Ceramica Chimu
Ceramica Chimu
Ceramica Chimu
Resumen
El análisis de la cerámica prehispánica establece que, en alguna medida, la presencia Chimú en el valle
de Lambayeque no significó el abandono del pensamiento y la tecnología local. La muestra de estudio fue
de 68 ceramios completos del Museo Arqueológico Nacional Brunning y del Museo de Sitio del Complejo
Arqueológico Chotuna-Chornancap, ambos en Lambayeque. Se realizó un estudio comparativo de las
características morfo-decorativas de la muestra y de la cerámica Chimú recuperada en el valle de Moche
reportada en la bibliografía especializada existente.
Palabras clave: Cultura Chimú, cerámica Chimú, presencia Chimú en el valle de Lambayeque.
Abstract
With this analysis of Pre-Hispanic pottery we can establish that the Chimu presence in Lambayeque va-
lley didn’t cause the abandon of the local knowledge and technology. The sample of pottery for this study
is composed of 68 vessels belonging to the collections of the Brunning National Archaeological Museum
and the Museum of the Archaeological Site of Chotuna-Chornancap, both located in Lambayeque. It was
accomplished a comparative study between the morphological and decorative characteristics of the sample
and those of the Chimu pottery from Moche valley reported in specialized bibliography.
Key words: Chimu Culture, Chimu pottery, Chimu presence in Lambayeque valley
Los ceramios estudiados han sido considerados como vasijas cerradas: “Vasijas cerradas son aque-
llas que tienen un cuello o abertura más angosto que el diámetro estándar del cuerpo” (Lumbreras,
1987: 3).
Cantaros: “Vasijas angostas de boca, generalmente con cuello o gollete, anchas por la barriga y
estrechas en la base, cuya función es la de contener líquidos o sólidos ya se trate de almacenarlos o
preservarlos, como para transportarlos; funcionalmente no se puede beber o comer directamente de
ellos (aunque ocurra excepcionalmente), tanto por su tamaño y volumen, como por su forma” (Lum-
breras, 1987:3).
Botellas: “Vasijas con cuello muy angosto y generalmente largo, que sirven para contener y servir
líquidos” (Lumbreras, 1987).
Ollas: “Vasijas usualmente redondas, de boca ancha, con o sin cuello -bajo- Su función está direc-
tamente asociada a la cocción de alimentos” (Lumbreras, 1987).
3. RESULTADOS
Del análisis de la muestra se han obtenido los siguientes resultados:
4. DISCUSIÓN
Resultado de varios movimientos culturales andinos, la cultura Chimú se convirtió en la
hegemónica de la Costa Norte (Mackey, 2013) hacia los años 1300 d. C. aproximadamente.
El centro administrativo fue Chan Chan, considerada su capital (Mackey, 2013; Ravines, 1980;
Bonavia, 1991). Desde allí debió haberse organizado y dirigido la producción, el almacena-
miento, la redistribución de los tributos y la difusión de sus patrones culturales como su estilo
alfarero, entre otras formas de vida (Pozorski, 1982).
Kauffman (1996) sostiene que la presión demográfica fue uno de los móviles principales
que accionaron sobre la gestación de las civilizaciones ancestrales. Childe (1971) también
vislumbró en el exceso demográfico una fuerza motriz de cambios históricos. Este autor indica
que “…los cambios históricos pueden ser juzgados por la medida en que hayan ayudado a la
supervivencia y a la multiplicación de nuestra especie…” (Childe, 1971: 23).
Por consiguiente, es probable que desde el año 1250 en adelante fuera prioritario para los
Chimús conseguir nuevas tierras y más tributos, considerando que su población aumentaba.
Mackey (2013) también sostiene que las necesidades económicas e ideológicas pudieron ser-
vir de justificación para la expansión Chimú sobre los recursos naturales del extremo septen-
trional de la costa norte (minerales metálicos, Conus sp., y Spondylus sp.).
Se calcula que después de 1300 data la llegada de los Chimús a los territorios norteños de
Lambayeque (Deza, 1984; Shimada, 1985; Conrad; 1990, Narvaéz, 1995). A este respecto,
Shimada (2009) sostiene que “The Sicán culture as a distinct, independent and autonomous
culture lasted about 600 years starting around AD 800-850 until its conquest about AD 1375
by the northward expanding Chimú Empire centered in the Moche Valley”. (Shimada, 2009: 4).
