y 49 numerales 1, 2, 3, 5 y 8, el derecho a
petición, oportuna y adecuada respuesta previsto en el artículo 51 todos de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela por parte del Juzgado
Sexto de Primera Instancia en Función de Control, Audiencia y Medidas del
Circuito Judicial con Competencia en Materia de Delitos de Violencia Contra la
Mujer del Área Metropolitana de Caracas, incurrido en el acto de la celebración
de la audiencia preliminar, la cual se llevó a efecto en fecha 25-01-2018, en la
causa signada bajo el Nro. AP01-S-2017-008210, considerando que el Tribunal
vulneró el derecho a la Tutela Judicial Efectiva, el debido proceso y derecho a la
defensa de los ciudadanos que representan, al emitir de forma totalmente
inmotivada a decir de los accionantes las decisiones en relación a una serie de
solicitudes y excepciones impetradas por estos al momento de ejercer la defensa
de sus representados, es por lo que solicita a esta Instancia, sea restablecida la
situación jurídica infringida y cesen las violaciones denunciadas.

En fecha 05 de febrero de 2018, ingresó la presente Acción de Amparo


procedente de la Unidad de Registro y Distribución de Documentos
designándose ponenta, a quien con tal carácter suscribe el presente fallo.

En fecha 06 de febrero de 2018, esta Sala actuando como Tribunal


Constitucional en Primera Instancia, ordenó subsanar la acción de amparo
constitucional con fundamento en el artículo 19 de la Ley Orgánica de Amparo
Sobre Derechos y Garantías Constitucionales.

En fecha 07-02-2018, fueron debidamente notificados los profesionales del


derecho María de los Ángeles Hamilton, Estuardo Elías Sempertiguez y
Waldemar Antonio Núñez, en su carácter de defensores privados de los
ciudadanos Eloisa Claret Zara Becerrit, Hernando José Zara Becerrit y Pedro
José Contreras Niño.

En esa misma fecha fue recibido escrito de subsanación efectuado por estos y
mediante nota secretarial se dejó constancia que se efectuó llamada telefónica al
Juez presunto agraviante solicitando con fundamento en el artículo 17 de la Ley
Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales información
en relación a la causa, donde presuntamente se conculcó el derecho denunciado;
recibiendo respuesta en esa misma data constante de cinco (5) folios y sus
anexos procedente del Juzgado Sexto de Primera Instancia en Funciones de
Control, Audiencia y Medidas del Área Metropolitana de Caracas.
I
Fundamentos del amparo

Los abogados Maria de Los Ángeles Hamilton, Estuardo Elías Sempertiguez y


Waldemar Antonio Núñez, en su condición de Defensores Privados de los
ciudadanos ciudadanos Eloisa Claret Zara Becerrit, Hernando José Zara Becerrit
y Pedro José Contreras Niño, fundamentó su acción de amparo constitucional
bajo los alegatos que a continuación, esta Corte resume:

“…PETITORIO

Por todo lo expuesto solicito (…) PRIMERO: Que este escrito subsanador y el
amparo interpuesto en fecha 05 de febrero de 2018, sean considerados y
sustanciados como un cuerpo ÚNICO y ambos sean ADMITIDOS según lo
establecido en el artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y
Garantías Constitucionales en concordancia con los Artículos 2, 21, 25, 26, 27 y
49 numerales 1º, 2º, 3º 5º y (8vo), 51, 257 todos de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y los artículos 1, 8 ,9 y 12 Del Código
Orgánico Procesal Penal vigente, en contra de la decisión INMOTIVADA
contenida en la Audiencia Preliminar del 25 de Enero del año 2018, dictado por
el Tribunal Sexto (6º) en Funciones de Control, Audiencias y Medidas del
Circuito Judicial con Competencia en Delitos de Violencia Contra la Mujer de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, SEGUNDO:
ANULE conforme los artículos 174, 175, 179 y 181 del Código Orgánico
Procesal Penal; del Acta de Aprehensión de fecha (29) de Septiembre de 2017
(folio 18 y 19 primera pieza) por haber sido practicada ilícitamente
transgrediendo el ordenamiento jurídico vigente y la constitución en su artículo
49.1, en vista de la omisión de pronunciamiento en la que incurrió el Juez del
Juzgado Sexto (6º) en Funciones de Control, Audiencias y Medidas del Circuito
Judicial con Competencia en Delitos de Violencia Contra la Mujer de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caraca, por violentar uno de
los más grandes principios establecidos en nuestro ordenamiento jurídico, tal y
como son el debido proceso artículo 49 ordinal 1 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y 12 del Código Orgánico Procesal Penal.
TERCERO: SE ORDEN como un correctivo a la transgresión arbitrarias al
debido proceso aunado al quebrantamientos de las garantías Constitucionales y
Legales de nuestros patrocinados ELOISA CLARET ZARA BECERRIT,
HERNANDO JOSE ZARA BECERRIT Y PEDRO JOSE CONTRERAS NIÑO,
por parte de la Vindicta Pública y aunado a los defectos no subsanables respecto
a la deficiente redacción de los hechos y la falta de claridad de los fundamento
en referido Acto Conclusivo además Insto que se promueva ineludiblemente el
SOBRESEIMIENTO con carácter definitivo (…) declarando CON LUGAR la
solicitud que formulo de NULIDAD DE LA ACUSACIÓN, de acuerdo con los
artículos 174, 175 y 179 del Código Orgánico Procesal Penal, y se acuerde la
inmediata LIBERTAD PLENA de los ciudadanos ELOISA CLARET ZARA
BECERRIT, HERNANDO JOSE ZARA BECERRIT Y PEDRO JOSE
CONTRERAS NIÑO. CUARTO: SE RESTITUYAN los Derechos, Garantías
Constitucionales, vulnerados por este Juzgado y se le restablezcan la situación
jurídica infringida a mis patrocinados, según lo establecido en el artículo 22 de la
Ley Orgánica de Amparo Sobre Derecho y Garantías Constitucionales, se
considerarlo procedente, respetándose el Debido Proceso, lo cual es necesario en
este caso en particular, concediéndole la libertad plena inmediata. CUARTO:
ORDENEN la remisión del expediente original para que se verifiquen los
derechos y garantías quebrantados y en caso que los Honorables Magistrados
consideren que existe una denegación de justicia, y un estado de indefensión, así
mismo se orden de considerarlo procedente la aplicación de las sanciones,
correctivos y responsabilidades civiles o penales que resulten atribuibles, según
lo establecido en artículo 27 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y
Garantías Constitucionales, de considerarlo procedente, instando esta defensa
muy objetivamente y ajustado a derecho que el juez ROMMEL ALEXANDER
PUGA GONZALEZ, incurre en grave error judicial inexcusable, al vulnerar los
derechos y garantías que asisten a mis representados como lo es lo derechos más
sagrado de todo ser Humano, la libertad, la inocencia e igualdad ante la ley…
(Cursiva de la Sala).

II
De la competencia

Previo al pronunciamiento sobre la admisibilidad o no de la presente Acción de


Amparo Constitucional, es menester analizar la competencia de la Sala para el
conocimiento de la acción de tutela constitucional y al respecto se observa:

Que en la presente acción de amparo constitucional se señala como presunto


agraviante a un Tribunal de Primera Instancia, siendo éste, el Juzgado Sexto de
Primera Instancia en Función de Control, Audiencia y Medidas del Circuito
Judicial con Competencia en Materia de Delitos de Violencia Contra la Mujer
del Área Metropolitana de Caracas, señalando el artículo 4 de la Ley Orgánica de
Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales:

“Igualmente procede la acción de amparo cuando un Tribunal de la República,


actuando fuera de su competencia dicte una resolución o sentencia u ordene un
acto que lesione un derecho constitucional.
En estos casos, la acción de amparo debe interponerse por ante un tribunal
superior al que emitió el pronunciamiento, quien decidirá en forma breve,
sumaria y efectiva.”

Por otra parte, en decisión de fecha 20 de enero del año 2000, (caso: Emery Mata
Millán vs. Ministro y Vice-Ministro del Interior y Justicia) fue precisada la
competencia de las Cortes de Apelaciones, para el conocimiento de dichas
acciones, por lo que es forzoso reiterar el contenido de dicho pronunciamiento,
según el cual a esta Corte le corresponde el conocimiento de las acciones de
amparo contra decisiones, actos u omisiones provenientes de Juzgados de
Primera Instancia en lo Penal.

Así las cosas, al haber señalado el accionante en amparo como presunto


agraviante al Juzgado Sexto de Primera Instancia en Función de Control,
Audiencia y Medidas del Área Metropolitana de Caracas, y tener la competencia
para el conocimiento de las apelaciones o acciones de amparo que en materia de
delitos de Violencia Contra la Mujer se interpongan en contra de los Juzgados de
dicho estado, esta Sala de la Corte de Apelaciones con Competencia en Materia
de Delitos de Violencia de la Región Capital, se declara Competente. Y así se
decide.-

De igual forma se deja expresa constancia que la presente se trata de una acción
de Amparo Constitucional interpuesta por presunta omisión de pronunciamiento
por parte de un Juez de Primera Instancia en Función de Control, Audiencia y
Medidas, y de una presunta inmotivación incurrida por parte de este al momento
de emitir el pronunciamiento respecto a solicitud de Nulidad de Acusación
impetrada por la defensa de los ciudadanos Eloisa Claret Zara Becerrit,
Hernando José Zara Becerrit y Pedro José Contreras Niño, siendo éste el motivo
central de la acción de amparo constitucional, no evidenciándose en la demanda
interpuesta denuncia de violación del derecho constitucional a la libertad que
pudiera denotarse en un “Habeas Corpus”. Y así también se declara.

