Protocolo Hellp
Protocolo Hellp
Protocolo Hellp
HELLP
SINDROME HELLP
Consideraciones generales, Diagnóstico y tratamiento.
José Antonio Rojas Suárez*, Olga Lucía De la Ossa Mercado**
DEFINICIÓN
El síndrome HELLP (por las siglas en inglés para “Hemolysis, Elevated liver enzimes and Low
Platelets) es una alteración propia del embarazo caracterizada por anemia hemolítica
microangiopática, aumento de las enzimas hepáticas y trombocitopenia , siendo considerado
como una variante grave de presentación de las pacientes que ingresan por hipertensión inducida
por el embarazo (preeclampsia o eclampsia). Este término, acuñado por Weinstein [1] en el año
1982, ha sido objeto de numerosos artículos publicados en la literatura médica. Actualmente se
acepta que la hipertensión inducida por el embarazo, la preeclampsia y el síndrome HELLP están
relacionados y que sus formas de presentación se superponen.
Existen dos sistemas de clasificación del síndrome HELLP. El primero de ellos, desarrollado por
Martin et al [2], en la Universidad de Mississippi, Jackson, propuso el nivel de plaquetas como el
índice más fácilmente medible de la gravedad de la enfermedad. Este sistema tiene en cuenta el
recuento de estas células para definir tres clases de síndrome HELLP, en cada una de estas debe
existir la evidencia de laboratorio de anemia hemolítica microangiopática y alteración de las
enzimas hepáticas. El sistema es el siguiente:
En cuanto a la presencia de anemia hemolítica microangiopática, se define por LDH de 600 UI/L o
más y la alteración de las enzimas hepáticas según estos autores, se establece cuando la AST y la
ALT se encuentran en 40 UI/l o más. Siempre deben encontrarse estos dos criterios para poder
incluir a las pacientes en alguna de las tres clases ya descritas.
El segundo de los sistemas de clasificación, fue propuesto por Sibai et al [3], conocida como la
clasificación de Tenesse. Determina la expresión del síndrome en completo o parcial. De acuerdo a
este sistema, se habla de síndrome de HELLP completo cuando presenta LDH DE 600 UI/l o más,
recuento de plaquetas menor de 100.000/µL y ALT de 70 UI/l o más. Hay síndrome de HELLP
parcial o incompleto cuando en los hallazgos de laboratorio, las pacientes presentan una o dos de
las alteraciones en la LDH, plaquetas o ALT.
*Médico Internista intensivista. Coordinador Unidad de Cuidados Intensivos Gestión Salud S.A.
Fundación GRICIO. Coordinador Soporte Avanzado Obstétrico ALSO© para Colombia.
**Médico atención neonatal I.P.S. Intensivistas S.A. Coo-investigadora Fundación GRICIO.
La tasa más alta de complicaciones se presenta en aquellas pacientes que desarrollan el síndrome
con criterios de clase I según la clasificación de Mississippi o completo, según la clasificación de
Tennessee. Es por esto que se hace imperativa la necesidad de utilizar criterios estrictos para
clasificar a las pacientes.
ETIOPATOGENIA
La elevación de las enzimas hepáticas puede reflejar el proceso hemolítico así como la
participación del hígado. Se ha dicho ya que la hemólisis contribuye substancialmente a los niveles
elevados de LDH, en tanto que los niveles elevados de la aspartato aminotransferasa (AST) y
alanino aminotransferasa son más debidos al daño hepático .Se ha dicho que la enzima Glutatión
S- transferasa -a1 (α-GST o GST-a1) puede tomarse como un indicador más sensible para detectar
daño hepático agudo antes q la detección de la AST y ALT y permitir así, un reconocimiento de este
desorden más tempranamente [14]. Desafortunadamente la medición de la α-GST no está
ampliamente disponible y aún no se considera como procedimiento diagnóstico rutinario.
En cuanto a las plaquetas, la vida de estas células en presencia de síndrome HELLP se reduce por
el fenómeno de agregación y destrucción de las mismas. Este descenso en el conteo plaquetario se
compensa por un aumento de la producción y liberación de nuevas plaquetas desde la médula
ósea. La reposición de células jóvenes continúa hasta alcanzar un punto en el cual la médula no
logra compensar el proceso de agregación y consumo concomitantes, resultando en la declinación
progresiva del recuento plaquetario.
