La Ilustración
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La Ilustración
¡Sapere aude!
Los límites
Referencias
Por "Ilustración” se entiende habitualmente el modo de pensamiento dominante en Europa durante el siglo XVIII o,
si se prefiere, entre las dos revoluciones, la inglesa de 1688 y la francesa de 1789. Como es natural, la gran variedad
de obras y opiniones que produjo dicho siglo hace difícil la unificación doctrinal de sus rasgos. Por lo pronto, ha sido
necesario distinguir una Ilustración inglesa, francesa, alemana, italiana, española, cada una de ellas con
características propias. Sin embargo, los historiadores de la Filosofía señalan ciertos rasgos que permiten hablar de la
presencia de la Ilustración.
La Ilustración francesa está marcada por el proyecto de la Enciclopedia (1751-1765), empresa conducida por Diderot
y D’Alembert.
L´Encyclopédie de Diderot y D’ Alembert (1751-1772) pasó a la historia como la obra más representativa de la
Ilustración. Se trató de un gran proyecto de sistematización del conocimiento del siglo XVIII, compuesto por 35
volúmenes, en los que participaron algunos de los más reconocidos intelectuales de la época, como Voltaire,
Montesquieu, Rousseau, Quesnay, Turgot, entre muchos otros colaboradores.
Figura 1: Encyclopedie
Fuente: [Imagen sin título sobre La Enciclopedia], 2018), http://bit.ly/2rX2w26
La enciclopedia pretendía instituir, en cierta forma, un nuevo orden social promoviendo la importancia de asumir una
actitud respecto del mundo, basada en los principios de universalidad, libertad, autonomía de la razón, dignidad y
laicismo, principios todos ellos que la Revolución francesa (1789) incorporaría en sus famosos lemas. Sin embargo,
su desarrollo recibió fuertes críticas. El siglo XVIII fue uno de los más convulsos de la historia europea. Situar al ser
humano y al mandato de la razón autónoma en el centro de una reflexión que pretendía democratizar el saber para
impulsar una visión del progreso fundacional provocó grandes descontentos y polémicas. Por no presentar a la
persona inserta en las verdades absolutas del dogma católico, varios años más tarde la fuerza de la censura lo llevó a
formar parte del “Índice de libros prohibidos” de la Iglesia católica.
El proyecto enciclopédico comparte rasgos centrales con el movimiento ilustrado (Hottois, 2003):
Sentido crítico
Voluntad pedagógica
Intención universalista
En otros países, la Ilustración tuvo rasgos específicos (Copleston, 2011). La Ilustración inglesa, con figuras como
Hume o Newton, supuso una visión naturalista y la apuesta por la sistematización científica. La Ilustración italiana,
muy influida por la francesa, se caracterizó por el estudio de los problemas políticos y jurídicos. La alemana se
orientó hacia una visión sintética, apostando por la sistematización del cuerpo de saber filosófico (como son los casos
de Wolff y del propio Kant), incluso en terrenos como la estética (Baumgarten). En España, la Ilustración se sostuvo
como un fenómeno más cultural que de otro orden, dadas las condiciones del poder absoluto y antiliberal de los
sectores del poder económico y político.
Hay muchas maneras de conocer la historia de este siglo. Podríamos, por ejemplo, echar un vistazo a la producción
artística, literaria y musical de este período, y ya se nos revelaría el influjo que ejercieron determinados ideales que
atacaron con vehemencia arraigadas costumbres y maneras de pensar. Quizá resulte difícil para nosotros hoy pensar
cómo debió haber sido entonces experimentar que los fuertes cimientos de esa sociedad comenzaran a tambalearse
como consecuencia de aquella difusión tan potente de la libertad individual, pero este fue el siglo más distintivo en
cuanto al cuestionamiento de los dogmas religiosos, a la inquietud profunda por el progreso y a la admiración
creciente por el pensamiento científico y racional.