CAPÍTULO III
DE LA MOTIVACIÓN PARA DECIDIR

En fecha 06 de febrero de 2018, esta Sala, actuando como Tribunal


Constitucional, ordenó a los abogados Maria de Los Ángeles Hamilton, Estuardo
Elías Sempertiguez y Waldemar Antonio Núñez, en su condición de Defensores
Privados de los ciudadanos Eloisa Claret Zara Becerrit, Hernando José Zara
Becerrit y Pedro José Contreras Niño, titular de la cédula de identidad Nro. V-
7.476.986, 9.517.283 y 13.364.528, respectivamente, subsanaran el escrito
contentivo de acción de amparo constitucional incoado contra presuntos agravios
incurridos por el Juez Seto de Primera Instancia en Funciones de Control,
Audiencia y Medidas del Área Metropolitana de Caracas y procedió a emitir las
correspondientes boletas de notificación a las partes; quienes en data 07-02-
2018, interpusieron escrito contentivo de subsanación de la acción de Amparo
Constitucional. Procediendo esta Sala a solicitar información al Juez presunto
agraviante, de conformidad con el artículo 17 de la Ley Orgánica de Amparo
Sobre derechos y Garantías Constitucionales.

En fecha 07-02-2018, esta Sala recibió oficio Nro. 070-18 de esa misma data,
emanado del Juzgado Sexto de Primera Instancia en Funciones de Control,
Audiencia y Medidas de esta Circuito Judicial, contentivo de informe por parte
del Juez, ciudadano Rommel Alexander Puga González, y en el mismo informò
lo siguiente:

“…este Tribunal siempre ha garantizado tanto el derecho a la defensa como el


derecho de las víctimas en todo momento y siempre ha sido garante por el
cumplimiento tanto de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
como las Leyes Orgánicas y Especiales que rigen la materia.
Consigno copias certificadas de la Audiencia Preliminar, la Resolución de la
Nulidad, el Auto Motivado de la Negativa de la Medida Cautelar así como el
Auto donde se convocó a las partes a la nueva audiencia Preliminar fijada para el
día veinte (20) de febrero del 2018, al igual que copias de las boletas de traslado
de los acusados para la fecha…”

En este orden, cursa a los folios del setenta y cuatro (74) al ochenta y dos (82) de
la pieza I del presente asunto, copias certificadas del acta levantada con ocasión a
la celebración de la audiencia preliminar llevada a efecto por el Juez Sexto de
Primera Instancia en Funciones de Control, Audiencia y Medidas, de fecha 25-
01-2018, en la cual se deja constancia de lo siguiente:

“…PUNTO UNICO: En consecuencia este Tribunal Sexto De Primera Instancia


De Violencia Contra La Mujer En Funciones DE Control, Audiencia Y Medidas
Del Circuito Judicial en delitos de Violencia Contra la Mujer De La
Circunscripción Judicial Del Área Metropolitana De Caracas, en nombre de la
Republica Bolivariana de Venezuela y por autoridad que me confiere la ley,
Como primer punto vista la solicitud hecha por la defensa en cuanto a que se
declare la nulidad del segundo acto de imputación, que no es materia de la
presente audiencia preliminar, por cuanto dicho acto de imputación es un acto
realizado en esta sede, pero es un acto netamente de la Fiscalia del Ministerio
Publico y no acto del tribunal en si y a pesar de que el acto de imputación fueron
con los mismos acusados y hechos parecidos, SON DIFERENTES VICTIMAS,
es por lo que declara SIN LUGAR por cuanto este tribunal considera de que no
hay violación al articulo 49 de la Constitución de la Republica Bolivariana de
Venezuela, en cuanto al Derecho a la Defensa y al debido proceso, y considera
este tribunal de que el acto de imputación a pesar de no ser materia de esta
acusación no tiene ningún vicio de nulidad, En segundo lugar vista la solicitud de
nulidad invocada por la defensa y en aras de garantizarle el Derecho a la Defensa
contemplado en el articulo 49 de la Constitución de la Republica Bolivariana De
Venezuela en relación con el articulo 308 del Código Orgánico Procesal Penal y
en concordancia con el articulo 179 y 180 Ejusdem, se Decreta la nulidad
absoluta de la acusación Fiscal y se otorga al Ministerio Publico el Lapso de diez
(10) días contados una vez recibido el expediente en la sede fiscal, para presentar
nueva acusación con prescindencia de los vicios ya advertidos, ahora en cuanto a
la nulidad solicitada por violación al debido proceso por cuanto el Tribunal se
extralimito de funciones, este tribunal considera declarar SIN LUGAR por
cuanto no existe violación al Derecho a la defensa ya que el acto de privativa
quedo debidamente motivado tal como consta en la causa y la resolución fue
notificada a la defensa y a la fiscalia para que ejerciera los recursos
correspondiente del acto motivado de la privativa por lo cuanto se declara SIN
LUGAR dicha solicitud, así mismo este tribunal mantiene la medida privativa de
Libertad contemplada en los artículos 236, 237 y 238 por considerar que no han
variado las circunstancias por las cuales fueron decretadas, así mismo de acuerdo
a la sentencia vinculante de la sala Constitucional de la Dra. CARMEN
ZULETA DE MERCHAN de fecha 15 de marzo de 2017 donde considera el
delito de abuso sexual como DELITOS ATROCES, y en vista al daño causado y
la multiplicidad de victimas es por lo que este tribunal mantiene la privativa de
libertad en Contra de los ciudadanos HERNANDO JOSE ZARA BECERRIT,
PEDRO JOSE CONTRERAS NIÑO y ELOISA CLARET ZARA BECERRIT
así mismo Se mantienen las demás Medida de Protección y Seguridad a favor de
la victima dictadas en su oportunidad, Se ordena expedir copias del acta a las
partes, y así se decide, conforme al artículo 159 del Código Orgánico Procesal
Penal, por remisión expresa del artículo 67 de la Ley orgánica Sobre el Derecho
de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia. Existen otras solicitudes de
nulidades asi como excepciones opuesta invocadas por la defensa de
HERNANDO JOSE ZARA BECERRIT, PEDRO JOSE CONTRERAS NIÑO y
ELOISA CLARET ZARA BECERRIT, pero con la que se resolvió y que
determinó la nulidad de la Acusación fiscal presentada en su contra, así como la
de los actos que de ella dimanaren o dependieren, no es necesario entrar a
conocer de las dos restantes. Finalizó el presente acto siendo las 5:30, horas de la
tarde. Es todo término, se leyó y conformes firman…” (cursiva de este Tribunal
Colegiado)

En este orden, se observa que la acción de amparo se interpuso en contra de la


presunta violación de la Tutela Judicial Efectiva y Debido Proceso, consagrado
en los artículos 26 y 49 numerales 1, 2, 3, 5 y 8, el derecho a petición, oportuna y
adecuada respuesta previsto en el artículo 51 todos de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela incurrido por parte del Juzgado Sexto de
Primera Instancia en Funciones de Control, Audiencia y Medidas del Aérea
Metropolitana de Caracas al emitir a decir de los presuntos agraviados, el
Juzgador de la Instancia de forma totalmente inmotivada las decisiones en
relación a una serie de solicitudes y excepciones impetradas por estos al
momento de ejercer la defensa de sus representados, omitiendo el Juzgador por
otra parte el pronunciarse en relación a una serie de solicitudes de nulidad y
excepciones opuestas, solicitando en definitiva sea restablecida la situación
jurídica infringida y cesen las violaciones denunciadas.

De igual forma se observa, que en fecha 30 de enero de 2018, el Juzgado Sexto


de Primera Instancia en Funciones de Control, mediante auto emitió el
pronunciamiento motivado con relación a los pronunciamientos emitidos de
forma oral, en la audiencia preliminar celebrada en data 25-01-2018, y en el
mismo se detalla lo siguiente:

“…Dentro del contexto argumental de la acusación, se detalla una profunda falta


de elementos, marcada por omisiones importantes que no fueron esquematizadas
en el acto conclusivo presentado, violentando así el derecho a la defensa, al
Ministerio Publico no estableció en su escrito acusatorio una individualización
de lo que realizo cada acusado, para establecer una forma clara y precisa de los
hechos, asi como el precepto jurídico aplicable a cada uno de los acusado,
señalando cuales fueron la victimas de cada uno de los mismo, sometiendo al
justiciable a un estado de indefensión.
Como se evidencia anteriormente este órgano jurisdiccional a solicitud de la
defensa de los acusados los ciudadanos HERNANDO JOSE ZARA, PEDRO
JOSE CONTRERAS Y ELOISA ZARA de acuerdo a lo contemplado en el
artículo 264 del Código Orgánico Procesal Penal, que establece lo siguiente:
“Articulo 264. A los jueces o juezas de esta fase le corresponde controlar el
cumplimiento de los principios y garantías establecidos en la Constitución de la
Republica Bolivariana de Venezuela, Tratado, Convenios o acuerdos suscrito y
ratificado por la Republica, y en este Código, y practicar pruebas anticipadas,
resolver excepciones, peticiones de las partes y otorgar autorizaciones…”.
De la norma trascrita anteriormente se evidencia, para garantizarle el Derecho a
la Defensa, previsto en el articulo 49 numeral 1 de la Constitución de la
Republica Bolivariana de Venezuela, y ordenado a la Fiscalia que no existe una
relación clara y precisa de los hecho, ya que en el escrito acusatorio no se
individualizo a los acusado de auto, estableciendo que respnsabilidad (sic) tiene
con cada una de la victima de los mismo, Lo anterior es lapidario para el
Ministerio Público. Su actuar no se corresponde con la atribución Constitucional
que le es atribuida en el artículo 285 de la Carta Magna, el cual establece:
Son atribuciones del Ministerio Público:
1. Garantizar en los procesos judiciales el respeto de los derechos y garantías
constitucionales, así como de los tratados, convenios y acuerdos internacionales
suscritos por la República.
2. Garantizar la celeridad y buena marcha de la administración de justicia, el
juicio previo y el debido proceso.
3. Ordenar y dirigir la investigación penal de la perpetración de los hechos
punibles para hacer constar su comisión con todas las circunstancias que puedan
influir en la calificación y responsabilidad de los autores y demás participantes,
así como el aseguramiento de los objetos activos y pasivos relacionados con la
perpetración.
4. Ejercer en nombre del Estado la acción penal en los casos en que para
intentarla o proseguirla no fuere necesario instancia de parte, salvo las
excepciones establecidas en la ley.
5. Intentar las acciones a que hubiere lugar para hacer efectiva la responsabilidad
civil, laboral, militar, penal, administrativa o disciplinaria en que hubieren
incurrido los funcionarios o funcionarias del sector público, con motivo del
ejercicio de sus funciones.
6. Las demás que le atribuyan esta Constitución y la ley.
Estas atribuciones no menoscaban el ejercicio de los derechos y acciones que
corresponden a los o las particulares o a otros funcionarios o funcionarias de
acuerdo con esta Constitución y la ley. (El subrayado y las negrillas son nuestras)