La literatura médica reporta que el síndrome HELLP ocurre en cerca de 0.5 a 0.9% de todos los
embarazos y en el 10 al 20% de los casos con preeclampsia severa [7]. El 70% se desarrolla antes
del parto, entre las semanas 27 y 37 de gestación [7], [8]. El 10 % ocurre antes de la semana 27 y
el 20% más allá de la semana 37. En la serie reportada por Sibai et al, los pacientes con síndrome
HELLP fueron significativamente mayores (edad promedio 25 años) a diferencia de las que
presentaban únicamente preeclampsia-eclampsia en la que el promedio de edad fue de 19 años
[9].La incidencia de este síndrome fue más alta en la población blanca y entre pacientes
multigestas y aunque puede ser variable, su inicio es usualmente rápido[7],[10].En el período
postparto, suele iniciarse en las primeras 48 horas en mujeres que han cursado con proteinuria e
hipertensión antes [8]. Muchas de las mujeres con síndrome HELLP han tenido hipertensión y
proteinuria, pero estas pueden estar ausentes en el 10 al 20 % de los casos [11].
Los factores de riesgo para síndrome HELLP difieren de aquellos asociados con preeclampsia [12]
El primero generalmente se presenta durante el tercer semestre de la gestación, aunque bien
puede tener lugar a menos de las 27 semanas de gestación en cerca del 11% de las pacientes [8].
Algunos factores de riesgo identificables al ingreso son significativos para la morbilidad materna,
en estos se incluyen: presencia de náuseas, vómitos y dolor epigástrico. En cuanto a los datos de
laboratorio, algunos valores al ingreso indican una probabilidad superior al 75% de aparición de
complicaciones; estos son: LDH mayor de 1400 UI/l, AST mayor de 150 UI/L, ALT por encima de
100 UI/L y ácido úrico mayor de 7.8 mg/dL [13].
Morbilidad, mortalidad materna y perinatal
La evolución del síndrome HELLP coloca a la gestante en alto riesgo para presentar alta tasa de
morbilidad y mortalidad. La morbilidad, reportada en valores que van desde el 12,5% al 65%, se
categoriza de acuerdo al órgano más afectado y se estratifica por la extensión de la enfermedad
utilizando el sistema de la clasificación de Mississippi. Se listan los constituyentes de esta
categoría en la Tabla 2 y se presentan en orden de frecuencia.
Es así como, de manera general se ha evidenciado que las complicaciones se observan en casos
avanzados del síndrome, es decir, las mujeres con síndrome de HELLP clasificadas como Clase I
tiene el riesgo más alto de morbilidad asociada el cual se reduce proporcionalmente en mujeres
con las clase 2 y 3 de la enfermedad.
La mortalidad de este síndrome reporta una tasa del 24%. La mayoría de las muertes de pacientes
con síndrome HELLP ocurren en aquellas clasificadas como Clase 1 (60%), y la anormalidad
neurológica debida a hemorragia cerebral /ECV es el hallazgo más común realizado en autopsias
(45%). La demora en el diagnóstico y de consulta por parte de la paciente, se considera es un
factor envuelto en la mitad de las muertes.
Obstétrica
SNC/Visual
Hemorragia cerebral/ECV
Trombosis venosa central
Encefalopatía hipertensiva
Edema cerebral
Cambios en el sensorio/coma
Alteraciones en la visión
Desprendimiento de retina/macular
Hemorragia vítrea
Ceguera cortical
Convulsiones eclámpticas
Renal
Necrosis tubular aguda
Falla renal aguda
Diálisis renal
Falla renal transitoria
Hepática
Hematoma subcapsular/intrahepático
Ruptura hepática/hemorragia
Tomado de : Martin JN Jr, Rose CH, Briery CM: Understanding and managing HELLP syndrome: the integral role of
aggressive glucocorticoids for mother and child. Am J Obstet Gynecol 2006, 195:914-934
En Colombia existen reportes aislados que relacionan el síndrome HELLP con la mortalidad
materna. En el Instituto Materno Infantil (Bogotá) entre 1996 y 1997 se reportaron 25 casos de
muertes maternas, de las cuales 23 (92%) fueron directas y de ellas 16 (69.5%) se relacionaron con
preeclampsia, de estas 8 (50%) presentaron como complicación el denominado síndrome HELLP
[27]
Se ha dicho que los recién nacidos hijos de madres con HELLP pueden desarrollar trombocitopenia
y parálisis cerebral infantil asociada. Sin embargo, la baja edad gestacional al momento del parto
parece ser el principal problema más que el síndrome HELLP por sí mismo. La mayoría de los
neonatos nacidos de mujeres con síndrome HELLP tienen un desarrollo normal a largo plazo [14].
