En Qué Consiste La Neurosicoeducación
En Qué Consiste La Neurosicoeducación
En Qué Consiste La Neurosicoeducación
La neurosicoeducación nos enseña cómo funciona nuestra mente y nuestro cerebro. Este
conocimiento nos otorga el poder de convertirnos en los dueños de nuestra mente y en
arquitectos de nuestro cerebro, y por lo tanto, en responsables y protagonistas de nuestra vida. La
neurosicoeducación empodera al ser humano. * Merino Villeneuve I. Neurosicoeducación: la
vacuna del autoconocimiento. En: AEPap (ed.). Curso de Actualización Pediatría 2017. Madrid: Lúa
Ediciones 3.0; 2017. p. 405-7
Aprender a ser humano y eficazmente emocional, ¿se puede? Buscamos muchas respuestas, para
todo... y muchas veces nos convencemos que estamos haciendo bien las preguntas, aunque
muchas de esas veces seguimos dando vueltas en círculo y manteniéndonos en el mismo lugar.
¿Porque nos ocurre esto? ¿Será que resistimos al cambio? ¿Las preguntas que nos hacemos nos
aproximan al aprendizaje o nos mantienen en la ignorancia? ¿Qué es en realidad el aprendizaje?
¿Dónde guardamos lo que aprendemos? ¿Podemos ser más felices, portar un cerebro saludable y
ajustar las emociones con conciencia? ¿Una vez que ampliemos nuestros mapas de conocimiento,
nos animaremos a vivir mejor, y a ser inteligentemente humanos? ¿Podemos aprender a ser más
efectivos? ¿A ponernos en el lugar del otro? ¿A comprender sin miedo y con curiosidad nuestra
propia naturaleza, nuestras percepciones, nuestras emociones? Esto es el desafío que nos trae la
Neurosicoeducación, un sistema educativo para mejorar la calidad de vida. Abocarse a través de
las diferentes ciencias a comprenderse a sí mismo y delinear la realización de los sueños es uno de
los caminos que tenemos al alcance de la mano….
Muchos se preguntarán por qué si hoy en día se cuenta con tecnología, recursos didácticos,
docentes con más especialidades, aulas donde se les brinda atención a estudiantes con algunas
situaciones especiales, entre muchas otros beneficios que ofrecen las escuelas tanto públicas
como privadas, ¿por qué cada día los aprehendientes muestran menos interés por aprender?
¿Será que se ha dejado de lado la educación emocional de los estudiantes y docentes? ¿Será que
esta falta de conocimiento en el área emocional hace que los docentes y estudiantes no logren
hacer un vínculo emocional, donde se genere satisfacción para aprender, donde se logra mayor
atención para asimilar conocimientos, donde el estudiante se sienta feliz yendo al recinto escolar?
¿Qué es lo que está sucediendo, si supuestamente los docentes cuentan con mucho, pero a la vez
con nada, y los estudiantes tienen todo a la mano para tener un proceso educativo exitoso, y más
bien es un viacrucis para sus padres y maestros?
INTELIGENCIA INTRAPERSONAL
3. Se autocrítico. ...
7. Establece objetivos.
Reconocer los éxitos de cada alumno y alumna, hacerlo tanto verbal como no
verbalmente.
Mantener altas expectativas para el alumnado y no dejarse llevar por el llamado “efecto
Pigmalion”.
Contar con su opinión en la toma de decisiones sobre reglas, lecciones o para la
evaluación.
Pero estamos todavía muy lejos de disponer de un esquema global riguroso de las
emociones, su relación con la consciencia o su distinción de los sentimientos. Los autores
de esta primera aproximación sistemática se encuentran entre los estudiosos más
indicados para la tarea. Ralph Adolphs, experto en la base neural del comportamiento
social humano, ocupa la cátedra Bren de psicología, neurociencia y biología del Instituto
de Tecnología de California y dirige el Centro de formación de imágenes cerebrales del
Caltech. David J. Anderson, investigador de las emociones en ratones y en moscas, preside
el Instituto Tianqiao y Chrissy Chen de Neurociencia en el Instituto de Tecnología de
California.
De entrada no es fácil siquiera determinar el significado del término emoción. Para unos,
las emociones implican experiencias conscientes que solo pueden investigarse en
humanos. Otros defenderán que los insectos y demás invertebrados exhiben indicios de
emociones que vemos en los mamíferos. Para unos, las diferentes emociones se
corresponden con áreas del cerebro anatómicamente delimitadas; para otros, se
producen de una manera muy repartida. Y habrá quien se remonte al sigloxix para repetir
con William James que las emociones son la consecuencia de la conducta, no su causa.