Asimismo, Donnan (2011) plantea que “…The first was Chimu influence, which occurred after
approximately AD 1370; the second was Inca influence, which occurred after approximately AD
1470; and the third was European influence, which occurred after AD 1530…”. (Donnan, 2011:
125).
Y Mackey (2013) manifiesta que “…en la segunda fase de la cultura Chimú ocurrió la expan-
sión y dominio estatal desde su capital Chan Chan hacia los valles norte y sur, estableciendo
tres centros regionales principales: Farfán (1300 d.C.), Manchán (Casma, 1350 d.C.) y Túcu-
me (1400 d.C.)” (Mackey, 2013).
Cabe recalcar que, cualquier que haya sido la manera en que se produjo la irrupción de
Lambayeque por los Chimor, ha quedadp claro que fue más un hecho único que un proceso. Al
respecto, Castillo y Donnan (1994) refieren que los estratos asociados con la fase Chimú, en
los valles norteños, aparecen luego de un delgado estrato de material estéril que indicaría una
breve desocupación del sitio y un evento meteorológico de cierta importancia. La irrupción del
estilo Chimú en esos valles parece súbita y podría haber sido ocasionada por un fenómeno
de conquista.
Ahí, en los territorios norteños de Lambayeque, existía un grupo humano con un desarrollo
cultural de larga data (ver figuras 15, 29, 34, 50), conocido como la cultura Lambayeque (Wes-
ter, 2010) o cultura Sicán (Shimada, 1985; 2009).
Una vez instalados en esos territorios, los huéspedes Chimú dejaron al grupo humano do-
minado que continúe desarrollando sus costumbres y tradiciones locales, a fin de no alterar
la organización económica que favorecía a la adquisición del tributo (Conrad, 1977; Heisley,
1980; Mackey, 1987, 2003) (ver figuras 7, 19, 22, 24, 28, 36).
Es probable que los Chimú utilizaran las mismas estrategias que emplearon posterior-
mente los incas en la conquista de otros pueblos; es decir, luego de conquistar un territorio
coaccionaban a los artesanos del lugar para la producción de vasijas, introduciendo algunos
elementos significativos que distinguían a la cultura dominante (ver figuras 23, 25, 26, 30). Los
incas no quebraron la organización Chimú, permitiendo la existencia del sistema de gobierno
y la realización de ceremonias, pero sí decidieron algunos cambios en la producción alfarera,
introduciendo ciertos elementos distintivos incas (formas aribaloides) (Hayashida, 2003).
Los Chimú imponían su sistema de tributación, pero esto no significó en esos territorios se
abandonara el pensamiento y la tecnología local (Ibérico, 1994) (ver figuras 20, 30, 33, 37, 38,
39, 40, 42, 44, 46, 47, 49, 55, 56, 57, 58, 61, 62, 64, 66).
De otra parte, coincidimos con aquellos que sostienen que la cultura se concibe como ese
“todo complejo” que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, las costumbres, sistemas
de valores, normas, formas de vida, de herramientas, y cualquier otro hábito adquirido por el
hombre como miembro de un grupo de personas en un determinado tiempo y ámbito geográfi-
co (Tylor, 1981). Es un todo integrado, funcional y razonable (Silva, 1988). Consecuentemente,
todas las poblaciones humanas tienen la capacidad de simbolizar, crear y mantener la cultura
(Kottak, 2007). Todo grupo cultural tiene símbolos o elementos que los distingue de otros
grupos, algo emblemático. Al respecto, Pérez (2000) considera que símbolo es una unidad de
significación: “en los símbolos…impregnan la vida social y legitiman la realidad social de la
otredad en cuanto unidades de significación…” (Pérez, 2000: 121).
También Kendall (2011) sobre los símbolos anota: “…pueden producir simultáneamente
lealtad y animosidad, amor y odio…ayudan a comunicar ideas porque expresan conceptos
abstractos con objetos visibles…pueden ser específicos para una cultura determinada y tienen
significado especial para los individuos que comparten esa cultura…” (Kendall, 2011: 77).
