Neurociencia Aprendizaje

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Centro Regional de Educación “Juan E.

O`Leary”
Nivel Formación Docente
Habilitación Pedagógica

DESARROLLO HUMANO Y APERENDIZAJE

NEUROCIENCIA Y APRENDIZAJE. NEUROCIENCIA Y EDUCACIÓN

Introducción
Todo sujeto de aprendizaje cuando nace, no tiene patrones de conducta previamente
determinados tal y como sucede con el resto de las especies. Por eso necesita
relacionarse con los demás miembros de su comunidad para configurarse como persona.
En ese sentido, el individuo necesita de la educación para aprender, para formarse, para
dotarse de las características que son propias de los humanos.
Ahora bien, para producirse el aprendizaje entra en juego el cerebro, ese pequeño órgano
de menos de un kilo y medio que tenemos en la cabeza. El   estudio del cerebro es uno
de los más importantes que enfrenta la ciencia de nuestros días. Gracias a diversas
tecnologías como los escáneres que permiten saber cómo es y cómo funciona nuestro
cerebro, se han podido descubrir cosas increíbles; uno de ellos se relaciona con la
neurociencia.
Por lo tanto, se puede decir que hoy estamos en la "década del cerebro"; en los años 90,
se desató una ola de nuevas ciencias llamadas psicología cognitiva y
las neurociencias. Estas son disciplinas que siguen vigentes y que se encuentran
revolucionando todos los ámbitos de nuestras vidas.
¿Qué son y por qué acercarse al estudio de las neurociencias?

Los dos mayores misterios de la naturaleza son la mente y el universo.


—Michio Kaku
Uno de los últimos paradigmas emergentes dentro del campo de la psicología es el de
la psicología cognitiva. Al respecto, es importante mencionar al cognitivismo porque la
gran parte de las neurociencias se basan en la cognición humana
(aprendizaje, memoria, percepción, etcétera.) hecho que da pie a la aparición de
la neurociencia cognitiva.
¿Qué es la neurociencia?

A manera de definición formal, se definiría las neurociencias como el estudio de las


bases biológicas de la conducta humana. Así también, la Neurociencia cognitiva
definida por Carles como "la disciplina que busca entender cómo la función cerebral da
lugar a las actividades mentales, tales como la percepción, la memoria, el lenguaje e
incluso la conciencia". A pesar de sus pocos años de existencia, esta disciplina ha
experimentado la multiplicación en sus estudios que, entre sus ejemplos, incluyen la
atención visual, la visión, la memoria, y la conciencia. Existen múltiples disciplinas como
la neuroanatomía, neurofisiología, neurofarmacología, neuroquímica… etc. Es por ello
que la neurociencia debe ser estudiada de manera integrada y complementaria con el fin
de comprender la complejidad del cerebro.
Según la UNESCO, la neurociencia es una disciplina que involucra tanto a la biología del
sistema nervioso, como a las ciencias Humanas, Sociales y Exactas, que en conjunto
representan la posibilidad de contribuir al Bienestar Humano por medio de mejoras en la
calidad de vida durante todo el ciclo vital (1995).
A raíz de la llamada "década del cerebro" (aunque tal vez lo más apropiado va a ser
llamarle "la veintena o el siglo del cerebro"), la Neurociencia Cognitiva y las neurociencias
en general han visto florecer sus ramas de investigación, extendiéndose así a campos
como el derecho, la economía, la psicología, la gastronomía, etcétera. La rica variedad de
aplicaciones de las neurociencias son un síntoma de la presencia de estas
investigaciones en todos los ámbitos de nuestras vidas.
Las neurociencias se han encargado de explicar cómo funciona la mente con base en
su condición biológica prendida en el cerebro. Su importancia radica en que ahora,
gracias a escáneres de alta tecnología diseñados por otras ramas de la ciencia, se han
revelado secretos del cerebro que hacen que lo que un día fue parte de la ciencia ficción;
hoy lo es de la ciencia formal. Ahora sabemos que es necesario conocer el cerebro para
poder entenderlo y diseñar estrategias para poder mejorar nuestra conducta y, así,
solucionar los grandes problemas en materia de políticas públicas relacionadas con
los problemas psicológicos.

