Fabricio Tarifa
Fabricio Tarifa
Fabricio Tarifa
- Año 2017-
1
“Antioxidantes naturales como aditivos
alternativos en alimento de pollo
parrillero: Impacto sobre el crecimiento
y el desarrollo “
Tribunal Examinador
Calificación: …………………………………….
Fecha: …………………………
2
INDICE
RESUMEN ............................................................................................................. 4
Introducción.- ......................................................................................................... 5
Resultados.- .......................................................................................................... 18
Vísceras.- ........................................................................................................... 22
Discusión.- ............................................................................................................ 25
Bibliografía.-......................................................................................................... 33
Anexos.- ................................................................................................................ 48
Agradecimientos.-................................................................................................. 50
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RESUMEN
Durante la cría de pollos parrilleros surgen problemas relacionados con la salud y la
productividad de los animales, actualmente controlados mediante el uso de antibióticos
(promotores de crecimiento) y antioxidantes de origen sintético incorporados como
suplementos alimenticios. En los últimos años surgió evidencia sobre los peligros de usar estos
compuestos en alimentos para consumo humano, causando que varios países actualizaran su
legislación para restringir o prohibir su uso y se creen nuevas ramas de investigación para
encontrar alternativas menos controversiales. Algunos de los compuestos que han comenzado
a estudiarse como potencial alternativa son de origen botánico, los llamados aditivos
alimenticios fitógenicos (AAF). Presentan ciertas ventajas: son generalmente biodegradables,
pueden poseer más de una propiedad (antioxidante, antibiótico, étc.) y actuar de manera
sinérgica. En este estudio se adicionó timol (THY) al alimento base de las aves (efecto
antibiótico/antioxidante), una mezcla 1:1 de alfa-tocoferol:palmitato de ascorbilo (TOPA)
(efecto antioxidante) y una mezcla 1:1 de ambos (TOTHY) como suplementos naturales para
comparar sus efectos con los grupos control (CON), promotor de crecimiento sintético
(PROM), antioxidante sintético (BHT) y una mezcla de estos últimos (PROM+BHT). Se asignaron
aleatoriamente a cada tratamiento 160 pollos, separados en 4 corrales de 40 individuos cada
uno y se registró el peso individual de manera semanal. En función de estos datos se
determinó la ganancia de peso, la tasa de crecimiento y la tasa de conversión de alimento a
peso vivo. También se registró el consumo de alimento, determinando luego el consumo de
alimento semanal (CAS) y total (CAT). A los 35 días se revisaron todas las aves para registrar el
estado de lesiones en tarso y garras. Luego de la faena, se pesaron 50 vasos y 50 hígados por
tratamiento. Las diferencias significativas se evaluaron mediante análisis de la varianza para
muestras repetidas y análisis de la varianza unifactorial. Los resultados evidenciaron que los
suplementos dietarios no modifican la ingesta de alimento ni la tasa de conversión de alimento
a carne. La ganancia de peso y tasa de crecimiento fueron menores para los grupos control y
TOPA respecto a todos los tratamientos suplementados. Los análisis realizados sobre datos de
vísceras arrojaron datos dispares entre ambos órganos, mientras que en hígado no se
evidenciaron efectos de los suplementos, los bazos pertenecientes a los animales
suplementados con timol (THY y TOTHY) fueron significativamente más livianos que los
tratamientos CON y TOPA. Estudios más profundos de toxicidad y fisiología son necesarios a
los fines de sugerir libremente el empleo comercial de estos productos.
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Introducción.-
Es altamente reconocido que una buena alimentación es uno de los pilares
fundamentales en el crecimiento y desarrollo de los seres humanos teniendo un
impacto directo sobre la calidad de vida de los individuos (Black et al., 2008; Herbold &
Frates, 2000). La carne de aves de corral es la segunda más consumida a nivel mundial
(Daniel, Cross, Koebnick, & Sinha, 2011; Devine, 2003; Magdelaine, Spiess, &
Valceschini, 2008), con 14kg por persona por año en promedio, pero con un máximo
de 42kg en Oceanía y 38,6kg en América. Nuestro país posee un gran mercado de
productos avícolas, según datos oficiales, tan solo en 2016 se produjeron 1,94 millones
de toneladas de carne aviar (Boletín Avícola, Ministerio de Agroindustria de la Nación,
2016), lo que significa unos 45 kg por persona por año, por lo que nuevos aportes para
mejorar su producción pueden ciertamente resultar de gran importancia tanto a nivel
económico como alimenticio y social. La carne de pollo tiene diversas ventajas con
respecto a las carnes rojas tanto a nivel productivo como nutricional. La tasa de
conversión de alimento, que mide la cantidad de kilogramos de alimento necesario
para producir un kilogramo de peso vivo en los animales, es un buen indicador de los
costos productivos; en el mercado aviar tiene un valor aproximado de 2, mientras que
en carne de cerdo su valor se incrementa a 3 y para la res alcanza un valor de 7. El
menor costo en alimentación permite que la carne de pollo tenga el menor valor de
comercialización, siendo la fuente de proteína animal más accesible, de suma
importancia para personas de bajos recursos económicos y/o en zonas desfavorecidas
donde la incorporación de proteína en la dieta es limitada (Farrel, 2008). También es
importante destacar que la producción avícola es la que causa menor impacto en el
ambiente, particularmente por su menor utilización de agua (Eshel, Shepon, Makov, &
Milo, 2014). Nutricionalmente, posee características que la califica como una opción
más adecuada para una dieta balanceada; la pechuga contiene menos de 3 gramos de
grasa cada 100 gramos de carne, mientras que las carnes rojas poseen entre 5 y 7
gramos (Farrel, 2008). El consumo de carne aviar se asocia a la reducción de sobrepeso
y obesidad, de enfermedades cardiovasculares y de diabetes mellitus tipo 2, además
de ser considerada moderadamente protectora o neutral en riesgo de cáncer
(Marangoni et al., 2015).
