Temas Semana 2 - Venciendo Leones Con Mi Mismo - 2017
Temas Semana 2 - Venciendo Leones Con Mi Mismo - 2017
Temas Semana 2 - Venciendo Leones Con Mi Mismo - 2017
SEMANA 2
DIA 8: - LA ORACION RESTAURA NUESTRAS VIDAS
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia
y hallar gracia para el oportuno socorro.” (Hebreos 4:16)
Dios tiene secretos, los cuales revela a sus hijos; uno de ellos es la oración.
Con ella podemos ver y realizar maravillas, y milagros; podemos obtener el descanso y
la paz para nuestras almas; podemos cambiar los imposibles y recibir el bien que Dios
desea darnos.
No importa que situación estemos pasando; por difícil que sea, sin importar qué
profundidad tenga, si hacemos de la oración nuestra herramienta para cambiar,
restaurar, y sanar, todo será diferente. En las manos de Dios hay esperanza para todo
y para todos.
APLICACIÓN TEOTERÁPICA
Por eso, el Señor nos invita a buscarlo, como nos enseña Isaías 55:6 “Buscad a
Jehová mientras pueda ser hallado, llamadle en tanto esta cercano.”
“Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la
grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán
a ser como blanca lana.” (Isaías 1:18)
Cuando pecamos, nos sentimos sucios, manchados y muchas veces pensamos que
estas manchas serán permanentes. La verdad sólo Dios puede quitarlas de nosotros, al
igual que como lo prometió a los israelitas. No tenemos porque ir por la vida sucios y
manchados para siempre.
Recordemos como Dios restauró la vida de Pedro. Este singular hombre pasó por
difíciles momentos, que a ninguno le gustaría vivir, como producto de su carácter
impulsivo, emocional e inestable; negó tres veces al Señor. ¿Cómo se sintió Pedro con
Dios y consigo mismo? Posiblemente creyó que no tenía perdón de Dios y que había
sido desechado para servirle.
Cuando Jesús resucitó, un ángel del Señor dijo a las primeras mujeres que
presenciaron el acontecimiento: “…decid a sus discípulos (entre ellos Pedro) que ha
resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros…” (Mateo 28:7). Jesús le
envió un mensaje personal. Con esto le estaba diciendo que su amor por él no había
cambiado, que le perdonaba y que aún formaba parte de sus planes.
APLICACIÓN TEOTERÁPICA
Quizás hoy podemos sentirnos derrotados como Pedro, pero a través de la oración
encontraremos el mejor método para que Dios restaure nuestra vida, y podamos
experimentar el perdón, la sanidad y la victoria total en nuestro ser.
Los seres humanos somos propensos a caer en el error de creer que por nuestro nivel
de educación, logros personales, o campo de desarrollo social, merecemos
reconocimiento por lo que hagamos, viviendo en función de recibir el halago y honra de
los demás.
Pedro nos exhorta a que sin importar la circunstancia que vivamos en el presente,
asumamos una actitud de humildad, esperando del Señor el tiempo de
reconocimientos, exaltación y recompensa.
Dios está en nuestra vida justamente para hacernos saber que sin Él no somos nada;
debemos reconocer que Él está siempre ahí “listo para ayudarnos”. La humildad
desafortunadamente no adorna la vida de la mayoría de las personas; por lo tanto, nos
es difícil reconocer y aceptar el amoroso cuidado de Dios.
APLICACIÓN TEOTERÁPICA
Ver esta actitud de Dios hacia mí y hacia las situaciones que vivo, me debe llevar a
tomar acciones claras de cambio; dejar la pasividad y el conformismo de creer que:
“Soy así, y ya no puedo cambiar”, “yo soy así y así me quedo”.
Al tener una clara visión de quiénes somos y de lo qué somos para Dios, viviremos una
vida de sujeción y sostenimiento a la perfecta voluntad de quien controla todas las
circunstancias.
Cuando recibimos a Cristo como Señor y Salvador, nos acogemos a la buena nueva de
no ser ya nosotros los que vivimos, sino que es Jesús el que comienza a vivir nuestra
vida, pero a pesar de conocer esto, no disfrutamos el descanso que Él nos da, y esta
verdad parece diluirse, comenzando entonces a vivir situaciones de estrés y
desasosiego. (Gálatas 2:20)
Debemos tener claro que por mucho que nos esforcemos NUNCA podremos tener bajo
control TODAS las circunstancias que se presenten en nuestra vida y en la de los que
amamos; a pesar de todo lo que hagamos, siempre hay algo que se sale de nuestras
manos.