Relación entre el Aprendizaje y la Neurociencia

Se entiende que aprender es ser capaz de sobrevivir. Es de conocimiento que el hombre


aprendió cómo hacer fuego para calentarse y cocinar. Aprendió a cultivar la tierra, a
construir viviendas que resistieran a la lluvia y el frío. Aprendiendo el hombre se forjó un
futuro y solo así afirmó la continuidad de la especie.
Ahora bien, el cerebro sigue siendo un gran desconocido, pero hace 30 años aún lo era
más. Los avances en neurociencias han permitido comprender cómo funciona el cerebro y
ver el importante papel que la curiosidad y la emoción tienen en la adquisición de nuevos
conocimientos. En la actualidad se ha demostrado científicamente que, ya sea en las
aulas o en la vida, no se consigue un conocimiento al memorizar, ni al repetirlo una y otra
vez, sino al hacer, experimentar y, sobre todo, emocionarnos. Las emociones, el
aprendizaje y la memoria están estrechamente relacionadas. Desde el punto de vista de
la neurociencia educativa, cabe destacar que la inteligencia es un concepto
multidimensional, por eso un mismo ambiente de aprendizaje debe llevar a los niños,
jóvenes a explorar, pensar y expresar sus ideas a través de una variedad de diferentes
códigos.
La neuroeducación recomienda que durante los primeros años de vida los niños estén en
contacto con la naturaleza y no se les fuerce a permanecer sentados y quietos mucho
tiempo, pues a esas edades es cuando se construyen las formas, los colores, el
movimiento, la profundidad… con los que luego se tejerán los conceptos. Para poder
madurar, es decir, crear nuevas redes de neuronas, el cerebro necesita experiencias
nuevas. De los 10 a los 12 años, en cambio, el cerebro está específicamente receptivo a
aprender aptitudes, por lo que es el momento de potenciar la comprensión de un texto y
de que aprendan a razonar de forma matemática. Y, en la adolescencia, el cerebro es
plenamente emocional y choca con el actual modelo educativo que en esta etapa les
obliga a aprender biología, física, química… materias totalmente racionales.

La educación y la neurociencia (Facundo Manes) 1

Al hablar de educación, involucra dos acciones fundamentales: la de enseñar y la de


aprender. Ya hemos entendido que la conducta humana y el funcionamiento cerebral
brindan información valiosa sobre cómo los seres humanos enseñamos y aprendemos
que puede ser útil para las teorías y prácticas educativas. Las neurociencias pueden
realizar importantes contribuciones al conocimiento para facilitar la comprensión de
procesos cognitivos claves para la enseñanza-aprendizaje, tales como la memoria,
la atención, el lenguaje, la lectoescritura, las funciones ejecutivas, la toma de
decisiones, la creatividad y la emoción, entre otros.

Por eso, desde el momento en que nacemos, nos pasamos aprendiendo. Así,
procesamos información y construimos "esquemas mentales" del mundo para poder
reflexionar, tomar decisiones y actuar. El aprendizaje es tan importante y tan central en
la vida que por eso se vuelve primordial tratar de comprender qué es, cómo se
produce y cómo se pueden mejorar los procesos, en lo individual y en lo
1
Facundo Manes es doctor en Ciencias de la Universidad de Cambridge, neurólogo,
neurocientífico, argentino, exrector de la Universidad Favaloro, investigador.
social. Gracias al avance de la ciencia, hoy sabemos que, en su desarrollo, nuestro
cerebro se va labrando, es decir, va cambiando tanto su estructura como su
funcionamiento. Así, las conexiones neuronales se van modificando a lo largo de la vida
como producto del aprendizaje y la interacción con el ambiente que nos rodea. Esta
capacidad del cerebro, denominada "plasticidad cerebral", da cuenta de que los
conocimientos y habilidades que adquirimos no son estáticos, sino que están en
constante cambio. En pocas palabras: aprender es bueno para el cerebro.

Diversos estudios científicos sobre el comportamiento humano, el funcionamiento del


cerebro y la psicología experimental han mostrado evidencia sobre factores que
promueven o facilitan el aprendizaje de las personas:

* Tener una buena nutrición es esencial para el aprendizaje. Investigaciones en


poblaciones que sufren malnutrición han probado que ciertos tipos de deficiencia
nutricional impactan negativamente en el cerebro y en el desarrollo de las
funciones cognitivas. Los programas de alimentación escolar han resultado
efectivos para mejorar la asistencia y permanencia de los niños en la escuela.
Asimismo, pueden contribuir a incrementar la equidad social, prevenir las carencias
nutricionales y promover hábitos saludables de alimentación.