De las norma (…) ante transcrita observamos que la Fiscalia Nonagésima Octava
del Ministerio Publico en defensa de la Mujer, no le garantizo el derecho a
defensa del acusado a no realizar una individualización y señalo de una forma
clara y precisa los hechos, en este sentido, se evidencia que no cumplió con los
actos que le son propios, sin embargo cuando esos actos son realizados en
detrimento del acusado sin garantizarle un derecho a la defensa, los mismos
carecen de la eficacia que deben tener, por lo que este tribunal esta en el Deber
de garantizarle todos los derechos Constitucionales al acusado, y más aun su
derecho a la Defensa, Debe existir seguridad jurídica para las partes en conflicto
y para ello debe existir la certeza de que todas la solicitudes tengan una respuesta
plenamente para que la víctima y el acusado sepan que su derecho están
garantizado y no se ha (sic) haga nugatorio sus pretensiones, pero no se puede
vulnerar el proceso para perjudicar a cualquiera de las partes. Como señala quien
aquí decide los actos deben desarrollarse y efectuarse bajo un principio
reglamentado y no caprichoso, principios que se desarrollan en la Ley Orgánica
Sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y en el Código
Orgánico Procesal Penal, siempre y cuando su aplicación sea viable y no choque
con las normas de la ley especial, por lo que su determinación debe ser
importante para indicar los preceptos que pueden ser delimitados y aplicados en
su recto proceder, ya que actuar de manera distinta lo que generaría es una
anarquía procesal conformadora de arbitrariedades de cualquier índole.
Las Garantías Procesales deben cumplirse, por lo que observa este Tribunal que
los derechos de HERNANDO JOSE ZARA, PEDRO JOSE CONTRERAS Y
ELOISA ZARA, se han visto conculcados cuando su solicitudes para su defensa
no se vieron satisfecha por parte del Ministerio Público.
Como consecuencia de la violación al derecho a la defensa y el debido proceso
en la acusación fiscal, el legislador ha establecido como remedio procesal para
situaciones como la acontecida en la presente causa, la nulidad. Señala el mismo
fallo citado anteriormente:
“Es así como, la nulidad nace como un mecanismo de defensa del proceso y de
los actos que lo integran, más no de los sujetos procesales; se protege la validez y
eficacia de un proceso o de un acto procesal. En determinadas circunstancias un
acto procesal, o el proceso mismo nacen a la vida jurídica, pero carecen de
eficacia o capacidad para producir los efectos que les son inherentes, es decir,
vienen al entorno del proceso válidamente, pero son carentes de aptitud
vinculante, lo que significa que sobre ellos no se puede erigir, ni la siguiente fase
procedimental, ni mucho menos la sentencia; he allí entonces la necesidad legal
de que exista la institución llamada nulidad.
Es pertinente diferenciar entre acto procesal viciado de nulidad y proceso viciado
de nulidad, y ello tiene trascendencia en la medida que un acto con vicios puede
eventualmente generar la pérdida de su efecto jurídico y sin embargo dejar válido
el proceso, lo que no ocurre en el proceso viciado de nulidad, que afecta a su
universo; presumiéndose iuris tantum, que todos los actos procesales deberían
ser saneables, estableciendo la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, en su sentencia 1115 de fecha 6 de junio de 2004, publicada en la página
web de dicho ente el 10 de junio de 2004, que el sistema de las nulidades se
fundamenta en el principio consagrado en el artículo 190 de la ley procesal
penal, por lo que ningún acto que contravenga la Constitución, los tratados,
convenios o acuerdos internacionales suscritos y ratificados por la República y
las leyes, podrá servir de fundamento de una decisión judicial, salvo que el
defecto pueda ser subsanado o convalidado; de forma que, si bien el legislador
procesal penal no acoge expresamente la clásica distinción entre nulidades
absolutas y relativas, lo hace de modo implícito al diferenciar entre las nulidades
no convalidables de aquellas saneables; por ende, al no ser saneable el acto, se
establece la nulidad absoluta, prevista en el artículo 179 del Decreto con Rango,
Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico Procesal Penal, la cual se hace valer
ex officio y de pleno efecto, siendo conminatorias, teniendo los jueces y las
juezas la potestad de rechazarlas o admitirlas
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia 2907 del 7
de octubre de 2005, dispuso el carácter taxativo de la enumeración de las
situaciones que conlleva a la nulidad absoluta, siendo las únicas declarables de
oficio, y el carácter restrictivo de la interpretación de las normas que la regulan;
resultando amplio los derechos o garantías constitucionales y legales cuya
violación es susceptible de nulidad de oficio, y como lo reconoce el artículo 22
de la Constitución, el listado en cuestión no está totalmente enunciado en el texto
de la misma y correspondiéndole al juez o jueza determinar si el derecho que
resulta lesionado es de aquéllos que, por inherentes a la persona humana, deben
ser considerados con rango constitucional y, por consiguiente, tutelables
mediante la nulidad absoluta....”.

Observa este Tribunal que de acuerdo a la sentencia parcialmente descrita,


concatenado con el derecho a la defensa, a la seguridad jurídica y la confianza
legitima, que los actos realizado por la Fiscalia Nonagésima Octava del
Ministerio Publico del Área Metropolitana de Caracas en Defensa de la Mujer, al
no explicar de una forma clara y precisa los hechos, así como establecer el
precepto jurídico aplicable a cada justiciable. Por lo que considera este juzgador
que el proceso debe marchar correctamente y cualquier situación que lo lleve por
una vía distinta atenta contra la Tutela Judicial Efectiva prevista en el artículo 26
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en lo que atañe a la
transparencia que debe existir en todos los procesos. Igualmente el artículo 25
ejusdem determina la nulidad de los actos realizados en contravención legal, y
asimismo la igualdad procesal debe ser estimada como norte en toda causa que
se decide, por cuanto el legislador establece como unas de sus máximas
garantías, el derecho a la defensa y es ese derecho que este juzgador garantiza ya
que los acusado, (sic) debieron ser informado de una forma clara y precisa los
hechos por el cual fueron acusado donde cada victima explique que realizo cada
uno de lo mismo, es por lo que se ve forzado a declarar en esta decisión, la
nulidad de la acusación, para así garantizar el derecho a la defensa del
justiciable.
Este Tribunal observa que existen otras causales de nulidad invocadas por la
defensa del Acusado, pero con la que se resolvió y que determinó la nulidad del
acto de acusación de los ciudadanos HERNANDO JOSE ZARA, PEDRO JOSE
CONTRERAS Y ELOISA ZARA, presentada en su contra, así como la de los
actos que de ella dimanaren o dependieren, no es necesario entrar a conocer de
las dos restantes. Así se declara…” (cursiva de la Sala)

Así las cosas, constata este Tribunal de Primera Instancia Constitucional que en
fecha 25 de enero de 2018, se celebró audiencia preliminar ante el Juzgado Sexto
de Primera Instancia en Funciones de Control, Audiencia y Medidas de este
Circuito Judicial, verificándose que la defensa de los ciudadanos HERNANDO
JOSE ZARA, PEDRO JOSE CONTRERAS y ELOISA ZARA, al momento de
su exposición solicitaron lo siguiente:

- Nulidad por vía de oposición de Excepción, contenida en el artículo 28 numeral


4 literal 1, del acto conclusivo de acusación por incumplimientos del ordinal 2
del artículo 308 del Código Orgánico Procesal Penal ( al no individualizar la
totalidad de las víctimas y al no individualizar las conductas desplegadas por
cada uno de los imputados de manera separada)
- Nulidad por vía de oposición de Excepción, contenida en el artículo 28 numeral
4 literal 1, del acto conclusivo de acusación por incumplimientos del ordinal 3
del artículo 308 del Código Orgánico Procesal Penal (al no indicar el Ministerio
Público en su acto conclusivo de acusación, las circunstancia de hecho así como
los elementos de convicción que la sustentan)
- Nulidad por vía de oposición de Excepción, contenida en el artículo 28 numeral
4 literal 1, del acto conclusivo de acusación por incumplimientos del ordinal 4
del artículo 308 del Código Orgánico Procesal Penal (toda vez que el acto
conclusivo de acusación al no explicar por qué motivo el tipo penal calificado
por la Representación Fiscal Contra los imputados, es el contenido en el artículo
259 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño Niña y Adolescente, y por
qué es continuado)
- Nulidad de la acusación y de las pruebas promovidas en el acto conclusivo por
el Ministerio Público (entre ellos el acta policial de aprehensión, con ocasión a
señalar la defensa que una funcionaria que funge como actuante, también funge
como presunta víctima en la causa ventilada ante ese juzgado)
- Nulidad del acto de imputación celebrado en sede del Juzgado Sexto de
Primera Instancia en Funciones de Control, Audiencia y Medidas, en fecha 21-
11-2017.
- Solicitud de Medida Cautelar Sustitutiva a la Privativa de Libertad, y nulidad
de la Medida Preventiva Privativa Judicial de Libertad por considerar que el juez
de la causa actuó fuera de su competencia.
- Sobreseimiento de la causa al decretar la Nulidad de la Acusación interpuesta
por el Ministerio Público y libertad plena de los ciudadanos HERNANDO JOSE
ZARA, PEDRO JOSE CONTRERAS y ELOISA ZARA

