Capítulo 2 Libro Ferreyra y Peretti
Capítulo 2 Libro Ferreyra y Peretti
Capítulo 2 Libro Ferreyra y Peretti
MODULO IV
1
El presente Capítulo ha sido escrito en colaboración. Gabriela Peretti y Jacinta Eberle abordaron el
“Aprender a Aprender”; Delia Provinciali el “Aprender a convivir”; y Horacio Ferreyra el “Aprender a
emprender”.
2
Citado por: Starico de Accomo M.. “Los proyectos en el aula”. Magisterio del Río de la Plata. Argentina,
1.996.
3
Faure, E. y otros. “Aprender a ser, la educación del futuro”. Alianza-UNESCO. España, 1974.
4
Delors, J.. “La educación encierra un tesoro”. Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional Sobre la
Educación para el Siglo XXI. Ediciones Santillana-Unesco. España, 1996.
5
Morin E.. “Los siete saberes necesarios para la educación”. Nueva visión. Argentina, 2002.
6
Gardner H.. “La educación de la mente y el conocimiento de las disciplinas: lo que todos los estudiantes
deberían comprender”. Editorial Paidos. España, 2000.
7
Braslavsky C.. “Re-Haciendo escuelas. Hacia un nuevo paradigma en la educación latinoamericana”.
Santillana-CAB. Argentina, 1999.
A primera vista podría pensarse en la necesidad de favorecer el desarrollo de las
las aptitudes naturales del pensamiento para plantear y resolver los problemas de
la realidad, apoyando la curiosidad de niños y jóvenes, entendida como actitud
para interrogarla y orientarla hacia los problemas fundamentales de nuestra propia
condición humana y nuestro tiempo. Así, una EDUCACIÓN AUTÉNTICA deberá
posibilitarle a las personas la adquisición de las competencias necesarias para
que puedan conectar los conocimientos y ponerlos en un contexto particular
(local), como así también situarlo respecto del conjunto (global) y viceversa. 8
APRENDER A APRENDER9
8
Morin E.. "La cabeza bien puesta". Nueva Vision. Argentina, 2001: pp 23 a 35.
9
En este apartado se agradece las lecturas críticas de Ana Baroli y Marta Pasut.
10
Guerrero Ortiz L.. “Algunas competencias requeridas por los nuevos escenarios del Siglo XXI”. Alerta
Educativa Nº 73. Foro Educativo. En URL: www.foroeducativo.org.pe (En Línea) Consulta: 22/03/05.
Para lograr un verdadero aprendizaje debe incluirse la autovaloración de los
procesos que intervienen en la tarea de construir conocimientos a partir de la
información. Porque todos somos capaces de observar nuestro pensamiento, de
examinar nuestros procesos de reflexión y -concientemente- de aplicar
herramientas para enfrentarnos a los problemas que encontramos. 11
Para Carlos Monereo 12, una estrategia es "una toma de decisiones consciente e
intencional que trata de adaptarse lo mejor posible a las condiciones contextuales
para lograr de manera eficaz un objetivo, que en entornos educativos podrá
afectar al aprendizaje (estrategia de aprendizaje) o a la enseñanza (estrategia de
enseñanza)". Se trata de comportamientos planificados que seleccionan y
organizan mecanismos cognitivos, afectivos y motrices con el fin de enfrentarse a
situaciones-problema, globales o específicas, de aprendizaje.
Tipos de estrategias
Se distinguen los siguientes tipos de estrategias de aprendizaje: estrategias
cognitivas, estrategias metacognitivas y estrategias de interacción.
Estrategias cognitivas
11
Nisbet, J.. .Citado por Rinaudo, M.C. y Vélez, G. “Estrategias de aprendizaje y enfoque cooperativo”
Educando Ediciones. Argentina, 2003: p 41.
12
Monereo C.. "El aprendizaje estratégico". Aula XXI. Santillana. Madrid, 2000: p21.
Las estrategias cognitivas se refieren a procesos y conductas que se utilizan para
mejorar la capacidad de aprendizaje y de memorización. Son representadas
mentalmente como “planes de acción”, pero encarnan complejas operaciones
cognitivas que son antepuestas a los procedimientos específicos de una tarea.