* La exposición crónica a situaciones de estrés puede generar efectos adversos en


el aprendizaje. Un niño o joven que reacciona con ansiedad extrema a las pequeñas
tensiones diarias en la escuela o colegio es posible que tenga dificultades para interactuar
con sus compañeros y en su rendimiento escolar. Una dosis tolerable de estrés suele
aumentar la vigilancia y mejorar el rendimiento en tareas complejas. Pero, al convertirse
en algo crónico, el estrés afecta el desarrollo cognitivo, social y emocional, el rendimiento,
el aprendizaje, la memoria de trabajo, el autocontrol emocional y la capacidad atencional
impactando en el desempeño escolar. Los efectos del estrés crónico son frecuentes en
los niños y jóvenes que viven en condiciones desfavorables.

* El ejercicio físico beneficia la capacidad de aprender a través de una variedad de


mecanismos directos e indirectos como el aumento en la regulación de factores
neurotróficos (que favorecen la supervivencia de las neuronas) y la
neurogénesis (generación de nuevas neuronas) en el hipocampo (área cerebral clave en
la formación de la memoria). Indirectamente, el ejercicio mejora el humor y el sueño,
reduce el estrés y la ansiedad, situaciones que afectan el rendimiento cognitivo.

Dormir lo suficiente promueve los procesos de memoria y aprendizaje. Luego de una


jornada intensa de aprendizaje, el sueño beneficia la consolidación, reestructuración,
generalización y recuerdo selectivo de la información adquirida. Contrariamente, la falta
de sueño se asocia con menor atención, olvidos y menor capacidad para realizar tareas
que requieren de gran esfuerzo y control mental. Esto sucede tanto en niños, como en
jóvenes y adultos.

* En la adolescencia, el ritmo circadiano (Ciclo natural de cambios físicos, mentales y


de comportamiento que experimenta el cuerpo en un ciclo de 24 horas) cambia y se
vuelve más "nocturno". Este cambio se explica por factores biológicos naturales y
no por cambios de hábitos. Esto hace que el horario de alerta, en el que estamos más
dispuestos para aprender, se corra algunas horas de la mañana. Por eso, los jóvenes
suelen tener somnolencia, hecho que impacta negativamente en el desempeño escolar.
En base a estas evidencias muchos sugieren que el horario de ingreso al colegio debería
retrasarse en la secundaria. Otra estrategia más sencilla de llevar a cabo consiste en
evitar tareas cognitivamente demandantes durante las primeras horas de clase.

* Es importante la distribución de aprendizaje en el tiempo (evitar estudiar todo el


contenido en poco tiempo). Expandir los espacios de descanso entre los aprendizajes
afecta de manera positiva en el aprendizaje a largo plazo. Los intervalos largos entre
períodos de estudio serían ideales para retener conceptos.
* Cuando un estudiante interactúa y participa activamente con el conocimiento, la
información puede integrarse y consolidarse más fácilmente en los circuitos
neuronales de la memoria a largo plazo. Asimismo, las prácticas de enseñanza entre
los alumnos, cuando debaten, explican, predicen o discuten contenidos, permiten una
mayor y mejor comprensión de los conceptos o ideas.

* Las creencias acerca de la capacidad de aprendizaje influyen en la motivación y el


desempeño académico. Diversos estudios demostraron que los estudiantes que piensan
que las capacidades cognitivas y de aprendizaje son maleables y flexibles, están más
dispuestos a asumir tareas desafiantes y a ampliar sus conocimientos. En cambio, los que
creen que son rasgos fijos y que no cambian (por ejemplo, al pensar: "yo no soy bueno
para las matemáticas") suelen centrarse más en los objetivos de su rendimiento, son más
reacios a asumir tareas muy difíciles y son más sensibles al comentario negativo. Por eso
es importante tener mente positiva, creer en la capacidad de cada uno ayuda
enormemente.

* La motivación intrínseca se refiere al interés genuino por participar de una


actividad, sentirse competente y autónomo. Cuando los estudiantes están
intrínsecamente motivados, tienen más probabilidades de mejorar el aprendizaje,
organizar la nueva información de manera eficaz y relacionarla con lo que ya saben. Por
el contrario, si están motivados por cuestiones extrínsecas, se involucran en las tareas
como un medio para un fin determinado, por ejemplo, para obtener una buena calificación,
para conseguir los elogios de sus padres o para evitar el castigo.