CUADRO CLÍNICO
La naturaleza sutil de la presentación clínica de este síndrome puede hacer que el diagnóstico sea
frustrante, dado que la mayoría de las pacientes tiene síntomas inespecíficos o signos leves de
preeclampsia [12], [13]. Generalmente, el motivo de consulta es dolor en el cuadrante superior
derecho del abdomen o en el epigastrio, náuseas y vómito. Muchas de estas pacientes tiene
historia de malestar en los días previos y algunas han sentido síntomas semejantes a los de un
síndrome viral, lo cual ha llevado a plantear la realización de estudios de laboratorio a las mujeres
en embarazo con sospecha de preeclampsia y que manifiesten estos síntomas durante el tercer
trimestre de la gestación. Igualmente, son frecuentes la cefalea intensa y las alteraciones visuales.
Se ha descrito también que el síndrome HELLP puede presentarse con síntomas asociados a la
trombocitopenia tales como sangrado por mucosas, hematuria, petequias o equimosis. Aunque el
82-88% de las pacientes tiene hipertensión, esta es leve en el 15 – 50% de ellas; el 87% tiene
proteinuria detectada por prueba de tirilla reactiva; es importante tener esto en cuenta puesto
que la ausencia de hipertensión o proteinuria hace dudar muchas veces el diagnóstico de
síndrome de HELLP, y hay que tener en cuenta que existe un porcentaje de pacientes que cursan
sin estas dos manifestaciones.
Se ha reportado que las mujeres con síndrome HELLP parcial tienen pocos síntomas y desarrollan
menos complicaciones que aquellas que presentan la forma completa [3]. De manera contraria, un
síndrome HELLP parcial o incompleto puede evolucionar hacia su forma completa y muy
raramente, la reversión total o parcial de este puede tener cabida [14].
2 Plaquetas ≤ 100·109/L
≥ 50·109/L
AST o ALT ≥ 70 IU/L
LDH ≥ 600 IU/L
3 Plaquetas ≤ 150·109/L
≥ 100·109/L
AST or ALT ≥ 40 IU/L
LDH ≥ 600 IU/L
Tomado de : Haram K, Svendsen E, Abildgaard U. The HELLP syndrome: Clinical issues and
management. A Review. BMC Pregnancy and Childbirth. 2009, 9:8.
Para lograr el diagnóstico de síndrome HELLP, se debe tener en cuenta el contexto clínico de su
presentación y los síntomas y signos asociados. Una vez se sospecha este diagnóstico, se deben
solicitar las pruebas de laboratorio que ayuden confirmar la sospecha y a evaluar la gravedad del
compromiso. Entre más anormalidades se presenten en los resultados de laboratorio, más alta es
la sospecha que debe tener el clínico ante la presentación de esta entidad [10], [13], [14]. Es
importante recordar para tener en cuenta que el síndrome HELLP es una variante de la
preeclampsia grave pero que su diagnóstico puede permanecer incierto en mujeres con
hipertensión y proteinuria. La trombocitopenia puede ser el primer indicador de la enfermedad.
Un conteo plaquetario de menos de 150,000/mL representa una trombocitopenia leve (100,000-
150,000/mL), moderada (50,000-100,000/mL), o severa (< 50,000/mL) tanto en la paciente
gestante como en la no gestante. La morbilidad materna se dobla desde un 11% a más de un 20%
cuando las pacientes con preeclampsia severa tienen una leve trombocitopenia asociada a cifras
elevadas de LDH (> ó = a 600 UI/L) y transaminasas (AST y/o ALT >ó = a 40 UI/L). La hemorragia y
ruptura hepáticas pueden aparecer en la gestante con síndrome HELLP antes de que el conteo
plaquetario caiga por debajo de 100,000/mL [10], [13], [14].