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La cría moderna de aves de granja con fines productivos de obtención de carne implica
una gran cantidad de procesos tecnológicos a distintas escalas: genéticos (Deeb &
Cahaner, 2001, 2002), nutricionales (Baião & Lara, 2005; Lee, Everts, Kappert, et al.,
2004; Puvaca et al., 2013), ambientales (Hai, Rong, & Zhang, 2000), que afectan
directamente el crecimiento y desarrollo del animal, y la posterior calidad de sus
productos derivados. El "pollo parrillero" es una variedad del pollo doméstico (Gallus
gallus) que ha resultado de un largo proceso de reproducción selectiva, que modificó
durante décadas características importantes de estas aves para mejorar la tasa de
crecimiento y el desarrollo de determinados músculos con fines productivos (Hunton,
2006). De acuerdo a Zuidhof (2014), entre 1957 y 2005, el crecimiento del ave se
incrementó un 400%, con una consecuente reducción de la tasa de conversión del
alimento en un 50%, lo que se traduce en una tasa compuesta anual de crecimiento de
un 3,3%. También señala que el crecimiento potencial de los músculos del pecho se
incrementó significativamente derivando en una producción 33,5% mayor en el
músculo menor y 82% en el músculo mayor, mientras que el de grasa abdominal
disminuyó. Estos cambios alcanzados tienen un impacto social directo. Por ejemplo
entre 1960 y 2004 en Estados Unidos el consumo per cápita paso de 9,4kg a 39,2kg
(USDA, Economic Research Service, 2014) y en nuestro país se ha observado la misma
tendencia (Boletín Avícola, Ministerio de Agroindustria de la Nación, 2016).
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infecciones o vacunaciones), hipertensión pulmonar, ascitis y coccidiosis (Georgieva,
Koinarski, & Gadjeva, 2006; Papas, 1996). Un contenido alto de peróxidos en el
alimento ha sido asociado a diversas enfermedades y problemáticas en el desarrollo de
las aves y su presencia puede reducir la eficiencia de la alimentación resultando en
rendimientos por debajo de lo óptimo (Cabel, Waldroup, Shermer, & Calabotta, 1988).
Por otro lado, la oxidación de lípidos provoca pérdidas en las propiedades
organolépticas y nutricionales del alimento (Chow, 1980; Karakaya, Bayrak, & Ulusoy,
2011) , como también afecta negativamente la calidad de la carne y la de sus derivados
reduciendo el tiempo máximo que pueden ser almacenadas antes de su consumo, o
"vida útil en góndola" (Brenes et al., 2008; Cortinas et al., 2005). Otra problemática
común, es que las condiciones de humedad y temperatura favorecen el crecimiento de
microorganismos que pueden afectar tanto el bienestar como la productividad del
animal. Los microorganismos patógenos y metabolitos secundarios de algunos de ellos
pueden representar riesgos muy importantes para la salud del animal y para la salud
del consumidor.
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además puede emplearse como herramienta para resolver o paliar algunos de los
problemas asociados durante la cría y posterior procesado de los derivados. La
estrategia más utilizada en la industria alimenticia para combatir las consecuencias del
deterioro oxidativo es la incorporación de compuestos antioxidantes en la preparación
del alimento balanceado como por ej. BHT (butil-hidroxitolueno), BHA
(hidroxibutilanisol) o TBHQ (terbutil hidroquinona) (Biswas, Keshri, & Bisht, 2004;
Jayathilakan, Sharma, Radhakrishna, & Bawa, 2007). Sin embargo, en los últimos años
se ha observado una fuerte tendencia a la búsqueda de compuestos naturales que
permitan una alternativa al uso de los antioxidantes sintéticos mencionados (Sheehy et
al., 1995; Botsoglou, Florou-Paneri, Christaki, Fletouris, & Spais, 2002; Yanishlieva,
Marinova, Gordon, & Raneva, 1999). Esta tendencia ha sido justificada ya que en
determinadas situaciones experimentales los compuestos sintéticos mostraron un
potencial efecto carcinogénico (Chen, Pearson, & Gray, 1992). Por otro lado, otros
compuestos de origen sintético también han sido incluidos en el alimento con el objeto
de reducir la carga microbiana y mejorar el desarrollo de los animales. Estos aditivos
de tipo antibiótico/antimicrobiano son los llamados "promotores de crecimiento",
entre los más empleados podemos mencionar a bambermicina, avilamicina o
efrotomicina. En los últimos 45 años la aditivación con este tipo de compuestos ha sido
una práctica común, sin embargo, hace más de dos décadas se debate acerca del
riesgo del desarrollo de una posible resistencia por parte de organismos patógenos y
en especial porque su uso se da a concentraciones subterapéuticas (Diaz-Sanchez,
D’Souza, Biswas, & Hanning, 2015). Se utilizan aproximadamente 8,1 toneladas de
antibióticos por año en producción animal, (70% para usos no terapéuticos como
promotor de crecimiento y prevención de enfermedades) comparada con 1,3
toneladas que se utilizan en medicina humana (Roe & Pillai, 2003). Desde 2006, rige en
la Unión Europea una prohibición para el uso de antibióticos como promotores de
crecimiento en cría de animales, sin embargo, esa legislación aún no se comparte
totalmente en el resto del mundo (particularmente en Argentina están permitidos
hasta 2018). Recientemente, se han encontrado evidencias de bacterias resistentes a
antibióticos provenientes de la industria avícola (Dhanarani et al., 2009; Furtula et al.,
2010; Olonitola, Fahrenfeld, & Pruden, 2015) demostrando la urgente necesidad de
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restringir su uso o desarrollar nuevas alternativas a estos compuestos promotores del
crecimiento.
