Relaciones Humanas Trabajo

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Aumenta la productividad

Las relaciones interpersonales ocupan un lugar especial en la sociedad, debido


a que se convive cotidianamente con diversas personas, mismas que
conservan puntos de vista, ideas, metas, percepciones o formación diferentes,
debido a ello se requiere de una convivencia sana para hablar de calidad de
vida.

Denominadas también como relaciones humanas, interrelaciones personales o


relaciones interpersonales, son aquellas relaciones que se establecen entre al
menos dos personas y son parte esencial de la vida en sociedad, característica
del ser humano, en donde en el desarrollo integral de las personas las
relaciones interpersonales tienen un papel fundamental, dado que en todo acto
en el que intervengan dos o más personas se considera una relación humana.
Esto significa que en todo espacio sociocultural, un individuo convive con otros
individuos, lo que le permite  conocer a los demás y conocerse a sí mismo.

La socialización se adquiere a través de experiencias obtenidas en el rol social,


así como diversos aprendizajes que se encuentran basados en la creencia de
la acción propia contra la reacción del otro.

En el trabajo se requiere establecer comunicación constante con las personas,


generando así relaciones interpersonales sanas, aprovechando los medios que
se encuentran actualmente, no dejando a un lado la comunicación cara a cara,
ya que hoy en día se utiliza la comunicación virtual en mayor medida, en donde
el lenguaje no verbal no se percibe, como son los gestos corporales o las
emociones, y por lo tanto la interpretación del mensaje puede variar.

“En el ámbito laboral surgen muchas discrepancias, recelos, roces; unos


verbales, en el contexto de una conversación entre compañeros de trabajo;
otros corporales, en la comunicación no verbal” (López Jerez, 2006).
Las relaciones interpersonales constituyen un papel crítico en una empresa.
Aunque la calidad de las relaciones interpersonales en sí no basta para
incrementar la productividad, sí se pueden contribuir significativamente a ella,
para bien o para mal.

A través de ellas, el individuo obtiene importantes refuerzos sociales del


entorno más inmediato que favorecen su adaptación al mismo. En
contrapartida, la carencia de estas habilidades puede provocar rechazo,
aislamiento y, en definitiva, limitar la calidad de vida.
En los tiempos actuales muchas personas hablan de la calidad de productos,
de servicios y de procesos, pero muy pocas personas hablan de calidad
humana.

Hablar de calidad humana es hablar de la relación directa que guarda la calidad


de las relaciones interpersonales, del resultado de aquellos vínculos que se
generan a través del proceso de interacción y comunicación con los demás.

La complejidad de las relaciones interpersonales


En el marco de lo esperado se desea mantener relaciones personales
satisfactorias, sin embargo se sabe que es complejo mantener una
comunicación en las relaciones humanas.

“Las relaciones implican gestionar emociones positivas y negativas. Gestionar


una relación significa enfrentarse a sucesos desagradables y también a
sucesos emocionantes. Una relación significa también negociar las formas de
vida e interacción en su conjunto para acomodar las propias necesidades y las
necesidades de la otra persona […]. Una comunicación exitosa no solo
requiere sentido común, también requiere el control de los sentimientos,
interpretaciones y conductas para satisfacer las necesidades y las de la otra
persona. Sin embargo, a veces se reincide en conductas negativas que
terminan creando relaciones insatisfactorias” (Wiemann, 2011).
Un elemento clave para la generación de relaciones personales satisfactorias
es mantener un ambiente de confianza y comunicación, en donde se
destaquen tanto los elementos comunes como las diferencias para lograr
acuerdos que permitan mantener armonía en dicha relación.

Resulta fundamental reconocer los mensajes que se están emitiendo y la


percepción de quien los reciba para saber si se está logrando el objetivo
planteado, ya que en diversas ocasiones la mala interpretación de los
mensajes comunicados genera un desgaste en las relaciones humanas, esto
es, cuidar que la comunicación sea adecuada y eficaz.