Para los autores Nisbet y Schucksmith, dichas estrategias son “secuencias
integradas de procedimientos o actividades que se eligen con el propósito de
facilitar la adquisición, el almacenamiento y/o la utilización de información o
conocimientos”.13
Estrategias Metacognitivas
Las estrategias metacognitivas hacen alusión a los procesos mentales que cada
persona pone en juego para controlar el aprendizaje mientras éste tiene lugar, y
evaluarlo una vez completado. La capacidad metacognitiva es un atributo del
pensamiento humano que se vincula con la habilidad que tiene una persona para:
Nisbet J. Y otro. “Estrategias de Aprendizaje”. Santillana. Madrid, 1987. Citados por Rinaudo, M.C. y
13
Vélez, G. “Estrategias de aprendizaje y enfoque cooperativo”. Educando Ediciones. Argentina, 2003: p. 41.
Se pueden clasificar en:
Estrategias de Interacción
Las estrategias de interacción son las que regulan los intercambios con los demás
y el control intelectual sobre las situaciones en curso.
Incluyen las estrategias de interacción propiamente dicha y las estrategias
comunicativas.
Román Pérez y Diez López14 señalan como estrategias cognitivas relevantes para
el aprendizaje y, por lo tanto, a ser planteadas por el equipo docente a sus
alumnos, las siguientes:
Nos parece importante realizar la siguiente aclaración que se relaciona con el uso
de la memoria. Todas las estrategias, o mejor aún, todo aprendizaje, requiere de
la memoria, entendida como retención de información para su uso activo y no
como repetición mecánica irreflexiva. Desde esta concepción, se trata –entonces-
de fomentar el "estudiar con memoria" y no el estudiar de memoria.
Para que esto suceda, es decir, para que los alumnos recuerden con sentido las
informaciones incorporadas, el docente debe enfatizar la idea principal de lo que
está enseñando, hacer participar al alumno activamente y con mucha frecuencia,
fomentar la formulación de preguntas y todo tipo de registro (gráfico, sonoro,
escrito, etc).
15
Guerrero Ortiz L.. “Algunas competencias requeridas por los nuevos escenarios del Siglo XXI”. Alerta
Educativa Nº 73. Foro Educativo. En URL: www.foroeducativo.org.pe (En Línea) Consulta: 22/03/05.
La convivencia es un campo esencial de la acción humana, por lo que u na de las
primeras preguntas que deberíamos formularnos los docentes en relación a ella, es a qué
denominamos violencia, cuando muchas veces los alumnos ante nuestro señalamiento nos
contestan "estamos jugando" ¿Qué ha ocurrido para que la violencia sea reconocida como tal por
los adultos y no por los niños y jóvenes? ¿Cuáles son las condiciones socio-histórico de producción
de estos fenómenos? El problema es solo quedarnos, tal como señala la tradición pedagógica, en
clasificar como disruptiva un conducta y rápidamente aplicar sanciones, sin preguntarnos cuando
un alumno "fracasa" sino está fracasando también la sociedad, el sistema educativo, la escuela,
las practicas pedagógicas etc.
¿Violencia en la escuela?
Por otra parte, debemos distinguir dos tipos de violencia: física y simbólica. Y si
bien la gran preocupación recae sobre la primera por la relevancia y los efectos
visibles que tiene, los hechos mas frecuentes corresponden a actos y procesos de
violencia simbólica.
Los chistes, los motes, rumores con características estigmatizantes hacia los
otros, se ha agudizado en los últimos años como producto de la fragmentación
social, que lejos de plantear la diferencia como un hecho social plural, impone
crecientes discriminaciones negativas.
En este sentido debemos analizar los sucesos violentos como procesos y no como
simples acontecimientos. Los componentes violentos se organizan como una
trama en la cual los roles (victima y victimario) se fueron alternando. Es necesario
conocer los procesos de producción del hecho ya que no podemos pensar en
simples acontecimientos, que ocurren de manera súbita.
16
Carretero, M.. “Constructivismo y Educación”. Editorial Aique. Buenos
Aires, 1994.
El valor educativo de los límites.
Cuando decimos "le ponemos límites" estamos indicando dónde está la frontera.
En general, en el ámbito educativo señalamos todo lo que no se puede, rara vez
explicitamos lo que sí se puede. Por ello la intencionalidad educativa se pone de
manifiesto cuando el sujeto paso a la zona de lo prohibido.
Que es lo permitido y que es lo prohibido esta determinado por los valores que la
escuela decide trabajar y va a ser distinto en cada escuela, en función de su
proyecto y el contexto en el que esta inserta. Lo importante es enseñar que es lo
permitido y que es lo prohibido, y no dar por sentado que los alumnos
naturalmente conocen el contenido de ambas zonas. Solemos saltearnos la
explicitación de los límites, y sólo intervenimos cuando ya ha pasado a la zona de
lo prohibido.