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al., 2003, 2004; Luna, Lábaque, Zygadlo, & Marin, 2010; Mirshekar, Dastar, &
Shabanpour, 2009; Young, Stagsted, Jensen, Karlsson, & Henckel, 2003). Se les
atribuyen distintas propiedades como promotoras de la salud y del crecimiento en
pollos. Algunas plantas aromáticas como el orégano, el romero y la salvia, y especias
como la canela reducen la peroxidación de lípidos en aceites y ácidos grasos
(Economou et. al, 1991; Kamel, 1999). Compuestos como timol, eugenol, carvacrol,
curcumina y piperina o extractos de orégano y anís en conjunto con cáscara de naranja
contribuyen al mejoramiento de la salud intestinal mediante el aumento en la
digestibilidad (Kroismayr et al., 2008; Mitsch, Ko, Gabler, Losa, & Zimpernik, 2004) y en
el mantenimiento y mejora de sus tejidos (Jamroz et al., 2003; Kreydiyyeh, Usta, Knio,
Markossian, & Dagher, 2003; Williams & Losa, 2001). Un grupo muy importante de
sustancias consideradas como AAF son los Aceites Esenciales, mezclas complejas de
metabolitos secundarios de plantas, consistentes principalmente en terpenos y
compuestos volátiles de bajo peso molecular. Entre ellos los aceites esenciales de
orégano, anís y cítricos, son capaces de estabilizar el microbioma, reduciendo la
producción de toxinas microbianas (Perid, Miloševid, & Žikid, 2010; Windisch et al.,
2008). Esto reduce la inflamación y, por lo tanto, la producción de proteínas puede ser
asignada al crecimiento y no a la producción de moduladores de inmunidad (Steiner,
2006). También son capaces de reducir la incidencia de infecciones subclínicas
(Brennan, Skinner, Barnum, & Wilson, 2003; George, Quarles, & Fagerberg, 1982;
Snyder & Wostmann, 1987). Aunque el mecanismo preciso de acción de muchos de los
AAF mencionados arriba aún no está resuelto, se han propuesto que en general
modifican la permeabilidad y/o polaridad de membranas, estimulan el sistema
inmune, específicamente la activación de linfocitos, macrófagos y células NK, protegen
la mucosa intestinal de la colonización de bacterias patógenas y/o promueven el
crecimiento de bacterias beneficiosas como Lactobacilli y Bifidobacteria
(Vidanarachchi, Mikkelsen, Sims, Iji, & Choct, 2005; Windisch & Kroismayr, 2007). Los
efectos positivos de los AAF están principalmente relacionados a los constituyentes de
la planta, utilizados naturalmente como protección ante el ataque de insectos y
bacterias, incluyendo fenoles, terpenos, glicósidos, alcaloides, flavonoides y
glucosinolatos (Wenk, 2006), llamados comúnmente compuestos activos (por
participar activamente en la propiedad funcional del aceite esencial o extracto de la
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planta). Cada componente puede tener un diferente mecanismo de acción y, por lo
tanto, podrían trabajar sinérgicamente (Russo, Galletti, Bocchini, & Carnacini, 1998;
Senatore, 1996). Un ejemplo de esto es la relación entre el palmitato de ascorblio y el
α-tocoferol, que al ser utilizados en conjunto se potencian sus propiedades
antioxidantes (Bodoira, Torres, Pierantozzi, & Taticchi, 2015; Kancheva et al., 2014). La
utilización de extractos vegetales es normalmente más efectiva en comparación con la
de hojas, raíces u otras partes de la planta, ya que en los extractos, los compuestos
activos se encuentran mucho más concentrados. Los aceites esenciales o sus
componentes pueden ser incluidos en la dieta generando "alimentos funcionales" ya
que pueden adicionar a un alimento simple propiedades beneficiosas a la salud de
quien las consume, aunque no poseen propiedades nutritivas en sí mismos, y no
corresponden a las oficialmente reconocidas "vitaminas" (Burdock et al., 2006;
Dipplock, A.; Agget, P.; Ashwell, M.; Bornet, F.; Fern, E.; Robertfroid, 1999). Si bien los
aceites esenciales poseen una alta concentración de compuestos activos, el
aislamiento de sus compuestos permite una identificación de sus efectos particulares
observados y una reducción en el volumen de aditivo utilizado, facilitando su uso en
alimentación. Por ejemplo, el timol es uno de los componentes principales del aceite
esencial de orégano y de tomillo, entre otras hierbas mediterráneas, ha sido
catalogado como GRAS y se encuentra disponible comercialmente. El timol pude
resultar de gran interés en la producción avícola debido a sus importantes propiedades
antioxidantes (Luna et al., 2010; Ündeǧer, Başaran, Degen, & Başaran, 2009),
antifúngicas (Ahmad, Khan, Yousuf, Khan, & Manzoor, 2010) y antimicrobianas
(Dorman & Deans, 2000; Palaniappan & Holley, 2010; Zarrini, Delgosha, Moghaddam,
& Shahverdi, 2010). Se han publicado estudios que indican potenciales efectos
beneficiosos del timol en la ganancia de peso y en la conversión de alimento
(Hashemipour, Khaksar, Rubio, Veldkamp, & van Krimpen, 2016; Tiihonen et al., 2010).
Esto sugiere beneficios en términos de producción animal y por lo tanto, su aplicación
en la dieta representaría un método práctico y económicamente viable de mejorar el
rendimiento y potencialmente también la calidad de vida de las aves, además de la
calidad de sus productos .
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El presente estudio propone evaluar los efectos del suplemento de la dieta de pollos
parrilleros con productos naturales con propiedades antioxidantes y antimicrobianas
durante el crecimiento de las aves como posibles alternativas naturales a los aditivos
sintéticos antioxidantes y antibióticos cuyo empleo ha sido objeto de controversia en
los últimos años. De esta manera se busca una mejora en el rendimiento de los
animales y sus productos, con una opción viable, de origen natural y económicamente
viable para los productores. El empleo de este tipo de compuestos incluso puede llevar
a mejoras en el bienestar animal ya que una mejora en la funcionalidad biológica de las
aves lleva a un mejor estado de salud, mayor energía para realizar comportamientos y
en particular, debido a que el timol ha sido asociado a cambios positivos en la actividad
GABAérgica (García, Bujons, Vale, & Suñol, 2006; García, Vendrell, Galofré, & Suñol,
2008) y en la expresión de comportamiento de miedo en situaciones de estrés agudo
(Lábaque, Kembro, Luna, & Marin, 2013) podría minimizar los efectos de estresores
inevitables durante la cría. Considerando el marco teórico presentado, se plantea la
hipótesis de que la adición de suplementos naturales/timol y alfa tocoferol-palmitato
de ascorbilo en el alimento del pollo parrillero modifica los parámetros de crecimiento
y bienestar animal del ave.
