Compendio 1
Compendio 1
Compendio 1
Carrera de psicología
Carrera en línea
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA I
exploración y el análisis del comportamiento de una persona (pareja, familia o grupo), a los
Reconocer los límites y posibilidades de los instrumentos más eficaces para la evaluación
psicológica.
Resultado aprendizaje
Índice
Unidad 1
1.2.7. Condiciones que debe reunir un buen test o técnica (Moreno, 2005).
Evaluación
1.4.1. Alcances
1.4.2. Limitaciones
1.5.5. Conclusiones
Unidad 1
científico de la conducta humana. Las pruebas psicológicas se usan para tener información más
amplia acerca de las fortalezas y debilidades de las personas, así como para planear un
evaluación psicológica.
Antecedentes Pre-Científicos.
Las primeras evaluaciones datan del año 2200 a. C en China, donde los funcionarios de
gobierno eran evaluados a petición del emperador para determinar su competencia profesional.
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Estas pruebas fueron ampliadas y convertidas en exámenes escritos durante la dinastía Han. Se
continuó ampliando hasta incluir habilidades de música, escritura, aritmética, y la caligrafía tenía
un peso importante, así como las filosofías de Confucio. El filósofo Platón menciona en La
República que todos los hombres son básicamente iguales, sin embargo, difieren en sus
aptitudes, en cada persona, por naturaleza, estarían desarrolladas unas capacidades más que otras.
Aristóteles, el discípulo de Platón, plantea que hay diferencias en las características mentales y
morales de los individuos, proponía que se analizara el carácter y los hábitos psicológicos de las
los signos corporales con el carácter y las facultades mentales de las personas. Doctrinas
Humorales como estas ya habían sido postuladas anteriormente. Establecen que el ser humano
está compuesto por cuatro humores: flemático (apático), colérico (iracundo), sanguíneo (alegre)
y melancólico (triste). Por su lado, Rene Descartes considero que no es posible llevar a cabo
proyectivas. Para John Locke, al igual que Descartes, el objeto del conocimiento humano son las
ideas, pero a diferencia de él, considera que no hay más ideas en nuestro entendimiento que las
que provienen de la experiencia. La influencia médica en esta etapa se debe a Franz Joseph Gall,
quien planteo que las facultades psíquicas estaban localizadas en el cerebro y que podían ponerse
al descubierto al analizar las protuberancias craneales. Pensaba que las funciones mentales se
encontraban ubicadas en zonas específicas del cerebro, y que, dado que el cráneo es el recipiente
del cerebro, observando sus formas y protuberancias se podían determinar las características de
Antecedentes Científicos.
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En 1816 el astrónomo alemán Friedrich Bessel se interesó en las diferencias de cifras que
del tiempo de reacción del observador, las llamo “ecuación personal” es decir, las tendencias
características a estimar las observaciones asignándoles una determinada cantidad, ya sea por
defecto o exceso. Con esto se reconoció que las personas difieren en sus juicios y que tales
diferencias individuales pueden ser medidas, que el ser humano puede cometer errores y que los
elementos de la ciencia psicológica tienen un margen de error que hay que considerar y tener en
cuenta. Adolphe Quetelet, astrónomo belga, afirmaba que era posible identificar regularidades
comportamiento de individuos aislados a través de las desviaciones de los mismos sobre una
curva normal. Llego a la conclusión de que una distribución normal de las características
humanas mostraba el error de la naturaleza de los seres humanos, es decir, que la meta de la
naturaleza era crear al hombre normal o promedio, y que los accidentes o errores de la naturaleza
las sensaciones percibidas por las personas al cambiar los estímulos que se les presentaban. Se
interesaron por estudiar el umbral de consciencia (limen) que es el punto o el umbral en el cual
perceptible. La primera es la diferencia que el ser humano puede percibir entre dos estímulos que
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comienzan siendo iguales, pero luego uno de ellos empieza a variar hasta que la persona pueda
estímulos muy distintos y poco a poco se modifica uno de ellos hasta que el individuo reporte la
desigualdad. La ley de Weber indica que la cantidad de excitación que se necesita para distinguir
entre una sensación y otra, está en una relación constante con la sensación inicial. Si la cantidad
de excitación se aumenta poco a poco, la primera sensación no cambia al principio, y para que el
primera.
psicofísica como el estudio de las relaciones que hay entre los sucesos del mundo físico
Demostró que los problemas de la psicología pueden analizarse mediante métodos cuantitativos,
psicológicas.
del primer laboratorio de psicología experimental. Su objetivo era determinar la relación de los
considerar que los fenómenos mentales más complejos como el pensamiento no podrían ser
estudiados en el laboratorio.
El biólogo inglés Charles Darwin publica El origen de las Especies en la que concebía a
los animales y las plantas en un estado de cambio constante. Establece que las diferentes
extinguen (la supervivencia del más apto). La teoría de la evolución de Darwin favoreció el
estudio de las diferencias individuales en psicología, ya que estas diferencias en las plantas y
características de los seres humanos podrían ser explicadas bajo la misma base de la herencia.