El desarrollo de las emociones implica una interacción sutil entre genes y entorno, entre
mecanismos programados de forma innata y asociaciones aprendidas. Conductas innatas
como la sonrisa se dan incluso en recién nacidos o se expresan en sueños. Con tiempo y
aprendizaje, pasan a ser incorporadas en expresiones plenamente manifestadas. Nada
tiene, pues, de extraño que uno de los aspectos de la emoción que se ha estudiado con
mayor intensidad sea su expresión facial. Los estudios pioneros de Paul Ekman y sus
colaboradores en los años sesenta y setenta sugerían que algunas expresiones faciales se
compartían en todas las culturas. Ekman viajó a Nueva Guinea para investigar sobre las
emociones de los naturales, en particular sus expresiones faciales. De su observación
dedujo que había expresiones de un conjunto de emociones, las emociones básicas, de
alcance universal en el género humano, cuyo fundamento radicaba en módulos cerebrales
innatos. Conformaban ese elenco básico la alegría, la sorpresa, el miedo, la angustia, la
repugnancia y la tristeza; podría sumarse alguna otra, como el desprecio. La investigación
reciente ha revelado que las expresiones faciales encierran otros aspectos que, por su
finura, escapan a la observación común. Además, la antropología comparada ha
demostrado que cada cultura categoriza las expresiones en distintos conceptos. El rostro
humano expresa su emoción a través de 17pares de músculos faciales, que compartimos
en buena medida con los grandes primates.
Una ciencia de las emociones requiere terminología clara, acotación semántica de los
conceptos, medios sensibles, herramientas de análisis estadísticamente poderosas e
hipótesis creativas. Aunque las emociones sean estados cerebrales y los mecanismos que
las generan deban investigarse en neurobiología, sería una falacia deducir de ello que las
emociones se hallan literalmente en el cerebro y pudiéramos descubrirlas con solo afinar
las herramientas de observación y medición. No es lo mismo, explican los autores,
producir emociones que tener emociones. Y recurren a la analogía de la visión: hay en el
cerebro muchas áreas que participan en la visión, de la retina a la corteza, pero la visión
no se observa en ninguna de esas regiones, ni ninguna de ellas tiene la experiencia de ver.
Visión y emoción son propiedades del sistema, no propiedades de las partes
constituyentes; todas las partes operan conjuntamente para generar la propiedad. Hay
sistemas cerebrales que determinan que el sujeto experimente las emociones. La
experiencia consciente de las emociones es propiedad global de la persona (o de un
animal), pero los mecanismos en cuya virtud se produce no poseen en sí mismos esa
propiedad.
Varias son las características que describen a las emociones. Destacan su gradualidad, lo
que significa que no todos los estados poseen la misma intensidad. Propio de ellas es lo
que se denomina en psicología su valencia, es decir, su dimensión dual (placer y
desagrado, estímulo y respuesta); también, su persistencia, el estado emocional perdura
más que el estímulo desencadenante. Los autores analizan de forma exhaustiva otras
propiedades como la generalización, el automatismo o la comunicación social
Autogestión emocional
“consiste en realizar esfuerzos para canalizar las emociones a fin de que el
comportamiento subsiguiente sea lo más adaptativo posible, de forma que en el último
término aumenten las posibilidades de supervivencia y bienestar”
Son un mecanismo genuino que nos permite adaptarnos al entorno con eficacia y agilidad
para garantizar nuestra supervivencia y mantenimiento como especie. El equilibrio
emocional es muy importante para rendir al 100% por lo que podemos decir que ESTAR
BIEN te ayudará a VIVIR MEJOR.
Pero no sólo las emociones tienen que ver con nuestro bienestar. Como puedes ver en
esta imagen, la persona está compuesta por múltiples dimensiones que, entrelazadas,
conforman nuestro equilibrio, nuestra felicidad y nos ayudan a alcanzar nuestro máximo
potencial y rendimiento. Es lo que denominamos el SISTEMA PERSONA.
mejorar tu relación con las personas que te rodean (familia, alumnado, personas usuarias,
clientes, pacientes, amistades, compañeros/as, empleados/as, superiores..)
Retardo de la gratificación
Hay varios factores que pueden afectar la capacidad de una persona para retrasar la
gratificación. Las estrategias cognitivas , tales como el uso de los pensamientos que
distraen o "fríos", pueden aumentar la capacidad de retardo, como puede neurológicos
factores, como la fuerza de las conexiones en la vía fronto-estriatal. Investigadores de
comportamiento se han centrado en las contingencias que rigen opciones para retrasar
refuerzo, y han estudiado cómo manipular esas contingencias con el fin de alargar la
demora. La edad juega un papel demasiado; los niños menores de cinco años
demuestran una marcada falta de capacidad de gratificación retrasada y más
habitualmente, buscan la satisfacción inmediata. Una diferencia muy pequeña entre
machos y hembras sugiere que las mujeres pueden ser mejores recompensas que
retrasan. La capacidad de esperar o buscar refuerzo inmediato se relaciona con
comportamientos tales como la evitación relacionada con la dilación , y con otros
diagnósticos clínicos tales como la ansiedad , el trastorno de hiperactividad por déficit
de atención y depresión.