El ejemplo más común es el de preocuparnos por nuestros hijos cuando estos salen,
viajan o se enferman; tenemos que asumir que por mucho que los protejamos siempre
estarán expuestos a sufrir algún percance y ésto no debe ser motivo para que la paz
nos abandone. La clave para disfrutar la vida es entender lo que dice 1ra. Pedro 5: 7,
Dios está al mando y tiene cuidado de nosotros.
Hay situaciones, lugares y personas que nos permiten comprender que definitivamente
y sin lugar a otra alternativa necesitamos depender de Dios, entregándole nuestra vida
y familia.
APLICACIÓN TEOTERÁPICA
No debemos caer en la trampa del enemigo y sucumbir a su engaño. Dios solo espera
que nos volvamos a Él para llevar nuestras cargas. Actuemos y no vivamos de forma
pasiva viendo como pasa la vida. Recordemos algo importante: “DEBEMOS
SOMETERNOS NO A LAS CIRCUNSTANCIAS, SINO A QUIEN CONTROLA LAS
CIRCUNSTANCIAS.”
En el Nuevo Testamento, el término más usado al trasmitir bendición viene del vocablo
griego, de donde nacen nuestras palabras elogio y elogiar. Literalmente significa hablar
bien de… o expresar alabanza. Este tipo de bendición consistía en invocar de forma
verbal, el poder de Dios en la vida de otro.
Una bendición es la forma de pedir que el favor divino de Dios repose sobre nosotros.
A través de este pasaje entendemos lo que debe ser una bendición:
APLICACIÓN TEOTERÁPICA
Ser una persona bendita es conocer, sentir y disfrutar de la seguridad que sólo Dios da.
Es la experiencia de sentirnos escogidos, protegidos, valorados y amados por Él.
(Isaías 43:1)
Muy bueno conocer que tenemos un Dios, que está interesado en nuestro bienestar.
Un Padre amoroso, que nos recibe como hijos necesitados, nos abraza, sana nuestras
heridas y enjuga nuestras lágrimas, esperando luego que le sonriamos, llenos de cariño
y gratitud.
Dios cicatriza todas nuestras heridas, mengua nuestro dolor y nos hace ver las
dificultades como verdaderos trampolines hacia la victoria. Todos los seres
humanos necesitan ser tratados por el “médico por excelencia”, presentándose delante
de Él cada día, anhelando su presencia y buscándola incesantemente.
APLICACIÓN TEOTERÁPICA
Tengamos presente, hoy más que nunca, el ver las dificultades como las mejores
oportunidades que nos da Dios, para experimentar que hemos aprendido a depositar
nuestra fe en un Dios poderoso y verdadero, para quien nuestras “gigantescas cargas”
no son más que minúsculos granos de arena.
De esta manera describen las Escrituras a este hombre acaudalado del país de Uz, al
este de Palestina. Sin lugar a dudas, Job era un varón íntegro, que buscaba agradar a
Dios apartándose del mal. Como consecuencia, Dios lo bendecía abundantemente con
todo lo que un hombre pudiera desear: salud, familia, bienes, riquezas, fama y honra.
Sin embargo, un día la aflicción tocó la vida de Job y como todos nosotros, este
hombre también fue pasado por fuego, como se pasa el oro para limpiarlo, purificarlo y
hacerlo más precioso.
Le fue quitado todo aquello que pudiera hacerlo sentir seguro, tranquilo y confiado,
todo aquello por lo cual él se sentía orgulloso. Todo… menos lo único que no le puede
faltar al hombre para vivir, aquello sin lo cual inminentemente morimos, aquel aliento de
vida que puede sostenerle en las más duras condiciones, en las mas insólitas
circunstancias… tenia a Dios, al Omnipotente Dios, al Padre de amor, al Salvador.
Puede ser, que necesitemos aprender que Él es lo único que necesitamos para vivir. Si
en medio de la prueba, nos mantenemos íntegros, no apartamos la mirada del Señor, y
buscamos la respuesta y la salvación en Él, siempre la encontraremos.
APLICACIÓN TEOTERÁPICA