Verificando este Tribunal actuando en sede Constitucional en Primera Instancia,


que el Juez presunto agraviante, al momento de emitir su pronunciamiento,
señaló lo siguiente:

“…PUNTO UNICO… Como primer punto vista la solicitud hecha por la defensa
en cuanto a que se declare la nulidad del segundo acto de imputación, que no es
materia de la presente audiencia preliminar, por cuanto dicho acto de imputación
es un acto realizado en esta sede, pero es un acto netamente de la Fiscalia del
Ministerio Publico y no acto del tribunal en si y a pesar de que el acto de
imputación fueron con los mismos acusados y hechos parecidos, SON
DIFERENTES VICTIMAS, es por lo que declara SIN LUGAR por cuanto este
tribunal considera de que no hay violación al articulo 49 de la Constitución de la
Republica Bolivariana de Venezuela, en cuanto al Derecho a la Defensa y al
debido proceso, y considera este tribunal de que el acto de imputación a pesar de
no ser materia de esta acusación no tiene ningún vicio de nulidad, En segundo
lugar vista la solicitud de nulidad invocada por la defensa y en aras de
garantizarle el Derecho a la Defensa contemplado en el articulo 49 de la
Constitución de la Republica Bolivariana De Venezuela en relación con el
articulo 308 del Código Orgánico Procesal Penal y en concordancia con el
articulo 179 y 180 Ejusdem, se Decreta la nulidad absoluta de la acusación Fiscal
y se otorga al Ministerio Publico el Lapso de diez (10) días contados una vez
recibido el expediente en la sede fiscal, para presentar nueva acusación con
prescindencia de los vicios ya advertidos, ahora en cuanto a la nulidad solicitada
por violación al debido proceso por cuanto el Tribunal se extralimito de
funciones, este tribunal considera declarar SIN LUGAR por cuanto no existe
violación al Derecho a la defensa ya que el acto de privativa quedo debidamente
motivado tal como consta en la causa y la resolución fue notificada a la defensa y
a la fiscalia para que ejerciera los recursos correspondiente del acto motivado de
la privativa por lo cuanto se declara SIN LUGAR dicha solicitud, así mismo este
tribunal mantiene la medida privativa de Libertad contemplada en los artículos
236, 237 y 238 por considerar que no han variado las circunstancias por las
cuales fueron decretadas, así mismo de acuerdo a la sentencia vinculante de la
sala Constitucional de la Dra. CARMEN ZULETA DE MERCHAN de fecha 15
de marzo de 2017 donde considera el delito de abuso sexual como DELITOS
ATROCES, y en vista al daño causado y la multiplicidad de victimas es por lo
que este tribunal mantiene la privativa de libertad en Contra de los ciudadanos
HERNANDO JOSE ZARA BECERRIT, PEDRO JOSE CONTRERAS NIÑO y
ELOISA CLARET ZARA BECERRIT así mismo Se mantienen las demás
Medida de Protección y Seguridad a favor de la victima dictadas en su
oportunidad… Existen otras solicitudes de nulidades así como excepciones
opuesta invocadas por la defensa de HERNANDO JOSE ZARA BECERRIT,
PEDRO JOSE CONTRERAS NIÑO y ELOISA CLARET ZARA BECERRIT,
pero con la que se resolvió y que determinó la nulidad de la Acusación fiscal
presentada en su contra, así como la de los actos que de ella dimanaren o
dependieren, no es necesario entrar a conocer de las dos restantes.…”

En este orden, si bien, denuncian los accionantes en amparo, que el Juez de


Instancia vulneró la Tutela Judicial Efectiva y Debido Proceso, consagrado en
los artículos 26 y 49 numerales 1, 2, 3, 5 y 8, el derecho a petición, oportuna y
adecuada respuesta previsto en el artículo 51 todos de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela al emitir a decir de los presuntos
agraviados, el Juzgador de la Instancia de forma totalmente inmotivada las
decisiones en relación a una serie de solicitudes y excepciones impetradas por
estos al momento de ejercer la defensa de sus representados, omitiendo el
Juzgador por otra parte el pronunciarse en relación a una serie de solicitudes de
nulidad y excepciones opuestas, verifica esta Alzada que el Juzgador, en su
punto único procedió a pronunciarse en relación a la solicitud de Nulidad del
acto de imputación celebrado en sede del Tribunal, la que fue declarada sin
lugar, verificando además que dicha decisión no solo la fundamentó en la
audiencia Preliminar sino que también lo fundamentó por auto separado; de igual
forma se verifica de la revisión de las copias certificadas cursante en la pieza I,
que el Juzgador de instancia procedió además a pronunciarse en relación a la
solicitud de nulidad del decreto de la Medida Judicial Privativa Preventiva de
Libertad en audiencia de calificación de flagrancia, procediendo dicho Juzgador
a indicar que la defensa en relación a dicho pronunciamiento, debió ejercer el
recurso ordinario contemplado en la ley y no atacarlo por vìa de solicitud de
nulidad posterior, considerando además que dicho pronunciamiento no vulneró
garantía constitucional alguna que conllevare a decretar su nulidad, se observa
además que en relación a la solicitud de nulidad del acto conclusivo de acusación
interpuesto por el Ministerio Público, lo que fue solicitado por la defensa por vía
de oposición de excepciones, indicó el Juzgador, que observaba una violación
del Debido Proceso, por parte de la Representación Fiscal, en cuanto al
cumplimiento del requisito exigido en el numeral 2 del artículo 28 literal “i” del
Código Orgánico Procesal Penal, al no individualizar a la totalidad de las
víctimas, y de igual forma no individualizar la participación por separado de
cada uno de los imputados, al indicar que en la causa bajo estudio se trataba de
tres imputados, a saber los ciudadanos Eloisa Claret Zara Becerrit, Hernando
José Zara Becerrit y Pedro José Contreras Niño, pronunciamiento éste que
además de fundamentar en audiencia, también lo motivó por auto separado que
publicó en fecha 30-01-2018, individualizando el ciudadano Juez como acto
viciado el acto conclusivo de acusación, así como los subsiguientes actos que del
mismo dimanaren, ordenando al Ministerio Público en un lapso de 10 días,
interponer un nuevo acto conclusivo con prescindencia del vicio indicado en su
decisión, manteniendo dicho Juzgado la Medida Judicial Privativa Preventiva de
Libertad que pesa en contra de los imputados, con ocasión a los tipos penales que
fueron calificado en contra de estos, a saber ABUSO SEXUAL A NIÑOS SIN
PENETRACIÒN EN GRADO DE CONTINUIDAD, tipificado en el
encabezamiento del artículo 259 de la Ley Orgánica Para la Protección de Niños,
Niñas y Adolescentes en relación con el artículo 99 del Código Penal, con la
agravante genérica contenida en el artículo 217 de la Ley Orgánica Para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, en concurso real, previsto en el
artículo 88 del Código Penal, en contra de los ciudadanos HERNANDO JOSE
ZARA BECERRITH y PEDRO JOSE CONTRERAS NIÑO, y el delito de
COMISIÒN POR OMISIÒN EN EL DELITO DE ABUSO SEXUAL A NIÑOS
SIN PENETRACIÒN EN GRADO DE CONTINUIDAD, tipificado en el
artículo 219 de la Ley Orgánica Para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes en relación con el encabezamiento del artículo 259 eiusdem, en
relación con el artículo 99 del Código Penal, en concurso real de delito,
conforme a lo pautado en el artículo 88 eiusdem, con la agravante genérica del
artículo 217 de la Ley Orgánica Para la Protección de Niños, Niñas y
Adolescentes en contra de la ciudadana ELOISA CLARET ZARA BECERRIT.

En este orden, se observa por parte de este Tribunal actuando en sede


Constitucional, que el Juzgado de Instancia, presunto agraviante, procedió luego
de emitir el supra indicado pronunciamiento, a señalar que la Defensa interpuso
otras solicitudes de nulidades por vía de excepción, sin embargo, toda vez que la
nulidad decretada por el Juzgador, denotaba la nulidad del acto conclusivo de
acusación, era innecesario pronunciarse con respecto a las demás nulidades, toda
vez que dicho decreto de nulidad traía como consecuencia que el Ministerio
Público una vez subsanado el vicio individualizado debía interponer el acto
conclusivo a que hubiere lugar en un plazo de 10 días.