Las diferencias individuales no solamente empezaron a concebirse como algo totalmente normal,
de las características individuales y la medición de los rasgos humanos. Postulaba que no solo las
padres a hijos. Galton intento crear el estudio de la eugenesia cuyo propósito era el mejoramiento
de la raza humana y la creación de un mundo de seres humanos superiores por medio del control
se desalentaría a los individuos menos dotados a que tuvieran hijos. También contribuyo
intentando medir las características psicológicas. Enfatizó las diferencias individuales de acuerdo
psicología que utilizó y desarrolló métodos estadísticos para analizar los datos provenientes de
sus mediciones. Por sus grandes contribuciones se le conoce como el padre de la psicología
diferencial. No lo dice en el material, pero también fue el descubridor de que las huellas digitales
procedimientos objetivos en el estudio de las ejecuciones de los sujetos, sin atribuir a estas
una medida del funcionamiento intelectual mediante la medición de los procesos elementales,
tales como las funciones sensoriales, perceptivas y motoras. Acuñó el término test mental.
Aplico pruebas a estudiantes para predecir su desempeño académico. Las pruebas fueron un
fracaso total, pero la publicación de los resultados fallidos sirvió para que se abandonaran el uso
psicológica debería contar con tres requisitos: tareas simples, aplicación rápida y resultados
contrastables con otros observadores. Binet indicó qué pruebas debería esperarse que pasara un
niño normal de una edad determinada. En la prueba la dificultad iba aumentando pregunta tras
pregunta, y luego se obtenía un promedio por edades. Cuando un niño lo hacía mejor que el
promedio entonces se consideraba más dotado. Esta prueba se fue modificando añadiendo más
preguntas, y adaptando las preguntas por edades. El nivel más alto que un niño podía contestar se
le llamaba “edad mental”, de esta manera se comparaba la edad cronológica de cada niño
evaluado con su edad mental para determinar su nivel de atraso. La escala de Binet-Simón fue la
primera prueba realmente psicométrica en la historia de la psicología. Luego esta prueba fue
revisada por Terman en la Universidad de Stanford, y de ahí se le conoció como el test Stanford-
Binet.
William Stern había planteado que la diferencia absoluta entre el nivel que un niño
adelanto presentado, no era del todo apropiada, ya que esta diferencia no significa lo mismo en
diferentes edades, por lo que sugirió que se dividiera la edad mental del niño entre la edad
cronológica, a esto se le llamo Coeficiente Intelectual (CI), luego Terman sugirió a su vez
evaluar más de un millón de reclutas para detectar su capacidad intelectual y admitirlos en las
diversas tareas del ejército. Se estableció una comisión de APA y se utilizó una prueba llamada
instrucciones orales, juicio en materias práctica, entre otras cosas. Posteriormente se construyó
una segunda prueba Beta que no era verbal, para analfabetos e inmigrantes. Como resultado de la
aplicación de estas pruebas se excluyeron ocho mil personas no aptas para la milicia. También el
psiquiatra ruso Rorschach elaboro durante esta guerra el Test Rorschach o de las manchas de
tinta para medir la personalidad y determinar la conducta manifiesta del individuo y sus más
profundos impulsos.
millones de personas en una amplia gama nueva de posiciones de navegación aérea. Se requirió
baterías de pruebas y pruebas de aptitudes mecánicas, destreza motora etc. La segunda guerra
mundial tuvo como consecuencia la instrumentación del mayor programa de pruebas jamás
que estar supeditada a un modelo matemático que explicase los resultados, además de contar con
primeras recomendaciones técnicas para el uso de las pruebas. Para que un procedimiento se
obtenidos.
del evaluado a partir de los resultados que se hayan obtenido al aplicarle los procedimientos
de medición.
traducido como “el conocimiento profundo del alma” A pesar de lo que pueda parecer a simple
vista, esta disciplina no siempre ha sido denominada con este término; pues lo que hoy
Diagnóstico o Psicodiagnóstico, cuya función principal era dar un diagnóstico exhaustivo sobre
la persona.
tecnológicos realizados en el campo Durante los primeros años del siglo XX el objeto principal
de la disciplina era el alma, objeto de estudio no cuantificable. Sin embargo, hacia los años 40, la
disciplina cambia el objeto de estudio de la disciplina (el alma) centrando toda su atención en la
mente; hecho, asimismo, subjetivo ya que como el alma ésta tampoco es cuantificable, Sin
embargo, conforme pasa el tiempo la disciplina va tomando nuevas formas, adaptándose a las
mantenido hasta la actualidad. Según este marco teórico el diagnostico psicológico se realizaría
Guerra Mundial, fruto de la evaluación de los aspirantes a soldados, en las que éstos debían
mostrar sus habilidades y capacidades. Una de las primeras definiciones pormenorizadas del
concepto es ofrecida en 1975 por McReynolds. Según ese autor la evaluación psicológica sería el
proceso mediante el cual una persona intenta conocer, comprender o captar a otra.
Definición actual.
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encargada del estudio científico del comportamiento ya sea de un sujeto o un grupo de éstos con
En la literatura científica, son muchos los autores que han tratado de establecer los
objetivos fundamentales de la disciplina. Sin embargo, en la actualidad parece ser que todavía no
psicológica persigue cuatro objetivos fundamentales. No obstante, estos pueden variar en función
de la literatura consultada.
las ocasiones nada tiene que ver con la queja o motivo de consulta del paciente.
modulan o mantienen.
