Caso Prac 2 Uni 1 Ufo 0128

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ACTUACIONES PARA REALIZAR LAS ACTIVIDADES DE:

Higiene personal: debe ser diario y lo debe ejercer de forma autónoma dentro de sus posibilidades. Debe
incluir aseo diario, lavado de manos antes y después de comer, piel hidratada, se debe cuidar el pelo y las
uñas, lavado de boca tras cada comida, etc.

Vestido y calzado: utilizar ropa adecuada a las diferentes estaciones, cambiarse de ropa interior
diariamente, que utilicen un calzado adecuado que evite rozaduras y compresiones, etc.

Ambiente: se evitarán las corrientes y los cambios bruscos de temperatura, guardando cuidado con las
estufas, braseros, chimeneas, etc.

Alimentación: se le explicará la importancia de una adecuada dieta y se le ayudará si no puede realizarla


de forma autónoma.

Prevención de accidentes: advertirle sobre riesgos de caídas en la institución, se mantendrán los recursos
de forma ordenada.

Actividad física: realizar paseos diarios.

Actividad social: realizar talleres y actividades que fomenten la relación con el resto de usuarios y el
entorno cercano (taller de fotos significativas, taller de dibujos en grupo, etc

Las relaciones familiares son una de las fuentes principales de apoyo para las personas
mayores o discapacitadas, y el mantenimiento de estos vínculos cuando es ingresada
en un centro de servicios sociales, sobre todo si es residencial, puede minimizar la
vulnerabilidad de la persona usuaria frente a diferentes factores estresantes que
puedan afectarle, así como permitirle afrontarlos con más seguridad.

Es muy importante el papel de la familia en los distintos procesos y/o etapas en el


ingreso de una persona usuaria en un centro, porque partimos de la idea que tanto en
el ingreso, como en el proceso de adaptación y en el ajuste al centro, la familia cobra
relevancia en ese acompañamiento directo, ya que ingresa una persona con pasado,
presente y futuro, y su historia personal continúa.

Sin embargo, la situación actual es de poca o nula participación e implicación de los/las


familiares de la persona usuaria en el funcionamiento del centro en general, y en las
actividades del mismo en particular, debido a diversas CAUSAS, entre las que se
pueden señalar:

1. No establecerse como obligación para la familia la participación en las actividades


del centro y la implicación en la vida del mismo, ya que, una vez institucionalizada la
persona mayor o dependiente, creen que sus funciones han terminado y ya todo corre
a cargo del centro.

2. Ventajas de manifestar su opinión, dar sugerencias, participar en actividades, etc.


que por desconocimiento no se valoran por los familiares.
3. Indefinición de la persona que es el/la familiar de referencia.

4. Valoración de los posibles impedimentos que se presentan para la no participación y


que podrían ser solventados (horarios, falta de vehículo para desplazamiento, etc.).

5. Las actividades en si mismas, que no sean significativas a los familiares, o la propia


denominación de las actividades, ya que se confunden las actividades que el centro
realiza para mantener la capacidad de la persona usuaria en todas sus vertientes con
las que permiten la participación de la familia.

Para lograr la participación de las familias en los centros existen dos herramientas o
medios fundamentales:

1. Contar con un órgano de participación de personas usuarias y sus familiares, que


sirva de instrumento de valoración que permita mejorar la calidad de la atención
asistencial. Sobre este tema existe un documento técnico en este mismo soporte que
puede consultarse.

2. Contar con una Programación de actividades para poder dar una atención integral
de manera organizada y planificada, que sea global y en el que interactúen los diversos
componentes que lo integran: personas usuarias, profesionales, ambiente (físico y
social), familias y contexto comunitario.

Por ello, si partimos de la definición de centro residencial como centro de alojamiento


y convivencia que tienen una función sustitutoria del hogar familiar, ya sea de manera
temporal o permanente, donde se presta a la persona usuaria una Atención Integral,
por encima de aspectos reducidos a un mantenimiento de los cuidados básicos,
alojamiento y hostelería, es preciso elaborar e implantar una programación de
actividades que permita el desarrollo de las personas usuarias por un lado, pero
también potenciar las relaciones familiares por otro. Y para ello, la programación de
actividades resulta una herramienta fundamental para implicar a las familias en el
funcionamiento de los centros.