Así las cosas, se verifica que de los pedimentos efectuados por la defensa de los
ciudadanos HERNANDO JOSE ZARA BECERRITH y PEDRO JOSE
CONTRERAS NIÑO, no se verifica respuesta a sus peticiones de las siguientes
solicitudes:

- Nulidad por vía de oposición de Excepción, contenida en el artículo 28 numeral


4 literal 1, del acto conclusivo de acusación por incumplimientos del ordinal 3
del artículo 308 del Código Orgánico Procesal Penal (al no indicar el Ministerio
Público en su acto conclusivo de acusación, las circunstancia de hecho así como
los elementos de convicción que la sustentan)
- Nulidad por vía de oposición de Excepción, contenida en el artículo 28 numeral
4 literal 1, del acto conclusivo de acusación por incumplimientos del ordinal 4
del artículo 308 del Código Orgánico Procesal Penal (toda vez que el acto
conclusivo de acusación al no explicar por qué motivo el tipo penal calificado
por la Representación Fiscal Contra los imputados, es el contenido en el artículo
259 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño Niña y Adolescente, y por
qué es continuado)
- Nulidad de la acusación y de las pruebas promovidas en el acto conclusivo por
el Ministerio Público (entre ellos el acta policial de aprehensión, con ocasión a
señalar la defensa que una funcionaria que funge como actuante, también funge
como presunta víctima en la causa ventilada ante ese juzgado)
- Sobreseimiento de la causa al decretar la Nulidad de la Acusación interpuesta
por el Ministerio Público y libertad plena de los ciudadanos HERNANDO JOSE
ZARA, PEDRO JOSE CONTRERAS y ELOISA ZARA

En este orden, para este Tribunal Colegiado actuando en sede constitucional,


observan que en relación al presunto incumplimiento por parte del Despacho
Fiscal de los requisitos exigidos en los numerales 3 y 4 del artículo 308 del
Código Orgánico Procesal Penal del acto conclusivo de acusación, que fuere
impetrado por los hoy accionantes, los mismos, pretendían a través de su
declaratoria con lugar, que el Juzgador decretare la Nulidad Absoluta de la
Acusación, lo que a criterio de los accionantes traía como consecuencia el
decreto del Sobreseimiento de la Causa seguida a los ciudadanos HERNANDO
JOSE ZARA, PEDRO JOSE CONTRERAS y ELOISA ZARA, observando esta
Sala en relación a los hoy presuntos agraviados un desconocimiento en cuanto a
la consecuencia jurídica del decreto de una nulidad de acusación por violación de
normas o garantías constitucionales, a la declaratoria con lugar de una excepción
por incumplimiento de alguno de los numerales contenidos en el artículo 28 del
Código Orgánico Procesal Penal. Observando además que el Juez de la recurrida
a través de su decisión concedió la solicitud impetrada por los hoy accionantes
presuntos agraviados, evidenciándose de su propia exposición que estos
solicitaron la declaratoria con lugar de la nulidad del acto conclusivo de
acusación por violación del debido proceso de sus representados, lo que fue
acordado por el Juez en Funciones de Control, procediendo a otorgar al
Despacho Fiscal un plazo de 10 días para que emitiera un nuevo acto conclusivo
con prescindencia del vicio observado.

Así las cosas, al ser decretada la nulidad del acto conclusivo de acusación como
se observa en el presente caso, esto trae como consecuencia que todo el
contenido del mismo carezca de validez alguna, y si efectivamente alguna de las
partes no estaba de acuerdo con dicho decreto, debió acudir a las vías recursivas
consagradas en el Código Orgánico Procesal Penal, en el artículo 180 último
aparte, concatenado con el artículo 439 numeral 7 eiusdem, toda vez que dicha
decisión era atacable por vía de apelación, lo que no observa cumplido en el
presente caso, por parte de los hoy accionantes, verificando además esta Alzada
actuando como Tribunal Constitucional en Primera Instancia que los hoy
accionantes pretenden a través de la presente acción, lograr sea decretada la
libertad de los ciudadanos HERNANDO JOSE ZARA, PEDRO JOSE
CONTRERAS y ELOISA ZARA, sea plena o por vía de modificación de la
medida de coerción personal que hoy pesa en contra de estos, utilizando la
acción de amparo constitucional como un medio recursivo.

Siguiendo el orden, esta Sala establecido lo anterior, considera necesario


pronunciarse con respecto a la admisibilidad o no de la acción de Amparo
Constitucional incoado por los abogados Maria de Los Ángeles Hamilton,
Estuardo Elías Sempertiguez y Waldemar Antonio Núñez en su condición de
Defensa Privada de los ciudadanos Eloisa Claret Zara Becerrit, Hernando José
Zara Becerrit y Pedro José Contreras Niño, en atención a la doctrina de la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia al precisar el carácter de orden
público de las causales de Inadmisibilidad de la Acción de Amparo, y en
Sentencia Nº 41, del 26 de enero de 2001, mediante ponencia del Magistrado
IVÁN RINCÓN URDANETA, en el expediente N° 00-1011-1012, quedó
establecido lo siguiente:

“Al respecto debe señalarse que la jurisprudencia de este alto tribunal ha


establecido que las causales de inadmisibilidad de acción de amparo son de
orden público, razón por la cual el juzgador puede declarar la admisibilidad o
inadmisibilidad de dicha solicitud en cualquier estado del proceso ya que posee
un amplio poder para modificar, confirmar o revocar lo apreciado, aún cuando la
acción de amparo se haya admitido…” (Negrillas de esta Sala)

Conforme al extracto del fallo parcialmente trascrito, resulta entonces necesario


que los Jueces o Juezas que conocen en Sede Constitucional, verifiquen si existe
alguno de los supuestos consagrados en el artículo 6 de la Ley Orgánica de
Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales, toda vez que la acción de
amparo constitucional, es un medio judicial oral, público, breve, gratuito y no
sujeto a formalidades, a través del cual se protegen derechos fundamentales de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual debe operar solo
cuando se dan las condiciones y presupuestos establecidos, de conformidad con
la ley, por tratarse de una materia especial y extraordinaria.

Al respecto, esta Sala actuando en sede Constitucional, luego de efectuar un


exhaustivo análisis a las actas que integran este asunto, observa que la presente la
acción de amparo constitucional fue presentada, el 05 de febrero de 2018, por los
mencionados profesionales del derecho por la presunta violación de los artículos
26, 49 numerales 1, 2, 3, 5 y 8 y artículo 51 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, presuntamente incurrida por el Tribunal Sexto de
Primera Instancia en Funciones de Control, Audiencia y Medidas de este
Circuito Judicial, en relación a la inmotivación al pronunciarse en relación a unas
excepciones opuestas y la omisión en relación a solicitud de nulidad por
incumplimiento de requisitos por parte del Ministerio Público al interponer el
acto conclusivo de acusación sin llenar los extremos exigidos en los numerales 3
y 4 del artículo 308 del Código Orgánico Procesal Penal efectuada a través de
escrito y de forma oral, en audiencia preliminar celebrada en fecha 25-01-2018
ante ese Juzgado, solicitud de nulidad que fue declarada con lugar por el Juez en
Funciones de Control, decretando la nulidad absoluta de la acusación interpuesta
por la Fiscalía 93º del Ministerio Público, lo que fue constatado por esta Alzada,
actuando en sede constitucional.

Tal como se destacó precedentemente, quienes aquí deciden observan que la


presente denuncia, se trata de una demanda por presunta violación a la tutela
judicial efectiva, al debido proceso, y derecho de petición y oportuna respuesta,
consagrados respectivamente en los artículos 26, 49 numerales 1,2, 3, 5 y 8 y 51
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, lo cual
presuntamente tuvo lugar al haberse declarado con lugar la solicitud de nulidad
del acto conclusivo de acusación efectuada a través de escrito y de forma oral, al
momento de la celebración de la audiencia preliminar ante el Juzgado Sexto en
Funciones de Control, Audiencia y Medidas del Área Metropolitana de Caracas y
no haberse pronunciado en relación a los demás pedimentos de nulidad del acto
conclusivo de acusación por otros aspectos y en consecuencia no haber decretado
el Sobreseimiento de la Causa seguida a los ciudadanos Eloisa Claret Zara
Becerrit, Hernando José Zara Becerrit y Pedro José Contreras Niño, y atendiendo
la naturaleza del pronunciamiento dictado, por el Juzgado señalado como
presunto agraviante, se revela que el mismo solo es impugnable, a través del
Recurso de Apelación de Autos, previsto en el LIBRO CUARTO, TITULO III,
CAPÍTULO I, del Código Orgánico Procesal Penal.

En este orden, resulta oportuno resaltar el contenido del artículo 180 del Código
Orgánico Procesal Penal el cual establece que:”…Contra el auto que declare la
nulidad, las partes podrán interponer recurso de apelación, dentro de los…días
siguientes a su notificación… ”” (Cursiva de la Sala), norma que va en
consonancia con el numeral 7 del artículo 439 eiusdem, resultàndo importante
para ésta Sala acentuar, que la fase intermedia del procedimiento penal persigue
como finalidad esencial, depurar el procedimiento, hacer del conocimiento del
imputado o imputados respecto a la acusación interpuesta en su contra y, permitir
que el Juez ejerza el control de la misma; implicando ésta última facultad, la
realización de un análisis de los fundamentos fácticos y jurídicos que sustentan el
escrito acusatorio, fungiendo esta fase del proceso como un filtro, a los fines de
evitar la interposición de acusaciones infundadas y arbitrarias.

En este mismo sentido, es oportuno mencionar que ésta fase procesal comprende
diversas actuaciones, las cuales se pueden sistematizar en tres grupos
fundamentales, dependiendo del momento procesal que les corresponda. Así, nos
encontramos con actuaciones previas a la audiencia preliminar, tal como lo es la
acusación, así como también el ejercicio por parte del imputado, del Fiscal y de
la víctima (siempre que se haya querellado o haya presentado acusación
particular propia), de las facultades que les otorga el artículo 311 del Código
Orgánico Procesal Penal por remisión expresa del artículo 67 de la Ley Orgánica
Sobre el Derecho de las Mujeres de una Vida Libre de Violencia. En segundo
lugar, tenemos la audiencia preliminar, cuyo desenvolvimiento se encuentra
regulado en el artículo 107 de la Ley Orgánica Sobre el Derecho de las Mujeres a
una Vida Libre de Violencia; y por último, los actos posteriores a la audiencia
preliminar, que son los distintos pronunciamientos que puede emitir el Juez o
Jueza en Funciones de Control al finalizar dicha audiencia, con base en los
artículos 313 y 314 de la Ley adjetiva penal (Sentencia Nro. 1676 del 03 de
agosto de 2007 de la Sala Constitucional).
En este particular, el derecho a la defensa comprende la facultad del imputado o
imputados de intervenir en el proceso penal que contra él o ellos se ha incoado,
así como también el de llevar a cabo las actividades procesales necesarias para
evidenciar la falta de fundamento de la potestad penal que contra él ejerce el
Estado, o cualquier circunstancia que la excluya o la atenúe, y es el caso que
tales actividades consisten esencialmente en: a) Ser oído, b) controlar la prueba
de cargo que podrá utilizarse válidamente en la sentencia, c) probar los hechos
que invoca a los fines de neutralizar o atenuar la reacción penal del Estado, d)
valorar la prueba producida en el juicio, y e) exponer los argumentos de hecho y
de derecho que considere pertinentes a los fines de obtener una decisión
favorable según su posición, en el sentido de excluir o atenuar la aplicación del
poder penal.
De igual forma es importante recalcar que el artículo 157 del Código Orgánico
Procesal Penal, norma procesal que determina o clasifica las decisiones dictadas
por los órganos jurisdiccionales, prevé que:

“Las decisiones del tribunal serán emitidas mediante sentencia o auto fundados,
bajo pena de nulidad, salvo los autos de mera sustanciación.
Se dictará sentencia para absolver, condenar o sobreseer.
Se dictarán autos para resolver sobre cualquier incidente. (Negrilla y subrayado
en el original).

