Los Existenciarios Trans Lohana Berkins
Los Existenciarios Trans Lohana Berkins
Los Existenciarios Trans Lohana Berkins
Lohana Berkins
El debate fue duro con las y los diputados. Ellos y ellas querían
definiciones sobre nosotras. ¿Y cómo certifican ellos y ellas que son,
efectivamente, ellos y ellas? ¿Por qué teníamos que hacerlo nosotras?
Otro punto interesante fue el debate acerca de la edad a la que
alguien puede recurrir a esta ley. En el proyecto original, nosotras
no habíamos puesto edad y, finalmente, se decidió que eran los die
ciocho años el momento oportuno para peticionar el cambio. Sin
embargo, también está escrito en la letra de la ley que quienes no
han llegado aún a los dieciocho años pueden comenzar sus trámites
1. Finalmente, la Ley de Identidad de Género, que lleva el número 26.743, fue sancio
nada el 9 de mayo de 2012. [N. de los E.]
haciendo la reserva de lo que sería su “prenombre” ante el Registro
Civil de las Personas e iniciar luego el proceso de adquisición de su
nueva identidad. Para ello está la figura del “abogado del niño o la
niña”. El niño o la niña podrá tener acceso a un certificado, no el d n i ,
como digo, con el que podrá transitar por ejemplo los espacios esco
lares sin que las y los docentes violen su derecho a ser nombrado o
nombrada como desee. Si bien se indica que los padres deberán con
sentirlo, si ello no ocurriera, entonces los niños y las niñas acuden a
esta figura del abogado.
Como pueden advertir, hemos previsto todas las alternativas,
hemos armado una ley lo más amplia posible, una ley modelo en el
mundo, donde las más parecidas no han podido sacar, por ejemplo,
la “psiquiatrización” de la identidad. Quiero aclarar también que
ésta no es una ley de cambio de sexo, como han titulado varios me
dios de comunicación. Ésta es una ley de reconocimiento de la iden
tidad; quiero decir, quienes deseen cambiar su sexo pueden hacerlo
pero quienes no lo deseen no tienen necesidad de ello, pueden acce
der al cambio de identidad sin ninguna obligación de “acomodar” su
sexo a ella.
También he escuchado observaciones, en su mayoría provenien
tes de los sectores de derecha, que crean una especie de pánico di
ciendo que si todos y todas pueden cambiar la identidad, también lo
harán los ladrones. Quédense tranquilos, el número de d n i será el
mismo. No hay cambio de filiación tampoco, nuestros padres y ma
dres serán siempre los mismos. No podré yo elegir a una Fortabat
como madre y ser heredera de su fortuna, lamentablemente, ¿no?
Con la Ley de Identidad de Género estamos ante un cambio sim
bólico de dimensiones increíbles. Es una ley que parece estar un
paso más delante de la sociedad y eso implica que la lucha no ter
mina con su promulgación, ahí en realidad empieza. Y -yo espero
que todos y todas ustedes se sumen, desde sus propios ámbitos de
intervención, a esta batalla.