El comunicador adecuado según Wiemann (2011) toma decisiones acerca de:

 Qué comunicar.
 Cuánto comunicar.

 Dónde comunicar.

 Cuándo comunicarse.

 Con quién comunicar o compartir información.


La comunicación es adecuada cuando se cumplen las expectativas de los
comunicadores y las normas de la situación o cultura, por ello se requiere que
al comunicar alguna situación o mensaje en el trabajo se tengan presente tanto
el qué, cuánto, dónde, cuándo y con quién dar a conocer el mensaje ya que
dependiendo de ello se logrará mejorar las relaciones interpersonales.

En el trabajo es importante considerar a los colaboradores, la situación en la


que se encuentran y su cultura, para que de esto dependan las decisiones a
tomar y que éstas sean las adecuadas.

Ahora bien, una comunicación efectiva requiere el logro de los objetivos


planteados, tal como lo especifica Wiemann (2011): una comunicación efectiva
significa externalizar lo que se desea a fin de obtenerlo. La forma como se
envía el mensaje configura el aspecto sensible de la relación o del proceso de
comunicación. El proceso es la manera en que se envía el mensaje.

Además del lenguaje verbal es importante tener presente el lenguaje no verbal,


como lo es el tono de voz, la expresión facial, la postura, los gestos, el nivel de
tensión o relajación corporal, ya que todo esto contribuye a la forma en que se
recibe el mensaje, evitando las percepciones erróneas.

“En el sentido objetivo las relaciones humanas pueden ser un medio para
cumplir con las finalidades de la empresa, siempre y cuando éstas se
identifiquen con el bien común. En el sentido subjetivo tienen como finalidad el
desarrollo y perfeccionamiento humano, el cual también debería de constituir
uno de los objetivos primordiales de toda organización. El olvido de esta
finalidad principal, considerándola exclusivamente como un medio para
alcanzar fines económicos, puede prevenir la obtención de estos últimos a
mediano o largo plazo. La manipulación o falta de respeto a la dignidad
personal, tarde o temprano darán resultados negativos tanto en el orden de la
productividad como en el humano” (Soria Murillo, 2004).
De acuerdo con lo anterior, mantener relaciones interpersonales sanas en el
trabajo permitirá alcanzar los objetivos planteados en la organización y ayudará
a mejorar el clima laboral.

Beneficios de generar relaciones interpersonales sanas


Las relaciones interpersonales, también llamadas habilidades sociales, están
presentes en todos los ámbitos de la vida. Son conductas concretas, de
complejidad variable, que denotan la autoestima al sentirse que se es
competente en diferentes situaciones y escenarios así como obtener una
gratificación social. Hacer nuevos amigos y mantener amistades a largo plazo,
expresar a otros las necesidades, compartir las experiencias y empatizar con
las vivencias de los demás, defender los intereses, entre otros, son sólo
ejemplos de la importancia de las relaciones interpersonales. Por el contrario,
un sentimiento de incompetencia, socialmente puede conducir a una situación
de aislamiento  social y sufrimiento psicológico difícil de manejar.

Todas las personas necesitan crecer en un entorno socialmente estimulante


pues el crecimiento personal, en todos los ámbitos, necesita de la posibilidad
de compartir, de ser y estar con los demás (familia, amigos, compañeros de
clase, colegas de trabajo, etc.). Basta recordar los esfuerzos que, tanto desde
el ámbito educativo como desde el entorno laboral, se realizan para favorecer
un clima de relación óptimo que permita a cada persona beneficiarse del
contacto con los demás, favoreciendo así un mejor rendimiento académico o
profesional.

Los supervisores, gerentes, directivos en general necesitan comprender qué es


lo que representa una relación interpersonal correcta con los colaboradores. A
los nuevos supervisores, sobre todo a aquellos que han arribado a sus puestos
desde abajo, a menudo se les aconseja mantener cierta distancia social con los
trabajadores. Sin embargo, un supervisor debe ser abordable y amistoso sin
dejar de ser justo y firme. Un supervisor eficaz necesita mostrar interés en los
colaboradores, sin ser imprudente. Un buen sentido de humor siempre ayuda.

