Sociedad Anónima 03
Sociedad Anónima 03
Sociedad Anónima 03
La Sociedad Anónima (conocida por sus siglas S.A.) es un tipo de Sociedad Mercantil Capitalista
nacida para las grandes acumulaciones de capital. La Sociedad Anónima ordinaria tiene dos figuras
especiales en el Perú: la sociedad anónima cerrada y la sociedad anónima abierta.
Para cumplimentar esta misión, se divide el capital en acciones, que se reparten entre los
socios inversores a raíz de la cantidad de dinero aportada por cada uno. De esta manera,
cuantas más acciones tenga un socio, mayor será su peso en la compañía. Destacar que el
régimen jurídico de estas sociedades es sumamente complejo, por lo que no se adapta a
pequeñas empresas, debido a las características que justamente vamos a ver a continuación.
Destacar que el régimen jurídico de estas sociedades es sumamente complejo, por lo que no
se adapta a pequeñas empresas, debido a las características que justamente vamos a ver a
continuación.
Sin embargo, las aportaciones de estos también pueden ser no dinerarias, como es el caso
de un inmueble. Pues bien, las sociedades anónimas tienen un régimen muy estricto en este
aspecto.
¿Cómo se constituye una Sociedad Anónima?
Una de las grandes problemáticas que tiene la Sociedad Anónima está relacionada con su
creación. Con carácter general, estas se conforman con el otorgamiento de escritura pública
que se inscribe, posteriormente, en el Registro Mercantil.
Además, se requieren una serie de trámites adicionales, como una certificación donde se
demuestre que el nombre de la sociedad no se encuentra escogido o el desembolso del
capital.
Requisitos necesarios
La escritura y los estatutos deben cumplir con los requisitos establecidos por ley.
Básicamente, se exige que estos contengan un contenido específico.
Una vez otorgada la escritura pública, los socios tienen un plazo de tan solo dos meses para
llevar a cabo la inscripción en el Registro.
La Empresa Anónima da una imagen de ser un negocio serio y solvente, lo que facilita la
entrada de nuevo capital.
Por otro lado, los inconvenientes son:
1. El capital social mínimo exigido es realmente elevado, lo que la hace inaccesible para la
mayoría de emprendedores.
2. La gestión administrativa está llena de trabas y regímenes jurídicos complejos pensado para
grandes empresas y no para el resto.