Abraham, Justificado Por La Fe. Romanos 4
Abraham, Justificado Por La Fe. Romanos 4
Abraham, Justificado Por La Fe. Romanos 4
Romanos 4:1-25
Desde el comienzo de la Carta a los Romanos Pablo ha mostrado como los seres
humanos son rebeldes contra Dios y por eso la ira de Dios está sobre ellos. Los
gentiles son personas que rechazan la evidencia de su moralidad, de la creación y
crean sus propios dioses para finalmente ser entregados a los apetitos de sus
propios corazones (Rom 1) Luego Pablo trato con los moralistas judíos o gentiles
los cuales creían que con su cumpliendo externo de la ley de Dios podrían ser
justificados por Dios y libres de la ira venidera pero sin embargo demostró que son
igual de culpables que los gentiles que pecan abiertamente contra Dios (Rom 2:1-
16) y finalmente confronto a los judíos los cuales creían que por haber sido
elegidos como quienes se les entrego el pacto con todas sus leyes y se les dio la
señal del pacto que era la circuncisión entonces ellos estaban libres de la ira de
Dios. Pero Pablo por medio de preguntas les mostro la hipocresía de sus vidas y
que lo que importaba era ser circuncidado del corazón pues de lo contrario iban
también a la condenación eterna (Rom 2:17-29)
Todas estas enseñanzas que el Apóstol fue desarrollando paso a paso no les
gusto a los judíos y por tanto ellos levantaron un sin número de objeciones contra
lo que Pablo enseñaba y el respondió a cada una de ellas con la paciencia y
gracia de un siervo de Dios. Luego de haber mostrado la necedad de cada una de
las objeciones se dedicó a mostrar una conclusión de todo lo que había enseñado
y era que todos los seres humanos (judíos o gentiles) son seres humanos son
malvados y que ninguno de ellos tiene un temor de Dios verdadero (Rom 3:1-18)
Entonces luego de mostrarnos el oscuro cuadro de la naturaleza humana y
declarar a todo ser humano culpable por la ley ahora nos muestra la maravillosa
obra de Cristo. Cristo es la justicia de Dios para el mundo. Cristo vino a este
mundo y vivió de una manera perfecta para que su justicia se nos atribuyera
nosotros. Él nos compró por medio de su obra en la cruz (redención) el quito el
pecado que había delante de Dios (expiación) el pago la ira divina que todos
nosotros merecíamos (propiciación) Por tanto es absurdo que como cristianos
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busquemos jactarnos de algo en la salvación pues toda la obra fue hecha por
Cristo (Rom 3:19-31)
Los judíos creían que porque Abraham era su padre espiritual ellos ya tenían
automáticamente la salvación (Mt 3:9; Jn 8:39) Sin embargo ya había demostrado
que no era así pero además ahora quería tomar el mismo ejemplo de Abraham
para que ellos vieran a través de la misma Escritura su error. Pablo comienza
preguntando si acaso Abraham tiene de que jactarse pues si él hubiera sido
justificado por las obras él tendría de que jactarse. Pero la pregunta esencial es
¿Qué dice la Escritura? Pablo cita Génesis 15:6
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Douglas Moo. Comentario a la epístola a los Romanos. Páginas 242-243.
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Y Abram creyó en el Señor, y Él se lo reconoció por justicia.
Pablo aquí está citando el Salmo 32:1-2 el cual fue escrito por David después de
haber pecado y que a pesar de su terrible pecado de adulterio y asesinato fue
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perdonado por el Señor. Ahora ¿Cómo se explica este salmo a la luz de lo que las
condenas que las Escrituras dan contra aquellos jueces malvados que justifican al
impío (Isa 5:23; Prov 17:15)? ¿Cómo un Dios santo y justo puede simplemente
perdonar la maldad de David? La respuesta sabemos que es que Cristo fue quien
pago por su pecado y por eso puede ser perdonado. Su justicia se atribuye al
pecador y su pecado a Jesucristo. Pero el punto de la cita es ¿Podría David
jactarse de algo en la salvación? Claro que no porque Jesucristo fue quien realizo
toda la obra del perdón.
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pecamos delante de Dios lo que estamos haciendo es no creer que la Biblia dice
“Eso es pecado, no lo hagas” pero tú piensas dentro de ti mismo y dices “No creo
que sea tan grave” “Tal vez una vez más y no pasa nada” “Después de esto me
arrepiento” todas mentiras brotan de un corazón pecaminoso e incrédulo. Pero
cuando peca y arrepiente de corazón simplemente reconoce su pecado. La fe
salvadora reconoce que su pecado abiertamente en oración a Dios y busca
ansiosamente su perdón. ¿Has estado delante de Dios confesando tu maldad?