Teniendo clara la importancia de la participación de la familia de la persona usuaria en


el centro, se trata de adoptar determinadas MEDIDAS que faciliten dicha participación
y eliminen las causas que inciden en la no implicación de esta.

Concretar el/la familiar de referencia.

-Implicar a los/las familiares en todo el proceso de ingreso residencial, aportándole


conocimiento y pre-requisitos, por parte de profesionales, para que puedan ser útiles
en esta etapa y dejándose llevar por los consejos e indicaciones de los/las
profesionales que atienden a su familiar.

-Firma de un documento de compromiso (anexo al contrato de ingreso) por parte de la


familia, en el que se comprometa el/la representante legal, familiar de referencia, etc.,
a mantener las relaciones y participar en la garantía del cuidado y la atención del
mayor institucionalizado Obligatoriedad del centro de informar en comunicaciones
periódicas a los familiares del estado y evolución de las personas usuarias, así como los
objetivos alcanzados en su programa de

intervención individualizada.

-Utilizar un sistema de Tutorías con las familias de obligada presencia, previa


notificación o citación, y registrar el contenido de la misma, mediante documento de
comparecencia en el centro.

-Incorporar en el Reglamento de Régimen Interior dicha participación en todas las


formas posibles.

-Involucrar al personal de atención directa en la promoción y motivación de la


participación de los residentes en los talleres ocupacionales, cursos y actividades, y en
la participación de las familias en todas las que se puedan.

Asimismo, resulta imprescindible incluir en la Programación anual ACTIVIDADES QUE

PERMITAN LA PARTICIPACIÓN DIRECTA DE LAS FAMILIAS, como, por ejemplo:

1. Realizar una vez al año “JORNADAS DE PUERTAS ABIERTAS “en los centros para que
de manera cercana los/las familiares y amigos/as de las personas usuarias conozcan el
día a día del centro.

2. Realizar talleres junto a la familia, como taller de musicoterapia, taller de


manualidades, excursiones, representaciones teatrales, etc.

3. Conseguir participación de las familias en aquellas actividades en periodos puntuales


como la Navidad, Carnaval, Semana Santa, Cruces, Feria, etc., realizando por ejemplo
rastrillos navideños, villancicos, actuaciones musicales, elaboración de la Cruz de
mayo, celebraciones religiosas, menús especiales, etc.

4. Realizar talleres intergeneracionales con menores preescolares de entre 3 y 5 años,


o escolares de 6 a 12 años, muy positivos para las personas mayores y enriquecedores
para los/las menores.
5. Realizar talleres, encuentros o convivencias entre distintos centros.

6. Potenciar el voluntariado de personas mayores como recurso comunitario, ya que


personas jubiladas o prejubiladas, muchas veces inactivas y con alta disponibilidad,
pueden suponer una ayuda mutua entre iguales, proporcionando por una parte
afectividad, compañía, apoyo, etc. y por otra desarrollando el sentimiento de ser útiles
y estar activos.

7. Coordinación con los talleres, cursos, máster etc. de la universidad, municipio, obras
sociales, fundaciones…

Por último, existen OTRAS POSIBILIDADES para que las familias participen y se
impliquen en los centros donde vive un ser querido, y muchas otras que todavía están
por desarrollar:

1. Incorporación de las nuevas tecnologías de comunicación en el centro a disposición


de laspersonas usuarias, como internet o instalación de una webcam en los centros
para facilitar que,en aquellos casos en los que no se dispongan medios de
desplazamiento, se pueda mantener las relaciones familia-persona residente.

2. Habilitar una zona como reservado para encuentros familiares, más allá de la simple
sala de visita, facilitando la privacidad de los mismos.

3. Solucionar, en la medida de lo posible, los impedimentos que se presentan para la


participación de las familias en las actividades del centro (horarios, falta de vehículo
para desplazamiento,etc.).

Asimismo, resulta muy útil consultar la publicación “Mayores siempre activos” de la


Consejería para la Igualdad y Bienestar Social (2005) en la que se ofrecen gran cantidad
de actividades en las que se podrían incorporar los familiares de manera activa.

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