• ¿Por qué? ¿Para qué?: Una vez realizada la evaluación psicológica podremos
llegar a un diagnóstico que nos permitirá seleccionar las técnicas más adecuadas para reducir
el conflicto.
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entre cada uno de ellos? En el siguiente apartado, trataremos de realizar una definición clara y
precisa de cada uno de ellos, intentando que el lector establezca las diferencias existentes entre
Instrumento
evaluador puede utilizar como legítima fuente de datos acerca de un sujeto. En resumen, dentro
de este grupo se incluirá todo aquello a partir de lo cual podemos obtener datos.
Prueba
Según Gregory (2001) las pruebas son procedimientos estandarizados mediante el cual
Técnica
aquellos dispositivos mediante los cuales podemos obtener o recoger información sin ningún tipo
de material tipificado [2]. Puede ser definida como un sistema de recogida de información en la
que los estímulos pueden o no estar tipificados, por ejemplo existen las entrevistas cerradas
cuyas preguntas son iguales en todos los sujetos, o las entrevistas abiertas en las que varían las
Test
Según la definición aportada por Moreno Rosset en el años 2005 los test son instrumentos
estandarizados y tipificados.
aplicación.
sopesar, para ello necesitamos un mínimo de información, cuando tenemos poca información
elegir es más fácil. Sin embargo, para valorar necesitamos una mínima información que
• Los datos finales siempre deben permitir la mejora del programa en marcha
• Es preciso tener siempre en cuenta los objetivos a corto, medio y largo plazo, es
decir, no debemos centrarnos en exclusiva en los resultados finales. El resto de datos nos
• En relación al punto anterior, deben tenerse en cuenta tanto los efectos deseados
como no deseados.
sabemos que lo que hemos hecho está bien y bajo qué criterios? Siempre hemos mirado el
mundo con espíritu crítico y lo importante es hacer un uso constructivo de ese espíritu para
una disciplina de muy reciente creación en la que todavía queda mucho por hacer. Aunque los
seres humanos han tratado de resolver los problemas sociales usando razonamientos y pruebas
desde hace siglos, la evaluación como medio de mejorar y asistir la calidad de los programas
Una lección aprendida de las importantes inversiones realizadas durante las décadas de
los 60 y 70 es la imposibilidad de tener recursos para resolver todos los problemas y aprovechar
todas las oportunidades. Es necesario priorizar las inversiones y para hacerlo eficazmente hace
falta una base para decidir dónde y cómo invertir. Como no todo puede ser hecho, debe haber
En el caso de los Estados Unidos que puede considerarse como el país con una tradición
más rica y una institucionalización más temprana de las prácticas de evaluación en el seno de las
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financiados federalmente de la iniciativa Great Society en la segunda mitad de los años 60. Se
hicieron grandes inversiones en estos programas pero los complejos problemas que se intentaban
resolver con ellos no desaparecieron. Comenzaron los recelos y comenzó una creciente presión
para que se demostrase la eficacia de las distintas intervenciones para proceder después al reparto
Esta presión se ha extendido a todos los países donde se ha ido adoptando la evaluación,
globalmente como vía de asegurar la eficacia de las inversiones por parte de gobiernos y
organismos financiadores.
transformando en demostrar que éstos funcionan, con el empobrecimiento que ello supone. A
método científico en la realización de la mayor parte de las evaluaciones. Este método se basa en
una metodología hipotético-deductiva para la medición del impacto usando técnicas rigurosas de
análisis estadístico. Quizá es adecuado para el análisis de la eficacia pero es muy limitado para
han tratado temas tan importantes como el proceso, la implementación o mejora de los
programas, y se han centrado en el impacto y la medición del cambio. Se apartan así otras
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evaluación (no solo los resultados), las metodologías participativas y contenidos de evaluación
más allá del impacto. Sin embargo, es importante conocer la evolución de este campo profesional
para conocer los peligros y presiones que influyen en ella y que siempre tienden a volver, y dar
Michael Quin Patton (1999) afirmó que la evaluación es una cultura. Entendiendo el
comportamientos, conocimiento y lenguaje que los miembros de una sociedad usan para afrontar
el mundo que les rodea y crear modos de pensar y comprenderse mutuamente. En este sentido, la
evaluación es una cultura compartida por los evaluadores y todos aquellos que entran en contacto
con su trabajo.
Cazorla, and Dorrego, 2007) y una notable influencia a la hora de impulsar procesos de cambio
(Kirkhart, 2000), promover nuevas capacidades y generar aprendizaje (Taut, 2007), así como
vez mayor de la evaluación para sustentar la toma de decisiones en políticas locales, nacionales o
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creciente diversidad internacional de los asistentes a las conferencias que se organizan en todo el
fueron los países norteamericanos y del norte de Europa entre los años 60 y 70. De ahí se ha ido
extendiendo enormemente al sur y centro de Europa y demás continentes: Australia, África, Asia
desarrollo. Organizaciones como el Banco Mundial o la OCDE han trabajado con numerosos
que a mediados del decenio de 1970 se prestó atención especial al desarrollo rural y al alivio de
la pobreza.
