6-9. El Arca de Noe
6-9. El Arca de Noe
6-9. El Arca de Noe
Narrador
9
Noé siempre obedeció a Dios. Entre la gente de su tiempo no había nadie más
bueno ni honrado que él. 10 Noé tuvo tres hijos, que fueron Sem, Cam y Jafet.
11-12
Dios se dio cuenta de que los habitantes de la tierra eran rebeldes y
violentos. 13 Por eso le dijo a Noé:
«Voy a acabar con todos los seres vivientes de este mundo, y dejaré la tierra
inhabitable porque está llena de violencia. 14 Así que toma madera y hazte una
casa flotante. Úntala con brea por dentro y por fuera, y constrúyele varios
[a]
cuartos. 15-16 La casa debe ser de tres pisos, y medir ciento treinta y cinco metros
de largo, veintidós metros de ancho y trece metros de alto. Hazle un techo y
una puerta en el costado, y también ventanas a medio metro del techo. 17 Yo
voy a enviar sobre la tierra una lluvia tan fuerte que acabará con todo lo que
tenga vida en este mundo. ¡No quedará nada con vida!
18
»Sin embargo, voy a hacer un trato contigo. Tú, tus hijos, tu esposa y tus
nueras entrarán en la casa flotante, 19-20 y también un macho y una hembra de
toda clase de aves, reptiles y animales domésticos y salvajes. Los meterás
contigo, para que no mueran. 21 Toma toda clase de alimentos y guárdalos en la
bodega, para que todos tengan qué comer».
22
Y Noé siguió con cuidado todas las instrucciones que Dios le dio.
7 Entonces Dios le dijo a Noé:
«Entre toda la gente de este tiempo, he visto que tú eres el único hombre
bueno. Por eso, entra en la casa flotante con toda tu familia. 2-3 De todos los
animales y aves que acepto como ofrenda, llévate contigo siete parejas, es
[a]
decir, siete machos y siete hembras, para que sigan viviendo en la tierra. De los
animales que no acepto como ofrenda, llévate sólo una pareja. 4 Dentro de una
semana voy a hacer que llueva cuarenta días y cuarenta noches. Así destruiré en
este mundo todo lo que he creado».
5
Y Noé siguió todas las instrucciones que Dios le dio.
Comienza a llover
6-13
Siete días después, el agua que estaba debajo de la tierra comenzó a salir a
la superficie, y también comenzó a caer toda el agua del cielo. Todo esto duró
cuarenta días y cuarenta noches. Hacía más de dos meses que Noé había
cumplido seiscientos años. El día que comenzó la inundación, Noé y su esposa
entraron en la casa flotante, junto con sus tres hijos y sus nueras, para ponerse a
salvo. Además, entraron en la casa machos y hembras de todos los animales y
aves que Dios acepta como ofrenda. También entraron animales, aves y reptiles,
de los que Dios no acepta como ofrenda. Así obedeció Noé las órdenes que
Dios le había dado.
14-16
A la casa flotante fueron llegando en parejas toda clase de animales
domésticos y salvajes, toda clase de aves y de reptiles, es decir, un macho y una
hembra. Todos entraron en la casa, tal como Dios se lo había ordenado a Noé.
Una vez que todos estuvieron adentro, Dios cerró la puerta.
17-20
Cuarenta días estuvo subiendo el nivel del agua. Tanto subió que las
montañas más altas quedaron cubiertas siete metros bajo la superficie. Sin
embargo, la casa seguía flotando, pues al subir el nivel del agua también subía
la casa. 21-24 El agua tardó en bajar ciento cincuenta días. Así fue como murieron
hombres y mujeres. También murieron los animales domésticos y salvajes, las
aves, los reptiles y los insectos. Todos los seres vivos fueron destruidos. Sólo
quedaron con vida Noé y los que estaban con él dentro de la casa.
8 Dios tuvo compasión de Noé, y de todos los animales domésticos y salvajes
que estaban con él en la casa flotante. Por eso lanzó un fuerte viento sobre la
tierra, para que bajara el agua. 2 Las aguas que estaban debajo de la tierra
dejaron de salir a la superficie, y del cielo dejó de caer agua. 3 El agua fue
bajando poco a poco, y después de ciento cincuenta días, 4 la casa flotante se
asentó sobre las montañas de Ararat. Era el día diecisiete del mes de Etanim.
5 El agua siguió bajando hasta el mes de Tébet, y el día primero de ese mes ya
[a] [b]
6
Cuarenta días después, Noé abrió la ventana de la casa 7 y soltó un cuervo, el
cual estuvo volando de un lado para otro, pues no encontraba tierra seca donde
pararse. 8 Después Noé soltó una paloma, para ver si ya el agua se había
retirado. 9 Pero la paloma regresó a la casa flotante, pues no encontró dónde
descansar. Y es que la tierra todavía estaba cubierta por el agua. Por eso Noé
tomó la paloma, y la metió en la casa flotante.
10
Siete días después, Noé volvió a soltar la paloma. 11 Al caer la tarde volvió la
paloma con una hoja de olivo en el pico. Así Noé entendió que ya no había
agua sobre la tierra. 12 Sin embargo, esperó otros siete días y la volvió a soltar,
pero la paloma ya no volvió.
16
«Quiero que salgas ya de la casa, junto con tus hijos, tu esposa y tus
nueras. 17 Deja salir también a todos los animales, incluyendo las aves y los
reptiles que están contigo, para que se multipliquen y llenen la tierra».
18
Así fue como Noé salió de la casa, junto con sus hijos, su esposa y sus
nueras. 19 Salieron también todos los animales, las aves y los reptiles.
20
Más tarde, Noé construyó un altar para adorar a Dios. Tomó entonces algunos
de los animales y aves de los que Dios acepta como ofrenda, y en su honor los
quemó sobre el altar. 21 Y cuando a Dios le llegó tan grato aroma, tomó la
siguiente decisión:
«Aunque todo hombre y mujer sólo están pensando en hacer lo malo desde su
niñez, por ninguno de ellos volveré a maldecir ni destruir la tierra como esta vez.
22
»Mientras la tierra exista,
siempre habrá siembras y cosechas;
siempre hará calor y frío,
siempre habrá invierno y verano,
y también noches y días».
5-6
»Yo hice al hombre y a la mujer semejantes a mí mismo. Por eso, si algún
animal los mata a ustedes, ese animal también tendrá que morir; y si alguno de
ustedes mata a otra persona, también tendrá que morir.
7
»Lo que yo quiero es que ustedes tengan muchos hijos, y que sus
descendientes llenen la tierra».
8
También les dijo Dios:
9
«Ahora mismo les hago una promesa a ustedes y a sus descendientes. 10 Esta
promesa incluye a todas las aves y a todos los animales domésticos y salvajes
que estaban con ustedes en la casa flotante. 11 Y ésta es mi promesa: Nunca más
volveré a destruir la tierra con una inundación tan terrible».
12-13
También dijo Dios:
«Acabo de hacerles una promesa a ustedes y a todos los seres vivos de esta
tierra, que incluye también a los que todavía no han nacido. Como prueba de
esta promesa, pongo mi arco iris. 14 Cuando yo traiga nubes sobre la tierra, el
arco iris aparecerá, 15-17 y me acordaré de mi promesa. Jamás volverá a haber
una inundación tan grande como para acabar con toda la vida. El arco iris es la
señal de esta promesa».
18
Los tres hijos de Noé que salieron con él de la casa flotante fueron Sem, Cam
y Jafet. Cam tuvo un hijo llamado Canaán. 19 Con los descendientes de los hijos
de Noé volvió a poblarse toda la tierra.