¿Has lamentado su condición pecaminosa? ¿Has orado contra la frialdad de tu
corazón?
Estos versículos nos dicen 3 cosas sobre Abraham. En primer lugar, Abraham
recibió la promesa antes de la circuncisión. Pablo hizo una referencia al
capítulo 15 de Génesis en donde Abraham cree a las palabras de Dios y mediante
esa fe es justificado. Luego de eso viene el pacto de Dios con Abraham y la
desconfianza en la promesa de Dios de Abraham y Sara por la que él se tienes
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relaciones sexuales con la esclava Agar de la cual nace Ismael. (Gen 15-16) O
sea toda esta promesa recibida por Abraham fue cuando el aún no se
circuncidaba.
Estas enseñanzas de Pablo deben haber confrontado aún más las posiciones
doctrinales que los judíos y gentiles de Roma tenían, pero de forma muy
interesante siguen confrontando muchas de las enseñanzas que hay dentro del
cristianismo actual. Por ejemplo, tenemos en primer lugar a los hermanos que
creen hay una distinción o diferencia entre Israel y la iglesia. Por lo tanto, Dios
tiene ciertas promesas dadas a Israel que deben cumplirse solo a Israel y Dios
tiene ciertas promesas a la iglesia que deben cumplirse solo a la iglesia. Esta
manera de interpretar la Biblia pone en el centro de la historia a Israel y por tanto
muchos hermanos piensan que, por hablar, vestir o ir a Israel son más espirituales
que los demás. Pero lo que me parece más grave esta forma de ver la Biblia e
interpretarla es que crea una especie de Dios para los judíos y Dios para los
gentiles que el Nuevo testamento intenta mostrarnos que no existe ya que hay un
solo pueblo de Dios. Efesios 2:11-16
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Por tanto, recuerden que en otro tiempo, ustedes los gentiles en la carne, que son
llamados «Incircuncisión» por la tal llamada «Circuncisión», hecha en la carne por
manos humanas, recuerden que en ese tiempo ustedes estaban separados de
Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel, extraños a los pactos de la promesa,
sin tener esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, ustedes,
que en otro tiempo estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo.
Porque Él mismo es nuestra paz, y de ambos pueblos hizo uno, derribando la
pared intermedia de separación, poniendo fin a la enemistad en Su carne, la ley
de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en Él mismo de los
dos un nuevo hombre, estableciendo así la paz, y para reconciliar con Dios a los
dos en un cuerpo por medio de la cruz, habiendo dado muerte en ella a la
enemistad.
Por tanto, todo aquel que pone su fe en Jesucristo ya sea judío o gentil es parte
del pueblo de Dios. En segundo lugar, tenemos a los hermanos que creen
que de acuerdo a estos versículos lo que se enseña es que Abraham y su
descendencia deben bautizarse y ser parte del pueblo de Dios. El argumento
de estos hermanos es que como aquí se nos dice que Abraham fue quien recibió
la señal del pacto y también lo hizo su descendencia entonces en el nuevo
testamento los que deben bautizarse son los que creyentes adultos su
descendencia que serían sus hijos. Sin embargo, este argumento tiene varios
problemas con la historia de Abraham como también con las enseñanzas del libro
de Romanos como con el Nuevo testamento en general. En primer lugar, tiene
problemas con la historia de Abraham porque acá se está hablando de que
Abraham fue justificado por la fe y no su descendencia física. Esto significa que no
podemos decir que Pablo está hablando acerca de “Abraham y su descendencia”
porque claramente está tratando el caso particular de Abraham. Si alguien quisiera
insistir interpretando así este versículo esta simplemente tratando de distorsionar
lo que sale en las Escrituras. En segundo lugar, tiene problemas con lo que Pablo
ha estado enseñando en Romanos pues no es la circuncisión externa sino la
circuncisión interna del corazón la que nos hace verdaderos creyentes (Rom 2:25-
29) Esta interpretación de estos dos versículos confunde la doble naturaleza que
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tenía el pacto de Abraham y como esto se relaciona con los dos pactos
establecidos en las Escrituras que está muy bien explicado en Gálatas 4:21-31
Díganme, los que desean estar bajo la ley, ¿no oyen a la ley? Porque está escrito