Así pues, sobre la base de las normas y jurisprudencia trascritas, se verifica que
el Juez o Jueza en Función de Control, una vez oída las exposiciones de las
partes en la celebración de la audiencia preliminar, procederá a resolver los
pedimentos, y en este orden, si se trata de la declaratoria con o sin lugar de una
solicitud de nulidad, al encontrarse dentro de la clasificación contenida en la
norma adjetiva citada, puede ser atacada a través del recurso ordinario de
apelación.

En consecuencia, este Tribunal de Primera Instancia Constitucional, afirma que


el pronunciamiento dictado por el Juzgado presunto agraviante, constituye una
decisión controvertida o de fondo, lo que hace que sea susceptible de
impugnación por vía de apelación de autos, al concebirse dicha actuación
jurisdiccional dentro de la competencia del Tribunal de Control. Conforme a esta
circunstancia, en el presente caso debió incoarse originalmente, el recurso de
apelación de autos, como vía impugnativa que resultaba procedente, de
conformidad con lo consagrado en los artículos 439, 440 y 180 último aparte del
Código Orgánico Procesal Penal. Al respecto, es necesario señalar lo fijado por
la Sala Constitucional del Máximo Tribunal, en sentencia del 18 de junio de
2009 (caso: Héctor Alexander Velásquez Herrera.), con ponencia de la
Magistrada Carmen Zuleta De Merchán, en los términos siguientes:

“…En efecto, no consta de la actas que conforman el expediente que la defensa


técnica del ciudadano Héctor Alexander Velásquez Herrera hubiese hecho uso de
la apelación contra la medida de privación judicial preventiva de libertad
decretada el 6 de diciembre de 2007, por el Tribunal Octavo de Control del
Circuito Judicial Penal del Estado Aragua.

Así pues, respecto a la interposición de la acción de amparo constitucional, ante


la existencia de otros medios judiciales, esta Sala asentó en la sentencia N° 963,
del 5 de junio del 2001 (caso: José Ángel Guía y otros), lo siguiente:

…la acción de amparo constitucional, opera en su tarea específica de encauzar


las demandas contra actos, actuaciones, omisiones o abstenciones lesivas de
derechos constitucionales, bajo las siguientes condiciones:
a) Una vez que los medios judiciales ordinarios han sido agotados y la situación
jurídico constitucional no ha sido satisfecha; o
b) Ante la evidencia de que el uso de los medios judiciales ordinarios, en el caso
concreto y en virtud de su urgencia, no dará satisfacción a la pretensión
deducida.
La disposición del literal a), es bueno insistir, apunta a la comprensión de que el
ejercicio de la tutela constitucional por parte de todos los jueces de la República,
a través de cualquiera de los canales procesales dispuestos por el ordenamiento
jurídico, es una característica inmanente al sistema judicial venezolano; por lo
que, en consecuencia, ante la interposición de una acción de amparo
constitucional, los tribunales deberán revisar si fue agotada la vía ordinaria o
fueron ejercidos los recursos, que de no constar tales circunstancias, la
consecuencia será la inadmisión de la acción sin entrar a analizar la idoneidad
del medio procedente, pues el carácter tuitivo que la Constitución atribuye a las
vías procesales ordinarias les impone el deber de conservar o restablecer el goce
de los derechos fundamentales, por lo que bastaría con señalar que la vía existe y
que su agotamiento previo es un presupuesto procesal a la admisibilidad de la
acción de amparo.
La exigencia del agotamiento de los recursos a que se refiere el aludido literal a),
no tiene el sentido de que se interponga cualquier recurso imaginable, sino sólo
los que permitan reparar adecuadamente lesiones de derechos fundamentales que
se denuncian. No se obliga, pues, a utilizar en cada caso todos los medios de
impugnación que puedan estar previstos en el ordenamiento procesal, sino tan
sólo aquellos normales que, de manera clara, se manifiesten ejercitables y
razonablemente exigibles. En consecuencia, por ejemplo, ante el agotamiento de
la doble instancia en un juicio civil, el actor tendrá la posibilidad de recurrir en
casación o en amparo constitucional, pues es sabido que aquélla constituye una
vía extraordinaria de revisión.
De cara al segundo supuesto, relativo a que la acción de amparo puede
proponerse inmediatamente, esto es, sin que hayan sido agotados los medios o
recursos adjetivos disponibles, el mismo procede cuando se desprenda de las
circunstancias fácticas o jurídicas que rodean la pretensión que el uso de los
medios procesales ordinarios resultan insuficientes al restablecimiento del
disfrute del bien jurídico lesionado. Alguna de tales circunstancias podría venir
dada cuando, por ejemplo, la pretensión de amparo exceda del ámbito
intersubjetivo para afectar gravemente al interés general o el orden público
constitucional; en caso de que el recurrente pueda sufrir una desventaja
inevitable o la lesión devenga irreparable por la circunstancia de utilizar y agotar
la vía judicial previa (lo que no puede enlazarse el hecho de que tal vía sea
costosa o menos expedita que el procedimiento de amparo); cuando no exista vía
de impugnación contra el hecho lesivo, o ésta sea de imposible acceso; cuando el
peligro provenga de la propia oscuridad o complejidad del ordenamiento
procesal; o ante dilaciones indebidas por parte los órganos judiciales, tanto en vía
de acción principal como en vía de recurso (debe recordarse, no obstante, que el
concepto de proceso sin dilaciones indebidas es un concepto jurídico
indeterminado, cuyo contenido concreto deberá ser obtenido mediante la
aplicación, a las circunstancias específicas de cada caso, de los criterios objetivos
que sean congruentes con su enunciado genérico. Podrían identificarse, como
ejemplo, de tales criterios objetivos: la complejidad del litigio, los márgenes
ordinarios de duración de los litigios del mismo tipo, la conducta procesal del
interesado y de las autoridades implicadas y las consecuencias que de la demora
se siguen para los litigantes. Así pues, criterios de razonabilidad pesarán sobre la
decisión que se tome en cada caso concreto).

Por tanto, esta Sala acota, en congruencia con lo citado, que no podía acudir la
defensa del quejoso a la vía del amparo cuando tenía la posibilidad de intentar el
recurso de apelación, que le permitía resolver, de igual manera, lo que por la
acción de amparo se solicitaba, por cuanto, como lo ha sostenido de manera
reiterada esta Sala Constitucional, a la luz del contenido del artículo 334 de la
Carta Magna, todos los jueces son tutores, dentro de su competencia, del cabal
cumplimiento y salvaguarda de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela. De manera que, la acción de amparo constitucional interpuesta contra
la medida de privación judicial prevenida de libertad decretada al ciudadano
Héctor Alexander Velásquez Herrera, el 6 de diciembre de 2007, por el Tribunal
Octavo de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Aragua, deviene
inadmisible, conforme al contenido del numeral 5 del artículo 6 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales (ver en ese
sentido la sentencia N° 2369, dictada el 23 de noviembre de 2001 caso: Mario
Téllez García)…”.

Del fallo parcialmente trascrito, se infiere que el recurso de apelación de autos


debió ejercerse una vez agotada la vía ordinaria impugnativa, para resolver de
igual manera, lo que se pretende con la acción de amparo solicitada. Por lo tanto,
en base a las anteriores consideraciones, se estima que en el presente caso opera
una causal de inadmisibilidad, de la acción de Amparo incoada, conforme el
artículo 6 numeral 5 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, que establece:
“(…) Articulo 6. No se admitirá la acción de amparo: (…)
5.- Cuando el agraviado haya optado por recurrir a las vías judiciales ordinarias o
hecho uso de los medios judiciales preexistentes.”.

A este respecto, la Sala Constitucional en sentencia del 29 de enero de 2002


(caso: United Distillers & Vintners, C.A.), con ponencia del Magistrado José M.
Delgado Ocando, señaló que:

“…De igual manera, en su sentencia Nº 1496/2001 del 13 de agosto, estableció


las condiciones necesarias para que operara la vía de la acción de amparo
constitucional, ante la falta de agotamiento de la vía judicial previa. A tal efecto,
dispuso que:

“...la acción de amparo constitucional opera bajo las siguientes condiciones:


a) Una vez que los medios judiciales ordinarios han sido agotados y la situación
jurídico constitucional no ha sido satisfecha; o
b) Ante la evidencia de que el uso de los medios judiciales ordinarios, en el caso
concreto y en virtud de su urgencia, no dará satisfacción a la pretensión
deducida.
La disposición del literal a), es bueno insistir, apunta a la comprensión de que el
ejercicio de la tutela constitucional por parte de todos los jueces de la República,
a través de cualquiera de los canales procesales dispuestos por el ordenamiento
jurídico, es una característica inmanente al sistema judicial venezolano; por lo
que, en consecuencia, ante la interposición de una acción de amparo
constitucional, los tribunales deberán revisar si fue agotada la vía ordinaria o
fueron ejercidos los recursos, que de no constar tales circunstancias, la
consecuencia será la inadmisión de la acción, sin entrar a analizar la idoneidad
del medio procedente, pues el carácter tuitivo que la Constitución atribuye a las
vías procesales ordinarias les impone el deber de conservar o restablecer el goce
de los derechos fundamentales, por lo que bastaría con señalar que la vía existe y
que su agotamiento previo es un presupuesto procesal a la admisibilidad de la
acción de amparo.

