El Poder de Una Buena Actitud

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El poder de una buena actitud

Primeramente leeremos el texto de EFESIOS 4:22-24:


“A que dejéis, cuanto á la pasada manera de vivir; el viejo hombre que está
viciado conforme á los deseos de error; Y á renovarnos en el espíritu de
vuestra mente, Y vestir el nuevo hombre que es criado conforme á Dios en
justicia y en santidad de verdad.”
En estos textos podemos comprender una verdad espiritual muy importante:
El cambio de nuestra vida comienza por renovar nuestra mente. Para dejar
despojarnos del viejo hombre que está viciado, es decir para poder comenzar
a dejar de ser quien éramos y llegar a ser quien Dios quiere que seamos
(necesitamos tener una renovación en nuestra mente.
Si lo aplicamos a nuestra vida, podemos decir entonces que para poder
transformar nuestra vida lo primero que tenemos que transformar es nuestra
mente, y ese cambio de mente es un cambio de actitud de nuestra parte.
La actitud es el comportamiento que emplea un individuo frente a la vida, Es
el comportamiento que emplea un individuo para hacer las labores, Es decir
que la actitud no es lo que se hace sino como lo hace, como se comporta
para hacerlo.
Es un sentimiento a favor o en contra de una persona, de una cosa, de un
acontecimiento, etc.
Es una respuesta emocional de las personas a las diferentes situaciones de la
vida.
Tenemos que comprender que nuestra actitud tiene el poder de ayudarnos a
transformar lo que estamos viviendo en nuestra vida, pues tenemos que
comprender que muchas veces hay situaciones en la vida que no podemos
cambiar, no las podemos transformar porque no dependen de nosotros, pero
NUESTRA ACTITUD SI DEPENDE DE NOSOTROS.
La vida tiene muchos obstáculos que pueden desanimarnos. Si cambiamos
nuestra actitud y la forma en que reaccionamos a los problemas, será más
fácil desarrollar un enfoque positivo que nos ayude a crecer espiritualmente
y a vivir abundantemente, como Cristo desea.
Posiblemente en este preciso momento de tu vida no puedes cambiar el
lugar donde vives, no puedes obtener mayores ingresos personales ni
familiares, no puedes sanarte de tu enfermedad rápidamente, sino que será
un proceso largo, no puedes hacer el viaje que quisieras hacer, no puedes
cambiar tu vehículo o no tienes la posibilidad de comprar un vehículo, ¡PERO
SI PUEDES CAMBIAR TU ACTITUD!!
No podemos cambiar las circunstancias, pero sí podemos cambiar nuestra
actitud hacia ellas
Un marinero aprende a navegar con vientos en contra acomodando y
ajustando las velas para moverse hacia adelante en forma de zigzag.
Nosotros también podemos ajustar nuestras decisiones de acuerdo a la
situación que enfrentemos.
William James, un famoso psicólogo estadounidense, dijo una vez: “El
descubrimiento más grande de mi generación es que los seres humanos
pueden alterar sus vidas alterando sus actitudes”.
La lectura de esta declaración me causó gran impacto. Me di cuenta de que
mi actitud no tenía por qué ser determinada por las circunstancias, y de que
yo podía cambiarla conscientemente si pensaba positivamente y desarrollaba
una actitud de “sí puedo”.
Como dice Proverbios 17:22, “El corazón alegre constituye buen remedio;
mas el espíritu triste seca los huesos”.
Una mala actitud, es decir una actitud de amargura, una actitud de enojo,
una actitud de ingratitud, de menosprecio para lo que hoy tenemos lo único
que hace es afectarnos a nosotros mismos y a las personas que nos rodean,
crea un ambiente de decepción en la familia, un ambiente de negativismo,
PUES NUESTRA ACTITUD ES CONTAGIOSA.
“Y tornarán los oficiales á hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre
medroso y tierno de corazón? Vaya, y vuélvase á su casa, y no apoque el
corazón de sus hermanos, como su corazón.” Deuteronomio 20:8
Apocar: Hacer que una persona se sienta humillada y se valore en menos de
lo debido.
“Mirando bien que ninguno se aparte de la gracia de Dios, que ninguna raíz
de amargura brotando os impida, y por ella muchos sean contaminados;”
Hebreos 12:15
Escojamos cuidadosamente las palabras que utilizamos, ya que se volverán
nuestro vocabulario diario
Los seres humanos por lo general no nos damos cuenta del poder y la
influencia que nuestras palabras pueden ejercer sobre otras personas.
Proverbios 18:21 nos advierte: “La muerte y la vida están en poder de la
lengua, y el que la ama comerá de sus frutos”.
Sí, las palabras que escogemos determinarán nuestro destino y la calidad de
nuestras relaciones, ya que los pensamientos llevan a las palabras, las
palabras moldean nuestras actitudes, nuestras actitudes se traducen en
acciones, y nuestras acciones determinan los resultados.
El uso de palabras negativas y derrotistas muy posiblemente lo llevarán al
fracaso, mientras que las palabras triunfadoras lo llevarán a la victoria. Solo
piense en las palabras que Winston Churchill utilizó para levantar el ánimo de
la gente durante la Segunda Guerra Mundial. Él siempre hablaba de
superación y nunca de renuncia o entrega. En uno de sus famosos discursos,
se puso de pie y simplemente dijo: “Nunca, jamás, jamás, jamás, jamás,
jamás, jamás se rindan. Nunca se rindan. Nunca se rindan. Nunca se rindan”.
También es importante aprender a utilizar palabras con tacto y diplomacia en
nuestras conversaciones, lo que prácticamente se ha convertido en un arte
perdido.