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Objetivo General:
Evaluar integralmente los efectos de la suplementación dietaria con productos
naturales bioactivos en pollos parrilleros destinados a la producción de carne. El
objetivo final es contribuir al desarrollo de nuevas opciones de suplementos
alimentarios que permitan mejorar la funcionalidad biológica de las aves llevando a
mejoras en el bienestar de las aves durante la cría, en su productividad y en la calidad
de productos.
Objetivos Específicos:
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Materiales y Métodos.-
Para el desarrollo de este trabajo se emplearon aves de la especie Gallus gallus (pollos
domésticos de la cepa productora de carne de la variedad Cobb-500) y materia prima
para la preparación del alimento balanceado comercial proporcionados por la empresa
INDACOR S.A. La cría de las aves se realizó desde el primer día de edad en las
instalaciones de la empresa donde se empleó un procedimiento de manejo de tipo
granja abierta empleado rutinariamente para las aves de estas características (Marin &
Jones, 1999, 2000). Para la absorción de humedad de las deposiciones de las aves se
empleó cáscara de arroz que fue mantenido durante los 42 días de estudio.
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de palmitato de ascorbilo/kg alimento balanceado). El alimento para cada tratamiento
fue preparado en la planta de fabricación de alimento balanceado de la empresa
INDACOR S.A.. Para incorporar los suplementos, se prepararon diluciones de éstos en
aceite de soja crudo (2L) que habitualmente se emplea para la preparación del
balanceado comercial. Dicha solución fue incorporada en el alimento mediante el uso
de un pulverizador de tipo "spray" que incorporaba la solución en el interior de la
mezcladora sobre el alimento en polvo a lo largo de 5 min para asegurar la distribución
homogénea del suplemento. El pollo parrillero consume alimentos con diferentes
características durante su ciclo de vida, que le permiten una mejor digestión y
absorción de los nutrientes de acuerdo a su estado de desarrollo, por lo tanto, para
poder incorporar los suplementos a la dieta desde el primero y hasta los 42 días de
edad, fue necesario preparar tres tipos de alimentos balanceados por tratamiento
(VER ANEXO 1: COMPOSICIÓN DE ALIMENTOS): Pre-Iniciador (de 0 a 11 días de edad),
Iniciador (de 12 a 27 días de edad) y Terminador (de 28 a 42 días de edad).
Asignación de las aves a cada tratamiento: Luego del arribo de los pollitos recién
nacidos a la granja (menos de 1 día de edad), las aves fueron pesadas y un total de
1120 machos con pesos similares (43,35 ± 1,00) gramos fueron asignados
aleatoriamente a 1 de 28 corrales de 2,4m x 1,15m x 1,20m (largo x ancho x alto) (40
animales por corral). Las aves fueron individualizadas mediante la aplicación de una
banda alar. Todas las aves de cada corral fueron asignadas al azar a 1 de los 7
tratamientos quedando de este modo un total de 160 pollitos por tratamiento
distribuidos en 4 corrales (réplicas) experimentales (Figura 1). A los 28 días de edad
(cuando ya prácticamente no se observan mortalidades en la cría) el número de
machos de cada corral fue reducido aleatoriamente a 32 individuos. Este número de
aves por corral supone una densidad final de 11,6 aves/m2, lo cual se ajusta a la
densidad de hasta 12 animales/m2 sugerida en las guías de manejo del pollo de
engorde (Cobb, 2013).
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Figura 1: Esquema de distribución de corrales. El color de cada número de corral indica el
tratamiento asignado. CON (celeste), PROM (marrón), BHT (rosa) PROM+BHT (violeta), THY
(verde), TOPA (naranja) y TOTHY (gris).
Desde el inicio del estudio todas las aves fueron pesadas semanalmente y hasta los 42
días de edad. En función del registro del peso se determinó la ganancia de peso
semanal, la tasa de crecimiento como el peso final relativo al inicial para cada
individuo y la eficiencia de conversión alimento-carne (gramos de alimento por gramo
de peso vivo) como el cociente entre el alimento neto consumido durante un período
de tiempo (estimado por corral) y la ganancia de peso de ese mismo período de
tiempo (determinado por individuo). Para el control del consumo de alimento se
fraccionó el balanceado correspondiente a cada corral en bolsas de 20 kg. El alimento
se administró ad libitum, registrando semanalmente el peso del alimento incorporado
a cada corral. En función de ello se determinó el consumo de alimento semanal y el
total acumulado al final del estudio (CAS y CAT, respectivamente). A los 35 días de vida
se realizó una inspección manual de todos los individuos para determinar visualmente
la calidad de garras. Según el estado de lesiones de tarso (hock burn) y planta
(dermatitis) respectivamente, se clasificaron en una escala (0-4) (VER ANEXO 2:
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ESTADO DE LESIONES) que determina los 3 estados principales (A: Sin lesión (0), B:
Lesiones mínimas (1-2), C: Lesiones de importancia (3-4)), la cual es análoga a la
empleada comercialmente según el grado de deterioro (Welfare Quality ®, 2009). Se
llevó un registro diario de la mortalidad por corral.
A los 43 días de edad, los animales fueron trasladados al frigorífico de INDACOR S.A.
(Juárez Celman, Córdoba) para su sacrificio. Se extrajeron 50 hígados y 50 bazos por
tratamiento inmediatamente luego de la faena de los animales para determinar su
peso.