creación en Canadá (en 1981 se creó la Canadian Evaluation Society, CES) y los Estados Unidos
(en 1986 se creó la American Evaluation Association, AEA), actualmente existen alrededor de
importante hito aquí fue el lanzamiento de la Asociación Internacional para la Evaluación del
profesional entre los evaluadores que trabajan en el campo del desarrollo y la organización IOCE
proporciona cooperación entre las organizaciones de evaluación nacional y regional que existen
curiosidad humana y el deseo de hacer mejor las cosas. La evaluación nació cuando alguien
preguntó: ¿cómo sabemos qué es bueno?, ¿cómo sabemos que lo que hemos hecho está bien y
bajo qué criterios? Siempre hemos mirado el mundo con espíritu crítico y lo importante es hacer
en el cual un profesional de la salud mentad interviene con un paciente, para realizar un examen
de las funciones mentales, capacidades y habilidades del paciente, este proceso, el psicólogo
establece un vínculo con el usuario y en la práctica profesional de dicho proceso debemos ejercer
normas, deberes y obligaciones que incluyen atributos y valores íntegros, que promuevan el
respeto a los derechos y la dignidad de las personas, por este esto nos exige una responsabilidad
profesional.
Dado que la psicología comprende diversas áreas de aplicación, y así mismo múltiples
modelos teóricos, lo que ocasiona que los psicólogos asuman roles distintos para ejercer su
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establecen otros profesionales y otras personas, ya que esta se forja por la confianza y sobre todo
la intimidad, el respeto mutuo ya que estará centrada y dirigida a mejorar la estabilidad mental y
La deontología se caracteriza por incluir principios éticos y morales en los que debemos
dar buena imagen al bienestar de nuestra profesión y su calidad científica, dando a su vez respeto
ejerciendo la confidencialidad necesaria en base a los problemas que se estén abordando, sin que
Los problemas personales de nosotros los psicólogos interfieran en nuestro juicio o que
ocasiones una mala praxis al momento de elaborar un informe de las evaluaciones de algún caso.
Se debe entender siempre que la responsabilidad que conlleva nuestra profesión con cada
paciente es muy alta, y que cualquier falta o incumplimiento a las normas o principios no nos
exime de dicha responsabilidad y las consecuencias de la mala praxis. Por este motivo considero
de la profesión, adquiera los conocimientos referentes a los principios y normas establecidos que
se deben seguir y en los que, al momento de ejercer nuestra práctica, ejercer dichos fundamentos.
profesionales que aún no ejercen o que estén poco relacionados con dichas normativas a las que
profesión, por dicho motivo es primordial tener discernimiento sobre los limites hasta que
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El código de la deontología nos propone que existen principios que son planteados en
base al respeto y dignidad de las personas, pueblos, cuidado competente y por el bienestar de las
Los problemas personales de nosotros los psicólogos interfieran en nuestro juicio o que
ocasiones una mala praxis al momento de elaborar un informe de las evaluaciones de algún caso.
Se debe entender siempre que la responsabilidad que conlleva nuestra profesión con cada
paciente es muy alta, y que cualquier falta o incumplimiento a las normas o principios no nos
exime de dicha responsabilidad y las consecuencias de la mala praxis. Por este motivo considero
de la profesión, adquiera los conocimientos referentes a los principios y normas establecidos que
se deben seguir y en los que, al momento de ejercer nuestra práctica, ejercer dichos fundamentos.
que aún no ejercen o que estén poco relacionados con dichas normativas a las que nos deberemos
dicho motivo es primordial tener discernimiento sobre los limites hasta que podemos llegar con
justicia, el respeto de los derechos humanos y la dignidad de todas las personas. El código de la
deontología nos propone que existen principios que son planteados en base al respeto y dignidad
de las personas, pueblos, cuidado competente y por el bienestar de las personas además de la
integridad y responsabilidades profesionales y científicas que deben seguir los profesionales para
con la sociedad.
Si bien la técnica es un prerrequisito de una actuación profesional ética, esta debe ser
la Psicología como profesión, el colectivo que lo forma ha convenido como esenciales para un
ejercicio responsable de esta. El manejo ético de las relaciones profesionales que establecemos es
una «competencia específica» (Kleinke, 1998) que debe ser dominada por profesionales que, en
continua revisión de los propios actos, velen por la integridad de su trabajo y de su profesión.