La exigencia del agotamiento de los recursos a que se refiere el aludido literal a),
no tiene el sentido de que se interponga cualquier recurso imaginable, sino sólo
los que permitan reparar adecuadamente lesiones de derechos fundamentales que
se denuncian. No se obliga, pues, a utilizar en cada caso todos los medios de
impugnación que puedan estar previstos en el ordenamiento procesal, sino tan
sólo aquellos normales que, de manera clara, se manifiesten ejercitables y
razonablemente exigibles. En consecuencia, por ejemplo, ante el agotamiento de
la doble instancia en un juicio civil, el actor tendrá la posibilidad de recurrir en
casación o en amparo constitucional, pues es sabido que aquélla constituye una
vía extraordinaria de revisión.

De cara al segundo supuesto, relativo a que la acción de amparo puede


proponerse inmediatamente, esto es, sin que hayan sido agotados los medios o
recursos adjetivos disponibles, el mismo procede cuando se desprenda de las
circunstancias fácticas o jurídicas que rodean la pretensión, que el uso de los
medios procesales ordinarios resulta insuficiente al restablecimiento del disfrute
del bien jurídico lesionado.

Alguna de tales circunstancias podría venir dada cuando, por ejemplo, la


pretensión de amparo exceda del ámbito intersubjetivo para afectar gravemente
al interés general o el orden público constitucional; en caso de que el recurrente
pueda sufrir una desventaja inevitable o la lesión devenga irreparable por la
circunstancia de utilizar y agotar la vía judicial previa (lo que no puede enlazarse
al hecho de que tal vía sea costosa o menos expedita que el procedimiento de
amparo); cuando no exista vía de impugnación contra el hecho lesivo, o ésta sea
de imposible acceso; cuando el peligro provenga de la propia oscuridad o
complejidad del ordenamiento procesal; o ante dilaciones indebidas por parte los
órganos judiciales, tanto en vía de acción principal como en vía de recurso”.

Por último, recientemente, la Sala en sentencia nº 2369/2001 del 23 de


noviembre, expuso, respecto a la norma en análisis, lo siguiente:

“En concordancia con lo expuesto anteriormente, la Sala estima pertinente


señalar que la norma prevista en el artículo 6, numeral 5 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, consagra simultáneamente
el supuesto de admisibilidad e inadmisibilidad de la acción de amparo.
Así, en primer término, se consagra claramente la inadmisión de la acción
cuando el agraviado haya optado por recurrir a la vías ordinarias o a los medios
judiciales preexistentes, sobre el fundamento de que todo juez de la República es
constitucional y, a través del ejercicio de los recursos que ofrece la jurisdicción
ordinaria, se pueda alcanzar la tutela judicial efectiva de derechos o garantías
constitucionales.
No obstante, la misma norma es inconsistente, cuando consagra que, en el caso
de la opción por la vía ordinaria, si se alega violación o amenaza de violación de
un derecho o garantía constitucionales, la acción de amparo será admisible, caso
en el cual el juez deberá acogerse al procedimiento y a los lapsos previstos en los
artículos 23, 24 y 26 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, y su decisión versará exclusivamente sobre la suspensión o no,
de manera provisional, del acto cuestionado de inconstitucionalidad.
En otras palabras, la acción de amparo es inadmisible cuando el agraviado haya
optado por recurrir a vías ordinarias o hecho uso de los medios judiciales
preexistentes; por argumento a contrario es admisible, entonces, si el agraviado
alega injuria constitucional, en cuyo caso el juez debe acogerse al procedimiento
y a los lapsos establecidos en los artículos 23, 24 y 26 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, a fin de ordenar la
suspensión provisional de los efectos del acto cuestionado. Ahora bien, para que
el artículo 6.5 no sea inconsistente es necesario, no sólo admitir el amparo en
caso de injuria inconstitucional, aun en el supuesto de que el agraviado haya
optado por la jurisdicción ordinaria, sino, también, inadmitirlo si éste pudo
disponer de recursos ordinarios que no ejerció previamente. De otro modo, la
antinomia interna de dicho artículo autorizaría al juez a resolver el conflicto de
acuerdo con las técnicas integrativas de que dispone el intérprete (H. Kelsen,
Teoría Pura del Derecho, Buenos Aires, Eudeba, 1953, trad, de Moisés Nilve).

Lo expuesto anteriormente, lleva a concluir, entonces, que la norma en análisis,


no sólo autoriza la admisibilidad del llamado “amparo sobrevenido”, sino que es
el fundamento de su inadmisibilidad, cuando se dispone de un medio idóneo para
el logro de los fines que, a través del amparo, se pretende alcanzar” (Subrayados
del fallo).
En el caso de autos, como se señaló, la empresa accionante busca a través de la
interposición de la acción de amparo constitucional, el restablecimiento de la
situación jurídica que, a su juicio le ha sido lesionada, en el sentido de que la
Administración Tributaria, representada por el Gerente de la Aduana Principal de
La Guaira del Servicio Nacional Integrado de la Administración Tributaria
(SENIAT), diera respuesta a la solicitud formulada el 13 de mayo de 1999, a los
fines de que se realizara un nuevo reconocimiento de la mercancía por ella
importada, conforme a lo establecido en el artículo 54 de la Ley Orgánica de
Aduanas…”

Atendiendo lo expuesto por el Máximo Tribunal, cabe señalar que en el presente


caso, si la defensa de los ciudadanos ciudadanos Eloisa Claret Zara Becerrit,
Hernando José Zara Becerrit y Pedro José Contreras Niño, estaba en desacuerdo
o inconforme con el pronunciamiento dictado por el presunto agraviante, no es el
amparo constitucional la vía idónea para impugnar tal pretensión, máxime
cuando el órgano jurisdiccional se pronunció de manera motivada, acordando la
propia solicitud impetrada por parte de los hoy presuntos agraviantes,
denotándose en las diversas solicitudes efectuadas por escrito y de forma oral al
momento de celebrarse la audiencia preliminar, que la solución pretendida en sus
diversas solicitudes era la declaratoria con lugar de la Nulidad del acto
conclusivo de acusación interpuesto por la Fiscalía Nonagésima Tercera (93) del
Ministerio Público lo que fue concedido por el Juzgado presunto agraviante,
cumpliendo los parámetros previstos en el artículo 157 del Código Orgánico
Procesal Penal y en base a los lineamientos señalados en la jurisprudencia citada
y atendiendo a la naturaleza de la determinación emitida, le correspondía
oportunamente a las partes, según sea el caso, cuando consideren que les resultó
desfavorable la decisión, recurrir atendiendo el principio de impugnabilidad
objetiva, conforme lo previsto en el artículo 423 del Código Orgánico Procesal
Penal.

Los derechos y garantías fundamentales y aquellos inherentes a todo ser humano,


se encuentran tutelados efectivamente en nuestra Carta Magna, y para ello se
contempló una acción con características excepcionales para la restitución
expedita y eficaz de éstos, la cual es la acción de amparo constitucional, siendo
un medio judicial breve, a través del cual se protegen derechos fundamentales
que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela reconoce,
operando sólo cuando se dan las condiciones establecidas como necesarias de
esta institución de conformidad con la ley que rige la materia.

Ahora bien, en cuanto a la admisibilidad de la Acción de Amparo señaló


igualmente la propia Sala Constitucional, en sentencia Nº 499, dictada 06 de
mayo de 2009, con ponencia del Magistrado MARCO TULIO DUGARTE
PADRÓN, quien en el caso concreto estableció:

“…Razón por la cual, la Sala debe señalar que la acción de amparo


constitucional no debe entenderse como un medio sustitutivo de los recursos
procesales ordinarios o extraordinarios, sino como un mecanismo destinado
exclusivamente a proteger el goce y ejercicio de los derechos constitucionales, de
modo que dicha acción sería inadmisible cuando se destina a un fin distinto del
que le es propio, como el restablecimiento de situaciones derivadas de relaciones
jurídicas que cuentan con medios procesales idóneos. Por ello, considera la Sala
que, la tutela constitucional sólo es admisible cuando los afectados hayan
agotado todos los medios procesales regulares o cuando ante la existencia de
tales vías, la urgencia derivada de la situación tenga tal grado de inminencia, que
sólo pueda ser subsanada mediante el ejercicio de la acción de amparo
constitucional, dada la insuficiencia de los medios ordinarios…”

Sin embargo tal como lo señala CHAVERO GAZDIK, Rafael J., (El Nuevo
Régimen del Amparo Constitucional en Venezuela, Editorial Sherwood, 2001.
pag. 249); la jurisprudencia ha entendido para tratar de rescatar el principio
elemental del carácter extraordinario del amparo, que no sólo es inadmisible el
amparo constitucional cuando se ha acudido primero a la vía judicial ordinaria,
sino también cuando teniendo abierta la posibilidad de acudir a dicha vía no sea
hace, sino que se utiliza el remedio extraordinario.