Las relaciones humanas en el lugar de trabajo son una parte importante de lo


que hace que un negocio funcione. Los empleados a menudo tienen que
trabajar juntos en proyectos, comunicar ideas y proporcionar la motivación para
hacer las cosas.

Los beneficios de las relaciones con los demás o del apoyo recibido se
producen tanto directa como indirectamente. Directamente porque este apoyo
proporciona confianza, compañía, ayuda  instrumental (dinero, tareas
domésticas) y apoyo emocional. Contribuye a mejorar el autoconcepto y la
autoestima, y a mantener un lugar de control interno, puesto que aumenta la
sensación de control que tiene el sujeto sobre su vida. Pero también
indirectamente, ya que protegen al sujeto de los efectos negativos del estrés
ayudándole a superar situaciones difíciles.

En resumen, los beneficios son:

 Saber por qué uno actúa como lo hace.


 Entender mucho sobre actos propios que hasta entonces parecían como
ajenos a la persona.
 Comprender mejor la conducta de los demás.
 Controlar más los propios impulsos.
 Cambiar algunos de los aspectos de la conducta que resultan
inadecuados.
Ser más tolerante consigo mismo y con los demás
 Hacer más fácil y efectiva la comunicación interpersonal.
 Generar la habilidad para socializar más fácilmente.
 Trabajar en equipo.
 Eliminar motivos de conflicto.
 Buscar armonía individual y social.
 Hallar caminos para la propia expresión.
 Lograr espontaneidad y autenticidad.
 Encontrar satisfacción en la relación con los demás.
En esencia al mejorar las relaciones interpersonales, las personas se sentirán
mejor consigo mismas, interactuando efectivamente con el sistema al cual
pertenece, lo que les permitirá:

Los demás Como resultado


Si usted… percibirán… obtendrá…

Cambia algunas
conductas  que
resultan A una persona con Relación favorable
inadecuadas. una actitud positiva. con los demás.

Es más justo y A una persona


tolerante consigo abierta a la Tolerancia y justicia
mismo y los demás. comunicación. recíprocas.

Manifiesta mayor Consideración de


respeto por los A una persona los demás hacia
demás. íntegra. usted.

A una persona que


Mejora su capacidad fomenta una Mejorar calidad
para generar comunicación humana y relaciones
empatía. efectiva. más efectivas.

De acuerdo a González García (2002) unas buenas relaciones en el trabajo,


permitirán:

1. Encontrar satisfacción por nuestro propio trabajo.


2. Aumentar la productividad, disminuyendo el desgaste físico y mental.
3. Incrementar el desarrollo personal, con base en un buen equipo de
trabajo.
4. Lograr la integración tanto con el puesto como con la empresa.
5. Con base en una real autovaloración, lograr el reconocimiento de los
demás.
Los beneficios de mantener relaciones interpersonales sanas son diversos y
esto permitirá contar con una armonía en la organización, además de
comunicar la información adecuada en el lugar, momento y con las personas
apropiadas.

Las relaciones interpersonales en el trabajo son valoradas positivamente pero


también pueden convertirse en un factor de estrés, según Fernández García
(2010) las malas relaciones con los compañeros, con los superiores, con los
subordinados, o la falta de cohesión del grupo, las presiones y el mal clima de
trabajo, llevan a un incremento del estrés entre los miembros de la
organización.

Por el contrario las buenas relaciones interpersonales, las posibilidades de


comunicarse y el apoyo social son factores importantes para amortiguar los
efectos negativos del estrés laboral sobre la salud y el bienestar psicológico en
el trabajo.