Este principio es muy importante tanto en el matrimonio como en la familia.


Uno de mis dichos favoritos dice así: “Frecuentemente, la diferencia entre un
matrimonio exitoso y uno mediocre consiste en nodecir tres o cuatro cosas”.
Proverbios 15:23 nos dice: “El hombre se alegra con la respuesta de su boca;
y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!”
El Señor quiere que cada uno de nosotros cambiemos nuestra actitud para
con nuestra familia, pues nuestra buena actitud tiene poder:
1.-TIENE PODER DE PERMITIRNOS VER LO QUE OTROS NO VEN (FILIPENSES
1:12-14)
Pablo estaba preso cuando escribió la epístola a los Filipenses, cualquiera
que viera a Pablo diría: pobre Pablo en la cárcel, quizás le tendrían lastima,
quizás pensarían que Pablo estaría resentido o amargado por estar preso por
causa de predicar el evangelio, pero no era así.
Pablo tenia una actitud positiva aun en la cárcel, y eso le permitía ver lo que
otros no veían o no notaban: Que por sus presiones el evangelio había
progresado más, que los hermanos estaban mas motivados y se atrevían más
a predicar el evangelio.

Si cambiamos nuestra actitud de queja ante las situaciones de nuestra vida


nos daremos cuenta de que a pesar de las dificultades tenemos mucho que
agradecer a Dios, no estamos viendo lo que Dios quiere que veamos.
Quizás ahora que ya no tienes ese trabajo que tanto te dolió perder tienes
más tiempo para tus hijos y para tu matrimonio, tienes mas tiempo para
servir a Dios, tienes más tiempo para congregarte.
A lo mejor en estos tiempos de enfermedad has podido disfrutar
nuevamente a tus hijos más cerca de ti, has podido disfrutar a tus padres
nuevamente, tu familia ha podido conocer a Cristo como salvador.
En este tiempo de escases económica has aprendido el habito del ahorro,
has aprendido a administrar mejor tu economía, has aprendido a ser
agradecido con cada detalle que Dios tiene contigo proveyendo para tu
hogar, lo cual antes ni te dabas cuenta ni agradecías al Señor por ello.
Nos permite reconocer que Dios esta con nosotros aun en los momentos
más difíciles de nuestra vida (Hechos 16:23-26)
TIENE EL PODER DE MANTENERNOS POSITIVOS AUN FRENTE AL
NEGATIVISMO DE LOS DEMÁS (NUMEROS 14:1-9)
De los doce espías que fueron enviados por Moisés a reconocer la tierra
prometida diez tuvieron actitudes negativas, que lo único que hicieron fue
contagiar al pueblo de temor, de desánimo.
En estos textos podemos observar algunas actitudes equivocadas que
también encontramos en nuestras familias:
Los llorones (vs 1) Son las personas que ante cualquier situación adversa lo
único que hacen es llorar y quejarse, igual que el pueblo de Israel, son
frágiles y siempre se decepcionan y rápidamente se quebrantan
anímicamente.
Los que exageran los problemas (vs 2) Siempre ven mas grandes los
problemas de lo que realmente son, y por lo tanto empequeñecen a Dios,
ven los problemas desde la óptica humana no la de Dios.
Los que renuncian (vs 3) Son los que ante la primera dificultad quieren volver
atrás, quieren abandonar, los que toman la salida mas fácil, pero no siempre
la correcta.
Pero Josué y Caleb tuvieron una actitud diferente aun frente al negativismo
de todos los demás, ellos decidieron confiar en Dios, ellos decidieron ver el
poder de Dios y no lo grande que eran sus enemigos (vs 6-9)
No te pongas límites
Jeremías 3:3-8 “Soy niño”
2 Reyes 6: 8-17 “Eliseo”

Ante cualquier problema de nuestra familia tenemos que tener una actitud
positiva y decirnos a nosotros mismos: DIOS ESTA CON NOSOTROS.
TIENE EL PODER DE MOTIVARNOS PARA CRECER COMO PERSONAS
(FILIPENSES 3:13-14)
“Hermanos, yo mismo no hago cuenta de haber lo ya alcanzado; pero una
cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome á lo
que está delante Prosigo al blanco, al premio de la soberana vocación de Dios
en Cristo Jesús.”
Para que nuestra familia este mejor, el Señor quiere que avancemos, no que
nos estanquemos, el Señor quiere que crezcamos como personas, que nos
preparemos más, que nos capacitemos, que aprendamos cosas nuevas, que
obtengamos conocimientos nuevos.
Pero lastimosamente lo que nos tiene estancados en nuestra vida quizás no
es la falta de oportunidades de desarrollo, sino nuestra mala actitud ante las
oportunidades de desarrollo personal.
Y ese estancamiento personal también está afectando nuestra familia.
Respondámonos nosotros mismos a estas preguntas: Ante una oportunidad
de desarrollo, de aprendizaje nuevo, de adquirir nuevas experiencias ¿Qué
actitud tenemos?

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