Tectonica
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PRIMERA PARTE:
1) Geología Global y de donde surgen las evidencias para esta nueva teoría.
En el interior de la tierra se producen corrientes de calor que desplazan materiales del centro de
la misma. Estos movimientos provocan, desde siempre, cambios en la forma de los continentes y
esos cambios se manifiestan través de terremotos y erupciones volcánicas.
El aspecto de la superficie terrestre no siempre fue igual, sino que fue cambiando y siguió
modificándose constantemente. Los estudios geológicos demostraron que la cara externa de a tierra
se encuentra formada por siete fragmentos curvados, que se encastran perfectamente. Estos trozos
se denominan placas litosféricas o tectónicas y, según sus movimientos, originaron los cambios en la
corteza terrestre, que dieron lugar a la formación de los continentes.
Las placas tectónicas que conforman la corteza terrestre están asentadas sobre la zona del manto
llamada astenosfera. Esta tiene una alta temperatura por la cual pertenece en constante estado de
fluidez. Por lo tanto, los bloques tectónicos flotan sobre esta capa, que se desplaza debido a las
corrientes de convección, producto de energía calórica del interior.
El desplazamiento de esta zona del manto hace que los continentes (zonas de la corteza) se
muevan unos centímetros por año.
Hace unos 300 millones de años, hubo una sola placa tectónica, cercana al polo norte. Esta dio
origen a una masa continental única llamada Pangea, qué estaba rodeada de un mar de agua
denominado Panthalassa. A partir de los desplazamientos producidos por corrientes de convección
en el manto líquido, este super continente se fragmentó, dividiéndose en dos partes: Laurasia, que
comprendía Eurasia y el norte de América, y Gondwana, formada por América del sur, África, india,
Australia y la Antártida. Estos bloques continuaron sometidos a procesos similares. Posteriormente,
las dos placas volvieron a dividirse, hasta nuestros días. Hoy podemos hallar siete placas tectónicas
que poseen una parte continental y otra oceánica, que se desplazan hacia diferentes direcciones.
2)Evolución de las Ideas que originaron la Teoría de la Tectónica de Placas. Estadios en el Desarrollo
de la Revolución.
La idea de una deriva continental fue postulada por Alfred Wegener y recogida en 1915 en su obra
El origen de los continentes y los océanos. Aunque existían algunos indicios a su favor, en un
principio la mayoría de los geólogos se mostraron escépticos, ya que no se conocía ningún
mecanismo plausible que explicase el movimiento de grandes masas de tierra a través del océano.
El concepto moderno de placas tectónicas móviles fue propuesto en 1962 por Harry H. Hess, de la
Universidad de Princeton. Hess había sido capitán de un carguero militar estadounidense durante la
Segunda Guerra Mundial; durante sus viajes, había utilizado el sónar del barco para elaborar un
mapa del fondo del Pacífico. Defendió la hipótesis de que la totalidad de la corteza terrestre, tanto
la oceánica como la continental, se desplazaba sobre el manto como consecuencia de la convección
en éste. La corteza se formaría en las dorsales oceánicas, lugares en los que emerge y solidifica el
magma, y la corteza ya existente se hundiría en las fosas oceánicas en los procesos conocidos como
subducción de placas.
Las ideas de Hess fueron aceptadas por la comunidad científica después de que algunos estudios
hallasen que el magnetismo de las rocas del fondo marino se ajustaba a sus predicciones: el campo
magnético terrestre, cuya polaridad se invierte cada ciento de miles de años, deja su huella en la
roca a medida que ésta solidifica, lo que provoca la formación de bandas magnéticas alternas y
paralelas a las dorsales oceánicas.
Así pues, la deriva continental tiene como origen las altas temperaturas del interior de la Tierra.