La artista ejecutando un retrato de la reina María Antonieta (1790). Cuando la madre le arregló la
boda con un marchante de arte, Jean-Baptiste Le Brun, la pintora, albergó dudas: “Tenía 20 años y
vivía sin preocupación por mi futuro. Ganaba mucho dinero y no sentía ningún deseo de casarme.
Pero mi madre, que creía que el señor Le Brun era muy rico, me insistió en que no rechazara esta
unión tan provechosa. Por fin consentí en casarme, deseosa sobre todo de escapar de la horrible
vida con mi padrastro. En todo caso, tan pequeño era el entusiasmo por renunciar a mi libertad
que camino de la iglesia no paré de decirme a mí misma: ‘¿Diré sí? ¿Diré no?’. Una pena. Dije sí
y mis viejos problemas se transformaron en otros nuevos”, escribiría (de Diego, 2015,
http://bit.ly/36PwdRB).
Mención especial merece la Ilustración en Latinoamérica, pues, de algún modo, el pensamiento de los libertadores y
los mismos procesos de independencia tuvieron en el continente un lugar de experimentación privilegiado.
¡Sapere aude!
Destaca en el pensamiento acerca de la Ilustración la definición que dio el propio Kant en su escrito ¿Qué es
ilustración?, que data de 1784:
Esta definición kantiana hace de la ilustración un proceso que no solo está presente en el contexto histórico que
tratamos, sino que lo considera además una condición del pensar humano mismo. Destaca el énfasis puesto en el
elemento práctico: servirse de la propia razón. El optimismo de unas capacidades presentes en el ser humano, así
como la voluntad de someter a juicio y examen crítico absolutamente todas las nociones y sistemas de ideas. La
ilustración así entendida no solo es un periodo histórico, sino una apuesta ético-política cuyo sentido algunos autores
(Habermas, Foucault, Pinker) reivindican para nuestro presente.
En su conocido escrito ¿Qué es la Ilustración?, Kant definía la ilustración como salida del estado de minoría de edad
intelectual por parte del hombre, o sea, como emancipación intelectual. Kant se refiere aquí a la ilustración como
cualidad humana: ilustrado es quien se emancipa intelectualmente y no necesita de la guía de nadie para usar su
inteligencia.
¿De qué modo podemos pensar ese Sapere aude del que nos habla Kant? También hoy en día los medios recuperan
esta famosa expresión de la filosofía. Este año, por ejemplo, se estrena, bajo ese nombre, una secuela y spin-off de la
famosa serie Merlí.
Figura 3: Merlí
Merlí: Sapere Aude. Un spin off protagonizado por Pol Rubio (Carlos Cuevas), el alumno más carismático de la
clase.
La visión que descubre ese atreverse a servirse de la propia inteligencia para definir la actitud que asumimos en la
vida puede tener también un profundo impacto social. Pensemos en la siguiente pregunta, para reflexionar
atentamente, en el marco de alguna experiencia o situación como la que compartiremos luego:
¿Por qué parece que esa “emancipación intelectual” puede concedernos un mayor poder de
control sobre nuestras vidas y lo que nos rodea?
A continuación, se presenta el discurso completo que pronunció Elsa Ramos, una niña trans de ocho años ante los
políticos españoles:
Me llamo Elsa y tengo ocho años. No es la primera vez que se habla de mí en este sitio, en la
Asamblea de Extremadura. Hace cuatro años, ya vino mi madre y estuvo contando cuál era mi
historia.
Soy una chica transexual, vivo en Arroyo de San Serván y durante los cuatro últimos años he
vivido un camino muy importante, el camino de mi felicidad. Estoy en el colegio Nuestra Señora
de la Soledad, el cole de mi pueblo, y allí he tenido la suerte de que mis compañeros y
compañeras han comprendido cómo soy desde el primer día. Sin embargo, sigue siendo necesario
recordar que tengo el derecho a ser llamada como yo me siento. Y que, cuatro años después, las
equivocaciones son un poco raras, como si alguien pudiera dudar de que yo soy una niña trans.
Y también quiero decir que en el fondo he tenido suerte de nacer en mi pueblo. Allí todo el
mundo sabe que soy una chica diferente, una chica transexual, y me siento querida y respetada.