Análisis Estadísticos
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Resultados.-
Consumo de alimento.-
Figura 2: (a) Alimento promedio consumido semanalmente (media ± E.E.) por individuo.
Distintos colores representan los diferentes tratamientos. (b) Alimento total consumido por
individuo (media ± E.E.) en todo el período experimental. Se distinguen los tratamientos
control (azules) de los suplementados (verde, naranja y gris).
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Ganancia de peso.-
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b
b
b
b b
b
a a
Figura 3: Ganancia de peso en función de la edad de los animales (media ± E.E.). a) Durante
todo el tratamiento. b) Día 42. Distintos colores representan los diferentes tratamientos.
Letras distintas entre las columnas indican diferencias significativas (P≤0,05)
Tasa de crecimiento.-
Dado que el peso inicial fue el mismo en todos los tratamientos, la tasa de crecimiento
presentó el mismo comportamiento que la ganancia de peso. El análisis mostró una
interacción significativa entre los tratamientos y la edad de los animales. El análisis a
posteriori mostró un resultado similar al obtenido en ganancia de peso, presentando
todos los grupos suplementados excepto TOPA, una tasa de crecimiento
significativamente superior al grupo control (P≤0,05).
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(2,3 ± 0,2). En promedio, la tasa de conversión neta obtenido fue de 1,71 kg de
alimento por kg de peso vivo (Fig. 5).
Figura 4: Tasa de conversión (media ± E.E.) para los 7, 14, 21, 28, 35 y 42 días de edad.
Distintos colores representan los diferentes tratamientos.
Figura 5: Tasa de conversión neta (media ± E.E.) para el tiempo total del estudio. Se distinguen
los tratamientos control (barras azules) de los suplementados (verde, naranja y gris).
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Vísceras.-
El efecto de los suplementos dietarios sobre el peso de hígado y bazo se muestra en las
figuras 6 y 7 respectivamente, expresados como porcentajes del peso vivo final de
cada tratamiento para facilitar la comparación. Mientras no se observaron efectos
significativos del suplemento dietario sobre el peso de hígados provenientes de los
animales suplementados (P>0,05), el análisis sobre el peso relativo del bazo mostró
que los suplementos dietarios influencian su desarrollo (P=0,024). Específicamente, los
grupos CON y TOPA presentaron bazos significativamente más pesados que los grupos
suplementados con timol (THY y TOTHY), mientras que los grupos PROM, BHT, y
PROMBHT mostraron valores intermedios.
Figura 6: Peso relativo del hígado con respecto al peso vivo final, expresado como porcentaje
(media ± E.E.). Se distinguen los tratamientos control (barras azules) de los suplementados con
aceites naturales (verde, naranja y gris).
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c
c bc bc
abc
ab
a
Figura 7: Peso relativo del bazo con respecto al peso vivo final, expresado como porcentaje
(media ± E.E.). Se distinguen los tratamientos control (barras azules) de los suplementados con
aceites naturales (verde, naranja y gris). Letras distintas entre las columnas indican diferencias
significativas (P≤0,05)
Calidad de garras.-
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Tabla 1: Estado promedio de lesiones en tarso (hock burn) y planta (dermatitis) de garra
(media ± E.E.).
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Discusión.-
En nuestro estudio, pollos parrilleros de la Cepa Cobb-500 fueron evaluados
empleando PROM, BHT, BHT+PROM, THY, TOTHY, TOPA y CON como tratamientos
experimentales. En todos los grupos se observó un consumo de alimento similar. En la
bibliografía se encuentran estudios donde se evidencia una reducción del consumo
(Brenes & Roura, 2010; Windisch et al., 2008) así como otros donde se ve
incrementado (Al-Kassie, 2009), sin embargo los resultados obtenidos en este
experimento coinciden con los de Khattak (2014) y Amad (2011) donde no se
encuentran diferencias entre los grupos tratados. De acuerdo a recientes estudios, la
inclusión de compuestos fitogénicos tiene el potencial de modificar la ingesta de
alimento por efectos en la palatabilidad de la dieta, ya sea debido a su capacidad de
alterar algunas propiedades del alimento (olor, sabor, textura) o de conservarlas por
más tiempo gracias a sus efectos antioxidantes, dando como resultado un aumento o
disminución de la misma (C. Franz & Windisch, 2010; ; Kroismay et al., 2006; Solá-Orio,
Roura, & Torrallardona, 2011; Yang, Chowdhury, Huo, & Gong, 2015). La ausencia de
diferencias significativas entre los tratamientos permite sugerir que los compuestos
administrados, al menos a las dosis suplementadas, no cambian significativamente la
palatabilidad del alimento ya que no afectan el volumen de ingesta del balanceado.
Sin embargo, está claro que para confirmar dicha hipótesis, sería necesaria
experimentación adicional mediante pruebas de preferencia alimenticia. La ausencia
de diferencias en el consumo de alimentos suplementados con los compuestos
naturales y los sintéticos (que se emplean en la industria avícola en la actualidad),
sustenta la propuesta que los productos naturales evaluados podrían emplearse como
una alternativa viable para el mercado de consumidores que busca evitar el consumo
de sustancias sintéticas.
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Cuando evaluamos la ganancia de peso corporal de las aves durante su
crecimiento, se observó que el peso en los distintos tratamientos fue cambiando a lo
largo de la cría de los animales. En las primeras 5 semanas, las ganancias de peso
observadas fueron similares entre los tratamientos, sin embargo, al finalizar el estudio
(6 semanas de edad) todos los tratamientos a excepción del grupo tratado con TOPA
mostraron mayores pesos corporales con respecto al grupo control sin suplementar.