Para favorecer este objetivo conviene tener presente el contexto normativo ético aplicable a la
evaluación psicológica, empezado por el Código Deontológico del Psicólogo (en adelante CDP;
Colegio Oficial de Psicólogos, 1987) que, actualmente, regula en sus 61 artículos, y entre otros,
el trabajo del psicólogo/a (en adelante psicólogo) en diferentes aspectos del ejercicio profesional
en España. Cabe destacar, no obstante, que desde hace tiempo está en marcha un proyecto para la
Comisión Deontológica Estatal y está pendiente de aprobación por la Junta de Gobierno del
código tratará de mejorar el código vigente y actualizarlo a los nuevos tiempos y situaciones en
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los que se desarrolla la labor del profesional de la Psicología, todo ello en consonancia con las
EFPA se propone servir de guía, o marco, sobre el que se fundamenten los códigos éticos de los
países de procedencia de las asociaciones que conforman la EFPA. Por otro lado, en el año 2002
and Code of Conduct (American Psychological Association - APA, 2002), que dedica el capítulo
explícito, sirviendo de orientación para aspectos que no están regulados en el actual código
español (del Río, 2005). Por ello, gran parte de lo que sigue se enmarcará en torno a su
articulado. Los códigos profesionales enuncian una serie de principios éticos que constituyen
ideales o aspiraciones compartidas, en general, por los psicólogos (Knapp y Vande- Creek,
trabajo con las personas. En general, los códigos de ética pueden categorizar los principios de
manera ligeramente diferente, pero estas diferencias son más nominales y de énfasis que
cuanto a la Meta-Código de Ética de la EFPA de 1995, los principios enunciados fueron: respeto
español incluye, en su artículo 6, los principios: respeto a la persona, protección de los derechos
humanos, sentido de responsabilidad, honestidad y sinceridad para con los clientes. Los códigos
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incluyen además un conjunto normativo o deberes profesionales, que rigen la profesión del
psicólogos y la comunidad en la que prestan sus servicios (Fierro, 2001). Estas normas, en
general, deben estar en consonancia con la legislación del país en el que se inscriben, a la que, en
La evaluación psicológica conlleva, en primer lugar, una relación en la que una persona
trata de entender a otra. En tanto que persona, la evaluada es única, activa y, en general,
responsable de las decisiones sobre su vida y sobre su futuro. En tanto que profesional, el
quien, en definitiva, es la verdadera experta sobre sí misma. Pero, como persona que también es,
con garantías o, también, de que sus prácticas pierdan valor por los motivos más variados:
erigirse en rol de experto que sabe lo que le conviene al cliente; laxitud en los procedimientos o
dejadez; creer que con una breve interacción verbal con la persona evaluada es suficiente para
«saber lo que le pasa» a esta; dar recomendaciones de manera precipitada, antes de haber
proporcionado la suficiente oportunidad para haber realizado un apropiado análisis; aplicar sus
propias preconcepciones y sesgos, o dejar que sus propias convicciones y valores afecten a su
trabajo; dejarse llevar por sus propias emociones sobre lo que le acontece a la persona evaluada o
a sí mismo (por ejemplo: mostrar tristeza, enfado, etc.), sin percatarse de la conveniencia de
gestionar las mismas; trabajar en condiciones que mermen su capacidad; tener previamente, o
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establecer, relaciones afectivas o de otro tipo con la persona evaluada, etc. Estas y otras
circunstancias que pueden colocar al profesional en una situación de posible confusión o riesgo
de una práctica profesional poco adecuada, deben ser, cuanto menos, consideradas con seriedad.
reflexiva sobre su propia actuación. Es por ello que los códigos éticos son una buena herramienta
que nos recuerda la importancia y los límites del trabajo que desempeñamos, sustentados estos
intereses personales.
Si ello es así para el conjunto de todas las actividades profesionales en las que el
psicólogo se implica, cabe destacar aún más lo referente a los procedimientos empleados en la
siguiente caso real Una alumna que está cursando el segundo año de un máster en
Psicología Clínica de una universidad española relata, todavía con cierta desazón, su experiencia
durante la realización de las prácticas, junto con otro compañero, en un centro profesional
durante el primer año de dicho máster. Durante los primeros contactos con la psicóloga, tutora de
las prácticas, esta les pidió a los dos alumnos que completaran un test proyectivo que consistía en
una interpretación del dibujo del compañero caracterizándolo, entre otras cosas, de extrovertido y
casa preocupada mientras, según cuenta, le asaltaban dudas acerca de «¿qué habrá visto mal en
mí, en mi pasado o en mi familia?». Durante los siguientes días hizo acopio en la biblioteca de
todo material relacionado con dicho test proyectivo, para intentar indagar en las posibles
interpretaciones que pudieran darse a su dibujo. Nunca recibió información o comentario alguno,
juego, de forma anecdótica, informal o casual. Sin embargo, la utilización de estos, sea en las
condiciones que sea, debería hacerse con la seriedad debida al propio hecho de la evaluación.