Los límites para que tengan valor educativo deben explicitar que: a) lo indeseable
son los actos, no las personas que los realizan. b) No deben convertirse en un
desafió capaz de provocar batalla de voluntades, ya que instalamos una lucha de
poder y c) deben distinguir las emociones de los actos. El límite restringe los actos
no los deseos. La mayoría de los llamados problemas disciplinarios presentan dos
aspectos: sentimientos enojosos y actos enojosos. Cada uno debe ser tratado de
manera diferente: los sentimientos deben ser identificados y expresados, mientras
que los actos deben ser limitados y reorientados.
Por otro lado, cuando las sanciones deben ser colocadas como modo de
componer un orden, deben estar implicadas en una ética de la convivencia, deben
ser pensadas en primer lugar como no humillantes y a continuación como una
instancia de reparación de lo acontecido.
Cuando la sanción sólo se aplica como castigo la norma se acata por obediencia y
temor a la autoridad; cuando la sanción conlleva la reparación se orienta hacia la
comprensión y el significado de las normas y la necesidad de acatarlas por el valor
que posee en función de la convivencia.
Para ello las normas que regulan la convivencia escolar deben ser claras,
explícitas y conocidas por todos. No deben presentar contradicciones internas y se
deben aplicar a todos por igual. En lo posible deben implicar en su elaboración a
todos los actores institucionales, ya que habilitar la participación transforma la
escuela, porque crea lazos, compromisos.
Los valores que sustentan las normas de convivencia, están siempre presentes
en la práctica educativa, por lo tanto, sino se trabajan concientemente y con
intencionalidad pedagógica se corre el riesgo de generar valores diferentes a los
planificados.
Cortina17 sostiene que la clave del pluralismo estaría en compartir unos mínimos
morales de justicia, aunque discrepemos en los máximos de felicidad. Siguiendo a
la misma autora, el componente central la pedagogía moral ha de ser el cultivo de
los valores: la moral que hemos de dejar a través de la educación de una forma
17
Corina, A.. “El mundo de los valores: ética y educación”. El Búho. Colombia, 1999.
común es la moral cívica, es decir, la moral que comparten los ciudadanos de una
sociedad democrática, sea cual fuere su creencia religiosa, su concepción de vida
buena o sus ideales de felicidad.
Pero las normas sociales no se aprenden por la mera transmisión que realizan los
docentes: son reconstruidas en su interacción con los otros, al crear y coordinar
relaciones significativas.
Por ello, los docentes tendrán que trabajar deliberadamente los contenidos
actitudinales (ya que la neutralidad valorativa es imposible) en el marco de
proyectos institucionales y áulicos, y apuntando a que dichas prácticas
educativas favorezcan la construcción de una moral autónoma y no la obediencia
a la autoridad por temor al castigo o al dolor. No es a través de la obediencia que
se adquieren las normas sociales y los valores, si no a través de la cooperación y
el intercambio de puntos de vista con los demás.
a-) Para enseñar a vivir con otros no basta con desplegar un repertorio
eminentemente conceptual, se requiere enseñar y en el mismo acto
convivir. La convivencia se enseña fundamentalmente conviviendo, como
manera fehaciente de apostar a la construcción de una cultura democrática.
18
Beltrán, F.. “El poder en la escuela”. En Revista La educación en
nuestras manos. CTERA – Bs. As.. Argentina, 1999.
c) Prácticas docentes reflexivas que permitan un mejor conocimientos de
nuestros niños y jóvenes, así como de sus formas de aprender para lograr
una cooperación mutua, que hagan de la escuela un lugar habitable tanto
para alumnos como para los docentes.
19
Guerrero Ortiz L.. “Algunas competencias requeridas por los nuevos escenarios del Siglo XXI”. Alerta
Educativa Nº 73. Foro Educativo. En URL: www.foroeducativo.org.pe (En Línea) Consulta: 22/03/05.
20
En el siglo pasado se asoció la acción emprendedora a la educación empresarial, pero en los últimos años
irrumpió en otros ámbitos como el social, político, cultural y tecnológico.