Se recomienda hacer siempre la evaluación seriada del recuento plaquetario y de los niveles de
AST, ALT y LDH cada 12 a 24 horas o con mayor frecuencia, si está indicado clínicamente.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Los signos clínicos del Hígado agudo del embarazo (HAE) varían y constituyen un reto para el
clínico. Típicamente ocurre entre la semana 30 y 38 de edad gestacional con historia de
sintomatología de aproximadamente 1 a 2 semanas referida como debilidad, anorexia , náusea y
vómitos además de dolor en mesogastrio o en la región de flanco derecho acompañado de cefalea
e ictericia. La hipertensión y proteinuria generalmente se encuentran ausentes. Pueden coexistir
igualmente hemoconcentración, acidosis metabólica, falla hepática aguda y un bajo grado de
coagulación intravascular diseminada, con un conteo plaquetario, normal o moderadamente
anormal, tiempos de coagulación prolongados y fibrinógeno sérico bajo .También puede
presentarse leucocitosis y niveles elevados de creatinina sérica, ácido úrico, bilirrubinas y enzimas
hepáticas. La hipoglicemia y la prolongación de protrombina pueden distinguir el HAE del
síndrome HELLP. La ecografía hepática puede revelar ecogenicidad aumentada en casos severos
de HAE. La tomografía axial computarizada puede mostrar una atenuación leve o difusa del
hígado. Se recomienda la biopsia hepática como el procedimiento estándar para confirmar el
diagnóstico, pero requiere de una función hemostática aceptable. El sangrado gastrointestinal, la
falla renal aguda y la pancreatitis pueden complicar el HAE. La mayoría de las pacientes mejoran
en el curso de una a cuatro semanas postparto, pero puede recurrir en el próximo embarazo [16).
La púrpura trombocitopénica autoinmune (PTA) es un síndrome clínico que cursa con
trombocitopenia y que puede manifestarse como un desorden hemorrágico con la presencia de
púrpura y petequias. Aún con un conteo plaquetario muy bajo, en la mayoría de los casos no se
evidencia mortalidad o morbilidad materna o fetal. [17]
El síndrome urémico hemolítico (SUH) y la púrpura trombocitopénica trombótica (PTT) son
microangiopatías que comparten algunas de las características del síndrome HELLP tales como
lesión endotelial, agregación plaquetaria, microtrombos, trombocitopenia y anemia [14]. Un
extendido de sangre periférica que muestre ser anormal asociado a niveles de LDH y creatinina
aumentados puede ayudar en la diferenciación [14], [16]. La lesión microvascular en el SUH afecta
principalmente los riñones y se desarrolla de manera usual, en el período postparto con signos y
síntomas de falla renal. Sin embargo, la mayoría de los casos se presentan en niñas y adolescentes
ocasionados por una enterotoxina específica producida por la cepa de Escherichia coli O157:H7.
La PTT, que es una condición extremadamente rara que puede presentarse durante la gestación,
se caracteriza por compromiso neurológico, fiebre, dolor abdominal y sangrado. Las
anormalidades neurológicas van desde la cefalea hasta los problemas visuales, confusión, paresia
transitoria, debilidad y convulsiones. La mortalidad del SUH y la PTT han disminuido notablemente
debido a la disponibilidad del cuidado crítico obstétrico y las transfusiones de hemoderivados.
El Lupus eritematoso sistémico (LES) es un desorden autoinmune que se caracteriza por depósitos
de complejos antígeno anticuerpo en los capilares, con hallazgos que van desde la levedad hasta la
severidad. Afecta múltiples sistemas (renal, pulmonar, cardíaco, hepático y nervioso). Los
hallazgos clínicos y de laboratorio en mujeres con nefritis lúpica son similares a aquellas con
preeclampsia severa. Los anticuerpos antifosfolípidos (anticuerpos anticoagulante lúpico y/o
anticardiolipina) están presentes en el 30 al 40% de los casos, mientras que la trombocitopenia
ocurre en cerca del 40 al 50% y la anemia hemolítica en el 14 al 23% de las mujeres con LES. Las
lesiones cerebrales y los síntomas pueden desarrollarse a causa de la vasculitis y/o la oclusión
cerebro – vascular que puede llevar a las convulsiones [16], [14]. En el llamado síndrome
antifosfolípidos (SAFL), los anticuerpos antifosfolípidos están asociados con trombosis recurrente
(en venas y arterias) y pérdida del embarazo. El SAFL puede ocurrir como una enfermedad
primaria, no relacionada con el LES.
La deficiencia de folato es común en el embarazo , pero su progresión a megaloblastosis es rara. La
anemia hemolítica, trombocitopenia y la coagulopatía debida a la deficiencia de folato puede
simular un síndrome HELLP incompleto [14].