Algunos especialistas en temas prehispánicos consideran al fenómeno Chimú como un impe-
rio y refieren:
“…el surgimiento inicial del estado Inca en los andes sur-centrales no afectó ma-
yormente al Reino Chimor que en el momento de su máximo auge se extendía a lo
largo de la costa del Pacífico entre Tumbes y el valle de Chillón… sería ingenuo creer
que mientras el Imperio Inca expandía sus fronteras, primero hacia el Collao en el
sur y luego al norte, no había tomado conciencia del imperio costeño…” (Netherly,
1998: 85).
“…Chan Chan fue unos de los centros urbanos pre-históricos más grandes del
área andina. El tamaño de tal ciudad refleja el status que tuvo como capital del
reino de Chimor, o del Imperio de Chimú…Desde entonces fue surgiendo ahí el
escenario sacro-político de los reyes de Chimo, el mismo que por más de doscien-
tos años vino a ser el centro nervioso donde capitalizaba el gobierno del extenso
litoral de la Costa Norte, entre Paramonga y Guayaquil…” (Zevallos, 1988).
“…However, with the recent work at Chan Chan, Farfán takes on crucial impor-
tance in terms of our unsderstanding of the politico economic organization and
administration of the Chimú empire…” (Keatinge, 1982: 197-224).
Cabe señalar los factores relacionados a la imposición de los denominados imperios, desde
tiempos muy antiguos. Estos adquirieron varias formas y procesos y estuvieron referidos a símbolos
o emblemas impuestos por el vencedor luego de instalarse en el nuevo grupo humano o pueblo
subyugado. Así, el imperio Persa tuvo como símbolo el Faravahar, el imperio Macedónico presen-
ta como emblema el Sol de Verginia, el imperio Mauria al León de Samath, el imperio Romano el
SPQR, la dinastía de los Omeyas usaron como símbolos diversas banderas de colores; los incas
debieron imponer en cada territorio que dominaron sus formas de vida y aquellos rasgos distintivos
de su cerámica, entre ellos el conocido como aríbalo.
Es posible, por lo tanto, que esta misma forma de comportamiento e imposición cultural fueran
aplicados por los Chimú cuando incorporaba a otros pueblos a sus dominios. Tenemos la impresión
de que el símbolo de los Chimú fue el elemento estilístico-ceramográfico referido al asa estribo (ver
figuras 2, 6, 8, 12, 13, 14, 20, 23, 26, 30, 32, 31, 35, 37, 39, 40, 41, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 49, 51, 52,
53, 54, 55, 56, 57, 58, 59, 60, 62, 63, 64, 65, 66, 68, 61), a la cual se adicionaba una figura aplicada
(en casos un mono) (ver figuras 32, 39, 43, 49, 54, 55, 67) en el ángulo que se forma entre asa y
cuello (ver figuras 2, 13, 14, 20, 31, 35, 37, 39, 41, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 51, 52, 53, 56, 57, 58, 59,
60, 61, 62, 63, 64, 65, 66, 68). En relación a esta propuesta, Donnan (2011) puntualiza:
“…Only one feature can be recognized as having been introduced by the Chimu, who
conquered the Lambayeque Valley around AD 1370: the stirrup spout bottle with a lug
on the spout (Fig. 189). Five examples of the lugs were found in our excavations at
Chotuna. Three of the lugs are monkeys, and two are birds…” (Donnan, 2011: 154).
5. CONCLUSIONES
1. La cerámica producida en el valle de Lambayeque luego de la irrupción Chimú presenta rasgos
morfodecorativos provenientes del valle de Moche, que se adicionan a rasgos de la tradición
local.
2. Los Chimú imponían su sistema de tributación, pero esto no significó en los territorios conquis-
tados abandonaran el pensamiento y la tecnología local.
3. El símbolo de los Chimú fue el elemento estilístico-ceramográfico referido al asa estribo, al cual
se le adicionaba una figurilla, en la mayoría de los casos un mono, en el ángulo que se forma
ente el cuello y asa.
4. Se espera que estas conclusiones tentativas conlleven a ampliar estudios respecto a las formas
de imposición en el Antiguo Perú.
6. AGRADECIMIENTOS
Al director del Museo Arqueológico Nacional Brunning de Lambayeque, Arqueólogo Carlos Wester
La Torre, por las facilidades brindadas para la realización de la presente investigación.
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ANEXOS
Fotografías de la muestra.
Fig. 67 Fig. 68