Desconocemos, por otro lado, si los objetivos de la evaluación estaban claros, eran
oportunos a los efectos de la realización de las prácticas y cómo pudo afectar esta situación a la
los resultados de la aplicación de dicho test. Si esta fue la reacción de una persona licenciada en
Psicología, que estaba completando el primer año de un máster en Psicología Clínica, ¿qué
cabría esperar en personas que no tienen por qué tener los más rudimentarios conocimientos de
Psicología? Cabe esperar que el propio hecho de ser evaluado pueda ser un acontecimiento en sí
mismo y que la persona pueda prestar especial atención a cualquier gesto, actitud o reacción del
profesional, al que considera cualificado para decirle cosas relevantes sobre sí misma. No
debemos olvidar que la evaluación es una práctica cotidiana en nuestras relaciones con los
demás, en las que somos, continuamente, evaluados y evaluadores A la gente le gusta recibir
descripciones agradables sobre sí mismas que supuestamente han sido elaboradas por astrólogos
(Glick, Gottesman y Jolton, 1989; citados por Aiken, 2003). Además, prefieren informes
generales acerca de su personalidad que otros mucho más particulares (Rodríguez González,
que otras basadas en motivos humanos relativamente ordinarios (Aiken, 2003). El hecho de que
una persona evaluada pueda aceptar e incluso mostrar satisfacción hacia informes que contengan
descripciones vagas, genéricas y triviales de sí mismo (Forer, 1949), puede incitar a emitir
informes poco comprometidos y que, en definitiva, no sirvan para la toma de decisiones ni a los
propósitos para los que fue requerida la evaluación. La emisión de este tipo de informes que
individuo, son aplicables a la mayoría de los individuos, se conoce como efecto Forer, efecto de
validación subjetiva, o efecto Barnum (Meehl, 1956); el último término hace alusión a un
destacado empresario y artista circense norteamericano que era conocido por sus dotes para el
engaño. Forer (1949) aplicó un test de personalidad a sus estudiantes, a los que posteriormente
horóscopos. Los estudiantes valoraron el grado en que tal descripción se ajustaba a ellos en una
siendo la puntuación media del grupo de estudiantes 4,26. De hecho, las personas parecen
sentirse mejor caracterizadas por estas descripciones tipo Barnum que por datos de personalidad
obtenidos en base a pruebas objetivas y validadas (Dickson y Kelly, 1985). Este efecto de
aceptar descripciones casi universalmente aplicables se ha relacionado, entre otros factores, con
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la credulidad popular ante los horóscopos, el tarot u otras pseudociencias (Rodríguez Sutil,
1996). Estas consideraciones nos alertan sobre la cautela debida a la hora de facilitar datos y
simplemente esperables dada la procedencia del sujeto (Rodríguez González, 2005) Frente a
estas nociones populares, la evaluación psicológica es una práctica científica que sigue un
ser replicada.
necesidades específicas. En la medida en que los resultados de la misma deben ser útiles en la
toma de decisiones, pueden tener importantes implicaciones para la vida de la persona, que
pueden ser positivas y negativas (Koocher y Keith-Spiegel, 2008). En ocasiones, son la base para
un plan de tratamiento efectivo, etc. Es por ello, que el objetivo que se persigue a la hora de
efectuar una evaluación psicológica es que sea ética, precisa, útil y ajustada a los avances en la
investigación y teoría (Pope y Vasquez, 1998). En dicho proceso se entremezclan aspectos que
tienen que ver con el profesional evaluador, el cliente y/o la persona evaluada y los
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Psicólogo evaluador.
actividades profesionales que van mucho más allá del simple despliegue de habilidades técnicas
determinados tests, pueden llevar a creer que cualquier persona, incluso ajena a la profesión,
puede fácilmente utilizarlos (Knapp y VandeCreek, 2007). La labor del psicólogo va mucho más
el uso y custodia del material psicológico está reservado al psicólogo (art. 19; CDP, 1987; art.
los instrumentos y procedimientos (art. 9.05; APA, 2002), como a su selección y adecuada
utilización (art. 9.02.a.; APA, 2002). El siguiente caso ilustra alguno de estos aspectos: Un
trabajo con estas, que incluía cuestiones que había observado comúnmente en dichas relaciones.
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Su intención era colocar el test en su página web junto con unas instrucciones de corrección en
(2007) refieren en el caso mencionado que el psicólogo buscó asesoramiento de forma previa a
alertó de los límites de las evaluaciones on-line y del problema de no atender al posible malestar
que los resultados pudieran causar sobre las personas evaluadas. De especial relevancia es la
psicólogos, así como adaptar su interpretación a las necesidades únicas de los individuos
evaluados (Knapp y VandeCreek, 2007). De este modo, debe prestarse atención a la utilización
de instrumentos de evaluación con poblaciones culturales o raciales diversas, para las que estos
instrumentos pueden no estar adaptados (art. 9.02.b.; APA, 2002). Por ello, de forma creciente en
nuestras sociedades se requiere una sensibilidad y conocimiento multicultural (del Río, 2005) por
parte de los psicólogos que, en ocasiones, deben contar con la participación de intérpretes o
deben adaptar sus recursos a clientes de otras culturas para los que hay poca información
disponible. En estos y otros casos, los psicólogos realizan modificaciones a los procedimientos
de recogida de la información para adaptarse al caso particular (por ejemplo, personas con
etc.). Esto supone que las normas estandarizadas dejan de ser directamente aplicables y
las inferencias «estándar» que se extraen de dichas normas son cuestionables (Pope y Vasquez,
1998). En caso de producirse estas desviaciones, los psicólogos deben tratar de proporcionar
efectos que ello puede tener en la interpretación de los resultados y hacerlo constar en las
limitaciones. Otra consideración a la hora de seleccionar los instrumentos es asegurar que los
mismos estén actualizados en relación con los propósitos presentes y no resulten, por tanto,
obsoletos (art. 9.08.b.; APA, 2002), pareciendo en general preferible optar por las versiones más
diversidad cultural. De forma similar, no deberán considerarse los resultados de test que no estén
actualizados para el propósito actual (art. 9.08.a.; APA, 2002). Considérese el siguiente caso real,
Elena duración empezó a trabajar para una empresa eléctrica hace 8 años. Había
contratación. Recientemente ha optado a un puesto de nivel más alto, que ha sido ofrecido por la
sus puntuaciones en los tests de hace 8 años estuvieron por debajo de las equeridas para el nuevo
puesto [adaptado de Koocher y Keith-Spiegel, 2008]. Este caso llama la atención sobre la
que la empresa no emplee puntuaciones no actualizadas como base para decisiones futuras, así
como sugerir la retirada de los datos, que hayan quedado obsoletos, de los archivos de los
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empleados. En general, los datos y resultados deben conservarse en un archivo del cliente
persona evaluada (Koocher y Keith-Spiegel, 2008). Por otro lado, es cuestionable el uso de un
solo instrumento como base para fundamentar decisiones o realizar recomendaciones, debiendo
usarse múltiples criterios que aporten rigor a la evaluación psicológica realizada (art. 9.01a;
sesgos por parte del evaluador. En no pocas ocasiones las conclusiones emitidas se basan más en
historiales previos de evaluación y tratamiento puede ser un recurso de enorme valor de cara a
servicios automatizados de corrección e interpretación de tests (arts. 9.06 y 9.10; APA, 2002). En
el primer caso, los psicólogos deberán asegurarse de la cualificación de las personas que trabajen
juicio e interpretación de los psicólogos, que tienen la responsabilidad plena del informe final y
de su devolución a los evaluados (art. 9.09; APA, 2002). Como señalan Knapp y VandeCreek
no están adaptadas para tomar en consideración las circunstancias presentes en la vida del
cliente.