Como era de esperar, de modo similar a los resultados observados en la ganancia de
peso corporal, la tasa de crecimiento mostró el mismo patrón de resultados. Los
grupos PROM, BHT, BHT+PROM, THY y TOTHY obtuvieron valores en su tasa de
crecimiento significativamente mayores a los grupos CON y TOPA. El efecto de las
diferencias en una edad avanzada puede deberse a una influencia positiva de los
suplementos con actividad antimicrobiana (lo cual excluye al TOPA) sobre las
condiciones sanitarias y en consecuencia del sistema digestivo del pollo (por ej. pH y la
digestibilidad de aminoácidos), las cuales sufren modificaciones a medida que los
animales crecen (Rynsburger, 2009), observándose además que la tasa de conversión
es más alta en las primeras semanas de vida. A partir de los 28 días de edad se empezó
a evidenciar una tendencia numérica a un incremento en el peso corporal de los
animales tratados con los diferentes compuestos y a las 6 semanas de edad (último
pesaje antes de la faena) los grupos PROM, BHT, BHT+PROM, THY y TOTHY mostraron
valores significativamente mayores en su peso final con respecto a los grupos CON y
TOPA. Los individuos de los cinco tratamientos que mostraron el mayor peso corporal
fueron en promedio, un 2,9% más pesados que CON y TOPA. Estos resultados son
similares a los observados por Bozkurt (2009), quien encontró que aves alimentadas
con adición de antibióticos sintéticos o aceite esencial de orégano resultan en una
ganancia de peso significativamente mayor, remarcando el potencial de los
suplementos naturales como alternativa a los sintéticos. Se ha observado que la
administración de compuestos activos de aceites esenciales en las dietas de aves,
como por ejemplo timol, eugenol y piperina indujeron un aumento en la actividad de
las enzimas del tracto digestivo como tripsina, lipasa, amilasa y maltasa (Jang, Ko,
Kang, & Lee, 2007; Lee, Everts, & Beynen, 2004) y también puede observarse una
mejoría en las enzimas del páncreas, el flujo de bilis y la producción de mucosa
intestinal (Engberg, Hedemann, Leser, & Jensen, 2000; Jamroz, Wiliczkiewicz,
26
Wertelecki, Orda, & Skorupi, 2005; Platel and Srinivasan, 2004). Este último efecto
podría influenciar la adhesión de patógenos y ayudar a estabilizar el equilibrio
microbiano en los intestinos del pollo (Jamroz, Wertelecki, Houszka, & Kamel, 2006;
Jang et al., 2002; Lee et al., 2003). Se ha propuesto además que ese tipo de
compuestos naturales contribuyen a la reducción de la viscosidad del quimo y al
incremento tanto en la digestibilidad ileal aparente (IAD) como en la retención
aparente total del tracto (TTAR) de nutrientes (Hashemipour et al., 2016). Todas estas
características que favorecen el funcionamiento del sistema digestivo y el
aprovechamiento de los nutrientes, contribuyen al crecimiento del ave y suelen
además estar relacionadas con una mejoría en la conversión de alimento a peso vivo.
En nuestro caso sólo observamos diferencias significativas en el crecimiento de las
aves. La ausencia de diferencias en la conversión y/o en el consumo de alimento,
podría deberse a que estas variables fueron determinadas registrando el consumo
neto de alimento a nivel de corral y no individualmente por ave, y por lo tanto, los
grados de libertad se ven considerablemente reducidos lo que dificulta la probabilidad
de encontrar diferencias estadísticas entre los grupos. Los compuestos naturales
suplementados podrían además afectar el crecimiento de las aves mejorando su salud.
Por ejemplo, el timol se considera muy efectivo contra organismos productores de
enfermedades como Salmonella y Candida albicans (Ayachi et al., 2009; Cosentino et
al., 1999; Koscova, J., Nemcova, R., Gancarcikova, S., Jonecova, Z., Scirankova, L.,
Bomba & Buleca, 2006). También se ha observado que reduce la presencia de
bacterias como E. coli y C. perfringens al mismo tiempo que estimula la presencia de
microorganismos favorables a la salud como Lactobacilli, que pueden cumplir la
función de probióticos reduciendo así la carga de patógenos en los intestinos por
exclusión competitiva (Hashemipour et al., 2016). La reducción en la cantidad de
microorganismos tiene una doble función, por un lado mejora las condiciones
sanitarias y asegura la salud del animal, facilitando la explotación de su capacidad de
crecimiento, y por el otro minimiza la competencia por los nutrientes entre las aves y
las bacterias que habitan en su tracto digestivo. Lee (2003) sugiere que la eficacia de
los suplementos con efecto antibiótico puede resultar disminuida o incluso anulada
cuando los animales son criados en condiciones óptimas, ya que no responderían de la
misma manera que aquellos criados en ambientes con desafíos sanitarios, donde sus
27
efectos serían más relevantes. El estrés es de este modo otro factor a considerar en la
cría intensiva ya que puede afectar el crecimiento normal de las aves. Bedanova (2007)
y Young (2003) observaron que en dietas conteniendo aceite esencial de orégano,
timol o una mezcla de α-tocoferol y ácido ascórbico, había una influencia positiva en la
reducción del estrés, lo que resultaría en un mayor desarrollo para los animales
suplementados. Sin embargo, la respuesta de los animales a los suplementos dietarios
podría estar afectada por otros factores como por ejemplo el tipo de dieta, la edad, la
higiene, factores ambientales, y la calidad de los compuestos suplementados (N. a
Botsoglou et al., 2002; Jang et al., 2002; Ocak et al., 2008). En nuestro estudio se
observa un incremento significativo en el peso final (42 días de edad) en los
tratamientos PROM, BHT, BHT+PROM, THY y TOTHY, con un promedio de 3026g, a
comparación de CON y TOPA con 2941g, es decir, un promedio de85g de peso vivo por
animal. Extrapolando los resultados, solamente en la granja en la que se llevó a cabo el
estudio se crían alrededor de 75.000 pollos por ciclo, lo que resultaría en una
diferencia de 6.375 kilogramos extra de carne por ciclo. Además, si consideramos que
el peso del tratamiento CON es el peso final de faena esperado, los tratamientos
suplementados alcanzarían este peso alrededor de 1,2 días antes, lo cual representaría
un ahorro de alrededor de 13,5 toneladas de alimento sólo para esa granja lo que
resalta la relevancia práctica, económica e incluso ambiental de mantener una
suplementación dietaria con compuestos de tipo antioxidantes/antimicrobianos. Si
además esta suplementación se aplicara con compuestos naturales y seguros, se
podrían brindar múltiples beneficios a los productores.