* La capacidad de jugar está fuertemente relacionada con el desarrollo cognitivo y


el bienestar social y emocional. El juego en los niños es una herramienta básica para el
desarrollo de la función simbólica. Además, se ha demostrado que es un predictor de las
capacidades lingüísticas, la autorregulación y la flexibilidad cognitiva. La calidad de la
imaginación y la fantasía del juego en la infancia se asocia a medidas de creatividad a lo
largo de la vida. Por su parte, contar con tiempo y espacios adecuados para que los
padres jueguen con sus hijos favorece el vínculo de apego. Y esto, a su vez, contribuye a
que sean emocionalmente más seguros.

* Ser capaz de autodirigirse y tomar control del propio aprendizaje es un elemento


vital para organizar y alcanzar los objetivos escolares. Estas habilidades se sustentan
en lo que se conoce como "funciones ejecutivas", es decir, la capacidad para establecer
metas, planificar y automonitorear el propio desempeño para alcanzar un objetivo. Es
importante que los docentes apoyen su desarrollo, promoviendo, por ejemplo, el control
de los impulsos, la planificación y la organización de las actividades.

* Existe evidencia de que la auto-evaluación (que el estudiante reflexione sobre lo


aprendido fuera de clase) mejora, en diferentes situaciones y temas, el rendimiento
y la retención a largo plazo. Por el contrario, hay datos que demuestran que subrayar y
releer mecánicamente como mera acumulación son ineficaces y pueden consumir mucho
tiempo.

* Hacer mucho hincapié en la "inteligencia" o el "talento" -con la creencia de que tales


atributos son innatos y fijos- aumenta la vulnerabilidad al fracaso, el miedo a los desafíos
y la apatía para aprender y mejorar. Estimular la perseverancia, la dedicación, el
esfuerzo, la tenacidad y el proceso de aprendizaje, en lugar de focalizar en la
inteligencia o talento, genera mejores logros en la escuela y en la vida. Se ha
mostrado que el refuerzo verbal o halago es muy efectivo cuando se dirige al esfuerzo y
a los procesos (ej. "Debes haber trabajado muy duro para lograr este excelente trabajo").

Las neurociencias, la psicología y las ciencias del comportamiento dan cuenta sobre
ciertos aspectos del aprendizaje escolar, pero de ninguna manera pueden ofrecer recetas
mágicas. Toda decisión sobre cuestiones educativas no puede ni debe ser agitada o
impulsiva ni unidireccional. Se requiere para eso de la reflexión crítica y elaboración
interdisciplinaria, del diálogo y del consenso. Es en el encuentro entre disciplinas
(educadores, psicólogos, científicos sociales, neurocientíficos, etc.) donde surge la
interacción que podría producir mejoras en las capacidades de enseñanza-aprendizaje. Y
en todo esto existen hombres y mujeres, docentes, quienes conocen cabalmente la
realidad de cada aula, quienes día a día trabajan con sus alumnos, promueven el
conocimiento y les brindan factores claves para el aprendizaje -e irremplazables por
la tecnología- como el contacto humano, el ejemplo, el afecto, la inspiración, la
mirada social y la motivación: son los maestros, siempre los maestros.

Referencias bibliográficas:

 Avedaño, C. (2002). Neurociencia, neurología y psiquiatría: Un encuentro inevitable. Asoc.


ESp. Neuropsiq. Obtenido de
Scielo: http://scielo.isciii.es/pdf/neuropsiq/n83/n83a05.p...
 Carles, E. (2004). Aproximación histórica y conceptual a la Neurociencia Cognitiva.
Cognitiva, 141-162.
 Corr, P. J. (2008). Psicogenómica. En P. J. Corr, Psicología Biológica. Mcgrawhill.
 Eagleman, D. (2013). Hay alguien en mi cabeza,pero no soy yo. En D. Eagleman,
Incógnito. Las vidas secretas del cerebro (pág. 9). Anagrama.
 Giménez-Amaya, J. m. (mayo-agosto de 2007). Dialnet. Obtenido de
Dialnet: http://dadun.unav.edu/handle/10171/10926

TRABAJO INDIVIDUAL

Lee la información, luego identifica las ideas principales del contenido formulando
preguntas esenciales y respondiendo las mismas.

INDICADORES 12P.

 Identifica las ideas principales del tema. 2P.


 Formula cinco preguntas que abarque los diversos ejes temáticos. 2P.
 Responde las preguntas de acuerdo al texto, usando tres líneas en cada respuesta. 2P.
 Cuida la secuenciación de los temas. 2P.
 Cuida aspectos ortográficos. 2P.
 Presenta en el tiempo establecido. 2P.

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