Una Gratitud Arraigada en El Evangelio
Una Gratitud Arraigada en El Evangelio
Una Gratitud Arraigada en El Evangelio
Colosenses 2: 6-7
Col 1:24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por
su cuerpo, que es la iglesia;
Col 1:25 de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que
anuncie cumplidamente la palabra de Dios,
Col 1:26 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,
Col 1:27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en
vosotros, la esperanza de gloria,
Col 1:28 a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de
presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;
Col 1:29 para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.
Col 2:1 Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los
que nunca han visto mi rostro;
Col 2:2 para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno
entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo,
Col 2:3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
Col 2:4 Y esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas.
Col 2:5 Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando
vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo.
Vivos en Cristo
Col 2:6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él;
Col 2:7 arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones
de gracias.
Introducción:
Cuando hablamos de gratitud, se nos viene a la mente muchas cosas. A ver podemos pensar en
una experiencia, cuando alguien o simplemente tu amiga te regala una cosa significativa y pues
como respondes, ¿qué dice? ¡Gracias! Entonces podemos decir que siempre hay una respuesta
de gratitud porque valoras, lo ves muy significativo para ti, y no solo eso también vez un afecto
que se está manifestando a través de ese regalo.
Asi que es una gratitud fundamentalmente del objeto de regalo y de la intención del que lo
hace.
Esta noche estamos aquí reunidos con un propósito, ¿cuál es? ¿Alquilen puede dar testimonio
de lo que venimos hacer esta noche? Estamos aquí a celebrar a Jesús, a dar honor a Dios, y
sobre todo a ofrecer un culto de Gratitud a Dios, la pregunta es ¿Por qué? ¿Cómo así? Esta
noche no se trata de nosotros? Diría alguien? Por allí, no es que cumplimos nosotros estos 28
años como sociedad de esfuerzos cristianos?, que tiene que ver Dios en esto? Y pues la verdad
déjenme decirles que esta noche no se trata de ustedes ni de mi, ni del pastor, ni de los
ancianos, se trata de Aquel que fragmento la historia en Dos, en un antes y en un después de
Cristo. Se trata de aquel que se humano para salvarnos, se trata de aquel que vivió en lugar de
nosotros una vida de obediencia al punto de morir, se trata de aquel que fue atravesado con
nuestra miseria en la cruz, se trata de aquel que murió en lugar de ti en aquella cruz
humillante, se trata de Jesús. Porque no podríamos estar aquí si no fuese por la gracia de Dios,
quien nos fortalece, arraiga, construye nuestra vida en aquella realidad de la obra salvífica de
Jesús en la cruz.
Y El mensaje de esta noche es: “una gratitud arraigada en el evangelio” según escuche la
predicación de uno de las reuniones que tuvieron hace domingos atrás, entiendo que es
“volviendo al Evangelio” y esencialmente el mensaje de esta noche tiene que ver con que
cuanto más profundo atesoremos el evangelio será más abundante nuestra gratitud, (así que
cuanto mas conozcas el corazón de la persona que te está entregando el regalo más
abundante será tu gratitud.)
Vayamos al libro de colosenses 2: 6-7 (…) y es aquí que quiero que todos podamos concentrar
nuestra mente y nuestra atención, habíamos dicho que no se trataba de nosotros el evento de
esta noche, asi que sabremos en unos momentos el porqué. Cuando leemos la última parte de
colosenses uno y la primera parte de colosense dos vamos a ver que el deseo de pablo como
ministro, predicador del evangelio a los gentiles, a los que están en Laodicea y a nosotros los
que no vimos su rostro, es que conozcamos, profundicemos, atesoremos, valoremos “el
misterio de Dios padre y de Cristo” v. 2. (Recordar, el meollo, el fundamento, la piedra angular:
lo que había sucedido a Jesús en la cruz y su significado) porque en esta verdad esta nuestra
convicción se arraiga, se construye, se fortalece y claro solo después de entender lo que
realmente significa el sacrificio expiatorio de jesus en la cruz vamos a poder valorar y abundar
de gratitud y solo así ataremos llenos…
Será como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la
corriente; no teme que llegue el calor, y sus hojas están siempre verdes. En época
de sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto.» jeremias 17:8,
Construyéndonos y fortaleciéndonos en la realidad del gran evento que pasó Cristo en la cruz
por causa de nosotros para nuestra salvación.
Nuestra fortalece viene de Dios a través de la fe, como dice pablo, no es de nosotros, sino es
de Dios, es un regalo, de manera que somos fuertes en nuestra fe.
Asi que no han sido los propios colosenses que se han arraigado, edificado o fortalecido, ¡lo ha
hecho Dios!
No estamos aquí, por nuestros méritos, no estamos porque sostuvimos nuestra fe a lo largo de
este tiempo con nuestras fuerzas, no estamos cumpliendo los 28 años porque nosotros
sostuvimos con nuestras fuerzas todas las dificultades, es Dios a través de la fe en su obra
salvífica quien nos arraiga, nos construye para ser fuertes! Nuestra vida espiritual y comunión
con él no depende de nuestras fuerzas de voluntad, depende del poder de Dios a través de su
espíritu. Solo cuando dependamos del fundamento del evangelio podremos en consecuencia
3. abundar de gratitud
Si aquella realidad de, la muerte, resurrección de Jesús atraviesa hasta lo más profundo de
nuestro corazón y somos transformados por esa realidad asombrosa entonces solo así
viviéremos manifestando una gratitud digna en el evangelio, una gratitud arraigada en el
evangelio, una gratitud que se va construyendo en Jesús y una gratitud que va fortaleciéndose
en Jesús. Y no habrá lugar en nuestro corazón vacíos que necesiten ser llenados de lo que
ofrece el mundo (…) ¡sino que la realidad salvífica de Jesús llenara todo!!