En este mismo contexto, vale la pena resaltar lo que también señala CHAVERO
GAZDIK, Rafael J, en la referida obra, en atención a la causal de inadmisibilidad
prevista en el numeral 5 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo, y al
respecto tenemos:

“...mantener un sano equilibrio entre esta institución y el resto de los


mecanismos judiciales legalmente previstos es vital para el sano funcionamiento
de la administración de justicia.
Ante esta deficiencia, la jurisprudencia ha tenido que romper con los esquemas
tradicionales y consolidados de interpretación jurídica, al punto de tener que
interpretar en forma extensiva una causal de inadmisibilidad (la prevista en el
numeral 5° del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo). En efecto, en este
ordinal se dispone como causal de inadmisibilidad de la acción de amparo
cuando “el agraviado haya optado por recurrir a las vías judiciales ordinarias o
hecho uso de los medios judiciales preexistentes”. Como puede observarse, la
mencionada causal está referida, en principio, a los casos en que el particular
primero acude a una vía ordinaria y luego pretende intentar la acción de amparo
constitucional. Sin embargo, la jurisprudencia ha entendido, para tratar de
rescatar el principio elemental del carácter extraordinario del amparo, que no
sólo es inadmisible el amparo constitucional cuando se ha acudido primero a la
vía judicial ordinaria, sino también cuando teniendo abierta la posibilidad de
acudir a dicha vía no sea hace, sino que se utiliza el remedio extraordinario...“

Por ello, es preciso igualmente destacar, que sobre este particular los medios de
impugnación ordinarios, deben ser agotados antes de acudir a la vía de amparo, a
menos que por razones de urgencia, ese medio de impugnación no satisfaga a la
pretensión deducida, indicando los accionantes que el Juez presunto agraviante
omitió pronunciarse en relación al incumplimiento de los numerales 3 y 4 del
artículo 308 del Código Orgánico Procesal Penal con respecto al acto conclusivo
de acusación interpuesto por el Ministerio Público y omitió decretar el
Sobreseimiento de la Causa seguida a los ciudadanos ciudadanos Eloisa Claret
Zara Becerrit, Hernando José Zara Becerrit y Pedro José Contreras Niño, que era
la consecuencia inmediata de la declaratoria de la nulidad del acto conclusivo de
acusación, denotando tal y como se señaló ut supra un desconocimiento por parte
de los accionantes de la consecuencia jurídica del decreto de nulidad y de la
declaratoria con lugar de las excepciones, lo cual no resultó tampoco señalado en
los argumentos propuestos en la presente acción de amparo, por la parte actora,
es decir, no se acreditaron las razones que condujeron a utilizar la vía de amparo,
antes de haber agotado los mecanismos ordinarios de impugnación de decisiones
judiciales.

Conforme a lo expuesto, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,


mediante sentencia Nº 96-2011, del 25 de febrero de 2011, igualmente señaló
“…lo contrario implicaría convertir el amparo en una vía que reemplace a los
mecanismos ordinarios creados por el legislador, lo que alteraría y
desnaturalizaría su verdadera esencia”. (Sen. Nº 96-2011, del 25-02-11).
Igualmente, la Sala Constitucional en sentencia del 26 de noviembre de 2010,
expediente 10-0939, con ponencia de la Magistrada CARMEN ZULETA DE
MERCHÁN, al referirse a la causal de inadmisibilidad, prevista en el citado
artículo 6.5, señaló que:

"(...) ahora bien, para que el artículo 6.5 no sea inconsistente es necesario, no
solo admitir el amparo en caso de injuria inconstitucional, aun en el supuesto de
que el agraviado haya optado por la jurisdicción ordinaria, sino, también,
inadmitirlo si este pudo disponer de recursos ordinarios que no ejerció
previamente (...)" fCfr. sentencia N° 2.094 de esta Sala del 10 de septiembre de
2004. caso "José Vicente Chacón Gózame"), (...omissis...)".
Ello así, en el sub lite cabe precisar que el accionante al no haber agotado la vía
idónea para el restablecimiento de la situación jurídica que alega infringida mal
puede pretender que la acción de amparo constitucional sustituya la vía recursiva
prevista por el legislador.
Precisado lo anterior, y visto que las razones invocadas por el actor no son
suficientes para presumir la falta de idoneidad de la vía procesal ordinaria, esta
Sala declara inadmisible la acción de amparo constitucional ejercida
conjuntamente con medida cautelar innominada por el abogado Manuel Enrique
Reyes Peña, en su carácter de apoderado judicial del ciudadano Alvaro Rafael
Soledad Merchán, de conformidad con lo dispuesto en el numeral 5 del artículo 6
de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales. Así
se decide.". (Subrayado y resaltado de la Sala)".

De lo anteriormente expuesto, resulta necesario deducir, que la presente acción


de amparo resultó interpuesta sin haber agotado el recurso ordinario que debió
ejercerse previamente. Al respecto ha dicho reiteradamente la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, que en armonía con lo
establecido en el citado numeral 5, para la admisibilidad de la acción de amparo,
no solo debe ventilarse la existencia de una injuria inconstitucional, sino además
que el quejoso no pudiera disponer de recurso ordinario alguno que restituyera la
situación jurídica infringida, circunstancia esta no acreditada en el presente caso
por la parte actora.

Así pues, no puede considerarse a la acción de amparo constitucional como la


única vía idónea para el restablecimiento inmediato de la situación jurídica
alegada como infringida, toda vez que, como se ha sostenido y así lo ha reiterado
la Sala Constitucional del Máximo Tribunal, en diversos fallos, no toda
trasgresión de derechos y garantías constitucionales está sujeta de inmediato a la
tutela del amparo, ya que para ello existen las vías procesales ordinarias, en las
cuales todos los jueces de la República pueden restituir la situación jurídica
infringida, antes que la lesión se haga irreparable.

En virtud de las anteriores consideraciones, esta Sala de la Corte de apelaciones,


actuando en sede Constitucional, concluye que la demanda de amparo
constitucional presupone la inexistencia de un medio procesal idóneo contra la
decisión que se impugna o, en caso de la existencia de éste, la imposibilidad de
su ejercicio útil o su agotamiento inútil, aunado a ello cabe resaltar, que los
accionantes al no haber agotado oportunamente la vía idónea para el
reestablecimiento de la situación jurídica que alegan infringida, mal puede
pretender que la acción de amparo constitucional sustituya la vía recursiva
prevista por el legislador, observando además este Tribunal Colegiado, que el
Juez presunto agraviante concedió la petición impetrada por los accionantes
como lo fue el decreto de nulidad del acto conclusivo de acusación,
retrotrayendo la causa al estado de interponer un nuevo acto conclusivo
prescindiendo del vicio que dio lugar al decreto de nulidad.

En consecuencia, habiendo analizado los hechos que rodean el presente caso, a la


luz de los criterios jurisprudenciales antes señalados, se concluye que la presente
demanda de tutela constitucional relacionada con la declaratoria con lugar de
solicitud de nulidad incoada por la parte presunta agraviada, y no decretar el
Sobreseimiento de la Causa seguida a los ciudadanos Eloisa Claret Zara Becerrit,
Hernando José Zara Becerrit y Pedro José Contreras Niño, dictado por el
Juzgado presunto agraviante, lo que presuntamente vulnera lo garantizado en los
artículos 26, 49 numeral 1, 2, 3, 5 y 8 y 51 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, se subsume, en la causal de inadmisibilidad descrita
en el numeral 5 del artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales que regula la materia, de allí que considere que la
presente acción de amparo constitucional, por este motivo debe ser declarada
INADMISIBLE. Y así se declara.

DECISIÓN
En virtud de los razonamientos antes expuestos, esta Corte de Apelaciones con
Competencia en Materia de Delitos de Violencia Contra la Mujer de la Región
Capital, actuando como Tribunal Constitucional en Primera Instancia, en nombre
de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, emite los
siguientes pronunciamientos:
PRIMERO: Se declara la COMPETENCIA de esta Corte de apelaciones, para
conocer y decidir la presente Acción de Amparo Constitucional interpuesta por
los profesionales del Derecho Maria de los Ángeles Hamilton, Estuardo Elías
Sempertiguez y Waldemar Antonio Núñez en su condición de Defensa Privada
de los ciudadanos Eloisa Claret Zara Becerrit, Hernando José Zara Becerrit y
Pedro José Contreras Niño, por la supuesta violación de la Tutela Judicial
Efectiva y Debido Proceso, consagrado en los artículos 26 y 49 numerales 1, 2,
3, 5 y 8, el derecho a petición, oportuna y adecuada respuesta previsto en el
artículo 51 todos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
por parte del Juzgado Sexto de Primera Instancia en Función de Control,
Audiencia y Medidas del Circuito Judicial con Competencia en Materia de
Delitos de Violencia Contra la Mujer del Área Metropolitana de Caracas.
SEGUNDO: Declara la INADMISIBILIDAD de la Acción de Amparo
Constitucional, interpuesta por los profesionales del Derecho Maria de los
Ángeles Hamilton, Estuardo Elías Sempertiguez y Waldemar Antonio Núñez en
su condición de Defensa Privada de los ciudadanos Eloisa Claret Zara Becerrit,
Hernando José Zara Becerrit y Pedro José Contreras Niño, en su condición de
presuntos agraviados, relacionada con la supuesta violación de la Tutela Judicial
Efectiva y Debido Proceso, consagrado en los artículos 26 y 49 numerales 1, 2,
3, 5 y 8, el derecho a petición, oportuna y adecuada respuesta previsto en el
artículo 51 todos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
por parte del Juzgado Sexto de Primera Instancia en Función de Control,
Audiencia y Medidas del Circuito Judicial con Competencia en Materia de
Delitos de Violencia Contra la Mujer del Área Metropolitana de Caracas, toda
vez que se subsume, en la causal de inadmisibilidad descrita en el numeral 5 del
artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales que regula la materia, de conformidad con el artículo 4 de la
Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales.

Publíquese, regístrese y comuníquese. Líbrense las correspondientes boletas de


notificación. Cúmplase lo ordenado.
Dado, firmado y sellado en la Corte de Apelaciones con Competencia en Materia
de delitos de Violencia Contra la Mujer de la Región Capital, en Caracas a los 16
días del mes de febrero de 2018.

EL JUEZ Y LAS JUEZAS INTEGRANTES

FELIX ALEXIS CAMARGO LOPEZ

PRESIDENTE.

LA SECRETARIA,

ANDREINA AYALA ARWAS

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