que Abraham tuvo dos hijos, uno de la sierva y otro de la libre. Pero el hijo de la
sierva nació según la carne, y el hijo de la libre por medio de la promesa. Esto
contiene una alegoría, pues estas mujeres son dos pactos. Uno procede del monte
Sinaí que engendra hijos para ser esclavos; este es Agar. Ahora bien, Agar es el
monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, porque ella está en
esclavitud con sus hijos. Pero la Jerusalén de arriba es libre; esta es nuestra
madre. Porque escrito está: «Regocíjate, oh estéril, la que no concibes; Prorrumpe
y clama, tú que no tienes dolores de parto, Porque más son los hijos de la
desolada, Que de la que tiene marido» Y ustedes, hermanos, como Isaac, son
hijos de la promesa. Pero así como entonces el que nació según la
carne persiguió al que nació según el Espíritu, así también sucede ahora. Pero,
¿qué dice la Escritura? «Echa fuera a la sierva y a su hijo, Pues el hijo de la sierva
no será heredero con el hijo de la libre». Así que, hermanos, no somos hijos de la
sierva, sino de la libre
Pablo con esto está señalando las dos naturalezas del pacto Abrahamico en
donde había promesas para la descendencia físicas de Abraham que se
cumplieron el Antiguo pacto como la tierra, la descendencia y la bendición (Josué
21:43-45) Pero también estaban las promesas a la descendencia espiritual de
Abraham que se cumplieron en el Nuevo pacto en Cristo que tenían que ver con
una tierra celestial, una descendencia y bendición espiritual (Gal 3:29) Por lo tanto
el punto de Pablo es mostrar como Abraham es padre de los gentiles
(incircuncisos) como de los judíos (circuncidados) Por tanto solo aquellos que
confían en Cristo y se arrepienten de sus pecados son aquellos que pertenecen al
nuevo pacto. Aquellos que han nacido de nuevo son aquellos que son justificados
e hijos espirituales de Abraham por la fe. ¿Es el Dios de las Escrituras tu Dios?
¿Tienen una relación con este Dios soberano y poderoso que las Escrituras nos
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muestran? ¿Dependes de su gracia cada día? ¿Ya has nacido de nuevo? ¿Estás
seguro que eres parte del nuevo pacto?
Después que Pablo responde y desarrolla las dos preguntas anteriores ahora tiene
en mente la tercera pregunta que hizo en Romanos 3:31 ¿Anulamos entonces la
ley por medio de la fe? Comienza a responderlas en desde los versículos 13 al
17.
De estos versículos podemos ver 3 cosas. En primer lugar, que la promesa fue
hecha por la fe y no por la ley. Los judíos argumentaban que Abraham había
recibido su promesa por medio de la obediencia de la ley sin embargo Pablo nos
muestra que no fue así, sino que fue por la fe. O sea que cuando Dios le dijo a
Abraham que sería una gran bendición al mundo no lo hizo por la ley sino por la fe
que él puso en la promesa. Gálatas 3:6-9
Así Abraham creyó a Dios y le fue contado como justicia. Por tanto, sepan que los
que son de fe, estos son hijos de Abraham. La Escritura, previendo que Dios
justificaría a los gentiles por la fe, anunció de antemano las buenas nuevas a
Abraham, diciendo: «En ti serán benditas todas las naciones». Así que, los que
son de la fe son bendecidos con Abraham, el creyente.
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En segundo lugar, si la promesa era por medio de la ley entonces no sirve de
nada la fe. Pablo hace el ejercicio de imaginarse que la promesa de Dios hubiera
sido por cumplir la ley entonces lo que sucedería es que la promesa nunca podría
cumplirse porque nadie puede cumplir la ley y por tanto la promesa jamás se
podría cumplir. Luego comenta respecto a lo que la ley produce y nos dice que la
ley produce ira. Pero cuando alguien conociendo la ley peca contra ella esto
produce transgresión y por tanto ira de Dios y como la ley fue dada a los judíos
ellos merecen la ira de Dios.
En tercer lugar, tenía que ser por fe para que sea por gracia. Pablo nos
muestra que la promesa tenía que ser por fe para que sea por gracia porque de lo
contrario toda esta promesa solo se limitaría a los de la ley (judíos) y no a las otras
naciones (gentiles) Pero ya se nos ha demostrado que no es así, sino que
Abraham es padre de todos ya sean judíos o gentiles porque toda la promesa fue
por la fe. Luego que Pablo responde la pregunta ahora nos muestra en los
versículos 18 al 22 una especie de conclusión respecto a la fe que sostuvo a
Abraham frente a las dificultades.