CRITERIOS DE INGRESO A LA UNIDAD DE CUIDADOS ESPECIALES Y A LA UNIDAD DE CUIDADOS
INTENSIVOS
El curso clínico de las pacientes con síndrome HELLP se caracteriza usualmente por un deterioro
progresivo y muchas veces súbito de la gestante. Es por esto que a la mayoría de las pacientes a
quienes se les diagnostica con este síndrome se les debe monitorizar en una unidad de cuidados
especiales (UCE), lo cual permite realizar un seguimiento más de cerca de su evolución y
establecer un diagnóstico más temprano de las diversas complicaciones asociadas a morbilidad y
mortalidad materna y perinatal [13] . Las indicaciones para transferir a estas pacientes desde la
UCE a la unidad de Cuidado Intensivo (UCI) incluyen:
TRATAMIENTO
El primer paso consiste en evaluar a la paciente. El estado clínico materno, la edad gestacional, la
presencia de trabajo de parto e índice de Bishop debe determinarse de manera sistemática. Los
paraclínicos iniciales incluyen los ya mencionados anteriormente: hemograma completo, recuento
de plaquetas, tiempos de coagulación, transaminasas hepáticas, LDH y citoquímico de orina a
demás de un extendido de sangre periférica, pruebas de función renal y electrólitos. La medición
de la presión sanguínea, la ecografía obstétrica y los tests para determinar el bienestar fetal son
muy importantes. El paso siguiente consiste en estabilizar a la paciente con líquidos endovenosos,
drogas antihipertensivas (del tipo Labetalol o nifedipina) y sulfato de magnesio para prevenir las
convulsiones [10], [11]. Se hace prioritaria la monitorización constante de los signos vitales y el
balance hídrico.
En general, existen 3 opciones para el manejo de la gestante con preeclampsia severa y síndrome
HELLP [14]. Estas opciones son:
La decisión correspondiente al tiempo en que se debe producir el parto se inclina hacia el parto
temprano para las mujeres con síndrome HELLP, a diferencia de las mujeres con preeclampsia
severa sin HELLP. El manejo conservador de este síndrome continúa siendo experimental y en la
mayoría de las mujeres el curso clínico es muy rápido para esperar por un curso completo de
esteroides antes de iniciar el parto [19].
El beneficio de temporalizar el manejo del síndrome HELLP está cuestionado. Algunos autores
advierten en contra del manejo expectante para optimizar la condición materna más allá de las 24
a 48 horas antes de terminar el embarazo. [1] o pasan por alto la conducta conservadora [14]. Sin
embargo, el manejo expectante de las gestantes con síndrome HELLP lejos del término es una
práctica común en Noruega, condicional a la seguridad del estado materno [20].
Terapia con corticoides
Mientras que la terminación del embarazo es el soporte del tratamiento para el síndrome HELLP,
el tratamiento con corticoides es un posible suplemento [10], [14]. Las alternativas presentes para
el tratamiento con corticoides son:
El beneficio materno del tratamiento con corticoides para el síndrome HELLP fue reportado por
primera vez en el año 1984 [21]. Adicional al efecto de lograr la maduración pulmonar fetal, se
sugirieron efectos favorables de este tratamiento en la madre: disminución del edema, inhibición
de la activación endotelial y reducción en la disfunción del endotelio, prevención de la anemia
microangiopática trombótica e inhibición de la producción de citoquinas con el subsecuente
efecto antiinflamatorio en el síndrome HELLP [22].
De acuerdo a la evidencia, se concluye que esta avala un curso único de corticoides en el parto
pretérmino, incluyendo la preeclampsia severa, pero no existe evidencia que soporte el
tratamiento con esteroides en el síndrome HELLP.
La indicación de la vía del parto, el tiempo en que debe realizarse y la técnica usada en el síndrome
HELLP depende más o menos de la experiencia y tradiciones locales y no existe un consenso
general al respecto [14]. Una gestante con síndrome HELLP clase 3 puede esperar el inicio del
trabajo de parto al término del embarazo, en tanto que si se presenta con un síndrome de HELLP
clase 2 o 3 con 34 semanas de gestación completas deberá ser desembarazada de manera
inmediata luego del control de la hipertensión materna [25]. La ruta para ser desembarazada
deberá elegirse de acuerdo a las indicaciones obstétricas que incluirán el estado del cérvix,
historia obstétrica y la condición materna y fetal. Si el cérvix es desfavorable para la inducción del
trabajo de parto, la maduración cervical será el primer paso [6]. Se sabe que antes de las 34
semanas de gestación, la terminación del embarazo se hará si la condición materna no puede ser
controlada rápidamente, si ésta además empeora o se evidencian signos de distrés fetal. Las
indicaciones maternas para la terminación del embarazo incluyen: presión arterial > 160/110
mmHg a pesar del tratamiento antihipertensivo, síntomas clínicos persistentes o de deterioro,
empeoramiento de la función renal, ascitis severa, Abruptio placentae, oliguria, edema pulmonar
o eclampsia [26].En tales casos, la mayoría de los tratantes prefieren la realización de la operación
cesárea. La cesárea debe realizarse en mujeres que presentan síndrome HELLP antes de las 30
semanas de gestación y en aquellas en las que se diagnostica oligohidramnios y Bishop
desfavorable [11]. El tratamiento antihipertensivo se administra para mantener la presión arterial
por debajo de, y la gestante deberá ser monitorizada estrictamente por al menos 48 horas luego
del parto [14]. En la mayoría de las gestantes se evidencia mejoría en este momento.