 BARRERAS DE LA COMUNICACIÓN EN EL ÁMBITO SECRETARIAL

BARRERAS EN EL EMISOR Y EN LA TRANSMISIÓN:

Todos nos comunicamos diariamente con las demás personas, y de maneras


distintas. Lo hacemos, incluso, en ausencia de lenguaje oral (pensemos, por
ejemplo, en algunos niños con autismo, que utilizan sistemas alternativos de
comunicación).

A través de la comunicación expresamos ideas, sentimientos, deseos,


emociones… es por ello que resulta algo imprescindible para convivir en
sociedad. Pero... ¿la comunicación es siempre un proceso claro y fluido? ¿El
mensaje siempre llega adecuadamente a su(s) destinatario(s)? Pues la verdad
es que no, y en este artículo os traemos su explicación: las barreras de la
comunicación.

Aquí veremos en qué consisten éstas, qué tipos de barreras de la


comunicación existen, cómo pueden llegar a alterar la transmisión de un
mensaje, cómo detectarlas y cómo combatirlas.

¿Qué entendemos por comunicación?

Seguramente todas y todos sabemos de manera aproximada en qué consiste


la comunicación. Cuando escuchamos esta palabra, en general pensamos en
personas que hablan entre ellas, que se escriben, que utilizan las palabras pero
también el cuerpo para expresarse, etc. Es decir, nos imaginamos una
conversación más o menos fluida y el intercambio de ideas que se producen a
través de ella.

En términos más técnicos, podemos decir que la comunicación es el proceso


que permite transmitir y recibir mensajes (información, ideas…). A través de
este proceso, dos o más personas se relacionan a través de mensajes que
fluyen de un lado a otro, a través de un canal (por ejemplo el aire, en la
comunicación oral).
Sin embargo, la comunicación no siempre resulta algo fluido, claro y preciso,
sino que muchas veces el mensaje se distorsiona o se deforma, no llegando de
forma adecuada al receptor (o directamente no transmitiéndose de forma
adecuada desde el emisor). Cuando esto ocurre, significa que están operando
las barreras de la comunicación, que no son más que interferencias u
obstáculos que se producen en la misma. Es por ello que todo contexto en el
que se favorezca una correcta comunicación se debe tener en cuenta la
existencia de estos obstáculos para poder identificarlos rápidamente cuando se
producen, y también para adoptar estrategias comunicativas que sirvan
para prevenir estos problemas.

Barreras de la comunicación: ¿qué son?

Las barreras de la comunicación, también denominadas interferencias,


consisten en obstáculos que dificultan la llegada del mensaje en un proceso
comunicativo. Esta definición es muy amplia precisamente porque la
naturaleza de las barreras de la comunicación es muy flexible y
cambiante, como bien saben los expertos en comunicología y los psicólogos
sociales.

Hay que tener en cuenta que aunque demos por sentado que la posibilidad de
transmitir y recibir mensajes está ahí a nuestro alcance, esto solo es una
constante en nuestro día a día porque el Homo sapiens es una especie
extraordinariamente social, no porque existan una serie de leyes naturales que
nos aseguren poder comunicar siempre y en condiciones óptimas. Se nos da
bien comunicar, pero eso no implica que el mundo trabaje en nuestro favor
para optimizar constantemente esos procesos de intercambio e
información.

Así, a través de estas barreras, los mensajes pueden quedar distorsionados o


desvirtuados, y no llegar adecuadamente a su destinatario/a. Estas barreras se
localizan entre el emisor y el receptor del mensaje.

Por otro lado, las barreras de la comunicación pueden ser de diferente tipo,
como veremos a continuación. Sin embargo, aunque presenten características
diferentes, lo que comparten todas ellas es que interfieren en la correcta
transmisión o llegada del mensaje.

El resultado es, como hemos visto, un mensaje fragmentado (parcial o


totalmente), distorsionado, incongruente, sin sentido, alterado o deformad

Los tipos de barreras de comunicacíon más importantes

Existen diferentes tipos de barreras de la comunicación, en función de sus


características. Vamos a verlos:

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