Este versículo nos muestra 2 cosas. En primer lugar, Abraham tuvo esperanza
en la promesa de Dios. Abraham creyó en la esperanza de Dios contra la
esperanza humana de que debido a la edad que él ya tenía (100 años) y Sara era
estéril además de la edad que tenía (90 años) era humanamente imposible creer
que ella podría tener hijos. ¿Pero que lo mantuvo firme a Abraham? La promesa
de Dios de “Así será tu descendencia”. Ahora es cierto que no siempre
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comprendieron bien la promesa de Dios, pero a pesar de eso Abraham se
sostenía en la promesa de Dios.
Estos versículos les enseñaban a los hermanos de Roma como a nosotros que la
ley y la fe trabajan juntos en el propósito de Dios. Pero específicamente nos
enseñan en primer lugar que la ley justa santa y buena y útil para nosotros en
la actualidad. Hay cristianos en la actualidad que la ley moral de Dios no sigue
vigente pero la teología reformada siempre ha sostenido que la ley de Dios es
buena y tiene 3 usos. El primer uso de la ley es que la predicación de ella ayuda a
conocer el pecado (Rom 7:7) Cuando a las personas se le habla acerca de la ley
de Dios ellas pueden conocer cuál es el estándar de Dios. Ciertamente las
personas tienen una intuición acerca de la ley de Dios, pero no es hasta que se les
expone que ellos saben acerca de lo que Dios dice al respecto. Por ejemplo, yo he
conversado muchas veces con personas que conviven y piensan que no hay
ningún problema con eso, pero les explico que Dios llama “fornicación” al estilo de
vida pecaminoso que ellos viven y les explico la ley de Dios. El segundo uso de la
ley es porque ella sirve para frenar el pecado y advertir cuales son las
consecuencias de ello. Es cierto que las personas pueden ignorar nuestras
predicaciones acerca del pecado y las consecuencias de ello, pero también es
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cierto que los que llegan a creer en el evangelio es por medio de la predicación de
la ley, así como también los que llegan a odiar el evangelio es debido a la
predicación de la ley sus advertencias. Por ejemplo, piensa en el sermón de Pedro
¿Acaso no les confronto directamente con su pecado diciéndoles que eran
culpables y que recibirían su castigo si no se arrepienten? ¿Y qué paso? Muchos
creyeron y se arrepintieron. O piensa en el caso de Esteban ¿No acaso les
predico acerca de la maldad de sus corazones? ¿Y qué paso? Pues lo mataron
porque no podían tolerar la verdad, así como muchos al no tolerar el evangelio los
persiguen y los matan. Por tanto, la predicación de la ley ayuda a mucho e incluso
en ocasiones ayudara a mejor las leyes civiles para que se eliminen pecados que
son aceptados por todos. El tercer uso de la ley tiene que ver que ella funciona
como un espejo para los cristianos. Ella nos muestra lo pecadores que somos, lo
incapaces que somos de cumplir el estándar de Dios y la necesidad que tenemos
de ir a Cristo en cada ocasión. Ella es un instrumento de Dios para nuestra
santificación. ¿Acaso no deberíamos decir como David “Cuanto amo yo tu ley”?
¿Tenemos esta visión bíblica acerca de la ley o estamos influenciados por la idea
de que la ley es algo negativo?
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bien? ¿Dijo Dios que estaría con nosotros hasta el fin del mundo? ¿Dijo Dios que
ha vencido a la muerte y al pecado? ¿Dijo Dios que volvería por segunda vez?
Debes creer y fortalecerte por medio de las promesas de Dios en vida.
Pablo aquí nos dice que lo que fue escrito no fue simplemente por Abraham sino
también para nosotros los hermanos en Roma y obviamente para nosotros que
somos cristianos hoy y leemos esta carta. Porque a nosotros también nos ha sido
contada nuestra fe como justicia, o sea nosotros hemos sido justificados tal como
Abraham fue justificado por creer en la promesa de Dios. Pero nosotros tenemos
mucho más claro cuál ha sido esa promesa de Dios y es que Cristo fue entregado
por nuestras transgresiones y resucitado para nuestra justificación. ¿No es esto
maravilloso?
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