En cuanto a las mujeres que desarrollan síndrome HELLP en el período postparto, el tiempo de
aparición de las alteraciones va desde pocas horas hasta los 7 días postparto; sin embargo, en la
mayoría de los casos parecen en las primeras 48 horas. El tratamiento de estas pacientes es similar
al de las que tienen el síndrome HELLP anteparto incluyendo la infusión de sulfato de magnesio,
control estricto de la PA y monitorización estricta ante la posibilidad de desarrollar disfunción
orgánica múltiple que requiera un manejo estricto en UCI [13].
COMPLICACIONES
CRITERIOS DE MEJORÍA
Una vez finalizado el embarazo, las pacientes con síndrome HELLLP deben ser trasladadas de
nuevo a una unidad de cuidados especiales para continuar el tratamiento con monitorización
estrecha de los signos vitales, ingreso y egreso de líquidos, valores de laboratorio y oximetría de
pulso. La monitorización debe mantenerse por 48 horas hasta que se produzcan estos cambios
[13]:
- El recuento de plaquetas evidencia una tendencia ascendente continua.
- El nivel de LDH siga la tendencia descendente continua.
- La paciente mantenga una diuresis mayor de 100 ml/hora por 2 horas consecutivas sin
estímulo diurético o bolos de líquidos.
- La hipertensión se controle con una presión arterial sistólica de 150 mmHg y una presión
arterial diastólica menor de 100 mmHg.
- Se evidencie mejoría clínica y nos e presenten complicaciones importantes.
Generalmente, las pacientes con síndrome HELLP presentan una mejoría de su condición
clínica en las primeras 48 horas postparto. Sin embargo, algunas de ellas, especialmente
las que cursan con Abruptio placentae, CID, marcada trombocitopenia (recuento de
plaquetas menor a 20.000/mm3) ascitis grave o disfunción renal importante pueden seguir
un curso de resolución más lento o evolucionar hacia el deterioro de su condición clínica
que amerite ingreso a UCI para su consabida estabilización. Estas gestantes pueden
requerir en UCI durante varios días por la alta probabilidad de sufrir falla orgánica
multisistémica [13].
PRONÓSTICO
Sibai ha demostrado que los anticonceptivos orales son seguros en las mujeres que han padecido
un síndrome de HELLP [11]. Las mujeres con síndrome de HELLP llevan consigo un riesgo
incrementado de la menos el 20% de que alguna forma de trastorno hipertensivo gestacional
recurra en el embarazo siguiente [10], [14]. En el siguiente embarazo , una mujer con historia de
síndrome HELLP antes o durante las 28 semanas tiene un altísimo riesgo de presentar
complicaciones obstétricas severas (parto pretérmino, hipertensión inducida por el embarazo y
mortalidad neonatal alta) [14]. Tal y como se ha mencionado en el presente texto, los embarazos
complicados por el síndrome HELLP se asocian a un alto riesgo de complicaciones amenazantes
para la vida tanto para la madre como para su hijo. El manejo en un centro especializado para el
soporte materno – fetal es vital para poder llevar a feliz término estos embarazos.
MANEJO DEL SINDROME HELLP *
Condición de Condición de SI
paciente paciente es
empeora estable
Aconseje a la paciente
Sobre los beneficios potenciales
De continuar la gestación
Parto Monitorice a para permitir la maduración pulmonar fetal
la paciente
en UCE ó UCE
Condición de Condición de
paciente paciente es
empeora estable
Parto Monitorice a
paciente en UCI ó UCE
*Tomado de: Padden MO: HELLP syndrome: recognition and perinatal management. Am Academ Fam
Physician 1999, 60:829-838.
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