28
composición de la dieta y las condiciones ambientales de los estudios, de esta manera
afirma que pollos parrilleros criados en un lugar limpio, bien alimentados, con
ingredientes altamente digeribles, pueden conducir a la no visualización de los
potenciales efectos de los suplementos dietarios ya que las aves están en un ambiente
que podría considerarse "óptimo" a los efectos productivos. Por otro lado, podría ser
posible explicar la similitud en los valores como consecuencia de la dificultad para el
registro de las variables que se toman para el cálculo del valor de la tasa. Por ej., uno
de los inconvenientes (o errores) asociados a su determinación es que el alimento
colocado en cada comedero no es consumido en su totalidad, ya que las aves, al
alimentarse, producen "desperdicios" debido a que parte del alimento queda
esparcido en la cama (Skinner-Noble, D. O., & Teeter, 2004; Warren, 1953). Además,
como afirman Leenstra & Pit (1987), realizar correctamente las mediciones de toda la
población es prácticamente imposible, por lo que suele realizarse en una fracción de la
población. En nuestro estudio, el cálculo se basó en los datos de toda la población
experimental, pero mientras la ganancia de peso se registró individualmente, para el
consumo de alimento se utilizó un valor promedio obtenido para cada corral, lo que
reduce la potencia para el análisis estadístico. Un aumento en el número de aves
podría contribuir a reducir el error de las comparaciones, aunque en futuros
experimentos no se descarta un nuevo diseño experimental que permita obtener
datos más precisos. Una forma es la planteada por (Pym & Nicholls, 1979; Pym et al.,
1984), quienes afirman que con una suficiente cantidad de corrales es posible medir la
tasa de conversión de cada individuo, aunque demandaría un esfuerzo y espacio
excesivamente grandes para una población relativamente numerosa. Siguiendo la idea
pero sin recurrir al extremo de construir corrales individuales (que además incluiría
otro tipo de problemas relacionados al bienestar animal, aislación social, reducción de
espacio disponible, representatividad de las condiciones reales, etc.), sería posible
mejorar la toma de datos y el análisis posterior mediante la reducción en la cantidad
de animales por habitáculo, buscando un equilibrio entre las posibilidades prácticas
para la realización del experimento y la máxima precisión posible de las mediciones
(maximización de la potencia estadística).
29
Con los datos obtenidos post mortem, pudimos observar que las dietas pueden
influenciar de manera diferente a los órganos internos de las aves; mientras el peso del
hígado no presentó cambios significativos según el tratamiento (P=0,24), el bazo
mostró un incremento en su peso dependiendo del suplemento incorporado en la
dieta (P=0,024). El hígado es un órgano vital con diversas funciones metabólicas,
digestivas y productivas, entre ellas eliminar toxinas que circulan por la sangre del
animal. Un aumento en la actividad hepática, reflejado en un aumento del peso del
hígado, es considerado un indicador del grado de toxicidad en el organismo pudiendo
además ser síntoma de enfermedades (Mcmullin, 2004). Autores que utilizan
productos fitogénicos como Hernandez (2004) (con aceite esencial de orégano, canela
y pimienta y extracto de salvia, tomillo y romero), Cabuk (2006) (con una mezcla de
aceites esenciales que incluye el de orégano), Sarica (2005) (con polvo comercial de
tomillo y polvo comercial de ajo) y Demir (2008) (con polvo comercial de orégano, de
ajo, de tomillo y otros con alto contenido de fructo-oligosacáridos y componentes de
Ovillaia saponaria) no observaron diferencias significativas en el peso dehígados de
pollos con dietas suplementadas respecto a un control sin suplemento. Coincidentes
con los resultados obtenidos en este estudio, Lee (2003) y Lee (2004) no encuentran
diferencias significativas entre tratamientos suplementados y el control al utilizar
timol, cinamaldehído o una mezcla comercial de aceites esenciales que incluye timol
entre sus compuestos activos. Por lo tanto, los resultados encontrados en nuestro
trabajo se consideran positivos, ya que indicaría que las dosis de compuestos activos
utilizadas no inducen un perjuicio superficial aparente en el funcionamiento normal
hepático. Considerando el otro órgano estudiado, el bazo tiene un importante rol en el
sistema inmune, con actividad linfoide, su tamaño está muy relacionado con la
respuesta del ave a diferentes patógenos que afecten su organismo. Un bazo que
padece hipertrofia puede indicar infección, presentar inflamación (aumento de peso) o
ser signo de diversas enfermedades entre las que se puede mencionar la salmonelosis
(de gran importancia sanitaria e industrial) (Hashemipour, Kermanshahi, Golian, &
Veldkamp, 2013; McMullin, 2004). Mejorar el sistema inmune en los animales de
criadero es primordial y se ha propuesto que los aceites esenciales pueden contribuir
como estimulantes del sistema inmune (Acamovic & Brooker, 2005). Un animal
enfermo puede ocasionar contagios, resultando en alertas para la salud humana,
30
reduce su consumo y conversión de alimento y en consecuencia pérdidas en la
productividad. En nuestro estudio, el grupo suplementado con timol fue el único que
presentó un peso del bazo reducido con respecto a todos los demás tratamientos
(incluso el grupo TOTHY). Esto podría atribuirse a las mencionadas propiedades
antimicrobianas que presenta el timol. Los resultados podrían sugerir que se requiere
una concentración mínima de suplemento ya que los efectos se hicieron evidentes
cuando el timol fue incorporado a dosis de 200 mg/kg en el grupo timol, y no se
