Marco, Rol Docente e Inclusion (1) .Doc Tesis 1
Marco, Rol Docente e Inclusion (1) .Doc Tesis 1
Marco, Rol Docente e Inclusion (1) .Doc Tesis 1
“La Educación Inclusiva, es un proceso por el cual se ofrece a todos los niños y
niñas, sin distinción de la capacidad, raza, o cualquier otra diferencia, la
oportunidad para continuar siendo miembro de la clase ordinaria y para aprender
de sus compañeros, junto con ellos, dentro del aula.”( STAINBACK (2001), LIBRO
APRENDER JUNTOS EN EL AULA, TERESA HUGUET”(2006)).
SERÍA INTERESANTE LOGRAR UN CIERRE RELACIONANDO CON SU
PROPIO OBJETIVO INVESTIGATIVO
b). Rol del Docente en la Educación Emocional.
• Cercanía.
• Dependencia.
• Conflicto.
En relación a la primera dimensión, esta hace referencia al grado en que existe
una comunicación cálida entre el profesor y sus estudiantes, el hecho de que el
niño observe una figura con la que establece lazos, lo que le otorga seguridad, y
le permite desarrollar una actitud positiva, en relación al contexto escolar en donde
se encuentra sintiéndose así gratamente aceptado y también valorado, este
desarrollo afectivo positivo que logra en el niño la relación de confianza que le
entrega el docente, le otorga una base de seguridad para avanzar y explorar su
entorno.
En la segunda dimensión hace relación a ciertas conductas exageradas en las
que el niño de alguna forma se “cuelga” de su profesor, necesitando así más
atención, y apoyos exclusivos, lo que en cierto modo interferirá con la relación
profesor alumno, perjudicando el desarrollo y autonomía del niño.
Finalmente la tercera y última de las dimensiones, la cual hace referencia
sobre los conflictos entre el profesor y sus alumnos, dichos conflictos los cuales
son estresantes tanto para el niño como para el docente. Los roces dentro de la
relación profesor-alumno, desarrollando en el último actitudes negativas, las
cuales influirán de manera sumamente perjudicial en el rendimiento y la
adaptación escolar, del niño.
Por lo tanto es el docente quien debe encargarse de generar un ambiente
positivo, al interior del aula, formando así un clima de cooperación entre profesor
y alumno. En relación con lo anterior, MIDGLEY, ROESER Y URDIN (1996),
plantean que una relación profesor-alumno ideal se caracterizara por altos
grados de respeto, apoyo, cuidado, calidez, confianza y responsabilidad. Del
mismo modo plantean que el docente que alimenta un clima de aula cooperativo e
interdependiente, logran mejores niveles de autoestima y competencias
académicas en los niños, que aquellos que fomentan la competencia y la
comparación entre los alumnos.
En relación a lo ya mencionado, se debe tener conciencia del impacto emocional
del profesor en el desarrollo emocional de los estudiantes, reconociendo este
impacto y valorizándolo, con el fin de llevar a cabo nuevas actitudes
pedagógicas que ayuden y favorezcan el crecimiento personal de los niños.
PUEDE ABORDAR MÁS EXTENSAMENTE Y COMPLEMENTAR CON OTROS
AUTORES, YA QUE ES UN PUNTO VITAL DE REFLEXIÓN. NO OLVIDE
RELACIONAR CON SU PROPIO PROCESO.
En síntesis, el Rol que el docente ocupa al interior del aula, su autoestima, el
clima de aula que este genere, la relación profesor-alumno, que consiga abarcar y
un sin número de factores más, son los que colaboraran en el desarrollo
emocional del niño. Con o sin voluntad el docente es un modelo a seguir, por
muchos de sus estudiantes, quienes se formaran bajo el referente que el docente
les inculque a lo largo de vida escolar. Sin duda es en edad temprana cuando los
niños, necesitan más apoyo y empatía por parte del docente, es ahí donde este
debe desempeñar su rol de docente, valorando y enfatizando en la importancia
que posee la vida emocional de los estudiantes, quienes necesitan y esperan que
el docente entregue lo mejor de sí mismo.
PODEMOS INCORPORAR EL COMPROMISO DOCENTE CON MAYOR
PROFUNDIDAD.
El clima social escolar afecta a todos: a los estudiantes, a los profesores y a los
directivos. Algunos pueden pensar que están más resguardados que otros; sin
embargo, los efectos benéficos o adversos de un clima escolar se hacen sentir en
todos los miembros del sistema. No podemos negar que un buen ambiente o clima
en el aula favorece o facilita el desarrollo del aprendizaje significativo, ante esto
toma importancia el rol de facilitador. El contexto social escolar se relaciona no
sólo con factores macro sistémicos, sino también con las responsabilidades
personales de los miembros que lo componen, y por lo tanto la consideración del
desarrollo personal en el contexto escolar debe tener un rol protagónico. El
desarrollo personal es un concepto que se refiere a la actualización de todas las
potencialidades afectivas e intelectual de una persona, así como el desarrollo de
sus talentos específicos. Es un concepto integrador, que supone el conocimiento
de la personalidad acerca de sí misma y su diversidad, el planteamiento de metas
personales, el reconocimiento de los propios talentos y la formulación de objetivos
coherentes con su sistema de valores. En este sentido, el desarrollo personal está
íntimamente ligado al concepto de formación afectiva y valòrica y al de
inteligencia emocional. El desarrollo personal ha demostrado ser una de las
variables de mayor significación en el mejoramiento de la calidad de educación y
en la prevención de problemas de salud mental tanto de los profesores y
profesoras como de los alumnos y alumnas. También se ha postulado como un
factor predictivo de los logros y satisfacciones que los estudiantes lleguen a tener
en el futuro. No obstante, como apuntan Álvarez González y Bisquerra Alzina
(1999), no es el currículo explícito o formal, el que determina el desarrollo personal
y social del educando, esto depende más del sistema de relaciones profesor
alumno y alumno-alumno que conforman la educación incidental o informal o
“currículum oculto”, a través del cual el profesor actúa como agente de
socialización y como formador de sus alumnos de manera no explícita,
relacionada con la metodología, los estilos educativos y el clima socio-emocional
que se genera en el aula.
Para finalizar, se propone como definición del clima social escolar, la satisfacción
de los actores de la comunidad escolar, que sucede como resultado de la gestión
que se realiza de la convivencia en pro del aprendizaje y el buen trato de todos.
Un buen clima social escolar, unido a buenos resultados académicos, se pueden
considerar indicadores necesarios y ninguno por si solo suficientes, para
demostrar que una escuela es un buen contexto para proveer el tipo de educación
que se requiere para el desarrollo de los países del siglo XXI.