Todo el mundo me conoce. Pero de todo lo que tengo que decir hoy lo más importante es esto:
señores y señoras que se dedican a la política sigan, pese a las amenazas, haciendo leyes que
reconozcan que las personas somos diversas. Por encima de todo, las personas transexuales
tenemos el derecho a ser quienes somos. No permitan que nadie nos arrebate la felicidad. Gracias.
(El País, 2016 https://bit.ly/2M7MWaR)
VERNE
Los límites
Otro elemento básico del pensamiento ilustrado es la concepción utópica de la realidad. Las utopías modernas no son
invención del siglo XVIII, sino del XVI, y surgen como género literario en el que la descripción de una organización
social irreal, pero en algún sentido modélica, sirve de contrapunto crítico respecto de las organizaciones políticas
reales.
La novedad propia de los ilustrados es la aplicación directa de la utopía a la realidad, es decir, la concepción de la
realidad como utopía.
Otro rasgo distintivo del modo de pensamiento ilustrado es el uso metódico de la crítica. Crítica, según su etimología,
significa acto de discernimiento, e implica necesariamente el examen o consideración atenta de un asunto, y el
posterior juicio que recoge y expresa.
Actitud racionalista: Los ilustrados consideran, por lo común, que la razón humana es una y
universal. Aunque introducen la idea de unas culturas civilizadas frente a unas bárbaras, la
potencialidad de la razón es igual para todos los seres humanos.
Compromiso crítico: En algunos casos, la crítica llega a ser demoledora, en otros casos la crítica es
más reformista, pero los ilustrados comparten la idea de que es preciso revisar las costumbres y
tradiciones, así como las rutinas de pensamiento, para mejorarlas.
Laicismo en la concepción del espacio público: No todos los ilustrados fueron ateos, pero por lo
común consideran necesario para el progreso potenciar la tolerancia religiosa y generar espacios de
interacción social que sean genéricos, no limitados por credos específicos.
Posiciones deístas: Consideran la religión como religión natural, como actitud que brota de una razón
que organiza el universo, pero que no puede definirse al modo de las religiones dogmáticas.
Fortaleza de posiciones empiristas: Muchos de los autores ilustrados reivindican el lugar central de
la experiencia en el conocimiento, como modo también de limitación del prejuicio mediante el que
algunos hombres dominan a otros.
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LECCIÓN 4 de 5
Referencias
Beorlegui, C. (2010) Historia del pensamiento filosófico latinoamericano. Bilbao: Publicaciones de la Universidad
de Deusto.
El País, (2016). El discurso ante los políticos extremeños de Elsa, una niña trans de 8 años. Recuperado de
https://verne.elpais.com/verne/2019/12/03/articulo/1575364001_857825.html#?ref=rss&format=simple&link=link
Kant, I. (1994) Filosofía de la Historia. (Traducido por Imaz, E.) México: Fondo de Cultura Económica.
La sabia ignorancia
–
Nos encontramos con dos de las más cruciales doctrinas del pensamiento filosófico: el racionalismo y el empirismo
de la mano de sus principales portavoces, Descartes y Hume. Los elementos nucleares de ambas doctrinas se
enmarcan en el apogeo de una serie de explicaciones de tipo mecanicista del universo, entre otros grandes
acontecimientos.
Razón y deber
–
La reflexión filosófica se erige fuertemente como crítica contra las pretensiones dogmáticas y autoritarias a través
del pensamiento kantiano. Será con Kant, en la segunda mitad del siglo XVIII, con quien veremos eclosionar una de
las más grandes transformaciones en la historia de la filosofía.
La Ilustración
–
Ya con Kant anticipamos la potente influencia de la Ilustración al proponer una mirada de la humanidad interesada
en delimitar con precisión el valor de la autonomía personal, la dignidad y la libertad. En este sentido, se profundiza
aquí el modo en que se sitúa y ahonda esta consideración de lo humano en el centro de la reflexión filosófica.