En el concepto de emprendibilidad se integran el “aprender a aprender” y el
“aprender a convivir”. Este término fue acuñado para significar que, en este
mundo global y de cambios acelerados, los estudiantes deben ser capaces de
asumir nuevos aprendizajes, con creatividad, espíritu crítico y rigor metodológico,
como verdaderas oportunidades para dar respuesta -no estereotipadas- a los
problemas derivados de los procesos simultáneos y a veces contradictorios de
inclusión y exclusión que inciden en el progreso de las sociedades.21
Perspectiva curricular
21
El concepto de emprendibilidad, apunta a superar el concepto restringido de empleabilidad -utilizado en la
última década del siglo XX, porque connota un significado más amplio, que va más allá del empleo, es decir
que se instala en la capacidad de las personas para desafiar la construcción de sus respectivos proyectos de
vida en contextos de riesgo: “en el que buscar empleo, en sociedades donde existe desocupación, se ha
tornado difícil, siendo urgente y a la vez necesario emprender la construcción de una ocupación”.
“metodología crítica centrada en la práctica social”. 22 La misma supone cuatro
momentos, a saber:
Primer momento
Dicha estrategia no tiene su punto de partida en la iniciativa preparatoria del
docente, ni en la actividad propuesta por los estudiantes, sino que está en
la realidad social que ambos comparten como autores de la transformación,
aunque desde distintos niveles de comprensión debido al conocimiento y la
experiencia previa que cada uno posee.-
Segundo momento
En segundo lugar, prevé que se identifique mediante "esfuerzos
cooperativos o individuales"23 los problemas que se presentan en la realidad
social. Esta idea va más allá de la presentación de nuevos conocimientos
por parte de los docentes o de problemas como obstáculos que irrumpen en
la actividad de los estudiantes. Se trata en este momento de distinguir
qué cuestiones podrán o no resolverse en su ámbito y en consecuencia,
qué contenidos serán necesarios abordar o retomar para construir y/o
reconstruir soluciones alternativas. Los problemas sociales se convierten en
organizadores de la acción.
Tercer momento
El tercer momento implica un proceso de preparación, que supone
iniciación, actualización y/o profundización teórica-práctica, para la
resolución de los problemas detectados. Dicho proceso no debe
confundirse con la asimilación de contenidos por parte de los alumnos, ni
con la recolección de datos, propios de la pedagogía tradicional y nueva
respectivamente. La apropiación de las herramientas conceptuales y
metodológicas por parte de los alumnos depende de su trasmisión directa o
indirecta, porque pueden tanto trasmitirse directamente como indicarse los
medios a través de los cuales se concretice dicha adquisición. Aquí
adquiere significado y relevancia la “ayuda ajustada” 24 o sea los apoyos o
instrumentos que brinda el docente en conjunción con las posibilidades de
los estudiantes y la “participación inteligente, sensible, creativa y efectiva” 25
en el diseño, ejecución y evaluación del proyecto más allá de la mera
aplicación por repetición o la experimentación por la acción.-
Cuarto Momento
En el último momento el grupo-clase vuelve a la realidad, ahora con los
elementos necesarios para comprender y enfrentar la problemática desde
22
Saviani D.. “Escola e Democracia”. Editorial Cortez. Brasil, 1986.
23
Jhonson D.W y otro. “Aprender Juntos y solos: aprendizajes cooperativo, competitivo e individualista”.
Aique. Argentina, 1999.
24
Baquero R..“Vigotsky y el aprendizaje escolar”. Aique. Argentina, 1996.
25
Rogoff. B.. “Los tres planos de la Actividad socio-cultural: apropiación, participativa guiada y aprendizaje”,
En Wertsch, J., del Río, P y Alvarez, A. (eds). “La mente sociocultural. Aproximaciones teóricas y aplicadas”.
Fundación Infancia y aprendizaje. España, 1997.
otra perspectiva gracias a la intervención pedagógica. De esta manera la
realidad se convierte en principio, causa, condición y fin de las prácticas
emprendedoras, ayudando a ver, sentir, pensar y por sobre todas las cosas
actuar en términos del medio.
26
LaCueva A.. “La enseñanza por proyectos: ¿mito o reto?. En la Revista Iberoamericana de Educación Nº16.
OEI. España: pp 165 a 187
y mantenimiento de automóviles, o bien inventen recetas de cocina o evalúan la
calidad de distintas marcas de productos, etc..
Aprender a emprender a partir del trabajo con y en este tipo de proyecto tiene
como propósito que los niños, adolescentes, jóvenes y adultos, no sólo aprendan
a trabajar de manera autónoma y a cooperar con los demás de manera efectiva,
sino a conocer, hacer, ser y convivir con los demás a partir de la concreción de
acciones individuales y colectivas de transformación social.