Ese calor procede en parte de las desintegraciones radioactivas en su interior, pero también es un
remanente de la formación del planeta. De hecho, se estima que, hace unos 3000 millones de años,
el calor emergente debía ser el doble que en la actualidad. Ello ocasionaba numerosas erupciones
de magma y fragmentaba la litosfera primitiva en múltiples placas de pequeño tamaño. Puede que
los primeros continentes no fuesen mucho mayores que Islandia. Probablemente, también se
pareciesen a la isla en otros aspectos: a lo largo de unos 16 millones de años, Islandia (abajo) se ha
ido formando sobre uno de los puntos de acumulación de magma de la dorsal meso atlántica.
hubiera un “parte geográfico”, análogo a las predicciones de los meteorólogos, mostraría cómo en
los próximos 100 millones de años el océano Atlántico seguirá expandiéndose, hasta ser mucho
mayor que el Pacífico. Y también cómo África se unirá a Europa, desapareciendo el Mediterráneo y
surgiendo en su lugar una cordillera que le hará la competencia al Himalaya —aunque allí el Everest
y sus montañas vecinas todavía seguirán creciendo. Si esto hoy resulta chocante, habría que
ponerse en la piel de los geólogos, que se quedaron mucho más descolocados cuando en 1912 un
meteorólogo alemán de 32 años, Alfred Wegener, lanzó su teoría de la deriva continental. Gracias a
ella, hoy en día cualquier niño sabe que los continentes se mueven y estuvieron unidos en la época
en que aparecieron los dinosaurios.
- En 1.950 despertar del debate, causado por las. nuevas evidencias.
Desde que Wegener postuló su teoría de la deriva de los continentes pasaron muchos años antes de
que existieran datos científicos que pudieran comprobar los postulados de la misma. Recién a
comienzos de 1950 emergieron evidencias que permitieron revivir el debate acerca de las
revolucionarias ideas del meteorólogo alemán. Agrupados en tres aspectos estas evidencias
científicas constituyen los pilares en los que sustenta la teoría de la tectónica de placas, los que
corresponden a:
3) Movimiento del fondo oceánico y reciclaje de la corteza oceánica Una consecuencia directa del
descubrimiento de las franjas de polaridad magnética es el hecho de que, si se genera corteza
nueva en las crestas de las cordilleras mesoceánicas, implicaría que el fondo oceánico se estaría
moviendo. Lo anterior llevó a los científicos a introducir el término "expansión del fondo
oceánico". A pesar de que la teoría de la expansión del fondo oceánico explicaba
satisfactoriamente la ocurrencia de las franjas magnéticas, otra interrogante comenzó a rondar
en el mundo científico y era que, si en las cordilleras mesoceánicas se generaba corteza nueva,
¿por qué la Tierra no aumentaba de tamaño desde su formación? Intuitivamente se dio
respuesta a esta interrogante postulando que, si la corteza oceánica se expandía a lo largo de las
crestas de las cordilleras mesoceánicas, necesariamente tenía que ser consumida en otros
lugares de la Tierra. Aquellos lugares donde la corteza es consumida fueron definidos como
fosas marinas y que de acuerdo a Harry Hess9 corresponderían a grandes y profundos cañones
submarinos dispuestos paralelamente al borde de la cuenca del Océano Pacífico. Como la
corteza oceánica antigua se consumía bajo estas fosas, nuevos magmas eran generados y
eruptados a través de las crestas de las cordilleras mesoceánicas generando un ciclo de
"reciclaje", con la creación de nueva corteza oceánica y la destrucción simultánea de corteza
oceánica antigua. Paralelamente, estudios sismológicos revelarían que los terremotos tendían a
concentrarse en ciertas áreas, específicamente en las fosas y en las cordilleras mesoceánicas en
expansión.
John Tuzo Wilson elaboró la teoría de las fallas transformantes y los puntos calientes. Esta
última fue desarrollada posteriormente por J. Morgan. 1 Los estadounidenses B. Isacks, J.
Oliver y J. Sykes consideraron el movimiento de las placas en todo el globo, con creación y
destrucción de corteza terrestre. En los años posteriores, este concepto se ha enriquecido: J.
Dewey reconoció 28 placas. En realidad, las seis placas originales se subdividieron en otras y se
identificaron algunas comparativamente muy pequeñas, como la de Rivera en el territorio
oceánico mexicano.