observaron cuando fue incorporado en mezclas 1:1 con TOPA (sólo 100 mg/kg de
timol). Si bien el hecho de encontrar un bazo menos pesado en el grupo suplementado
con THY no implica directamente un mejor estado inmunológico per se, pone en
evidencia la necesidad de continuar con estudios en esta línea para determinar cuáles
son las posibles causas y consecuencias de ello. Para lo cual también debería tenerse
en cuenta la posibilidad de que el aumento en las concentraciones de timol
suplementado puede llevar a un incremento en el timol defecado sin sufrir
alteraciones en su estructura molecular (que pudieren alterar su actividad
antimicrobiana), lo cual podría recaer en un beneficio en las condiciones sanitarias en
el ambiente de inmediato contacto con los animales. En codornices se han realizado
estudios con mayores dosis (Fernandez et al., 2017a) sin que esto genere un
compromiso en las funciones de órganos clave como el hígado (Fernandez et al., 2016),
mostrando efectos protectivos sobre el alimento, reflejado en una mejor conservación
de la composición de ácidos grasos del balanceado suplementado respecto al control
(Fernandez et al., 2017b). Con respecto a las condiciones sanitarias, y como propuesta
para un estudio posterior, sería de interés realizar un análisis microbiológico de las
camas y/o heces, que son la principal fuente de agentes patógenos a los que está
expuesto el animal y pueden ocasionar problemas de salud que impactan
directamente tanto en la productividad del ave como en los productos finales. Uno de
esos problemas son las lesiones en las garras, que disminuyen el valor comercial del
producto y perjudica el bienestar del ave. En nuestro trabajo, se realizó una primera
exploración del estado de garras y tarsos de las aves. Se observó una gran incidencia
de lesiones, 53% de las aves presentaban algún daño tisular en el tarso y el 85% en la
planta. No se encontró una correlación entre los diferentes suplementos dietarios, las
lesiones que presentaban los animales en tarsos y el grado de dermatitis en todos los
31
casos presentaron un estado B, es decir, presencia de lesiones de grado mínimo. Estos
resultados sugieren que los compuestos naturales utilizados no modifican
significativamente las condiciones de la cama relacionadas a las lesiones dérmicas en
garra.
Por último, los resultados sugieren que en las condiciones en las que se realizó el
estudio, los suplementos naturales propuestos no poseen características
organolépticas negativas para el ave ya que no se observaron cambios en el consumo
de alimento. En resumen, si además de los resultados positivos observados en el
presente estudio consideramos que el timol: a) ha sido declarado como “Generally
recognized as safe” por la Food and Drug Administration (Burdock et al., 2006), lo cual
implica que su uso en la industria alimenticia es seguro; b) que hay estudios que
demuestran que el timol no presenta neurotoxicidad o incluso tiene actividad
neuroprotectora o antiestrés (Delgado-Marin et al., 2017; García et al., 2006; Lábaque
et al., 2013), a contramano del BHT cuyo uso es controvertido, con restricciones o
incluso prohibiciones de uso en numerosos países, c) ha mostrado ser un antioxidante
eficiente retrasando el deterioro de la carne, la calidad y tipo de ácidos grasos e
incluso, la tasa de nacimiento de las aves (Fernandez et al., 2017; Luna, Dambolena,
Zygadlo, Marin, & Labaque, 2012; Luna et al., 2010)) y c) el timol es un producto de
alta disponibilidad comercial y a un precio comparable al BHT, podemos concluir que el
empleo de timol como suplemento dietario en la dieta de pollos parrilleros en
reemplazo del antioxidante BHT o de los promotores de crecimiento de tipo
antibióticos podría ser una opción de tipo "natural" para ser implementada en la
industria avícola en la búsqueda de mejoras no sólo en el crecimiento de las aves sino
además, en la calidad de sus productos.
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Anexos.-
1. Composición de alimentos
COMPOSICIÓN ALIMENTO POLLO PARRILLERO (kg %)
COMPONENTE PRE- INICIADOR INICIADOR TERMINADOR
Lisina 0,22 0,24 0,22
Conchilla - 0,49 0,6
Cloruro de colina al 75 % parrillero 0,07 0,07 0,07
Harina de carne 4,75 - 1,75
Sal entrefina lavada y seca 0,32 0,32 0,3
Nucleo mineral parrillero 0,15 0,15 0,1
Metionina al 88% (liq.) 0,55 0,47 0,365
Treonina 0,12 0,1 0,07
Nucleo vitaminico parrillero 0,15 0,12 0,1
Acidificante (a base de lactato de Na) 0,1 0,15 0,2
Proteasa bacterial (prescindible) 0,025 0,025 0,025
SECUESTRANTE (silicato de Al) 0,2 0,3 0,3
Fitasa 0,01 0,01 0,01
Pellets de soja 34,3 26,6 17,25
Aceite soja crudo 2,5 2,5 1,95
Soja 8,8 13 13
Maiz 47,6 51,2 61,665
Emulsionante (ej. Volamel miscela) 0,25 0,25 0,025
Harina de plumas - 1,5 1,5
Harina de sangre - 0,5
48
2. Estado de lesiones en garra
49
Agradecimientos.-
A Raúl, que me abrió las puertas del laboratorio sin dudarlo y me brindó todo lo que un
profesor, un guía y un amigo pueden brindar.
Al Agus, que me recibió como tesinista sin siquiera conocerme y me trató siempre
como un igual. Trabajamos, renegamos y festejamos juntos, par a par.
A los pibes y las chicas de la facu, que nunca dejaron de estar, aun cuando yo no
estaba.
A las chicas de foto, que me alegran la vida cada vez que las veo.
A mis viejos, que las palabras no alcanzan para expresar el amor y la gratitud infinitos
que siento hacia ellos. Papi, mami, esto es para ustedes.
A mi yeya Berta, la mejor persona que tuve el placer de conocer en este mundo.
A todos los seres maravillosos que conocí en esta provincia y me abrieron la cabeza y
el corazón para siempre. Me enseñaron tantas cosas, que nunca volveré a ser el
mismo.
Gracias.
50