Al respecto de la devolución de los resultados, Kenneth S. Pope (1992; citado por Pope y
Vásquez, 1998) afirma que es un proceso dinámico e interactivo en el que los resultados e
jerga profesional al lenguaje del cliente, o ante las expectativas de clientes que desean recibir
la persona evaluada. Se han hecho muchas consideraciones respecto a las posibles consecuencias
sobre los que se aplican y la influencia de la etiqueta sobre los mismos y las personas de su
entorno, de modo que el diagnóstico actúe como una profecía auto cumplida por la que «el
propio paciente acepta el diagnóstico con todos los significados y expectativas sobreañadidos y
diagnóstico clínico del que, una vez asignado, es difícil desprenderse. Por otro lado, en
ocasiones, estos diagnósticos sirven de base para la planificación de tratamientos y para la toma
diagnósticas pueden derivar consecuencias positivas para los que las reciben, por ejemplo,
subsidios, etc. Por todo, las consideraciones hasta aquí planteadas adquieren especial relevancia
para concienciar acerca de la necesidad de maximizar el rigor de las evaluaciones que conduzcan
profesionales educativos o médicos que trabajan con el sujeto u otros. Cada vez en mayor
que se obtenga una vez y baste, sino que debe ser ampliado o renovado de forma continua según
transcurra la relación profesional (art. 3.1.3; EFPA, 1995), dando suficiente espacio y
oportunidad para aclarar, discutir y prever las consecuencias de los procedimientos empleados.
Parece razonable hacer esfuerzos en este sentido, aun en supuestos en los que el
psicólogo no esté obligado a recabar dicho consentimiento (evaluación requerida por la autoridad
de incapacitación legal...) (art. 9.03; APA, 2002) reconociendo, de este modo, el papel
protagonista de la persona en un proceso que, en definitiva, le atañe. Del mismo modo, si bien el
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psicólogo puede estar eximido de compartir los resultados de la evaluación con las personas
evaluadas en estos contextos, cabe recomendar que se ejercite la responsabilidad habitual con
ellas, aunque ello pueda requerir negociar, con una institución contratante, el cauce para la
también tienen derecho sus representantes legales. No obstante, el artículo 42 del CDP establece
la salvedad de que «no se derive un grave perjuicio para el sujeto o para el/la psicólogo/a». Si
existe un acuerdo general a este respecto, no ha sido así en lo que se refiere a la naturaleza de la
información a la que se debe tener libre acceso (Koocher y Keith-Spiegel, 2008). Ha existido
respuestas de los clientes a los tests) con personas no cualificadas, entendiendo que podrían ser
malinterpretados o incorrectamente utilizados por estas. No obstante, cuando sea requerido por la
autoridad judicial o por petición firmada del propio sujeto, en general, se deberá dar acceso a tal
información. Esta es la razón por la que se recomienda una actitud preventiva por parte del
profesional, manteniendo sus ficheros con la conciencia de que pueden ser requeridos por la
persona evaluada o por un tribunal. En lo que se refiere a las anotaciones, Bados (2008)
particulares sobre el caso y las menciones que afecten a terceras personas», puesto que el cliente
En tanto que «confidente necesario» (Vasallo, 2001), el profesional que recibe información de
cara a la prestación de sus servicios tiene el deber de mantener en privado esta. Por tanto, con carácter
general, según las normas éticas y legales, el psicólogo está obligado a guardar secreto profesional de las
confidencias que le son realizadas. De este modo, la revelación de cualquier información personal a un
tercero (por ejemplo, otros profesionales que trabajan con la persona o familiares) solo puede hacerse
con el expreso consentimiento del cliente (art. 40; CDP, 1987), siendo por tanto recomendable obtener
la autorización por escrito (del Río, 2000). Ello es así aun cuando la evaluación haya sido requerida por
otra instancia distinta que el propio sujeto, instituciones u organizaciones en general que, cuando sean
conocedores del informe psicológico solicitado, quedan comprometidos a «no darle difusión fuera del
estricto marco para el que fueron recabados» (art. 43; CDP, 1987). Volviendo al caso de «Elena
Duración», los archivos deberían estar bajo la tutela del psicólogo y no de la empresa, quien solo
debería tener acceso al informe; en caso de que un psicólogo que trabajara para una empresa cesara en
su puesto, este debería tratar de asegurar que cualquier material de evaluación del que hubiera sido
responsable quedara, cuanto menos, bajo la custodia de otro psicólogo. Por otro lado, aun contando
con el consentimiento del evaluado, en caso de compartir algún tipo de información con terceras
personas (por ejemplo para recabar asesoramiento de otro profesional) el psicólogo tratará de no
revelar la identidad de la persona (art. 43; CDP, 1987). No obstante, ese derecho y deber de
confidencialidad cede ante ciertos supuestos, que incluyen el requerimiento judicial de la información,
así como el deber de informar de situaciones en las que se vea comprometida la integridad de la propia
persona o terceras, o del propio profesional. (art. 8, CDP, 1987; art. 4.5.b, APA, 2002). En cualquier caso,
la información revelada deberá ser la estrictamente necesaria a los efectos para los que sea requerida.
comienzo de la relación profesional. Por otro lado, el hecho de que el psicólogo deba recabar
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información íntima sobre el sujeto, en el contexto de una tarea evaluadora que persigue unos fines
persona (art 39; CDP, 1987). Considérese el siguiente caso: Sean Batería, Ed.D., fue contratado como
consultor del Departamento Municipal Central de Bomberos. Agrupó una serie de test, incluyendo el
MMPI, láminas de Rorschach, Test de Apercepción Temática, Dibujo de la Persona y una serie de frases a
completar, para administrárselos a los potenciales bomberos junto con el examen ordinario. Varios de
los bomberos protestaron alegando que dichos test constituían una invasión de su intimidad. (Adaptado
presentación de quejas, en el ámbito judicial, por parte de personas que entendían vulnerado su
derecho a la intimidad. De especial relevancia es atender esta problemática, teniendo en cuenta que las
personas a las que los profesionales evalúan pueden estar en una situación de vulnerabilidad, derivada
del propio sufrimiento que les ha motivado a buscar ayuda, o en una situación de desventaja, en la
medida en que perciban que de las conclusiones del informe pueden derivarse consecuencias
importantes para ellos, como la valoración de la idoneidad para la adopción de un menor, decisiones
sobre custodia infantil, selección para un puesto de trabajo, etc. Una consideración importante y que es
objeto frecuente de reclamaciones ante comités de ética es que, en general, no se deben emitir juicios o
recomendaciones sobre una persona sin haberla evaluado (Santolaya, 2001). En relación a los informes
Carmen del Río (2000) señala que la conducta antiprofesional que es objeto de reclamación más
psicológicos, o de su relación con los hijos, de uno de los cónyuges sin haberlo evaluado, utilizando
únicamente la información que proporciona el otro cónyuge u otros allegados». Especial relevancia
tiene atender a los casos en que sea el propio menor el que efectúe su demanda de evaluación, sin el
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consentimiento de sus padres o representantes legales, o tan solo con el de uno de los progenitores, por
ejemplo, el que ostenta su guarda y custodia, sin el conocimiento, autorización o ninguno de estos del
otro progenitor que, sin embargo, comparte su patria potestad. El CDP establece al respecto de las
intervenciones profesionales, que: «En caso de menores de edad o legalmente incapacitados, se hará
saber a sus padres o tutores» (art. 25; CDP; 1987). En casos de separación matrimonial, la sentencia del
razonamientos jurídicos que: «la elección de un profesional para el menor no puede decidirse de forma
unilateral por uno de los progenitores, dado que dicha cuestión entra en el ámbito del ejercicio de la
patria potestad y no puede considerarse como una mera cuestión a desarrollar en el ámbito de la
guarda y custodia». Estas y otras cuestiones son descuidadas, con cierta frecuencia, en casos donde se
alegan abusos sobre un menor por parte de uno o ambos progenitores, en ocasiones fruto de
actuaciones precipitadas por parte del psicólogo que, probablemente con el deseo de prestar ayuda de
«salvador» del menor, sin atender al hecho de que quien puede suplir al progenitor o progenitores en el
ejercicio de la patria potestad es la autoridad judicial (Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, 2009).
Conclusiones.
ética» en el contexto de la docencia en los estudios de Psicología, por ser asuntos que atañen a la
propia ética de los alumnos, supone creer que lo hasta aquí expuesto es evidente en sí mismo y
que depende de la voluntad de los futuros profesionales que han de realizar su labor
salvaguardando los principios y normas éticas que, quizás, deban conocer por generación
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espontánea. Este tipo de opiniones, que se oyen en ocasiones, revela un pobre entendimiento de
las cuestiones que afectan a nuestro quehacer profesional. Para concluir, cabe destacar la
Referencias:
Recuperado de:
https://books.google.com.py/books?id=FV01zgFuk0cC&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage
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psicologicos-y-evaluacion-1.pdf
http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/3963/1/IPCS%20deontolog%C3%ADa%2C%20%C
3%A9tica%20y%20ley.pdf
Bermejo, V. (2007). Un nuevo código deontológico para los psicólogos. Infocop Online.